¡Hola a todos! Lo primero pediros millones de disculpas, si he tardado ha sido porque he tenido problemas con el ordenador, pille un montón de virus, además tuve un problema con wanadoo, intenté darme de baja y no me dejaban la línea disponible, he tenido que pelear con ellos, y por fin vuelvo a tener internet, ahora con telefónica.

Supongo que habreis perdido el hilo de la historia, y es posible que el interés tambien, pero que le voy a hacer, más rabia me da a mí UU

En fin, que aquí va el noveno capitulo junto con una recapitulación de los anteriores, quiero que sepais que ya esta escrito el diez, que es el capitulo final y también el primer capitulo del siguiente fan fic que continua a este y que es el desenlace de la historia. Continuarñe a este ritmo lo que quiere decir que actualizare cada quince días máximo y mínimo una semana. Os envió muchos besos abrazos disculpas… etc TT lo siento! No me abandoneis!

Recapitulación

Harry y gInny empiezan a salir en el fanfic "Volando con Harry" y van junto con Ron y Hermione a pasar las vacaciones de navidad en la madriguera. Alli se sucederan incidentes extraños y otros misterios que quedan resueltos, o casi resueltos, en el capitulo ocho. Resulta que Ginny tiene el poder de la telepatía, y se ha introducido en la mente de Harry, solamente porque su objetivo es proteger su mente de la incursión de Voldemort. Sin embargo cuando Harry descubre esto no se lo toma demasiado bien al principio, y en un intento de que Harry entienda las intenciones de la bruja, Ginny le conjura un hechizo de legeremancia con el que, sin pretenderlo, acabó viendo todos los malos recuerdos del mago. Asombrosamente este perdona la incursión porque, entre otras cosas, siente que Ginny no le tiene lástima, sino que lo comprende.

El caso es que este poder tiene sus efectos secundarios, y proteger una mente utilizando la de una joven bruja como escudo puede conllevar graves consecuencias…

Capitulo 9 "Nadie puede morir en un sueño"

Sentado a la mesa con los Weasley y Hermione, Harry hacia barquitos de pan en su puding de calabaza totalmente absorto en la nada, en el vacio más completo, su mente no maquinaba, solo se repetía una y otra vez como le había sido tan fácil perdonarla, y como era posible que se sintiera en lugar de irritado, consolado, como si un enorme peso se hubiera quitado de sus espaldas, por lo menos la mitad del peso que lo menguaba había parecido desaparecer.

Uno de sus dedos se hundía en el pudding humeante sobre el pedazo de pan flotante que Harry mojaba, el muchacho se quemó y dio un respingo, por suerte nadie parecía haberse percatado. Cogió la cuchara y comenzó a soplar y comer sin notar demasiado el sabor de aquella cena que sin duda sería deliciosa.

Derrepente el bullido de los gemelos hablando entre ellos, de Arthur Weasley explicando el poco compañerismo de su departamento con los nuevos funcionarios, y los intermitentes avisos de la Sra. Weasley a Ron pidiendole que comiera más despacio, bajaron de intensidad.

-Harry, mira a Ron, que mono¿Verdad?- La voz de Ginny se escuchaba burlona y extraña y miraba mordiendose la lengua al más pequeño de sus hermanos mayores. Harry se preguntó sino la importaba que la oyesen.

-¿Qué pasa?- preguntó el muchacho, y todos en la mesa pararon sus conversaciones y le miraron.

-¿Pasa algo Harry, cielo?- Inquirió la señora Weasley mirandolo con ternura

-Esto…- Harry miró a Ginny esperando que esta hablara. –No, no, nada- Ginny volvió a dirigirse a él.

-Harry

-¿Qué?- De nuevo los Weasley le miraron a él y no ha Ginny que movía la cabeza de una a otro lado con resignación.

-Harry ellos no pueden oirme, no hables, piensa, utiliza tu mente- Harry se ruborizó notablemente, pero los Weasley volvieron a sus asuntos en cuanto Ginny intervino con un artificial "Pasame el pan"

-He hecho el ridículo, voy a matarte- pensó para sus adentros

-No te preocupes, estas muy mono cuando te asustas- Harry sonrió timidamente.

-¿Qué me decías de Ron?- Ginny rió.

-Mirale, el pobre cada día es más idiota- Harry lo miró de soslayo, su mejor amigo rebañaba el pudding con pedazos de pan y se dirigía directamente al pollo asado.

-¡Ronald!- el pelirrojo dio un respingo y miró atemorizado a su madre –La ensalada.- Ron gruñió algo asi como "El verde para las vacas". Harry rió y miró a Ginny que negó con la cabeza.

