Hola! Debido a mis (malditos, desgraciados, infelices) exámenes finales, no había podido publicar nada nuevo hasta ahorita. Y cómo mi papá me hizo el "favor" (sic.) de conseguirme empleo para las vacaciones, pues tampoco voy a tener mucho tiempo, así que probablemente mi historia larga tarde un poco -o un mucho- en ver la luz... Disculpas a los que la esperaban pronto uuU

Hola GButeler! Tanto tiempo! Espero que sigas pronto con "Maratón Sumo" y "Twisted Love". Suerte y gracias x tus reviews!

Tb thanks a tí, KsKaBeLL! Vas súper bien con Ying Yang! Lamento decirte que la saga larga tardará AÚN MAS de lo planeado por las razones arriba descritas :S

Los dejo con (otro) One Shoot. Bye y nos leemos luego!

El Fugitivo

-

Estaba cerca.

Quizá atrás de él.

Con pasos descontrolados en un intento desesperado por ponerse fuera de su alcance, trastabilla.

Más sólo le toma un segundo recuperar el paso.

Detrás suyo oye gritos destemplados…

"¡Ven acá, aborto de Satán!"

No voltea la vista.

Su corazón se agita precipitadamente.

¿Cuánto falta para salir de esos túneles oscuros?

¿Cuánto para ver la luz?

No parecen tener fin.

"¿A donde crees que vas¡Ven aquí, maldito animal…!"

Empieza a agotarse por la carrera.

Pero el notar la voz cada vez más cercana lo obliga a seguir corriendo.

Todo sería muy distinto si él fuese quien lo siguiera.

Así suelen jugar.

Pero su perseguidor no le da confianza.

Lo asusta.

"¡Estúpido…¡Ven acá!"

El fugitivo redobla la carrera. Su estómago empieza a pesarle. Su respiración, a ser insuficiente.

¿Es que este tipo no se cansa nunca?

Se sabe culpable del delito que le imputan. Pero no quiere el triste destino que supone su condena.

Las piernas dejan de responderle. Se tira sobre el agua encharcada de las cloacas. Escuchas sus pasos. Su cerebro se inunda por su propio miedo y lo paraliza.

Lo ve acercarse, con la mirada siniestra.

Y se acuerda de nuevo de su único amigo.

Aprieta los ojos, mientras el cazador se le acerca con una sonrisa de triunfo.

La victima se encoge sobre sí misma.

Y abandona toda esperanza.

Habría dado su vida porque su amigo estuviera ahí…

Parece que despues de todo Dios no está sordo.

El haz de luz de una linterna irrumpe en la escena inesperadamente.

Instintivamente, abre los ojos…

Detrás de toda esa luz la silueta que porta la lámpara de mano se dibuja perfectamente.

La presa siente cómo si volviera a ver el sol después de resignarse a las tinieblas.

Quiere gritarle. Pero sólo atina a lanzar un estridente aullido.

Para su fortuna, alguien reconoce su voz.

"¿Klunk¿Qué demonios haces aquí?"

El gatito se echa a correr y salta a sus brazos.

Desde esa perspectiva, el perseguidor no es tan intimidante.

"¡Donatello¿Estuviste correteando a mi gato?"

"Él se comió a mi pez dorado. Otra vez. Así que espero que al menos pienses pagármelo."

FIN