EL SECRETO DE SENDOH
Autor: Miroku Latinlover
CAPITULO IV
"Ladrón que roba a ladrón"
Sendoh consternado por la actuación de Hanamichi y Rukawa, los llama enérgicamente para salir juntos del Salón, mientras se despide secamente del sujeto de traje blanco sin dar mayores explicaciones. En el camino de regreso permanece silencioso
Hanamichi: Oye Sendoh ¿Es que acaso no nos vas decir que pasó ahí dentro?
Sendoh: Es algo privado, gracias por su ayuda, pero ya no es necesaria.
Hanamichi: ¿Así es como nos agradeces!Casi matan a Rukawa! ¡¿Verdad Rukawa!
Rukawa no contestó, su estado era lamentable por la golpiza que había recibido, además de la evidente resaca dibujada en su rostro mal trecho, debido a las consecuencias del estado de embriaguez que hasta hace poco lo había dominado, pero que había desminuido, gracias a un balde de agua fría para enfriar botellas de champaña que le arrojó Hanamichi en la cabeza.
"Me voy... estoy harto" dijo Rukawa repentinamente mientras se separaba del grupo rumbo a su residencia. Sendoh solo volteó a verlo agradeciéndole nuevamente su ayuda en una frase corta, a lo que Ruwaka sin girar a mirarlo, levantó la palma de su mano derecha en señal de un "de nada".
Hanamichi. ¿A dónde vamos Sendoh, ¿Vamos a buscar a esa tal Hukyo?
Sendoh: No se que harás tú, pero yo voy a casa tengo ganas de dormir.
Hanamichi: ¡Eres un idiota, ¡Casi me matan ahí dentro, ¡Esa chica está en peligro, ¡Tenemos que resolver ese problema lo antes posible!.
Sendoh: Ese problema está resuelto, anda a dormir.
Sendoh siguió caminando rumbo a su residencia mientras Hanamichi se detuvo consternado por la respuesta de éste, profundamente molesto porque al parecer en vez de lograr respuestas, Sendoh generada aún más interrogantes y secretos, pero finalmente resignado emprendió su propio camino a casa.
La mañana de un nuevo día indica el paso de una página más del gran libro del tiempo. Nuevas expectativas se abren, y nuevas situaciones acontecen dejando atrás las pasadas, que ahora son sólo recuerdos, aunque no tanto para algunos.
Hanamichi camina rumbo a clases cuando es interceptado por Rukawa.
Hanamichi: (con tono burlesco) Ah Rukawa! ¿Que quieres de mi? ¿Acaso se te perdió algo anoche?.
Rukawa: (tono amenazante) Si dices algo de lo que pasó anoche eres hombre muerto Hanamichi.
Hanamichi: (con ironía) ¿De que habla? ¡Ah! ¡¿De cuando te disfrazaste de mujer y cantantes canciones de amor!
Rukawa: ¡El plan fue tuyo recuérdalo idiota!
Hanamichi: Pero creo que te tomaste el papel muy en serio JAJAJAJA
En ese momento Hanamichi saca una foto de su bolsillo y se la muestra a Rukawa, era una foto de él vestido de mujer cuando cantó en el kareoke. Rukawa sorprendido se la quita bruscamente de la mano y la rompe en pedazos arrojándola al suelo.
Hanamichi: Ja!... ¡De nada sirve porque tengo los negativos!. El fotógrafo del bar era bastante costoso el muy usurero, pero valió la pena cada centavo invertido JAJAJAJAJA.
Rukawa: Te voy a partir a golpes idiota.
Hanamichi: Sabes que nunca rehuyo una pelea, pero en esta ocasión no puedo llegar tarde a clases, por eso mis amigos tienen los negativos pero desconocen su contenido. Si quieres que los destruya tienes que hacerme dos favores, JAJAJA que genio soy.
Rukawa: maldito... maldito...
Hanamichi: Primero tienes que alegarte de Haruko para siempre.
Rukawa: Jamás me gustó esa chica
Hanamichi: ¡!No puedes hablar así de Haruko! Claro que la deseas, ella es digna de todo deseo, es lo mas hermoso de este mundo y además...
Rukawa: Cállate y dime la segunda condición.
Hanamichi: Que me ayudes a conquistarla, que se enamore de mí
Rukawa: No hago milagros.
Hanamichi: ¿Cómo se verá tu foto en el anuario? Apuesto que dejarías un recuerdo por generaciones en Shohoku... jejejeje.
Rukawa guardó silencio por unos segundos, parecía meditar rápidamente sobre lo ocurrido y sopesar sus opciones, respondiendo con tono resignado al final:
Rukawa: Bueno, espérame en el centro comercial cerca de la avenida principal luego de clases, para planear que hacemos al respecto.
Hanamichi: Ja! Claro que ahí estaré!
Las horas pasaron rápidamente desde el extraño pacto. El sol en su punto mas alto indicaba la llegada del mediodía, y el bullicio de las personas al salir de sus trabajos y centros de actividad el cese de la jornada, que para algunos era un receso temporal, que para otros la señal de regresar a sus hogares, pero para Hanamichi era la llegada gloriosa del momento más sublime de su existencia, para dar el primer paso del comienzo de su vida amorosa con su amada Haruko.