-No es eso, y no me mires tanto o volveran a creer que estas loco- Harry dio un respingo y fijó sus verdes ojos de nuevo en el pudding que se estaba quedando frío, cogiendo con la cuchara los empapados pedazos de pan y comiendo lentamente mientras observaba a su amigo. -..Fijate, ves que Hermione se acerca a la jarra de agua¿Lo ves? Mira Ron…- Hermione alargaba la mano hacia la jarra cristalina, llegaba perfectamente a ella, cuando Ron se levanto como en un arrebato, cogió la jarra y con elegante torpeza sirvió a Hermione y para disimular los vasos semillenos que restaban en la mesa. -¡Oh, que encanto, no la deja ni moverse! Ahora fijate…Se esta acabando el pudding y por educación Herms comerá ensalada antes que pollo, …mira mi hermano como cuando quiere es muy observador… Hermione odia la ensalada¿Lo sabias?

-No- Negó Harry en su mente sin darse cuenta de que movía ligeramente los labios.

-¿No te has dado cuenta que nunca la prueba en el Gran comedor?

-…

-Mira… -Harry observó a Ron mientras tragaba una y otra miga de pan inflada por el pudding, el pelirrojo miraba de soslayo la comida de Hermione, cuando esta había practicamente acabado su plato Ron se acercó la ensalada y comenzó a engullir como un cosaco hasta no dejar nada, después se volvió a incorporar con repetida templanza pero el rubor en sus mejillas y sirvió el pollo asado, Hermione, muy sorprendida lo miró, y el la sonrió dulcemente con un pedazo de lechuga pegado a su barvilla.

-¡Pero Ronald¡No has dejado ni pizca de ensalada para Hermione! No te entiendo hijo, de verdad¡Sino te gusta!

-Es el amor mamá- dijo Ginny alegremente, su voz fuera de la mente de Harry ahora parecía hasta antinatural, Ron la miró con profundo odio. –Bueno hermanito, supongo que con toda la ensalada que has comido ya no querrás pollo –Ginny, que se habia comido no solo el pudding y la ensalada, sino tb su respectivo pedazo de pollo, limpió el plato del ultimo muslito que quedaba y lo hizo pedazos entre cuchillo y tenedor, Ron la miraba de hito en hito igual que a su parte de cena que le había sido arrebatada, después miró a su madre esperando una defensa, pero Ginny era la mimada de la familia y Ron había salvado el pellejo de los gemelos y de su padre respecto a la ensalada, asi que de su madre solo recibió estas palabras:

-Ginny tiene toda la razón.

-Eres mala Ginny- dijo Harry en su interior, o eso creía, porque una carcajada general recorrió la mesa.

-Harry, tienes que practicar más, apuesto a que eso no pretendías decirlo en alto- dijo la voz de su novia en el interior de su cabeza- Harry también rió con el resto de los Weasley, salvo Ron, que miraba a su hermana con profundo odio.

Como el mago no tenía demasiada hambre ofreció a su mejor amigo su parte de pollo asado, que pareció hacerle inmensamente feliz.

-Eres demasiado bueno, Harry- Dijo la voz de Ginny mientras masticaba, le guiñó un ojo y Harry volvió a concentrarse en el resto de su cena.


Una hora más tarde Harry, Ron, Hermione, y Ginny, formaban un cículo sentados en el suelo. Ron tenía frente a sí varias cartas dadas la vuelta de manera que no se veía la ilustración, frente a las cartas se encontraba Ginny, y junto a ella Hermione, Harry se asomaba por detrás de su amigo que levantó la primera carta.

-¿Qué es?- Preguntó Ron muy serio

-Una sota de oros- Dijo Ginny con aburrimiento, Harry no alcanzaba a ver bien la carta porque Ron no dejaba de agitarla en el aire mal humorado.

-¡Caballo de copas, caballo de copas¿Qué clase de poderes tienes tú?

-Te lo he dicho veinte veces, no me interesa leer cartitas, para eso leería las que tu le escribes a Hermione y nunca le das- Hermione giró la cabeza repentinamente hacia su novio ruborizado.

-¡Callate mimada¡Eso no es cierto!

-Lo que tu digas…- Ron se llevó una mano a la espalda, Harry observó, cuatro dedos levantados. –Ron, no tengo ni idea de cuantos dedos has levantado y me da igual.

-¡Venga ya¿Por qué no nos demuestras tus poderes? Desde que entraste al colegio lo he estado esperando, y nada…Venga, adivina que estoy pensando- Ron frunció el ceño mirando hacia el techo- espera… um… vale… bien, ya.-

-Que soy una enana consentida, y que un día te las pagaré todas.

-¡Uou¡Has acertado todo! Voy a tener que creer que realmente tienes esos poderes tan efectivos- Hermione suspiró

-Ron, por favor, hasta yo sabía que estabas pensando algo asi… eres tan previsible… en fin, hablemos en serio, Ginny: tú y Harry necesitais un vínculo fuerte, asi que no puedes perder el tiempo con chorradas, podeis ir al cuarto de Percy¿No, Ron? Allí no entrará nadie y mucho menos vuestros padres. Mañana empiezan las clases, y es necesario que formeis ese vínculo ya.- Ron asintió.

-Solo os queda una noche aquí… Teneis que aprobechar… ¡Aprobechar para ese rollo del vínculo!- rugió el joven Weasley.

