El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como todos los símbolos y elementos relacionados, son propiedad de Warner Bros., 2000
Me fui con todo. Este capítulo lo dejé al doble de largo que los primeros, miren que de puro buena porque superaron mi promedio general de reviews por capítulo (lo confieso, lo saqué xD). Me parece adecuado aclarar que los únicos reviews que estoy contestando son los que tienen preguntas directas y que creo debo responder, eso no quiere decir que desmerezca a los otros, por el contrario los agradezco millones! Y es que FF con sus políticas extrañas anti reviews no deja responderlos... Aún así muchas gracias a: Jacqueline, hibari chang, principita, La Prisionera de Azkaban, Harry Ronald Granger, kika dlc, Mury Wesley, rosely, BiAnK rAdClIfFe, Sirenita, Narwen Weasley, cervatilla y marilyn! por sus reviews que casi y me hacen sonrojar, si tan buena escritora no soy! O.o Carly McKinnon se me hace que tu review salió cortado, no uses los símbolos esos para la carita enojada que hacen que cualquier cosa en cualquier página se corte (esto pasa por que los códigos HTML se escriben igual). Sarah-keyko hace mucho que no te veía, lo que te quiero decir es que quedan pocos capis para el final y sí, me voy el 5 de Noviembre, y según creo este estará completito para mitad de Octubre. Jessi Weasley, sé que hay más de 90 personas que leen cada capítulo, porque cuando le entras a 'Log In' hay una sección que se llama 'stats' y ahí sale en detalle cuántas personas han entrado a ver cada una de tus historias, sale el detalle hasta por capítulo, y yo pienso que si ahí dice que 170 entraron a ver el capítulo, no sé, digamos el capítulo 13 de una historia es porque leyeron lo que venía antes y de esas hay alrededor de 10 que me dejan reviews... pues no sé qué pensar. Y MaryGin de verdad que te mereces un premio y te dedico este capítulo, porque hasta ahora eres la única que ha llegado a la conclusión más cercana a la realidad sobre lo que está pasando con Clarissa. Ahora a leer!
Tus días están contados
Capítulo 15: La Boda
(...) En ningún otro momento de su vida había deseado más poder volver en el tiempo y no haberse ido nunca. Eso no quería decir que hubiera tomado la decisión equivocada al irse a Holanda, pero pudo haber... ¿Qué pudo haber hecho? Bueno, ya no importaba, ya no lo había actuado a tiempo. Y su vida era tan poco interesante que sentía no poder pensar en otra cosa.
"Hola" saludó Harry.
"Hola, Harry Potter" respondió Paul, el amigo de Clarissa que habían conocido en la cena.
Harry se sentó en la fila detrás de ellos, que voltearon sus sillas.
"¿Hace cuanto estás aquí?"
"Llegué con Clarissa hace unas dos horas"
"¿Y qué has hecho?"
"Dar vueltas. Es hermosa" agregó, mirando al horizonte.
"¿Quién?" preguntó Harry, volteándose.
"La mansión" explicó Paul. Harry lo miró.
"¡Qué bueno que ya estén aquí!. ¿Ha llegado alguien?" preguntó Clarissa, poniéndose de pie y luciendo en todo su esplendor su bello vestido color durazno pastel, haciendo enojar a la maquilladora que la quería quieta.
"No ha llegado nadie aún, aparte de nosotros" dijo Ginny, mirando asombrada el vestido.
"¿Te gusta?" preguntó Clarissa, dándose una vuelta en sí para hacerlo girar.
"Es de una amiga diseñadora. Yo misma se lo regalé" agregó Frankie, muy orgullosa de sí misma. "Al menos ya bajaste esa horrible panza de embarazada. Demoraste poco"
"No hay nada que un par de hechizos no arregle" les susurró por lo bajo la novia, guiñando un ojo. La maquilladora gritó algo en francés y Clarissa se volvió a sentar para seguir siendo retocada. "¿Hermione no vino con ustedes, Ginny?"
"Va venir a la hora" respondió la pelirroja, mientras Frankie se sacaba el abrigo de piel y dejaba ver un escotadísimo y delgado vestido plateado. "Con un amigo" completó.
"¿Su novio?" preguntó Clarissa, sonriendo. Pero algo en esa sonrisa a Ginny no se le hizo de verdad.
"En vías de, creo" finalizó Ginny, poniendo los ojos en blanco. ¿Qué le importaba a ella?
Paul se levantó excusándose de ir al baño. La gente ya iba llegando y ocupaban los asientos del respectivo lado. Varios saludaron a Ron, pero éste se paró y le dijo a Harry que lo acompañara.
Sonó el timbre. Hermione apagó su cigarro en el cenicero, con la varita eliminó el olor a tabaco de la casa y de lo que se había impregnado en ella. Hizo desaparecer el cenicero, cerró la ventana, con otro hechizo dejó sus dientes impecables y abrió la puerta.
"¡Ay! Hola, Ben" saludó, sonriendo. Él la miró pasmado.