Hanamichi se sentó en un banca frente al centro comercial y esperó algunos minutos la llegada de su coaccionado cómplice. Con cierta ansiedad miraba su reloj de muñeca constantemente, y cada minuto que transcurría agudizaba su incertidumbre sobre la viabilidad de su plan con Rukawa, cuando repentinamente se sentó al lado del banco donde se encontraba, una chica de porte muy sensual. Hanamichi la miraba de reojo cautivado por su belleza, pero no se atrevía a mirarla directamente, hasta que la chica le expresó una pregunta:
Chica: Disculpa, ¿No sabes a que hora parte el próximo tren a Kyoto?
Hanamichi: Esteee.. pues no tengo idea, el terminal del tren está muy lejos para saberlo.
Chica: Ah! ¿Es que el terminal está muy lejos, ¡Pero que descuidada soy!.
Hanamichi: (con suspicacia) ¿No eres Rukawa disfrazado verdad?
Chica: ¿Quién es Rukawa?
Hanamichi: JAJAJAJA, ¡olvídalo!... Yo te podría llevar, estaba esperando a un torpe que parece no va a venir, así que podría llevarte.
Chica: ¿Harías ese gran favor por mí, ¡Que caballero eres, muchas gracias, acepto encantada, por cierto, mi nombre en Azuki.
Habamichi: Oh! Encantado, mi nombre es Hanamichi el genio.
Luego de la presentación de rigor, Hanamichi comenzó a caminar al lado de la chica en dirección a la estación del tren, cuando la misma calló al suelo aparentemente por tropezar con algo en el suelo.
Hanamichi: OH! ¿TE ENCUENTRAS BIEN AZUKI?
Azuki: ¡Ouch,¡Que torpe soy! Ahora me duele el tobillo, jamás podré llegar a la estación a tiempo!
Hanamichi: ¡No te preocupes! Aquí está el poderoso Hanamichi de Shohoku que puede llevarte incluso cargada con mis poderosos músculos! JAJAJA ¡No hay problema!.
Azuki: Ah! ¿Eres el famoso Hanamichi del equipo de Shohoku?
Hanamichi: Pues sí... jejeje no sabía que mi fama eran tan grande.
Azuki: Pues sí, dicen que eres el jugador con mas potencial de ese equipo.
Hanamichi: (sonrojado) Oh!... ¡Es que reconocen mi talento natural desde luego!.
Azuki: Claro!... Yo soy aficionada al baloncesto y he oído de tus hazañas
Hanamichi la levanta del suelo y se la lleva cargada a la estación muy contento por haber encontrado una admiradora tan guapa. La chica rodea con sus brazos el cuello de Hanamichi quien sonríe babeante por el hallazgo realizado y su buena suerte.
Azuki: Mirándote más de cerca se nota que eres un chico muy guapo, y tan fuerte y amable para llevarme en brazos.
Hanamichi: No sigas que me sonrojo, pero comprendo tu impacto ante mi presencia arrolladora.
Hanamichi a ver tan cerca el rostro desu desvalida damisela y sus tentadores labios carnosos, que invitaban al atrevimiento y a los pensamientos profanos, comenzó a sudar copiosamente como síntoma inequívoco de su nerviosismo, y una gota recorrió su frente hasta la punta de su nariz.
Azuki: Oh, creo que tienes algo cerca de tu boca, déjame acércame para verlo mejor .
En ese instante la socorrida chica besó a Hanamichi con sus sensuales labios, quien quedó inmovilizado cual escultura griega producto de la impresión ante tan inesperada acción. Se oyó repentinamente un flash que hizo reaccionar a Hanamichi de su estado cataléctico, mientras Azuki retiraba su boca de los labios de Hanamichi. Ante él estaba Rukawa con una cámara fotográfica.
Rukawa: Ahora te tengo idiota.
Hanamichi: ¿!QUÉ DEMONIOS PIENSAS QUE HACES RUKAWA?
Rukawa: Sí muestras tu foto yo muestro la mía a la tal Haruko.
Hanamichi: NOOOOOOOOOOOOO!
Hanamichi soltó bruscamente a Asuki al suelo mientras intentaba quitarle la cámara a Rukawa. La chica se masajeaba el trasero con su mano, para apaciguar el dolor del golpe que se recibió al caer al piso, y gritó evidentemente molesta:
Azuki: ¡Primo Rukawa!... ¡Nunca me dijiste que este sujeto tenía mal aliento y de paso era grosero con las chicas,¡Ahora el precio por ayudarte será el doble!
Hanamichi: AH! MALDITO CONSPIRADOR!.. ¡!CON QUE TODO ERA UNA TRAMPA! PERO YA VERAS! NO SALDRAS VIVO!
Rukawa por un momento estuvo dispuesto a enfrentarse con Hanamichi, pero al ver que la cámara corría peligro y su fuente de salvación podía perderse en el combate, decidió correr despavorido mientras un encolerizado Hanamichi lo seguía de cerca gritando improperios en medio de la calle.
Azuki se levantó del suelo temblorosa pero intentando mostrar cierta dignidad como dama de elegante porte, mientras de sacudía el polvo del suelo de su ropa.
Azuki: Por Dios, ¿Qué comerá en chico, ¿Pescado crudo con ajo?. Ahhhh.. tendré que cepillar buen bien mis dientes, bueno todo sea por unos centavitos que necesito.
La chica se alejó del lugar con un sensual ritmo tambaleante haciendo girar su bolso, mientras que a lo lejos se oía aún los gritos de Hanamichi que se perdían en el ruido cotidiano de la ciudad, en la búsqueda de su amenazante verdugo amoroso.
Fin del capítulo IV
(CONTINUARÁ)
