El sangriento Harvard 2 º parte.
Amy dormía tranquila en su cama de universitaria hasta que… ¡Plam! Se abrió la ventana de un golpe, Amy despertó sobresaltada y con frío fue a cerrarla. Antes de volver a su cama se dirigió a ver cómo andaba su amiga Blanca., estaba destapada y con una sonrisa la cubrió… pero notó algo raro y duro mientras la tapaba… corrió lentamente la sábana y… sacó ese objeto largo que tenía Blanca en sus manos… era un vate…… ¡Plam! La ventana se volvió a abrir y de nuevo fue a cerrarla… ¡pero un antes de llegar a unos centímetros un cuervo entró a la habitación y empezó a revolotear por el cuarto!
¿¡Qué es eso!- despertó Blanca.- ¡Saca ese pájaro de aquí!
Amy lo perseguía tratando de ahuyentarlo pero el ave se ponía más histérica. Volcaba todo lo que había a su paso, libros, vasos de vidrio, objetos personales,
El pájaro ya estaba mareado y se dirigió a la cara de Amy, por suerte lo atrapó pero por mala suerte se cortó con el vidrio del los restos del vaso.
El estúpido cuervo me empujó… ay, ay.
¿Estás bien? Debería ir a enfermería.
Si.- fue a la ventana cojeando, sacó al pájaro y cerró la ventana con la traba.
Qué susto, ¿qué le pasó a ese cuervo?
No lo se, aparentemente estaba amaestrado, un cuervo normal no entra a una casa así como así.
Amy tiene razón.- se apareció una figura en la puerta con una vela encendida.
Ay, Ariana no nos asustes.- dijo Blanca con una mano en su corazón.
Escuché ruidos y las escuché hablar, buen punto el de Amy los cuervos no son muy vistos por aquí.
A mi no me sorprendería.- dijo Sharlotte entrando con su pijama negro.- Cuando ven a un cuervo es una señal.
¿Señal de qué?- preguntó Amy.
De la muerte…
Sharlotte estamos cansadas y no me caen bien los cuentos de terror a las tres de la mañana.- dijo Blanca.
Otra vez con esto ¡yo no invento!- la chilló Sharlotte.- Harvard tenía un cuervo de mascota y su seguidor tiene uno también, ¡te sugiero que comiences a creer!- cerró la puerta de un golpe.
Sabe demasiado verdad.- dijo Blanca.
No te enojes Sharlotte es ¡au!- miró su pie.
¡Amy olvidé tu pie!
Será mejor que vallas lo más rápido a la enfermería.
Lo aré.- se iba.- Blanca no escuches a Sharlotte ¿si?
No te preocupes.- dijo agitando la mano.- cerraré la puerta con llave.
Amy iba cojeando por los pasillos y mientras caminaba veía más o menos como eran los estudiantes de noche…
Por ejemplo al pie de la puerta del cuarto 106 estaba sucio y en el 101 un chico y una chica hacían cosas indebidas.
Todo era muy tranquilo, el frío piso a cuadros azules y blancos, más ventanas abiertas y extraños ruidos que provenían de una habitación bajando las escaleras.
Estaba asustada sin duda pero no podía ir muy rápido aunque trataba de apresurarlo pero solo lograba gemir más…
Ponía su mano sobre la pared como sostén. No faltaba tanto para llegar al ascensor, todo tenía un aire tan deprimente de noche la escuela era otra… Le faltaba unos metros más y todo iba tranquilo y silencioso… hasta que… se encontró nuevamente con ese erizo grosero color verde apoyado sobre la pared, le costaría pasar si se seguía sosteniendo de la pared. Hizo un esfuerzo y caminó por el medio…Tenía miedo que le hiciera algo, él estaba fumando y miraba a Amy con cara de asesino… Amy juró que le quería poner una traba, pero no izo nada. Pero la siguió mirando hasta que desapareció.
Por fin llegó a la enfermería donde atendía una mujer que leía una revista y tenía cara de… se veía vieja y sin sentido del humor.
Unos pasos más y llegó.
Por favor ayúdeme, me corté la planta del pie.- la mujer la miró con indiferencia y luego a su pie.
Sígueme.
Ni siquiera la ayudó a caminar realmente era odiosa.
Siéntate ahí.- le ordenó y Amy se sentó sobre la camilla pero le dolió. La vieja buscaba en los estantes de vidrio transparente.
