Konichiwa!
Mil perdones por tardar tanto, pero no puedo actualizar antes, gomenn ne! Se que es una putada actualizar de tanto en tanto, pero juro que no lo puedo hacer antes, ademas mis capitulos de reserva se estan agotando y lo que tengo escrito en mi libreta es poco y tengo que pasarlo a ordenador...
Pero no me olvido, como podria! si cada vez que me aburro me pongo a pensar y a bosquejar como seguir mi ff
Gracias a todos los que me leeis, es un placer escribir aunque sea para unos pocos

Maria, no me deja entrar en esa direccion, me dice que ese hilo del Centro de Dialogo no existe o.O Un placer tenerte por aki .


18

Los días eran fríos y grises. La lluvia permanecía casi constante en el transcurso de la semana. Pero a pesar del mal tiempo, la vida en Hogwarts seguía su curso, como también lo hacían las clases y los entrenamientos de quidditch.

A penas les quedaba tiempo para nada a nuestros cinco protagonistas.

A causa de los entrenamientos pasaban casi toda la noche estudiando, y cuando tenían un rato libre practicaban en la sala de los Menesteres. Pero como no podían practicar todos a la vez, se turnaban, mientras unos practicaban, los otros estudiaban, puesto que la sala estaba más tranquila (dentro de lo que cabe) que las respectivas salas comunes, donde los alumnos del TIMO estaban histéricos porque los más pequeños hacían el ganso y no los dejaban estudiar. Los alumnos de 7º se iban a la biblioteca a estudiar para sus ÉXTASIS, así que la biblioteca estaba asediada por alumnos mayores que estudiaban sin parar.

El único sitio lo medianamente tranquilo era la sala de los menesteres, donde alguna vez Ginny los acompañó para estudiar tranquila.

Como es normal, el secreto de Malfoy tuvo que ser revelado a la pelirroja, quien aún no estaba muy conforme.

Las peleas entre los alumnos de Hogwarts y el grupo de Pansy y Ely se sucedían casi a diario por el mismo tema de siempre. El tema…hacía que algunos dudasen a qué bando unirse, otros por el momento se mantenían neutrales y al margen, otros manifestaban su apoyo incondicional a Dumbledore, los mínimos (el grupo de 15 alumnos de Slytherin y dos de Ravenclaw y Hufflepuff), por el contrario manifestaban su apoyo a Voldemort y a su causa.

Los cuatro Gryffindors y el rubio Slytherin se podían ver hablando tranquilamente en los pasillos, y las clases de pociones eran más relajadas (en cierta medida, sin olvidar a Snape, lo más relajadas posibles) desde las vacaciones de Navidad.

En algunas ocasiones, Ginny se unía al grupo, Seamus, Dean y Neville se mantenían distantes cuando el rubio estaba con los Gryffindors, a pesar de las repetidas insistencias de Harry y los demás respecto a Malfoy, intentaban estar lo más distantes del Slytherin, puesto que seis años de mala fama y momentos humillantes hacia ellos eran difíciles de olvidar y pasar de largo.

El mes de enero terminaba y daba paso a Febrero, que seguía lleno de días grises.

Solo una noche los cinco se armaron de valor (dejando a Ginny refunfuñando en la sala común) de volver a entrar en el pasillo, en el pasillo del tercer piso. Montaron guardia durante la última semana de Enero y la primera de Febrero para tener un planning de las guardias y los turnos de los profesores, cuando entraban, cuando salían, cuanto tiempo estaban dentro…

Esa noche Tonks estaba dentro, normalmente salía a las 12.30 y a las 1 entraba Fliwitch.

Así que tenían media hora para probar si su hechizo había mejorado. Esperaban al final del pasillo escondidos en sus capas, mientras Draco sujetaba la mano de gloria.

-Bien, tiene que estar a punto de salir-susurró Ron echando una rápida mirada a su reloj- es muy puntual…3…2…1

Una puerta al otro lado del pasillo se abrió dando paso a una figura que se acercaba. Tonks, ahora con el pelo corto, rubio con mechas moradas, bostezaba mientras bajaba ya las escaleras.

-Nos toca-se dirigieron con paso rápido a la puerta, pasaron y se quitaron las capas una vez seguros de que no había nadie, solo la luz de la luna daba un poco de luminosidad a la fría y desértica habitación.

