Capítulo 10:
Cuando seas míoHarry buscaba furioso a Ana por todas partes, inclusive se detuvo a leer lo que decía la pizarra de anuncios.
"A todas las chicas se les informa que el instructor de quiddicht de Hogwarts Harry Potter desde hoy pasa a ser propiedad de Ana Makarios… así que cualquier otra z o rra que piense seguirle sus pasos, estará muerta en menos de lo que diga "make up" sobre advertencia no hay engaños"
Y quedo sin habla, pero se puso rojo de coraje y comenzó a preguntar.
- ¿Makarios, la dictadora? – dijo una niña de segundo – tiene clases de "Cuidados de Criaturas Peligrosas"
- ¿En dónde?
- En el centro del Laberinto, en donde tienen encerrados a sus mascotas...
- ¿Dónde queda el laberinto?
- Mira, sal por esta puerta, da al patio, sigue el camino amarillo, hasta que llegas a la entrada del laberinto... y entra... bajo tu propio riesgo...
- ¿Me puedes llevar?
- ¿ESTAS LOCO? ¡Soy demasiado joven y bella para suicidarme de esa manera!¡Olvídalo chico, porque aunque seas un O.V.N.I, no entraría a ese lugar al que solo sexto y séptimo entra!
- ¿OVNI? ¿Que es eso?
- "Objetivo Varonil Nuncamente Igualado"
- ¿Qué sucede? - se aparecieron Diana, Sax y Mariana.
- Este bombón anda buscando a Makarios – dijo la chica y se alejó
- Makarios anda en CCP (cuidados de criaturas peligrosas) – dijo Mariana – ¿Quieres ir?
- ¡Sí, necesito hablar con ella!
- Te llevamos - dijo Sax
- ¿A dónde? - llegaron de pronto Ian, acompañado de George.
- Al laberinto, clases de CCP...
- ¿Me acompañan? - preguntó Harry a los chicos y Sax hizo un gesto de "tiene miedo, tiene miedo"
Harry, Ian y George siguieron a Diana, Sax y Marian, que salieron rumbo al laberinto, tomando el camino amarillo, al llegar, a Harry le recordó el laberinto que habían utilizado en la copa de los tres magos, habían varias entradas, y curiosamente, ahí, estaban aparcadas, ¿bicicletas muggles? y un par de motos.
- Bonito laberinto -advirtió George
- Bien, el camino es largo, suerte que nos dejaron transporte... suban a una bicla y síganos - dijo Mariana, subiendo a una bicicleta, seguidas de Sax y Diana, pero los chicos se quedaron con cara de ¿Qué?
- ¡Vamos! - urgió Diana - tal vez de regreso nos permitan montar los pegasos...
- Sí claro, si es que Rin tin tin y Lassie no se los han comido...
- ¿Qué esperan? - señaló Mariana - ¡Suban a las biclas!
Ian montó la suya, pero Harry y George se miraron un poco perplejos y Mariana bajo de su bici y se acercó a ellos con cara de ¡Naaaaaaaaaaa!
- ¿No saben montar bicicleta?
- Eh...
- Harry... viviste con muggles...¿no sabes montar bicicleta? - sonrió con tal ironía que las chicas rieron con burla.
- Bueno yo...
- ¿No sabes montar bicicleta Potter?
- ¡Pues no! - dijo exasperado - ¡No sé montar bicicleta!
- ¿Acaso quieren ir caminando? - protestó Sax - ¡No pues, yo no camino! Nosotras nos vamos y ahi nos alcanzan...
- ¿Tas loca? ¿Y si se pierden?
- Mmmmmmmmm
- Se pueden encontrar con arpías y no estoy hablando de Machu y Pichu...
- ¡Sea pues!
- Diana, vete con Ian en las biclas – dijo Mariana – que de Potter y George, nos encargamos Sax y yo
- ¡No les hagan nada!
- ¡Ay ya vete Diana!
- ¡Vamos Ian, sígueme!
Y ambos se fueron en las bicicletas, mientras Mariana seguía con la sonrisa de satisfacción en la cara, que no podía quitarse.
- ¡Bueno guapos! – dijo Mariana – en vista de que no saben montar una simple bicicleta, entonces nos vamos en moto, manejando nosotras por supuesto...
- Se preguntaran porque no volando - dijo Sax - es simple, hay un hechizo dentro del laberinto que impide que las escobas vuelen, solo lo hacen los animales mágicos, de regreso tal vez nos vengamos en hipogrifos, unicornios o pegasos...
