Warnings: este es un capítulo escindido por la mitad, es que me salió largísimo: aproximadamente más del doble de un capítulo normal, así que lo partí.

Agradecimientos: w-ucchan-w. Eres la única que se digna a dejarme un rewiew! Gracias, pero me parece que voy a pillarme una depresión si alguien más no me deja rewiews pronto. Porque no me parece nada bien que entren 200 personas de media en cada capítulo a leerme y ninguna se tome la molestia de dejarme un simple comentario! Si alguien no quiere dejar rewiew, pues que mande un e-mail! Bueno, después de mi exabrupto, empecemos con el capítulo.

Por cierto, ver Warnings y notas en capítulos anteriores.


DOS MESES DESPUÉS, EN NERIMA.

¡Ranma! – varias voces llamaron a un chico vestido con unos vaqueros, una camisa negra y un abrigo negro de paño, quien agitó una mano en el aire. Estaba muy atractivo, con ese aire casual pero 'arreglao'.

– Vamos Kuno, ya hemos llegado. – Kuno iba vestido de manera similar, pero sus pantalones era negros y su camisa blanca.

Kuno miró a todas partes. Nadie.

¿Pasa algo, Kuno-kun? Pareces triste.

No es nada¿es esa mi maleta?

Sí, toma.

Sazuke hizo su aparición tras de Kuno.

¡Hola señorito¡Que alegría verle!

Hola Sazuke. ¿Y la señorita Kodachi?

No ha venido. Disculpe señor.

¿No sabía que venía hoy?

Sí, pero… - el pequeño ninja no se atrevía a decirlo.

Pero ¿qué? – el tono de Kuno empezaba a ser frío y cortante, "Malo" pensó Ranma, se está cabreando, o peor, se está deprimiendo.

La señorita Kodachi, estaba ocupada en otros asuntos.

¿Qué asuntos?

Quería ver una película en la televisión, señor.

Ranma esperó oír un elevadísimo grito de Kuno, algo así como "¿No viene a ver a su querido hermano que la ha criado y añorado todo este tiempo PORQUE QUIERE VER UNA PELÍCULA EN LA TELEVISIÓN?". Pero Kuno no respondió, sorprendiendo también a Sazuke, levantó la vista y vio los puños de Kuno apretados firmemente, siguió levantando la vista y observó su rostro serio, tratando de contener las lágrimas.

Vámonos a casa Sazuke, Ranma, te deseo feliz navidad por si no nos vemos. Tu familia y amigos esperan.

¿Sí? Yo creía que ibas a venir conmigo para que Kasumi te agradezca con una comida haberme acogido todo este tiempo. No querrás airarla ¿verdad? Siendo un caballero tan educado y… Espera un momento¿no te habrás olvidado, no?

Por supuesto que no, perdona Ranma, no me acordaba de habértelo prometido…

La próxima vez haré que firmes en un papel – sonrió Ranma, obviamente no lo recordaba porque nunca lo había prometido, era una excusa para no ponerle triste. – Además, tu hermana pensaría en esto y decidiría que como llegarías tarde mejor no te molestaba ahora.

Sí… Tienes razón Ranma, vamos, tu familia está a punto de pegar al guardia de la entrada.

Ranma agarró del brazo a Kuno y caminó estirando de él hacia la salida, mientras Sazuke cargaba con las maletas que Kuno y él no podían llevar.

¡Hola a todos!

Miles de abrazos, gritos, algún golpe, una pelea, un par de tortazos y otro par de amenazas después, Ranma atrajo a Kuno al lugar.

Vamos, Kasumi habrá preparado hoy algo especial para ti.

Todos arquearon la ceja, salvo Kasumi, quien entendió rápidamente (puede parecer tonta y despistada, pero no lo es en absoluto).

Por supuesto, Kuno-sama. Espero que le guste la tempura.

Es usted muy amable, Kasumi-sama – hizo una leve y educada reverencia Kuno.

Pero si no… - Kasumi tapó la boca a su padre, mientras indicaba a Kuno donde tenían el coche para ir a dejar las maletas.

