NOTA: esta historia debe tener unas aclaraciones.
1º: Kuno y Ranma se supone que tienen la misma edad, Kodachi un año menos, para hacerse una idea. Nabiki un años más que Ranma y Kuno, aunque Kuno nació más cerca de Nabiki que de Ranma.
2º: Por si alguien no lo ha notado, adoro a Kasumi, me parece dulce, pero en este fic tomará más relevancia. Será uno de los personajes secundarios principales, pore así decirlo.
3º: Tasuke es primo de Sazuke. Físicamente son iguales, de comportamiento son iguales. Son clones. Es que no quería pensar demasiado. Además, el nombre lo he escogido parecido y todo…
4º: Akane puede parecer mala, pero no lo es. Sólo está frustrada ligeramente. (o no tan ligeramente) y teniendo en cuenta su carácter, es normal que en ocasiones responda así. Pero no penséis que la odio ni nada por el estilo. De hecho, me parezco bastante a ella menos por las artes marciales. También cocino igual de mal, excepto en lo que a dulces se refiere. No creo que haya nadie que pueda decir que mis pastas, mis bollos y mis tartas no son estupendos. Jejejeje.
5º: la línea temporal irá según el curso académico. Es decir, cuando ponga: octubre, año dos, significa que es el octubre del segundo año que estén en la universidad.
WARNING: esta historia, aunque en un principio no lo parezca, en los últimos capítulos (pero muy últimos, eh), se derivará a un ligero shounen-ai, pero no hay de qué preocuparse, hasta casi el final no se aprecia.
AGRADECIMIENTOS: Davinci. Gracias por animarme a publicarlo. Aunque no esté tan contenta de éste como del primero.
"texto" pensamientos
– Textodiálogo
(…) ó (N/A: …)notas de autor, paridas varias mías.
Y ahora sí… ¡la historia!
Capítulo 2
OCTUBRE-PRINCIPIOS DE NOVIEMBRE, PRIMER AÑO
Ranma corría hacia la casa porque llovía a mares y no se había acordado de traer su paraguas. Pero era tarde, era la chica pelirroja otra vez. La primera vez en un mes que se transformaba en chica. Llegó corriendo al palacio donde vivía y se encontró a Tasuke.
– ¡Hola Tasuke¿Qué tal el día? – le preguntó como todos los días desde que vivía allí. Ahora Tasuke servía las comidas y se sentaba con ellos a comer como algo normal, después Ranma recogía y fregaba los platos. Además, Tasuke estaba encantado con Ranma, porque siempre era amable y atento y se preocupaba de que estuviera bien y a gusto.
– Disculpe, señorita¿tendría la bondad de decirme quién es usted y de qué me conoce?
Ranma se mordió el labio. "Genial Ranma, estropeando todo como siempre."
– No, nada, soy una amiga de Ranma y él me habla muy bien de ti. Dice que eres fantástico. – el criado se sonrojó, y Ranma sonrió al verle contento.
– El señorito Ranma no está en casa. Puede esperarle mientras se seca.
– Gracias.
Tasuke la hizo sentar a la mesa principal y le ofreció un té para que entrara en calor, ella le invitó a sentarse a su lado.
– No, no es correcto.
– Tampoco es correcto que dejes sin compañía a una señorita, sola, en una casa desconocida.
El criado no tuvo otra más que asentir y tomar asiento.
– ¿Ves? Mucho mejor ahora…
– ¿De qué conoce al señorito Ranma, si no es indiscreción?
Ranma sonrió y se presentó:
– Me llamo Ranma Saotome, encantada.
Tasuke se quedó de piedra. Ni respondió.
– Soy su prima. Compartimos nombre en honor a un antepasado nuestro.
Tasuke respiró de nuevo. Tenía sentido. Además, la chica le resultaba familiar, era ciertamente parecida a Ranma en algunos aspectos físicos.
– Perdone, es que por un momento, no supe qué decir.
– No te preocupes, suele pasar.
En ese momento un empapado y furioso Kuno descorrió la puerta del salón para recriminarle a Tasuke que no saliera a recibirle ni a ayudarle a no resfriarse. Pero se quedó estático frente a Ranko.
– Eres… Ranma… la chica pelirroja – balbuceó, sin respirar.
– Buenas tardes, Kuno-sama, - saludó Ranma, nervioso, tratando de parecer inocente.