- ¡Vamos pues! Harry vienes conmigo - dijo Mariana subiendo a la moto - George con Sax
- ¡ven melenudo, sube! - dijo Sax y se subió a la moto, George subió atrás de ella y se sujetó de la cintura - ¡eso! agarra todo lo que quieras, digo, agarrate bien, aunque no iremos muy rapido, porque el laberinto de setos, a veces cambia de lugar y te atrapa...
- ¡Vamos Harry! - dijo Mariana y el chico subío tras ella, y se agarró de la breve cintura.
Ambas arrancaron las motos y se internaron en el laberinto, y tenían
razón, no era muy fácil entrar, pues conforme
avanzaban, las paredes de setos, se movían y les cerraban el
paso, por lo que las chicas tenían que virar y maniobrar las
motos para no estrellarse contra las paredes de hojas.
No tengo
que decirles que Harry estaba bien, pero re bien sujeto a la cintura
de Mariana, quien sentía que le quitaba el aire (¡es que
Harry esta re-fuerte, re-bueno y re-todo!) y lo mismo pasaba con Sax,
quien sentía como George le clavaba sus manos en su abdomen y
quería morderlo por miedoso.
- ¡No veo a Diana!
- Creo que ya se perdió...
- Si... se me hace que se perdió... pero con ese chico
- Este...
- ¿Miedo Potter? - sonrió Mariana
- Mj...No, pero...
- Si no tienes miedo... a la media noche...no te preocupes, el hecho de que el profesor Lecter sea canibal no quiere decir que los alumnos desaparezcan misteriosamente - agregó Mariana con burla
- Dejemos las motos y las biclas aquí – dijo sax – al ver que George ya andaba mareado – que estamos a unos pasos de llegar al centro del laberinto.
Efectivamente, minutos después, de caminar, y viendo solo hojas y hojas, de pronto, se toparon con algunos alumnos que iban de regreso, y con buena pinta, uno de ellos, estaba bañado con un liquido verde pestilente.
- ¿Qué te pasó Stiff?
- ¡Me vomitó Machu!
-¿Y a ti Greta? - dijeron al ver a la chica bañada en sangre.
- Nada... la mantícora esa, que se comió a mordiscos mi snornacks de cuernos largos...
- ¿Mi mantícora? - gruñó Diana - ¿te refieres a "Cosita"?
- ¿cosita?
- ¡Así se llama mi mascota!
- ¡Bueno, pues debo decir que un dragón rojo llamado Rin tin tin, tiene en las fauces al unicornio rosa llamado Belanova!
- ¡Ay mi madre, el unicornio rosa!
- ¡Te va a matar Kath cuando se entere!
- Ya se enteró y anda como araña...o como murciélago... patas arriba
- ¡Corre Marian, corre y salva al unicornio o tu cabeza volará!
- ¡No me lo tienes que decir! ¡Rin tin tin, escupe, escupe querido, que los unicornios rosas te provocan indigestión, mejor lo azules!
En efecto llegaron a las puertas del Zoo el cual... dejaba mucho que desear, las rejas estaban todas manchadas de sangre, liquido viscoso verde y naranja, olía mal, se escuchaban gruñidos y mas gruñidos dentro del lugar y Harry alcanzó a ver la llamarada de fuego de un colacuerno húngaro, llamado "yuyito", Ana Makarios, hablaba con Thierry en la entrada, el chico habían salido mas temprano de su clase de Defensa.
-¿Podemos hablar? – le dijo Harry poco amable, tratando de no escuchar los gritos, alaridos, gruñidos que se escuchaban, aunque cuando vio a un dragón rojo correr de un lado a otro con un unicornio ¿rosa? en las fauces, aplastando lo que se pusiera enfrente, y Mariana que seguía diciendole "Rin tin tin, escupe, escupe, que te hará daño ese animal" y a una histérica Kath y un grupo de chicos riendo.
- Señor Potter, por supuesto que podemos hablar– dijo ella, sacándolo de su estupor y le hizo un gesto a Thierry.
El chico la jaló más afuera y ella solo reía, aunque Harry se percato que en realidad, ella era muy bonita, parecía un ángel... con cuernos...
- ¿Y bien? – pregunto coquetamente - ¿ahora que hice?
- Este... – por un momento guardo silencio ¿qué diablos era lo que le diría? ¡ese dragón lo había distraido!
- ¡Ay Potter! – suspiró Ana y sin decir mas, alzo sus brazos de súbito al cuello de Harry y le propino un tremendo beso, medio succionador que por un momento lo dejo paralizado.
Aunque por un momento, no le pareció para nada desagradable, pero cuando sintió tremenda mordida en el labio la empujó.
- ¿Qué te pasa? – gimió tocándose el labio, el cual comenzaba a hincharse.
