Capítulo 41:
Bajo las Sábanas (la vendetta de Paris)... y sobre la TerrazaKath
en esos momentos si quería que le enterraran una estaca,
porque eso de casarse con Hendrix, tan joven y sin haber estado de
loca... digo, sin haber besado otras bocas, como que no...
Regina
recibía la carta de Ana pidiendo ayuda con la borracha, digo,
con Sax, pero el chisme estaba más bueno en el cole en ese
momento, porque Kath estaba como zombi escogiendo un vestido para la
dichosa cena que Hendrix le tendría lista.
-En serio Kath
¿Tienes que ponerte estos vestidos de epoca y con
corset?
-Si
-¿Porque no puedes ponerte ropa normal? Por
lo menos muggle...digo... mìnimo
-A Hendrix le encanta la
ropa de epoca... quiere que use mi vestido rojo, con encajes y
escotado... y un peinado alto... con la tiara de
brillantes...
-Parece que vas a un funeral... dile a Blaise que
abogue por ti...
-Blaise es un cobarde - dijo sin ganas - ¡Oh!
y ahora ¿quien podrá salvarme de mi compromiso?
-Que
seas muy feliz en tu matrimonio kath - dijo Mariana con burla - ¡ya
es noche... asi que... me iré a la cama! - dijo la chica y se
despidió
-¿enviaste la carta a Ferrars?
-Sip...
espero que la reciba
-Buenas noches Mariana, que sueñes
con Ferrars... y con Paris
-Púdranse...
Mariana
feliz y contenta, regresó a su celda, dispuesta a dormir, pero
cuando entró...
-¿Que haces aqui? - pregunto Mariana
a Paris, quien estaba sentado en el escritorio, viendo un libro de
magia negra, aunque como estaba en español, pues solo veia los
dibujitos
-Esperándote
-¿para que?
-Para
demostrarte que soy mejor que Chistopher y que no tienes que estar
celándome con el
-¡Ay! ¿YOOOOO?
-No te
burles Mariana, te conozco muy bien, ya me canse que me humilles y me
pisotees...
-¿Y que vas a hacer? - chilló Mariana,
maldiciendo que su varita la habia dejado en el baño y que no
tenia a la mano nada para golpear al chico
-VOY A SER TU NOVIO, ME
VAS A RESPETAR Y NO FAJARAS A NADIE MAS MIENTRAS ESTEMOS JUNTOS
-¡no
me digas!
-y aparte... dormiré contigo
-¿QUE?
-Digo
que dormiré aquí contigo...
-¿En la misma
cama?
-Si...
-Bueno pues... digo... el sillón es muy
còmodo...mj...
-No gracias, prefiero la cama, es mas
còmoda...
-¡Bien! haz lo que quieras, yo duermo en el
sillòn - dijo sin chistar
-¿Miedo, Mariana?
-¿Miedo
yo?
-¿Tienes miedo de lo que podamos hacer en ella?
-Mj...
mj... No, porque no haremos nada - chilló
-¡Bien! -
sonrió Paris y sin decir mas nada, se comenzó a quitar
la ropa
-¿que haces?
-Me
prepararo para dormir
-¿Acaso duermes sin pijama? - gruñó
al ver que los pantalones, la camisa, túnicas, salían
volando.
-Hace calor, prefiero dormir en calzoncillos- sonrió
y se metió en las cama
Mariana le miró con espanto,
jamás pensó en tal atrevimiento por parte de Paris y
eso de dormir en la misma cama...
-¿Que pasa Mariana? ¿no
vas a dormir? - golpeó suavemente su lado de la cama,
invitándola y ella se quedo, media pe...perpeja...
-Bueno
– dijo fuerte y decidido – dormiré en la misma cama
contigo ¡Pero no haremos nada! Porque ante todo… soy una niña
decente
-Te recuerdo Mariana, que tu eres la primera en pedirme
que afloje… ¿miedo?
-Es que… ahora no quiero ¡me
duele la cabeza!
-Si claro, ahora no está Rin tin tin para
que te salve – dijo el chico con burla – Pero no te preocupes, yo
soy un chico decente y no haré nada que tu no quieras…
aunque he decidido instalarme desde esta noche
-¿Qué?
Paris
le envío una seductora mirada, mientras se ponía cómodo
en la cama, cruzando sus brazos al cuello y Mariana pensó que
su juego con el había llegado muy lejos.
-¿Cómo
que instalarte?
-Si… a partir de hoy, dormiré contigo
todas las noches…
-¡No puedes hacer eso!
-¿Por
qué no?
-Porque… porque… ¡Porque a veces tenemos
pijamadas de chicas!
-No hay problema, ese día, te dejo
sola…
-¡Ay, pero que amable!
-Bueno, yo tengo mucho
sueño, apaga la luz cuando te acuestes… ¡Buenas
noches, Mariana, amorcito! – dijo Paris con cinismo y se medio tapo
con las sábanas, ante la mirada absorta de la chica.
Ella
no podía hacer nada por sacarlo de su habitación
(aunque… ¿quería sacarlo?) el caso es que
sacrificadamente, tuvo que ponerse la bata menos sexy de dormir que
tenía y primero contempló al chico en la camita,
después se sentó a la orilla y mirando de reojo,
contempló sus brazos y parte de su espalda… MMMMMM
-¡Ay
Merlín, tu que estás en los cielos, no me dejes caer en
la tentación, líbrame de las ganas… te lo suplico! –
rezó un poquito y luego se metió cuidadosamente entre
las sábanas, dejando un buen espacio entre ella y Paris, entre
mas lejos mejor…
Pero entre las penumbras lo vislumbraba y tenía
ganas de patearlo de su cama, ya que era mucha la tentación.
