Capítulo 5:
Todo sobre HarryLos chicos de Hogwarts, querían suicidarse, el IAM dejaba mucho que desear, los niños eran indisciplinados, exceptuando cuando entraban a clases... si es que entraban... porque tenían cosas más importantes que hacer.
Justin estaba a punto de tirar la toalla en el baño mientras se lavaba la cara, y el baño era todo un caos, para ser un colegio particular.
En la pared había toda clase de inscripciones, insultantes, que cambiaban de colores, nombres de alumnos a los que acusaban de comprar calificaciones.
Y también otros anuncios pintados en los espejos del baño, con lápiz labial.
¿Ya leyeron este? – preguntó Harry.
"La banda Wild Magic Life, anuncia con bombo y platillo su exclusivo concierto a los de la Academia Internacional de Magia y Hechicería, que por primera vez, tocaran un ritmo más desconcertante, pesado y suicidante, cantándole su precio a medio mundo... se incluirá galletas de avena... para el corte de vena."
Y más abajo se leía la famosa frase del colegio...
"Sé quien eres... sé donde estás... iré por ti y te acabaré. Tal vez no lo haga hoy, mañana, ni pasado mañana, ni tampoco la semana que viene, pero algún día, cuando menos lo esperes... ¡¡Serás mio!"
- ¡Esto es todo! – gruñó Justin - ¡En este momento renuncio! ¿Cómo enseñar disciplina a quien nunca la ha tenido? Digo... ¡Es ilógico, estos niños ricos hacen lo que quieren!
- ¡Que bien! – dijo de repente al entrar Thierry al entrar al baño con Paris, quién había resultado ser su primo - ¡Hay más hombres en la sala de juntas!
- ¿Sala de juntas? ¿En el baño? – preguntó Anthony, con una cara que era para patear.
- ¡Claro! ¿A poco no? ¡El baño se ha convertido en la mejor sala de juntas... ¿Quién lo iba a pensar? Tu vida estudiantil, inscrita en un taza del baño de hombres!
Harry y los chicos hicieron un gesto entre ellos, eso era el caos, Harry optó por salirse del baño con una terrible jaqueca.
- Bueno, yo tengo que escribir algo que me encargaron – dijo Thierry, sacando su varita y apuntando a la pared – que a una chica no se le niega nada. ¡Fregotego! – parte de lo escrito se borró.
- ¿Qué escribirás?
- ¡Ah, pero sabe escribir! – dijo Paris con cierta burla.
- ¡No te metas conmigo primito de quinta! – y apuntó de nuevo su varita - ¡Pinta¡ - dijo y ella empezó a escribir sobre la pared con la punta de su varita leyendo un mensaje algo... peliagudo.
"A todas las chicas y chicos se les informa que el instructor de quidditch de Hogwarts Harry Potter desde hoy pasa a ser propiedad de Ana Makarios... así que cualquier otra zorra y cualquier otro chico que piense hacerle una broma cruel que piense seguirle sus pasos, estará muerta en menos de los que diga "make-up y saetas". Sobre advertencias no hay engaños"
- ¡Listo!
- ¿Eso te mandó a poner Makarios?
- Sí, dice que todavía no sabe que hacerle.
- ¿Y lo dices delante de nosotros? – chilló Ron.
- Sí, claro... somos hombres ¿no?
- ¿Y piensas que nos vamos a quedar tranquilos con eso escrito en la pared? ¡Aparte no debe hacerse eso, este baño parece de una cárcel, no de un colegio como este!
- Por si no te has dado cuenta – dijo Thierry – aquí todos tienen mucho oro, las clases vienen valiendo madrola, así que... solo nos divertimos.
- ¡Que mal hablado! – dijo Patrick al entrar de repente al baño mirando por otro lado, despectivamente a los chicos de Hogwarts - ¡Modera tu lenguaje para con las visitas!
- Tú serás muy decente al hablar Patrick.
- ¡Lárgate! – dijo Fred – que esto es junta privada...
- ¿Junta privada?
- ¡Sí, porque queremos saber de cual de tus partes Patrick, te privaremos primero!
- ¡Muy gracioso Thierry! ¿Por qué dicen que es junta privada?
- Sí, quiero saber cuales son las partes privadas que a Makarios le interesa de Harry – y Thierry soltó una carcajada de lo que había comentado, excepto los que ya conocemos, que estaban al borde del infarto...
