Capítulo 4: El Enfrentamiento.

-Ginny, Ginny, GINNY- Mattie optó por gritarle al oído, la pelirroja simplemente se dio la vuelta en su cama y se aferró con más fuerza de las cobijas.

-Ginny Weasley, ya es tarde, ¡tienes que levantarte!- chilló amenazadoramente su amiga.

-Por favor Mattie, 10 minutos más-balbuceó.

-Ni 10 minutos ni nada-dijo con voz de mando Mattie mientras le quitaba la cobija, la pelirroja no tuvo más remedio que levantarse-¿Y ahora por qué tanto sueño?-preguntó Mattie mientras Ginny entraba al baño y cerraba casi de un portazo.

-No dormí bien, eso es todo, fue una noche de insomnio- le contestó abriendo la llave de la regadera.

-Ah, ¿y se puede saber quién te quito el sueño?, por que en los cinco años que hemos compartido habitación casi nunca te había visto con problemas para dormir-

Ginny no respondió, ¿Cómo decirle a Mattie Hunderson, su compañera de habitación, que él causante de que no hubiera podido dormir si no hasta bien entrada la noche, era Draco Malfoy?

-Ginny, ¿me escuchaste?-

-Si-respondió de mala gana.

-¿No me digas que fue porque Harry y Hermione son novios?-

Ginny no respondió de nuevo, podría aferrarse a esa excusa, porque sabía que no era verdad. Mattie sabía que Ginny estaba enamora de Harry desde los 10 años, pero por alguna extraña razón el causante de la confusión que sentía no era el pelinegro si no un maldito rubio.

-¡No!-contestó por fin Ginny, elevando ligeramente su voz para hacerse oír ante el ruido del agua cayendo.

-Está bien, nos vemos en el comedor, tienes 40 minutos antes de que empiece la primera clase- le informó Mattie antes de irse.

Mattie Hunderson, era su compañera de habitación junto con otras dos niñas, Mariela y Anna, y de sus tres compañeras la que tenía una relación más estrecha era Mattie, era su mejor amiga, pero había cosas que no podía contarle, y haberse besado con un Slytherin era una de esas.

Ginny bajó al comedor veinte minutos después, se sentía revitalizada con el baño, pero por si a caso se había maquillado levemente para esconder unas pequeñas bolsas que habían aparecido abajo sus ojos.

Entró al comedor con la cabeza en alto, lanzó una breve mirada a la mesa de Slytherin, pero no había ni rastro del causante de su insomnio.

Ginny se apresuró a sentarse junto a Mattie, bajo la mirada insistente de un joven de Ravenclaw.

-¿Por qué tan agitada?-preguntó Mattie, mientras clavaba su mirada en su cereal.

-¿Agitada?, alucinas-mintió Ginny, si sentía algo agitada por que algunos jóvenes la miraban de una forma tan... ni siquiera tenía una palabra para expresar como la miraban, pero le incomodaba de cierta manera ese detalle.

Mattie aceptó las palabras de la pelirroja, y empezó a parlotear, y la menor de los Weasley se perdió en sus pensamientos asintiendo de vez en cuando mientras se obligaba a comer algo. Justo cuando faltaban escasos minutos para que diera inicio la primera clase (que para su desgracia era Pociones); entró al Gran Comedor a la persona que deseaba ver inconscientemente, se vía algo extraño, no tenía la cabeza en alto, como siempre lo hacía como para demostrar su superioridad, si no que la tenía algo agachada, y tenía los ojos increíblemente rojos. Pasó frente la mesa de Gryffindor sin siquiera soltar algún comentario de mal gusto a Harry, y se sentó cerca de Zabini, que le sonrió al verlo.

Ginny lo miró fijamente unos segundos, antes de obligarse a desviar la mirada y prestar atención a la plática de Mattie, que al parecer hablaba sobre... ¿escobas?, Ginny no lo sabía, y la verdad tampoco quería saberlo.

oOoOo

Draco se frotó lo ojos con fuerza, ¿por qué diablos se había emborrachado?, o peor aún ¿por qué se había comportado de una forma tan vulgar? Se preguntó así mismo mientras luchaba con todas sus fuerzas por no quedarse dormido y soportando las risitas del imbécil de Zabini y Goyle, que estaban a sus lados, un terrible dolor de cabeza se apoderó de él, de nuevo.

-Vaya, Draco, agarraste duro el alcohol ayer-se burló Zabini.

-¡Cállate!- gruñó Draco mientras clavaba su mirada en su desayuno, era su imaginación o el salón daba vueltas, estaba mareado, que mal bebedor era.

-Draquis- esa era la voz de Parkinson que estaba frente a él.

