Capítulo 21:
¡Eres mío Blaise!
A las dos horas en pleno apogeo de la fiesta, Paris despertaba con un dolor de cabeza, todo le daba vueltas y el cabello sumamente enmarañado... al aclarar su mente, vio que estaba en una habitación distinta a la suya.
Como pudo, se levanto y a tientas llego al baño en donde primero se lavo la cara pero... sintió que algo había raro en él y cuando se percató, y se tocó, pues no tenía la camisa abotonada, así que se abrió la camisa entonces se percato que... tenia marcas desde el cuello hasta el abdomen, sin mencionar algunos chupetes y como especie de ¿mordidas?
(marianaaaaaaaaaaaaa... pecadora, ya no te vas a ir al cielo)
Paris pegó un brinco al verse ¿que diablos le había pasado? el chico se acomodo como pudo y salió muy nervioso del baño, pero a esas alturas, Ana ya le había dicho a Sax quien había salido de esa recamara y la chica esperaba que mariana apareciera, pero Paris apareció antes.
- ¡Perfecto! ¡Picarones! - dijo Sax a un muy angustiado Paris
- ¿Que?
- ¡Hay chico, no se miden, y con esa cara de mustio que tienes
- ¿De que hablas Saxana?
- ¡Ay, que onda contigo prefecto! ¿te gusta o no Mariana? porque si no fuera así, no te meterías con ella a una habitación a hacer no sé que cosas...
- ¿QUIEN... YO?
- ¡No se haga prefecto, si se nota que se la pasaron bien!
- ¡Mentiras!
- Pues yo no sé...
Paris sintió un balde de agua helada en el rostro, porque ya no recordaba nada (ya ven que no es bueno andar de borrachos... ¡Hip!...perdón) y él tenia todo el pecho marcado.
- ¿La viste salir? - exigió él chico saber.
- Claro y como que iba contenta...así que el faje estuvo bueno
- ¿QUE?
-¡No te sulfures, es la verdad, bueno! ¿Vienes a la fiesta? esta lo mero bueno...
Pero Paris no respondió y salió de ahí, rumbo a su habitación muy consternado.
- ¡Que mala eres Sax! - salió Ana de su escondite, la que se le arma a Mariana cuando este chico le reclame, la violación a su pudor... XDDDDD
- ¿Viste su cara? Ya te dije que el terminara detrás de Mariana... Además, a ella bien que le gusta, eso de los gemelos es puro juego... ella podrá decir lo que quiera, pero las ganas son ganas...
- ¿Regresamos al baile?
- ¡Perfecto!
Aunque la fiesta estaba a tope y todos bailaban música lenta y disque romántica, ya las chicas andaban Happy (ebrias) y veían a los chicos de Hogwarts como si fuese la sección de carne en el supermercado, porque algunas ya cuchicheaban y otras más les hacían ojitos románticos poniéndolos en serios aprietos.
- Como que deberíamos irnos - dijo Harry al sentir que le quitaban la ropita con la mirada.
- Opino lo mismo - Sugirió Ron.
- ¿A la cuenta de tres, huimos? - sonrió George.
- ¡George! - llego Sax a su lado - ¡Ven, no has bailado conmigo niño! - y sin decir agua va, lo jalo hacia la pista abrazándolo.
- ¡Vámonos! - dijo Ernie, y pese a que este chico era algo corpulento, una niña de séptimo bien jalada, pues lo pesco de un brazo.
- ¡Hey, prefecto, ven bailemos lento y pegado!
- ¿Que? - alcanzo a decir pero la chicuela lo llevaba al centro en donde ya no lo dejaron salir.
Ron también intento hacer su huida graciosa, pero una chica le tapo el paso, curiosamente, aunque ya no tenía el labio lastimado, era la chica de la Logia que lo había atacado anteriormente, claro que el no lo sabía.
- ¡Oye Pelirrojo... concédeme una pieza!
- Yo... ya... me iba...
- ¡Que aguafiestas niñote, ven a bailar una pieza y te vas! - le puso las manos en la cintura y lo jalo fuertemente, aunque Ron era un ropero, la chica tenía fuerzas.