-¡Ay
Merlín, no es por amor ni por capricho mío, pero no
quiero saltarle encima y hacerlo mío!
Lentamente, decidió
cerrar los ojos ¡Y no moverse de su lado de la cama! Así
que parte de la noche, se quedó profundamente dormida, sin
darse cuenta de nada… perdiendo… pero la noción del tiempo
y olvidándose que Paris estaba con ella.
Pero muy temprano,
cuando algunos habían madrugado por algún milagro del
señor, llegaba una visita inesperada, que saludo a todos
alegremente y fue directo a las celdas de las chicas… Regina, que
al parecer se había caído de la cama, estaba sentada
frente a su celda, bostezando, cuando lo vió.
¿quien es el que anda ahí?
-¡Christopher
Ferrars!
-Hola Regina ¿aún no se despierta
Mariana?
-No…pero tu… ¿Qué haces aquí? O
sea… pensé que…
-A decir verdad, extraño a
Mariana…. Y pese a lo que pasó… y aunque mi hermano me
halla dicho otra cosa… quiero hablar con ella para aclarar las
cosas y para empezar de nuevo… ¡es mas! Lo que me animó
fue una carta que recibí hace unas horas y de inmediato me
trasladé.
-Pues si fue así, le dará mucho
gusto…
-Entonces subiré a su celda y le daré la
sorpresa
-Te acompaño – dijo Regina, quien no tenía
idea de lo que había pasado –
Ambos subieron a la celda y
Regina estaba sonriendo, cuando abrió la puerta de golpe y
entraron juntos.
-¡Sorpresa Mariana! – dijo Regina,
pero…
Pero la sorpresa fue otra cuando vieron como Marianita,
estaba bien, pero bien, requete bien abrazada a Paris, el chico
estaba rodeándola con sus brazos, y tenía apoyada su
cabeza en su pecho.
-¡Mariana! – gritó
Christopher
-¿Eh... Qué… que pasa? – entre abrió
los ojos y alcanzó a distinguir primero a Regina que estaba
boquiabierta, después a Christopher, que estaba absorto al
borde de un ataque de histeria por la escenita tan… pero tan
romántica
-¡Mariana, pillina! – trató de
ocultar una sonrisita Regina
-¿Christopher? – gruñó
Mariana, pero al tratar de levantarse, Paris que ni en cuenta, la
tenía bien sujeta - ¡Oh! – gimió la chica al
ver que el chico la tenía bien abrazada.
-¿PARA ESTO
ME MANDAS A LLAMAR? – gritó Ferrari
-Eh…
-¡PARA
RESTREGARME EN LA CARA QUE TIENES OTRO NOVIO Y QUE HACEN PORQUERIAS
EN LA CAMA!
-UHHHH – murmuró Regina sin tener la más
mínima intención de salirse de la celda.
-¡no
es lo que crees Chris!
-¿PERDON? ¡TE ENCUENTRO EN TU
CAMA CON ESE TIPO! – gritó de nuevo y Paris se
despertó
-¿Qué pasa? – y entre bostezos vio
a Chris, mas rojo que un tomate y furioso – Mariana, mi amor, dile
a ese tipo que al rato hablas con el, nos está quitando una
hora de sueño – y volvió a abrazarla
-¡Basta
Paris! – lo codeó la chica nerviosa
-¡BIEN QUE ME
DIJO MI HERMANO QUE TODAS SON IGUALES, PERO TU ERES LA PEOR!
-¡DEJA
QUE TE EXPLIQUE!
-¿EN SERIO? ¿Y QUE ME VAS A
DECIR?
-Lo bien que lo pasamos anoche – dijo Paris con malicia –
una noche deliciosa e inolvidable… Mariana… ¡gracias por
hacerme feliz!
-¿Queeeeeeeeeeeeeeeee?
-Si, gracias por hacerme
el hombre mas feliz de la tierra… gracias por dejar dormirme
contigo a partir de ahora
-¡Que cínico eres!
-LA
CINICA ERES TU MARIANA! LOS VI Y NO PUEDES NEGAR QUE DURMIERON
JUNTOS
-¡Pues si pero no hicimos…!
-¡No hicimos
mas que dos enamorados hacen juntos! – La interrumpió Paris
– Gracias por ser mía… Mariana – y le besó el
hombro, disfrutando la rabia del ex –novio y a Mariana, casi
desmayada.
-¿PARA ESO ME ESCRIBISTE UNA CARTA DE AMOR? –
Gruñó - ¡NO QUIERO VOLVER A SABER NADA DE TI!
PARA MI YA NO EXISTES
-¡NO, CHRISTOPHER, ESPERA! ¡ESTE
Y YO NO HICIMOS NADA Y! – pero al querer salirse de la cama, se dio
cuenta que… ¿tenía la bata desabotonada?... UUUUHHHH,
turururu, turururu
Chris resopló al ver eso, y Salió
furioso de la celda, mientras Regina, salía tras el, pero para
tirarse de la risa, y Mariana se volvió furiosa a Paris, quien
estaba disfrutando tanto, ese momento…
-¡Eres un
desgraciado! ¿Cómo te atreviste a manosearme estando
dormida?
-¡No me acuerdo haberlo echo! – dijo
tranquilamente
-¡Yo me acoste con mi bata abotonada! Y
despierto contigo abrazándome…¡eres detestable
Paris!
-Grita lo que quieras… igual y de todas maneras seguiré
durmiendo aquí…
-¡Pues dormiré en el
sillón!
-Como quieras – respondió con esa sonrisa
torcida y sexy, le dio un beso en el hombro y se dispuso a
levantarse, el ya había conseguido, venganza y de paso,
dejarla definitivamente sin novio…
-¡Cínico
descarado! - protestó
-Soy tu espejo amorcito…