-Será mejor hacerlo todos a la vez-sugirió Hermione. Todos asintieron se pusieron en círculo, espalda contra espalda con las varitas levantadas. Todos a uno gritaron las palabras del hechizo que durante semanas habían estado practicando. La habitación se iluminó, y por unos instantes…vieron…vieron….puf despareció. La visión solo había durado unos segundos.

El sonido de una puerta abrirse los sacó de su ensimismamiento. ¿Habían estado tanto tiempo ahí parados? Era imposible… rápidamente se pusieron sus capas y se pegaron a la pared justo detrás de la puerta ya entreabierta.

Snape entró en la habitación, tenían que salir antes de que la puerta se cerrase, pero Snape…

Ya fuera del alcance del profesor

-¡Snape¡¿Qué hacia Snape allí!

-Ron, tranquilo, ssss, te van a oír-Hermione trataba de que se callase antes de que algún profesor, o Filch los encontrase. Ron no paraba de andar en círculos alzando los brazos exasperado.

-Bien, veamos, le tocaba a Flitwich, hoy es viernes¡le tocaba a él a las 1¡No a las 1 menos cuarto¡Y menos a Snape!

-Ron, hoy es jueves-Ron se paró en seco, se dio la vuelta mirando a Nakuru como si hubiese visto al mismísimo Voldemort.

-Te equivocaste de día, no pasa nada, le podría pasar a cualquiera.

-Sí, pero Harry, me pasó a mí…

-Bueno, pudimos ver… algo, aunque por poco tiempo.-le animó Harry dándole unas palmaditas en la espalda.

-Sí, el hechizo mostró por unos instantes una puerta justo delante de mí¿la visteis?

-Em…Draco… estaba delante de mí.

-Hermi, estaba delante de mí.-dijo Ron algo confundido.

-Veamos¿todos visteis una puerta justo delante de vosotros?-preguntó Nakuru, todos asintieron.-pues entonces ya sabemos que nuestro hechizo no da resultado del todo, nos mostró una puerta, pero no donde debiera, tiene que haber algún hechizo de confusión para disimular.

-Sí, es muy lógico-afirmó Hermione, dándose con un dedo en la barbilla.

-También vimos a Snape-dijo el rubio.

-Sí, hizo una serie de movimientos con la varita.-dijo Ron haciendo una ademán por recordar.

-Es…era como una…eso no era un "hechizo" en sí… he visto algo parecido pero no se donde.-dijo Malfoy, también confundido y haciendo un esfuerzo por recordar.

-Draco haz memoria.-Draco cerró los ojos.

-Potter, no logro recordarlo…

-Bueno mejor descansar, quizás te acuerdes de algo esta noche, además así podremos reflexionar sobre lo de esta noche.

-Ey Ron!

-¿Qué pasa Hermi?-dijo asustado Ron mirando a todos lados.

-Nada, que por una vez has dicho una cosa sensata-dijo esta sonriendo.

-Pero ha sido una buena idea, estoy que me caigo del sueño

-Nakuru… tu siempre tienes sueño-la chica miró a Harry y se rió, la verdad es que tenía parte de razón.

-Bueno chicos-que miraba triste al grupo-Mi sala común está por ahí.

-Buenas noches.

-Adiós.

El rubio se fue cabizbajo a su sala común. Ya en su cuarto, corrió las cortinas de su cama y se tendió boca arriba, ni siquiera se cambió. Pasaba esa imagen una y otra vez por su cabeza. Nakuru se reía con Harry, y con Ron y Hermione. Nunca había conseguido que Nakuru se riese con él. Ella se mantenía distante, era verdad que su relación algo había mejorado, ya no había tantos comentarios bordes entre ambos, pero lo más cerca que tuvo de tener una conversación solo con ella fue el día que se despertó en la sala común Gryffindor, mientras jugaban al ajedrez. Tumbado en su cama divagaba y se perdía en sus pensamientos sin poder conciliar el sueño.

"Quizás debiera apartarla de mis pensamientos… olvidarla como ella me ha olvidado a mí" suspiró cansado, se puso de lado, "En este tiempo no he conseguido ni siquiera que se ría conmigo, menos aún que sonría… Draco aquí tu razón, solo ha pasado un mes, y ya ha mejorado¿o no?... Sí pero…no como te gustaría…. Exacto…. Dale tiempo, hay que sobreponerse de ese shock, joder, hay que asimilar tu cambio de actitud, etc., etc.… Vale, ya, lo pillo¿estoy discutiendo conmigo mismo?... Em, sí, más vale que duermas un poco… Mejor será"

La mañana del viernes apareció algo más soleada que de costumbre, pero al fin y al cabo, fría. Apenas se habían filtrado unos rayos de luz por la ventana de un cuarto oscuro, cuando un chico saltó de la cama corriendo, notablemente acelerado.