A lo lejos, al otro lado de la fiesta, Sara lo veía con mucho recelo, pues desde que el le besara descaradamente, ya no podía dejar de pensar en ese momento y secretamente deseaba repetir la experiencia, aunque su conciencia le dijera que no.
Harry vio a Ron perderse entre los chicos medio horrorizado y estaba a punto de huir con Anthony cuando dos chicas más le salieron al paso y ya no pudieron escabullirse
- ¡Harry Potter!¡Tony Goldstein!
- ¡Oh, no! - y eran dos.
- ¡Pero que guapo y bueno estas! - decía una.
- ¡Bailemos lento y pegado corazón, muestra tus encantos!
- ¡Yo no bailo! - chilló.
- ¿Acaso tu religión te lo prohíbe? - reían descaradamente.
- ¡Bá! ¿El famosísimo Harry Potter tiene miedo de dos indefensas criaturas? - y una ya le pasaba las manos por el trasero.
- ¡Hey, se piden! - dijo sin pensar.
- ¿Entonces me las prestas? - pregunto la otra.
- ¡Chicas yo...! - quiso protestar, pero llego una tercera que lo jalo a la pista.
- ¡A bailar muñecote precioso! - y el pobre sentía que le cortaba la respiración cuando ella lo abrazo fuertemente, y a lo lejos vio a Ana que reía al ver la escena
-¡Te dije que eran unas zorras! - reía la chica, claro que entre risa y risa, le carcomía el coraje de no ser ella quien lo tuviera entre sus brazos.
Blaise se creía a salvo (mejor se hubiera quedado en la fiesta), porque cuando caminaba por los pasillos comenzó a sentir, cierta inseguridad, estaba solo y escuchaba el eco de sus pasos, las estatuas rechinaban sus cabezas de un lado a otro y aunque estaba bien iluminado, el pasillo era interminable.
- ¡Tranquilo chico! - se dijo así mismo, mientras tomaba con fuerza su varita y miraba a todas partes. Nada...
Subió las escaleras hacia su recamara, y al voltear vio que ya estaba en penumbras, lentamente se comenzaban a extinguir las antorchas.
- ¡No pasa nada, todos están en la fiesta! - se dijo para agarrar valor y seguir caminando, escuchando hasta sus propios latidos.
Vio el pasillo que lo conducía a su cuarto, y respiro profundo, solo unos metros más y nadie a la vista... PERO
De repente el suelo se terminó... sí, de pronto el piso se abrió y Blaise cayó pesadamente en una trampilla que había (como no las iba haber si es casa peligrosa) dejando su varita arriba y vio con desesperación que la trampa se cerraba.
El chico estaba como en una especie de pasadizo secreto, completamente a oscuras, no veía ni sus manos, y aparte estaba adolorido por la caída.
A tientas busco pared, y la encontró, lisa y fría, trato de seguirla rezando porque no encontrara bichos... u otras alimañas (ya saben)
Pero conforme avanzaba, vio una débil luz al fondo y la siguió, para su desgracia cuando llego a ella, frente a el habían tres chicas con caperuzas en color rosa y un antifaz brillante en forma de mariposa que casi les cubría la cara como si fuese una mascara.
- Hola mi vida preciosa - dijo una de ellas fingiendo la voz y el quiso retroceder, pero atrás tenia a otra.
- ¡Zabi (cariñosamente a zabini)! - dijo la chica - ¡mi bello Zabi! ¡Que bueno que te animaste a venir a nuestra fiesta!
- ¡Tú eres el invitado principal!
- ¡Y no somos caníbales pero... tú eres el banquete!
- ¡De... Déjenme ir! - protesto - ¡Soy un prefecto!
- Podrás ser el rey del mundo, pero eres hombre... un guapo, atlético y simpático chico- le decían casi a sus oídos.
- ¡Me largo! - quiso escapar, pero las chicas lo sostuvieron fuertemente.
- ¡Vamos niñas, llévenlo a donde ya saben... esta noche, cena pancho!
Aunque Zabini forcejeaba, las chicas no lo soltaban y lo llevaron a una puerta de madera y al abrir ¡Dios Mío! había una cama ¿que le van a hacer? Las niñas lo aventaron a la cama, y como el luchaba (por su virtud) lo medio amarraron a la cama (MMM) mientras otra se le trepaba encima.
