¡Cómo que suena mejor en español!! ¿Me estás diciendo que en inglés es un desastre? "Agarra martillo estilo Loony Toons"
Gracias por tu review!!
Shadir: Bueno, ya era hora de moverlo un poco, está muy quedo Lo siento si ves algunos errores, yo lo reviso antes de subirlo, pero Nemesis es la que lo traduce y a veces a mí también se me escapan algunos mistakes -- Gracias por tu review!
HADA: Si! El hielo arde!!! A ver, si no pensaran, habría mucho desastre en el mundo... especialmente con los santos de Atena que ya de por sí están para convertirlos en parte de un Haren, imagina a todas las fans sobre los pobres, creo que los ahogaríamos Que no te pesquen in fraganti en la facu, es horrible "habla por esperiencia propia" Gracias por tu review!!
Jezreel: Me alegro que te guste aún el fic En cuanto Némesis me de el siguiente cap, lo pondré. Gracias por tu review!!
Ady: para eso falta un poco, Sigfried sigue demasiado tímido, pero bueno, ya arreglaré eso Hilda más adelante Gracias por tu review!
Capítulo 4
Hilda despertó más temprano que de costumbre, tenía un plan, pero antes que nada debía discutirlo con Brigitte. La vieja criada estaba en la cocina muy sorprendida de ver ahí a Hilda tan temprano.
"Buenos días Brigitte, ¿podemos hablar?" Preguntó Hilda, Brigitte asintió y salieron al patio trasero, cerca de la fuente. Brigitte se sentó en el borde lista para escuchar.
O
Más tarde esa mañana, Hilda iba feliz y con una enorme sonrisa, cosa que desconsertó a Fler y Royce. Después del desayuno, Hilda fue a buscar a Sigfried, quería montar a caballo. Sigfried estaba en la biblioteca cuando Hilda lo encontró.
"Buenos días Sigfried, te estaba buscando, quiero ir a montar y quiero que vengas conmigo" dijo Hilda, Sigfried asintió y la siguió hacia afuera.
La pareja salió de las murallas del castillo, Hilda iba sobre su caballo blanco, mientras Sigfried montaba uno negro. Salieron del pueblo y se internaron el congelado bosque. Sigfried notó que Hilda estaba rara esa mañana, ella le sonrió mientras hablaban de esto y aquello, nada importante.
Llegaron a un claro, donde había un pequeño lago, Hilda desmontó y acercó su caballo al agua, Sigfried acarició al cuello de su caballo y la imitó.
"Dime una cosa Sigfried, William no te agrada nada ¿verdad?" Preguntó. Sigfried dejó de acariciar al caballo.
"¿Por qué lo pregunta princesa? Él es su prometido, yo no tengo ni voz ni voto acerca de eso" Dijo, bastante molesto. Hilda rió disimuladamente, nuevamente estaba actuando así.
"¿Qué me dirías si te dijera que para mi es muy importante lo que piensas" Dijo tranquilamente. Sigfried lo pensó por un momento y suspiró.
"¿Puedo decirle lo que sea que piense al respecto?" Preguntó, Hilda asintió.
"Bueno... ¡creo que es un gran estúpido! No la merece, no será un buen rey o esposo, ¡no sabe nada sobre como manejar este reino o de las necesidades de la gente que vive aquí! Además, puedo ver que no le ama" Dijo, se sintió mejor luego de poder expresar todo lo que pensaba al respecto. Hilda caminó hacia él, Sigfried estaba inmóvil, sintió que había hablado demasiado, pero ella simplemente se paró frente a él y apoyó la cabeza sobre su pecho.
"Tienes razón... pero no sé como puedo cancelar el compromiso" Dijo ella suspirando. Él estaba sorprendido, ella nunca se había comportado así, Sigfried quería abrazarla pero no se atrevió temiendo que ella lo rechazara. Pero Hilda tomó la delantera, pasó sus brazos por su cintura y lo abrazó, Sigfried suspiró rendido y la abrazó también recargando su mejilla sobre la cabeza de Hilda.
