Capítulo 17:

¿Ron Weasley, acosador?

Los chicos comentaban en su recámara, lo que le había sucedido a Ron, el cual estaba realmente furioso.

- ¡Fue horrible no ver quien me manoseaba! – Decía el pobre niño indignado (si, pobrecito) – ¡pero esa tal Sara Desiré me las pagará!

- ¿Seguro que fue ella?

- ¡Claro que sí!

- Pues a mi también me siguieron y la única que vi cerca fue a Sakura – dijo Anthony – ya no se ni que creer... me dijo que no anduviera solo.

- ¡Sakura si me diera miedo, es alta, aunque tiene cuerpazo pero... fácilmente sola podría dominar a un hombre!

- A leguas se nota que le gustas mucho Anthony...

- Pues a mi no... No es mi tipo – que petulante muchacho.

- ¡Que exigente!

- ¿Qué piensas hacer Ron?

- ¡Voy a hacerle lo mismo a Sara lo que me hizo a mí!

- ¿QUEEEE?

- ¿CÓMO?

- ¡Voy a acosarla!

- ¡UUUUYYYY! – dijeron todos.

- ¡Queremos saber como le harás! – exigió George.

- ¡Voy a darle a Sara, una sopa de su propio chocolate! – Respondió enfadado - ¡si de por si no me agrada por ser seguidora de magos oscuros... y estoy seguro que solo lo hace por molestarme!

- Espero que no te equivoques.

Pero Ronnie estaba decidido, pues al día siguiente, mientras que Alk se iba con Marius a ver un grupo, Nirvana se quedo con Ron en otro salón vació y fue cuando el chico comenzó a atacarla.

- ¡Ya se te curo el labio! – dijo Ron muy irónico.

- Sí – le respondió de mala gana – la chica no soportaba a Ron, solo permanecía junto a el por obligación.

- Y fue por causa de un rompe muelas...

- Sí...

- Por eso no llegaste cuando Diana llego...

- ¿A que viene tanta pregunta? – pregunto enfadada.

- ¡Basta de juegos Sara! – Chilló Ron y la tomo por los hombros arrinconándola - ¡lo que me hiciste ayer no fue gracioso!

- ¿Qué dices, estás loco o que?

- ¡Vas a pagarlo muy caro, nadie se burla de mi de esa manera!

- ¡Suéltame! ¿Cómo te atreves a tocarme bruto?

- ¡NO! – y la cernió más fuerte.

- ¡Ay, Weasley! ¿Qué te pasa? ¡Yo no te he hecho nada!

- ¡Sí claro, ahora eres menos valiente sin tus cómplices! ¡Pero te voy a hacer lo mismo que tú me hiciste, así te satisfaces y me dejas en paz!

- ¿Qué?

Y sin decir agua va, Ron la abrazo fuertemente pegándola a su cuerpo con cierta violencia y como dios le dio a entender, comenzó a besuquearla ante la inútil resistencia de Sara, quien por mas que le golpeaba la espalda y trataba de patearlo, no podía.

Inclusive Ron le mordía mas levemente los labios a una chica, espantada, ya que el estaba fuera de si, sometiéndola.

Aunque Ron tuvo que notar que esa boca era distinta a la de el día anterior, pero... se dijo a si mismo que era porque ahora el era quien la besaba.

En un intento de Sara por safarse, ambos cayeron al piso, con el cuerpo de Ron y sus 70 kilitos en contra de unos... 50 o menos de la chica, a quien de suerte no se le fue el aire, hábilmente el chico se reacomodo impidiéndole safarse, y besándola a su antojo...
Al principio, tal vez Sara sintió asco, pero pasados cinco minutos, dejo de luchar y Ron ya se andaba prendiendo un tantito, porque ya respiraba agitado, y después de hartarse de la boca de la chica continuo con su cuello, sin medir las consecuencias, acariciando "el orgullo femenino" y haciendo que Sara comenzara a sentir un cosquilleo en su cuerpo. La chica ya solo cerraba los ojos, porque lo que Ron le hacia, nunca nadie se lo había echo... y para su desgracia, le estaba gustando. Y los malditos labios de Ron sobre su piel ya le estaban provocando un no se que... que...

- ¡Weasley! – dijo agitadamente cuando este le había desabotonado la túnica y ya metía las manos donde no debía.

Pero los hombres... son bien ca... nijos, porque Ron ya había perdido la noción de lo que hacia así que aparte del cuello, ya andaba inspeccionando con la boca más abajo y la chica en vez de que lo empujara lo sujetaba afanosamente.

