N/A: Último OneShot de la serie. Espero que lo disfruten mucho. ¡Mil Gracias por los review! A propósito, las oraciones en cursiva y entre paréntesis son pensamientos del personaje. Estén atentos a los cambios de perspectiva.

Ya saben de quién es Inuyasha.

"¡Como Cualquier Otro Perro!"

Rock sacudió la cola con entusiasmo al tiempo que un auto rojo pasaba por el frontis del templo Higurashi. El día estaba muy soleado y caluroso… Kagome se estaba tomando su tiempo en el colegio e Inuyasha ya se estaba aburriendo de esperarla tanto. Suspiró y vio un segundo auto pasar frente al templo. Rock, el perro, ladró con fuerza y sacudió la cola con absoluta felicidad.

"¿Me puedes decir cuál es el chiste, perro?"

"¡¡GUAU, guau, guau!"

":se encoge de hombros: Pues si quieres perseguir autos, a mi no me veas y hazlo: no te detengo."

"¡¡GUAU! Guau, woof."

":confuso: ¿Que un auto es como el cartero? ¿Qué es un cartero?… Como sea, ¿Cuál es tu problema con el cartero?"

":gime: Woof, woof… ¡GUAU!"

"Un enemigo que invade territorio, que los humanos no dejan entrar a sus casas, pero que no les gusta que los persigas…"

"¡¡Woof::gime:"

"Hmm… tienes razón: me choca cuando otros perros se meten en mis cosas o cuando los humanos traen olores extraños a mi territorio."

":asiente:"

"Entonces, ¿el auto es como el cartero?"

"Wuf, ¡Guau, guau, guau!"

"Más o menos… ¡Y por supuesto que corre más rápido que tú…! Pero no más rápido que yo, te lo aseguro."

El perro volvió a dirigir su mirada hacia la calle, ignorando el último comentario de Inuyasha. Pasó otro auto, que iba a exceso de velocidad. Rock movió la cola y ladró. Inuyasha sólo dijo 'Feh'.

Pasó otro auto y se repitió la misma cosa.

Y otro auto más.

"¡Qué aburrido! ¡Me largo! Mejor me voy a buscar a Kagome."

"¿Woof, Wof, Wooooof?"

El hanyou se detuvo en seco y se dio vuelta sobre sus tobillos, con el orgullo herido y bastante enfadado.

"¡No LO Dudes! ¡Por Mi Madre Que Tanto Quiero Que Puedo Correr Más Rápido que Eso! ¡Incluso Puedo Atraparlo y Hacer que Se Detenga!"

"¡¡GUAU!"

"¡PUEDO ATRAPARLO! Tú solo puedes soñar con perseguirlo, ¡pero Yo, lord Inuyasha, Puedo Hasta Incluso Atraparlo!"

"¡Guau, Guau, GUAU!"

"¿Ah Sí? ¡Pues Obsérvame!"

Inuyasha se cruzó de brazos y dio un par de pasos, hasta quedar al borde de la acera. Dirigió su mirada hacia donde venían los automóviles, dando impacientes golpecitos en el suelo con el pie, tomándose el asunto muy a pecho, mientras esperaba por el siguiente auto…

Un camión de mediano tamaño apareció perezosamente en la esquina.

x–x–x–x–x–x

Kagome y su amiga, Hikari, esperaban sentadas bajo un árbol en aburrido silencio, abanicándose con sus libretas, suspirando de cuando el cuando.

El día estaba tan caluroso que no daban ganas ni de hablar.

"Kagome-chan, no te preocupes, no tienes porqué esperarme: No sabía que mi okaasan se iba a tardar tanto… ya habrías llegado a tu casa si no te hubiera ofrecido un aventón." Le explicó Hikari algo avergonzada. "Sé que tu salud es delicada."

