A mi acariciar, a mi voluntad
A todo lo que me recuerda que sigues aquí
A mi suspirar, a mi soledad
Como engaño a todos sin que duela, cómo.
En realidad nuestra historia ha sido más bien corta. Corta, pero intensa. Sabía a lo que me exponía al querer compartir mi vida contigo, pero nunca pensé que todo terminaría tan pronto. Tenía la esperanza de que el bien prevalecería sobre el mal. ¿Qué sentido tiene que ambos hayan terminado? ¿Qué futuro nos depara ahora?
Con respecto a mi... sabes que nunca podré olvidarte. Jamás. Seguiré engañándome toda la vida, porque estos seis años ha sido inolvidables. Y ha sido así gracias a ti. Tendré que seguir adelante con mi vida, eso no te lo puedo negar, pero no puedo prometerte que vaya a ser feliz. Porque tú ya no estás aquí. Porque todo me recuerda a ti. Porque todos me hablan de ti. Y porque supongo que aún no estoy preparada, no he podio superarlo. Sigo teniendo la esperanza de que en cualquier momento se abra la puerta, y en vez de Ron o Hermione, seas tú quien la atraviese, y vendrás a mi y me dirás que no había motivos para preocuparse, que todo salió bien, y que por fin podremos estar tranquilos.
Y todos los recuerdos... todas las pequeñas cosas que nunca olvidaré. Algunas se irán perdiendo, poco a poco, porque el tiempo pasa también para los recuerdos. Pero otros permanecerán. Todo lo que compartimos, todo lo que fue, lo que no fue y tenía que haber sido. Todos los besos, caricias, miradas... nunca podré cambiarlos por nada ni nadie. No puedo. Ni quiero.
Siempre permanecerás en mi corazón, igual que en el del resto de los magos del mundo. Pero créeme si te digo que para mi fuiste especial. Los demás podrán pensar que eras una pieza del ajedrez, una parte fundamental de la profecía, y que una vez cumplido tu papel...
Siempre se hablará de Harry Potter, el chico de la cicatriz, el que terminó con Voldemort.
Pero para mí serás mucho más que eso .
¿Podré empezar de nuevo?
Supongo que sí, pero tu seguirás estando ahí.
Siempre.
