Capitulo 4 "¡Obliviate!"
Primero Harry fue muy consciente de que debía haber caído hacia atrás, y en la caída haberse golpeado fuertemente la nuca, después sintió punzadas en las sienes, y al abrir los ojos, le costo relacionar los diferentes componentes del rostro que lo observaba asustado, los ojos grandes y expresivos de un azul turquesa nítido, la cara llena de pecas, el pelo rojo y corto, y las manos de aquella persona presionándole tan fuertemente los hombros que le hacía daño, aquel, lo levantó casi sin que el hiciera otro movimiento que el apoyo de los pies en el suelo. Era Ron, con la mirada desorbitada, que alcanzaba una silla tirada en el suelo y lo ayudaba a sentarse.
-¿Estas bien Harry? Tranquilo-Le decía su mejor amigo. No hacia falta que lo tranquilizaran, o quizás sí, en realidad Harry buscaba a Ginny con la mirada, y no tardó en encontrarla, se hallaba sentada en la misma posición en la que sopló las velas, con el pastel intacto, las manos tapándola la cara y el pelo cayendo laceo sobre ellas, el decorado festivo parecía una burla para la muchacha y para aquel momento de tensión, después del cual claramente la fiesta no sería tal.
-Ginny- consiguió murmurar Harry, sorprendido de que le costará tanto hablar -¿Esta... llorando?- Ron miró a su hermana, la única persona que no se había movido de su asiento y que, sin embargo, parecía la más desolada, Ron alzó los hombros.
Harry reparó en que bajo la carpa solo se encontraban los cuatro amigos, sin rastro de la Orden, ni de nadie, y mucho menos de Dumbledore.
-Se han marchado- dijo Ron interrumpiendo el poco duradero silencio que se comenzaba a generar –Dumbledore se acercó a ti he hizo algo así como tomarte el pulso y todos se desaparecieron. Bueno, todos los que sabes hacerlo, los que no, creo que han utilizado la chimenea.
-Coge a Ginny- Dijo Harry, al cual por alguna razón le importaba muy poco donde estaban los demás.
-¿Cómo?- Preguntó Ron, confundido.
-Coge a Ginny, se ha desmayado.
-Harry, hoy es el día en que Voldemort mató a tus padres- Harry, que acariciaba el rostro de Ginny, retiró de él la mano como si se hubiese quemado.
-¿Qué dices?- la preguntó en un hilo de voz, Hermione y Ron la miraban estupefactos.
-Todos suponiamos que ahora que se a alzado, aprobecharia el día de hoy para hacer una de las suyas. Si te fijas, Voldemort siempre a procurado que sus maravillosos planes sucedieran alrededor del último día de Diciembre- Harry se alejó de Ginny.
-Eso no puede ser...
-Lo es- le dijo Ginny con dureza –creeme Harry, por eso mencionaba que estas no eran fechas para quedarnos solos, no se como ha podido meterse en tu cabeza, pero te ha hablado, lo ha hecho hoy, y lo ha hecho por simple capricho.
-No tiene porque ser difícil para Voldemort inmiscuirse en los pensamientos de Harry, ambos están unidos irremediablemente, y ninguna barrera impide un vínculo mágico, aunque el mismo Dumbledore la cree.- Ginny, tumbada en el sofá y con un paño frío en la frente, asintió.
-¿Por qué no me lo habéis dicho? No lo comprendo, ¿Por qué siempre me estáis ocultando algo?- Ginny cerró los ojos, Ron, que miraba por la ventana se frotó las sienes, y Hermione eludió la pregunta –Supongo que tendré que acostumbrarme... acostumbrarme a no tener nunca ni idea de que cosas sabéis vosotros que yo no se.
-Pensábamos que lo sabías Harry, al menos yo- Dijo Ginny, Hermione asintió y Ron siguió contemplando el horizonte. Harry no contestó, lo cierto era que hacían alusiones sobre la fecha en la que estaban, pero Harry siempre pensó que se referían simplemente a la festividad navideña.
