"Todas las decisiones que tomemos en nuestra vida siempre tendrán consecuencias... depende de nosotros el que éstas sean buenas, o sean malas..."

"GERMINACIONES DEL AYER"

Por Roxana Janet

DISCLAIMER: Shaman King no me pertenece... BUAAAAAAA! Sin embargo mas le vale a Hao que no ande haciendo travesuras… ¬¬

NOTAS DE LA AUTORA: Ohayo a todo el mundo! Solo esta aclaración para decir... que en realidad tiene muy poco que comencé a investigar de Shaman King, así que si encuentran cosas que no concuerden... please sigan leyendo! haré mi mayor esfuerzo! X3

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Habían pasado ya varios días desde la llegada de Anna y Yoh a la posada Funbari, y aunque aún dejaba verlo, Hanna parecía estar comenzando a aceptarlos... sin embargo, aún estaba la gran duda de no saber que los había impulsado a dejarlo, y eso era algo que impedía que la relación mejorara... de cualquier modo ¿cómo preguntárselos sin conseguir una respuesta evasiva? Aunque no le conocía mucho, sabía que el sujeto A, o sea Yoh, trataría de cambiarle el tema, en cuanto al sujeto "B", o sea Anna, aunque sabía que tenía su lado dulce, realmente le asustaba la idea de que se molestara con él... en cuanto al sujeto "C"... había algo que no terminaba de agradarle... la voz de su padre tan alegre como siempre le sacó de sus pensamientos, mientras que movido por su curiosidad, caminaba hacia el lugar de donde provenía la misma, encontrando por resultado al chico castaño riendo divertido, mientras de nuevo le hablaba al viento... si... ahora también lo recordaba... ¿a que se había referido Yoh cuando le había preguntado si realmente no podía ver nada? ¿Realmente había algo ahí? Tenía que averiguarlo tarde o temprano...

"Hey, ¿todo el tiempo sueles pensar tanto?" le preguntó Yoh mirándole, mientras Hanna nuevamente era sorprendido por él, causando que le mirara un tanto asustado durante los primeros segundos, mas enseriándose enseguida.

"Pensar demasiado nunca ha matado a alguien..." se limitó a responder Hanna mirando hacia fuera de la gran ventana.

"Lo sé, pero, ¿para que arriesgarse? Jssssss..." rió entre dientes el castaño, ganándose una mirada asesina por parte del niño de 6 años.

"¿Todo... todo el tiempo sueles ser así...? preguntó el rubio con una gran gota resbalando por su cabeza, mientras Yoh al instante dejaba de reir y se ponía las manos tras la cabeza.

"Depende mucho de la situación... no me preocupo o enfado a menos que sea necesario..." suspira y le hace una seña de dedo para que se acerque; el niño acerca su oido mientras Yoh, tras mirar a todos lados, finalmente le secretea "Además, el no preocuparse demasiado es la clave de la juventud duradera..."

Fue oficial: Hanna y Amidamaru (N/A: si, aunque no lo crean y no lo mencione casi, está ahí...) cayeron al estilo anime, mientras que Yoh simplemente reía divertido. Tras breves, el rubio finalmente se levantó mientras miraba con un gesto de frustración al hombre al lado suyo...

"Realmente los adultos son extraños..." pensó el chiquillo mirando recelosamente y un tanto asustado a Yoh "o al menos éste lo es..."

Un par de pasos provenientes del otro lado del pasillo hicieron callar a Yoh y llamaron la atención tanto de padre como hijo, al momento que Anna aparecía. Tras acercarse un poco mas, finalmente se detuvo frente al chiquillo, su gesto inexpresivo y su mirada fija hicieron le pasar saliva; entonces, se giró hacia Yoh al momento que le entregaba una nota y un bolsillo.

"Ve a hacer las compras para la cena" y sin decir mas, se dio la vuelta y regresó por donde mismo. Hanna dejó escapar un suspiro, mientras Yoh se rascaba la cabeza.

"Bien... hay cosas que hacer..." comenzó Yoh caminando hacia la salida "¿vienes Hanna?" el chiquillo tras mirar por donde su madre había salido, finalmente asintió en voz alta mientras corría tras su padre.

OOoOoOo

Finalmente la lluvia comenzó a caer después de que las nubes estuvieran amenazando por un buen rato; la gente que había por la zona pronto comenzó a abrir sus paraguas y a refugiarse de la lluvia, que al poco tiempo vino con mas fuerza; tras ponserse su chubasquero y acomodarse la mochila en el hombro, continuó caminando un poco mas hasta que finalmente, entró en un pequeño local de comida china. Una vez ahí, se sentó en uno de los lugares vacíos en la barra.