Se vistió y en apenas cinco minutos ya subía por las escaleras camino al Gran Comedor. Al entrar maldijo por lo bajo haberse despertado tan temprano, pues no había nadie aún desayunando. Tenía que hablar con los Gryffindors, había recordado algo importante. Tenía que hacer tiempo mientras los demás se levantaban así que decidió esperar un rato en el lago.

Caminó sin prisas hacia la orilla sin parar de darle vueltas a la cabeza, acababa de amanecer, faltaba casi dos horas para que los alumnos bajasen a desayunar. Se reprimió por su impaciencia.

Cuando se acercó, observó debajo de uno de los árboles de la orilla un bulto extraño, y parecía que se movía. Sigilosamente se fue acercando hasta estar justo a su lado, parecía como si alguien estuviese envuelto en una manta. De repente la figura se incorporó bruscamente haciendo que Draco se llevase un buen susto.

-¡Ahhhh!-la chica miró molesta y con cara de sueño al chico.

-No grites que te oigo.

-¿Se puede saber que haces aquí!

-Uaaaaaaah-bostezó. Allí, sentada en el suelo, con el pijama y liada en una manta, con cara de sueño, estaba Nakuru. Con el pelo revuelto, miraba a Draco sin inmutarse, como si fuese lo más normal del mundo haberse pasado toda la noche durmiendo bajo un árbol.

-¿Has dormido aquí!-Draco más calmado, aunque no del todo, se sentó frente a ella.

-mmm sip, salí poco después de lo de anoche, no me podía dormir y salí a que me diese el aire.

-Pues bien dormida que estabas ahora.-Nakuru seguía sin inmutarse.

-Si, pero he dormido fatal, se me…-Draco miraba como Nakuru se contorsionaba estirando las espalda-…hincó una piedra en la espalda. Lo que puede molestar una piedrecilla.

-Tienes un aspecto horrible-Nakuru le dirigió una mirada fulminadora.

-Gracias por el piropo.

-Es que mira tu pelo, jajajajajajaja

-No te rías, mi pelo…-se tanteó la maraña que era en ese momento su pelo- vale no está muy bien esta mañana. Oye¿tan tarde es¿He dormido más de la cuenta?

-No, falta hora y media para que bajen a desayunar.

-Am… uf, menos mal. ¿Y tú¿Cómo por aquí a estas horas?

-Tampoco podía dormir y me he levantado antes.

-¿Recordaste algo?-Draco se dio un tortazo en la cabeza.-Tampoco es para que te maltrates.

-¡Es que si que recordé algo¡Por eso no podía dormir y bajé antes!

-¿Y te acordaste ahora? Menuda memoria.

-Ha sido culpa tuya.

-Lo que tú digas. Me lo vas a decir… ah, no, mejor no me digas nada, espera a que estemos todos.

-Vale, como veas…

-Es que es demasiado temprano y no puedo pensar con normalidad-dijo la chica mientras se ponía de pie y le sacaba la lengua.-En fin, voy a cambiarme. ¿Vas a estar por aquí?

-Si, supongo que sí, no tengo nada mejor que hacer.

-Vale, hasta ahora.

Draco se fijó como Nakuru se iba hacia el castillo liada en la manta. "Esta chica no es normal-pensó- es única" y una sonrisa se dibujó en su rostro.

Con sigilo, pero con rapidez, Nakuru subió a su cuarto, e intentado que las demás chicas no se despertaran se vistió y peinó. No sabía por qué pero no dejaba de sonreír. Cogió su cartera y se dispuso a salir del cuarto muy lentamente para que las chicas no se diesen cuenta, estaba abriendo la puerta cuando…

-Ummm¿Nakuru?

-Cachis-susurró la chica, y se dio la vuelta y con una sonrisa de nunca he roto un plato miró a Pavarti-¿Sí?

-¿Qué haces tan temprano?

-Oh, bueno, no tenia sueño, y además tampoco falta tanto para desayunar, ya habrá alguien por el Gran Comedor.

-Bueno, yo me vuelvo a dormir-dijo la chica tumbándose nuevamente en la cama.

-Si, eso.