- ¡Ay Zabi, esta noche serás muy feliz y nos harás feliz a todas! (¡¡que alguien lo ayude, pobre chico, ser abusado por cuatro niñas!)
- ¡No, suéltame, así no se dan las cosas!
- ¿Acaso no eres hombre zabi? que yo sepa a los chicos de tu edad entre mas relaciones tengan mejor...
- ¡Pero así no!
- ¡Me da pena contigo! – y de un tirón, le rompió la camisa que llevaba, dejando al descubierto sus lánguidos pectorales – ¡Oh, Zabini, conmigo bajaras al infierno y después te llevare a la gloria!
- ¡No, déjame! - forcejeaba el chico cuando ella le acariciaba el pecho y comenzaba a intentar besarlo, porque el chico no quería - ¡si por lo menos dieras la cara! - gemía tratando de desamarrarse.
- JA, JA, JA - reía la perversa niña - ¡chicas, esperen su turno, me voy a divertir un rato!
- ¡No te tardes! - dijeron las demás y salieron.
A la fuerza ni los zapatos entran, así le pasaba a Zabi, mj... a Zabini cuando la chica le besaba desde el cuello hasta el ombligo, no sentía nada y seguía tratando de desamarrarse, aunque cuando ella le desabrocho los pantalones con los dientes (mendiga lagartona nada mas que me entere quien eres vas a ver lo que escribiré para ti)
El chico se escamo más ¿que le iba a hacer a su virtud? y decididamente se jalo las amarras, lastimándose las manos y la empujó como pudo y descalzo con la camisa echa jirones y los pantalones abiertos saltó de la cama y luchando por su vida paso encima de las niñas que esperaban turno afuera.
- ¡SE ESCAPA, ZABI SE ESCAPA, SIGANLO! -grito la chica dejando de fingir la voz, pero el chico no tenia memoria en ese momento.
- ¡SE ESCAPA EL BUENOTE, SE ESCAPA, HAY QUE DETENERLOOO!
- ¡DESMAIUS! -gritó una apuntándole.
- ¡IMPEDIMENTA! - dijo otra, pero no le atinaron.
En ese momento desesperado, Zabini comenzó de correr casi a ciegas, tocando las paredes ¡alguna puerta habría de haber! (mínimo una cámara secreta)
Y para su fortuna, al golpear la pared, esta se abrió y el fue a dar de bruces hacia un pasillo en donde había habitaciones... pero la Logia lo seguía.
- ¡QUE NO SE ESCAPE!
- ¡AHI VA CHICAS, ATRAPENLO!
- ¡HECHIZENLO QUE SE ESCAPA!
- ¡Maldición! - chilló Zabini al verlas muy, muy cerca...
Desesperado comenzó a buscar una recamara o puerta abierta sin resultado, pero hasta el fondo, logro abrir una y se metió, echándole los cerrojos (como si sirviera de algo) y pego el oído para escuchar.
- ¡SE METIO EN UNO DE LOS CUARTOS!
- ¡PUES ABRANLOS Y BUSQUENLOS!
- ¡ALOHOMORA! -oyó que comenzaban a catear los cuartos uno a uno.
- ¡No me abandones Merlín! - rezaba el chico desesperado, pues no tenia ni su varita ni nada. Cuando de pronto la puerta del baño se abrió y salió una chica... solo en bikini.
- ¡Blaise! - gritó y el pobre chico salto - ¿como te atreves a entrar así a mi recámara? - sí... era Kath, la cual ya se iba a dormir, y solo traía las bragas puesta, haciendo topples y haciendo que los ojos del chico se pusieran redondos con la visión, y ella todavía parada, con una pose altiva, irguiendo el pecho
Pero la pose de Kath se borro, cuando se percató que andaba sin sostén.
-¡Ay por dios! (si, después de una hora)- y se cubrió -¡Deja de verme así, indecente!
- ¡Yo...yo... lo siento, pero.. pero...!
De inmediato Kath se puso un camisón encima y al verlo con la camisa echa jirones, el pantalón desabrochado y descalzo.