No entiendo por qué los adolescentes son tan tontos, el primer día que entran y ya se cortan.
Fue un accidente.
Eso dicen todos.- Pasaba por su mano un líquido que Amy conocía y le asustó.
¿No me pondrá alcohol?
No, te serviré el té.
No es muy agradable, sabe.
¡Mira niña…
¿Helena?
Una chica más atractiva vino de otra puerta, también tenía traje de enfermera.
Helena ¿qué está haciendo?- preguntó con una sonrisa.
Hago mi trabajo ¿¡Qué crees que hago?
Creo que le pondrás alcohol puro a la herida de esa inocente en ves de un yeso.
¡Tú viniste para aprender! ¿o no? ¡Así que vuelve a separar esos remedios!
Te diré qué.- dijo con calma y aún conservando esa sonrisa.- Te dejo la noche tranquila y te cambio mi puesto.
Helena miró a las dos y se fue maldiciendo a alguien pero no sé a quién.
No le hagas caso, no es así siempre. A veces haría lo que fuera para que se valla.- Preparaba una palangana con agua y jabón.
Mi nombre es Tania.
Amy.- contestó ella. Tania era una eriza rubia muy bonita y amable.
Lava y desinfecta sus heridas.
Arde.
-Aguanta, ya termino.
- No sabía que había una enfermería en Harvard.
- Han remodelado todo, estos días e incluyen más medios para los estudiantes, así cuando necesiten ayuda urgente tendrá un enfermería cercana.
- Ajá, oye Tania ¿Has oído la historia de Harvard?
- ¿Te refieres a la de los descendientes?
-Si.
- He escuchado versiones peores, pero nunca les hagas caso no siempre son reales.
Le ponía un yeso al pie de Amy.
- Terminamos no fue tan doloroso ¿verdad?
- Gracias ¿Podré caminar pronto?
- Mmmh, diagnostico que n un par de semanas o un mes.
- Bueno, como sea gracias de nuevo.
- No hay de qué, te ayudaría pero debo vigilar el lugar, normas de la escuela.
- Puedo sola.
- Que duermas bien, niña Amy.
- Buenas noches Tania.
A Amy le dieron dos muletas para que use uno o dos días porque la herida no era tan grabe.
La chica rosa volvía por los oscuros pasillos y creía ver cosas pero para ver si eran ciertas tenía que quedarse a ver, y eso ni soñarlo. Se sentía observada y aunque quisiera correr no podía por las muletas. Ya no veía a Frank ( el chico que fumaba) y no escuchaba a esa pareja en la habitación. Paso… paso… paso… paso… le faltaba un poco más para llegar.
Cuando una chica siente que alguien la sigue a eso se le llama intuición femenina… y eso nunca falla… ahora en el caso de Amy… Ella sentía que la seguían…… Y tenía razón, todo iba bien en su camino hasta que se asustó al ver una persona a lo lejos corriendo y desapareciendo.
¿Hola?... ¿Franck?... ¿Eres tú?
Nadie contestaba y tampoco ruidos se escuchaba.
Amy tenía una expresión de horror y se ponía pálida pero intentaba recobra corage.
Franck si res tú yo…… Dejaré que sigas ahí.- se fue a su habitación muy asustada, no le faltaba mucho buscó el número, abrió la puerta y al entrar se apoyó en ella, respiraba agitadamente y con un último suspiro fue a acostarse.
Aunque Amy no quería creer… Eso del señor Harvard y el seguidor le daba mucho miedo. Se durmió enseguida para comenzar bien el día y faltaban unas horas para que saliera el sol.
AL OTRO DÍA: Se despertaron con buen humor, desayunaron y luego se dirigieron a su primera clase que era química
Se pusieron en grupos de pero estas amigas permanecían cerca.
-¡Amy!
Ella se dio vuelta y a unas mesas estaba Salem, que fue muy amable la primera vez que habló con ellla, la saludaba y ella a él.
- ¿Quién es él?- preguntó Verónica.
- ¿Acaso es Salem?- dijo en tono burlón Sharlotte.
- Si, es él.- contestó Amy.
- Le gusta a Amy- dijo Blanca.
- No es verdad.
- Amy tiene razón a ella le gusta Sonic.- dijo Halen.
- Si pero Sonic no está aquí.- dijo Sharlotte con esa misma cara.
- Sharlotte no se como te soporto.- dijo Halen.
- Chicas mejor cállense o nos meterán en problemas.- dio Ariana que estaba al lado de Sharlotte.