-¿Desde cuando sabeis vosotros lo de Ginny?- Inquirió Harry

-Desde quinto curso- dijo Hermione

-Desde que mis padres comenzaron a sospechar.

-¡Bueno, no hay tiempo para charlas!- Hermione miró su reloj –Ya son la tres, venga ir, nosotros vigilaremos el pasillo, el único peligro es que los gemelos aparezcan por alguna parte, que parecen tener una habilidad especial para descubrir lo que no debe ser descubierto. Dejadme vuestras zapatillas.- Harry y Ginny se miraron con incertidumbre -¡Si venga dejadmelas las voy a insonorizar para que podais correr brincar y los que os de la gana!

-¡Lo que os de la gana no!- Gruño Ron –vínculos y esas historias.

-No os olvideis de insonorizar vosotros las paredes de la habitación- el recelo de Ron aumento considerablemente, a pesar de que Harry creía que ya se le habían pasado aquellos accesos de sobre protección.


La habitación de Percy era un cuarto inerte que no decía nada. No tenía decoración, y tan solo quedaban multitud de estanterias vacias, un escritorio sombrío y una papelera sin nada.

Ginny se sentó en una mecedora junto a la ventana que se encontraba al lado opuesto del escritorio, comenzó a mecerse mirando por la ventana.

Harry encendió un cálido fuego mágico que no era peligroso, pues no prendía, solo daba calor, y tomó asiento en la cama.

-¿Sabes? Percy detestaba que entrara a su habitación –La muchacha sonrió, Harry quiso añadir que Percy en si mismo era detestable. –Siempre que venía de la biblioteca, o de la academia para magos, me encontraba en su habitación, …leyendo, …dibujando, …escribiendo- los ojos de Ginny brillaban. –Se enfadaba mucho, decía que era imposible tener intimidad. Un día me puse enferma, Percy dejó una solución de Etarplak en su mesilla de noche, era para un trabajo de pociones de primer curso, muy peligroso, el quería tener una nota muy alta, asi que consiguió hacerse con el de la zona restringida de la biblioteca de Hogwarts.

-¿Lo robó?- inquirió Harry muy sorprendido ante aquella idea. Ginny negó con la cabeza.

-No. Mi hermano jamás haría eso.- Harry quisó recordarla de lo que era capaz su hermano, pero, nuevamente, no dijo nada. –Los profesores le creyeron lo suficientemente responsable como para darle acceso a la zona restringida, se equivocaron. Aquella solución era altamente tóxica para cualquier mago o bruja, pero capaz de someter a cualquier tipo de bestia, era de muy dificil elaboración, Percy pensó que elaborandola mataria dos pajaros de un tiro, sacaria una buena nota tanto en clase de Criaturas mágicas, como en pociones. Aquella poción tenía aspecto de perfume, me colé en su habitación como todas las tardes y abrí el botecito para aspira aquel aroma, er San Valentín, creí que era un perfume para su novia- Harry alzó las cejas sorprendido por los sucesos del relato. –Pase quince días ingresada en San Mungo. Mi madre castigó a Percy, por dejar a mano algo tan peligroso sabiendo que yo entraba en su habitación.- Ginny hablaba muy bajito, era curioso que dado lo que contaba continuase sonriendo.

-Percy fue un idiota. "Y lo sigue siendo"- Lo último lo pensó, Ginny no pareció molestarse.

-Percy no pudo entrar a verme ni una sola vez en San Mungo, era demasiado para él- Ginny suspiró. –Siempre fue muy cobarde- tenía la mirada perdida a la estrellada noche constantemente.

-¿Pudiste haber muerto?

-No lo se. Pero tenía un aspecto horrible, era muy duro verme asi. La solución de Etarplak tiene efectos muy desagradables sobre la piel.

-De todas maneras fue culpa de Percy, debería haberse comido sus temores y haber entrado a verte. Yo lo haría. –Dijo Harry firmemente; Ginny lo miró brevemente, sonrió, y volvió a la ventana.

-Cuando volví a casa la mecedora de mi cuarto no estaba en tal sitio, sino en el cuarto de Percy. No recuerdo otra manifestación de cariño de Percy a parte de aquel día, me abrazo, se sentó en su escritorio y yo me quede leyendo en la mecedora. Junto a la ventana. No hablamos jamás de lo que había pasado. Pero supongo que esa fue su manera de decir lo siento. –Aunque Ginny parecía muy emocionada y melancólica recordando, lo cierto es que en Harry se incremento el asco que le producía Percy.

Aún asi, se acercó despació a Ginny y la abrazó, Ginny le devolvió el abrazo sin decir nada.

-…Ya no me gusta esta habitación…- Añadió la muchacha en un murmullo.


Harry no tenía ni idea que aquella especie de entrenamiento podía ser tan agotador, dividieron el entrenamiento en varias partes. En la primera de ellas Harry y Ginny se hablaban manteniendo el contacto visual, despues intentaban mantener aquella conexión a la par que hacían otras cosas que invadían su conciencia, como leer, pero era francamente dificil, cada vez que Harry dejaba de pensar exclusivamente en la presencia mental de Ginny, el contacto se rompía, Harry se disgutaba mucho, y Ginny le decía que no era culpa suya, que era de ella, puesto que no era capaz de "colarse por otro lado", Harry no hizo intentó de comprender aquella expresión, tardaron dos horas en mantener el vínculo mental aun realizando otras actividades.