"¡Vaya! Luces muy... bien" murmuró.
"Gracias. Espérame"
Regresó a su sillón, guardó la varita y lo que quedaba de la cajetilla de cigarros en el bolso y volvió a donde él estaba.
"Ya estoy"
"¿Vamos?" Le ofreció el brazo. Hermione lo tomó aún sonriente y cerró detrás suyo la puerta del departamento.
"Mira, Harry, no le des más vueltas al asunto y..."
"Hola, tú debes ser el novio, no?" los interrumpió un hombre de unos 40 años, que si bien no vestía elegante, se notaba su autoridad. Le tendió la mano a Ron. "Tiresias Spektro, jefe editorial de la revista Clásica. Vamos a instalar varios fotógrafos en diferentes lugares" Se voltearon hacia la gente y Ron recibió la primera sorpresa del día. Estaban llegando docenas de medios de comunicación del mundo muggle, dígase reporteros gráficos, camarógrafos y grabadoras, ubicándose no en el sector de invitados, sino a los costados tratando de encontrar el mejor ángulo. Otros ya entrevistaban a la gente que empezaba a llegar y tomaban fotos, muchas fotos. "Sólo quería avisarte que después del vals y toda esa basura nuestra revista tiene la primera entrevista contigo y la chica. Con permiso" se fue.
"¿Qué significa todo esto?" preguntó Harry con las manos en los bolsillos, viendo el lugar, visiblemente emocionado.
"Mi suegro había dicho... algo de uno, o quizás dos medios... pero esto..." Estaba en shock.
Una mujer de traje rojo se acercó corriendo micrófono en mano y alentando a su camarógrafo.
"Aquí estamos en vivo y en directo con el novio Ronald Weasley minutos antes de la boda del año" anunció a la cámara, sonriente. Pronto lo miró y se sintió asediado por la cámara. "Hola, Ronald. ¿Nos puedes decir qué se siente el estar a punto de casarte con la heredera de la fortuna Robinson?"
Ginny abrió su bolsito y miró su reloj.
"¿No deberías estar saliendo ya?" le preguntó a Clarissa.
"Las invitaciones dicen a las cuatro, pero apenas la mitad de la gente y la prensa llega a la hora. Está estipulado que a las cuatro y veinte salga de aquí" respondió, a la vez que le colocaban adornos de jazmín fresco en la parte de atrás del largo del cabello.
Frankie caminaba de un lado a otro, más nerviosa que la misma novia. En el acto entró una señora elegante y sonriente, vestida cual dama distinguida.
"¡Mamá!" exclamó Clarissa.
"Mi querida niña, aquí estás! Hay un mar de gente afuera" Se acercó y la besó.
"¿Dónde está Christopher Matthew?"
"Lo dejé un rato con tu tía Sonia. Está durmiendo en su cochecito, pero con todo el ruido dudo que no despierte" Suspiró. "Confío en ella, sabe mucho de niños. Cambiando de tema..." Caminó hacia una ventana y abrió un poco la cortina de terciopelo para mirar afuera. "Es increíble la cantidad de reporteros. Hay más incluso que..." volvió a suspirar "...para el funeral de Fran"
"Papá quiso que estuvieran todos los medios"
"Ya nada me sorprende de ese caballero" frunció el entrecejo y se volteó, reparando por primera vez en Frankie y Ginny, que la miraban en silencio. "Buenas tardes, señoritas"
"Hola, señora Parsons" respondieron ambas a la vez.
"Está asquerosamente lleno de gente" comentó Hermione, bajándose del auto de Ben una vez que encontraron estacionamiento cerca de la mansión.
"Va a estar en todos los diarios" opinó Ben.
"Y revistas, TV y radio. Horrible" murmuró al final, volviendo a tomarse del brazo de Ben y caminando hacia el patio abarrotado de personas.
"Al fin se fue" susurró Ron a Harry, después de fingir sonrisas en una pequeña cantidad (digamos unas 100 fotografías) que les hicieron en el último minuto. "Pero ahora" miró serio a Harry "dime por qué Hermione no llegó con ustedes"
"Eh, pues... esto..."
"Creo que ya están todos, o casi todos. Necesito a las damas de honor" se asomó Paul por la puerta, haciéndoles una señal a Frankie, Ginny y la madre de Clarissa. "Usted también, señora"
Salieron tras él.
"Buenas tardes"
"¿Su nombre?"
"Hermione Granger"
"Adelante. Guarde su número de mesa"
"Gracias"
"¿No estaba lista cuando ustedes salieron?"
"¿Hijo, está todo bien?" preguntó Molly, quien se había acercado y le arreglaba el cuello de la camisa.
"Sí, mamá. Ve y siéntate"
"Ven más acá" Lo arrastró hasta quedar junto al altar. El sacerdote estaba listo con todos sus artilugios religiosos en orden y más allá se podía ver al juez ojeando el acta. "Calma, que todo saldrá bien" le dijo con los ojos húmedos.