-Mirad, estoy cansado de todo esto, si no es posible que Voldemort nos haga daño mientras estemos aquí, prefiero ignorar lo que ha pasado. Solo quiero pedirte disculpas Ginny, por estropearte el día de tu cumpleaños.
-No te preocupes... todavía me quedan muchos cumpleaños por delante, ¿No crees?- Ginny sonrió amargamente, y a Harry le recorrió un escalofrío por la espina dorsal, había algo que no podía ignorar, el profundo miedo que se había apoderado de él antes de caer abruptamente al suelo. El miedo por Ginny, pero... ¿Por qué por ella? ¿Es que Voldemort pensaba dañarla? Ginebra Wesley era de una familia de Magos pura, de sangre limpia, dirían algunos, quizás solo debía temer por ella, por el mero hecho de que entre Ginny y él había una fuerte unión, y por las mismas, debía temer por todos y cada uno de sus amigos y seres queridos. Por nada del mundo querría verlos caer delante de sus ojos como lo hizo Sirius. Por nada del mundo...
Harry empezó a plantearse la posibilidad de alejarse de Ginny, de actuar como había hecho siempre con ella, de demostrar una importancia casi inexistente por la joven, y de esa manera, que a Voldemort no se le ocurriera utilizarla como cebo, tenerla como objetivo, hacer sufrir a la familia Wesley, después de todo, era imposible romper el contacto con sus mejores amigos, fingir que no les importaba, Voldemort ya los tendría en su lista negra, pero Ginny no, Ginny todavía no había entrado en esa lista.
Harry salía solo a pasear, procuraba comer y cenar solo, y decidir que hacer con Ginny, era la primera vez que se sentía compenetrado con alguien de aquella manera, Ginny era la chica más increíble que había conocido, era graciosa, era divertida, era inteligente, y su picardía la hacia muy atractiva, era ante todo amiga, y novia, y a penas comenzaba a conocer a la verdadera Ginny, no quería dejarla, porque comenzaba a hacerle olvidar su nombre, su apellido, y la cicatriz de su frente, empezaba a sentirse liberado, apoyado, Ginny no se compadecía de él, y no le importaba ser dura, si con eso Harry conocía la verdad. Él la necesitaba, necesitaba su cuerpo menudo abrazándole, y su rojo pelo acariciándole la mejilla. Sus chistes, su filosofía de vida...
Cuando Harry volvió aquella noche a la madriguera Ginny tenía la mejilla pegada a uno de sus libros de ciencias ocultas, parecía haberse pasado toda la tarde consumida en reflexiones, Harry la cogió en brazos, la subió a su cuarto y la tumbó en la cama junto a la de Hermione, la observó y la besó el cabello, colocó el libro en su respectivo lugar en la estantería, y deshizo el tenue lumos con el que se había iluminado el camino, al llegar a su habitación, esperaba encontrar a Ron dormido, roncando o murmurando en sueños, sin embargo, su pelirrojo amigo se encontraba sentado en la cama, con los brazos apoyados en las rodillas, y la mirada perdida.
-Hermione y Ginny son lo más importante que tengo...- dijo su amigo sin mirarlo –y tu también Harry, de todos mis hermanos, tu eres el mejor- Ron sonrió tristemente. –No me gustaría que os ocurriera nada a ninguno.
-No nos va a pasar nada- dijo Harry sentándose junto a Ron –Ron rió con sarcasmo
-Se lo de la profecía- dijo Ron escuetamente -Hoy Dumbledore ha venido en tu ausencia- Harry alzó las cejas sorprendido –me lo ha contado, solo a mí- En la cabeza de Harry se agolparon una serie e interrogantes, ¿Por qué a Ron?
-Bueno Ron, es mi destino, yo y mi suerte. Mato o me matan, cosas que pasan- Harry no consiguió el efecto que se proponía en su mejor amigo, este le dirigió una mirada vacía –No te preocupes... todo saldrá... todo saldrá bien, y de todas maneras, no dejaré que le pase nada a Ginny por mi culpa...