Salió antes de que alguna más se despertase y tuviese que dar explicaciones de a donde iba tan temprano. Bajaba las escaleras a paso ligero, pero no demasiado, tarareando y pegando saltitos, a pesar de su mala noche ahora se sentía despejada y contenta. Se paró en seco cuando escuchó unas voces que no le parecían que fuesen de alumnos, así que se acercó y se escondió detrás de la pared.

-Los chicos deberían saberlo.

-Todavía no Minerva, es pronto para que el joven Potter y sus amigos sepan de su existencia. Se impacientarían y no sería bueno.

-Pero Albus, sin ellos no se podrá…

-Lo sé, pero aún no están preparados, les falta entrenamiento.

-Y ¿cómo hará para que no sospechen con su entrenamiento?

-Está todo preparado, la señorita Tonks y el profesor Snape se están encargando de ello.

Las voces se alejaron poco a poco, dejando a Nakuru, más confundida si cabe, pero a la vez todo empezaba a encajar. Su cabeza iba a mil por hora, pensaba y pensaba, y no dejaba de atar cabos. Ahora si que corría, tenía que contarle a alguien sus teorías, y ese alguien la estaba esperando a la orilla del lago.

Como suponía seguía sentado en la orilla, tirando piedras al lago, parecía pensativo. De todas formas no había tiempo, tenía que contarle lo que había escuchado antes de que se le olvidase algún detalle.

-Draco!-el chico se volvió¿le había llamado por su nombre?

-¿qué… qué pasa¿Por qué tanta prisa?-se sentaron en el césped y la chica le contó lo que había escuchado en el pasillo.

-¿Y dices que era McGonagall y Dumbledore?-la chica asintió.

-Y ahora vienen mis conclusiones-Nakuru se puso de rodillas mientras Draco la miraba, a la chica le brillaban los ojos-Los chicos de los que hablaban…Potter y sus amigos, somos nosotros de eso no cabe duda -el rubio asintió.Draco empezaba a estar impaciente puesto que él estaba pensando en lo mismo.

-¿Nosotros? Me refiero a vosotros y a mí.

-Eso creo.-dijo la chica, se volvió a sentar bruscamente y mirando al lago no dejaba de pensar y hablar sola en un murmullo.

-Habla alto. –salió de su ensimismamiento y lo miró.

-Creo que nos aguarda una misión-sus ojos brillaban como nunca.

-Ya teníamos una.

-No, bueno, sí, pero me refiero a que Dumbledore tiene que contar con nosotros para algo, no se muy bien para qué, pero lo descubriremos, no puedo esperar a que decidan decírnoslo.

-Si se tratara del tercer piso ya nos lo habrían dicho¿no?

-¿No escuchas, dicen que nos falta entrenamiento…

-Y si…

-No es posible¿verdad?-Los dos caían en la misma cuenta- crees que…

-Claro, tiene que ser eso.

-Saben lo que hemos estado haciendo-a Nakuru se le escapó un suspiro-pero ¿cómo?

-Bueno no creo que hayamos sido muy sutiles, de buenas a primeras, yo, en el grupo de los Gryffindor…

-Sí, y el libro de la sección, ningún alumno de encantamientos se lo pidió a la bibliotecaria.

-Es solo atar cabos, Nakuru.

-Hay que hablarlo largo y tendido con los demás.

-Venga, vamos a desayunar, ya casi es la hora.

Los dos se dirigieron al Gran Comedor, el uno junto al otro. Solo un roce con las manos, y ambos se sintieron muy interesados en la decoración de las paredes del castillo, un cosquilleo, un revuelo en el estomago. "Es… es por la misión, eso, es la emoción de la misión" intentaba sin éxito convencerse la chica.

"Es el tiempo, la primavera-pensaba Draco- no estamos aún en primavera-le contestaba la otra parte de su cabeza- tú! Calla!"

Aún sin atreverse a mirarse a la cara, entraron en el Gran Comedor. Pero el chico tenía que irse a su mesa, donde ya había algunos Slytherins. Se pararon en la puerta, se miraron, nerviosos.

-Esto… yo ….-empezó sin, éxito a hablar la chica.

-Sí, jum, tengo que …-Draco sin dejar de mirarla señalaba por encima de su hombro su mesa.

-Sí, claro, nos vemos después.-Alcanzó a decir la chica, que retorcía una esquina de su capa.

-Sí, …. Hasta luego.

