Capítulo 7:
Sin Mapa... pero bien DesquitadosHarry estaba realmente furioso, podría parecerse al exorcista en ese momento, tenia la certeza que esas chicas tenían su valioso mapa y parecía un leoncillo furioso ¡Se habían atrevido a robarle un tesoro valiosísimo!
- ¿Qué vamos hacer Ron? Tampoco tenemos la seguridad…
- ¿Quién mas? ¿Quién mas nos ha estado atacando? ¡Las abejas las enviaron ellas!
- ¡Me lo deben devolver!
- ¿Y como?
- No lo sé, las obligare si es necesario…
- Podemos pedirle a Luna que registre su habitación y los sustraiga…
- Es cierto… pero… ¿y en caso de que no se pueda?
- Entonces vamos a darle lo que quieren…
- ¿Qué?
- ¡Combatir fuego con fuego!
- Ron… ¿me estas diciendo que vas a ceder a sus caprichos de niñas extranjeras raras?
- Lo que te digo Harry… es que si para conseguir el mapa, hay que fingir… lo haremos, alguna de ellas lo tendrá que proporcionar… Sahara o Ana… con Nenyeina no, porque Neville no quiere ni salir de su habitación.
- ¡Buena idea!
- Así matamos dos pájaros de un tiro, conseguimos de vuelta el mapa… y nos desquitamos.
- ¡Cuenta con ello!
Cuando Luna se entrevistó con ellos, fue en la enfermería, había querido entrar a la habitación de las chicas, pero la entrada estaba hechizada, así que a la pobre le salieron furúnculos en todo el cuerpo.
- ¡Son muy astutas! – Dijo Harry - ¡Mi mapa debe estar ahí!
- ¿Pasamos al plan dos?
- Ya lo creo – gruñó – en cuanto vea a Ana, comenzare su mismo juego…
- Yo haré lo mismo con Sahara… a ver que consigo ¿estas seguro de no querer ayuda de los miembros del ED?
- Esta es nuestra guerra personal Ron, a mi ningunas niñas me roban algo tan preciado y se quedan tan tranquilas.
- ¡Ese es Harry! – sonrió Ron…
Los chicos estaban a punto de convertirse en caimanes…
Y las chica a punto de irse de boca… porque cuando Ana, la bella Ana se encontró con Harry frente a frente, le lanzó un amplia sonrisa, que por parte de Harry, le hubiera lanzado un hechizo de moco murciélagos ahí mismo.
Pero siguiendo los sabios consejos (por así decirlo) de Ron, se contuvo.
- ¡Harry! – lo saludó descaradamente.
- Hola… Ana (el chico estaba a punto de saltarle al cuello para arrancárselo)…
- Mi día se glorifica al verte…
- El mío no tanto (UUUUUUUUUUUUUH)
- ¿Y eso?
- Ya sé que tienen mi mapa…
- ¿Ese insignificante papel? (¿INSIGNIFICANTE PAPEL? ¡ALEJATE DE AHÍ ANA Y LO MAS PRONTO QUE PUEDAS!)
Harry contó hasta diez… y llego al cien, porque estaba a poco, de zarandearla, pero se contuvo. Era por él bien del mapa.
- Para mi es más que un trozo viejo de pergamino… lo quiero de vuelta.
- Pues… si lo quieres, tendrás que complacerme (uh lala, música para sus oídos)
- En lo que gustes – respondió Harry… era justamente lo que quería oír.
- ¿Qué quieres a cambio del mapa? – pregunto Harry.
- ¡Eso es música para mis oídos!... te diré, lo único que quiero es un día en tu apreciable compañía, ser consentida por ti y sobre todo, acceder a todos mis locos deseos - dijo la chica con una mirada, que si hubiera podido, se hubiera comido a Harry en ese momento
(¿Y tú nieve de limón de que sabor lo quieres, eh?)
Harry siguió contando del cien al mil, un millon, dos trillones... por dentro sentía que se lo llevaba la chin... lo que ya saben
- ¿Si hago lo que quieres me darás el mapa? - dijo con una falsa y a la fuerza sonrisa
- Te lo daré ese mismo día al finalizar nuestra cita...te daré TODO lo que quieras - (ajá, si claro toooooodo) - pero...
- ¿Pero?