– ¿Conoce a la señorita Ranma Saotome? Es la prima del señorito Ranma Saotome. Ha venido a hacerle una visita, pero parece que se retrasa.
– Sí, hola. – Kuno se sentó junto a la chica y le dedicó una hermosa sonrisa. Ranko se sonrojó.
– Encantado de volver a verte. Creía que estabas en China, o algo así.
– Vine a ver a Ranma.
– Lo imagino. – Ranma sintió un escalofrío por su espalda, Kuno todavía no había sacado un ramo de rosas, ni había intentado besarla, simplemente la miraba con esa serena expresión en el rostro, mientras tomaba el té que Tasuke le acababa de servir.
– ¿Cómo te va la vida, Kuno?
– Bien, estudio en la Todai con Ranma, los dos cursamos derecho.
– Impresionante. En la Todai entra poca gente.
– Ranma ha entrado.
– Lo sé. Pero igualmente, es una universidad de alto nivel.
– Sí, es duro, pero Ranma lo tiene peor que yo. Yo puedo permitirme el lujo de suspender, él no puede bajar de un ocho porque perdería la beca.
– ¿En serio?
– Sí, estudia hasta muy tarde, quiero avisarte de que le verás desmejorado. Duerme poco, y se le aprecia cansado.
"¿Desde cuando Kuno se preocupa si duermo o no lo suficiente?"
– Pobrecillo. Pero tengo entendido que pronto tendrá que irse.
Kuno parpadeó. No se acordaba.
– Es cierto, vive aquí temporalmente.
– Es agradable tener amigos que te alojen en tu casa sin dudarlo.
Kuno se sonrojó y asintió.
–Tampoco es gran cosa, vivir con Ranma es fácil, apenas si le veo fuera de las comidas, y se arregla él mismo su cuarto, además de ocuparse de otras cosas, como su ropa o los platos tras la comida. Además, es más manejable que mi irascible hermana.
Kuno rió un poco. Ranma sorprendido de su cambio de actitud.
– Bueno, se ha hecho tarde, mejor me paso otro día a verle.
–Te acompaño hasta la puerta.
Fuera había dejado de llover, Ranko se despidió de Kuno, no sin que él se disculpara por su comportamiento anterior, tachándolo de degradante, humillante y pervertido. Ranma le tranquilizó, no le guardaba rencor, era grato ver el cambio y salió de allí, para colarse por la parte trasera hacia su cuarto, donde se bañó. Pensó que no podría continuar allí, tenía que irse, las lluvias ahora serían más frecuentes y… fue interrumpido por unos suaves toques en su puerta. Kuno asomó la cabeza.
– ¿Se puede? – preguntó, Ranma en ese momento estaba saliendo de darse un baño de agua caliente (afortunadamente) así que tan sólo gritó como un loco y después le arrojó lo primero que encontró a mano (la toalla de su cabeza)
Kuno salió de allí pitando y esperó pacientemente en la puerta a que Ranma le abriera, llevando ya pantalones y una camisa en la mano.
– Eres un pervertido, Tatewaki. ¿Qué querías?
– Hablar contigo, además, no hacía falta ponerse así.
– Me da igual, mi privacidad es mi privacidad. – replicó Ranma altivamente, permitiendo a Kuno pasar.
Kuno se sentó en la cama y contempló a Ranma mientras terminaba de abotonarse la camisa.
– Hoy ha venido la chica pelirroja que se llama como tú.
Ranma dio un respingo.
– Quería verte, pero se fue antes de que llegaras. – continuó el kendoista serenamente.
– ¿Y bien? Espero que no la hayas perseguido como en Nerima.
– No, quería preguntarte¿por qué nunca me dijiste que era tu prima? Yo creía que era otra de tus prometidas.
Ranma se quedó ligeramente sorprendido del tono adulto y tranquilo que empleó su anfitrión.
– Bueno, nunca dije que fuera mi prometida. Tampoco negué nunca que fuera mi prima.
– Pero de esa manera…
– ¿Estás pensando en cortejarla? Porque…
–No, no es eso, ha sido agradable volver a verla, pero nada más. Quería preguntarte si ella tiene algún sitio en donde quedarse. Comentó que había venido a verte, pero… no especificó si tenía lugar donde alojarse. Y no me gustaría que un familiar tuyo andara por allí con este tiempo.
Ranma miró a Kuno y se dejó caer sobre la cama a su lado.
