N/A: Y yo dale que dale con mis OneShots. Espero que disfruten los dos últimos de esta serie, antes que empiece con la siguiente. Regreso de nuevo con las travesuras de Inuyasha y Rock, el perro de Sota… ¡Que disfruten mucho! Recuerden que ninguno de estos OneShots tiene relación entre sí, aunque estos hacen cierta referencia al primero (¡ESO ES MÍO!)

Muchas Gracias por las reviews.

Los personajes de "Inuyasha, un cuento de Hadas Feudal" son propiedad de Rumiko Takahashi.

"¡Perros!"

Se estaba cambiando de ropa cuando sorpresivamente, una húmeda nariz se apoyó en su rodilla. Sorprendida, Kagome miró hacia abajo sólo para encontrar a Rock, el pastor alemán de su hermano Sota. Se arrodilló junto a él y le acarició la cabeza con ternura. Unos momentos más tardes, Kagome tuvo que suprimir una risita nerviosa la imaginarse a Inuyasha en la misma posición: si él la viera en ese momento, acariciando a otro perro además de él, de seguro le haría un berrinche.

Sobre todo teniendo en cuenta que el hanyou le tenía particular ojeriza debido a un pequeño asunto de territorialidad y propiedad de cierto árbol sagrado.

Pero a Rock no parecía importarle el mal carácter de Inuyasha y se dejó mimar por ella. Se echó en el suelo y le mostró la barriga, una clara señal de confianza y de que quería más mimos. Rock sabía que Kagome creía que él era un perro muy dulce, por lo que puso su mejor expresión de '¡Soy Muy Cariñoso!' de la que pudo echar mano. Kagome no pudo evitar sino seguir mimándolo.

"¡Hey, Muchachote! ¿Quién te dejó entrar? ¿Sota? Mejor te sales antes que…"

Rock pestañeó y le dirigió su mejor cara de perrito triste.

":enternecida: ¡OOOOooowwww! ¡No me pongas esa cara::más mimos:… ¿Dónde está Sota?"

Rock se sentó ante la mención del nombre de su amo, sacudió la cola y ladró con entusiasmo.

"Parece que sabes dónde está… Ahora, vete fuera a jugar con él." Le dijo Kagome, poniéndose de pie, indicándole la puerta, pero el perro la ignoró. "Rock: me estoy cambiando ropa, así que sal fuera." Insistió.

Rock sacudió la cabeza y bufó, pegó su cabeza en el suelo, sin romper el contacto visual con ella y levantó la cola, que sacudió con entusiasmo, en una clara actitud juguetona. El perro tenía ganas de jugar. Kagome pestañeó e intentó empujarlo hacia la puerta… pero Rock saltó sobre su cama en el último momento, sin dejar de mover la cola, y la joven miko se pegó un buen estrellón contra el piso.

"¡Perro Malo!" exclamó Kagome poniéndose de pie. "¡Sal de mi Cama!"

El perro ladró y esquivó una vez más a Kagome, desordenando la cama de la chica. La joven miko decidió que no quería jugar e intentó atrapar a Rock por el collar y bajarlo por la fuerza.

Sin éxito. El perro parecía adivinar sus pensamientos y la esquivaba sin problemas.

Era su perfecta oportunidad para jugar. Rock siguió evadiendo a Kagome, saltó fuera de la cama y se metió en todos los lugares imaginables, siempre con una molesta Kagome tras él. El perro vio la puerta abierta del cuarto…

"¡Rock! ¡Quieto! ¡Osuwari!"

Y su oportunidad perfecta. Junto a él, había un montón de ropa. Rock esquivó a Kagome una vez más al tiempo que agarraba una camiseta azul, que la chica había estado usando ese día y la sacudió con fuerza.

"¡Perro! ¡Suelta eso! ¡Lo digo en serio!"

La única respuesta que logró Kagome fue una mezcla entre ladrido y… ¿lo que parecía ser una risa canina? La chica se abalanzó sobre el perro, pero este se escabulló por entre sus piernas y comenzó a correr por todo el cuarto, logrando crear un desastre de proporciones y digno de un castigo.

Pero no le echen toda la culpa al perro, ya que Kagome no le estaba poniendo mucha atención al orden establecido de las cosas en su loca carrera por recuperar lo que era de ella.

Entonces, Rock salió disparado por la puerta, llevando la camiseta de Kagome entre sus fauces.

Lo que obviamente no le gustó a la chica.

"¡¡OKAA, JII-SAN! ¡¡CIERREN LA PUERTA! ¡¡¡SOTAAAAA! ¡¡AYUDAAAAA!"

Ah. La vida es tan pacífica sin la contaminación acústica.