Ron abrazó a su madre y la señora regresó a primera fila junto a su marido.
"Dime ahora" le ordenó a Harry.
Éste se mordió la lengua, pero pronto se acomodó las gafas y se fijó bien en dos personas que venían por el costado derecho del pasillo, buscando asiento. Reconoció a la chica.
"Creo que no es necesario"
Le indicó con la mirada hacia donde estaba Hermione, tomada de la mano de Ben, ocupando lugar en la quinta fila del lado del novio. Ron tuvo que levantar la vista ya que se atravesaba mucha gente, en especial reporteros, hasta el lugar donde ellos se encontraban. La localizó. Y se quedó con la boca abierta, literalmente.
"Ella es..." musitó, como en sueños.
"Hermione, sí" completó, y sonrió. "Debes sentirte fatal"
"Se ve bellísima..."
Harry asintió, soltando una carcajada.
"¿Te arrepientes ahora de casarte?"
"¿Quién se ve bellísima, Harry?" preguntó Ginny, quién apareció de súbito junto al moreno (pero no digamos que con magia).
"Tú, amor" le respondió, viéndola de repente, abrazándola por la cintura y acercándola a sí.
"Harry, por favor" susurró Ginny entre dientes, indicándole con claridad mediante una mirada que sus padres estaba allí, a dos metros de ellos, además de cientos de personas, claro.
"Vale, está bien" La soltó, y en ese segundo cambió la melodía.
Harry y Ginny fueron a sus respectivos lugares y una capa de silencio cayó en todo el sector. La novia estaba entrando de brazo del padre, por el espacio del centro directo al altar.
"Hay algo que me gustaría saber" le susurró Ben a Hermione en el oído.
"¿Sí?" dijo ella, mirando como casi todos a Clarissa.
"El tipo que se está casando..." Ella miró a Ben "¿es tu ex?"
"¿Qué?" exclamó. Miró a Ron, y por menos de un segundo sus miradas se encontraron, pero al instante Ron la dirigió hacia la novia. Hermione se sonrojó levemente y volvió su vista de nuevo a su acompañante. "¿Por qué dices eso?"
"¿No?" Ben volvió a mirar a la novia. "Entonces no importa"
"No, de verdad, dime por qué dijiste eso"
"Estamos aquí..." decía el sacerdote, alzando las manos.
"Porque me acordé del día cuando llegaste por primera vez a emborracharte al Claroscuro" Hermione frunció el entrecejo. "Maldecías contra un pelirrojo. Weasley... ahí había escuchado el nombre, ahora que lo recuerdo"
"Mmm, verás... Mejor hablamos después de eso, sí?" Tomó aire, asintió y miró otra vez al altar.
Los minutos pasaban. Era la fiebre del espectáculo tomando fotos, una tras otra, durante los 40 minutos que duró la ceremonia. Apenas los novios se besaron, los invitados se pusieron de pie y aplaudieron delicadamente. Los medios se dispersaron a lo largo y ancho del sector de la fiesta, las personas a sus puestos designados, los novios cortaron la torta y se sentaron en su mesa con sus padres. Así de rápido paso esto para Hermione, quien estaba en una mesa junto a personas que no conocía. ¿Quién habría hecho las listas? Ben se había encontrado con un conocido y se armó una conversación con él, y ella después de dos tazas de té y un trozo de torta estaba bastante aburrida. Vio a sus padres unas mesas más allá y se disculpó para ir a saludar.
"¡Hola mamá, papá!" saludó, colándose entre ellos.
"Hola hija, hace mucho tiempo que no te veía. ¡Estás muy linda!" dijo su padre, mientras la señora Granger le acercaba una silla donde Hermione se sentó.
"Gracias, pap" sonrió.
"Ella es nuestra hija" la presentó su madre al resto de los señores de la mesa.
"¡Hola! Soy Hermione, un gusto"
"Supongo que ya estarás recuperada de tu 'incidente'" le susurró su mamá, alzando las cejas.
"¡Hola, hola a todos otra vez!" saludó una voz altisonante por todo el lugar. "¡Ha llegado el momento... del vals!"
Toda la gente aplaudió, mientras los novios que ya estaban de pie en medio de la 'pista' se ponían en posición. La orquesta sobre el escenario comenzó a tocar.
"Si no fuera así me imagino que yo no podría estar aquí" le respondió Hermione, haciendo una mueca.
Siguieron conversando durante largos minutos, hasta que el vals inicial acabó. Todos aplaudieron y una cantante se subió al escenario; la orquesta fue cambiada por una banda y continuaron con la música. Una suave melodía pop. Y muchos siguieron bailando.
"Permiso" se disculpó Hermione, poniéndose de pie. "Tengo que regresar. Nos vemos"
Volvió caminando hasta su mesa, pero Ben ya no estaba. Ubicó al amigo y le preguntó por él, y éste simplemente respondió que había ido al baño. Se volteó y miró hacia todos lados, se vio sin saber qué hacer y de un momento a otro alguien chocó con ella.