-Pero Harry, ¿Y Hermione? Ella es... ella... tiene sangre muggle, y además es tu mejor amiga- los ojos de Ron comenzaron a brillar, el labio le temblaba. –Se que será la primera a quién intentará cazar, lo se... maldito sea...- Harry no sabía que decir para tranquilizar a su amigo, porque en realidad tenía mucha razón.
-La protegeremos Ron, clámate- Harry puso su mano sobre el hombro de su amigo, y este respondió abrazándole efusivamente, después se separó y se secó los ojos con la manga.
-Odio a Voldemort- dijo apretando los dientes, pronunciando el nombre del mago tenebroso por primera vez –Lo odio como jamás he odiado en mi vida.
Harry esperaba que Ginny le pidiera explicaciones por haberla ignorado durante todo él día anterior, que se enfadara, que lo reprendiera... por esa razón Harry rehusó a levantarse a la hora a la que estaba acostumbrado, inventando un sinfín de excusas y explicaciones, que resumieran el hecho de que no podía evitar ser un tanto solitario. Sin embargo, se equivocó con Ginny, cuando bajo las escaleras y la miró tímidamente de soslayo ella estaba tan enfrascada en la lectura de un gran tomo con el nombre de "Importancia de la descendencia genética en la magia oscura" que ni siquiera reparó en él. Harry, que debía de sentirse aliviado por no ser interrogado, se sintió algo ofendido, a la par que sorprendido, y entonces Ginny alzó la mirada tras el volumen, le sonrió y le dio los buenos días con un aire completamente natural, Harry la devolvió la sonrisa. Ginny tenía sus rojizos cabellos recogidos en una fina y corta trenza, de la que se desprendían varios flequillos que la rozaban la pecosa nariz cuando se inclinaba para leer. Harry, que no había dormido prácticamente nada, sabía con certeza que llegaría el momento en que la negaría todos aquellos sentimientos que la muchacha desataba en él, pero a pesar de la claridad con la que había forjado su plan para hacerla odiarlo, no podía evitar preguntarse como olvidaría su mirada celeste, sus pequeños hoyuelos al sonreír, y la manera en que eludía cualquier pregunta o comentario que pudiese ponerlo en un apuro, Ginny era perfecta, como ella no había nadie en el mundo, ella no quería explicaciones de Harry, quizás no las necesitara, quizás fuese la primera persona que lo entendiera, de todas aquellas que lo habían intentado. Y por eso, Harry aplazó su plan, y, sintiendo como cada vez estaba más hipnotizado por aquel pequeño torbellino de sorpresas, encerrado en la apariencia de alguien que jamás había roto un plato, se acercó a ella, y la contempló con el mentó apoyado sobre la mano, y el codo reposando en la mesa. Que se enfriaran las gachas de avenas, que no sabía cuantas navidades pasaría como aquella, o si tendría siquiera alguna más.
-¿No crees que te estas obsesionando?- La preguntó Harry después de un par de minutos de contemplación, Ginny negó con la cabeza y alcanzó su vaso de zumo. –Yo creo que sí, relájate, estamos en navidad.
-¿Es que te parezco estresada?
-Solo me parece que lees demasiado, quizás sea la influencia de Hermione- Ginny le sonrió con cierto aire peculiar, como si pensará que Harry no se enteraba de nada.
-Quizás sea tu influencia Harry, no la de Hermione- se limitó a mirar hacia la superficie de la mesa –no la lectura, llevo leyendo estos libros más tiempo del que tu crees.
-No dejas de sorprenderme...- La dijo en un hilo de voz, levantó la mirada, se encontró con la de ella, ¿Por qué tenía que ser tan agradable su compañía? –Eres... no se como describirte.
-Inténtalo- le invitó Ginny
-No, no puedo... es... me da vergüenza.