- Ya Weasley! – gritó - ¿Cómo pudiste? ¿Cómo pudiste?

Ron respiró profundamente, el beso había sido demasiado bueno...

- ¡Tú me hiciste lo mismo ayer, no te hagas!

- ¡Yo no te hice nada! ¡Eres un salvaje!

- ¡Já! – Chilló Ron -¡Soy tu potro salvaje no es así!¡Caíste chica que lo mismo me dijiste ayer, tu y tu maldita logia!

- ¿Qué? ¿La Logia? ¿Piensas que soy de la maldita Logia? ¡Estas demente!

- Fue entonces que Ron aclaro su mente... ya pa que...

- ¡Tú eres de la logia! ¡Yo le mordí el labio a la chica que me ataco!

- ¡Yo me rompí la boca con el maldito rompe muelas! – Gimió mientras se acomodaba su ropa - ¡pregúntale a la conserje Maureen, ella nos ayudo a Diana y a mi, a llenar las cajas cuando la bola me golpeó!

A Ron se le secó la boca y se le achico el... encanto al oír eso, Sara parecía muy sincera.

- ¡No te acerques más a mí! – Chilló – y si no te acuso es porque la Logia es la Logia...

- ¡Pues no te creo! – Se justifico Ron (ya saben como es de testarudo) – ¡Te mantendré vigilada y si me vuelves a hacer algo... te voy a hacer el doble como hoy!

- ¡Maldito cerdo! – y salió de ese lugar, dejando confundido a Ron. Al dar la vuelta, se encontró con una chica.

- ¿Qué te paso Sara?

La chica alzo el rostro y la vio... ella aun tenia el labio lastimado.

- ¡Así que tú fuiste quien ataco a Weasley!

- ¿Cómo lo sabes?

- ¡Porque el muy maldito estuvo a punto de abusar de mi creyendo que eras tu, dizque para desquitarse!

- ¿El potro salvaje te beso, te manoseo y casi te...?

- ¡Si!

- ¡Eso no es justo, a mi debió hacerme cochinadas!

- ¡Te lo advierto, si Weasley me vuelve a hacer algo creyendo que soy tu, vas a pagarlo muy caro!

- ¡No seas exagerada! ¿A poco no te gustó?

- ¡Vete al infierno!

- ¡Querida, ya estuve en el, no me gusto y regresé! ¡Estoy segura que al potro salvaje terminaras deseándolo! – dijo esa chica sonriendo viendo como Sara se alejaba a toda prisa hasta bajar al área de celdas, en donde se metió a la de ella.

(Bien, un espacio, les dicen celdas a sus dormitorios, los cuales, a lo largo de una hilera en ambos lados hay celdas, como en las cárceles, así con barrotes y todos, se abren con la punta de su varita, en el interior no hay mas que una mesa, una silla, y lo que quieran pegar en las paredes o lo que les plazca bajar... al fondo hay una escalera de caracol que da a un segundo piso que es donde esta su dormitorio y su baño, la decoración y el lujo depende del alumno, pero siempre en contraste con lo del primer piso... de manicomio el asunto)

Bueno, Sara subió a su recamara, y se boto en la cama, en donde hundió su rostro en la almohada, en donde trato de odiar a Ron... con poco éxito, porque al recordar como la había fajado y toda la cosa, se ruborizó.

-¡Estuvo a punto de hacerme suya! – Pensó consternada, se acerco al espejo y al quitarse la túnica, vio que tenía chupetes en el cuello, en el pecho, mordidas y hasta arañones (ese Ronnie que no se corta las uñas) – ¡Un traidor a la sangre estuvo a punto de hacerme suya!

Se cubrió de nuevo el rostro.

- ¡No pudo haberme gustado! – Chilló - ¡No me gustan los pelirrojos, tiene la nariz muy grande, su cabello es horrible, es un pobretón y carece de clase y buenos modales, me sometió a la fuerza es un bruto!

Pero seguía recordando y hasta sentía el peso de Ron sobre su cuerpo, y sus otros atributos, se puso colorada de nuevo.

- ¡No Sara, tú eres mucha... mucha pieza para un ser tan vulgar, ordinario, agresivo y torpe animal como él!

Y recordó las palabras de aquella chica: ¡estoy segura que al potro salvaje terminaras deseándolo!

Sara se paro de inmediato ¡No podía quitarse las caricias atrevidas de Ron de la cabeza!

- ¡Necesito una ducha helada! – gimió y se metió al baño... si, era lo mejor que podía hacer.