Capítulo 11: Dos mundos diferentes.

El cielo gris ésco se oscurecía rápidamente, Ginny se movió algo incomoda en su asiento, el compartimiento donde ella viajaba sola en el Expreso de Hogwarts era el más alejado de todos y acababa de abrirse la puerta, desvió su mirada del cielo para encontrarse con esos ojos grises que tanto le encantaban mirándola con fijeza.

-Veo... que Potter y esa... Granger irán contigo a pasar la Navidad-dijo suavemente entrando al compartimiento y cerrando la puesta mágicamente tras él.

-¿Ves algún problema con eso?-replicó suavemente la Gryffindor mientras volteaba de nuevo su mirada al paisaje.

-No... aunque si lo tuviera tú no me harías caso-gruñó Draco desplomándose a su lado.

-Muy cierto-comentó divertida aún sin mirarlo. Lo escuchó gruñir de nuevo, y no pudo evitar soltar una pequeña risita que empeoró el humor de Malfoy.

-¿Por qué invitaron a Potter a pasar las navidades en tu casa?-preguntó rompiendo un silencio que se había formado entre ellos. Ginny lo volteó a ver, tenía expresión fría, el rostro alzado levemente en signo de arrogancia y sus ojos brillaban, furiosos.

-¿Eso en que te afecta?-preguntó cautelosamente observando sus reacciones. -En nada-se apresuró a decir Draco pero no había sonado muy convincente.

-¿Nada?-preguntó la pelirroja alzando la ceja.

-Virgine... ¿crees que no sé que querías a Potter... y que talvez todavía lo quieres?- dijo bruscamente Malfoy levantándose y dándole la espalda.

-Draco... yo... no..-Ginny no pudo continuar, ¿amaba a Harry? No lo sabía, sentía algo muy especial por el rubio, ¿pero había dejado de amar a Harry? Draco la volteó a ver, y la Gryffindor pudo percibir una mezcla de dolor y resentimiento en los ojos del rubio.

-Virgine, ¿acaso tú... estas ... dándome ...-Ginny no lo dejó terminar y lo besó suavemente en los labios, sintió como de nuevo ese calor que siempre sentía cuando Draco la besaba invadía su cuerpo recorriéndola por completo, si, quería a Draco, de eso estaba segura, pero ¿Qué sentía por Harry? Draco se separó de ella bruscamente, la pelirroja parpadeó sorprendida.

-Alguien se acerca-murmuró Draco soltándola por completo, Ginny lo observó mientras se acercaba a la puerta, justo abría la puerta cuando Ron se detuvo frente a ella.

-¿Qué diablos haces con mi hermana, idota?-rugió furioso Ron, mirando con odio a Malfoy que obstruía la entrada, empujó a Malfoy hacia un lado y posó su mirada en Ginny que veía a Ron algo aterrada... ¿acaso Ron había visto algo?

-Por favor Weasley, ¿crees que quisiera estar con tu pobretona hermana?-se defendió Malfoy, volviendo a poner esa expresión arrogante que Ginny tanto odiaba y amaba al mismo tiempo.

-Cállate Malfoy-dijo evidentemente molesta Ginny, mirándolo a los ojos con una mirada que claramente decía Te pudiste haber ahorrado ese comentario -No te preocupes Ron... Malfoy estaba aquí por que tenía que decirme algo sobre pociones, pero ya se iba-dijo salvando la situación, Draco alzó una ceja mientras una fría sonrisa se extendía por su rostro.

-Vamos Ginny-Ron la tomó por el brazo y la estaba obligando a salir del compartimiento-No dejes que este idiota te amargue tu día-dijo sacándola de ahí, Ginny trató de safarse de él pero Ron parecía furioso, Malfoy se retiró de la puerta y los dejó pasar mirándolos burlonamente.

-¿Qué traes tú con Malfoy?-rugió Ron cuando habían entrado a un compartimiento vacío. Los ojos de Ron brillaban furiosos.

-¿Qué crees que pueda yo tener con Malfoy, Ron?-preguntó fingiendo estar ofendida por el cuestionamiento de su hermano, pero su corazón empezó a latir furiosamente, ¿y si Ron los había visto? ¿cómo podría justificarse ante su familia si Ron les decía que entre ella y Malfoy había algo? ¿la comprenderían?... eso lo dudaba.

-Virgine-rugió Ron, Ginny retrocedió un paso, que Ron la llamará por su nombre completo era mala señal, quería decir que estaba realmente enojado, los ojos de su hermano habían tomado un brillo casi aterrador.

