Capítulo 16: Antigüedades Ortieff.
Los rayos de sol se colaban lentamente por la ventana, Ginny tuvo que abrir sus ojos de mala gana mientras se estiraba perezosamente en su cama, no pudo evitar sonreír al recordar los sucesos de la noche pasada, había sido una noche mágica al lado de Draco.
Habían pasado dos meses desde que Draco había sido encontrado en la torre de Gryffindor junto con Hermione; por suerte Ginny había logrado conseguir que sus compañeros de casa guardaran silencio con respecto a la presencia del Slytherin en su sala común... pero eso no había garantizado que le siguieran hablando o que la tratarán como antes, más bien ahora la veían como una traidora, solo le hablaban Hermione y Mattie, Ron había cumplido su promesa de no hablarle y ahora ni siquiera la miraba y para colmo se sentía culpable de el magnífico noviazgo de Harry y Hermione se hubiera roto tan inesperadamente como se había formado. La plática que Harry había prometido concederle a Hermione al día siguiente nunca había llegado, y seguían sin hablarse. Tenía que reconocer que se sentía muy mal por Hermione que por ayudarla había sufrido también, ya que a ella tampoco le hablaban en la torre de Gryffindor y la había visto llorar cuando Harry la ignoraba tan fríamente.
Ginny se había percatado de que Draco en verdad se sentía culpable de que fuera él, el que hubiera causado el rompimiento de Hermione y Harry, y aunque su forma de demostrarlo no era muy típica (ya que había aumentado sus insultos hacia Harry y Ron mientras que a Hermione la trataba con una cordialidad casi increíble) sabía que de todas formas siendo un Slytherin, no podría prestarle mucho apoyo a Hermione.
-¡Vaya!... ¡es un milagro!-exclamó Mattie cuando entró a la habitación al ver a Ginny poniéndose unos jeans-¡Ginny Weasley levantándose temprano!-Ginny sonrió a su amiga mientras veía el reloj eran a penas las siete de una cálida mañana sabatina. Ese día tenían una visita a Hogsmeade- ¿Será que cierto rubio influyó para que te levantarás temprano?-preguntó burlonamente su amiga mientras sonreía con picardía y empezaba a buscar algo en su ropero.
-Digamos... que sí-confesó Ginny sonriendo más ampliamente y poniéndose una blusa un poco ajustada.
-Me lo imaginaba-murmuró su amiga mientras se ponía una sandalias a juego con su blusa azul-Peter... me dijo que si querías venir con nosotros a las Tres Escobas... pero creo que tu ya tienes planes, ¿o no?-
-Draco me pidió que llevará a Hermione también... aún se siente culpable de que sea... en cierto modo el culpable de que haya roto con Harry, y me dijo que nos va a llevar a un sitio muy especial-comentó soñadoramente la pelirroja mientras amarraba su rojizo cabello en una coleta alta.
-Sabes... creo que después de todo Malfoy no es tan... malo-
-No lo es, pero no lo digas con nadie por que según él tiene su reputación-ambas soltaron una carcajada sin poder contenerse.
Mattie había demostrado ser una buena amiga en la que se podía confiar, y había tomado bastante bien la noticia de que Malfoy era su novio.
Bajaron juntas, y al entrar al Gran Comedor Ginny desvió su mirada casi instintivamente a la mesa de Slytherin, ahí estaba él, sus miradas se cruzaron solo unos segundos pero fueron suficientes para que los dos quedaran algo aturdidos, Draco se veía más que bien, de nuevo se había vestido completamente de negro y su cabello que estaba algo despeinado le daba un perfecto toque juvenil.
-¡Detente! Solo faltan unos minutos para que estés con él-le murmuró burlonamente al oído Mattie haciendo que Ginny despegara su mirada de la de Draco. Un pequeño rubor subió por el rostro de la pelirroja sin poder evitarlo.