Nakuru se giró rápidamente para intentar disimular un repentino enrojecimiento de cara, no sabía por qué pero no podía mirar a la cara al chico, y tenía una gran prisa por sentarse en su mesa. Draco vio como se iba a la mesa Gryffindor y hablaba con Ginny que ya estaba allí. Poco a poco él empezó a moverse, pues se había quedado como una estatua en la puerta. Mientras andaba no dejaba de mirar a la chica, intentando no tropezar por el camino.

Cuando se sentó Zabinni se le acercó sentándose a su lado. Era con el único que medio se llevaba dentro de la casa Slytherins, ya que muchos, le habían dejado de lado al relacionarse este con los Gryffindors, pues una cosa era no estar de acuerdo con Voldemort (muchos estaban de parte de los buenos) pero otra cosa era mantener relación con Gryffindors, cosa impensable desde tiempos inmemorables. Por lo menos Zabinni pasaba algo de eso.

-¿Qué tal?-preguntó Zabinni.

-Pss.-ante el inicio de la conversación, si se podía llamar así, con Zabinni, el rubio había tenido que apartar la mirada de la Gryffindor que estaba dándole la espalda. Zabinni miró hacia donde un momento el rubio miraba y no pudo dejar escapar una sonrisilla y una risilla cómplice, meneando la cabeza en signo negativo. Su amigo se había enamorado.

El rubio le miraba sin comprender levantando una ceja. Zabinni no dio explicaciones, y ambos desayunaron con una conversación normal, algo que en cierto modo, Draco necesitaba.

-Nakuru, joe, Nakuru-Ginny pasaba una mano enfrente de la cara de la chica, que no dejaba de mirar su tostada a medio camino de su boca con una sonrisa tonta. La pelirroja se empezaba desesperar. Bufó y le pegó un pequeño caponazo en la frente.

-Ey! Que eso a dolido!-se quejó la mensajera frotándose la frente, dejando la tostada en el plato, pero por fin saliendo de su ensimismamiento.

-Lo siento, pero estabas en estado de desconexión total, y me empezaba a preocupar por tu salud física y mental-dijo la pelirroja con tono falsete y sonriendo a la castaña.

-De esta te acuerdas-le amenazó señalándola con un dedo, la verdad sin mucho éxito pues no podía contener la risa. Ambas empezaron a reírse sin parar. La verdad no sabían muy bien por qué, pero no podían parar. En ese momento se sentaron a su lado un hambriento Ron, una Hermione alegre, y un Harry algo dormido.

-¿Y esa risa?-preguntó Harry. Las chicas se encogieron de hombros. Harry puso los ojos en blanco y pensó "chicas". Pasó a untarse la tostada. Ron ya tragaba y engullía como si su vida dependiese de ello.

-¿Habéis dormido bien?-pregunto Herm.

-No mucho la verdad-contestó Nakuru recordando el incidente de la mañana. Herm la miró en modo sospechoso y con una sonrisa picarona. Nakuru le miró sin comprender.

-Yo muy mal-dijo Ron cuando por fin se había tragado lo de la boca.-Estas salidas nocturnas me matan.

-Eso intentaba que me explicara Nakuru antes de que…-empezó a decir Ginny, pero miró a la mensajera-Bueno¿qué pasó?

Harry empezó a contarle todo, dejó la tostada en la mesa, no tenía hambre. Estaba algo preocupado y no sabía por qué. Esa mañana parecía que nadie sabía que le pasaba a cada uno. Nakuru se pegó en la frente.

-Antes de que se me olvide, Draco nos tiene que contar algo, de lo de anoche, creo que ya sabe que hacía Snape. Y también os tenemos que contar las ultimas noticias-la chica sonreía. Los demás la miraban interrogantes. Harry más que interrogante extrañado, se había quedado al principio de lo que dijo…."¿Había dicho Draco¿desde cuando lo llamaba por su nombre?"

Ahora sí que se le habían quitado las ganas de desayunar. El no dormir, y los pensamientos que empezaban a rondarle la cabeza le estaban poniendo de mal humor, y así lo hizo demostrar a lo largo de la mañana.

En las clases el rubio no les pudo contar nada, pues todos estaban algo atareados en coger apuntes e intentar que los profesores no regañasen a los Gryffs que intentaban hablar con el rubio que siempre (por cuestión de grupos) se ponía con los otros Slyths al otro lado de la clase.