- ¡Tu amigo Weasley también debe ser buenito con Sarita, oye que mi amiga fea no es y él se simpatiza mucho!
- Trato hecho – respondió Harry medio serio - ¿Cuándo quieres que salgamos?
- ¡Sorpréndeme! – le coqueteó Ana y se alejó sonriendo.
- ¡Claro que te voy a sorprender! – pensó Harry. Y de inmediato buscó a Ron, para comenzar a idear su plan.
Ni tarda ni perezosa, Sara veía a Ron acercarse a ella y de inmediato se acomodó su túnica, su cabello largo y sedoso y las chapitas, tomando una actitud coquetona.
- Sahara – le dijo – que bien te ves hoy...
- Gracias, que gusto que me hables "Ronnie" (o... muñecote precioso, prestaras) – sonrió la chica (ay pero que fácil se van de boca)
- El sábado iré a Hogsmeade ¿quieres acompañarme?
- ¿En serio?
- Claro... tenemos que hablar sobre cierto pergamino que le quitaron a Harry.
- Ah...- suspiró, de modo que era por el pergamino ¡¡bendito chantaje!
- Yo sé que lo tienen...
- Sabes bien...- disimulo Sara su decepción, pero sonrió mas seductoramente
- Y lo queremos de vuelta... ¿podría ser eso posible?
- Claro, lo llevare conmigo y al final del día veremos.
- Bien... sábado a las ocho, en la entrada...
- Ahí estaré – suspiro Sara.
Al poco rato, Harry y Ron sonreían. Ya tenían bien trazado el plan en Hogsmeade. Y esas niñitas se las iban a pagar.
Pero las chicas también tenían sus planes... que tontitas no eran
- ¿Ya están las copias del mapa? - preguntó Nenyeina
- Ya chicas... todas tendremos el mapa... y una de nosotras, el original... bueno, así, que de momento, no sabrán quien tendrá el mapa original.
- Por lo menos de algo sirvió ¡el sábado la pasaremos genial!
- ¡Que suerte! – suspiraron, las demás.
El sábado por la mañana, cada una agarro su camino, Ana se fue con Harry a las ocho y Sara a las nueve con Ron. Curiosamente ninguno se encontró a la salida ni en Hogsmeade... y el resto, como Aliance, Nenyeina, Diana, Mariana, Alkyon pues llegaron al rato, buscando víctim... digo... tratando de hacer amistades con los demás niños.
- ¡Este lugar es divino! – decía Ana - ¿a dónde iremos primero?
- A pasear por los alrededores, hay un bonito lugar que te gustara – le dijo y Harry tomo la dirección por la casa de los gritos, en el camino, se toparon a Justin y a Seamus que bajaban silbando.
- ¿Qué ahí? - preguntó Harry con un saludo, pero Ana, mirando con deseos al chico, ni en cuenta de las miradas que cruzaron ambos.
- Todo bien – dijo Justin y pasaron de largo.
Y ella iba tan abobada que aquello no le pareció malo.
Hacia el otro lado, Ron y Sara caminaban entre los árboles, sin bajar al pueblo.
- ¿Así es que me quieres llevar a tu lugar secreto preferido?
- ¡claro! También invite a tus amigas...
- ¿Por qué? – gruñó, lo que menos quería eran estorbos, ella deseaba estar a solas, solitas, solititas con el salvaje de Ronnie.
- No te preocupes Sahara, ellas se quedan, nosotros nos vamos.
- ¡Eso me parece bien!
Llegaron muy cerca de la cabaña de los gritos, y Harry fingió
que tenia algo en el zapato.
- ¡Sigue caminando! – le dijo
de modo muy natural - ¡Yo enseguida te alcanzo!
- ¡Bueno! – dijo Ana, inocentemente caminando en línea recta.
Pero metros más adelante, y de pronto, los pies de Ana se hundieron y fue a dar boca abajo bajo una delgada capa de hielo, que se despedazo dejando salir lodo y chapopote, empapándose toda.
- ¡AAAAY! ¿qué es esto? – grito, llena de lodo y chapopote.
Y para su peor mala suerte, su varita estaba tirada en la orilla. Harry llego con una mirada de satisfacción y Ana comprendió todo demasiado tarde.