"¡Naaaah! No te preocupes por eso. El que espere un poco no me va a matar, además, no estoy tan impaciente por llegar a casa." Le dijo Kagome con una sonrisa. 'Pero apuesto que Inuyasha ya tiene que estar como basílico esperando'. Pensó mientras fijaba los ojos en la calle. Un autto apareció. "¡Hey! ¿Ese no es el auto de tu okaasan?" Hikari saltó sobre sus pies.

"¡Sí, Sí Lo Es! ¡Al Fin!"

Las chicas tomaron sus cosas y fueron al encuentro del automóvil de la mamá de Hikari. Una vez que se detuvo y luego de una más que breve explicación, ambas se subieron al auto, Hikari en el asiento del copiloto y Kagome en el asiento de atrás. Una vez que se hubieron acomodado y se hubieran puesto el cinturón de seguridad, y luego de que secretamente bendijeran al inventor del aire acondicionado, el auto se puso en marcha nuevamente.

La mamá de Hikari, la Sra. Nikaido, se veía algo nerviosa y a punto de estallar en lágrimas. Ambas chicas lo notaron y a ambas les pareció muy raro. Después de todo, la Sra. Nikaido era conocida por ser una mujer que no se hacía problema por nada, que nunca se enfadaba y que irradiaba entusiasmo a diestra y siniestra, pero eso entraba en directo contraste a como estaba en ese momento… era como si quisiera…

"Niñas, disculpen por favor que las haya hecho esperar… no pude evitarlo, tuve un percance… muy extraño mientras conducía hacia aquí… y… me tomó más tiempo del necesario…" La mujer se veía genuinamente afectada. "¡Me Asusté Mucho! ¡Ay, Kami! Todavía estoy temblando… :sob, sob:"

"Tranquila okaa, ya pasó." La consoló Hikari, casi tan preocupada como asustada estaba su madre. "Cuéntame ¿qué fue lo que sucedió? ¿Puedo saber, cierto?"

"Por supuesto… este… no estoy muy segura de lo que pasó… yo… primero estaba este camión mediano bloqueando el camino… :a Kagome, por el retrovisor: Era muy cerca de tu casa, Kagome-chan."

"¿En serio?" Kagome abrió los ojos muy grandes. "¿Cerca de mi casa? (¡Esto me sabe a leche agria…)"

"Sí, como a un par de cuadras del templo, pero no te asustes, no era un accidente como tal. El camión no era tan grande, creo que se detuvo de golpe y golpeó un poste del alumbrado eléctrico que ni siquiera se resintió, sólo estaba bloqueando el camino, eso es todo: el conductor estaba bien, pero furioso, la policía ya estaba en el lugar y le estaban tomando el testimonio… aunque creo que estaba ebrio, a juzgar por la historia que estaba contando…"

"¿Escuchaste algo, Okaasan?"

"No todo, de hecho, partes muy parciales, pero se oían muy raras…"

"Oh. Es bueno saber que no pasó a mayores. (Me estoy poniendo paranoica)" Dijo Kagome, sujetando sus manos con disimulo.

"¡Okaa! ¡Qué exagerada eres! Un camión bloqueando el camino no es algo que te asuste: ¡Pasa casi todos los días!"

"No me refería a eso… Yo… tomé un desvío, ya que lo del camión tenía para un buen rato… me di la vuelta y rodee el templo por la calle de atrás. Tuve que alejarme un par de cuadras eso sí… una vez más, cuando me acercaba al templo, oí este escándalo, ya saben, gritos furiosos, frenadas en seco, bocinazos… pero lo ignoré… ¡Ay Kami! Me acerqué cuando pasaba justo por detrás del templo… ¡Ay::sob, sob: ¡Ya no sé cómo explicar lo que pasó!" A la Sra. Nikaido le corrieron dos gruesos lagrimones por las mejillas y Kagome sintió como la sangre se le iba a los pies.

"(¡Que Chasco! ¡Ya sé que fue lo que pasó!… ¿Qué hice para merecer esto?)"

"Tranquila, okaa. Tómate tu tiempo." Le apoyó Hikari con ternura. Kagome se hundió en su asiento.