-Entre Malfoy y yo no hay nada, Ron, como puedes pensar esa estupidez- se defendió Ginny logrando sonar convincente.

-Estabas encerrada en un vagón, con él, SOLOS, ¿qué quieres que piense?- gritó colérico poniendo sus manos sobre los hombros de la joven y zarandeándola bruscamente.

-No es cierto-replicó rápidamente.

-No mientas Virgine, ¿te hizo algo ese desgraciado?-

-No-gritó Ginny lográndose soltar de Ron-No me hizo nada, solamente me llegó a decir algo sobre pociones, Snape lo mandó-dijo muy convincente dirigiéndose a la puerta-y si no me quieres creer aya tú-concluyó dejando solo a Ron con su enojo.

****

Una suave brisa caía sobre rostro, respiró profundamente tratando de recuperar la clama perdida. Se sentó lentamente sobre una roca, Ron no le hablaba desde aquel incidente en el Expreso de Hogwarts, y de eso ya hacía tres días. Pero al menos tenía el consuelo que Ron no le había contado a nadie sus sospechas (que estaban muy cerca de la verdad), y se había limitado a mirarla con reproche.

A parte de eso, lo demás era maravilloso, Bill, Charly y Percy (sus hermanos mayores), habían vuelto a casa solo para pasar la navidad con la familia; y gracias a la llegada de ellos y con ayuda de los gemelos las tardes eran muy agradables en la Madriguera.

-Ginny, la cena ya esta por servirse-le gritó su Madre saliendo por la puerta trasera de la casa y haciéndole señas para que se acercara a ella. Ginny suspiró quedadamente antes de dirigirse a la cocina.

En la Madriguera (la casa de los Weasley) se respiraba un ambiente cálido y alegre, esa noche sería la cena de Navidad. Fred y George que parecían tener dosis extras de energía esos días se la pasaban todo el día buscando quien caía en sus bromas, y para disgusto de su madre el objeto de su bromas era Percy, que a diferencia de sus hermanos, que eran unos bromistas de lo peor, Percy era alguien que según él las reglas no podían romperse.

Ginny ayudó a su madre con los últimos preparativos de la cena, mientras su padre se encargaba de encender la chimenea, Charly y Bill ponían las mesas y sillas, y los demás se reían de Percy que había caído de nuevo en una broma de los gemelos, y ahora eructaba villancicos.

Con Percy eructando villancicos a cada instante, su madre gritando a los gemelos, Ron y Bill haciendo apuesta sobre cuanto tardarían los gemelos en lanzarle otra broma a Percy, Harry, Charly y su padre riendo sin cesar por las caras que ponía Percy cada vez que evitaba comenzar a "cantar" un nuevo villancico al estilo que le habían impuesto los gemelos, y Hermione tratando de no reírse, la cena pasó muy amena y divertida.

Así era siempre en Navidad, tenía que admitir que le encantaba pasar esa fecha con su familia, sus hermanos eran muy divertidos, y sus padres la mayoría de veces daban su brazo a torcer y dejaban de reñir con los gemelos por sus bromas. Siempre platicaban sobre todo lo que les había pasado en ese tiempo que habían estado separados, jugaban alguna que otra partida de snap explosivo, y olvidaban todo lo referente al mundo exterior, olvidaban., solo por esa noche, que el-que-no-debe-ser-nombrado existía.

Y para concluir esa divertida noche los gemelos les ofrecieron un magnífico espectáculo de fuegos artificiales.

Espero que Draco se la haya pasado bienese fue el último pensamiento antes de tirarse en su cama, agotada pero feliz de haber estado ese día con su familia.

****

-Feliz navidad, Ginny-dijo Hermione aventándole una almohada al rostro, la castaña rebozaba de alegría ese día.

-Feliz Navidad-dijo soñolienta estirándose en su cama, Hermione aún estaba en pijama, pero parecía completamente despierta,.

-Tu madre me dijo que viniera a despertarte, todos están en la sala, ya que quieren abrir los regalos-le dijo sonriendo ampliamente.

Hermione tuvo prácticamente que arrastrar a Ginny escaleras abajo, y cuando llegó a la sala ya todos se encontraban ahí; los únicos que en verdad parecían despiertos completamente eran su madre, Harry, Hermione y Charly, los demás dormitaban en su asiento y Fred roncaba sonoramente en el hombro de George.