"¡¡PERRO RIDÍCULO! ¡¡VUELVE AQUÍ CON ESO! ¡¡¡OSUWARI!"

¿No creen lo mismo?

x–x–x–x–x–x

Ni bien hubo aterrizado en el tiempo de Kagome, y ni bien hubo salido del pozo, sus oídos reconocieron de inmediato los histéricos gritos de la chica, clamando por ayuda. Gimió para sí: realmente odiaba la tendencia a ponerse en peligro que tenía Kagome, y esos chillidos era un claro signo que necesitaba ayuda… mejor se apuraba para ayudarla…

Inuyasha se echó a correr en dirección a lo gritos, mientras gruñía en forma amenazadora, listo para reducir a leña la potencial amenaza a la vida de Kagome.

No obstante, al salir del hokora que contenía el pozo, se detuvo en seco y abrió la boca y los ojos como platos. Ganas le dieron de regresarse a toda prisa por donde había venido.

Lo que veían sus ojos era una furiosa Kagome, usando la… pijama, persiguiendo al perro de Sota, que había logrado escaparse al patio en su loca carrera, por todo el templo, que por fortuna ya estaba vacío. Inuyasha tomó aire y sus ojos reflejaban su decisión… algo sonrojado, comenzó a sacarse el haori mientras se acercaba a Kagome, quedándose sólo con su hakama.

La chica se detuvo a recuperar el aliento.

"¡Perro Estúpido! ¿Cómo pudo? ¡Idiota insensible!"

"¡Hey! ¡Yo NO Hice Nada Esta Vez!"

Kagome se dio la vuelta sólo para ver a un enojado Inuyasha. Su cara se iluminó de alegría y la miko le dio un enorme abrazo de oso, confundiendo al pobre hanyou en el proceso. En cuanto lo dejó ir, y luego de un minuto de tenso silencio, Inuyasha puso su haori encima de los hombros de Kagome.

"¡Justo Al Tipo Que Quería Ver! ¡Necesito Que Me Hagas Un favor Enorme, Inuyasha!" Le dijo, ignorando sus curiosas maniobras.

"¿A mí? ¿Me querías ver?"

"¡Yo sé que puedes entender a ese QUILTRO que está ahí y que él también te entiende!" Kagome explicó, señalando en dirección del perro. Inuyasha arqueó una ceja confundido. "¡Se robó una de mis camisetas! ¡Él piensa que es divertido, pero no lo es! Por favor, Dile que me la devuelva." Pidió Kagome de una y apenas tomando aire. Inuyasha miró hacia el perro en cuestión…

… pero no vio ninguna camiseta.

"¿Qué dices Kagome? ¡Rock no tiene nada!"

Kagome pestañeó dulcemente por varios segundos y miró hacia el perro… Inuyasha tenía razón, su camiseta había desaparecido. La chica miró al hanyou con cara de cachorrito perdido.

"Dile que quiero mi camiseta de regreso." Pidió de nuevo. Inuyasha no pudo resistirse.

"Está bien… se lo diré." Dijo el hanyou, encogiéndose de hombros. "Pero no te prometo nada:… :ahem: ¡Oye Tú! ¡Perro! ¡La señorita aquí dice que quiere su camiseta de vuelta!" Rock miró a Inuyasha y emitió un ladrido como respuesta. "¡Feh! ¡Me vale un Carajo! ¡Devuélvela!"

Rock ladró de nuevo e hizo otros sonidos caninos. Luego se echó derrotado y avergonzado en el suelo. Inuyasha gruñó, pero no insistió.

"¿Qué? ¡¿Qué Dijo!"

"Disculpa, pero… :se rasca la nuca: Dice que ya enterró tu camiseta."

"¿¿QUÉ? ¡Ay no! ¡Esa es MI camiseta favorita!"

"¿Cuál de todas tus favoritas?… ¿La azul?"

"Pues sí… ¿cómo sabes?"

"Una corazonada… :gruñe: ¡Oye! No me mires así, te vi usándola hoy al almuerzo." Se apresuró a explicar.

"Oh…"

"…"

"¡HEY! Tu eres parte perro, ¡Y eres más Grande que él! ¡Y Encima Eres de La Nobleza! ¡Te hará caso! ¡¡Dile que Me Regrese Mi Camiseta AHORA!"

"Err… Kagome… no puedo hacer eso."

"¡Feh! ¡Por Supuesto que Puedes!"

"¡Feh, Mujer! ¡No puedo hacer eso! Tu misma lo dijiste: soy mitad perro, y parte de la nobleza: Sé lo que tengo que hacer y respeto la ética canina."

"…"

"…"

":anonadada: ¿¿Ética Canina? ¿Qué Ética Canina? ¿¿De Qué Idioteces Hablas? ¡No me salgas con eso! ¡¿Ética! ¡¿Tú!"