- ¿Estas borracho? - pregunto, pero el chico estaba mas espantado de que ella estuviera ahí, que ella de que la hubiera visto topples.
- No. yo... yo...
- ¡ALOHOMORA! - escucho un grito afuera.
- ¡La Logia! - dijo ella y tomo su varita - ¿te ataco la logia Zabini?
El asintió desesperado.
- ¡Pobre ingenuo!
- ¡Necesito ir a mi cuarto! - gimió el chico y Kath abrió la puerta y se asomo rápidamente, volvió a cerrar.
- ¡Son cuatro! escucha Blaise, no traes varita, yo podría con una o dos, pero no con cuatro chicas expertas y armadas.
- ¡Pero no puedo quedarme aquí! - dijo muy molesto y furioso.
- ¡Ah, pero que listo eres, si no quieres estar aquí entonces vete! - chilló Kath y abrió la puerta para decirle a la Logia ¡Yuhuuu aquí esta Zabi!
- ¡NO! - gimió el chico comprendiendo su error y al intentar jalar a Kath con todo y puerta, lo hizo pero en vez de jalarla por la cintura accidentalmente le puso las manos en los senos y la jalo. – ¡discúlpame Katherina no lo hagas, ayúdame!
Kath tenia las mejillas rojas al ver como las manos de Blaise se las sujetaba fuertemente... si, creo que se iba a morir de... ¿disgusto?.
Hasta que el chico después de un segundo, se percato que lo que tocaba no era la cintura (si, como que sus manos andaban muy desubicadas) y que estaban sobre unas superficies montañosas, blanditas, redonditas que no era precisamente la pancita.
-¡Ay! - gimió y las quito de inmediato, dejándole a Kath las marcas de las manos en las bubis, porque estaban medias ensangrentadas - ¡Lo siento!
(Si claro!)
Otro que despertaba de la borrachera, era Ian, quien se mojaba toda la cara y se veía en el espejo con cara de cruda moral, e inocentemente, salió de la habitación, aún medio mareado.
Caminó apenas unos pasillos cuando vió a un par de chicas revisando habitaciones con caperuzas y máscaras y se quedó en seco... ellas se detuvieron y lo vieron.
- ¿Que paso mi rey? ¿perdido? - pregunto una de las chicas de la Logia
- ¡Miren nomas, nos quitan uno y aparece otro muñeco!
- ¿Ian, verdad?
- ¿Que pasa? ¿es fiesta de disfraces? - gruñó Ian medio mareado
- ¡Sí papacito, y tu eres el invitado principal!
- ¿La logia? – susurró
- ¡Vamos por el chicas! – gritaron
- ¡Oh, no! - gimió Ian y trastabillando salió corriendo por los pasillos, subiendo las escaleras para otro piso.
- ¡desmaius, desmaius!
Los hechizos le pasaban rozando por sus cabellos
- ¡Dejenme en paz, locas! - gritaba el chico
- ¡petríficus total!
- ¡Tengo que escondermeeee!
Y corriendo a todo lo que daba, se metió a la primera habitación que encontró sin importar de quien era...Una vez recuperada la cordura, Ian hechizo la puerta - ¡Fermaportus! - para sellarla bien, y pego el oído a la puerta, cansado y con jaqueca.
Y tampoco se dio cuenta que la habitación estaba ocupada, Diana, que estaba media mareada, tanto baile y alcohol se había retirado a dormir y al verlo ahí,. dentro de su habitación, solos... por un momento, le echo un ojo, pues como había dicho, la chica ya se iba a dormir y traía una batita que no dejaba mucho a la imaginación, y recorrió de pe a pa a Ian, y definitivamente pensó que lo que escondían sus túnicas, estaba muy bien.
- ¡Hey! - gritó la chica – ¿que haces aquí?
- ¡Ay madrecita santa! - gritó Ian y se volvió, mirando a Diana y su provocativo ¿negligé? Negro
- ¿Que haces en mi habitación atrevido?
- ¡Me... me vienen persiguiendo? – gimió
- ¿quienes, un grupo de niñas borrachas?
- ¡La logia!
- ¿la logia? - sonrió - ¿y quien te asegura que conmigo estaras a salvo?