Mientras Ranma y Kuno ponían las maletas en el coche, Kasumi increpaba a la familia su falta de modales, mantener a Ranma tres meses y ni siquiera ser invitado a una cena era de muy mal gusto y de gente poco agradecida. Todos bajaron la cabeza avergonzados.

La cena fue tranquila y alegre, Sazuke quedó en estado de shock cuando su señorito Kuno le indicó que se sentara. Y más cuando entre Ranma y él retiraron la mesa, pese a las protestas de Kasumi.

¿Señorito¿Qué hace?

Recoger la mesa. ¿No es evidente, Sazuke?

Pero…

Pero nada, ahora recojo la mesa todas las noches, y mi mayordomo principal come en la mesa conmigo. ¿Algo que objetar? – preguntó con tono amenazante a su fiel criado.

Nada, nada.

Kasumi sonrió ante la influencia de Ranma en el otro, y la influencia de Kuno sobre el primero, sus modales en la mesa habían mejorado algo, mejor dicho, mucho. Comía lenta y educadamente, en grandes cantidades pero sin engullir la comida como antes.

Ranma despidió a Kuno en la puerta, y le convenció para quedar algún día. Tendrían que repasar Derecho constitucional, el trabajo estaba a medio acabar.

Claro. – asintió Kuno, y se despidió de todos tras haber hecho cumplidos suficientes para ser invitado a 348 cenas como esa.

Ranma entró de nuevo en el salón. Y dejó caer en el borde de la sala, con las piernas colgando para fuera, mirando el jardín.

Ranma. – Kasumi se acercó a Ranma lentamente, y dejó un vaso de té a su lado.

Gracias Kasumi.

¿Qué le pasaba a Kuno? Vi la escena de que se ponía tenso y después dijiste que había hecho algo especial para cenar y supe que era para relajarle que le habías invitado.

Sabes que Kuno ha criado a su hermana Kodachi a pesar de que esta no es mucho más joven que él.

Sí, pobrecitos, se han criado solos…

Sí, pues su hermana, de la que no para de hablar para comentar lo maravillosa que a él le parece, no le llama nunca, y además, tras haberse ido tres meses de casa, no va a recogerle al aeropuerto porque "tiene que ver una película en la televisión".

Pobre Kuno.

Kodachi no es que sea mala del todo, pero es que, como Kuno la ha mimado siempre tanto, no tiene en cuenta los sentimientos de los demás – comentó Ranma, mirando el estanque. - ¿No te habrá molestado que le invite, no?

Por supuesto que no, puede venir a comer todos los días si quiere. Ha sido muy bueno contigo al acogerte.

Ha sido muy buen amigo estos meses. – Ranma despidió con un beso de buenas noches a Kasumi y fue a su habitación, a descansar.

Al día siguiente se despertó con una persecución por los pasillos y el sonido de gritos e insultos. Finalmente, la puerta de su habitación se abrió, dejando ver a Akane persiguiendo al maestro Happosai quien se aferraba a un sujetador. Saltaron por encima de su cama (y de Ranma) y después volvieron a salir sin siquiera preocuparse si le habían hecho daño. Ranma cerró los ojos y pensó: "Bienvenido a casa, Ranma". Se levantó despacio y bajó al salón, sonde Kasumi sirvió el desayuno. Tomó tranquilamente el desayuno, ignorando los comentarios de su padre y de Soun criticando la Universidad y el hecho de que hubiera abandonado sus obligaciones en el dojo. Kasumi finalmente les interrumpió suavemente:

Han pasado tres meses ¿es que no podéis dejarle escoger su vida por primera vez? Yo creo que está siendo responsable y consecuente.

Gracias Kasumi. – Ranma le dedicó una gran sonrisa mientras se apartaba del chorro de agua fría que Happosai quería lanzarla aún en pleno invierno para transformarle en chica.

¿Te pondrás esto para mí, Ranma? – preguntó con voz melosa el viejo pervertido, mostrando un bonito sujetador de encaje blanco.

Prefiero la ropa interior de mujer negra. Me queda mejor – replicó Ranma sin modificar su postura corporal, o mostrar ninguna emoción.