-¿Sabes?- Dijo Harry a Ginny en unas de sus conversaciones metafísicas, mientras contaba las estrellas del cielo, era un gran logro contar y mantener la conexión simultaneamente –Me gustaría que te colaras en mis pensamientos en los partidos de quiditch, me ayudarías mucho. –Unas carcajadas risueñas retumbaron en su interior.

-Me tentaría la idea de hacer trampas.

-Pocas trampas puede hacer un buscador- Ginny rompió la conexión, y Harry lo notó como una sacudida en su estomago.

-Es desagradable la sensación de que "sales" de mi mente - Dijo el muchacho notando lo extrañas que resultaban aquellas expresiones.

-Lo se. Lo siento.

La segunda parte trataba de que Harry practicara oclumancia, debía intentar evitar que Ginny se colara en sus pensamientos, totalmente lo contrario que en el ejercicio anterior.

-Esto servirá para intentar que Voldemort no se entrometa, ya lo sabes. –Harry asintió.

-Es más agradable entrenar contigo –Sonrió el muchacho y se atrevió a añadir algo más- …Si quieres que no me desconcentre deja de quitarte ropa. –Ginny se sonrojó y pareció congelarse muy sorprendida con la varita en el aire. Harry volvió a sonreír de nuevo, realmente el también tenía calor, pero prefería seguir viendo a Ginny con su fina camisa interior. Asi que no apagó el fuego. –Venga, estoy preparado.

-¡Legeremens!

La tercera parte consistía en leer, y leer, y leer… los diversos libros de Ginny, y practicar de nuevo una recapitulación de todos los ejercicios importantes. Ginny no conseguía mantener el contacto con Harry si este la daba la espalda, endiablada, dio fin a la sesión.

-¡Se acabo¡Esto es desquiciante¿Por qué puedes leer mientras mantenemos el contacto y no darme la espalda?- Harry alzó los hombros. -¡Vaya, eres de gran ayuda!- dijo malhumorada.

-Em… lo siento

-Callate –Harry alzó las cejas incrédulo.

-Oye tampoco es para que me trates asi- dijó sorprendido.

-¡No, no…! No es por eso…–Ginny le dio un beso en la mejilla y acto seguido pegó la oreja a la puerta de la habitación.

-¿Qué haces?- He escuchado algo, alguien, en el descansillo- Harry se situó junto a ella y pegó tambien la oreja, escuchó fuera un murmullo.

-¡No se escucha nada, se han dormido!- decía una voz entre susurros

-¡No se han dormido, estaran hablando mentalmente!- decía otra voz femenina.

-¿Por qué no pasamos?

-¡Ron¿Y si ellos no quieren que les interrumpamos?

-¿Y a mi que? Es mi hermana, y si se quedan dormidos y mis padres los pillan lo van a pasar mal.

-Venga ya, Harry es una persona responsable, no dejará que eso ocurra.

-Vaya- dijo Ginny al otro lado de la puerta –Tu eres el responsable de los dos.

-Vamonos- dijo Hermione al otro lado. Durante unos instantes se produjo un largo silencio- ¿Por qué pones esa cara de borrego?

-¡Creo que nos ha leído la mente! Si… seguro que Ginny ya sabe que estamos aquí- Harry pudo imaginar que Hermione ponía los ojos en blanco tal y como lo hacía Ginny en aquel momento.

-...No puede ser mi hermano… es demasiado tonto- Harry rió

-Pues entonces vamonos… ¡Venga venga!- Dijo la voz de Hermione llevandole la razón como a los locos. –Tengo sueño…

-¿Mucho? Podríamos ir a mi habitación…- La voz de Ron se volvió melosa

-Ron, no digas tonterias…- Hermione se rió, Ron debía estar haciendo algo.

-Cinco minutos…

-¿Cinco? Para cinco minutos veo absurdo ir. –Ginny abrió la boca como si se sintiese ofendida, mirando a su novio que reía con picardía.

Escucharon un par de insinuaciones de Ron perfectamente censurables, y Harry y Ginny se apartaron de la puerta a la vez, con una mueca indefinida en la cara.

-¡No tienen vergüenza!- Berrearon al unísono.

Los muchachos se dejaron caer sobre la cama, Harry se percató que eran ya varias las veces que él y Ginny coincidian sobre un colchón, y que todas las ocasiones habían sido sin lugar a dudas bastante inocentes. Demasiado inocentes.

-¿Tienes mucho sueño?- Preguntó Ginny al muchacho, que realmente sentía que no podía controlar la caída de parpados, tenía que intentar fijarse en algo para no sucumbir al sueño. –Si quieres puedes quedarte a dormir aquí- Harry murmuró algo que sonaba como:

-Se supone que duermo con Ron…- su cabeza osciló hacia el hombro de Ginny, hasta caer lentamente.