-¡Vaya!- Exclamó Ginny, y Harry dio un respingo. -Así que el héroe es vergonzoso. Pues no te conviene, ¿Sabes? Están tardando mucho en acosarte los medios de comunicación, pero en cuanto el mundo sepa lo que se nos viene encima te harán un templo, y hasta los muggles irán a rezarte- Harry se ri
-¿Cómo lo haces?- Preguntó Harry cautivado, entornando los ojos, la sonrisa de Ginny se hizo cada vez más tenue, pero sin abandonar el brillo que le daba a su mirada.
-¿El que?
-¿Cómo haces que me olvide de todo Ginny? ¿Cómo puedes hacer que algo tan pesado parezca insignificante cuando estoy contigo?- Ginny no se ruborizó, tampoco se justifico con falsa modestia, alzó los hombros y le devolvió una mirada tímida, sonrió y alzo los hombros.
-Supongo que soy un genio ¿No?- Harry volvió a reírse, mientras Ginny hacia un gesto de indiferencia con la mano.
-¿Tú? ¿Un genio?- Ron acababa de llegar de la cocina con una docena de bollos, un brik de zumo y montaditos de nata flotando a su alrededor; se sentó a la mesa con los muchachos -¿Sabéis?- Les preguntó a la vez que su varita ejercía de batuta y con unos suaves movimientos su extenso desayuno acaparaba la mesa –Me encanta este hechizo.
Harry se dio por vencido en el intentó de que Ginny dejara de leer libros sobre las artes oscuras, los magos y brujas más terribles de todos los tiempos, y un largo ect.., y se pasó toda la tarde bajo la luz de un gran candelabro, sobre la moqueta del cuarto de Ginny, leyendo revistas sobre quiditch e intentando no pensar en Voldemort. Fuera llovía a cantaros, y parecía que era de noche debido a la oscuridad de las nubes que ocultaban totalmente el sol. Ginny empezó tres libros y acabó dos en una sola tarde, de vez en cuando perdía la mirada en el techo, resoplaba, y volvía a enfrascarse en la lectura. Harry respetó aquella imperturbable concentración de la muchacha, aunque se moría de ganas de abalanzarse sobre ella y besar sus rojos labios. De vez en cuando la voz de Ron los acosaba preguntando "¿Qué hacéis?" y "¿Os puedo ayudar en algo?", y Ginny, muy malhumorada, le contestaba que ayudaría más esfumándose. Harry se cansó de leer, y examinar fotos de grandes fichajes pavoneándose, así que, de un saltito, se acercó a Ginny, la quitó el libro, se sentó frente a ella, y acercó sus labios al cuelo de la joven dándole un breve beso, se apartó y se ruborizó a causa de si mismo, Ginny reaccionó con una divertida sonrisa que Harry la devolvió. La habitación era cálida, un fuego verde que calentaba, pero no quemaba, brillaba en un rincón del cuarto, y Ginny, que al parecer no era tan friolera como su hermano, lucía una de sus preciosas camisas finas y tejidas a mano, con aquellos diminutos ribetes bordeando el cuello en punta, al que lo seguían tres diminutos y redondos botones blancos, sus hombros relucían dorados bajo la luz del candelabro, y Harry se percato de lo delgadas que eran sus muñecas, y la tendencia de sus mejillas a sonrosarse, era decididamente, una mezcla entre dulzura infantil, y una belleza más madura que comenzaba a adquirir. Harry se inclinó hacia ella, la agarró suavemente de los hombros, titubeó, y la dio un profundo beso, que le cosquilleo en el estomago, se hacía más y mas profundo, y el se inclinaba más y más sobre ella, Harry no pensaba que besar era algo así como saborear un helado, era mucho mejor, pero era curioso como la mecánica podía llegar a parecerse. Ginny le había dado un pequeño mordisquito en el labio, había arrugado la nariz, habían aparecido aquellos hoyuelos en sus mejillas, se reía, y Harry la iba a sonreír cuando algo sucedió. Los ojos de Ginny empezaban a provocar en el una sensación extraña de agobio, el calor lo abrasaba la piel y se mareaba, en su cabeza escucho una voz femenina, profunda y lejana que no podía catalogar, sintió como su cuerpo, sin poder evitarlo, se doblaba lánguido hacia atrás, y también como Ginny intentaba amortiguar su caída, poco a poco y con mucha suavidad su espalda toco el suelo...