- ¿No crees que hace mucho frío para tomar un baño? – le dijo riendo cínicamente.(¿No es adorable? desgraciadoooooooooo como dijera Merce, de Bety la fea)
- ¿No vas a ayudarme a salir? - preguntó enrojecida y titiritando de frio - ¡que poco cabelloroso eres Potter!
- Depende... – dijo el chico – si traes encima algo que me interesa.
- Tomo su varita mágica - ¡Accio mapa del merodeador! – y el supuesto mapa, salió de las ropas de la chica, sucio.
- ¡Fregotego! – dijo Harry y el mapa se limpio un poco.
-Bueno, ya lo tienes – dijo Ana, quien titiritaba de frío – ahora sácame de aquí... o por lo menos, aviéntame la varita.
-Voy a decirte algo... – dijo Harry tomando su varita del piso – el baño, te hace falta, para que se te bajen los humos (hubiera dicho la calentura) así que no te vendrá nada mal... estar ahí un rato.
Y riendo se dio la vuelta, llevándose la varita y dejándola atorada en el hueco de un árbol.
- ¡Pero se te va a borrar la risita estúpida cuando veas que... el mapa... no es real! ¡Ay, pero no es estupida, es la sonrisa mas sexy del mundo! ¿pero que cosas dices Ana? ¡te acaba de dejar en ridículooooo! (Ana, está locaaaaaaaaaaaaa) – murmuró Ana sin que Harry le oyera y lo vio alejarse.
Y cuando quiso salir del lodo, no pudo, resbalo y volvió a
caer, y rompió a llorar amargamente, su cuerpo se le estaba
congelando y el humor también...
(loooooooo siento chicas,
pero primero tendrán que sufrir un poco antes del desquite)
Mientras Ana, hacía algunos corajes, las chicas estaban en Las Tres Escobas, mirando a los chicos y analizándolos de pies a cabeza. Draco se pavoneaba cerca de ahí y Aliance como Diana, lo recorrían con la mirada.
- ¡Si que es pretencioso el tipo! - susurró Aliance - creo que me buscaré otra entretención, en lo que tu intentas conquistarlo...
- ¡Vaya, si como no! - sonrió Aliance
- Pues yo vi algo interesante - dijo Xena, al ver entrar a un grupo de Ravenclaws, sonriendo y haciendo bromas, pero en cuanto miraron a las chicas y como se los comían, hasta se atragantaron.
- ¿Quien será ese chico?
- ¿Cual de todos querida?
- El chico delgado, de cara simpática, buen mozo, algo tímido...
- ¡Aléjate de los tímidos Xena!
- ¡Iré a investigar! - se levantó Diana y desapareció
- Pobre Nenyeina, lo dice por experiencia - murmuró Mariana
- ¡Ya cállense y sigamos disfrutando el buffette, mientras que Sara y Ana se la pasan súper con sus prospectos y nosotras aquí, a dieta!
- ¿A dieta?
- ¡A dieta de besos y apapachos! - gruñó, cuando Diana volvió. -¡Se llama John Lupín! - dijo Diana triunfante - es un cerebrito de Ravenclaw, tímido, reservado, pero es un encanto, y caballeroso!
- ¿Quien te dijo eso?
- Unas metiches de Hufflepuff...
- ¿Y tendrá novia?
- ¡Puesssssssssssss... acaba de terminar con una tal Hanna Abott! Así que es agente libre...
- ¡Mmmmm! ¡Agárrate Lupín, porque como que me gustas para la persona mas linda, bella, interesante, hermosa, inteligente y divina de este grupo! - exclamó la Xena
- ¡Ay gracias, pero a mi no me gusta! - respondió Alkyon pidiendo otras cervezas de mantequilla.
- ¡Ay sí, muy graciosa! Yo hablo de mi - espetó Xena
- ¡Pero si es perfecto para ti! - exclamó Mariana con solemnidad
- ¿En serio?
- ¡Claro! son polos opuestos... el inteligente... tu babosa... ¡tal para cual!
- ¡La babosa con cara de almeja eres tú Mariana de la noche!
- ¡Ay sí, no te tengo miedo!
- ¡Mira hija del machu pichu! - se puso Xena de pie, apuntando con su varita a su cara
- ¡Y tu hija de la mara salvatrucha! - se puso Mariana de pie apuntandola también con la varita... y el resto de las chicas... en el chisme... mientras todos los presentes las miraban con la boca abierta.