- ¿De miedo no? – sonrió Paris procurando no mirar a sus compañeros.
- ¡Pero que bestias! – dijo Patrick y salió de inmediato.
- ¡Adiós... impotente! – se burló Thierry, quién a los pocos segundo se despidió de Paris y salió rumbo a clases... o a perder el tiempo.
Por otra parte, en el baño de las chicas, también había junta y también habían puesto lo mismos letreros y anuncios con respecto a Harry y la pachanga.
- Bueno, en lo que llegan Ana y Regis, comencemos la junta...
- ¿Es en serio lo de Harry? – preguntó Elektra.
- Yo no sé, – respondió Helen – eso es cosa de Ana, cuando llegue se lo preguntas, pero si te convierte en ardilla, rata, sapo o lo que sea, no respondo.
De pronto otras niñas de cuarto y quinto entraron precipitadamente.
- ¿Qué onda chicas? ¿Ahora de que tratara la junta?
- ¡Oh, pues de que debemos renovarnos! ¡Por ejemplo con sus novios actuales! ¡Los cortan, los mandan a la goma, y se buscan otro!
- ¡Sí, claro, como si aquí hubiera mucho de dónde escoger! ¡Este buffete es limitado!
- ¿Y las que no tenemos galanes? – dijo Debbie leyendo el mensaje de Makarios - ¡Hasta acaparan a los nuevos, Alondra lleva dos horas persiguiendo a Anthony Goldstein sin resultado!
- Si no tienes galán, ¡ánimo! – exclamó Diana - ¡Organizamos un reventón aprovechando que Wild Magic Life estará tocando su tenebrosa música!
- ¡Sí! – dijeron todas.
- ¡Hay que organizar juegos como el de la botella, eso sí, solo con besitos y de piquito! ¡Después te pierdes y haces lo que quieras!
- ¡Yo me voy! – dijeron unas niñas y salieron del baño. Pero al salir, el guapísimo Thierry iba pasando, leyendo un libro distraído, y las niñas se enlelaron de nuevo, y sólo veían el vaivén de su túnica... era tan... sexy.
- ¡Quita tus ojos de Thierry, – dijo de repente Ana - que te lo vas a acabas!
- ¿Eh, qué?
- ¡Y mejor ve a avisar a los chicos de Hogwarts que tienen que rescatar a su compañero, porque tres niñas lo tienen acorralado, no sea que alguna lo lleve secuestrado a su celda y entonces sí... se te pierda!
Ana entró y fue directo a la pared, sonrió.
- ¡No es justo Ana! – chilló Debbie - ¡Ya acaparaste a Potter, el mejorcito de los chicos que llegaron! El segundo mejor es Malfoy...
- ¡Ese chico lleva perdido toda la mañana con su compañero Zabini, Helena y con Kath.
- Muy interesante – dijo Sax – seguramente los andan cuestionando... o probablemente estén preparando una cruzada infernal... ¡nos uniremos con esta santa misión!
- Sueñas – respondió Ana – lo siento niñas, a Potter nadie lo toca...
- ¿Por qué no? ¡Ni sabes que hacer con él!
- UUUUH – gimieron las chicas.
- ¿Qué dices Helen?
- Que la carne no se hizo para las vacas – respondió Alma soltando una risotada.
- ¡Inflamarus Total! – dijo Ana apuntando a Alma, quién a duras penas logró hacerse a un lado, al ver como el pequeño rayo incandescente pasaba junto a sus cabellos.
- ¡Yo hasta no ver que te lo fajes, no creeré! – alcanzó a decir, riendo acaloradamente.
- ¡Ustedes! – de pronto entró un profesor.
- AAAAAAAAAH – gritaron todas - ¡Profesor que este es un baño de chicas!
- ¿A sí? ¡Pues hace quince minutos que las espero en clases!
- ¿Tenemos clases ahora? ¿En serio?
- ¡AHORA! – gritó, y todas salieron cabizbajas - ¿Fumaron? – gruño el profesor Krugger.
- ¿Qué? ¡Claro que no, nosotras no somos viciosas!
- ¡Y mucho menos en la hora de clases!
- Oigan, chicos a la vista – codearon las chicas cuando Dan y John andaban perdidos.
- ¡Ea, ustedes si no tienen nada que hacer, a clases! – gruño el profesor y entraron a un salón.
- ¿Qué clase es?