-¡Cállate!-replicó sonriendo y luego vislumbró al final de la mesa a Hermione que tenía recargado un enorme libro de pasta negra sobre un tarro de miel y parecía en verdad interesante por que apenas había probado bocado.-Vamos con Hermione-le indicó y las dos se sentaron a ambos lados de ella.
-Buenos días-dijo con voz apagada Hermione. Ginny pudo percibir unas grandes bolsas bajo sus ojos en señal de que no había pasado buena noche.
-Eh... creo que me llama Peter, nos vemos luego-se disculpó Mattie con una significativa mirada a la pelirroja y luego se marchó.
-Hermione... ¿vas a ir a Hogsmeade?-preguntó Ginny sabiendo cual sería la respuesta.
-Eh... no, tengo mucho que estudiar se acercan los EXTASIS-
-Vamos Hermione, Draco nos invitó a las dos a comer-le aseguró mirándola directamente a los ojos.
-No quiero ser un estorbo...-
-No serás un estorbo... tanto Draco como yo queremos que vayas; no es justo que sigas sufriendo por que Harry no entra en razón...-
-Pero es que tal vez él tenga razón...-murmuró lentamente Hermione mientras sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas.
-¡Claro que no!-gruñó Ginny indignada-Tú nunca lo traicionaste, NUNCA-
-Date cuenta Ginny, he sido amiga de Harry durante 7 años y su novia durante varios meses... creo... que nunca debí de hablarle a Malfoy ni mucho menos dejarlo entrar a la sala común... fue una imprudencia de mi parte...-
-¡DEJA DE CULPARTE!-dijo Ginny con voz más fuerte de lo que pretendía, ese comentario produjo un incomodo silencio y sintieron como varias miradas se clavaban en ellas. En ese momento entraron al gran comedor Ron y Harry, los dos pasaron sin voltear siquiera a verlas y se sentaron prácticamente al otro lado de la mesa. Harry tenía un aspecto cansado y taciturno y las últimas semanas había estado más gruñón que nunca. Ginny volteó de nuevo su mirada a Hermione, ella los miraba con un brillo de anhelo en sus ojos mientras una joven morena de Ravenclaw se sentaba al lado de Harry, la castaña bajo la mirada a su plato y Ginny podía jurar que sus ojos se estaban llenando de lágrimas.
-Nos larguemos de aquí-gruñó agarrando a Hermione del brazo tan firmemente que la obligó a seguirla.
La pelirroja no se detuvo hasta que estuvieron en la torre de Gryffindor que en ese momento estaba vacía.
-Escúchame bien, vas a ir a Hogsmeade conmigo y con Draco, vas a olvidarte unos minutos de Harry y vas a tratar de divertirte, pero sobretodo vas a dejar de decir que la culpa de que tú y Harry rompieran en TUYA...-Ginny hablaba algo agitada-Mira Hermione, en todo caso los culpables somos Draco y yo... nadie más; y nosotros seremos los que hablaremos con Harry y si al final el sigue comportándose de esa forma tan estúpida te olvidarás de él por que si no te cree no te merece-
Hermione la miraba ligeramente sorprendida.
-Esta bien-suspiró resignada Hermione-Iré a Hogsmeade pero no contigo y Malfoy-
-¿Por qué no?-
-Eh... por que... Malfoy y yo no nos llevamos... bien-logró decir Hermione.
-Eso no es cierto... y fue idea de él que te invitáramos-le aseguró la pelirroja sonriendo-No es tan malo como aparenta-
-Pero...-
-Nada de pero... él se siente culpable y yo también; así que hoy te olvidarás de todo... nos divertiremos un poco y cuando volvamos Draco y yo hablaremos con Harry-
-Esta bien-suspiró Hermione después de unos segundos de meditarlo-Iré a cambiarme-le dijo con una pequeña sonrisa antes de ir subir a su habitación.