-Ya llegó Ginny, ¿comenzamos?-preguntó su madre alegremente, esa era una tradición que tenían, en navidad, todos se reunían en la sala e intercambiaban regalos. Ginny se sentó en la alfombra, cerca de Ron que ya se había despertado completamente.

Empezaron a abrir los regalos rápidamente, todos parecían unos niños ansiosos, incluso a Percy que trataba de disimular su emoción se le notaba su interés en sus regalos.

Ginny recibió un libro por parte de Hermione (como debía de haber esperado), sus padres le habían regalado un anillo, los gemelos una dotación entera de bromas navideñas, Percy, Charly y Bill un juego entero de pluma y Ron y Harry una caja de dulces.

Su madre había empezado a hacer el desayuno, y todos habían empezado a recoger sus regalos, cuando Ginny se desplomó en el sillón que antes estaba Ron y empezó a abrir la caja de dulces, estaba por llevarse una rana de chocolate a su boca cuando escuchó un ruidito desde la ventana, era una hermosa lechuza negra que picoteaba la ventana, Bill abrió la ventana y la lechuza voló hasta posarse en el hombro de Ginny, llevaba una pequeña caja negra de terciopelo en sus patas y una pequeña nota venía anexada.

Algo curiosa desató la carta y la caja de la pata de la lechuza, esta salió rápidamente por la ventana, la idea de que fuera de Draco surgió en su mente haciéndola embozar una radiante sonrisa, abrió lentamente la caja y se quedó petrificada con lo que vio adentro...

Una preciosa cadena de plata de la cual colgaba una pequeña piedra verde (una esmeralda); acercó el colgante a sus ojos y pudo distinguir como tenían grabado una pequeña serpiente plateada que brillaba tenuemente, simplemente algo fantástico, que seguramente era de un Slytherin.

Sin perder más tiempo se la puso al tiempo que su sonrisa se extendía aún más. Abrió la carta que venía anexa con dedos temblorosos, su corazón había empezado a latir rápidamente:

Virgine:

Algo se ha posesionado de mí, algo que ha borrado hasta la más mínima expresión de desprecio que mi rostro ocultaba, ¿fue acaso tu castaña mirada que me hace temblar cuando me miras con enfado? ¿o a caso fue esa sonrisa que derrumbó hasta mi última barrera que protegía mi alma?

Sé que somos diferentes en muchos aspectos, sé que nos divide un gran mundo de cosas y de personas, pero sin embargo hay algo, algo que nos une.

Te has vuelto el verdugo de todas mis noches, has destruido mis decisiones pasadas para transformarlas en ilusiones futuras, que seguramente me esperan a tú lado.

Estoy dispuesto a apartar cosas, que un pasado no muy lejano, eran mi prioridad, para ponerte a ti como el centro de mi vida.

Has sido como una droga para mí que se coló lentamente en mi interior hasta llegar a las profundidades de mi corazón. No he podido apartarte de mi cabeza desde que sentí tus labios sobre los míos. Desde ese día tu esencia y tu sabor quedó impregnado en mí haciendo imposible olvidarte.

Acéptame, tal como soy, no me hagas cambiar, soy y seré siempre así... soy arrogante, engreído y quien sabe más, lo sé, pero también se que aunque trate de cambiar no podré. Acéptame y verás ese yo que nunca dejo al descubierto, pero que por ti lo haré; quiero que me conozcas y yo quiero conocerte.

Tal vez esto que tenemos los dos (aunque no esta muy bien definido) llegue a algo más que simples caricias.

No tengo bien definido mis sentimientos, pero solo sé que tú para mí no eres una chica más.

Quiero ser eterno en tu memoria

Y vivir por siempre en ti.

Quisiera ser el silencio de todas tus noches

Perderme en el fondo de tu corazón

Quisiera ser como el ángel que cuida tus sueños

Morirme con ellos.....

Morir por tu amor....

D. M.

Pd. Mira lo que me haces hacer pequeña.

Los ojos de Ginny que se habían llenado de lágrimas de emoción, Draco le había escrito eso a ella, rió un momento por su último comentario, solo Draco Malfoy pudo haber puesto después de una carta amorosa un reproche al final.