"Furietzuko y ko-ye tory" ordenó, al momento que el encargado asentía y se disponía a preparar la orden; por su parte, el chico se bajó la capucha del chubasquero, dejando su caballera morada a la vista, todo el pelo recogido hacia atrás a excepción de un par de mechones que le caían por los lados salientes de los laterales de su cabeza, su cabello sujetado por una liga ancha en la parte superior trasera de su cabeza, junto a un gran pico formado de forma natural por su cabello. Sus ojos verde luna registrando todo el lugar.

"Ah! Demonios!" se quejó el dueño del lugar cuando la lluvia comenzó a caer mucho mas fuerte, al momento que salía del local y tras bajar un poco la lona para evitar que el agua se acumulara en la misma, cerró la puerta del local para evitar que el agua mojara la entrada, dejando el cartelón de "abierto" simplemente para quien quisiera pasar; entonces, regresó a seguir preparando lo encargado "por eso mismo odio el verano..." comenzó de pronto el hombre, captando la atención del chico "Las lluvias vienen cada que se les da su antojo, y es un problema tener que estar acomodando todo..."

"Deberías estar acostumbrado, hombre... vives aquí, ¿no?" la voz fría del chico sonó, mientras el encargado se giraba a mirarle "Además quejándote no remedias nada..."

"En eso tienes razón, sin embargo, no es malo desahogar de alguna manera los descontentos... al final, es lo único que podemos hacer... nadie controla la naturaleza y solo nos queda resignarnos... aquí tienes... provecho!" y sin decir mas, le dejó su orden y se dedicó a seguir atendiendo. Por su parte, dio un último vistazo a lluvia que caía, y tras pensar las últimas palabras del sujeto solo nos queda resignarnos, tomó un par de palillos chinos y comenzó a comer.

OOoOoOo

Quien les viera, juraría que jugaban carreras... sin embargo, no era así; Yoh y Hanna corrían a todo lo que sus pies les daban mientras buscaban refugio de la lluvia, hasta que finalmente, llegaron debajo de una gran lona, y ahí decidieron detenerse. El joven castaño se exprimió el agua de su flequillos, mientras el niño hacía lo mismo. Yoh aún debajo de la lona se asomó a ver hacia el cielo.

"Había olvidado lo cambiante que era el clima de Tokio... y solo a Anna se le ocurre pedirnos que viniéramos a comprar la cena a esta hora..." puso cara de fastidio el joven mientras suspiraba "ahora falta ver a que hora se quitará la lluvia..."

"Em..." Hanna miró a Yoh, quien a su vez posó su vista en el chiquillo, que parecía estarse pensando mucho las palabras; el joven simplemente sonrió un poco melancólico, entendiendo el motivo del por qué no continuaba.

"No te preocupes, Hanna... si te incomoda, puedes llamarme Yoh simplemente en vez de "papá"..."el crío se choqueó durante los primeros segundos, sin embargo, suspiró asintiendo "y dime, ¿qué ocurre?"

"La sra. Anna... mi madre... suele ser así de fría y callada con todos todo el tiempo?" soltó finalmente el chiquillo mientras Yoh se quedaba pensante.

"Verás, Hanna... creo que la palabra para describir a Anna no es "fría", si no mas bien, "reservada"... es una persona muy buena y cariñosa en el fondo, pero no suele demostrarlo... así es ella..."

"¿Y por qué a mi no me dice nada?" le miró dudoso el pequeño, mientras Yoh suspiraba.

"Bueno, yo te podría decir que es por que no sabe de qué hablar contigo..." le mira "sin embargo, eso es algo que sólo ella puede responderte... ¿por qué no intentas hablar tú con ella?" sonrió Yoh ampliamente mientras Hanna, tras un par de segundos, finalmente asintió no muy convencido.

"Por cierto..." el chico se giró hacia él "por qué... ¿por qué mi madre y tu... se fueron...?" soltó finalmente el chiquillo, mientras su padre se enseriaba inmediatamente; el pequeño por unos instantes pensó que había metido la pata.

"Escucha... este no es el lugar ni el momento para hablar de ello... te parece si lo hacemos luego...? Hanna tras un par de segundos, asintió pese a no estar de acuerdo; entonces Yoh repentinamente hizo un gesto como su hubiese recordado algo, ante la confusión de Hanna, quien ladeó su cabecita mirándole extrañado; en seguida, el castaño se giró hacie él con una sonrisa nerviosa "escucha Hanna... hay algo que debo hacer... espérame aquí, vale?" y sin esperar respuesta, el castaño entró en el local detrás suyo, mientras el rubio simplemente ponía un gesto inexpresivo igual al de Anna, y metía sus manos en sus bolsillos.

"Si quería ir al baño, pudo habérmelo dicho..." y sin decir mas, se dio la vuelta, al momento que observaba como la lluvia continuaba "me pregunto... si ese sujeto de ese día... realmente sabrá que fue lo que pasó...? ¿lo volveré a ver?" el chiquillo dio una respiración con frustración "Hanna... eres un estúp..."