– Sí tiene donde quedarse, pero igualmente, estará muy contenta de saber que eres tan gentil con una desconocida prácticamente.
– No me importa, si te tengo a ti mantenido, una joven no me incomoda. Además, estoy acostumbrado a vivir con mi hermana…
Ranma entendió. Al ver a la chica, y saber que era familiar de Ranma, y que había venido desde "China" sólo para verle una vez, mientras su hermana, a quien había criado, apenas si contestaba a sus llamadas telefónicas, debía haberle dejado nostálgico.
– Pero mi prima es… especial, digamos. No te preocupes, seguro que aparece por aquí algún otro día a agradecerte el detalle. ¿Me disculpas? Tengo que hacer una llamada al dojo.
– Claro.
Kuno se levantó y salió de allí. Ranma inmediatamente telefoneó al dojo. Kasumi estaba sola en casa.
– ¡Ranma¡Que alegría!
– Kasumi, me alegra oírte – charlaron de cosas intrascendentes - Tengo que pedirte un favor.
– Lo que quieras, Ranma.
– Me gustaría que por favor, le dijeras a Kodachi que llame a su hermano y charle con él.
– ¿Kodachi¿La hermana pequeña de Kuno?
– Sí, dile que le llame aunque sea sólo para gritarle por teléfono. ¿Lo harías?
– Claro, pero le resultará extraño.
– Por cierto Kasumi, no le digas que he sido yo. ¿De acuerdo? Gracias, eres un cielo.
– Estoy muy feliz de oírte bien, Ranma.
Ranma colgó el teléfono y se dejó caer sobre la cama. Al día siguiente empezaría a buscar piso y trabajo. No podía seguir abusando de Kuno.
DOS DÍAS DESPUÉS…
– ¡Ranma! – Kuno saludó a Ranma sonriente por la mañana, - ¡Buenos días Tasuke¿Estáis bien? Pareces cansado, Tasuke, tomate hoy el día libre.
Tasuke se quedó helado.
– Día… ¿libre?
–Sí, claro, haz lo que te apetezca hoy.
– Hoy estás de muy buen humor, Kuno.
– Estoy como siempre. – replicó el otro mientras tarareaba y tomaba su bol de arroz.
– Dime qué te pasa. Estoy empezando a preocuparme.
– Es que anoche me llamó mi hermana.
Ranma sonrió. La cara de felicidad de Kuno era inmensa.
– Suéltalo, sé que te mueres de ganas de restregarme lo bonito que es tener hermanos pequeños. – le sonrió.
– Pues sí… Me llamó y me comentó que sentía no haberme llamado antes, pero es que se sentía traicionada, pero que ahora lo veía todo mucho más claro.
Ranma pensó: "Kasumi, eres la mejor"
– ¡Y me dijo que me quería y me echaba de menos! – Kuno estaba claramente luchando por contener las lágrimas de emoción, batalla que tenía perdida de antemano.
– Por cierto, Kuno, aprovechando que hoy es día de buenas noticias, te anuncio que me voy.
Kuno borró la expresión risueña de su rostro,
– ¿Abandonas la Todai?
– No, claro, pero creo que ya he abusado de tu hospitalidad lo suficiente. He buscado un trabajo de camarero en un bar por las noches, para pagar una habitación. El trabajo empieza de 9 a 12, de manera que tengo las mañanas para ir a clase, las tardes para entrenar artes marciales y estudiar y trabajaré por las noches.
– Apenas dormirás 4 horas, o incluso menos.
– No pasa nada, lo tomaré como un entrenamiento.
Kuno permaneció serio, se había acostumbrado a tener a Ranma con él. Además, era la única persona en quien confiaba, puesto que le costaba confiar en la gente y todavía no había trabado muchas amistades, apenas las que Ranma le había presentado.
– Pero no te librarás de mí. Te perseguiré por toda la Universidad. JUAJUAJUAJUA – trató de relajarse Ranma.
– Bueno, me gustaría saber donde vas a estar, para cuando tenga que pedirte apuntes. – comentó Kuno, no le hacía gracia que Ranma se viera sometido a semejante presión, y encima teniendo que asegurarse un mínimo de 8 en la exigente universidad.
– Voy a ver el piso esta mañana, como es sábado… Ven si quieres y así me das tu opinión.
– Iré – asintió solemnemente Kuno.
– Gracias, amigo.