-¡DEJA DE LLAMARME ASÍ!-rugió Draco mirándola con intenso odio, un repentino silencio se apoderó del Gran Comedor, todos lo voltearon a ver pero a él no le importó en lo más mínimo.-Goyle, agua, ahora-ordenó Draco cerrando los ojos con fuerza, y los abrió justo a tiempo para ver a su "amigo" salir corriendo del gran comedor en busca de su pedido. Draco sintió una intensa mirada en él, mucho más intensa que las demás, una mirada que lo hizo estremecerse, volteó rápidamente a la mesa de Gryffindor y ahí se topó con la pequeña pelirroja causante de su mal humor. Ginny Weasley desvió la mirada al sentirse descubierta, Draco arrugó el entrecejo y le dedicó la mirada con mayor odio que podía expresar, pero por alguna extraña razón, le costó más que nunca demostrar su desprecio, ¿por qué?.

Observó con desagrado y con una terrible opresión en su estómago (peor aún que su dolor de cabeza) como un montón de estúpidos la observaban con demasiado interés, ¿cómo se atrevían?, pensó con furia, pero tuvo que tragarse su furia, tenía que recordar que Ginny no era de él, pero de verdad, deseaba de todo corazón que tampoco fuera de ninguno, tenía que admitirlo, la quería solamente para él, la siguió con la mirada cuando salió del gran comedor, iba sola. Una pequeña insinuación y tal vez uno que otro beso que le robará a la Gryffindor, ayudaría notoriamente a mejorar su humor, una pequeña sonrisa apareció en su rostro, antes de salir tras ella, dejando a Zabini con las palabras en su boca.

OoOoO

Ginny caminaba vagamente rumbo a las mazmorras donde se impartía pociones; tenía que estar unos minutos sola para pensar con claridad, ¿por qué diablos en cuanto el rubio apareció en el Gran Comedor no pudo despegar la mirada de él?, pero lo peor de todo había sido tener que soportar el beso que compartieron Harry y Hermione, la había hecho sentir enferma, ahora si estaba confundida, ¿por qué si era obvio que seguía amando a Harry, le gustaban los besos de Malfoy?, esa era la pregunta que la atormentaba. Aunque sabía algo, con Harry nunca iba a poder tener una oportunidad, ya que él solo la miraba como la hermana menor de su mejor amigo, Ginny apretó los labios, furiosa.

Seguía amando a Harry, lo sabía porque cada vez que lo tenía enfrente su corazón se aceleraba y se derretía cada una de las sonrisas que le dedicaba; pero sin embargo, lo mismo le pasaba ahora con Malfoy, solo que con el rubio, las piernas de Ginny temblaban sin poderlo evitar...

La verdad cayó sobre Ginny como un mazo. No, no estaba enamora de Malfoy, lo deseaba, quería que el beso que habían compartido se extendiera a algo más... ¿salvaje?

Ginny reprimió un gemido de desesperación, ¿cómo pudo ser posible que con un solo beso, Malfoy le descontrolara las hormonas de tal manera? Tenía que admitir que era un buen espécimen, estaba mucho más alto que ella, sus ojos grises la derretían, su sonrisa burlona y arrogante se volvía cada vez más sensual, y suponía que debajo de esa túnica escondía un buen cuerpo.

-¿Por qué tan solitaria, Weasley?-esa voz fría en a su espalda le hizo dar un pequeño brinco, sabía quién era, no podía confundir esa voz tan profunda que arrastraba las palabras.

-¿Qué quieres, Malfoy?-lo enfrentó Ginny volteándolo a ver; craso error, él estaba demasiado cerca, y tuvo que dar un paso atrás mientras sus rodillas empezaban a templar.

-¿Miedo?-se burló Malfoy acorralándola en la pared, Ginny no tenía escapatoria.

-¡Ja, eso quisieras!-replicó Ginny recuperando su fuerza y empujándolo, pero eso ni siquiera movió a Malfoy, que extendió su sonrisa burlona. El labio inferior de la pelirroja tembló levemente al tenerlo tan cerca.

-La verdad...-empezó a decir Malfoy mientras ponía una mano en la cintura de Ginny en un gesto bastante posesivo, la pelirroja se estremeció, y Draco al notarlo sonrió aún más.-Weasley ... besas muy bien-murmuró Draco a su oído, su voz había sonado ronca, sintió como la miraba con intenso deseo, así como la miraban algunos chicos en Hogwarts, pero esta vez, por alguna extraña razón, no se sintió asqueada, si no halaga. Ginny sacudió la cabeza como para apartar sus pensamientos pero con eso solamente logró que sus labios quedaran como presa fácil para los labios del rubio, que se posesionó de ellos.

Ginny no opuso resistencia, más bien no pudo, anhelaba ese beso tanto como el rubio, subió sus manos por los hombros de Malfoy, y se sintió extasiada al escucharlo gemir, luego rodeó el cuello del Slytherin con sus brazos mientras jugueteaba con su cabello. Se separaron solo cuando les hizo falta el aire, los dos tenían la respiración entrecortada, y se miraban intensamente.