La carta fue arrebatada de sus manos, Ginny se levantó rápidamente para recuperar su carta, Fred que se había subido arriba del sofá y que había empezado a leer la carta en voz alta a pesar de los intentos fallidos que hacía Ginny para recuperarla, George, Charly y Bill solo reían pero Harry y Ron la miraban como evaluándola. Fred estaba por terminar la carta cuando Ginny le proporcionó un fuerte hincapié en la pierna haciendo caer del sofá, la carta fue a dar hasta los pies de Hermione que a acababa de entrar a la habitación donde solo se escuchaba los gemidos de dolor de Fred que estaba tirado en el suelo agarrándose la espinilla, los demás se había quedado callados por la reacción violenta de Ginny. Hermione se agachó para recoger el papel, y alcanzó a leer un pedazo con el seño fruncido antes de que Ginny llegará hasta ella jadeando y la castaña le entregará la carta.

-Esta letra..-murmuró lentamente Hermione con ojos inquisidores, de pronto los ojos de Hermione se tornaron muy sorprendidos.

El corazón de Ginny empezó a latir con pesadumbre... ¿sería posible que Hermione haya descubierto que esa carta era de Malfoy?

-¿De quién es la letra Hermione?-preguntó muy interesado Ron acercándose a ellas, Ginny guardó la carta con rapidez.

-De.. nadie... se ...me ..fue .. el nombre-logró balbucear Hermione mientras sonreía levemente.

¡Oh por díos, Hermione lo sabe! pensó desesperada Ginny observando las reacciones nerviosas de la castaña.

-¿Quién es D. M., Ginny?-preguntó Fred que se había puesto de pie con esfuerzo.

-Eso no les incumbe, eso era PRIVADO-les replicó fríamente Ginny a todos sus hermanos antes de salir de la sala corriendo hasta su habitación.

Hermione les envió una mirada de reproche a todos, antes de salir tras Ginny. Los Weasley compartieron una mirada de culpabilidad, no debieron haberse metido en los asuntos privados de Ginny, ya se imaginaban lo que les esperaba si a la pequeña de los Weasley se le ocurría contárselo a su madre...

*****

-¡Oh, por díos Ginny!, no le quise creer a Ron.. pero es... verdad-dijo Hermione muy incrédula entrado a la habitación de la pelirroja.

-¿De que hablas?-preguntó algo desconcertada Ginny.

-¿Cómo que de que hablo?; Gin ¿qué tienes con Malfoy?-preguntó de golpe Hermione, los ojos de Ginny se abrieron desmesuradamente sin ocultar su sorpresa, la castaña era muy perceptiva y se había dado cuenta...

-Nada-respondió rápidamente sin tener otro argumento con cual defenderse.

-Vamos Ginny, no es solo por que reconocí la letra de Malfoy en la carta que te enviaron... también habían varias cosas, como lo mirabas y como te miraba él a ti... o como cuando saliste enfurecida del Gran Comedor por que Malfoy se estaba besando con Parkinson.... No puedo creerlo... ahora todo encaja-

Maldita Hermione perceptivagruñó a sus adentros mientras veía a Hermione como hacía gestos que asemejaban a alguien que no le agradaba lo que había descubierto.

-¿Qué es lo que encaja?-preguntó por fin con voz temblorosa, tal vez si hiciera que Hermione guardara ese secreto...

-las burlas de tus amigas de Hufflepuff con un cierto rubio, tu desaparición en Halloween y la de Malfoy por su puesto... los comentarios de Parkinson...-Ginny miró sorprendida a Hermione, que al parecer decía todas esas cosas más para ella misma que para Hermione, y Ginny que pensaba que Hermione no prestaba mucha atención a sus asuntos.

-¿A caso tú y Malfoy son novios?-preguntó horroriza Hermione después de enumerarle las situaciones que la habían llevado a pensar que entre ella y Malfoy había algo.

-No...-dijo suavemente la pelirroja escogiendo las palabras indicadas-todavía no... pero pronto-Hermione la miró incrédula, horrorizada y escandalizada.

-Pero.. ¿por qué? Ginny, Malfoy es un cerdo-

-No para mi-confesó Ginny dejándose caer en su cama.

-Malfoy es un cerdo SIEMPRE-

-Vamos Hermione, yo... creo que lo quiero-los ojos de Hermione se abrieron incrédulos.

-pero.... ¿Cómo? ¿cuándo? ¿Por qué?-

-te aseguro que si yo supiera eso no estaría tan confundida-le respondió con una media sonrisa en el rostro.