Hilda sonrió y restregó su mejilla sobre el pecho de Sigfried, estaba muy cómoda en esa posición, incluso le gustaba su aroma. Sigfried también estaba muy cómodo, quería retenerla así por siempre y nunca dejarla ir y menos que algún otro hombre tocara a SU princesa.
Se quedaron así por un tiempo, Sigfried la soltó y tomó su mano, Hilda sonrió y caminó a su lado.
"Sabes, podría hacer su vida miserable si me lo permite, podría tener un desafortunado accidente, o..." Dijo, mientras pensaba que podría hacerle a William, también conocido como el idiota, para que desapareciese.
Hilda se rió y sacudió la cabeza, Sigfried era imposible. Pero le gustaba cuando pensaba en la mejor manera de resolver sus problemas, pero hacer que William tuviese un accidente no era la mejor manera de resolverlo... bueno, no era correcto.
"¡Sigfried! No podemos herirlo, así que ni lo pienses. Necesito hablar con mi padre, tal vez lo entienda y termine con este problema" Dijo, Sigfried negó con la cabeza, conocía bien al rey, se pondría furioso cuando se enterara.
"No le diga nada por ahora, busquemos algo que nos sirva de excusa para terminar con el compromiso, algo que el idiota haya hecho mal o algo, tengo a Mime y Alberich trabajando en eso, no se preocupe" Dijo ayudándola a montar. Hilda lo miró sorprendida, así que ya estaba trabajando en eso.
"Y no me ibas a decir nada hasta que supieras algo ¿cierto?" Dijo, Sigfried rió disimuladamente y subió a su propio caballo.
O
"¿Has encontrado algo Alberich?" Preguntó Syd, quién se había unido a la búsqueda, su hermano, Bud, estaba cerca del castillo de William con Mime para ver si averiguaban algo más.
"Nope, nada, no hay nada malo sobre ellos en estos libros sobre las familias del país" Contentó el guerrero pelirrojo, que estaba muy aburrido en ese momento.
Sigfried entró un momento después, los saludó y se sentó en una de las sillas. Syd y Alberich se sentaron cerca de él.
"Hey, estube con la princesa Hilda, me dijo que en realidad no quiere casarse con él, así que ahora tenemos su permiso para buscar algo malo sobre el idiota" Dijo Sigfried sonriendo, los otros muchachos sonrieron también, esas eran buenas noticias.
"¿Encontraste algo?" Preguntó Sigfried.
"No, lo siento, pero la familia del tipo es perfecta" Fue la respuesta de Alberich, Syd asintió. Sigfried suspiró, no tenían mucho tiempo, la boda sería en menos de un mes.
Mime y Bud estaban escondidos en el castillo de William. Robaron uniformes de los sirvientes para poder acercarse a la biblioteca, tal vez había algún libro interesante ahí.
"Hey Bud, no hay nadie cerca, entremos" Susurró Mime, Bud asintió y ambos se escabulleron en la biblioteca, Bud vigilaba la puerta mientras Mime buscaba en los libros sin mucha suerte. Se acercó al viejo escritorio que había en una de las esquinas del lugar y se sentó en la silla. Había reunido algunos libros, estaba por revisarlos cuando vio una sospechosa carpeta, estaba dentro de uno de los tres cajones, como si el dueño hubiese querido esconderla rápidamente, pues no estaba bien cerrado.
Mime la tomó y comenzó a leerla, mientras más leía más se asustaba y sorprendía. Bud frunció el ceño al ver la extraña reacción de su compañero. Alguien se acercaba, Bud alertó a Mime quién rápidamente puso la carpeta en su lugar y se reunió con Bud, los chicos se escondieron tras uno de los enormes libreros.