- ¿Qué quieres, dan ganas de comerte. Si no fueras tan puritano, te llevaría a mi celda... para pasarla bien un rato.
- ¿Contigo?
- Nos la debes por chismosito ¿no es así? – y le poso el dorso de la mano en su rostro y Harry se aparto, definitivamente, ella le coqueteaba descaradamente.
- Yo puedo ser autoritario y tú eres igual – le alejó su mano, el chico estaba enfureciendo – además quiero que quites de inmediato lo que escribiste en el baño...¿cómo puedes decir que yo te pertenezco?
- ¿Y?
- ¡Que no soy tuyo ni nada parecido!
- ¡Huy sí... libre como el viento! – suspiró Ana
- ¡Exijo que quites eso del pizarrón de anuncios!
- ¿Y también el que puse en el pared de los baños de niñas?
- ¡Todos los que hayas puesto!
- ¡Que cosas!
- ¡No soy tu burla Makarios!
- ¡Ana, Anita, si me haces el favor!
-¡Me importa un bledo, quita esos malditos anuncios o te pondré en detención, no seré un prefecto pero como instructor de quiddicht tengo autoridad!
- ¿Detención? ¿Que es eso?
Y en ese momento, los alumnos de séptimo que llegaban para sus clases, guardaron silencio y voltearon a verlos... ¿Harry Potter había dicho que detendría a Ana Makarios?
-¡Vaya, vaya!
-¡Quítalos ahora mismo, ES UNA MALDITA ORDEN!
- Si los quito... ya no serás mío – dijo con sensualidad.
- ¡Claro que no, no soy de tu propiedad!
Bueno – se volvió a ver a sus compañeros que los miraban con descaro - ¿En serio quieres que lo quite?
- ¡Te lo ordeno! – chilló.
- ¡Tan fácil que hubiera aflojado el cuerpo! – pensó la chica y dijo muy alto – ¡Hey chicas, atención por favor... en vista de mi fracaso con Harry James Potter... he de decir que ya no es mío! ¡Todo suyo chicas!
Las jovencitas de inmediato sonrieron y algunas comenzaron a cuchichear, otras más desaparecieron, seguramente a comentar la noticia.
- ¡Oh, oh! – gimió Ron llegaba con Fred y sus concursantes – porque presiento que eso no fue buena idea...
- Harry sintió algo horrible en su estomago.
- ¡Listo! – dijo Ana – En este momento los anuncios ya no están y tú... quedas a merced del resto de niñas del colegio.
- ¿Qué dices?
- ¡Que ya no te protejo Potter, de ahora en adelante, lo que pase contigo, será tu problema!
- ¿Protegerme tú a mi? – chilló Harry.
- ¡Que bien Ana! – Se acerco Diana - ¡Acabas de lanzar carne fresca a las pirañas!
- El quiso ser carnada – dijo Makarios
- ¡Pues la logia de las caza-chicos estará atrás de ti... espero que sobrevivas!
- ¡Buena suerte! – dijo Ana un poco decepcionada y se alejó del chico.
- ¿Qué diantres es aqui? - gruñó Ron al alzar la vista y ver un vizcoso anuncio que decia "El Zoo Sangriento" como hipnotizado, SE ATREVIO a poner un pie adentró y casi se muere cuando Rin tin tin paso cerca de él, y sus pesadas patas retumbaban por todo el lugar.
- ¡Dejate de juegos Tin (para abreviar)!¡No aplastes a Yuyito y escupe ese unicornioooo!
- ¡Mariana, que tu animal suelte ese otro animal! - protestó de pronto la profesora Cruella de Vil (si, que poco imaginativa pa los nombres) con una fusta en mano y una piel de visón encima (si, que fina)
- ¡Es que no me hace caso! - hizo un puchero
- ¡Hazlo! - gruñó - ¡que la clase va a empezar!
Mariana no quedo otro remedio, tuvo que montarse en un pegaso y éste
a la fuerza se acercó a las fauces de el dragón,
Mariana le gritó unas palabras extrañas... que
traducidas significaria algo como...¡¡¡O
sueltas ese unicornio o te hago carnitas para barbacoa animal de la
chin...mj... eso!
Rin tin tin escupió el unicornio y
éste de inmediato, se puso de pie, pateó y no dejó
que Kath lo tocase, Tin se conformó con elevar un feróz
gruñido y lanzar fuego al cielo, Ron estaba hiper embobado,
con la escena del terror, animalejos entre tiernos y peligrosos
aunque... el unicornio de ojos rojos no era nada simpático,
Harry se le unió, pero se llevaron otro susto.