-¿desde cuándo empezaste a tener algo con Malfoy?-preguntó Hermione sonando terriblemente resignada, Ginny dejo escapar un suspiro antes de empezarle a contar todo, desde que ella lo besó por una apuesta hasta la última platica que había tenido con Malfoy en el expreso de Hogwarts, claro que omitiendo unos pequeños fragmentos sobre las cosas que Malfoy le había contado a ella- Pero Ginny... y si todo esto... es ... una farsa?-preguntó Hermione dudosa.

-Yo también he pensado eso.... Pero conmigo de verdad es diferente, y creo que siente algo por mí... no me veas así Hermione, Draco también tiene sentimientos-le replicó al ver la mirada incrédula de l castaña.

-Pero..pero.. Ginny sabes que no quiero que te hagan daño-dijo Hermione pasándole un brazo por los hombros. Una sonrisa triste apareció en el rostro de la pelirroja.

-Yo tampoco... pero ahora ya estoy corriendo los riesgos, ya no puedo ni quiero echarme para atrás-dijo muy segura.

-En fin... es tú decisión...-

-Hermione, prométeme que no le dirás a nadie-suplicó. Hermione la evaluó unos instantes, y luego dijo algo indecisa:

-Esta bien... pero si ese cerdo te llega a ser daño sufrirá mucho-Ginny sonrió ante su respuesta, era lo menos que había esperado de Hermione.

****

Una neblina empezaba a descender lentamente por las colinas que estaban cubiertas de escarcha, el frío se estaba haciendo terrible y todos los alrededores de la Mansión Malfoy estaban adquiriendo un aspecto tétrico debido a la neblina.

El cementerio familiar ya estaba cubierto casi por completo de neblina lo que había dejado al lugar aún más aterrador de lo que ya era.

-Lumos-se escuchó un susurró, era una voz muy fría que arrastraba las palabras, Lucius Malfoy alzó su varita para alumbrarse mejor, la tarde empezaba a caer, esquivó ágilmente las criptas que estaban a su paso, como si se supiera el camino de memoria. Su capa negra se ondeaba debido al fuerte viento que se estaba produciendo, se detuvo delante la puerta de la mazmorra que estaba justo en el centro del cementerio, apagó la luz de su varita, sacudió su túnica y examinó la entrada del calabozo, era una puerta de color verde que tenía gravadas una letras plateadas en la parte superior en Latín que decía Entrad aquí a pagar todas las traiciones que te mereces abrió lentamente la puerta, viendo la gárgola que había sobre el techo de la mazmorra, unas escaleras que llevaban hacia abajo aparecieron ante él, empezó a bajar, las antorchas que estaban pegadas a las paredes le alumbraban el paso, y entre más bajaba escuchaba con más claridad unos gemidos de dolor.

Al fin llegó al final de las escaleras, su mirada se dirigió automáticamente a una de las esquinas donde de la oscuridad se escuchaban unos lamentos.

-Ya aprendiste tu lección..-dijo suavemente aunque su voz no poseía nada de suavidad-...Draco-

La respuesta de Draco fue un gruñido, una perversa sonrisa apareció en el rostro de Lucius, se acercó más a su hijo.

Draco estaba colgado de los brazos al techo, sus pies apenas rozaban el suelo, su cabeza, esa que nunca agachaba ante nadie... esta pegada a su pecho, tenía puesto solo unos pantalones y la sangre le escurría por todo el cuerpo.

Draco alzó muy lentamente el rostro, para encontrarse con los ojos fríos de su padre que ahora sonreía complacido.

La vista de Draco estaba nublada por la sangre que le escurría de la ceja y su labio tenía una pequeña abertura.

-¿Qué quieres bastardo?-rugió Draco alzando la voz, y expresando todo el odio que sentía por ese hombre que se hacía llamar su padre.

-No, no, no Draco... veo que aún no aprendes-dijo maliciosamente Lucius alzando su varita.-Crucio- un rayo salió de la varita y se incrustó en el pecho de Draco que gritó de dolor, era lo más doloroso que podía haber, sentía como brazas quemaban su piel y como miles de latigazos golpeaban furiosamente su cuerpo ya adolorido, de pronto el dolor cesó.

Su respiración era irregular y muy rápida, le dolían partes de su cuerpo que no sabía que tenía y presentía que tenía un par de costillas rotas.