Ya no estaba en la habitación, Harry no estaba en la habitación, ni en la madriguera, estaba en la oscuridad más completa, escuchaba una risa tierna, dulce, unas carcajadas felices y sonoras, y su nombre al fondo, y en ese fondo una pequeña luz. Una voz lo reclamaba, la voz de aquella risa, una voz que retumbaba con optimismo en la oscuridad. Harry se dirigió hacia allí, la luz se iba haciendo más grande, hasta que lo cubrió. Todo era una amplia explanada de césped dorado bajo un cielo infinito, rojizo, una puesta de sol, y los tonos ocres hacían juego con la melena de la muchacha, que lo invitaba a acercarse, Harry sonrió y se dirigió hacia ella, ella canturreaba y le esperaba con los brazos abiertos, solo había algo oscuro en aquel ambiente de evasión, una sombra larga, delgada, huesuda, que se fue descubriendo, a medida que Harry se acercaba a ella, ella debió notar el gesto de horror del muchacho, porque su sonrisa y su baile desaparecieron, la sombra se cernía sobre ella. Con unas manos oscuras de dedos extensos y desagradables. Harry hecho a correr, pero parecía no moverse del sitio, "No, no" murmuraba sin aire, pero la sombra se había incorporado sobre la muchacha, la atrapaba, y ella no parecía saber que tenía detrás.
-¡A Ginny no! ¡Maldita sea! ¡A ella nooo!- Su gritó se perdió en el abismo, Harry abrió los ojos de par en par, Ginny lo sujetaba, el candelabro se tambaleaba, Ginny lo abrazó, lo tumbó sobre la moqueta, hacia atrás, de nuevo, y le acarició el cabello, se recostó sobre su pecho, de Harry se apoderaron varias convulsiones, no podía respirar con normalidad, y los ojos se le llenaban de lágrimas a causa de la asfixia.
-Tranquilo, tranquilo... ya paso todo, no te preocupes, tranquilo Harry, no nos va a pasar nada, porque él no puede hacernos nada mientras estemos aquí.
-No le tengo miedo- balbuceó Harry –lo mataré, si te toca... Ginny... lo voy a matar, tengo que.. Gin... escúchame- Ginny le empujó hacia atrás para evitar que se incorporará –Se ha metido en mi mente, sabe que me importas... lo sabe...- Ginny negó con la cabeza, levantó su varita y dijo "¡Obliviate!" los ojos de Harry parecieron cristalinos por unos momentos, pestañeó y Ginny le dijo lo que debía recordar.
-Esta noche os recogeremos a las once, y os marchareis con nosotros a Grimauld Place. ¿Entendido?- preguntó la Sra. Wesley desde la chimenea, Harry y Ginny asintieron. –Muy bien, Harry, ¿Podrías subir a decírselo a Ron?
-¿Ahora?- preguntó Harry extrañado, la Sra. Wesley asintió, cuando Harry se perdió escaleras arriba la cabeza de Dumbledore asomó entre las llamas y se dirigió a Ginny.
-Director, he conseguido modificar su memoria, pero me siento fatal por ello.
-Srta. Wesley, en vacaciones no soy su director. Y confío plenamente en que lo ha hecho muy bien.
¡¡Hola a tods!! Siento la espera, pero es que el bloqueo la verdad es que no se me acaba de ir, y encima se me ha ocurrido la genial idea de empezar otra historia, lo que suma ya tres historias a escribir simultáneamente... (Eso me pasa porque se me ocurre cualquier cosa y quiero escribirla inmediatamente) Pero nada, sin más preámbulos os agradezco la espera.
Jalogon: Te agradezco que sigas leyendo. A ver que opinas de este cap... Thanks! Y por cierto, en la pagina de azkaban en los fics te dejan comentarios, te mandan mensajes privados, ¿Cómo va? Gracias de nuevo. Un abrazo.