Harry por su parte no entraba dentro de los intentos fallidos de comunicación, se dedicaba a echar miradas fulminantes al rubio, como antaño, pero interrogantes, de odio, desconfiadas…. El que Nakuru llamase al rubio por su nombre (ellos lo hacían desde unas semanas, pero la mensajera se habían mantenido en sus trece y rubio y mensajera solo se dirigían el uno al otro por sus apellidos), le mosqueaba muchísimo. No era que estuviese celoso, no, no era eso, había dejado claro así mismo que no estaba enamorado de Nakuru. Su actitud de ese momento era bien distinta. Si bien ellos habían empezado a "confiar" en el rubio Slytherin, Nakuru siempre se había mantenido en una posición más a raya, y el que ahora lo llamase por su nombre… Harry sentía rabia y una desconfianza increíble hacia Malfoy, Nakuru se había convertido en una más del grupo y no dejaría que el rubio le hiciese daño, no quería ver como sus amigos sufrían.

Al salir de su última clase de la mañana, Ron se le acercó.

-Enserio que si no dejas de mirar así a Malfoy, vas a conseguir echarle un mal de ojo potentísimo-le dijo entre risas el pelirrojo, lo suficientemente bajo para que las chicas no lo escuchasen. Harry le miró.

-No se a qué te refieres-dijo como si nada, pero secamente y con un deje de enfado en su voz.

-Ya claro, me he dado cuenta de lo tenso que te has puesto cuando en el desayuno Nakuru dijo "Draco"-Ron levantó una ceja.

-¿Y eso que tiene que ver?-Harry bajó la mirada y se interesó mucho por la punta de sus zapatos.

-Harry a mi no me engañas, demasiado tiempo viendo como reaccionabas ante Cho, como para no darme cuenta de que estas colado hasta los huesos por esa mensajera de la luna amiga nuestra.

-Te inventas cosas-Harry seguía mirando el suelo, y su tono era como el de un niño chico al que habían descubierto. Ron puso su mano en el hombro, Harry le miró-Pero es que no es eso.

-Entonces?-le preguntó Ron extrañado. Harry no le podía decir de quien en realidad estaba enamorado, se pondría histérico. Pero lo que le pasaba con Nakuru era algo extraño, no se ponía así si hablaba con otros chicos, solo con "Draco".

-Es que, no se, ya sabemos que Malfoy se ha pasado a nuestro bando-Ron asintió,- pero… creo que le tengo un cariño… especial, solo eso-añadió rápidamente.

-Ya, creo que Malfoy y Nakuru tenían relación de antes de Hogwarts…

-Tu también lo crees?

-Sí, son pequeñas cosas que dicen cuando,… se insultan-Los dos volvieron la vista, Nakuru y Hermione reían en la puerta del gran Comedor, les esperaban.

-Sabemos como se ha comportado Malfoy con las chicas estos años, no quiero que le haga daño a Nakuru-terminó por decir Harry, Ron asintió.

-Es… tan ella.- Draco y Zabinni hablaban mientras se dirigían hacia el Comedor. Zabinni le había sonsacado parte de su "relación" con la chica de Gryffindor.

-Joer, Malfoy, nunca pensé en que llegaría el momento de decir esto…-inspiró hondo, y se puso una mano en el pecho y con tono falsete y exagerado dijo-Mi niñito se ha enamorado!

Como respuesta el chico recibió un empujón del rubio.

-Enserio?-preguntó este más para sí, que para Zabinni.

-Y tan enserio tío, como ha crecido mi pequeñín-seguía diciendo como una madre.

Llegaron a la puerta del Gran Comedor, Zabinni vio la cara de embobamiento que se le había quedado a su amigo, Nakuru estaba hablando con Hermione en la puerta, y el rubio no podía dejar de mirarla. La chica en cuestión, miró donde estaban y les dedicó una sonrisa, saludó con la mano e instó a que se dieran prisa. Draco parecía que le iba a dar algo, se puso rojo como un tomate y parecía que no respiraba. En ese instante su momento de felicidad se fue al garete en un segundo, cuando Potter pasó por su lado con Ron y se acercaron a las chicas, Nakuru dejó de mirarle, pues no le miraba a él sino a los Gryffindors.

- Que palazo-Zabinni no quería pero no podía parar de reír. Harry se volvió y le miró una de las miradas fulminantes, de las que había recibido en la mañana.-¿Qué le pasa a Potter?

Draco se encogió de hombros, miraba al suelo, su burbuja había explotado, se sentía deprimido.

En la comida algunas chicas se miraban, cuchicheaban más de lo normal y se dirigían risillas entusiasmadas. Superaba el nivel de conversación superficial que normalmente solían tener.