El maestro Happosai se quedó de piedra, totalmente parado. Ranma sonrió para sí mismo. Akane aprovechó el shock en que se encontraba el maestro para lanzarle lejos de una patada. Se sentó al lado de Ranma y giró la cabeza, la gente se había hartado de cotillear esos tres meses la razón por la que Ranma había dejado Nerima y había roto su compromiso con ella, y estar en boca de todos de esa manera tan poco apetecible (que todo el mundo comente "pobrecita, el novio la ha abandonado" "¿Por qué la habrá dejado a punto de casarse?" no es nada agradable.) Así que empezó a discutir con Ranma por ello.

Ranma observó a Akane descargar su rabia con él y se mantuvo sumiso a sus insultos y golpes, incluso no se quejó cuando fue lanzado al lago sin ningún tipo de miramientos varias veces. Comprendía la situación de Akane y comprendía asimismo la necesidad de la chica de descargar la tensión, humillación y vergüenza de esos meses. Así que no trató de disculparse ni de rebatir sus argumentos, lo que enfureció aún más a Akane.

¿Ni tan solo piensas defenderte? – le preguntó mientras le propinaba un fuerte puñetazo en el estómago.

No tengo excusa. Te dejé en una difícil y comprometida situación y merezco tu rabia y odio, Akane, aunque me gustaría me perdonaras y entendieras – se explicó con una voz suave y extrañamente persuasiva. Akane le lanzó por última vez al lago y se fue de casa. Soun y Genma, quienes estaban jugando (a ese juego que parecen damas, o ajedrez, pero a lo japonés) miraron al joven universitario salir con dificultades del agua, para luego ser lanzado de nuevo por el maestro Happosai, por rechazar su regalo. Y volver a ser lanzado de nuevo esa mañana por Ryoga, por hacer enfadar tanto a Akane. Aunque Ryoga ya no le desafiaba a un duelo, simplemente era su forma de saludarle, y recordar tiempos pasados.

Finalmente, alrededor de 4 horas después de haberse levantado, una chica pelirroja con una expresión triste en su cara y el cuerpo tembloroso y frío (le habían lanzado 17 veces al lago esa mañana, y todo estaba nevado alrededor) se fue a dar un baño caliente. Se encontraba mal, y no sólo era por la pulmonía que estaba empezando a coger, sino porque nadie parecía haberle extrañado realmente, simplemente, se alegraban de tenerle de vuelta (o no), pero nadie, ni tan sólo su padre, le habían dicho "Te he echado de menos todo este tiempo, he querido ir a verte tantas veces…". De hecho, sólo había hablado dos veces con su padre en todo ese tiempo, y había sido más bien escueto. Dos frases cortas, un "¿te va todo bien? Me alegro. Ya nos veremos en navidad" fue todo lo que obtuvo. Suspiró, al fin y al cabo, era culpa suya no haberse ganado el afecto de aquellos que más le importaban. Salió del baño y se dejó caer en su futón. Se sentía mareado y débil y la cabeza estaba embotada y pesada. Ranma gimió de dolor cuando intentó ponerse en pie rápidamente, su cabeza iba a explotarle. Se dejó caer sobre su cama e intentó dormir, pero no pudo. En esa casa había demasiado ruido. Antes no le había importado, pero al vivir tres meses en casa de Kuno, se había acostumbrado a la paz y la serenidad, y las apreciaba mucho.

A la hora de comer, Kasumi fue a llamarle, pero no obtuvo respuesta. Se acercó al futón y tocó la frente de Ranma. Tenía fiebre y tiritaba.

¿Ranma¿Me oyes? – preguntó la mayor de las Tendo con expresión preocupada.

Claro Kasumi, perdona, me he quedado dormido. Ahora bajaré a comer.

No, te traeremos aquí la comida. Estás enfermo. Dime¿cuántas veces te han lanzado al lago esta mañana, Ranma?

Ranma se acurrucó en su futón y trató de pensar. Al cabo de un minuto, respondió.

Creo que 17, más o menos.

¡Oh, debes de estar muy enfermo¿A quién se le ocurre con este frío polar? – Kasumi acarició la frente de Ranma y le susurró que tratara de dormir.