"Hey tu, niño, hazte a un lado!" una voz le ordenó desde su espalda, al momento que el chico se quedaba un tanto choqueado por la repentina orden, lejos de estar asustado, molesto... ¿quién se creía que era el sujeto detrás suyo para darle órdenes? Dispuesto a demostrarle que el también podía ser rudo, permaneció inmóvil en su lugar "Mocoso, ¿qué acaso no me escuchaste? Muévete!"

"¿quieres pasar? Tendrás que hacerlo por otro lado..." respondió desafiante, sin siquiera girarse a mirarle.

"Escuchame bien mocoso... o te haces a un lado..."

"O de lo contrario, que?" finalmente se giró Hanna a mirarle, mientras que por unos instantes, el sujeto, el mismo del restaurante chino, le miraba por unos segundos... ¿de donde se le hacía tan familiar? "O de lo contrario que?" volvió a insistir Hanna, sacándole de sus pensamientos "Vamos, estoy esperando! Si no me hago a un lado que harás?"

El niño realmente se arrepintió de haberlo preguntado, puesto que cuando logró reaccionar, se encontraba en el suelo con la gran punta de una alabarda tocando su fino y delicado cuello; tras pasar saliva y mirar la punta del arma, posó su mirada en el sujeto, mientras éste a su vez mantenía en su gesto un semblante inexpresivo. Si hubiese llevado sus dagas consigo las cosas serían diferentes... si las hubiese llevado... lo único bueno del asunto, era que si salía vivo de ello, ahora sabría una nueva lección: jamás hacerse el macho sin saber contra qué te enfrentabas... o al menos no hasta saber si el sujeto con el que te estabas poniendo al brinco llevaba escondido en sabrá dios donde un arma de al menos 2 metros de largo.

"Si no te haces a un lado me olvidaré de que eres un niño y te mataré..." Hanna nuevamente pasó saliva, al momento de tratar de controlar su respiración "Ahora, solo te lo diré a una vez mas... hazte a un la..."

"Hey tu! No crees que es una cobardía atacar a alguien que está desarmado, y mucho mas si es solo un niño?" la voz de Yoh captó la atención no solo del sujeto, si no de Hanna también, quien aprovechando la distracción de su agresor, se puso de pie y corrió al lado de su padre, sujetándose al pantalón del mismo y ocultándose un poco tras él; pese a que esta reacción sorprendió realmente a Yoh, no hizo mucha fiesta por lo mismo debido a la situación "Ahora que las cosas están un poco mas parejas, dime! ¿qué quieres? ¿por qué motivo atacaste a mi hijo!"

"Mph... ¿el padre eres tú? No me sorprende que ese crío sea asi..." el sujeto apoyó la punta de madera de su alabarda en el suelo, siendo casi de la misma estatura "aunque sinceramente, a mi parecer tiene mas agallas que tú, Yoh Asakura..." las últimas palabras del sujeto realmente parecieron entrar en la cabezota de Yoh, puesto que éste frunció un poco el ceño tratando de recordar, mientras miraba interrogativamente al sujeto "supongo que era demasiado pedir que tuvieras un hijo realmente decente..."

"Esto... Aguarda un segundo...!" Yoh tomó aire al momento que tras un par de segundos de pensárselo, finalmente dejaba escapar las palabras de su boca "Tao Ren...?"

Finalmente, el chico se dio la vuelta, dejando verse totalmente; Yoh no evitó dibujar una gran sonrisa en su rostro al ver que su suposición habia sido correcta. Sin esperar a nada, Yoh se acercó al sujeto, mientras Hanna parpadeaba sin entender nada.

"Ren! En realidad eres tu? Wow! mira nada mas... has cambiado mucho! Creciste!" éste último comentario hizo que el joven taoísta se ruborizara mientras una vena se marcaba en su cabeza.

"Lastima que yo no puedo decir que tu tambien has cambiado... sigues igual de idiota..."

"Si, a mi también me da mucho gusto verte!" dijo Yoh pícaro riendo y mostrando sus dientes al momento de saltarle encima y tras tomarle con su brazo por el cuello, comenzó a frotar con los nudillos de su mano libre la cabeza del chico de cabellos violáceos.

"ASAKURA YOH! SUÉLTAME EN ESTE INSTANTE O DE LO CONTRARIO TE MATARÉ!" Amenazaba Ren al momento de tratar de librarse del castaño, sin éxito, mientras Hanna parpadeaba ante tal escena...

¿Qué no se supone que había estado a punto de matarle? ¿por qué entonces su "padre" se portaba asi con él? no conocía la respuesta, sin embargo, estuvo seguro de una cosa: el nuevo sujeto le asustaba también, y no por que había estado a punto de matarle, si no por que al parecer, al igual que su padre, estaba loco... había comenzado a llamarle "Bason" al viento... sin embargo, de nueva cuenta la pregunta de su padre se le vino a la mente, y la incertidumbre le invadió... ¿en realidad había algo en el aire? Y de ser así... ¿por qué el no podía verlo?

CONTINUARÁ

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