Se arreglaron y salieron a la calle, Ranma miraba en un mapa donde estaba la calle. Finalmente, se pararon frente a un edificio bastante ruinoso, en una calle que parecía el callejón del "crack". Kuno miraba todo asqueado.
– ¿Seguro que es aquí?
– Sí. – Ranma estaba más asqueado aún que Kuno.
Entraron en el edificio. Desconchones, ruidos, vecinos pegándose en mitad de la escalera. Kuno estaba en shock.
– Es esta.
Llamaron a la puerta y salió una mujer mayor en camisón.
Ranma y Kuno decidieron que preferían no haber visto "eso" nunca, Ranma tragó saliva y preguntó si le podían enseñar la casa.
– ¿Tú eres Ranma, el estudiante ese? – la mujer apestaba a alcohol y tabaco.
– Sí. Este es mi amigo Kuno, que ha venido a acompañarme a ver la casa.
– Seguidme.
Entraron a la casa, que no debía de haber visto una escoba ni jabón en mucho, mucho tiempo, un hombre yacía tirado en un sofá, viendo la tele. Era de unos cuarenta años y pinta bastante infame y mugrienta.
Kuno contuvo las arcadas a duras penas.
– ¿Y el resto?
– No hay resto, es habitación única.
– El baño…
– Es comunitario, es la puerta donde se estaban pegando esas dos mujeres.
– Me dijeron que era un pisito acogedor y cálido.
– En verano, no hay aire acondicionado. Por cierto, la estufa no funciona. ¿Te lo quedas?
– Estoooo – Ranma no sabía que hacer, no quería quedarse allí, pero no podía pagar nada más. Era el lugar más caro que se podía permitir, cuando Kuno le estiró del brazo.
– ¿Nos disculpa, señora?
– ¡Ey¡Que no tengo todo el día!
– Sólo será un momento. – le intentó sonreír Kuno, y se giró después a Ranma.
–Tú aquí no te metes. – le siseó de forma tajante.
– No puedo pagarme nada más. No veas lo caro que está Tokio.
– Me da igual, te quedas conmigo. Y no me repliques, Saotome – amenazó Kuno – Señora, lo sentimos, pero no nos vamos a quedar este cuchitril. Adiós.
Kuno salió de allí arrastrando a Ranma escaleras abajo.
– Ni de broma voy a permitir que vivas ahí. Te quedas conmigo y con Tasuke. Y no admito quejas, hasta que no encuentres algo a lo que yo le dé el visto bueno.
Ranma sonrió y abrazó a Kuno.
– ¡Gracias! La verdad es que preferiría vivir debajo de un puente a allí…
– No se hable más, te quedas en casa. Habrá que ir haciéndote un juego de llaves¿no?
Ranma se separó de Kuno y asintió.
– Eres una gran persona, Kuno, si te soy sincero, desde que estoy aquí te aprecio más.
– ¿Qué antes no me admirabas? – preguntó dándose aires de superioridad.
– Pues no. – respondió el aludido sin dudar.
A Kuno le salió una gotita estilo animé en la nuca.
– Al menos podías haber disimulado… ¬¬'
– Juajuajua, por ver la cara de "pasmao" que se te ha quedado, hago lo que sea.
– ¡Probarás mi furia! – y empezaron a pelearse, como Kuno no tenía su espada de bambú a mano, y sin ella era un completo inútil, Ranma sólo tuvo que esquivar unos golpes, hasta que Kuno se dio por vencido.
– ¡Baja de ese pino¡Yo no puedo trepar 15 metros con esta ropa!
Ranma le sacó la lengua, pero bajó. Sin más, se fueron caminando de nuevo hacia su casa. Se sentaron frente a una taza de té, preparada por ellos mismos (Tasuke estaba de fiesta, por primera vez en su vida, y andaba desmadrándose por ahí).
– Oye Saotome.
– Sí, Kuno.
– Me alegra que te quedes. No quiero estar solo.
Ranma asintió. No añadió nada más, y contemplaron el atardecer reflejándose en las aguas del estanque y reflejándose en las delicadas briznas de hierba del impecable césped.
– Yo también estoy feliz de no estar solo, Kuno.
Miraron el atardecer, Ranma preparó la cena, bajo la atenta mirada de Kuno, quien no sabía hacer absolutamente nada.
– Primero troceas la verdura así¿ves? – troceó en juliana a velocidades sorprendentes, Kuno apenas si veía sus manos o el cuchillo. – Después la metes en la sartén con la salsa que estábamos haciendo, y la carne que teníamos troceada de antes…
Kuno agitó su cabeza.