Gracias Kasumi, siempre eres amable conmigo. Te he echado de menos todo este tiempo.

Y yo a ti. Ahora descansa un poco, y no te muevas. ¿De acuerdo?

Ranma asintió semi-inconscientemente.

Kasumi retornó al salón, donde todos esperaban que sirviera la comida.

¿No come con nosotros Ranma? – preguntó Akane.

No, está durmiendo.

Es indigno de ser mi hijo, siempre durmiendo y haciendo el vago – murmuró Genma. – A saber lo que hará en la universidad esa.

Te doy la razón – afirmó Happosai.

Al menos podría mostrar más interés por la familia que dormir en vez de comer con nosotros. Puede dormir después de comer.

Kasumi depositó con tranquilidad la bandeja con la comida, y mientras servía, replicó a esos insidiosos comentarios:

Está durmiendo porque está muy enfermo. Le habéis tirado tantas veces al lago sin consideración alguna por el clima que ha acabado cogiendo una pulmonía y apenas si se puede mover. Deberíais ser menos agresivos con él.

Akane se sintió avergonzada. ¿Cuántas veces le había tirado al lago esa mañana?

Todavía estaban comiendo cuando sonó el teléfono. Akane lo cogió:

Residencia Tendo.

Buenas tardes Akane¿está Ranma en casa?

Un segundo.

¿Quién es, Akane? – preguntó Kasumi desde el pasillo, mirándola.

Espera, - volviendo a hablar a través del aparato. - ¿de parte de?

Soy Kuno Takewaki.

¡Hola Kuno, espera un minuto¿quieres?

Dame el aparato, por favor – pidió Kasumi, mientras tomaba el auricular. – Hola Kuno, soy Kasumi Tendo, Ranma no puede ponerse porque está enfermo. – Segundos de silencio – Sí, yo creo que es una pulmonía, un poco fuerte. – Otros segundos de silencio – Gracias, Kuno, se lo diré de tu parte. Saluda a tu hermana de mi parte.

Akane miró interrogante a Kasumi.

Akane¿sabes algo de Derecho Constitucional?

Pues... no. ¿Qué quería?

Hablar con Ranma, según él, de Derecho Constitucional. Volvamos a la mesa, Akane.

Terminaron de comer, Kasumi quitó la mesa y, tras lavar los platos y la cocina, preparó té. Llamaron a la puerta en el momento en que lo servía a Soun y Genma.

Yo abriré.

Bien – los otros dos no habían hecho ni además de levantarse.

Kasumi abrió la puerta y se encontró con Kuno arrastrando al doctor Tofu, quien se quedó atontado viendo a Kasumi, incluso ahora que salían juntos de vez en cuando, le pasaba eso.

Buenas tardes, Kasumi, me preocupé porque nunca veo enfermo a Ranma y me he traído al doctor Tofu para que le eche un vistazo. Espero no te importe.

No, muchas gracias, iba a ir a buscarle yo ahora. – Kasumi miró el rostro preocupado de Kuno y sonrió. – Acompañadme, está durmiendo.

Les condujo a la habitación donde Ranma reposaba con una fiebre de cerca de 40º y temblores incontrolados.

Es un chico fuerte y se pondrá bien en una semana, no obstante, nada de ejercicio físico al aire libre, puede hacer lo que quiera mientras esté sentado y calentito. Que se tome dos de éstas cada ocho horas – expidió una receta.

Gracias, doctor. ¿Quiere tomar un té?

Sí, gracias, Kasumi – el doctor puso cara de alucinado, con montones de corazoncitos flotando alrededor.

¿Nos acompañas, Kuno? – preguntó Kasumi.

No, gracias, si no te molesta, me gustaría estar un rato con Ranma.

Ranma se alegrará. – Kasumi se llevó al doctor Tofu de allí.

Akane oyó en el comedor el dictado del doctor: pulmonía.

Debe haber estado expuesto a una situación muy extrema para ponerse así, si tenemos en cuenta su constitución.

Akane bajó la cabeza avergonzada, pero no dijo nada.

Es muy débil este hijo mío – comentó un oso panda con un letrero.

Le dio la vuelta al letrero.

Qué pena que no se parezca a mí. – señalizaba el otro lado.