"¡Ya enterró la camiseta!" Respondió Inuyasha bastante molesto y como si esa pequeña oración dejara las cosas en claro… lo que por supuesto no hizo. Kagome arqueó una ceja. "Una vez que lo entierras, es tuyo: Todo inu youkai que se precie de tal, incluso yo, respeta eso. ¡¡Si Hasta Sesshomaru respeta eso!

"…"

Oh. Kagome había olvidado que los perros suelen enterrar sus cosas que consideran suyas para evitar que se las quiten… y esto que acababa de oír se era totalmente nuevo.

":gota de sudor:"

¿¿Eso quería decir que Inuyasha también enterraba sus cosas?

":arquea una ceja:"

¡¿¡¿Y Desde Cuando Inuyasha Conocía Y Respetaba Códigos Éticos Canino! Al parecer lo estaba subestimando… aún así…

Argh! ¡No Puedo Creer Esto! ¡NO Lo Creo!" Gruñó Kagome, cubriéndose con el haori. "Ahora me sales con que respetas… Errr… ¿Inuyasha? ¿Por qué estoy usando tu haori?"

":se atraganta:"

"Dime."

"¡¿¡¿Decirte!" Inuyasha entró en pánico. "¡¡Ni En Pedo!"

"…"

"¡¡No te dire NADA!" Sentenció Inuyasha, cruzándose de brazos. En vista que no estaba logrando nada, Kagome decidió usar su arma especial.

"¿Por favor::ojitos llorones:"

Y dio resultado.

"Err… Yo… err… este… vi que.. :rojo: bueno… parece que olvidaste… :ahem: la parte de arriba de tu pijama." Dijo Inuyasha, rascándose el cuello y viendo lo bonito que se veía aquél edificio en la distancia.

La respuesta de Inuyasha tomó algo de tiempo en procesarse en la mente de Kagome. Pero, una vez que lo hubo hecho, la pobre miko se puso del mismo color que la tela del haori. Oh sí, se puso roja como tomate. Temiendo lo peor, miró dentro del haori…

Suspiró… no estaba en cueros. Todavía estaba usando su sostén ¡Qué suerte la suya!

Y había corrido por todo el templo usando la parte de abajo del pijama y en sostenes. Si su abuelito la hubiera visto, le habría dado un infarto y la habría regañado por sacrílega… Inuyasha la había visto corriendo por todo lado… a medio vestir… Eso no estaba bien… la vergüenza dio paso a la furia, pero su rostro se quedó igual de rojo.

"¡¡AAAAARRRRGGGHHHH! ¡¡HENTAI! ¡¡¡OSUWARI!" Gritó al tope de sus pulmones.

THUMP.

Dicho esto, no le dio tiempo a Inuyasha para recuperarse, sino que de inmediato corrió a buscar refugio dentro de su casa, al tiempo que maldecía todo lo que encontraba a su paso. Mientras, Inuyasha comenzó a despegarse del duro suelo.

"¡Feh! ¡Qué Carácter! Y que conste que la estaba ayudando." Gruñó Inuyasha, sentándose y cruzándose de brazos. Rock se le acercó y le lamió la mejilla. "… Feh. No tenías que armar tanto escándalo, ¿lo sabías, perro?"

"¡¡GUAU!"

"…"

":gime:"

"… ¿La tienes?"

"¡¡WOOF woof! :gime: ¡GRRR! ¿Wuuf?"

"¡Por Supuesto que las Tengo! Un trato es un trato y soy un hanyou de palabra." Aseguró Inuyasha mientras se ponía de pie, sacudiéndose el polvo de encima.

Ambos perros desaparecieron, cada uno por su lado, y volvieron minutos después cargando unos pequeños bultos. Rock con la camiseta azul de Kagome e Inuyasha con una bolsa de…

… Galletas de perro. Que abrió frente a Rock y se las entregó.

"Toma esto." Rock tomó el paquete y le entregó la camiseta. "¡Gracias! Ha sido un placer hacer negocios contigo."

"¡¡Woof :gime: GUAU, Wuf!"

Rock se marchó en dirección de su perruna casa, con el paquete de galletas en el hocico y moviendo la cola feliz de la vida.

Por su parte, Inuyasha observó hacia la ventana de Kagome y olfateó la camiseta. Sonrió traviesamente, refregó su nariz contra la tela y respiró profundo. Sonrió de nuevo y sujetó la camiseta con firmeza, y se devolvió hacia su tiempo…

Y enterró la camiseta bajo su árbol, sin ser visto por nadie.

FIN.

Por

Misao-CG.

PS: Por cierto, un Quiltro es un perro de la calle.