– ¿Cuando aprendiste a cocinar?
– Mi padre me arrancó de mi casa cuando tenía cinco años, y hasta que llegué a Nerima me pasé la vida viajando. Solíamos dormir en medio del bosque, a la intemperie, así que muchas veces tenía que cocinar yo mismo si quería comer algo.
Kuno asintió.
– Tu padre, perdona que te diga, es un asco.
– Pues sí. Además, si tenía hambre, para pagar la comida, me prometía con la hija de la dueña del restaurante de turno. Así es como he conseguido tantas prometidas. Gracias a Dios ya no me queda ninguna.
– ¿Ni Akane Tendo?
– Ni Akane Tendo.
– Yo creía que…
– Todos creíais que… pero creíais mal. Yo la amo, sí, pero como a una hermana.
Kuno asintió.
– Eso huele bien.
– Me alegro, ve a sentarte a la mesa, ya pongo yo todo, que no estás acostumbrado y luego tendría que recogerlo todo y no me apetece nada.
– ¡No soy un inútil!
– ¿Sabes poner la mesa?
– No – musitó avergonzado.
– Pues te enseñaré. No veas lo bien que quedas si cocinas para una chica en un cita. Y si todo lo haces por ti mismo. Aprecian mucho esos detalles.
– Ummmm¿Y cómo sabes eso?
–Vivía en una casa con tres mujeres. Tenía miles de prometidas – "Y en mi forma de mujer se aprenden muuuuuuchas cosas" se añadió mentalmente.
– Entiendo. Mi hermana nunca comentó nada. A ella le encantaba cocinar, pero Sazuke odiaba que lo hiciera, porque al final, siempre acababa malparado, de una forma u otra.
Kuno se puso evocador mientras Ranma presentaba la mesa rápidamente.
– Ya está. ¡Que aproveche!
– ¡Igualmente!
Comieron con lentitud, hablando
– Kuno, me siento mal por vivir de gorra. Quiero pagarte.
– No quiero que me pagues. Eres mi invitado. No me hace falta el dinero.
– Me da igual. En el dojo yo me encargaba del gimnasio y de dar algunas clases. No me gusta ser un parásito. –Se le iluminó la cara - ¡Te ayudaré a estudiar!
–Ya me va bien a mí solo.
– Pero dos mentes piensan mejor que una. Además, a mí se me da bien Derecho Romano…
– Eso ha sido un golpe bajo.
– Pero certero.
– También es cierto – reconoció Kuno.
– Decidido queda, pues. Espero que no te arrepientas de haberme aceptado en tu casa… Ya sabes la fama que tengo en Nerima.
– Hasta el momento no he visto que hayas hecho nada poco honorable: madrugas, vamos a la universidad a clases, comemos juntos allí, vas a entrenar con los de artes marciales, y vuelves a casa a estudiar. Te acuestas tarde estudiando y al día siguiente vuelves a madrugar.
– ¿Me tienes controlado todo el tiempo?
– No, pero haces exactamente lo mismo todos los días, yo creo que no te has dado cuenta de cómo te miran Kiara y Hari.
– No me interesa que me miren de esa manera, estoy bien como estoy. No quiero novias.
Kuno asintió, calladamente. Nunca pensó que Ranma Saotome desearía no tener ninguna novia o admiradora.
– ¿Y tú Kuno? No te he visto perseguir a ninguna dama todavía.
– Digamos que tampoco me interesa. Mi principal objetivo aquí es estudiar y ser un gran abogado…
– Lo serás… - afirmó Ranma con seguridad. – Me voy a dormir, es tarde, y el lunes tenemos que hacer la exposición oral de Derecho Romano, precisamente.
Kuno sonrió, y vio como la figura de Ranma desaparecía sigilosamente de su vista. Suspiró, era incapaz de oírle caminar, se deslizaba como un gato.
Gracias por haber leído. Os pediría que, si leéis esto, tanto si os gusta como si no, dejéis un rewiew, o la pobre autora pillará una depresión… buaaa, sólo un miserable rewiew! (GRACIAS www-ucchan-w, GRACIAS). Por cierto, las críticas también son bien recibidas, podéis hacer sugerencias de historia, criticar diálogos, decir si parece muy forzado (que lo está) o si está mal redactado. Cualquier cosa. Gracias anticipadamente
VenusOfHeaven