-Me desesperan-bufó Ron cuando por enésima vez, Lavender y Pavarti saltaron en una risilla descontrolada y miraban a otras chicas de Ravenclaw que se contagiaron de lo mismo.

-Como vuelva a oír otra risilla de esas, juro que le clavo a alguien el tenedor en un ojo-amenazó Nakuru embistiendo el tenedor en su mano en una posición claramente enfadada.

-Se comportan peor que de costumbre. –Añadió Harry al que tampoco le agradaba la situación que esa tarde impregnaba todo el comedor. Los pensamientos de los chicos fueron interrumpidos cuando el profesor Dumbledore se levantó. Solo carraspeó una vez y el salón quedó en absoluto silencio.

-Queridos alumnos, no se si sabréis, aunque me imagino que sí, que el próximo viernes es el día de San Valentín…

-No me lo recuerdes-saltaron a la vez Harry, Ron, Hermione, Nakuru, Ginny y Draco. Y con miradas perdidas bajaron las cabezas a sus platos. El director siguió con su discurso.

-Tomando en consideración la propuesta de algunas de vuestras compañeras-más risillas por parte de las mismas chicas llenaron de nuevo el comedor-el profesorado y yo, tenemos el placer de anunciarles que ese día señalado, habrá un baile.

-¿Qué!-ahora los mismos de antes levantaron la cabeza mirando horrorizados a su director. Los alumnos de todo el salón se miraban, unos más entusiasmados otros menos, pero no se podía comparar con las caras de horror que tenían en ese momento nuestros seis protagonistas. El director siguió con su avance informativo.

-El baile será de época, y se necesitará asistir por parejas-ahora las caras de desesperación ante la idea de buscar pareja se sucedían entre los alumnos.-Por tal acontecimiento, este sábado, es decir, mañana mismo, se realizará una salida para Hogsmeade. Quizás algo precipitada, pero se de seguro que la aprovecharán al máximo.

La cena tomó un sabor aún más amargo para algunos de los alumnos. Ya, en la salan común Gryffindor, Harry, Ron, Hermione, Nakuru y Ginny descansaban en los sofás alrededor del fuego. Llevaban tiempo sentados sin hablar hasta que Ron rompió el silencio expectante de la sala, pues los demás habían ido a dormir temprano para aprovechar el día del sábado en Hogsmeade.

-Lo hace a posta, se que lo hace a posta-dijo Ron, con la mirada perdida en las llamas.

-fffff-suspiró Ginny, tirando hebrillas del sillón al fuego.-¿y ahora qué?

-Parejas, que chistoso es este director.-Nakuru volvía a quejarse.

-Tiene un sentido del humor muy peculiar-le apoyaba Harry.

-fffffff-suspiro generalizado. La sala se volvió otra vez al silencio.

-¡ay!-Hermione estaba de pie con los ojos abiertos-con esto del baile se nos ha olvidado que tenemos que hablar con Draco!

-¡las últimas noticias!-ahora le acompañaba Nakuru.

-Hay que avisarle-dijo Ron.

-¿Cómo?-preguntó Ginny, ante las miradas inquisidoras de los demás añadió- No me pienso quedar aquí, quiero enterarme, esta vez no me mantendréis al margen.

Harry fue a protestar, pero Ron le puso una mano en el hombro y le explicó que cuando una mujer Weasley se pone cabezona, no hay quien las saque de sus trece. Así que aceptaron que Ginny fuese con ellos a la sala de los menesteres.

Como la capa de Nakuru era más grande decidieron que Hermione se fuese con Nakuru y con Ron en esa, mientras que Harry iba con Ginny. Después de varios pisotones llegaron a la susodicha sala.

Nakuru se dirigió a la ventana, la abrió y se concentró en unos minutos estaba buscando a Draco y deseando que por lo menos su cama no tuviese las cortinas echadas. Pero tras unos minutos buscando en los cuartos de los chicos volvió en sí.

-Draco no está en ningún dormitorio, y la sala común tiene las ventanas con las cortinas corridas, o no tiene ventanas, o lo que sea, pero no puedo encontrarlo.

Después de unos segundos de meditación acordaron ir a la chimenea de la sala Slytherin con polvos flu.

-Cuando los pille los mato-Nakuru daba vueltas en pijama en la red de polvos flu. Los demás misteriosamente habían decidido no ir. Cuando quiso dar cuenta había llegado, pero al pillarle desprevenida calló de bruces en el suelo, tragando ceniza y llenándose por completo. Ante tal ruido, el único que en ese momento estaba en la sala común se despertó de inmediato. Draco se había quedado dormido en un sillón.