- Pues - Ian la miro de arriba abajo por un momento
- ¡Se vale tocar antes de mirar! - le dijo y el pensó que Diana estaba loca.
- Lo siento - volvió a decir nervioso.
-¡Ya están aquí! - dijo Di, al escuchar a las chicas corriendo y gritando - será mejor que me oigan, así no se atreverán a romper el hechizo.
- ¡ESTE ES EL CUARTO DONDE IAN SE METIO, AQUI DEBE ESTAR! -oyó que decían las chicas.
- ¿Y como?
- ¡NO NIÑO, SERA MEJOR QUE SALGAS MAS AL RATO! - grito Diana para que le oyeran y tuvo su efecto, porque las chicas de la Logia, cuchichearon algo y se alejaron, solo se alejaron.
- ¡Ya no se oye! - dijo el chico entusiasmado - ¡podré irme!
- Ellas no se irán - dijo Diana - estarán esperando hasta que salgas...Tendrás que quedarte aquí a dormir, de día atacan poco...
- ¡Pero yo no puedo quedarme contigo!
- ¡Yo no te haré nada! -protesto la chica - mira has lo que quieras, te presto mi varita, salte a la hora que quieras, me da lo mismo - y pensó - ¡si otra te disfruta antes que yo! ¡Maldito seas!
- Esta bien me quedo - dijo vencido, finalmente, preferible se quedaba con ella, a con cuatro locas desesperadas por desvirtuarlo... si pobrecito Ian, también querían abusar de él...
- ¡Muy bien! - aplaudió la chica y fue a buscarle una bata de baño - ¡me temo que tendrás que ducharte y quitarte las malas vibras de las chicas!
- Sí, lo necesito - respondió cansado, tomo la bata y en el baño, se quitó la ropa, y se duchó, al salir, con la bata de baño puesta, la chica ya tenia listo un sillón, una sabana y una almohada y ella ya se había cambiado la bata por una más decente (mas larga y menos transparente)
El chico se recostó en el sillón, y ella en la cama, las llamas de la chimenea, lentamente se extinguieron.
Pero al cabo de unos segundos, el chico no estaba a gusto ¿porque? Porque sentía la mirada penetrante de Diana sobre él, como un gato. (Bueno, digo, no cualquier chica tendría cerca a la tentación, pobrecita Diana, mínimo lo hubiera espiado mientras se bañaba el chico)
Mientras en el piso de abajo...
- ¿Kath? - se escuchaba que Blaise hablaba bajito
- ¿Que? - respondió quedito.
-¿Escuchas algo?
- ¡Nada! pero las conozco, seguro están rondado afuera... si quieres irte, te presto mi varita - dijo Kath de mala gana, le disgustaba tener a Blaise ahí (ajá)
- ¡Oh! - suspiro el chico que daba vueltas en el incomodo sillón, aparte que no le ayudaba a los magullones que él tenia en la espalda.
- ¿Kath?
- Dime...
- No puedo dormir aquí...
- Lo siento...
- ¿Me das espacio en tu cama?
- ¿QUEEEEEEEEEEEEEE?...
Kaht creyó que se moría del susto ¿un chico en su cama? ¡ella era muy decente! (si claro)...
- ¡No es lo que piensas! - aclaro cuando alcanzo a escuchar un chillido - ¡es que me duele la espalda!
- No pienso nada - dijo ella muy colorada. A decir verdad, la cama era muy amplia - pásate, hay mucho espacio - pero ella pensaba que no dormiría...¡¡¡PERO SE ACLARA QUE LO HACIA POR LASTIMA! No porque le interesara tener el cuerpecito de Zabini, A ELLA NO LE GUSTABA PARA NADA... si claro...
El chico tomo su sabana, la almohada y se recostó tímidamente en un extremo de la cama, a 50 cm. de la chica, quien estaba incómoda, el chico se acomodo, definitivamente, el colchón era mas suave y reconfortante.
Sin embargo a los pocos minutos, Kath contemplaba a Zabini en la oscuridad.
- ¿Kath?
- MMM...dime...
- ¿Puedo abrazarte?
- ¿QUEEEEEEEE?