"(¡Ay, Kami-sama! ¡No me Hagas Esto! ¡Quiero Estar Equivocada, REALMENTE Quiero Estar equivocada!)"

"Pasé detrás el templo… y de repente, v este borrón rojo y blanco que se me atravesaba por el frente y que se ponía al lado izquierdo del auto… y como que intentaba pasarme… o atrapar el vehículo…"

"(¡¡Ese Baka Bueno Para Nada! ¡Lo Sabía!… :gota de sudor: Un momento… ¿Qué hizo qué?… ¡AY, KAMI! ¡ESTO NO ESTÁ PASANDO!)"

"… Fue tan repentino… antes que pudiera darme cuenta… lo arrollé :sob, sob, sob:"

"(:OoO: Ayayay… Inuyasha fue… ¡Inuyasha Fue…!)"

"¿Qué arrollaste el borrón? ¿Con el auto? ¿Qué arrollaste?" Preguntó Hikari llena de curiosidad.

"Detuve el auto de inmediato y salí. Corrí hacia el lado izquierdo ara ver qué había golpeado… oí este gemido… pensé que era un perro grande, pero no… llevaba un traje a la usanza antigua… no era un perro, sonaba como uno, pero no lo era… Yo…"

"(:frenética: ¡A Inuyasha Lo Arrolló Un Auto::se muerde el labio:… estaba persiguiendo autos… ¡¡¡AY, KAMI-SAMA, MI POBRECITO HANYOU!… ¡AY KAMI! ¿CÓMO… Cómo…::piensa: ¿¿¿Inuyasha persigue autos? ¡Anda la Osa! ¿Desde cuando…?)"

Tal como pueden leer, Kagome no creía lo que estaba oyendo…

"¿Qué era, okaa? ¿Qué atropellaste?" Insistió Hikari. "¿Un perro grande o qué?"

":sniffle: Era un muchacho, como de tu edad… ¡Ay, Kami! Me siento tan… ese muchacho era de tu edad, podría haber sido mi hijo y arrollé a un indefenso niño CON el auto… :lloriquea: Y no pude ayudarle o encontrarlo luego de eso…"

Silencio. Kagome emitió un mudo sonido de sorpresa y Hikari se quedó muda, pero ambas por razones distintas… Mientras la una se preocupó a rabiar, la otra sólo estaba sorprendida. La Sra. Nikaido lloriqueó un poco más, visiblemente afectada por lo sucedido.

"Actuaba muy extraño: sujetaba su mano y la lamía… y… y… era muy peculiar :piensa: no sólo usaba un traje muy pasado de moda, sino que… su cabello era muy blanco… y… tenía orejas de perro… y no eran de un disfraz…"

"Okaa… Y… ¿Dónde está?"

"(¡Nos Descubrieron! Maldición, se supone que Inuyasha no puede salir sin la gorra de casa)… :ahem: Sra. Nikaido, ¿está segura de eso?" Preguntó Kagome, fingiendo escepticismo. "¿Orejas de Perro?"

"Sí… pobre pequeño, ¡Estaba tan asustado y sorprendido! Intenté acercármele lo más maternalmente que pude para intentar reconfortarlo de alguna manera, y ayudarlo… se veía que hace mucho no lo regalonean en ese sentido, pero… ¡Estaba Tan, tan Asustado! Me miró con una mirada de perrito perdido y salvaje… me siseó, se puso de pie y huyó hacia el bosque del templo… pasé media hora buscándole… fue por eso que me retrasé… :sob, sob, sob: Kagome… Tu abuelito me dijo que en esta época del año aparece los espíritus guardianes del templo, pero que son muy traviesos… :sob, sob: ¡Me Siento Tan Culpable! Mañana, a primera hora, iré al templo a hacerle una ofrenda a los espíritus… :sob, sob, sob:

Silencio sepulcral.