-No pasa nada porque duermas aquí, se esta muy a gusto, yo me quedo contigo hasta que te duermas- Harry no contestó, resbaló hasta el regazo de Ginny, su respiración se había vuelto regular, tranquila y paciosa. La bruja comenzó a hacerle cosquillas en la nuca. Muy despacio se movio hasta tumbarse en la cama con Harry a su lado y su frente apoyada en la de él, cerró los ojos y se concentró mientras sonreía levemente.

-Te quiero…

En la mente del mago hizo eco un "te quiero" en medio de una súbita oscuridad que se aclaraba a medida que caminaba, hasta convertirse en un esplendoroso mazizo rodeado de arbustos y surcado por un riachuelo. Harry no sabía la razón, pero se sentía contento, feliz, impaciente.

-¿Dónde estas?- Preguntó mirando a su alrededor, escuchó una risa juguetona, pero no hubo respuesta. Harry creyó ver algo tras un frondoso arbol que se alzaba en la espesura de un bosquezuelo. –Venga, dime ¿Dónde estas?- De nuevo aquella risa, Harry también reía, fue corriendo y se interno en el bosque, la risa parecía provenir de un lugar diferente cada vez. –Ginny… Vamos, sal ¿Y si me despierto?

-Ha, Ha.- negó ella en algun lugar –no te despertarás- Harry se acercó a uno de los arboles donde creía que ella estaba, intentando no hacer ruido, pusó sus manos sobre el tronco, se asomó despacio y despues ¡Zas! Miró detrás, pero no estaba como el supuso, solo volvió a escuchar su risa en el lado opuesto al que se encontraba.

Al pisar el suelo, crujían ramitas bajo montones de hojas doradas y de hojas de pino. –Ginny… -Harry miró a su alrededor, derrepente todo se encontraba en silencio -¿Ginny?- Caminó al frente, a medida que caminaban eran menos rayos de luz los que se colaban entre la espesura -¿Es-estas ahí? Ginny, por favor…- Pero ella no respondió, el corazón de Harry comenzaba a palpitar frenético, se dio la vuelta¿Por donde había venido? La angustía le sucumbía a cada momento, quiso deshacer el camino, pero solo consiguió perderse más y acabar en un lugar más y más oscuro, sentía su propia respiración alterada y se alteraba aún más.

-¡BUH!- Sobre el saltó una figura ágil que le rodeo el cuello, y lo tiró de espaldas, reía sin parar, estaba totalmente tumbada entre sus brazos con su pecho apoyado en el de él, se apartó el pelo de la cara -¿Te habias asustado?- Harry recuperaba la respiración con dificultad, asintió con una sonrisa nerviosa.

-…me has dado un susto de muerte- Ella rió aun más.

-Eres tonto…- murmuró y recorrió con la yema del dedo su nariz hasta sus labios –quitaté las gafas- le dijo con curiosidad.

-¿Qué?

-Quitatelas, tienes unos ojos preciosos, detrás de las gafas no se ven bien¿Nunca te lo han dicho?- A Harry le parecía que sí, pero no recordó cuando, antes de que dijera nada, ella ya sujetaba sus lentes –Porfa…- Harry asintió mientras la acariciaba la espalda. -…Son tan bonitos…

-Tu tambien eres bonita…- dijo Harry entre susurros.

-¡Oh venga Harry¡Estoy hablando de ti! …No hagas cumplidos- Ginny arrugó la nariz.

-No es un cumplido- sonrió dandole un golpecito en ella –es la verdad, lo siento sino te lo digo más veces- Ginny le sacó la lengua, cogió sus gafas y se fue, Harry se levantó rapidamente y la siguió, hasta que llegó al río que serpenteaba tranquilo entre algunas piedrecillas, Ginny levantó la mano por encima de la corriente, en ella, tenía las gafas de Harry.

-¡Que haces! No bromees con eso¡No veo nada!- Ginny hizo ademán de tirarlas y Harry de tirarse detrás a por ellas.

-¿Estas seguro de que no ves nada? Porque, para no ver, me has seguido perfectamente hasta aquí corriendo- Harry frunció el ceño.

-¿Y qué?- Ginny seguía sonriendo, de sus manos cayeron las gafas, Harry se deshizo rápidamente de la camisa y los pantalones y se tiró al río a por ellas, Ginny, sorteó descalza y sujentandose el blanco vuelo de su vestido, la piedras, hasta llegar a una grande y lisa y sentarse allí esperando que Harry saliera a coger aire en cualquier momento.

-¡Aquí estan!- la cabeza de Harry rompió la superficie del agua. Parecia triunfante pero a su vez angustiado -¿Por qué has hecho eso? …A sido una broma pesada- Ginny, de cuclillas en la piedra, acercó su pequeña mano al mentón de Harry.