- Yo vivo por soporte de los problemas Ariana.- le contstó Sharlotte.
- Entonces vivirá de lo lindo si no se calla.- dijo la profesora de ciencias que atrapó a Sharlotte.- Alumnos hoy hablaremos del oxígeno y medidas de la ciencia avanzada. Si no entienden… pues que lástima no explico las cosas dos veces, solo una vez.
La profesora se veía muy estricta, con esos anteojos y esas manchas de la piel. Se dirigió al pizarrón.
Ahora hablemos de la importancia de…
Amy miró hacia otro lado un segundo y vio a Franck con un cuervo en sus dedos.
La chica quedó petrificada, y ya empezaba a sospechar.
Blanca… Blanca.
¿Qué?- se hablaban por lo bajo.
Mira.- señaló al chico.
Ah.- suspiró.- Él metió al cuervo por la ventana.
¿Dónde?- dijo Sharlotte.-Ah- suspiró- ¿No es hermoso?
¿Franck?- preguntó Amy.
A demás. Mira ese pichón de cuervo… y miren al otro pichón.- Sharlotte miraba a Salem.
¿Qué hace Salem con él?- dijo Blanca. Los dos metían al cuervo en la jaula.
¿Será de Salem?- preguntó Amy.
Chicas no me quiero entrometer.- dijo Ariana.- Pero, 1 los dos pueden ser compañeros de trabajo, 2 o amigos, 3 el cuervo podría ser de la clase de ciencias y como es de la escuela es bien amaestrado. Mi teoría: Ayer estuvieron aquí y soltaron al cuervo pero se les escapó y el pobre plumífero entró por accidente a nuestro cuarto pensando que era el laboratorio.
…………………………………..- las chicas quedaron el silencio.
Bueno no podía evitar en deducir algo.
Bueno joven, deja de deducir ¡o la mando a dirección!- dijo la profesora.
Lo siento mucho profesora.- dio Ariana casi haciendo una reverencia. La profesora se iba.- Gracias, ahora la profesora me mira con otra cara.
No me atrevo a decir cuál.- dijo Sharlotte como una canción.
PASARON UNOS MINUTOS:
Quiero ver como mezclan los elementos.- dijo la profesora.- El color debe ser violeta.
La mayoría lo hacía muy bien. Llegó a la mesa de Amy y Blanca.
Quiero ver lo que hicieron.
Prendieron el fueguito de bajo del recipiente de vidrio, empezó a salir color violeta pero con espuma.
Tienen 9 por intento, no tenía que salir espuma.- Las dos se aliviaron.
Fue con Halen y Verónica, se ponían nerviosas y les salió todo mal, se les derramó todo.
Cero.- anotaba en su papel de calificaciones.
Se dirigía a las dos últimas mesas.
Apúrate Ariana.- le decía por lo bajo.
Solo un minuto.- mezclaba e introducía rápidamente.
¿Por qué tardaste tanto? Creí que eras un cerebrito.
1 La culpa fue tuya por querer mezclar agua con uvas pensando que eso lo haría más rápido, si yo fuera la profesora sospecharía.
Por favor Ariana ya viene.
La profesora llegó y con mucha suerte pudieron lograr un 10. Salieron los estudiantes para las otras clases o sea terminó.
A Amy la ayudaron sus amigas a caminar porque aún tenía el yeso en su pie.
- Mi primer día de clases y saqué un 10.- dijo Sharlotte contenta.
- Querrás decir nos sacamos un 10.- la corrigió Ariana.
- Ok Te debo una ¿está bien?
- ¿Vieron la cara de ese Franck?- dijo Sharlotte.- Parecía un loco.
- Está loco.- dijo Verónica.
- Pero a penas lo conoces.- dijo Blanca.
- No les miento, realmente está loco. Oí que de niño casi ahorca a su compañero de preescolar.
- ¿Cómo sabes eso?- preguntó Amy.
- Bueno…
- Baya baya baya, miren quién está aquí.
Amy reconocía esa voz y no quería comprender qué hacía aquí.
¿Sally?
La ardilla Sally estaba con dos amigas a su lado que también eran ardillas.
¿Qué haces tú aquí?
Esa no es forma de hablarme, no a mí.- decía con una sonrisa maligna.- Pero si lo quieres saber, tengo un trono que proteger y el estudio es esencial para que me valla mejor en mi carrera, eso me abrirá muchas puertas y así debe ser una princesa y no quiero alardear pero el colegio suplicó que viniera.