-Vaya, Weasley-murmuró Malfoy recuperando la compostura, una odiosa sonrisa apareció en su rostro.-me pregunto, ¿qué dirá tu estúpido hermano, cuando se enteré que besaste a un Malfoy?-Draco la verdad no sabía por qué había dicho eso, pero la verdad es que se sentía desprotegido ante los encantos de esa pequeña pelirroja que lo estaba volviendo loco; y antes de que ella se diera cuenta de su debilidad había empezado a armar su barrera.

-¿Es.., una amenaza?-preguntó Ginny mientras recuperaba la compostura y miraba a Malfoy a los ojos.

-Tómalo como mejor te plazca, Weasley; ¿pero me preguntó que me darás a cambio de mi silencio?, que por cierto es muy valioso-Draco se hubiera dado de topes en la pared, ¿porqué la humillaba de esa forma?

-Pero...-

-Es obvio que me deseas Weasley, y digamos que yo tengo cierto interés por ti...pero nada que ver con el interés que tú tienes conmigo, más bien mi interés es molestar a Potter o a Weasley, mejor si es a los dos, pero la verdad Weasley, nunca pensé que cayeras tan fácil a los pies de un hombre- Draco se quería matar a sí mismo; ¿porqué decía esas estupideces?, observó como los niveles de odio de Ginny subían rápidamente, y se empezaba poner roja del coraje.

-¿Crees que te deseo Draco?-preguntó Ginny sonando terriblemente inocente, La pelirroja sintió ganas de contraatacarlo, sí, sus palabras la habías herido, tenía que admitirlo. Draco la miró unos segundo asombrado de que lo había llamado por su nombre-él imbecil es ...otro-murmuró lentamente Ginny mientras lo rodeaba, como si fuera una presa y ella la depredadora. Malfoy alzó una más la cabeza, dándole de nuevo un aspecto arrogante.-Ay Malfoy, eres un idiota, sabes ¿por qué iba yo a besarte si tengo a casi medio Hogwarts a mis pies?-Ginny no sabía si eso era verdad, pero quería herirlo, y ahora que lo miraba fijamente era su imaginación o Malfoy apretaba la mandíbula. –Te besé, lo admito, pero no porque me gustarás, la verdad es que perdí una apuesta, y... tuve que pagarla- Ginny había dicho la verdad a medias.

Draco trató de controlar su furia, se sentía desolado. "Maldita Weasley" pensó en sus adentros, la verdad es que al escucharla decir eso le había dolido el pecho, pero con todo el trabajo del mundo esbozó una sonrisa característica de él. Era o no verdad, tenía que comprobarlo, y sabía cómo.

Draco la miró directamente a los ojos sin dejar de sonreír fríamente. Ginny sintió que sus piernas temblaban de nuevo, tenía que controlarse. El Slytherin se volvió a acercar de nuevo a ella pero esta vez muy lentamente, Ginny dio unos pasos atrás algo temerosa y chocó con la pared, ella misma se había acorralado. Draco le hizo una prisión improvisada con sus brazos, pero aún no la tocaba, acercó su boca a la de la Gryffindor pero no la tocó, Ginny sintió que se estremecía, ¿qué diablos hacía Malfoy? Trató de mantener la cabeza fría para que Draco no se diera cuenta del deseo que sentía por él, y lo logró por un unos segundos diciendo mentalmente el abecedario al revés, Malfoy quería jugar con ella, y ella sabía cómo evitarlo, pero lo malo es que no lo podía empujar, aparte de que si lo tocaba estaría perdida. La pelirroja se mantuvo serena unos segundos más mientras el rubio solo la miraba y se acercaba a ella como si la quisiera besar pero no terminaba la acción, entonces el Slytherin paso su lengua sobre los labios de la Gryffindor y ella perdió completamente el control, lo atrajo hacia ella bruscamente mientras lo besaba con una terrible y exquisita pasión contenida.

El beso fue demasiado intenso, tanto que le nubló la mente, sabía que si el rubio no la hubiera estada sosteniendo ella se hubiera caído.

Draco fue él que se separó y Ginny se quedó apoyada en la pared para recuperar el aliento.

-¿Una apuesta, eh?-se burló el rubio mientras sonreía enigmáticamente.

Ginny lo miró dolida, se sentía sumamente ofendida. Malfoy dio media vuelta y se marchó sin decirle nada más. Se sentía devastada, el rubio parecía haberle tendido una trampa y ella había caído como una idiota; hasta el momento Malfoy había ganado los dos enfrentamientos que habían tenido. -Pero ninguno más-se dijo así misma muy decidida antes de salir corriendo hacia el aula de pociones, ya se imaginaba lo que le haría Snape al verla llegar con más de veinte minutos de retraso.

oOoOo

Notas de la autora: Mil gracias a: ERI MOND LICHT, ichan, SaraMeliss, Arwen-chan, andy y Sly.