-Harry, cielo –Dijo dulcemente –Sino vieras sin gafas no las hubieras podido encontrar. Esto es un sueño, no las necesitas. –Harry, sintiendose tremendamente ridículo, se llevó las manos a las sienes para deshacerse de las lentes, se las quitó y se las puso varias veces. –Puedes ver perfectamente- ella se acercó suavemente a sus labios para darle un profundo y cálido beso, despacio, cuando Harry consiguió reaccionar, la cogio de la cintura y la apoyó en su pecho, sumergiendo lentamente su cuerpo en el agua. No se había dado cuenta, era cierto, que en un sueño todo era hasta un punto bastante trivial.

-Si esto es un sueño…- murmuraba el muchacho en cada pausa de aquel beso pasional –tampoco podrás resfriarte- Ginny negó con la cabeza y una leve sonrisa, sintiendo su vestido blanco humedecerse y el frescor tocar sus muslos, su cintura, y llegar hasta sus hombros.

Al besarse, sus manos se dirigieron casi por instinto a las caderas de la joven. La balanza de su adolescencia parecía inclinarse hacia el lado adulto, parecía sentirse a cada instante menos niño, a una edad en la que no tenía demasiado claro en que papel se encontraba a cada momento. En ese instante, se sintió invadido por un sentimiento pasional, en un momento que rozaba la sensualidad y la alcanzaba poco a poco.

Sus manos seguían bajando por la cadera de Ginny, el agua les rozaba los labios al fluir la corriente, su cuerpos se presionaban y su respiración se alteraba; no se encontraba en situación de pensar, era curioso, pues de haber reflexionado en lo que hacía no hubiese llevado sus labios al cuello de Ginny, ni hubieran pasado por sus hombros, ni hubieran vuelto a sus labios húmedos y estremadamente cálidos y rojizos. De hecho, continuaba dibujando el contorno de su cuerpo entre sus dedos, enbriagado, era una sensación totalmente física, a pesar de que al fin y al cabo no era más que un sueño, un sueño en el que el agua parecía aumentar su deseo, no sabía exactamente darse una respuesta ¿Deseo de que, en concreto? Pero su propio cuerpo parecía tener claro lo que quería.

Ginny lo estrechaba más contra su pecho, la sensación de sus cuerpos húmedos y las trasparencias del mojado vestido blanco lo alteraban. Las manos de la muchacha le acariciaban el pelo y ocasinalmente se perdían por su espalda, hasta posarse en su pecho, desnudo, a causa del absurdo de quitarse la ropa en busqueda de sus innecesarias gafas en el río.

Harry atrajó hacia sí a Ginny de la cintura, sentía la sangre fluir a gran tempertura por todo su cuerpo, como si en cualquier momento fuera capaz de evaporar el río. Aminoró la marcha de sus besos que viajaban por el cuello de la joven, hasta que con un suspiró apoyó el mentón en su hombro, con los ojos cerrados, y abrazado a ella, intentaba recuperar el aliento.

-Es una pena…- decía con fatiga- …que esto… no sea…real –Ginny le acarició la espalda y tambien cerró los ojos apoyada en él.

-…Si, lo es…- Los dos magos intentaban recuperar el aliento y sentían la necesidad de sumergirse en el agua fría y despejarse.

Pasaron abrazados bastante tiempo, hasta que Harry se separó de ella despació y resparó en su vestido mojado y ceñido, en su cabello rojizo y revuelto, en toda ella. La acarició la mejilla.

El mago la cogió la mano con sutilidad y nadaron hacia la orilla del río, donde se extendía un mullido cesped, se dejaron caer bocarriba y rieron cuando casualmente suspuriraron a la vez. El sol les daba de lleno en el rostro, y sentían como evaporaba cada gotita de agua.

-Te juro…- comenzó a decir Harry –que este es el sueño más bonito que he tenido en mi vida…- Ginny le sonrió –Jamás hubiese imaginado que besarte en sueños sería tan genial…- Se sonrió a sí mismo –Cuando despierte¿Lo recordaré todo¿Lo recordarás tú?- Ginny acercó su mano a la del muchacho y entrelazaron sus dedos.

-Si…

No tenía ni idea de cuanto tiempo llevaba soñando, pero era genial, estaba totalmente relajado y sentía su cuerpo secarse bajo la luz del sol, la paz y la tranquilidad se respiraba en el aire. Harry de vez en cuando abría los ojos y se giraba para observar a su novia, con la felicidad embargandole, volvía a mirar al cielo irreal…

Se encontraba totalmente ausente en la nada de sus pensamientos cuando el peso de Ginny se apoyó en su cuerpo, abrió los ojos lentamente y los entornó debido a la luz del sol que lo dañaba, entonces reparó en ella, que lo abrazó del cuello y le besó en la mejilla.

-Quiero estar siempre contigo Harry- Harry se ruborizó, sus manos se dirigían hacia su menuda espalda cuando un chillido quebró el aire, derrepente el día se volvía gris, y las manos de Ginny le presionaban fuertemente los hombros.