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-¿En verdad crees que Malfoy no se la va a pasar peleando conmigo?-preguntó por enésima vez Hermione cuando las dos salían de Hogwarts.
-Ya te dije que no va a pelear contigo-gruñó Ginny algo exasperada.
-Pero... pienso que tal vez ustedes quieren privacidad-
La pelirroja soltó un suspiro y se tomo su tiempo para contestar-No te preocupes... encontraremos un rato-lo había dicho sonriendo juguetonamente. Después de ese comentario Hermione no preguntó nada más.
Cuando llegaron a Hogsmeade empezaron a pasear por las calles repletas de alumnos y deteniéndose de vez en cuando en un puesto.
-Draco dijo que nos veríamos aquí-murmuró distraídamente Ginny mientras entraba a una tienda de antigüedades que tenía un aspecto clásico casi tétrico. Hermione miró el anuncio Antigüedades Ortieff alzó la ceja algo intrigada antes de entrar al local casi corriendo para alcanzar a Ginny.
Era un local algo polvoriento, estaba lleno de estantes con un montón de cosas extrañas que Hermione no se atrevió a mirar de cerca, una lámpara de cristales cortados colgada al techo era la única fuente de luz en el oscuro local, estaba húmedo y olía algo extraño.
Ginny y Hermione se quedaron en medio de la tienda como si temieran tocar algo, era una tienda donde ninguna de las dos habían entrado nunca.
-Puedo servirles en algo-preguntó una alegre voz a sus espaldas haciéndolas saltar del susto.
Voltearon a ver, era un anciano, su cabello canoso estaba peinado hacia atrás, su aspecto era algo bonachón, vestía una túnica negra algo raída, tenía una brillante sonrisa en su arrugado rostro y las miraba fijamente con sus ojos color azul eléctrico a través de sus gafas redondas.
-Eh... nosotros... solo queríamos ver algunas cosas-logró balbucear Hermione tratando de corresponderle la sonrisa al anciano.
-Buscaban algo en especial-insistió el viejo sonriendo aún más.
-Por el momento solo queremos ver-dijo Ginny sin poder evitar sonreír, parecían que las dos empezaban a relajarse un poco más.
-Seguramente le gustará ver el nuevo libro Runas Egipcias , señorita Granger-dijo el anciano sorprendiendo a Hermione-Y a usted le gustaría ver la nueva esfera que contiene la galaxia de Andrómeda, ¿o no, señorita Weasley?-las dos compartieron miradas sorprendidas, ¿por qué el anciano conocía sus nombres y sus gustos? Las dos asintieron rápidamente aunque estaban algo temerosas. El hombre hizo una leve inclinación de cabeza y luego se fue cojeando a la parte trasera del local.
-¿Cómo es que sabe nuestros nombres?-preguntó algo asustada Hermione mientras las dos se acercaban al estante.
-¡Mira esto...!-chilló Ginny acurrucándose para ver mejor algo en el estante. Habían un montón de piedras preciosas, Ginny miraba embelesada una piedra rojiza, era mucho más pequeña que las demás sin embargo tenía un brillo único... parecía que tenía una pequeña flama en su interior que era inapagable.
-¡No lo puedo creer, es una piedra de fuego!-murmuró sorprendida Hermione acurrucándose también para verla mejor-Son muy difíciles de encontrar, y poseen el fuego mágico eterno... sirve para controlar el fuego, puedes crear o apagar un gran incendio en cuestión de segundos...y solo se encuentra....-
-En los lugares más recónditos de un volcán-terminó el anciano por ella mientras salía de la parte trasera del local con una esfera y un libro entre sus brazos, las dos se irguieron de nuevo y le devolvieron la sonrisa al anciano mientras él se acerba lo más rápido posible hacia ellas.
-¿Cómo... la consiguió?-preguntó Hermione sin poderse contener.