"Oh, disculpa" dijo una voz grave que recordó haber escuchado antes. Miró hacia arriba. Era Sean, el primo guapo de Clarissa. "¿Tú eres...?" empezó a preguntar mirándola de pies a cabeza "¿Te conozco?"
"Soy..."
"¡Sí, lo recuerdo!. ¿Rose? No, espera. ¿Samantha?"
"Hermione" dijo ella, escéptica.
"Eso. Hermione" se rascó distraídamente el dorso de la mano. "La amiga del idiota de Weasley, verdad?"
"¿Perdón?" replicó ella, esperando haber escuchado mal. ¿Idiota? Por alguna razón Sean comenzaba a fastidiarle.
"¿Ah, no eres ella? Entonces..."
"No, sí soy ella" lo cortó. Él no se había preocupado en rectificar o hacerse el tonto, por último. Estaba a punto de seguir de largo pero él le bloqueó el paso.
"Perdona mi mala memoria, Hermione" le dijo, creyendo saber el motivo del enojo, erróneamente. "¿Has visto a Clarissa?"
"¿Te perdiste? En la mesa principal" le apuntó. "Con su marido y su hijo"
"Acompáñame" Hizo como que rogaba, pero sin preguntar la tomó del brazo y la llevó atravesando todo el jolgorio bailable hasta llegar a la mesa, pero no directamente. Un arbusto los tapaba. Sean se detuvo. "Ve donde ella y... ¿le puedes decir que la voy a esperar adentro, en el salón burdeo de la casa?"
Hermione le lanzó una mirada de disgusto, pero su buena educación -que salía en los momentos más inesperados- le indicó que cumpliera la petición. Salió de atrás del seto y alisándose el vestido llegó hasta quedar junto a Clarissa, que sentada mecía levemente con una mano el coche haciendo dormir a Christopher, y se agachó para quedar a su altura, bajo la mirada de los ocupantes de la mesa, en especial de uno.
"Sean quiere hablar contigo" le susurró, a modo que nadie escuchara más que la pelinegra. "Te está esperando dentro de la mansión, en el salón burdeo"
"¿Qué le hace pensar que voy a ir?" preguntó, ceñuda.
"¿Entonces le digo que no?"
"No, espera..." Miró bien a su bebé, luego a Ron, quien miraba extrañado la escena. "Amor, sigues meciendo al bebé? Debo atender unos asuntos"
"¿Qué asuntos?"
"Una señora de edad me está buscando" mintió, Hermione preguntándose por qué.
"Anda, pero que sea rápido" dijo Ron, tomando el coche y continuando la labor.
"No me voy a demorar"
Clarissa se puso de pie lentamente y se fue. Hermione, que aún continuaba agachada, miraba a Ron y éste la miraba a ella. Ambos serios, hasta que Molly Weasley dijo:
"Hola, Hermione! No te había reconocido. Te ves muy bien"
"Gracias señora Weasley, disculpe pero debo irme" sonrió y se puso de pie. Le lanzó la última mirada a Ron y salió de allí, directo a la mansión.
"Hey, Herms. ¿Dónde estabas?" preguntó Ginny, que se le atravesó de pronto.
"No hay tiempo para preguntas, sígueme" le indicó y ésta le hizo caso.
Entraron al antiguo y esplendoroso inmueble. Como el bullicio estaba afuera y el lugar desolado, el taconeo contra el piso de madera sonó fuerte, así que Hermione susurró: 'más lento' y siguieron por el pasillo hasta donde supuso estarían los salones. Se asomó en una de las puertas abiertas y salón vacío, pero a la segunda encontró lo que buscaba y se lo dijo a Ginny, así ambas se escondieron tras la puerta semiabierta.
"...quiero un poco de respeto" Era Sean. "No todo lo puedes comprar con dinero, dulzura"
"Papá dijo que no, y sabes que no puedo contradecirlo. Si él tan sólo se enterara de..." Sonaba nerviosa, Clarissa.
"No se va a enterar si ni yo ni tú le dices, pero eso puede cambiar, si no pones de tu parte. Tú hablaste muchas cosas y ahora ni pude entrar a tu boda, cariño"
"¿Y cómo lo lograste?" le preguntó entonces, pero echando fuego por los ojos.
"Su poca seguridad mágica y casi nula seguridad muggle no pueden detener lo que yo soy y ofrezco, linda. Vulnerable, muy vulnerable"
"Si papá te ve, te mata. Ron también, después de lo de San Mungo"
"No me va a ver. Y no hablemos ahora de tu inepto nuevo esposo, Clarissa. Ya sabes que conmigo no puedes jugar ni puedes engañarme. Hay mucha información en juego..."
"¿Qué hacen?" preguntó Harry, detrás de Ginny y Hermione.
Ellas se voltearon al segundo, haciendo la señal de silencio.
