Han sido unas semanas terribles de trabajo de escuela, pero lo hice con cariño…
Entre las tinieblas de la noche
Capitulo VII
Recuerdos de niñez
Caminó relajada entre los árboles, tomando el pequeño desvío para la feria, pero al parecer volvía a perderse y a plena luz del día, no tenía remedio. Era muy despistada.
Era como la primera noche…sin embargo se sorprendió al sentir aquel ruido…en parte metálico y lejano, entre las sombras de los árboles…la voz surgió con leve temor al ver la sombra
– Yo no ... – dijo Tamao
– Al parecer vives perdiéndote… – murmuro lentamente, la voz de la gran sombra en donde se distinguía el particular brillo de sus ojos
Miro con cierto temor la gran sombra, de una altura considerable, quizás el doble de ella misma. Pero aun más al escuchar aquella voz, tan fría, tan profunda, tan estremecedora…
– no es mi intención – respondió con sinceridad
– lo que digas
La sombra avanzó y el juego de luces dejo al descubierto con mayor claridad el brillo en los ojos, brillo de sol resplandeciente.
Para Tao no era comprensible el motivo de su encuentro con ella, suficiente había tenido con la noche anterior, menos ahora que estaba despierta y por lo que veía confundida. ¿Por qué, todo salía como no quería, había salido a pasear para distraerse de sus problemas y supuestamente uno de ellos era justamente la joven frente a el. Ironías
Miro al suelo con un poco de temor, se daba cuenta que su presencia era imponente y estremecedora mas si estaba en el caballo y entre las sombras, sintió su pulso aumentar.
– ¿Tienes miedo? – preguntó lentamente
– Yo… - titubeo
¿Acaso lo había adivinado, no… solo era casualidad que preguntara eso…
– Deberías huir si lo tienes
– No… - levantando la mirada- solo es un poco de nerviosismo…
Hakkuo no tardo en moverse de modo inquieto, queriendo acercarse a la muchacha, para cuando Tamao se percato el color del corcel era el mismo de la primera vez que lo vio…azabache
– Quédate quieto – siseó Ren al caballo
– Hakkuo… que bueno volver a verte – sonrió - ¿puedo?
El caballo respondió, moviendo alegremente su cabeza. Tamao no comento nada acerca del color del caballo, tenía la sospecha que si preguntaba algo sobre eso seria entrometerse en asuntos profundos.
– no veo el impedimento… -respondió con voz distante y cruzándose de brazos indiferentemente
La joven se acerco y acaricio la cabeza del animal, a lo cual el respondió con suaves sonidos complacidos, cruzados de brazos y observando estaba el joven de ojos dorados, aunque su capucha no dejaba ver su rostro, Tamao sentia la mirada sobre ella.
– ¿Usted siempre anda por estos lados? – pregunto, mientras acariciaba una de las orejas de Hakkuo
– Si
– Ya veo...
– No veo la necesidad que me trates de usted – mirando hacia al frente – no soy mayor que tu, en edad.
– Lo siento es un costumbre mía – apenada y un poco triste – siento haberlo incomodado, no fue mi intención…
– Deberías aprender a montar, si estas en este lugar… – dijo tranquilamente – si tanto te gusta pasear…es más seguro que andar a pie.
– ¿Yo, Es que...
En el momento en que ella se mantenía en silencio Hakkuo se comunico con Ren mentalmente, interviniendo en la pequeña conversación, ajena a él.
" ¿porque no le enseñas?"
– Porque no – respondió enojado
" no me digas que el gran Ren Tao es Cobarde de enseñarle a una simple humana a montar"
– No soy cobarde, y no le enseñare…no soy niñera - reclamo cortante
"Entonces si no lo eres¿porque no le enseñas?"
– ¿No me crees capaz?
" Mmmm, no lo sé…pruébalo"
– Idiota
El movimiento rápido del jinete hizo que la capucha empezara a deslizarse hacia atrás, cuando le dirigió la mirada a Tamao su voz fue decidida
– Sube, es mejor que aprendas, no quiero verte tirada debajo de un caballo. Sería algo desagradable
Dudo por un momento de sus palabras, pero el tono en que le hablo era una propuesta y en parte una orden, decidió seguir su propuesta, además alguna vez en su vida debía aprender, viéndolo desde el lado práctico de las cosas.