El viejo se tomó su tiempo para responder, dejó los objetos sobre el estante, y suspiro.-Verán... esta tienda es algo.... Muy peculiar, y solo los que entran aquí saben que eso es cierto, les puedo asegurar que lo que ustedes están viendo muy pocos lo pueden ver aquí... solo los que son capaces de mirar la belleza interior de las personas o de las cosas y que poseen un buen corazón pueden entrar...los demás necesitan obtener un permiso especial del encargado.... Y les aseguró que muy pocos alumnos pueden obtener dicho acceso...-suspiró de nuevo antes de proseguir-Este negocio ha estado en mi familia por miles de años, los Ortieff, y nosotros hacemos excursiones alrededor del mundo cada 5 años, desde que tenemos 20 años hasta los 60, no vamos en busca de algo en concreto... si no que solo esperamos ver algo realmente bello... interesante o clásico, algunas cosas las encontramos en lugares recónditos, otros en lugares muggles, y por último en tiendas mágicas de diferentes lugares del mundo. Esta piedra, por ejemplo...-murmuró el anciano sacándola del estante, la sostuvo entre sus manos mirándola soñadoramente-la trajo mi tatarabuelo Ernie Ortieff de las islas volcánicas de Santorín en Grecia, fue en su última excursión...que fue en 1875-
-¿Ha de ser muy costosa?-murmuró algo desalentada Hermione.
-Lo es.. y ha habido tres personas que han querido comprarla-
-y .. ¿no les alcanzó?-preguntó distraídamente Hermione mientras miraba la piedra que el anciano le había prestado para que la apreciara de cerca.
-Oh... claro que les alcanzaba, y más que nada esa fue una de las razones, los tres tenían... bueno uno todavía tiene dinero pero los tres eran ambiciosos y esta piedra en manos equivocadas puede causar un caos... solo hay dos en el mundo-explicó
Ginny dejó escapar un ligero Oh cuando Hermione le paso la piedra, sintió como un agradable calor recorría todo su cuerpo, un calor que le proporcionaba una magnifica tranquilidad.
-El señor Malfoy me ha hablado mucho de ustedes-dijo suavemente el anciano, Ginny despegó su mirada de la piedra rápidamente para encontrarse con los alegres ojos del hombre.
-¿En serio? ¿Y que dijo?-preguntó Ginny levantando una ceja interrogativamente. El anciano rió suavemente más no contesto.
Estaba por preguntarle de nuevo al anciano, cuando la puerta se abrió precipitadamente, dando paso a un muy aturdido y agitado Malfoy.
-No me diga... ¿Parkinson?-preguntó divertido el hombre mirando a Draco.
-Si... esa estúpida, mal nacida... ¡esta más loca que una cabra!, ¿acaso nunca le enseñaron el significado de un NO ?-gruñó Draco soltando unas cuantas palabrotas más que escandalizaron a Hermione, pero él no se dio cuenta por que se asomaba por los estantes como si se aseguraba de que Parkinson no lo había seguido.-Lamento la tardanza-dijo sonriendo encantadoramente a Ginny mientras se giraba hacia ella. Miro a Hermione algo cohibido más sin embargo logro embozar una pequeña sonrisa que se podría interpretar como tensa pero sincera.-Veo que ya conocen al señor Ortieff, ¿acaso no es muy interesante?-él aludido sonrió alegremente-Llevo años viniendo a esta tienda... desde que mi padre quería comprar esa piedra que tienes en las manos...-señaló la piedra de fuego que estaba refugiada en las delicadas manos de Ginny-por suerte el señor Ortieff no se la vendió...-masculló algo molesto sin embargo paso un brazo en la cintura de Ginny y la hizo acercarse más a él.-Pensé que les podría resultar un lugar muy interesante.. ya saben con tantos libros interesantes...-murmuró señalando uno de los estantes que se encontraban en el otro pasillo y mirando significativamente a Hermione...-entre otras cosas.-Hermione le sonrió y casi corrió al pasillo donde se encontraban los libros.