"(Inuyasha estaba sorprendido… y… ¿¿espíritu guardián y travieso? Básicamente eso es cierto, pero… Debería Estar Furiosa Con Él, pero el pobrecito fue arrollado por un auto… Esto… no puede ser bueno… ¡Quizás está herido de gravedad! ¡Qué Muchacho Más Inquieto! Tengo que Enfadarme con Él, NO DEBO sentirle lástima… ¡¡ARGH! ¡¡Cuando Lo Vea Lo Mato!)"

"Okaa, no creo que haya sido un espíritu. Yo creo que debió ser algún concurrente a la convención de Manga que está cerca de aquí. Creo que cobran más barato a quienes van con disfraz." Razonó Hikari, que no creía el cuento de las orejas de perro. "No debería haber estado persiguiendo autos. Tiene que estar muy bien, sino, no habría huido… a no ser que tenga traumas infantiles o algo por el estilo. No te preocupes okaa…"

"(¡Que Tiene Traumas Infantiles!) ¡Sí… claro! Hikari tiene razón." Le apoyó Kagome. "(¡Nada más Espérense a que lo tenga en mis manos! ¡Nada Más Espérense!)" Pensó Kagome para sí.

El resto de lo que quedaba de viaje pasó sin mayores problema. Tanto Hikari como Kagome se las ingeniaron para que la Sra. Nikaido se calmara al menos. Una vez que llegaron al templo, Kagome se bajó del auto, dio las gracias con una pequeña reverencia y comenzó a subir con calma los escalones… en cuanto desapareció el auto de la mamá de Hikari, Kagome subió los escalones que quedaban a toda velocidad.

El abuelito de Kagome fue el primero que la vio llegar. Estaba en el patio, jugando con Rock. Cuando la miko se acercó a ellos, el pastor alemán se echó en el suelo y gimió, como avergonzado. El abuelito de Kagome le tomó las manos a su nieta, ya que se veía muy asustada.

"¡Hola Abuelito! ¿Has Visto a Inuyasha?"

"Sí. Está adentro con tu okaasan. Es un muchacho travieso, ¿sabías?… :observa a Kagome: Veo que algo sabes, mi niña. No te preocupes, está muy bien, tu mamá lo está malcriando en este momento." Le explicó muy calmado. Ni bien su abuelo la hubo terminado de calmar, la rabia de Kagome resurgió.

":suspiro enojado: ¡Ya verá ese…!"

"Kagome… sé amable con él, ¿bueno? El pobre hanyou se veía muy impactado y a tu mamá le ha costado mucho trabajo tranquilizarlo. Recuerda que de dónde él viene, no hay autos ni nada que se le parezca, y no hay nada más fuerte que un youkai… ese auto lo pilló muy mal parado y le acaba de probar lo contrario y de muy mala manera. No ha tenido un buen día." Kagome palideció. No había pensado en ese pequeño detalle: ella misma recordó lo mucho que se había aterrado cuando la Mujer Ciempiés la había atacado a ella por primera vez. "Oye… si le dices a Inuyasha que se haga pasar por el espíritu guardián del templo y se aparezca de cuando en cuando para los turistas… ¿¿Tu crees que acceda?"

Kagome no respondió la pregunta de su abuelo y voló hacia su casa. Buscó a su madre por todas partes, y como no pudo encontrarla, escenas terribles de un Inuyasha quebrado por la mitad y condenado a una silla de ruedas plagaron su mente. Sacudió esos pensamientos de su cabeza, en vista que su abuelo tendía a exagerar las cosas, pero algo debía ser cierto, y realmente se preocupó por su inu hanyou, después de todo, no sabía qué tan serio había sido el accidente…

"¿Okaa? ¿OKAA? ¿¿OKAA? ¿Dónde Estás?"

"¡Estamos en el cuarto de alojados, Cariño! ¡Inuyasha está conmigo!"