- ¡Aqui no queremos pleito! - dijo de pronto Ian Flemming, un chico de gryffindor
- ¡Lo que tu digas papi! - respondió una de ellas - ¡Siéntense locas, que el papi ese, dijo que se calmen!
- ¡O agárrense a la usanza muggle afuera!
- ¿Y como es eso?
- De los pelos, a mordidas y patadas, es mas interesante - gruñeron muertas de risa
- Idiotas
- ¿Como se la estarán pasando Ana y Sara?
- Divino... ¿otra ronda de cervezas?
- ¡Fondo, fondo, fondo! (borrachas... )
Por otra parte, Ron guiaba a Sara hacia una trampa, pues al llegar a una curiosa sección de arbustos, que tapaban el camino, Ron se hizo el despistado.
- Eh... Sara, ¿quieres adelantarte? Creo que tiré unas monedas...
- Claro – dijo la chica pero al cruzar los arbustos, se vio enredada en una telaraña muy fina y entre más quería salir, más se enredaba.
- AYYYYYYYYYYY, RONNIEEEEEEEEEEEEEE! (help, help me please Ronnieeeee... jejejeje)
- ¿Qué pasa? - llegó y preguntó como quien no quiere nada.
- ¡AAAAAYYY! ¡ESTOY ENREDADA! – chilló Sara- ¡SACAME DE AQUÍ, RONNIE!
- ¿Por qué? Si te ves muy bien así... enredada en tu propia red (¿Acaso le quiso decir araña? ¿Y patona? ¿viuda negra? – gruñó Ron divertido.
- ¡MUY GRACIOSO! ¡DESENREDAME!
- Me parece que... ¡¡¡N-O... NO!– dijo el chico riendo – me parece que... no...
- ¿QUÉ?
- ¡Accio mapa del merodeador! – dijo el chico, si ella lo traía encima, saldría... y si salió un mapa de entre sus ropas, que fue a dar a sus manos.
- ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?
- Significa que estamos hartos de su juego (y eso que apenas empezaba), déjennos en paz... son muy bonitas, pero eso no es suficiente para nosotros (UUUUUUUUUUUUHHHH que soberbia) – respondió Ron tan altaneramente que a Sara se le encogió el estomago y se le perdió... todo el encanto.
- ¡Bueno ya tienes el mapa, así que podrías soltarme!
- Me temo que no – dijo y le saco la varita que yacía pegada a un costado de la telaraña gigante.
- ¿Me vas a dejar aquí?
-Aquí no – señalo – más bien... arriba - ¡levitante! – dijo haciendo una floritura con su varita y Saris, chiquis, de pronto se vio en la copa del árbol... colgada y se dio cuenta de algo más.
- ¿Ya lo viste? – grito Ron ahogado de la risa – ¡cuando tus amigas quieran bajarte, me temo que recibirán una sorpresa!
Sí... lo que sospechan es cierto, finalmente, habían decidido recibir ayuda de algunos miembros masculinos del ED, pues los dos solos no podían hacerlo, y con las chicas no contaban mucho.
- ¡NOOOO! - gritó Sara bastante molesta sin poder desenrredarse.
-¡Silencius! – dijo de nuevo Ron, y la chica quedo muda. Así no diría nada. Y muy contento salió de ahí, dejando a la chica colgada y muda.
A los pocos minutos, medias mareadas por tantas cervezas de mantequillas, las chicas subieron por el camino que Ron les había dicho previamente y cantando... medio feo, la verdad...
"Que me habrá echao esa chico, que me tiene arrebata'a que me tiene medio loco, que ya estoy enamora'a, quiza serán sus ojitos o tal vez su caminao o quizás esas cositas que en el colegio el me a da'o"
- ¿Dónde estarán?- pregunto Diana mirando a todas partes, aunque ya veía doble
- Seguramente, escondidos en algún rinconcito... besándose - dijo Mariana con envidia
- MMMM... entonces no hay que interrumpir si vemos algo así – dijo Nenyeina divertida.
- ¡Ay que coraje, que coman pan delante de los pobres!
- ¡Sigamos buscando pues! - dijo Neny
- ¡Venga la rumba chicas!