Al cabo de un rato, Kuno se presentó en el salón pidiendo a Kasumi unas bandas de tela y un bol con agua para refrescar la frente a Ranma, quien estaba un poco peor.

Kasumi se lo dio.

Ya me encargo yo, gracias Kasumi.

Cuando Kuno abandonó la sala, Akane preguntó al resto.

¿Y se puede saber por qué Kuno está cuidando de Ranma ahora?

Porque Kuno se preocupa por él. Ha sido un gran apoyo para Ranma este tiempo – respondió Kasumi con sencillez. – Desde que viven juntos se han hecho buenos amigos. De hecho, Ranma vive con Kuno porque este no le deja marcharse a otro lugar que no esté tan bien y sea tan lujoso como su casa, así que… pronostico que Ranma pasará muuuucho tiempo allí, desde que nadie le manda dinero.

¿Y tú como sabes eso?

Ranma llama cada dos días, sin faltar nunca. El problema es que el resto os pasáis la pelota de unos a otros y al final siempre hablo yo sola con él. – Kasumi dio un sorbo a su té. – Creo que Kuno y él se necesitan para superar la añoranza de estar lejos de su familia.

Akane suspiró. Ahora se sentía peor. Su hermana lo sabía todo sobre Ranma y ella apenas si hacía otra cosa que gritarle y pegarle.

Kuno, cuando anocheció, se presentó en el salón y se despidió de todos los presentes.

Ranma se encuentra ya mejor, gracias por todo. Mañana vendré a verle de nuevo.

No te molestes, Kuno, aprovecha para estar con tu hermana – le sonrió Kasumi.

No me importa, Ranma me cuidó cuando yo me puse enfermo hace un mes. Estuve dos semanas en cama. Y quiero devolverle el favor.

Kuno se despidió ceremoniosamente y se marchó.

Genma miró al amigo de su hijo y comentó.

¿Y decía que Ranma vive en una mansión más grande que ésta a cuerpo de rey? Mmmmm, tal vez vaya a vivir con mi hijo para que no esté solo.

Eso nunca, no te quiero ver por Tokio – una voz que intentaba sonar ruda salió de Detrás de la puerta.

¡Ranma¡Deberías descansar! – le increpó Kasumi, viendo el mal aspecto del joven.

Iba al baño – se disculpó – En serio, papá, no te quiero ver por Tokio, allí la gente todavía me respeta un poco. – Increpó más rudamente.

No oses ofender a tu padre.

Te ofendes tú solo. Si al menos vinieras para estar conmigo… pero no, lo haces porque Kuno es rico. Si viviéramos en un modesto pisito de estudiantes no lo dirías. Además, no tienes suficientes buenas maneras para convivir con Kuno – Y sin más, dejó la habitación, yendo al baño apoyado en las paredes para no caerse.

Genma insultó a su hijo, llamándole desagradecido por todo lo que estaba haciendo por él para mantenerle en la universidad.

¿Hacer? – Ranma, apoyado en la pared del pasillo, increpó a su padre. - ¿Hacer? Tú no haces nada, estoy becado, lo que incluye la comida allí. Duermo en casa de un amigo que es demasiado honorable como para lanzarme lejos por ser un parásito, la ropa y los libros me los he pagado yo dando clases a mis compañeros. No creo que sea una carga para ti ni para nadie, salvo para Kuno y en, todo caso, su criado Tasuke. – Ranma se metió en el baño y cerró la puerta, desoyendo las quejas de su padre.

¿Os podéis creer su desfachatez? – dijo cuando retornó al salón.

Amigo mío, te doy la razón. Tu hijo es un desagradecido. – Nabiki sonrió, a ella también le gustaría vivir con el nivel de vida de Kuno, y desde que Ranma se había ido había perdido su principal fuente de ingresos. Akane estaba pensativa y Kasumi en la cocina preparando la cena.


Gracias… Espero ansiosa rewiews, aunque no estoy muy contenta de este fic… Si ayudárais a mejorarlo, pues eso que ganaríamos todos… ¡Sobre todo yo!

Hasta la próxima actualización!

VenusOfHeaven