Amy, no nos hablaste de tu amiguita.- dijo Sharlotte.
Sally miraba a esta gata.
Jajaja.
¿Qué te da risa?- se empezó a enojar Sharlotte.
Sabía que tendrías amigas cualquiera Amy. Una pata, una gata, una osa y mira una eriza para no sentirte sola entre toda esta granja.- las tres ardillas rieron.
Tus amigas son tan perfectas ¿no?- dijo Amy furiosa.
Verás Amy, yo me junto con las que me conviene y las que son dignas de mí.- dijo con mucho orgullo.
No sabía que la basura sabían algo de dignidad- lo que dijo Sharlotte le llegó al alma a Sally.
-Te debes sentir muy importante, para un gato corriente.
- Te doy 3 segundos para que te retractes.- dijo Sharlotte entre dientes.
Ariana que estaba atrás de todo fue hacia Sharlotte.
Vamos Sharlotte, no quiero que haya problemas aquí.- le dijo ella.
Sally miró bien a Ariana. Sus ojos destellaron algo malo.
- Esta chica tiene razón ¿para qué meterse con esta chusma? Chicas nos vemos.
Las tres ardillas odiosas se fueron y las demás se miraban.
¿Quiénes se creen?- dijo Halen.
Cuando se trata de Sally es mejor no meterse.
"El colegio suplicó que viniera"- la cargó Sharlotte.- Por mi que le hizo un favor al director, si sabes a qué me refiero.
¿Con esa boca besas a tu madre?- dijo Verónica.
Bueno intentaré dejar los chistes asquerosos y de doble sentido.- dijo ella.
Rápido o llegaremos tarde a la clase de economía.
Sally hablaba con sus amigas.
¿Vieron a esa ardilla?- dijo Sally.
Parecía una nerd pero si la arreglamos se vería igual que nosotras.- dijo Judy, su amiga.
Pero cómo podemos hablarle si está todo el tiempo con esa sorra de Sharlote.- dijo Melanie, la otra amiga.
No se preocupen, algún momento se alejará de esas.- dijo Sally.- Toda ardilla vale la pena en mi grupo.- Rieron las tres juntas.
Ya se acababa el día y Amy dormiría con un yeso firmado por sus amigas.
Todo se ve tan feliz… lo lamento… pero la felicidad…… debe acabar.
Era media noche y había un viento terrible.
Tania la enfermera se despedía de Helena.
Adios Helena cuídate.- dijo Tania con una sonrisa.
He estado aquí por tres años nada malo me puede pasar, conozco el lugar perfectamente.- la regañó.
Bien por ti.- y se fue con esa sonrisa.
Esa novata, no se si se hace o es una loca feliz.
Helena habría la puerta del sótano donde guardaba las medicinas y las inyecciones, prendió la luz y empezó a organizar los medicamentos.
Debí retirarme el año pasado pero no, creí que podía ganar más dinero.
La puerta principal de la enfermería se abría lentamente.
Helena tomaba una cuerdita del techo que al jalarla se había una trampera donde guardaba medicamentos.
Malditos medicamentos, siempre yo tengo que ordenarlos.
Desde arriba se escuchaba algo de vidrio, Helena cerró la trampera fuertemente y subió de mal humor.
Cuando llegó y miró a su alrededor, era la el mismo y frío consultorio… Hasta que localizó la que había caído.
Jem.- era un frasco de alcohol derramado en el suelo.
Ya no hacen estas cosas como antes.- gruñó.
……… Pero Helena…… no se había dado cuenta… de que algo la espiaba desde su armario.
La vieja recogía tranquilamente los vidrios…………. ¡De pronto! La puerta que conducía abajo se cerró así nomás.
La mujer se dio vuelta y no había nadie… Se paró.
- ¿Quién está ahí?- más que con miedo fue enojada………………. Abrió la puerta lentamente…………………...
Miró el oscuro sótano, puso su dedo sobre el botón de la luz… pero no prendía.
- ¡Maldición, ¡vejestorio!- le dio un golpe al botón.
…………………Era extraño…………… Porque antes funcionaba la luz……………. No se sabe cómo… no se sabe cuándo ni quién… Pero donde estaba el interruptor había un pedazo de metal que lo traspasaba… por eso no había luz……
Helena tomó una vela del cajón de arriba y bajó por las chirriantes escaleras.