-¿Pero qué haces aquí?-El rubio observaba como la chica se levantaba y mientras maldecía a la familia entera de alguien se sacudía el hollín del pijama y el pelo. Levantó la mirada, no se le veía contenta.

-Mira como me he puesto por venir a buscarte. Esto no habría pasado si estuvieses durmiendo en tu cama.-le cogió de la mano y lo llevó a la chimenea.

-Espera¿en mi cama?-Preguntó ya en la sala de los menesteres

-No preguntes.-dijo Hermione, saludó a los demás, Nakuru llegaría justo después. No le dio tiempo de quitarse del medio, así que Nakuru calló encima de él.

-En otra situación esto no me desagradaría, pero dado que nos observan…-dijo el rubio con una sonrisa picarona, cosa que hizo enrojecer a Nakuru, se levantó rápidamente.

-Ni en tus sueños.-Y miró con recelo a los demás que no podían ocultar la risa y se habían sentido intrigados por el decorado de la habitación de repente.

-Bien cuéntanos que era lo que hacía Snape-terminó diciendo Harry por fin.

-Pues bien lo que hacía era, bueno el caso era que era una contraseña…

Se pasaron buena parte de la noche hablando de la habitación y de lo que había escuchado Nakuru en el pasillo.

Draco les explicó que algo parecido hacia su padre cuando quería entrar a una parte del subterráneo de su casa, y que no preguntasen lo que allí había. Lo que hacía Snape era un tipo de contraseña, y les recordó que era lo que se hacía en el callejón Diagon para entrar en él. Los chicos comprendieron.

En cuanto a lo del entrenamiento mencionado por Dumbledore, agradó a los chicos, pero decidieron que descubrirían las cosas antes de que fuese tarde, no permitirían que les mantuvieran al margen hasta el último momento. Tras un último repaso al plan se fueron a dormir.

A la mañana no se tenían en pie, pero las chicas (y los chicos) fueron arrastrados a Hogsmeade por Lavender y Pavarti, que por nada del mundo permitirían que sus amigas fuesen de cualquier modo a la fiesta más importante del curso.

Las caras de Hermione y Nakuru denotaban que a ellas les daba igual, pero Hermione entró antes en el arte de las compras que la mensajera, a la que tuvieron que llevar arrastras de la túnica para que se probase su nueva túnica de gala. A Ginny no hizo falta que la convencieran, fue la primera que apoyó a Lavender y Pavarti en ir de compras.

Tuvieron que compensar la tortura de ir de tiendas a Nakuru con una buena dosis de productos de Honeydukes.

Los chicos habían acordado ir con Draco y Zabinni, y como Dean, Neville y Seamus no querían ir solos también los acompañaron. Estos fueron rápidos, entrar, ver y comprar. Nada de esto me pegará con esto, no va conjuntado, etc., etc. Con sus bolsas, decidieron ir a las Tres Escobas.

La misma decisión tomaron las chicas, que de camino a la taberna encontraron a Luna con una bolsa. Les dijo que ya tenía su túnica aunque de la parte que venía no había tiendas de ropa. Las chicas no le dieron más importancia, total, era Luna.

El fin de semana pasó sin mucho más. Lavender y Pavarti mantuvieron "secuestradas" a las demás con planes para el baile. Nakuru había jurado que si no le dejaban ir a jugar un partido de quidditch con los chicos se tiraría por la ventana, tras la amenaza de muerte Nakuru se escabulló disculpándose a Hermione que la miraba como si intentase degollarla viva. Mientras los chicos se pasaban el fin de semana hablando sobre quidditch o practicando ajedrez mágico. El único momento de libertad fue cuando vieron la cara aterrada de Nakuru bajando las escaleras con la escoba, así que se compadecieron de la chica y jugaron un partido.

Se dio paso a una nueva semana, llena de nervios por parte de todos, ya que muchos ya tenían o andaban a la búsqueda de pareja para el baile. Incluidos los ya famosos Gryffindors y Slytherins, populares donde los haya entre todos los estudiantes de Hogwarts. Se podría decir, en términos muggles, que eran los alumnos más populares del colegio, y ni ellos mismos lo sabían, eso era lo que les daba ese cierto encanto que movía a las masas.


"Porque en el corazón de un hombre, las causas nunca están perdidas" Aximili-Esgarrouth-Isthill

Meiling, friki, otaku, y por siempre anifan.