- ¡Kath! - gritó Cruella
- ¿Qué?
- ¿Qué cree que hace tu minotauro suelto? - gruñó y cuando Harry y Ron subieron la vista, Ian casi se desmaya, Fred y George palidecieron... un animal de casi dos metros y medio, fornido, con cuerpo de hombre y cabeza de toro, bufaba casi en su cuello.
- ¡Oh! - alcanzo a decir Ron con mustiedad y fue a dar al piso... desmayado del susto.
- ¡Vamos Minos! ¡a tu sitio! - dijo Kath y el minotauro, majestuoso caminó hacia ella, le hizo una reverencia y se dirigió hacia una cueva.
- ¡como en la mitología! - se acercó la profesora De Vil - ¡El minotauro vigila en las noches el laberinto! - y se fijó en Ron desmayado
- ¡Patético!
- ¿Saben que clase nos toca hoy? - preguntó la profesora alto
- Mantícoras - dijo Diana sonriente, mientras su mascotita, junto con otras, soltaban mordiscos
- ¡Regrésala al estanque! - dijo Cruella - ¡Bien, hoy nos toca mantícoras, pirañas gigantes y Sirenas carnívoras, primero les daremos de comer!
- ¿Quieres darle de comer a los pecesillos de Ana, Harry? – preguntó Sax con burla mientras le pasaba una yerba a Ron por su nariz para que despertara
- Solo son dos pirañitas gigantes que estan en el acuario - señaló un lago al otro lado donde los dragones echaban fuego.
- Eh... gracias yo... tengo que... regresar...
- ¿Miedo? – sonrió Mariana
- Precaución – dijo el chico y jalando a sus compañeros se fueron detrás de algunos chicos.
- Preferible quedarse con nuestras mascotas –dijo Mariana y Diana asintió
- La logia estará feliz...
- ¿Que clase tiene Ana?
- Artes Oscuras y Cruzadas Infernales con el profesor Jason Vorhess (susto, susto)...
- ¡Vaya, a ese profe le encanta salir con el rostro cubierto!
- Dicen que tiene una cicatriz horrenda que obtuvo en su ultima cruzada infernal!
- ¡Un dia le quitaremos esa máscara!
- ¿Qué paso Ana? – preguntaba Nen, al subir a la celda de la chica – me dijeron que dejaste libre a Potter... a merced de las chicas cocodrilo... esas que muerden lo que use pantalones y sea hombre...
- Lo siento por él... solo me hubiera echo caso...
- ¿Y le mordiste el labio? También se comenta.
- ¡Que quieres! ¡Esta buenísimo!
- ¿Por qué no se lo dices?
- No vale la pena... lo único que se es que ya no será mío...
Harry por otro lado, se revisaba el labio y tenia marcas de los dientes de la chica, suerte que no había sangrado - ¡me mordió con ganas! – suspiró, pero al recordar el beso, pues no había sido tan desagradable - ¡No Harry, que una chica que tiene unas mascotas tan extrañas y nefastas no puede ser buena!
Pero de pronto veía el rostro de Ana a través del espejo, su cara bonita con linda sonrisa, pero siempre hay un "pero".
Mientras tanto, Sax, Regis y Marian, hablaban de sus planes.
- ¡He recibido muchos mensajes! – dijo Regis – Quieren venganza en contra de Harry y su grupo, así que he tenido una idea... porque aparte, Eleonor quiere venganza en contra de Malfoy...
- Eso si es raro – dijo Regis - ¿cuál es tu idea?
- Te diré... el parece que alucina a Alkyon, ella a el... así que... ambos tendrán un encuentro cercano del tercer tipo...
- ¿Qué necesitas?
- Primero, la celda libre, la que ya conocen... segundo, robar algunas sustancias del cuarto de pociones... y tercero... nuestras habilidades para mentir, engañar... y ser los mejores y peores alborotadoras de aquí.
- Alkyon y Draco tienen su intimidad contada – sonrieron las chicas.
- Ustedes convencen a la chica, yo me encargo de Draquito...
- ¡Ya quiero verles la cara cuando suceda!
- ¡Será genial!
- No se la van a acabar...
Por otro lado, había reunión de guapos en el área de descanso, en donde tenían mesas de billar, un grupo jugaba un partido… el billar mágico se jugaba igual que el normal, excepto que usaban sus varitas en vez del conocido taco y utilizando cierto hechizo, hacían que las bolas se movieran.
Thierry y Augustus hablaban en una esquina, esperando su turno de tirar.
- ¿Te das cuenta? – decía Thierry – que las chicas han actuado, están sobre los prefectos, y la primera en acaparar fue la preciosa Ana… bueno, es la más loca.
