Una proposición, ¿la cojo o la dejo?
Estimados lectores de mis capítulos:
En este capítulo de Love Hina, vuelve Yusuke, un personaje que aparecerá mucho en los siguientes capítulos, y que por cierto no hay nada de morbo en éste. Bueno ya no os digo nada más del capítulo o sino lo diré todo.
Debo admitir que éste es uno de mis mejores capítulos, aun que sea un poco más cortito.
Os agradezco que leáis mis historias y no os olvidéis de dejar un review.
Un gran abrazo a todos a empezad ¡ya!
Una proposición, ¿la cojo o la dejo?
Otro día normal en la casa Hinata...
Kaolla: Keitaro una pregunta muy fácil.
Keitaro: Dime.
Kaolla: Donde están las demás chicas?
Keitaro: Sinceramente no lo se, cuando me he levantado había una nota de Naru al lado de mi cama.
Kaolla: ¿Y que decía? – interesada.
Keitaro: Ponía que en una semana no volverían.
Kaolla: ¿Todas? – sorprendida.
Keitaro: Desgraciadamente si. – tristón.
Kaolla: Tu tranquilo nos lo vamos a pasar de fábula. ¿Quieres jugar a algo? Como por ejemplo ¿a cartas?- risa malévola.
Keitaro: ¡No! – rápidamente. Escucha dentro de un rato vendrá un amigo; intenta portarte bien.
Kaolla: ¿Ese amigo es guapo? – risitas.
Keitaro: tu solo intenta no romper nada ni armar jaleo.
Kaolla: OK.
Al cabo de una hora y poco llaman a la puerta de la residencia. Keitaro va a mirar quien es cuando se da una grata sorpresa.
Keitaro: ¡Yusuke, me pensaba que ya no volverías más cuando al cabo de poco tu me llamaste.
Yusuke: Vengo extraoficialmente, vengo a pasar unos 3 días de reposo y descanso.
Kaolla: Que bien nos lo vamos a pasar – canturreando.
Keitaro: por favor pasa.
Yusuke entra en la residencia sin decir ninguna palabra más, con su peculiar bolsita de viaje. Keitaro lo acomoda en una bonita habitación muy parecida a la de Narusegawa.
Yusuke: Discúlpame, voy a descansar un rato, ¿a la cena me vienes a despertar? Gracias.
Keitaro: hasta después.
Kaolla: que bien nos lo vamos a pasar – corriendo por los pasillos.
Keitaro: Kaolla no grites que nuestro invitado está descansando.
Kaolla: que bien nos lo vamos a pasar – cantando más bajito pero corriendo igual y con una sonrisa grandiosa en la cara.
Keitaro se va también a su habitación a descansar y a pensar en Narusegawa.
La hora de la cena, Kaolla está cocinando algo que huele un poco raro pero Keitaro decide ir a despertar a Yusuke.
Keitaro abre la puerta pero allí no hay nadie.
Keitaro: ¿Yusuke?
Yusuke de repente cae del techo (de donde estaba agarrado), y le da unos golpes en el estomago. Yusuke no se derrumba pero se deja caer sobre el marco de la puerta corredera. Keitaro tiene sangre en la boca.
Keitaro: ¿Por qué me has pegado? – con un cierto tono de rabia.
Yusuke: era para ver si tenias reflejos; ya veo que muy pocos. En verdad no estoy aquí extraoficialmente, sino que estoy aquí para reclutarte a ti y a Kaolla, Kaolla ya ha dicho que si y ya he hablado personalmente a su hermano.
Keitaro: ¿Y para qué quieres reclutarme? – extrañado.
Yusuke: para llevarte conmigo al mundo infernal, donde ha empezado una batalla.
Keitaro se quedó paralizado en eso que Kaolla pasaba por allí.
Kaolla: ¿la batalla se come? ¡Que bien nos lo vamos a pasar esto tres días!
Yusuke: Kaolla después de estos tres días Keitaro debe de haber decidido su respuesta, si es que me ayudará me lo tendré que llevar al mundo infernal; allí ya están otros talentos como tu Keitaro, y también está Narusegawa.
Keitaro: Escucha Yusuke me lo tengo que pensar. Aquí está todo lo que tengo, sobretodo recuerdos de mi infancia.
Yusuke: ¿Qué tipo de recuerdos? – arqueando los ojos.
Keitaro: recuerdos de cuando estaba con Naru y Mutsumi. Y además… No te tengo que dar explicaciones. Me voy a mi cuarto.
Keitaro se aleja de ellos y entra y cierra la puerta de su habitación; en ella se estira en el suelo de parquet y empieza a pensar.
Keitaro: Debería de ir al mundo infernal, allí está la persona que quiero, pero por otra parte tengo responsabilidades con la residencia.
Kaolla entra repentinamente a la habitación.
Kaolla: debes ir seguro que de la residencia la puedes alquilar o algo, o dejarle a Kitsune… pero tu tranquilo por ello lo que te debe preocupar debe ser poder ayudar a Yusuke.
De repente Keitaro se da cuenta de que no es tan pequeña como parece, que ya se ha hecho grande, y que es ya una mujercita.
Keitaro: ¿Como has sabido lo que pensaba?
Kaolla se pone a reír.
Kaolla: la primera noche que viniste a esta residencia te implanté un chip en el cerebro a través de vía nasal con el que puedo oír todos tus pensamientos, todas las chicas incluida Haruka tienes implantado uno; vosotros no oís los míos porque la opción de escuchar pensamientos la tenéis desactivada – risa malévola.
En vez de enfurecerse Keitaro dijo con voz bien alta: Iremos al mundo infernal.
FIN