Volvió a sentarse delante de el encerrada por sus brazos siendo absorbida por su esencia de noche pura y misterio, le parecía tan lejana la primera vez que se encontraron aquella noche, pero ahora aunque tenia un leve temblor tomo las riendas, para su sorpresa las manos de el encima de las suyas apretaron con determinación, para que no las soltara, apretaban un poco. Se sentía extrañamente segura…con esto Hakkuo avanzo lentamente
– debes haber aprendido hace mucho… para tener tanta seguridad – murmuro
– Algo así – respondió
Ella lo miro de reojo con curiosidad, sonrió imperceptiblemente. Lo que hizo que el desviara el rostro. La joven no entendió el motivo de porque lo hizo, trato de concentrarse en hacerlo lo mejor posible.
Hakkuo tenía unas enormes ganas de saltar o hacer algo por el estilo, sentía demasiada armonía con la compañía de la jovencita, no cabía duda que le agradaba. Sin embargo también tenía curiosidad de que pasaba "allá arriba" en otras palabras… sobre él. Porque había mucho silencio. Dedujo que estaban muy nerviosos o muy tensos. Le pareció divertida la idea. Pero el camino cambiaba y el paisaje, no se parecía a los lugares en los que hubiera andado, pero tenia algo muy lejanamente familiar¿Qué significaría esto?
Dos jóvenes viajaban en un auto pequeño y oscuro, miraban por la ventana analizando el lugar.
– Es un lugar precioso… - exclamo la joven de ojos azules mirando por la ventana abierta
– no se que le vez de precioso, para mi es un lugar decrepito – murmuro el joven mayor que ella, sentado a su lado de brazos cruzados
– será perfecto para que entrenes – con voz soñadora
– no menciones eso – con tono doloroso y cerrando los ojos mientras hacía una mueca
– si como digas…– no tomando en cuenta las palabras de su compañero de puesto – aun recuerdas nuestro encargo ¿verdad?
– Si, debemos encontrar a los descendientes de los Asakura, me parece que se llama Yoh su sucesor, debe ser un anciano
– Que nombre mas extraño – reflexionó
– Deja de decir eso hermana… lo único que quiero es conseguir esos talismanes – pasándose la mano entre sus cabellos de color igual a su acompañante…celestes.
– Pero recuerda que no podemos volver a la tribu con los talismanes y sin el "otro encargo"
– Deja de repetirlo Pilika, se perfectamente lo que tenemos que hacer. Y aunque este iniciado ya… no veo la necesidad de viajar a este lugar tan calido…
– Que seas un "iniciado" no te da derecho para elegir el lugar – callando unos segundos - Vamos hermano será divertido
– En realidad no se de donde sacas tanta energía – gruñendo y pensando – se que me arrepentiré
El mayor de los hermanos Usui, miro a su pequeña hermana que contemplaba el paisaje a través de la ventana, y suspiro con cansancio, si volvían a la aldea debían hacerlo con "buenas noticias"
El auricular del teléfono hizo un leve golpe cuando fue colgado en su lugar, dando termino a una conversación
– ¿Qué sucede Ana? – pregunto con curiosidad
Asakura había hablado por breves minutos con la abuela, los restantes lo había hecho Ana, se entero de algunas novedades de la familia, como por ejemplo su hermano que había desaparecido en uno de sus largos viajes, como siempre. Y otras cosas de rutina, pero a pesar de todo sabia que algo se quedó en el tintero
Ambas mujeres hablaron al final con demasiada tranquilidad para su gusto.
– Es sobre el templo – respondió cruzándose de brazos
– la familia…
– Así es…
– ¿Y sobre que se trata?
Pues no solo hemos venido de vacaciones, a esta parte de Europa… veras me acaba de comunicar la abuela Kino, que un paquete viene en la maleta, es un encargo de una tribu
– ¿Encargo? – pregunto dudoso el castaño
– Son talismanes sagrados, es algo importante y… "delicado"
– No me gusta esto… - diciendo en tono serio – hay algo extraño, siento que no esta dicho todo…¿o me equivoco? – mirando a su prometida
Si Ana pudiera haber saltado de sorpresa por la sagacidad de su prometido lo hubiera hecho. ¿Quién lo diría?. El que era el más despistado del mundo pudo descubrir el gato encerrado del asunto. Aunque ella misma no sabía exactamente de eso. Estaba en las mismas condiciones de información que el castaño. Y eso le desagradaba… si bien los talismanes sagrados tenían una función específica, la abuela no había querido comunicársela, ni menos cual era la tribu que los había encargado.
– has acertado Yoh – respondió lentamente
– Llegamos… -suspiro
– Vaya tiene muchos puestos – exclamo Pilika
– Ahora que veo bien… ¡COMIDA!