"¿Escuchaste eso?" preguntó Clarissa, y sus pasos junto a los de Sean se escucharon caminando hacia la puerta. Clarissa abrió y miró a ambos lados. No había nadie así que le hizo una seña a Sean y volvieron al salón, cerrando de un portazo.
Y de hecho, pegados a la pared quedaron los otros tres, muy en silencio. Hermione decidió volver al patio seguida de ellos dos.
"¿Harry, que no has aprendido nada todos estos años siendo Auror?" le reclamó, cuando ya salían.
"Estoy fuera del horario de trabajo" respondió él, sinceramente. "Y esto de andar escuchando conversaciones ajenas detrás de las puertas sin una orden judicial es una mala conducta"
"No hables si no sabes" le dijo Ginny, pero se dio cuenta que ella tampoco sabía nada del tema. Miró a Hermione en busca de una respuesta.
"Síganme" les dijo ella, entendiendo.
Los llevó hasta el toldo donde se había realizado la ceremonia y cada uno apartó un asiento por la mitad. Allí tampoco llegaba tan fuerte la bulla de la fiesta, y el cielo a lo lejos se veía naranjo; empezaba a caer la noche.
"Se casi tan poco como ustedes" explicó. "Pero me temo que esos dos estén ocultando algo... digamos importante" Abrió su bolso y sacó una pequeña libretita y un bolígrafo, que apoyó en su regazo y empezó a anotar frenéticamente. "¿Cuál es el misterio de Sean, qué clase de información posee y por qué amenaza con divulgarla a Clarissa?"
"No entiendo" dijo Harry.
Ginny procedió a contarle todo lo que habían escuchado. Si en el Cuartel destacaba por algo, era su gran capacidad de memoria auditiva, casi infalible. Harry asintió preocupado después del relato. Hermione aprovechó de anotar varias cosas más.
"Esto me huele a peligro" dijo Harry.
"¿Te fijaste en cómo nombraba a Clarissa cuando terminaba una frase? Dulzura, lindura, cariño... No es así como le sueles decir a un primo o prima" Hermione siguió escribiendo.
"Un primo fresco como lo es Sean puede que llame así hasta a su abuelita" apuntó Harry.
"Pero no tenemos pruebas reales de eso, Harry" dijo Ginny. "Y manejamos muy poco como para saber algo"
"Hay otra cosa que me llama la atención. En la conversación fue la segunda vez que escuché a Sean usar un adjetivo desvalorativo contra Ron. La primera fue esta misma tarde frente a mi cara y ni se inmutó" dijo Hermione, deteniéndose.
"Si lo que dices es cierto... me hace pensar en ese día en San Mungo. La misma Clarissa lo mencionó. Cuando ella le gritaba en su habitación aquel día. Obviamente Ron quedó resentido con Sean y él, bueno, no creo que ella le hubiera gritado sólo por haber intentado tomar al bebé"
"No olvides que ella también es un poco histérica" agregó Ginny.
"Adecuándonos a los hechos y a lo que ustedes presenciaron, es definitivo que hace falta una investigación más profunda del caso"
"¿Por qué trabajan? Estamos en una fiesta, diviértanse!" era Ron, que iba paseando al bebé en el carrito. Miró a su hermana. "Charlie acaba de llegar, quiere verte"
"Después seguiremos con esto, si?" le dijo Hermione a Ginny, cerrando su libreta y guardando las cosas en el bolso.
Ginny favoreció con el pulgar y fue de regreso al bullicio.
Ron miró a Harry y el ex niño-que-vivió supo en seguida lo que su amigo quería. Se puso de pie sonriendo y se marchó sin decir nada; Hermione no necesitaba excusas para adivinar la situación. La calma misteriosa del anochecer realizaba un extraño contraste con el murmullo de la fiesta que sólo se hacía lejano, o así les parecía. En el otro sector se encendieron algunos faroles y los sirvientes pasaban encendiendo el pequeño candelabro de velas de cada mesa, mientras la música cambiaba de electrónica a una balada triste, siempre cantadas por la misma voz. Ron se sentó y acercó el coche. Christopher dormía plácidamente como un angelito, bien tapado por una manta y un gorrito.
"¿No hace mucho calor para taparlo tanto?" preguntó Hermione, rompiendo el silencio.
"Todavía es muy pequeño, incluso para salir. La más leve brisa le podría causar un peligroso resfriado"
"Ron..."
"¿Sí?" La miró.
"¿Qué quieres?" inquirió esta vez, devolviéndole la mirada y a la vez sintiendo las típicas mariposas en el estómago.
"Es simple. Quería saber cómo estabas, después de que te dieron el alta..."
"Pues aquí me ves" Hizo una mueca. "No es nada nuevo. Pero me quedé con una duda" Él alzó las cejas. "Supe... por Harry, que estuviste prácticamente todo el tiempo que estuve sedada en la clínica, y... Bueno, cuando me desperté tú ya te habías ido o algo así. ¿Por qué hiciste eso?"
Ron meditó la respuesta unos segundos.