"¿Crees que podrás ocultárselo a Hilda? No es estúpida ¿sabes?" Dijo un hombre, William se rió, necesitaba casarse con la princesa, necesitaba el poder y las riquezas de su familia.
"¡Ja! Nadie sabe nada al respecto, todas mis finanzas están invertidas en este negocio, así que si algo sale mal, tendré el dinero y status de mi esposa para respaldarme" Dijo William muy seguro de si mismo, su hermano se rió, William era muy inteligente, tendría dinero y poder, además de una hermosa esposa.
Mime y Bud estaban sorprendidos, pero rieron disimuladamente, era lo que necesitaban para sacar al bastardo del camino... siempre que pudieran salir de ahí, claro. William tomó su capa y volteó para salir. Mime necesitaba tomar pruebas sin delatarlos. Bud lo apuró para que se apresurara, en realidad tenían que salir YA.
Mime suspiró, los documentos eran la clave para destruir el compromiso, pero no era posible tomarlos y salir corriendo. Bud tomó el brazo de su compañero y lo sacó de la biblioteca.
"Bueno, hay que decirle esto a Sigfried y a la princesa Hilda, ellos sabrán que hacer, pero por ahora DEBEMOS irnos" Dijo Syd, Mime asintió y ambos desaparecieron.
En cuanto Mime y Bud llegaron al castillo se dedicaron a buscar a Sigfried, quién estaba en la sala destinada a ellos con los otros guerreros.
"¡Sigfried! ¡Encontramos algo!" Dijo Mime alegremente, Bud asintió. Sigfried sonrió y se acercó a ellos.
"Díganmelo todo" Dijo.
"Necesita a nuestra princesa para respaldar todos sus negocios, podría perderlo todo, pero no pudimos traer los documentos con nosotros, avisa a nuestro rey y a la princesa, ellos podrán preguntarle sobre esto" Dijo Bud. Se miraron unos a otros sonriendo satisfechos con las noticias.
"Le diré a la princesa Hilda en este momento, no se preocupen, no se casará con él de todas maneras, lo prometo" Dijo Sigfried y salió del cuarto.
En ese momento Hilda estaba con Fler, su hermana le estaba mostrando los aretes que había comprado ese día, Hilda sonrió y los tomó.
"Son hermosos Fler, necesito conseguir unos para mi, no tengo muchos" Dijo, Fler sonrió y corrió para tomar una pequeña caja de su alhajero, estaba cubierta con terciopelo azul. Fler se lo dio a Hilda, quién estaba intrigada, lo abrió y vio un par de aretes con un zafiro azul en medio, tenían la forma de una lágrima y eran mucho más hermosos que los otros.
"Oh, Fler, son hermosos"
"Son para ti, mi regalo de bodas"
Hilda la miró boquiabierta y negó con la cabeza, Fler no sabía que no quería casarse con William, debía decirle a su hermana, Hilda suspiró y cerró la cajita, Fler frunció el ceño, Hilda le estaba ocultando algo.
"Dime Hilda, ¿algo te molesta?" Le preguntó, Hilda ni siquiera la estaba mirando a los ojos, pero cuando lo hizo, lo hizo muy seria.
"Fler... no quiero casarme con William, pero no se como decírselo a nuestro padre" Confesó, Fler estaba asombrada, no era común en Hilda el hacer así las cosas, estaba comprometida con William y su padre estaba feliz con eso.
"Pero, hermana, nuestro padre se pondrá furioso cuando se lo digas" Contestó, Hilda asintió, conocía a su padre muy bien.
"Lo sé, es por eso que estoy intentando encontrar una buena excusa, a Sigfried tampoco le agrada, por eso está buscando algo con lo que podamos cancelar el matrimonio.
"No será sencillo, pero si crees que nunca podrás amarlo... yo te apoyo" Dijo Fler, Hilda sonrió ampliamente y ambas hermanas se abrazaron.
En ese momento alguien tocó la puerta, Hilda fue a abrir y se sorprendió al encontrar a...