Kagome no se hizo de rogar. Corrió escaleras arriba y se detuvo frente al cuarto de alojados. Abrió la puerta y entró al cuarto muy preocupada. Lo que vio fue…

":O.O: ¡Ay No! ¡Inuyasha! ¿¿Qué Fue Lo Que Te Pasó?"

x–x–x–x–x–x

La anciana Kaede suspiró cuando el bien conocido golpe de cierto Hiraikotsu, golpeando la cabeza de cierto monje, resonó por toda la aldea, seguido de una bofetada. Volvió a sus tareas usuales, hablando con Shippo ocasionalmente, quien estaba más que ocupado dibujando con el set de crayones que Kagome le había regalado no hacía mucho.

Hablando de Kagome, Inuyasha se había tomado su tiempo en traerla de regreso… el hanyou nunca dejaba que pasaran 3 días sin ir al menos a molestarla o traer noticias de ellas. Ya habían pasado 5 días y ni luces de la miko… tampoco habían señales de vida del hanyou, y ya hacía 2 días que no se sabía nada de él.

Ambos habían desaparecido.

"¡Maldita sea, Niña Loca! Te pareces a tu Ofukuro ¡Que Ya Estoy Como Lechuga!"

Y Hablando de los reyes de Roma…

"¡No, NO Lo Estás! ¡Te Atropelló Un Auto, Por Amor a Kami-sama!"

"¡¡QUE YA ESTOY BUENO!"

Kaede suspiró y levantó la mirada hacia la entrada de su cabaña.

"¡Esa es Kagome!" Dijo Shippo al reconocer la voz. Se puso de pie y soltó los crayones. "¡Kagome REGRESÓ!"

Shippo corrió hacia la puerta y saltó a los brazos de la joven miko al mismo tiempo que esta entraba en la cabaña. Kaede le dirigió una cálida sonrisa, pero su cara pronto se puso seria, y se sorprendió tanto como Shippo.

"¡Pero Inuyasha! ¿Qué es lo que te ha pasado? ¿Te peleaste con un youkai otra vez?" Le preguntó la anciana miko, con evidente sorpresa en su voz.

"¡¡Feh!" Dijo Inuyasha mientras se iba a su esquina favorita. Kagome sonrió en disculpa.

Shippo observó de hito en hito a Inuyasha, pero no se atrevió a decir nada que pudiera terminar en un chipote en su cabeza. El hanyou tenía cara de haber mordido un ajo inesperadamente: tenía la cara llena de rasguños y su frente estaba vendada (innecesariamente) Su muñeca y codo izquierdo estaban vendados con más cuidado… fuera de eso, se veía bien.

"No se preocupe, Kaede-obaasan: Inuyasha está muy bien, es sólo que fue 'pisoteado' por una máquina grande y pesada de mi tiempo." Le explicó Kagome con soltura. "Está adolorido, su muñeca le duele, igual que su codo, pero no tiene nada roto ¡GRACIAS a Kami! Esto fue hace dos días, y habríamos llegado antes, pero a mi okaasan le dio una crisis maternal y no nos dejó venirnos sino hasta hoy."

"Oh, ya veo… pero… ¿Cómo pasó esto?" Preguntó Kaede.

"¡¡¡¡FEH!" Exclamó Inuyasha segundos antes de ponerse de pie y de desaparecer por la puerta.

"No lo sé, Inuyasha no ha querido decirme ni pío… :gota de sudor: pero tengo una vaga idea." Dijo Kagome.

Una vez fuera de la cabaña y alejado de la aldea, Inuyasha corrió hacia su árbol, furioso como nunca. Una vez que llegó hasta el Go Shimboku, su escalada de siempre le tomó más tiempo del usual, debido a que su brazo izquierdo todavía estaba algo resentido. Cuando hubo logrado sentarse, se acomodó y se puso a rabiar solo.

Momentos después, gruñó para sí y frotó su muñeca izquierda con ternura, lamiéndola de cuando en cuando. Se sacó el vendaje de la cabeza y sacudió sus orejitas.

":mohín: ¡¡Al menos SI ATRAPÉ a esa MALDITA cosa!

Fin.

Por

Misao-CG.

PS: Como en Inglaterra, en Japón, el asiento del conductor está en el lado derecho y manejan por la izquierda…