-¿Qué sucede?- exclamó alarmado, Ginny se incorporó con la mirada desorbitada a la nada, abría la boca enormemente pero no conseguía respirar; De nuevo un espeluznante chillido de mujer, que no provenía de la muchacha, parecía venir de fuera, de todos los lados y a la vez de ninguno, luego un llanto. Ginny se ahogaba.

-¡Ginny, Ginny!- Harry se incorporó y agitó a la joven por los hombros, le invadía una sensación enorme de impotencia y angustia, Ginny abría y cerraba la boca como una carpa fuera del agua -¡Ginny¿Qué pasa¿Qué te ocurre!- Harry sintió como las lágrimas se perdían por sus mejillas, dejando a Ginny tumbada sobre el cesped empezó a hablarse a sí mismo –Nadie puede morir en un sueño, nadie puede morir en un sueño…- intentaba convencerse, pero lo cierto es que Ginny parecía morir –es solo una pesadilla, solo una pesadilla ¡Nadie puede morir en una pesadilla¡Maldita sea!- El sollozo continuaba haciendo eco en todo aquel paisaje irreal que se oscurecía, Ginny había dejado de mover los labios, su rostro se inclinada hacia un lado como inerte, Harry se inclinó sobre ella, las lágrimas cayeron sobre su rostro. -¡No, no, por favor¡Despierta! Nadie…- repitió con la voz acongojada -…nadie… ¡Nadie puede morir en un sueño!

Sintió una tremenda sacudida en el estomago, una convulsión, y entonces abrió los ojos, estaba tumbado sobre la cama del cuarto de Percy, las lágrimas se habían helado en sus mejillas, le dolía enormemente la cabeza, pero no importaba, se giró para mirar a su lado, esperaba ver a Ginny allí tumbada, pero, en cambio, encontró a Hermione sollozando a los pies de la cama, y a Ron con su hermana en los brazos.

-¡Ginny, despierta, despierta!- exclamaba mientras la mecía, le soltó un pequeño cachete en la mejilla, pero Ginny no reaccionaba –Por lo que más quieras…- murmuraba –respira, respira por favor- Harry se dirigió hacia Ron que lo miró con cierto rencor. -¿Qué ha pasado, Harry¿Qué ha pasado?- Harry le arrebató a su amigo a Ginny de los brazos y la tumbo boca arriba sobre la cama, se inclinó sobre ella y puso las manos sobre sus pecho, entre abrió sus labios y cogió aire, dispuesto a unir sus bocas e intentarla reanimar, entonces alguien le cogió fuertemente del hombro y lo tiró hacia atrás.

-¿Reanimación muggle¿A caso quieres terminarla de matar¡Haznos un favor…- Exclamaba la voz de Severus Snape - …no intentes ayudar!- Tras el profesor de pociones los gemelos y los Weasley observaban la escena, Hermione se acercó a Harry y le tomó la mano.

-No te preocupes- dijo la joven –Los Weasley le pidieron que viniera- Snape apuntó con su varita al pecho de Ginny, que se convulsioaba invadido por una luz tan brillante que dañaba la vista, la Sra. Weasley lloraba.

-¿Cuánto tiempo lleva Ginny sin respirar?- Preguntó Harry en un hilo de voz Hermione tardó en contestar.

-Diez minutos…- Dijo con pesadumbre. Entonces se escuchó un agudo y desgarrador sonido, Ginny se había incorporado, su cara estaba totalmente pálida, y sus labios morados.

-¡Ginny!- Gritaron los gemelos al unísono, Ron envolvió a su hermana en una manta y la cogió en brazos.

-¡A San Mungo!- Rugió Snape -¡Deprisa! Arthur no podemos ir por la chimenea, es demasiado arriesgado, coge el coche. –El Señor Weasley asintió, Ron se perdió seguido del resto de los Weasley, Harry se sentía tremendamente mal, tenía nauseas, Hermione era la única persona que le brindaba apoyo en ese momento.

-¡Lo siento… lo siento mucho…!- Dijo echandose las manos a la cabeza -¡No se que ha sucedido… yo… yo quería ayudarla yo…!

-Tranquilo Harry- Hermione lo ayudó a levantarse –tranquilo… tu no has hecho nada malo, venga, vamos –Harry no podía tenerse en pie, tuvo que valerse de Hermione como apoyo, y bajó todo lo aprisa que sus temblorosas piernas le permitieron.

-Si la pasa algo yo… yo no quiero… no podría vivir… ella no…- Harry se sentía desbordado, no podía aguantar su angustia ni sus lágrimas.

-Tranquilo… todo saldrá bien


El coche de los Weasley cruzaba a velocidad de vértigo la carretera, se colaba en la acera y los arboles e incluso los edificios se retiraban a su paso, Ron no se separaba de Ginny y la hablaba de asuntos triviales y absurdos para evitar que cerrara los ojos.