"Ya había pasado casi tres días completos fuera de casa... y Clarissa, como sabes, estaba cuidando sola de este chiquito recién nacido. Tenía un deber, y además como despertaste supuse que estarías mejor y bastarían un par de días más para que salieras de allí" Intentó sonar lo más convincente posible, porque si bien lo que estaba diciendo no era mentira, tampoco era parte importante de la verdadera razón. Él no quería que a Hermione le pasara algo por su culpa.
"Aún así no te costaba nada... Quiero decir que si Harry no me dice yo no me entero que estuviste ahí y..." Miró al suelo. Siempre sentía una opresión en el pecho cuando la conversación empezaba a adentrarse en el terreno emocional-sentimental. "Al final tú eres el que queda mal"
Ron se encogió de hombros.
"Y tú tienes que pensar, que antes de todo, eres..." tomó aire "una de las personas que yo más quiero en este mundo..." Miró a su hijo, no se atrevía a verla a los ojos. "y que no me iba a quedar fuera en un momento tan crítico como ese. Apenas supe lo que te había pasado dejé todo al segundo y partí a verte. También sé que suena tonto y no me importa, pero" ahora sonrió "mientras dormías en esa habitación, con los ojos muy cerrados, inmóvil como un cubito de hielo, noté que ni tú ni yo somos los de antes. El tiempo nos absorbió y... cuando despertaras no ibas a querer verme ni en pintura, así que..." No se resistió más, tuvo que soltarlo todo. Es que ella siempre lograba ponerlo así.
Algo estalló en el sector de la fiesta y sonó tan fuerte que el bebé despertó y comenzó a llorar, por lo que Ron empezó a mecer el cochecito otra vez, pero el niño no se calmaba.
"Espera, espera" susurró Hermione.
Él dejó de mover el coche y Hermione desabrochó con cuidado el cinturón que lo sujetaba, lo tomó por la parte posterior de la cabecita y la espalda, y lo tomó en brazos. Lo meció suave, pero en vez de volver a dormirse Christopher Matthew dejó de llorar y abrió los ojitos. La miró y de a poco se quedó completamente en silencio.
"Creo que le agradas" dijo Ron, al ver cómo su hijo se calmaba en brazos ajenos.
"Creo que sólo hago lo que hay que hacer cuando un bebé llora y no tienes un biberón o chupón a mano, Ron" respondió ella sin mirarlo. "Aparte, tienes razón cuando dices que te hubiera matado si te veía en la clínica, por muy amarrada que yo estuviera" Subió la vista. "Así que te perdono por no haberlo hecho"
"Bien"
"Bien" Christopher volvía a cerrar los ojos. Hermione lo regresó al carrito y se cruzó de piernas y brazos. "¿Está todo claro?"
"No. Quiero saber qué me ibas a decir ese día en la terraza del hotel, antes de que mi mamá llegara"
Ella lo volvió a mirar. Y notó, por primera vez en mucho tiempo, que él estaba siendo natural, que sus acciones y palabras no parecían mecanizadas por un regulador interno. Sonrió.
"No me acuerdo. De seguro no era importante"
"Pues lo parecía"
"No lo sé..." Su sonrisa desapareció y lanzó un suspiro. "Pero perdóname lo bruta que fui contigo. Últimamente... me desconozco"
"No tienes de qué disculparte" le dijo él.
"¿Hermione?" dijo una voz, surgida de la oscuridad. Le pertenecía a Ben. "Joseph dijo que me habías buscado. Ahora yo no te encontraba, pero veo que estás ocupada..." Miró a Ron.
Ella recordó que no se conocían. Los presentó.
"Ben, él es Ron, uno de mis mejores amigos de la infancia"
Se dieron la mano. Eventual cortesía.
"¿Eres el novio?" preguntó Ben, sabiendo la respuesta.
"Sí"
"Ron" continuó Hermione "él es Ben, un nuevo amigo" Sonrió. No lo había dejado tan mal, o sí?
El pelirrojo lo miró despectivamente, algo que por supuesto Hermione captó. En realidad mucho no le importaba, era algo que podía entender muy bien. Ron nunca iba a aprobar a alguien que aparentemente le quitaría territorio, independiente de quién se tratase. Ella se levantó y Ron también, tomando el cochecito.
"Enseguida te alcanzo en la mesa, vale?" le dijo Hermione a Ben.
Éste asintió y se marchó. Ella volvió a mirar a Ron.
"¿Él es tu aspirante a novio?" dijo saliendo de la fila al corredor.
"Sí. ¿Por qué, algún problema?"
"Pensé que tenías mejor gusto" respondió él, encogiéndose de hombros.
"¿Ese fue un comentario gay o una evidente muestra de celos? Porque en cualquiera de los dos casos, bastante mal tengo que estar para haberme enamorado de ti primero, no?"