LizZid ¿Cómo es posible que no encuentres "Volando con Harry"? Solo tienes que pinchar en m,i nik, que aparece al lado del titulo de esta historia de "Navidades en familia" y entonces te aparecera en la ventana mi bio y debajo los fics que he escrito :S! ¿Ya has probado de esa manera? Y ¿De verdad que has leído varias veces "Un juego peligroso"? TT ß Emocionada
Galadriel xD lo de la camiseta aparece en "Volando con Harry" Una noche se quedan solos en la habitación y Ginny lleva esa camiseta interior, que hace que a HArry se le vaya un poco la olla. ¿Te he aclarado algo? Ay... si es que soy una liante... ;P Un besito Ojala sigas leyendo L
¡Hola Andy! Bueno, muchas gracias por tus comentarios, espero que el día que escribas un R/Hr lo hagas mejor que yo (q tp creo que sea muy difícil y sobre todo tal y como anda mi isnpiración últimamente) y que me avises para que lo lea.
¡¡Hola Yali!! Hecho de menos tus extensos RR! Básicamente continuo las historias solo por leerlos! xD Que te voy a decir, este cap no es tan largo como yo quería, y me alegro de que te gustara el detalle de que los deseos de Ginny fueran volando directamente a Harry :P Bueno, sobre los padres ¡Tal como vinieron se fueron! Un besito Yali, ¡Sigue ahí porfis!
¡Hola Marytha! ME encanta que me digais que parte os gusta más. La verdad es que con esa tuve serias dudas, yo quería hacerla un poco más extensa, y con mejor descripción, pro me alegro de que te haya gustado así. Un bestio Wapa. Y perdon por el retraso, haber que te parece.
¡Hola tabatas! Gracias por escribirme, yo no tngo mucho tiempo para leer, pero te prometo seguir tu fics. ME gustaría mucho que me dieras tu opinión sobre este cap. Por cierto, que a partir de este lo más probable es que sean más extensos. Un besito.
Hola Mione!! Bueno, la verdad es que yo pensaba hacer unas navidades tranquilas, pero sino no le encontraba el gancho, de momento, Ginny le hará "olvidar" a Harry muchas de su preocupaciones... y aunque no lo parezca, todavía hay bastante tranquilidad por delante. Un besito!
¡Hola Fleur! Como siempr edigo, aunque dos palabras, me encantan los RR, y no te preocupes que yo sigo escribiendo, y espero que tu tb al otro lado. Un besito.
¡Hola Orla! Te agradezco q tb leas la otra versión! Pues bueno, la verdad es que de momento no te puedo decir nada, si es cierto que en la otra version de navidad aparecen ciertas cosas que aquí no, pero con el tiempo aparecen tb en este fic. Un besito, gracias por leer. ¡¡J!!
¡¡Hola Rosy!! Bueno, a Harry le quedan unos días muy confusos próximamente... jiji Un besillo chica!! GRACIAS!!
Sirenita. ME ha encantado tu RR. En serio, pero no puedo contestar a tu pregunta, ya lo sabes J LA verdad, es que aunque parezca que las cosas se estan poniendo serias, todavía queda espiritu navideño, tranquilidad, e INTIMIDAD por ahí... Un besito!
¡Hola Lux! Pues veras el de R/Hr tengo un cap casi terminado que subir que a mi parecer, es un cap en condiciones, lo cierto es que el tercero fue muy corto, y un poco para salir del paso, me he prometido no volver a caer en la impaciencia. Asi que lo revisaré muchos veces antes de subirlos.
Pues nada chicos y chicas J os agradezco muchisimo que no solo me pregunteis por el fic, sino a aquellos que me han deseado suerte con los estudios...Haber si me aplico... porque vaya profesores que me han tocado ¡Ejem! ¡Casi prefiero a Snape! Jajaja. Bueno, voy a dejar de flipar ya y volver al mundo real xD! Un beso a todos!!