¡Si no sale ahora pequeña rata te reportaré a dirección, más un castigo y te largas de aquí!
Algo o alguien la espiaba, en un rincón del sótano… Helena miró para aquél lugar y se dirigió lentamente…había una vieja sábana que cubría algo……. Helena extendió lentamente la mano hacia la sábana para descubrir quién era……………………………….. ¡Zaz!... la quitó………………… y no había nadie.
Estaba confundida, creyó ver a alguien bajo esas sábanas. Entonces pensó "pudo a verse escondido en el armario"
Había otro armario allí abajo entonces lo revisó por completo pero ningún ruidito.
Debió ser el viento…- cerró el armario y más nerviosa volvió a su trabajo. Cuando fue a esa mesa no pudo evitar en notar que el cordoncito de la trampera se movía de aquí para aya… Qué raro- pensó ella. Lo paró con la mano y decidió a abrirlo… Error fatal… De la trampera salieron inyecciones volando como aviones que picaron a Helena y quedaron atascadas en su piel.
¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaah!- Iba de un lado a otro con montones de agujas clavadas en su cuerpo. Calló al suelo boca abajo y de atrás vino un desconocido vestido de negro que le tiraba más agujas en la espalda.
¡¡¡Nooooo! ¡¡¡Por favor noooo!
Se le acababan las agujas y Helena aún seguía viva y gritaba por su vida. Unos guantes negros de ese tipo la dieron vuelta toda ensangrentada, la mujer miraba con horror al tipo, su cara estaba tapada por una careta de un niño sonriendo. Helena abrió la boca pero nada salía hasta que pegó un grito que espantaría al mismo demonio, pero no a él.
El malvado sujeto tomó un martillo que estaba en la mesa y le empezó a golpear la boca a Helena., cayeron varios dientes pero no dejaba de gritar… El sujeto sacó de su bolsillo un cuchillo de carnicero y le empezó a cortar la boca como una rodaja. Toda su piel interior quedó al aire libre, este se cansó de esperar a que se callara tomó su cuchillo y le empezó a cortar en dos el cuerpo y le revolvió las tripas. Sangre por todos lados y la dejó con las tripas por el suelo.
Al tipo por la careta en la parte de la nariz le salía sangre… la vio un minuto morir a Helena y luego se marchó con la nariz sangrando…
Amy se revolcaba en la cama.
Amy ¿por qué gimes?- preguntó Blanca despertándose.
¿Eh?
¡Amy!- la despertaba.
Ah, ah, eh… ¡Ah! Es que me pica este yeso.- se rascaba el pie.
Entonces ve a la enfermería.
No lo se ¿y si molesto a Helena? A esta hora ruge como un león. Debería preguntarle a Ariana.
O nonononono, te daría consejos de la escala del uno al diez, no mejor no.
Ok.
¿Puedes sola?
Si, si.
Amy salía con mucho cuidado de la cama y le llamó la atención una caja muy bonita color verde con los bordes de oro.
Blanca ¿esto es tuyo?
Si. Ahí guardo cosas que escribo.
¿Puedo ver?
¡No!.- dijo sobresaltada.- Eh, digo, no, es secreto.
Está bien.
Sola se fue por la noche al consultorio donde estaba Helena con una linterna para no asustarce como la última vez que caminó por ese pasillo.
La eriza miraba la puerta.
Hola, ¿hay alguien?
Iba abrir la puerta pero se abrió sola… Eso la asustó un poco pero se convencía de que era el viento…… Dio silenciosos y suaves pasos que casi no se oían… El lugar estaba vacío.
¿Habrán serrado?- Amy puso su vista en la puerta del sótano donde había una nota pegada con cinta adhesiva.
La sacó y la leyó.
Lo que una vez molestó no lo hará más, ya que solo sangre dejó. No te preocupes pequeña niña ya no sufrirás.
Amy no entendía qué hacía esa nota ahí pero decidió investigar… bajó por las escaleras del sótano… Intentó unas tres veces prender la luz pero nada……..
¿Helena? ¿Estás aquí abajo?
Amy estaba muy asustada… Y decidió alumbrar con su linterna. Buscaba por aquí… buscaba por acá… pero no veía a Helena… ¡Asta que! Encontró a la vieja Helena en el piso con sus órganos afuera y chorreaba sangre por todos lados, incluso estaba sobre un charco de sangre. Impactada se fue corriendo serrando la puerta.
Continuará.
Proyecto Clara.
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