Miríada de Miradas
Cap. 2. Consideraciones.
NADIE ME VA A OBLIGAR a salir del baño, ni siquiera la Llorona que ya no me parece simpática. No voy a levantarme de mi letrina hasta que se me ocurra algo para ir con él, hablarle y tratar de animarlo. Él ya lo hizo por mí, cuando empezaba a pensar que mi día iba a ser aburridamente pedestre, se apareció y me habló... estoy segura de que será la única persona capaz de adivinar que no he dormido en toda la noche y el solo hecho de que haya sido justamente Ron me emociona tanto como cuando hicieron el primer stock de chicles con sabor a frijoles con cebolla.
No entiendo por qué esos chicles fracasaron, yo compraba tiras enteras.
En fin.
De alguna manera nada de lo que había planeado antes para decirle algún día me parece bueno o lo suficiente como para él. No quiero que sonría nada más, quiero que el cambio sea por dentro, que deje de sentirse triste, porque solamente con verlo puedo adivinar que está triste y no se merece estar así, él no.
Sin embargo no puedo hacer nada, al menos en mi condición de Luna Lovegood.
Yo no le gusto, ni siquiera le parezco bonita...
Todo el mundo sabe que a Ronald Weasley le gusta Hermione Granger, que a ella le gusta Harry Potter y a Harry le debe gustar Voldemort porque desde que entró a la escuela no deja de tener encuentros clandestinos con ese tipo. Que a propósito lo dejan destruido. Si fuera Hermione habría hecho muchísimas cosas para tratar de aliviarlo, le habría contado chistes porque por muy malos que fueran, él se reiría; le podría pasar la mano por el hombro para que no sienta frío y juro que nunca dejaría de hablarle, porque no dejaría que él se sintiera solo, jamás.
Creo que me gusta Ron.
Y aún con esta nueva revelación no puedo hacer nada, porque el que te guste una persona no te garantiza que esa sienta lo mismo por ti. Me gustaría gustarle, me gustaría saber que es él el que se encierra en el baño a pensar como hacer para hablarme, me gustaría saber que es él el que se pone nervioso cada vez que hablamos. Me gustaría no saber que le gusta Hermione Granger.
Pero no tratar de ayudarlo sencillamente porque no tengo esperanzas sería egoísta, así que no puedo abandonar, tengo que seguir pensando en lo que podría hacer para que el pelirrojo sea feliz.
Si fuera su novia, yo...
No! Me estoy desviando del tema. No puedo pensar aquí sentada, tengo que ir a buscarlo y cuando esté frente a él.. algo se me ocurrirá.
Ingenio Lovegood.
A Ron le gusta Hermione.
Eso no importa, yo lo quiero ayudar... de corazón.
Ron no me quiere.
Y?
Ron ni siquiera sabe que existo.
No es cierto, si no lo supiera no se hubiera dado cuenta de que me pasé la noche en vela.
Aún así, Ron no me quiere
No importa! Yo lo quiero ayudar, porque él me ha ayudado. Yo lo quiero ayudar porque lo quiero, porque me gusta, porque verlo así me entristece, porque sé que no se merece la tristeza que trae encima, porque me gustan sus pecas, porque yo también soy una E.D. y el compañerismo de alguna manera tiene que saltar, porque... porque puedo seguir inventándome porques si es que no lo encuentro y creo que me he perdido.
.-.Harry?-
Está al otro lado del corredor, parado mirando quien sabe a donde.
Me habrá escuchado, creo que no. Pero me da vergüenza gritar de nuevo su nombre.
Como si fuera un adivino se vuelve y me mira directamente a los ojos. De pronto veo en ellos la chispa que no veía hace tiempo... también quiero que él vuelva a ser el de antes.
A través de sus enormes ojos verdes, me dice que también quiere ser como antes, que quiere que todo se acabe pero más que nada, quiere ser él el que acabe todo.
No sé por qué pero me ha dado las gracias.
De nada jefecito.
Con un movimiento preciso de cabeza me indica que Ron está más adelante y asiento, sonriendo tan agradecida como puedo.
.-.Ron!-
Lo acabo de ver, su cabeza roja es inconfundible.
.-.Eh?- algo distraído se voltea y yo algo asustada retrocedo, me he acercado mucho a él sin darme cuenta.
.-.Eh..-
Si yo fuera novia de Ron, lo besaría muy fuerte, mucho tiempo.
Todo se está volviendo hermoso.
Cuando mis labios se separaron de los de él y mis manos dejaron de cubrir sus pecas corrí lo más rápido que pude al lugar más alejado de él que se me ocurría. Por suerte la columna de al lado estaba disponible y sin ningún problema me escondí tras ella, sintiendo el corazón palpitar a mil por hora y cada centímetro de mí temblar sin control.
Lo he besado.
Por un momento sentí que nada podía ir mal después de ese beso, que él sería tan feliz como yo, porque abriendo mi boca he dejado escapar el suspiro de aliento que me doy todas las mañanas para dárselo, a él le va a ser más útil. Porque todo mi ser se llenó de felicidad y el sabor lo invadió, así que mis labios debieron haberle sabido a eso. Porque le he demostrado que cualquier cosa puede sucederle en cualquier momento y que la suerte no está necesariamente echada, ni para él, ni para sus amigos. Porque algo tan dulce no puede ser tan malo.
Me niego a abrir la boca, si lo hago la esencia de Ron se desperdigará por todo Hogwarts y el sabor de ese beso es algo que no pienso compartir; me niego a relamerme los labios, lo que sucedió fue tan bello que no tiene derecho a la repetición.
Con muchísimo miedo y sintiendo que lo que acaba de pasar se va a ir de mí tan pronto como vea la mueca de asco en el rostro del pelirrojo, me asomo a un costado de la columna. Aún sigue de espaldas.. quieto, de piedra. De pronto se vuelve y... sonríe.
Me voy a quedar con esta sonrisa de idiota toda mi vida.
Hoy he besado a Ronald Weasley.
Hoy besé a Ronald Weasley sin tener que planearlo con meses de anticipación, lo besé porque fue lo único que se me ocurrió cuando estuve frente a él.
Lo besé y él sonrió.