-Haber cuando aprendes a quedarte callado, Draco, pero sobre todo haber cuando aprendes a obedecer cuando te ordeno algo-le dijo su padre fríamente, Draco solamente bajo su rostro.-Ahora vas a obedecer lo que te pida, y sabes que tienes...-

-ESO NUNCA.-gritó furioso alzando su rostro de nuevo, hace unos meses si su padre le hubiera pedido eso él simplemente hubiera aceptado y se hubiera resignado, pero ahora ya no... ahora ya no podía...

-Veo... que aún no aprendes la lección-dijo lentamente mirándolo con intenso odio-Tal vez necesites un poco más de tortura muggle, pero ahora tendrás que pedir clemencia si quieres que la tortura se detenga...-

Draco respiraba costosamente, miro a su padre con resentimiento, no estaba dispuesto a pedir clemencia, su orgullo no se lo permitía... pero juraba que esta si se las iba a cobrar. Llevaba dos días en las frías mazmorras, llevaba dos días que no comía ni bebía nada... dos días de que su tortura había empezado. ¿cómo era posible que su propio padre lo tratara así?

Alzó el rostro de nuevo, dos hombre corpulentos entraban en es momento, un pequeño suspiro salió de su boca, resignándose...

-Una tunda más-les indicó Lucius a los hombres que acababan de entrar. Los hombres asintieron torpemente antes de acercarse a Draco.

Sintió que el dolor se incrementaba al sentir los latigazos que golpeaban furiosamente su espalda, Draco apretó los dientes... nunca pediría clemencia a ese idiota, trataba de que ni siquiera un solo gemido de dolor saliera de su boca, sentía como su alma estaba más dañada que su cuerpo después de 2 días de torturas.

-Basta-dijo suavemente Lucius después de un largo rato, los golpes se detuvieron rápidamente-Bajénlo-les indicó, con un movimiento de varita, uno de los hombres hizo desaparecer la cuerda que sostenía a Malfoy colgado del techo, el cuerpo inerte de Draco cayó en un charco de sangre, su respiración era demasiado débil.

-Creo que ya aprendiste tú lección... pero por si acaso te haré un pequeña visita por al noche Draco-le dijo Lucius acurrucándose cerca de Draco que parecía estar muerto, su cuerpo se veía en estado deplorable. Un pequeño gemido salió de la boca de Draco, trató de moverse para intentar matar a su padre ahí mismo.. pero su cuerpo no respondía... era demasiado el dolor, muy intenso, casi insoportable, logró levantar levemente la cabeza para enviarle un mirada del más profundo odio que sentía por ese ¿hombre?

-Feliz Navidad, hijo-dijo con descaró su padre antes de proporcionarle un puntapié en las costillas e irse sonriendo complacido.

Unos ojos color miel vinieron a la mente del rubio que yacía en el suelo de la fría mazmorra al tiempo que sentía que un terrible frío le calaba hasta los huesos, un frío que olía a muerte....

-Virgine-fue la única palabra que logró salir de su boca antes de que todo se volviera blanco y perdiera el conocimiento por completo....

*-******

Notas de la dis que autora: jaajajaja bueno como estan todos espero que de maravilla como yo *o)

Disculpen el retraso... empeze a clases y mis "queridos profesores" me inundaron de deberes T_T

Bueno mil gracias a todos esos hermosos rewies que me envían y que espero que me sigan enviando ^^ de verdad me levantan la autoestima.

Mis comentarios sobre este capítulo son: MALDITO LUCIUS.... Si ya se que yo lo escribo así pero es que la verdad siempre me ha caído mal. Espero que les haya gustado esta capí, la verdad es que me salió medio emotivo por que muestro cuan diferentes son los dos.... Con la carta deverás que me tuve que matar haaciendola... por que primero quería copiar un poema o algo así pero creo que ninguno los describia de verdad... así que me tuvieron que poner a escribir ^^

Antes de despedirme les informó que encontre un fan art que encaja a la perfección con este fic y con esta pareja.,.. mirenla aquí:

en verdad mirenla por que esta hermosa, ah y otra cosa ha habido muchas personas que me quieren contactar en Messenger para todos los que quieran contactar conmigo agreguenme: valeryc1892hotmail.com

PROXIMO CAPÍTULO: Capítulo 12: Problemas, comienzo y secretos.

*mantendrá su promesa Hermione de no decir nada.

*Parkinson (la maldita vacajejeje) haciendo algp malo *_*

*¿Qué será eso que Draco no quiere hacer..., pero que su padre esta insistiendo?

BESOS Y DEJEN REWIES POR FAVOR QUE SON MI VIDA (NO ES PARA TANTO, JEJEJEJE)