- ¡Solo abrazarte! ¡Te prometo que nada más! Es que siento una necesidad terrible de hacerlo... es raro, contigo me siento seguro
Ella lo pensó unos segundos, era su salvadora, pero... que la abrazara, ella que era pura, casta, decente y... (aclaranos Di, que tan pura y decente eres?)
- Bueno - dijo tragando saliva.
Pero era verdad, el solo la abrazo, descansando su rostro en su cuello y así se durmió, aunque ahora era ella quien no conciliaba el sueño, porque sentía un no se que y un no se cuando, con la respiración del chico sobre sus cabellos, pero al poco rato.
- ¡Clic! - se oyó que la puerta se abría. Ella quedo quieta... eran las chicas de la Logia, cansadas de esperar a que saliera. El sueño de Blaise era profundo, ella entrecerraba los ojos e instintivamente se abrazaba mas a él.
- ¡No lo puedo creer! - chillaron bajito.
- ¡Esta Kath ya se lo echo! - murmuraron.
- ¡Que mala suerte, se acostó con él!
- Si eso quería la muy mustia, que Zabini aflojara y ahora mírenla, mas que satisfecha, y eso que decia que con el nunca, que era un inutil, bueno para nada y ahora que no lo suelta!
- ¿Los despertamos?
- No... Por esta vez lo dejaremos, pero a la próxima ella no estará para protegerlo...
- ¡Maldita Kath, aprovechada!
Y la Logia salió cerrando quedamente la puerta, y Kath respiro tranquila, abrazando más al chico (¿no que no?), sentía que del susto saltaría su corazón. Y así, le gano el sueño.
Mientras tanto, Diana contemplaba la forma en que Ian dormía sobre el sillón, no cabía en él, pues el chico era alto y no le daba, y con mucha lástima, tuvo que hacer también su obra de caridad.
- ¡Oye Ian!
- ¿Que, que? - se despertó de repente con el cuello torcido
- ¡Ven aquí!
- ¿Donde?
- ¡A mi cama! - golpeó el lado desocupado - aqui dormirás mejor...
- ¿Dormir contigo en tu cama?
- ¿Que tiene? ¡es solo dormir!
- Pero tu eres... yo soy...
- ¡Mira Ian, no haremos nada mas en la cama que dormir, yo soy una señorita decente (ajá, ¿a quien engañas?) y si te digo que duermas aquí, es porque el sillón es incómodo, anda, ven aquí, a un ladito.
El chico se acercó y se quedó a la orilla, tapandose bien con la colcha (como si la colcha lo protegiera)
- ¡Ok! -sonrió Diana - ¡Buenas noches mon amour!
- Sí... claro - sonrió Ian nerviosamente, pensando que ya no dormiría, pero... a los cinco minutos ya roncaba y Diana solo lo contemplaba...
Mas tarde, cuando Blaise despertó en la recamara de kath, tenia parte de su ropa sobre el buró, y se cambio, Kath cantaba en el baño y al salir estaba de buen humor (¿porque eh? ¿en realidad no paso nada? ¿donde quedo el odio?).
- ¡Traje tu ropa, encontraron tus zapatos y tu varita, lo demás esta inservible!
- Sí gracias... creo que debo irme...
- Sí, adiós...
El chico abrió la puerta, justo cuando pasaban unas chicas y lo vieron salir, al fondo, se veía a Kath con la bata de baño y el chisme empezó.
Por otra parte, Ian también despertaba perezosamente y al ver el reloj, se dio cuenta que ya debía irse, Diana estaba frente a la ventana, observándolo
- ¡Buenos dias! – chilló
- Hola... Ian ¿dormiste bien?
- eh... si
- ¿quieres desayunar? - mostró la bandeja de desayuno
- Tengo que irme - apresuró un vaso de jugo de naranja.
-Lo se - suspiro resignada, pero cuando el se iba, de súbito ella le tomo el rostro y le dio un beso – ¡Fue una noche fantástica! - le dijo con las puertas abiertas justo cuando un grupo de chicos y chicas pasaban y se comenzaron a codear.
Ian se puso rojo y salió ante la mirada de los demás y el rostro más que feliz de Diana... aunque al verlo salir de ahí, era para levantar el chismero y por partida doble...