Le dedicó una última sonrisa -pícara-, se volteo y levantando la falda de su vestido salió corriendo hacia la fiesta. Ron se frenó, también sonriendo, y no se cuestionaba por qué cada segundo que pasaba amaba más a esa mujer de cabello castaño que hace mucho tiempo se había robado su corazón.
Minutos más tarde los últimos canapé fueron servidos y todos los invitados entraron al baile y la diversión. En el pequeño escenario se había montado un DJ que variaba la música de cuando en cuando, siempre poniendo algo bailable. Los mayores se empezaron a ir, al igual que los medios excepto claro los de la radio mágica donde Clarissa trabajaba, que bien por orden estricta de su padre habían tenido que presentarse como un equipo extranjero, tal como todos los medios mágicos que disimuladamente asistieron.
Hermione más bien pretendía irse rápido a casa, así que apenas tuvo ocasión se lo comentó a Ben y éste la sacó de inmediato de la celebración, sin que ella alcanzara a despedirse de nadie. A la salida les entregaron una tarjeta de recuerdo y se subieron al auto de Ben, que seguía en su lugar. Anduvieron un buen rato hasta el departamento donde ella lo invitó a pasar. Una vez dentro, ella fue a la cocina por algo para picar y dos vasos de... bebida gaseosa de frambuesa. Se sentaron frente a frente, Hermione puso música clásica en la radio con la varita y Ben inició la conversación.
"Quedaste de decirme qué era lo que había pasado con... ¿cómo era?. ¿Ron?"
"Sí"
"Así que... ¿lo harás?" Tomó una aceituna y se la echó a la boca.
Hermione tomó aire.
"¿Conoces sobre el enorme sacrificio que debo hacer para contarte esto ahora?"
"¿No quieres? Bueno... puedo esperar"
"No. ¡Qué idiota soy!" exclamó alzando los brazos al cielo. "Es mejor que lo diga ahora. Lo prefiero así"
"Ok"
"Vale. Pues... es una larga historia, así que la resumiré un poco..."
Horas más tarde, ya acostada en su cama, se preguntaba por qué era que le había contado todo. Y motivos, de verdad, no tenía, así la única causa que le pudo atribuir fue la urgencia de poder contar su tragicomedia amorosa a alguien de manera de ella misma poder comprenderse mejor, o confirmar lo loca que estaba. Cual fuese el fin, una vez que terminó se sintió mucho más aliviada, era como haber descargado todo el plomo de su cuerpo y además quitarse una carga de su espalda. Ben no la había mirado diferente luego del relato, por el contrario, lo vio muy comprensivo e interesado, y eso la alegró bastante. Sintió que el barman era un chico en el que podía confiar. Se había vuelto a besar pero esta vez fue como la primera, porque en la anterior para variar había estado borracha y despechada, una muy mala combinación para su equilibrio interno. Después de eso se fue excusándose por trabajo. Y ahora, apoyada en su brazo mirando las estrellas a través de la ventana en la penumbra de su habitación, aún no se explicaba la razón de Ben de ser tan bueno. Nadie era así porque sí, o ella estaba tan acostumbrada a conocer gente podrida que esto le parecía un milagro. Se rió, tampoco quería pensar que ese chico le empezaba a gustar, porque no sería cierto, y así se comprobó cuando cayó dormida y -abrazando el osito que alguna vez Ron le había regalado por su cumpleaños- susurraba muy suave en sueños un nombre que sólo Little Teddy pudo ser capaz de escuchar.
En la fiesta las cosas no habían cambiado tanto. Pocos minutos antes de la una de la madrugada una limusina blanca había ido a por los novios para llevarlos a su noche de bodas. Molly Weasley se había llevado al niño y los padrinos de boda eran los últimos en abandonar el recinto, aparte de los sirvientes y el padre de Clarissa que debían entregar el sitio completamente impecable a su cuidador. Ginny y Harry llegaron riendo al departamento, probablemente algo pasados de copas, y se fueron directo a la habitación de ella. En la mañana estaban despertando con el dolor de cabeza de sus vidas como las recordaban, y peor porque ambos trabajaban ese día y ya no podían seguir pidiendo permisos, que casi pasaban de la cuota anual y en el medio año que quedaba todavía podía pasar un verdadero accidente. Hermione se despertó un rato después y ese día decidió ir a pasarlo con sus padres, porque ya era demasiado lo que los había abandonado.
El día así les pasó. En la noche al regresar al departamento estaban tan cansados que ni se dirigieron la palabra y fueron a dormir. Ya era lunes y como a las 10 de la mañana Hermione se apareció en el desayuno, notando las caras de sueño de sus amigos e imaginando la suya misma.
"Buenos días" les dijo, reprimiendo un bostezo y ocupando su silla.
"Hola Hermione, tanto tiempo" saludó Ginny, untando una tostada con mermelada de mora.
"¿Tanto tiempo?" repitió, sirviéndose leche.
"No te veía desde la boda" explicó, y le dio un mordisco al pan.
"Apuesto a que ni siquiera sabes dónde está Ron en este momento" la desafió Harry, comiendo sus hojuelas de chocolate.