- siiiiiiiiiiiiii
- "Que tú me tienes temblando de noche y de día. Tú me hiciste brujería. Me quieres mandar pa' la tumba fría. Tú me hiciste brujería. Brujo, brujo, brujito tú me hiciste brujería... Brrrrrr, demonio, Tú me hiciste brujería"
Pero al cabo de un rato, buscando, cantando... o haciendo el intento, no daban con las chicas y ya se temían que los besos estaban más que bien, en un lugar bien escondido.
- ¿Donde estarán? ¡Ya me canse! - se quejó Enywen
- Busquemos un rato, si no los encontramos pues ni modos y...
- ¿Qué pasa Aliance?
- ¿No es esa la varita de Sara, la reconozco porque tiene pintada la bandera del país, en donde nació su madre.
- ¡Cierto! ¿Pero, porque esta aquí... llena de tela de araña?
- Presiento que ese chico... algo tramaba ¿por qué tan fácil decidieron invitarlas?
- ¡Maldición, y nosotras lo creímos!
- ¡Hay que buscarlas!
- ¡OH NO! –chilló Nenyeina señalando la copa del árbol, en donde Saris parecía un capullo gigante moviéndose como lapa.
- ¿SARIS, CHIQUIS, AMIGUIS, ESTAS BIEN?
- MMMMMMMMMGGGGGG! (traducido... ¡auxilio, es una trampa!)
Pero la chica solo gemía sin poder hablar.
- ¿QUÉ PASA, PORQUE NO HABLAS?
- Hay que bajarla, debe estar hechizada.
Y Sara no pudo advertirles - ¡diffindo! – dijo Aliance y cuando el capullo bajo al suelo, también bajaron dos enormes botes de chapopote que cayeron justamente encima de las chicas, empapándolas todas... y detrás de eso, cayeron un montón de plumas de aves de multicolores, pegándoseles y dejándolas como pájaros gigantes.
- MMMMMMMMMMMMMMGGGGG
- NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
- ¡OH NO! – chillaron las niñas.
- Malditos... nos timaron – y vieron a Sara que les hacia señas curiosas en señal de que no podía hablar.
- ¡Finite incantatem! – dijo Nenyeina sin ganas, y fue que Sara pudo decir lo primero que pensó.
- ¡ESTO NO SE QUEDA ASÍ RONALD WEASLEY! ¡POR MAS BUENOTE QUE ESTES Y POR MAS QUE ME GUSTES... ME LAS VAS A PAGAR!
- Vamos a buscar a Ana, puede que también este en problemas - dijo Nenyeina
- ¿Me pueden limpiar? - gruñó Sara, viendo como todo su esmerado arreglo, se habia echado a perder
- ¡Fregotego! – dijo Nenyeina, pero aun así, las chicas no quedaron limpias del todo.
Descubrieron a Ana casi congelada metros adelante y les contó a duras penas su versión.
- ¡Así que solo querían el mapa de vuelta!
- ¡Asi son todos los hombres! . se quejó Diana - ¡cuando consiguen lo que quieren, te botan!
- ¿Lo dices por experiencia Dian? Aunque mas seguro porque te lo hayan contando porque tu... - comenzó a decir Marian y ésta le envió una mirada asesina
- ¡Ya basta Mariana! ¡Esto es serio!
- Pero sorpresas te da la vida...- dijo Alkyon con una breve sonrisa traviesa- quedan nuestros mapas chicas, me pregunto ¿Quién de las chicas Salem tiene el verdadero?
- Ese par de engreídos me las van a pagar todas – gruñó Aliance – y por supuesto que ya se como...
- ¿cómo?
- Es tu turno Diana... y turno del mapa que tienes...
- Dime tu plan...
En ese momento, Harry y Ron se veían satisfechos.
- ¡TENGO EL MAPA! – dijeron al unísono y se miraron horrorizados.
- ¡Oh... no! – sacaron sus mapas. Los abrieron y...
- ¡Falsos! – dijo Harry desconsolado - ¡son copias vulgares!
- ¡No puedo creerlo!
- ¿Dónde rayos esta mi mapa?
- ¡Maldición! De nada valió desquitarnos...
- Bueno – dijo Harry molesto – por lo menos me reí un rato de verla en la poza.
- ¡Y yo en la telaraña y muda!