La multitud miro hacia donde había escuchado un gran golpe, solo pudieron hallar a un jovencita y a su lado un joven envuelto en una extraña red.
– deben ser gente de acá – murmuro un turista
– quizás folcloristas
Para Pilika no era agradable calmar a su hermano, menos con el tema de la comida. Lo primero que debían hacer: era encontrar al señor Asakura o la sacerdotisa Ana Kyôyama.
– Debemos empezar por allá – arrastrando el bulto, envuelto en la red
– Pilika… - murmurando inconsciente – comi…da
Tranquilo Horo-Horo llegaremos en menos de lo que crees, pero antes comprare unos recuerdos para llevarle a mamá y papá
– Mujeres… - murmuro
Claro que si encuentro algunos implementos para tu entrenamiento – con una mano en la mejilla y brillo en los ojos – seria tan oportuno
– No….
Para el peliazul, la sola palabra "implemento" le causaba dolor y si iba acompañada de entrenamiento era un calvario. Tenia que hallar la manera de escaparse. O hacer cambiar las compras de su pequeña hermana.
Poca luz entraba en el espeso bosque, pero aun así, dejaba ver el camino. Era un extraño sueño para quien nunca hubiera entrado… un mar esmeralda. Pero era tranquilo Tamao sentía que algo no andaba bien, era una extraña sensación que subía de su pecho al mirar el camino…ese lugar
– Este lugar me es conocido – murmuro
Cuando ya hubieron avanzado, la luz ilumino mejor. Era una especie de claro, pero con ruinas, parecía que una antigua e imponente construcción estuvo hace muchos siglos. Ambos se bajaron de Hakkuo, al estar en el suelo la joven camino dudosa en el lugar. Le parecía un sueño borroso.
– ¿acaso lo conoces? – pregunto Ren
Tao vio como la joven caminaba a lo que fue una pared ya derrumbada y apoyo su mano, aunque había volteado a mirarlo, su mirada yacía en el suelo y no podía ver su expresión a causa de los cabellos que tapaban su rostro
– Yo… – susurro
Una estocada en el pecho le indico que la joven sabía, debido a un arrebato apareció frente a ella sin que se diera cuenta.
– Respóndeme – tomándola de los hombros
subió su mirada al sentir el rápido tacto de el y la demanda que le imponía, se encontró con sus ojos, el dorado de sus iris se movían como un lago de oro fundido. Esos ojos… fueron los mismos que vio hace años, ojos pertenecientes a quien la salvo siendo una niña…eran aquellos mismo ojos …
– Tú….
El observo las iris de fresas que tiritaban incesantemente, y de pronto la luz de los recuerdos volvieron a su mente…recordó que aquel olor estaba aun presente en él, era el mismo de hace una década… era el aroma de esa niña… a quien le regaló…
Ambos se quedaron mirando como si se conocieran por primera vez, como si todo hubiera empezado de nuevo, todo lo que paso en unos minutos en su niñez volvió a sus mentes, donde lo habían enterrado, profundamente.
Ren comprendía el porque, ahora sabia porque no pudo borrarle la memoria a la jovencita frente a él, no era nada más ni nada menos que esa niña…precisamente esa niña.
Tao vio como la joven dirigía una mano dudosa detrás de su oreja, precisamente en la pequeña cicatriz
– fue el corte con aquella roca… - dijo Tamao, recordando mientras tocaba levemente
– No fue nada, solo un rasguño – respondió de forma orgullosa
La pelirosada observo como el tomaba su mano con firmeza mientras la retiraba centímetros de él, manteniendo aun el profundo contacto visual que los unía, en esos momentos se percató de su falta de respeto al acercar su mano a el. Sin embargo eso no la ponía nerviosa, si no la corta distancia.
– Pero…
– Fue hace bastante tiempo… lo suficiente como para que lo olvidaras – le recordó en tono frío
– No lo hice… - sonriendo levemente – me salvaste la vida, siendo unos niños…
La soltó suavemente del agarre en que la tenía, el lugar en donde estaba hace unos minutos Hakkuo estaba vacío. El mismo Ren le había advertido que se retirada de mucho antes. Volvió a mirarla, caminó unos pasos hasta la muralla donde apoyo su espalda y se cruzo de brazos, observando los árboles… intentando no mirarla, aunque estaba a su lado la mirada de ella iba dirigida detrás de los escombros de la muralla...al lago
Continuara…
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§The Girl Magic and Mystic of the anime§