-Ginevra Holmes fue una gran cazadora de los Chudley¿Sabes? A nadie le importó que su peso estuviera por debajo de lo requerido. ¿No te parece curioso que se llamara igual que tú? Yo creo que es una señal, si, tienes razón cuando dices que la vida te da señales… esa lo es, tu puedes llegar a ser una profesional. Vamos, la última vez lo conseguistes, Ginny, aguanta. –Harry jamás había visto hablar a su mejor amigo asi, ni tampoco recordaba jamás verlo guardar la compostura de tal manera en una situación tran tremenda, estaba dando ejemplo de una gran madurez y temple, un temple que Harry, que temblaba de pies a cabeza y no podía hablar, no tenía. –Y¿Sabes? el año que viene los primos si podrán venir a casa a pasar las fiestas, este año estaban muy liados, ya sabes… podrás cuidar de nuevo de los mellizos, eres muy buena canguro… y… y… ¡Tienes que hacer más pudding en la proxima reunión familiar!- Ron ya no sabía que más contarle a su hermana, por fortuna, el Sr Weasley exclamó:

-¡Ya hemos llegado¡La entrada de Urgencias es por aquí, solo pueden pasar dos personas por paciente¡Ronald, tu primero!- Ron sostuvo con firmeza a Ginny en sus brazos mientras la decía:

-Ya estamos… ya estamos… no te duermas¿Vale?- Harry dio por sentado que ha nadie se le pasaría por la cabeza llamarlo a él, sin embargo…- Harry, chico, ve con Ronald, este es mi carnet del ministerio, presentarlo en la recepción, chicos, todo saldrá bien. Harry, no es culpa tuya, tranquilo.

No había tiempo para hablar, Harry, y Ron, que cerraba los ojos y parecía murmurar algo, apoyando el mentón sobre el pelo de Ginny, se metieron en una vieja cabina de telefonos que descendía. Harry miró de soslayo a Ginny, tenía un aspecto horriblemente frío y sin vida. Harry también cerró los ojos.

-"Que no la pase nada, que no la pase nada"- se decía a sí mismo, antes de que se pudiera dar cuenta habían llegado.

Rapidamente los sanadores llevaron a Ginny levitando con urgencia mientras otros cogían botecitos de todos lados, líquidos flotaban en el aire en un extraño circuito y se introducían en el cuerpo de Ginny por los orificios nasales y por la faringe. Llegó un sanador muy anciano de barbas cobrizas.

-Creo que ha sido un colapso, como la última vez- dijo Ron al viejo sanador, que miraba a Ginny y evaluaba la situación con demasiada tranquilidad.

-Esta joven no aprende…

-Era demasiado pequeña, nunca se lo hemos dicho.

-Mal hecho- Se hizo el silencio entre ambos, entonces el anciano exclamó -¡Jugo de Mordasco¡Ya! Y avisen a los sanadores Smith, Roger, y Landon, quiero en menos de dos minutos una esfera vital, lo que quiere decir que en menos de dos minutos su estado debe de estar restablecido.

En menos de tres segundos tres magos se aparecieron en la sala, Harry supo con certeza que eran los tres nombrados por el anciano, este, ordenó a todos los demas que se marcharan.

-Recordar…- murmuró el anciano –ninguna información de esta bruja puede salir de este cuarto. NINGUNA.


REVIEWS

Degna: Me alegro de que te haya gustado el cap, ha habido a quien no le ha gustado porque piensan que Harry a perdonado demasiado rápido a Ginny, y ciertamente pueden tener razón, pero ya comprendereis más adelante… Este es el penúltimo cap, asi que espero que no hayas perdido el interés. Un beso.

Tabatas: ¡Hola! Cuanto tiempo ¿No? Gracias por tu RR, espero que continues leyendo a pesar de hacer siglos que no actualizo, y no será porque no he seguido escribiendo uu Besos y abrazos.

Maga y Angls: Gracias por vuestros fieles RRs, espero que no os hayais aburrido de esperar, un abrazo.

Meri Weasley: Pues la otra versión de navidades también voy a actualizarla, supongo que para cuando leas esto ya estará actualizada, gracias por seguir ahí. Un besazo.

Jalogon¡Hola! Tengo ganas de leer tu fic! No he podido conectarme hasta ahora y lo primero que he hecho es escribir las respuestas a los RRs y actualizar, un abrazo, ojala hayas escrito algo nuevo!

Suprysing: ¡Hola, eres nueva! Encantada! Ojala no hayas perdido el interés despues de tanto tiempo sin actualizar, gracias por tu RR, si continuas leyendome me gustaría que no dejaras de escribirme para saber que estas ahí.  Un abrazo.

Veronica: Hola, perdona que haya tardado tanto tiempo, ojala y no te hayas desanimado. Un besote.

Elementhp: No eres el único que se ha quejado por la facilidad de perdón de Harry, ya lo comprendereis, pensaba cambiarlo, pero no lo voy a hacer, lo siento, aun asi vuestras criticas son importantes y me ayudan para no cometer nuevamente errores. Un gran saludo, espero tener mas noticias tuyas.

Bueno, pues esto es todo, como puedo comprobar el cap 8 no ha gustado en general demasido, por no decir casi nada, ojala y el nueve os compense. Saludos.