- Cierto, nos hemos quedado cortos pero, hay que analizar bien el terreno, no podemos permitir que esos tipos se queden con nuestras chicas... sobre todo con Kath...¡nunca me ha echo caso!
-Esta guapa y cuando te mira, tiras toda la baba…
- Es cierto –
sonrió Thierry – es muy guapa pero… no lo sé,
siento que ella, es media presuntuosa por su linaje asi que es muy
selecta para con sus gustos ¿me explico? (¿ahora la
decencia, el pudor y las buenas costumbres se traduce en ser
presuntuosa?... jejeje)
- ¡Claro! Lo mismo opino de Nenyeina, no le quitaba los ojos de encima el día de la fiesta a esos chicos...
- Esa chica es muy guapa…pero tampoco te pela Augustus, pierdes tu tiempo
- Já, lo sé
- ¡Pues a simple vista debe tener lo mismo que todas y no muy abundante (hizo una seña en la pechonalidad) por lo que se ve!
Augustus le dio un codazo a Thierry en señal de diversión… ay… hombres tenían que ser…
- ¡Sorpresas te da la vida Thierry, no la subestimes! Eso si, se nota que es mas tranquila que Kath…
- ¿Tranquila, eh? Habrá que quitarle el defectito…
- ¡He, Blaise! – grito Augustus de pronto, al chico que entraba a la sala.
-¿Qué hay? - gruñó Blaise acercándose, el conocía a Augustus
- Aquí hablando de las chicas… ¿Qué? Aun no nos has dicho porque estabas sin ropa en el anfiteatro… ¿hiciste de las tuyas pillo?
- ¿Querías hacer un experimento íntimo con ella?
- ¡Pues fíjense que NO!… que el único experimento que quería hacer ella, era el de ver el grado de congelamiento en la plancha del anfiteatro!
- ¡UUUHHH! ¿Y que paso?
- ¡Pues que la muy maldita me atacó a la mala, me hechizó, le pidió a no se quien que me quitara la ropa que porque ella no toca porquerías y me tuvo ahí, sin poder moverme hasta que me desmayé!
- ¡Que guay!
- ¡Ná! ¡El chiste es que tú le quites la ropa, pero no al revés, ahora si te fregaron Zabini, que humillación
- ¿Y que tal la anatomía?
- ¡No se burlen de mi, que bastante tuve con ella! ¡y todavía cuando le reclamé me miró con cara de "no me menciones el tema"
- ¡Mala suerte Blaise!
- Ten cuidado con Kath, porque cuando alguien le cae mal... no se la acaba
- ¡Pues a mi también me cae mal, yo no soy animalillo de indias de nadie!
- ¿Cómo va todo chicas? - preguntaba Diana en la celda de las chicas, con sus habituales reuniones en que comían frutas, se tiraban las cáscaras y algunas mas hacían pociones frutales (¡¡¡que ternurita!)
- Pues mal - dijo Ana - Harry que no afloja nada
- Ya aflojará, con lo que vi, tengo suficiente para creer que lograrás tus propósitos.
- ¿Y que me dicen de los gemelos Weasley?
- Guapos, digamos que el cabello alborotado le da cierta personalidad, peligrosamente atractiva, pero…
- ¿Pero?
- Al parecer esos chicos se las gastan, unas chicas de segundo intentaron darle un filtro amoroso a uno de ellos, pero no resultó, otra mas intentó hacer el hechizo del Ligue y tampoco... son bien inteligentes, altos, atractivos... como que me merecen - dijo Mariana y soltó una risotada, chocando las manos con Sax y Regis
- ¡No seas, mejor déjanos los gemelos a nosotras y quédate con el hermano!
- De todos quien será el más inteligente?… un punto mas a su favor
- ¡Pero que figura se le marca en la túnica amiga, dos puntos a su favor!…
- ¿Quién combatirá su inteligencia? Aquí no creo que alguien sea tan inteligente como el – reconoció Ana.
- Solo te diré que será Inteligencia sana acabada por inteligencia infernal…
- ¿Te refieres al tratado de libre comercio entre Peru, Venezuela y Mexico?
- La triple alianza… sí… - y miraron a Mariana, Sax y Regis que no soltaban prenda sobre sus maquiavélicos planes para con ellos.
- Es una pena… pero … no podemos decir nada - y miraron a su alrededor Alk no estaba
- Solo espero que Alk no nos ahorque cuando sepa que pasa por nuestra mente traviesa
- ¡Si claro, te apuesto a que nos hubiera puesto a lavar excusados si escuchaba alguno de nuestras bromitas!
