El día de la marcha:
Queridos seguidores de mis historias, lo siento por el retraso pero ya veréis que merece la pena la espera, en este capítulo aparece un nuevo acompañante en su recorrido, uno que tiene unos poderes espirituales muy poderosos, porqué los combina la fuerza espiritual con la luz fantasmal.
En los próximos capítulos prometo combates espero que los leáis y suerte, espero que os guste.
El día de la marcha:
Por fin llega el día de la despedida y Haruka, Kitsune, Motoko, junto a Sara y Shinobu, se deciden a dirigir la residencia Hinata en la ausencia de Kaolla, Naru y por supuesto Keitaro.
Keitaro: ¿Dónde estarán las chicas? Ya hacen tarde – está en la recepción.
Yusuke: que chico, ¿¿¿ya tienes todo listo para ir al mundo infernal? – viendo que Keitaro tenia su pequeña bolsa de viaje al lado de sus pies.
Keitaro: Yo si pero no se donde estarán las chicas.
De repente se oyen unas voces, son las chicas que están subiendo las escaleras que llevan a la residencia y llevan algo cada una en la mano.
Kitsune: tenemos que agradecerte la que has hecho por nosotras todo este tiempo y te lo queremos demostrar dándote estos regalos que esperemos que te sirvan en tu viaje.
Keitaro: no hacia falta – modesto.
Kitsune: por mi parte te doy este amuleto de plata. – en forma de colgante.
Motoko: Yo te entrego la espada originaria de mi clan, que esconde poderes inexplorados.
Shinobu: yo te doy este Tupperware, con esta comida que tardaras en probar otra vez. Además no necesitarás calentarla, es fría.- llorando.
Haruka: ten Keitaro, ten este paquete de cigarrillos, lo necesitaras – Keitaro con cara de sorprendido y replicando que él no fuma.
Keitaro se dio cuenta que las chicas estaban llorando de emoción. Keitaro fue una a una abrazando las con gran ilusión.
Keitaro: ¡Eh! ¡Chicas que no me voy a morir!
Haruka se decepciono un poco.
Yusuke: es la hora.
Keitaro: adiós chicas, espero que penséis en mí en mi larga tardanza.
Chicas: lo haremos – entre lloros.
Yusuke empieza a bajar las escaleras y a un par de metros Keitaro le sigue.
Keitaro: ¿Por donde iremos?
En ese mismo instante se oye un estallido de una piñata; y se oyen las voces de las chicas gritar: "¡fiesta!".
Keitaro mira a Yusuke con cara de espanto.
Keitaro: espero que cuiden bien la residencia – con cara de no saber si estar preocupado o esta riendo.
Yusuke: no te preocupes.
Al cabo de unas horas Yusuke y Keitaro se paran delante de una vieja casa de madera hecha polvo.
Yusuke: es aquí.
Keitaro: ¿Aquí?
Yusuke: Si, entremos.
Entran en la habitación, por dentro la casa parecía un poco más amplia, no había paredes. En el centro de la casa estaba un chico joven, con los ojos cerrados y moviendo las manos circularmente.
Yusuke: Hola Nakilxen.
El joven chico abre los ojos, deja estar su movimiento de manos y sonríe a Yusuke sin vacilación. Después gira la vista y mira a Keitaro con cara de no entender quien era.
Nakilxen: Yusuke, ¿Dónde está Gurnura?
Yusuke mueve la cabeza con cierta pena. Nakilxen resopla.
Yusuke: eran 500 víboras infernales por lo menos, no pude ayudarlo.
Keitaro mira a los dos con cara de no entender nada de lo que estaban hablando.
Yusuke: éste es Keitaro nuestro nuevo compañero, junto a dos chicas más con las que nos encontraremos en el punto de queda en el mundo infernal.
Nakilxen: habéis tardado mucho, el viaje va a ser un poco doloroso, estos portales no están pensados para durar más de 2 horas.
Keitaro aún estaba más confundido, pero se decide a hablar.
Keitaro: ¿Como de doloroso?
Nakilxen: Como 300 caníbales de Sumaztku mordiéndote todo el cuerpo– con cara de interesado.
Yusuke se ríe al ver la cara de Keitaro.
Yusuke: Nakil no te pases, tranquilo Keitaro no será para tanto – entre risas – ¿Nos vamos? Piensa que ya no habrá vuelta atrás. – Preguntándole a Keitaro sin obtener respuesta. Keitaro levanta la cabeza y dice: ¡En marcha! – Saltando por el portal.
Los dos guerreros se miran con cara de asusto.
Nakilxen: ¿Por qué ha saltado? – Con la cara blanca. – Ahora no sabremos donde ha ido a parar.
Continuará…