"¿Dónde está?"
"Marruecos" respondió Ginny. "En su luna de miel con Clarissa. Ayer se fueron"
"¿Cómo se iban a ir tan pronto?. ¡Tienen un hijo de pocas semanas!" No sabía si reclamaba por los derechos del pequeño Christopher Matthew o la indignación de imaginarse cómo el pelirrojo estaba disfrutando sus mini-vacaciones con esa extraña chica.
"Lo dejaron con mi mamá la primera mitad de la semana, después se lo lleva a una tía suya"
"Qué mal... A propósito de Clarissa, ustedes tienen libre hoy?"
"No sé qué tendrá que ver una cosa con la otra pero sí" respondió Harry.
"Entonces espero que me ayuden a averiguar sobre lo que vimos dentro de la mansión el día de la fiesta. Ayer en la casa de mis padres me enteré de algo bien curioso. ¿Recuerdan que alguna vez les hablé sobre una tal Susan Robinson?"
Harry asintió. Ginny se demoró en pensar pero al cabo de unos segundos igual lo hizo.
"Ya. Y a que no adivinan quién es el pasado oculto de Clarissa Parsons"
Ginny negó. Harry la miró asustado.
"¿El pasado oculto? No me digas que..."
"Oh, sí Harry. ¿Qué crees que hacían mis padres en la boda? Siempre muy amigos de los Robinson, incluso después de que se divorciaran y Susan y su padre se fueran a vivir a Australia. ¿Demasiada casualidad? Pues escuchen esto: Parsons es el apellido de soltera de la madre de Clarissa, que es muggle porque estudió la secundaria con mi madre. O sea..."
"Su papá es mago y Clarissa también" comentó Harry. "Pero eso no es nada nuevo"
"Que Susan lo sea sí es algo nuevo. Entonces hay algo bien extraño con respecto a ella, o mejor dicho dos cosas. La primera es: por qué se cambió el nombre al regresarse a Londres? Y la segunda y que más intrigada me tiene: por qué ella no me reconoció cuando me vio o supo de mí, o me ignora a propósito? Digo, si les conté que me molestó hasta en mis últimas vacaciones en casa, que fueron a mis 18 años... ¿por qué no se iba a acordar de mí, si siempre me detestó?"
Se quedaron en shock por la enorme avalancha de información y preguntas sin respuesta que ahora aparecían en sus cerebros. Siguieron desayunando en silencio hasta que Harry habló.
"Sumando esto a su extraña actitud con Sean, parece haber un mundo de misterio en torno a Clarissa Parsons"
"¿O Susan Robinson?" Hermione alzó las cejas. "¿Ustedes llamaban 'señor Parsons' a su padre?"
"No" Intercambiaron una mirada de angustia.
Ginny amplió:
"Ella explicó que se había cambiado el apellido por la fama, pues su padre era millonario y ella pertenecía a la farándula, no quería ser 'la hija de', pero no sabíamos que el nombre igual era falso"
"Olvídalo, Hermione" dijo Harry. "El lío de los apellidos déjalo para el final. Agrégale que ahora es Clarissa Weasley"
Hermione hizo una mueca de asco.
"No lo repitas, Harry"
"Perdón"
"Maldición. ¿Por qué no me di cuenta antes?" Miró el techo. "Los ojos de Clarissa, el color... yo sabía que los había visto antes, pero no pensé... por el pelo. Ella lo tiene largo, negro y ondulado. Susan lo llevaba castaño con visos rubios, hasta la altura de los hombros, la última vez que la vi"
"No te habrías dado cuenta tampoco, Herms. Estas casualidades parecen imposibles, ni el mejor Auror lo hubiera pensado" intentó consolarla Ginny.
Hermione asintió y volvió a darle un sorbo a la leche, mirando al infinito. Clarissa Weasley... Susan Weasley... Qué horror le daba pensar que esa malcriada niña y luego estúpida adolescente terminara siendo la esposa y madre del hijo de su Ronnie. Sólo le quedaba pensar que ella hubiese madurado un poco y -esta idea la expresó en voz alta- que estas pistas no fueran precedente de algo peor que desembocara en un peligro para Ron... o para ella misma. Se le vino a la mente el vago recuerdo del pelirrojo cerrando los ojos y acercando su boca a la suya en medio de una estación de trenes. Pronto se sacudió esa imagen de la cabeza y Harry de nuevo pareció leerle el pensamiento, porque dijo:
"Somos parte del grupo de Aurors que con más honores se graduó de la academia, Hermione. Vamos a llegar al fondo de esto antes de que sea demasiado tarde"
"Hemos luchado contra cosas peores" susurró Ginny.
Sus amigos tenían razón. Había que llegar al fondo, costara lo que costara. Esta no era más que otra misión.
Continuará...
El próximo capítulo es Tejiendo la telaraña. No olviden darle a GO, porque los estoy observando ¬¬, sé que están ahí xD.