-Draco, creo que te dejo unos momentos... me llamas si necesitas algo-le indicó el anciano antes de regresar a la trastienda cojeando.
-¿Y...con que te entretuvo ahora la vaca de Parkinson?-preguntó Ginny mientras dejaba cuidadosamente la piedra en el mostrador y se volteaba para abrazar a Draco por la cintura.
-Tonterías-contestó rápidamente Draco al tiempo que se inclinaba para besarla.
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Unas horas después los tres salían platicando alegremente de la tienda, Draco se había ganado la simpatía de Hermione cuando le compró un libro sobre Runas. Habían pasado un rato verdaderamente agradable en la tienda, viendo cosas antiguas y fascinantes, escuchando interesantes y divertidas historias del señor Ortieff sobre sus expediciones alrededor del mundo y una que otra broma que soltaba Draco, el tiempo se había ido volando, Hermione aún parecía sorprendida al convivir con un Malfoy con el que nunca había tratado.
-Tenemos una hora para regresar a Hogwarts-murmuró Draco mientras consultaba su reloj-¿Dónde quieren comer?-
-¿Las tres escobas?-sugirió Hermione.
-Lo dudo... quede con Parkinson a esta hora y te aseguro que ni siquiera me pensaba aparecer por ahí hoy-gruñó Draco, estaban en una zona donde casi no habían alumnos, casi en los límites de los lugares que tenían permitidos los alumnos-Conozco un buen sitio... que es algo... digamos... exclusivo-
-¿Exclusivo?-preguntó Ginny alzando una ceja al tiempo que abrazaba a Draco por la cintura no sin antes asegurarse que no había estudiantes cerca.
-Les gustará, se los aseguró-murmuró prácticamente arrastrándolas a un solitario local... que al parecer no estaba en los límites permitidos, Hermione hizo ademán de replicar pero se quedo callada al ver el sencillo pero agradable lugar.
Se sentaron cerca de la barra y pidieron un platillo muy sencillo pero que devoraron mientras tenían una acalorada discusión sobre quien sería el campeón de Quidditch ese año.
Llegaron a Hogwarts dos horas después del toque de queda, el cielo ya había oscurecido y al parecer todos se encontraban cenando en ese momento, aunque Hermione había reprochado a Draco y Ginny que se salieran de los límites permitidos, no había podido decir nada cuando entraron a un librería que contenía un montón de libros mucho más interesantes que los que podía encontrar en cualquier otra parte.
-¿Van ir a cenar?-preguntó suavemente Draco entrando al castillo.
-No-dijeron las dos al mismo tiempo.
-Las acompaño a su sala común...-murmuró Draco agarrando del brazo a Ginny. Y en ese momento Hermione y él se enfrascaron completamente en una plática sobre los EXTASIS que se acercaban.
Estaban a punto de llegar a la sala común de Gryffindor cuando casi chocaron con Harry y Ron.
-¿No que no tenías nada con Malfoy?-replicó fríamente Harry sin despegar la mirada de los castaños ojos de Hermione, apretaba los puños de nuevo en señal de la furia que estaba conteniendo. Mientras que Ron solamente miraba furibundo el brazo que Draco llevaba alrededor de la cintura de Ginny.
Draco, Ginny y Hermione se había quedado como petrificados... sin embargo Draco fue el primero en salir del trance.
-No sigas actuando tan infantilmente, Potter-gruñó mirando con odio a ambos más sin embargo acercó más a Ginny hacia él, y sonrió complacido al notar la mirada de odio de Ron.
La respiración de Harry se empezó a tornar agitada, como si estuviera haciendo increíbles esfuerzos para no empezar a gritarles.
-Tú no te metas en esto Malfoy-dijo tranquilamente Harry más sin embargo en su interior no existía ni la más mínima tranquilidad.
-Harry... no sigas con esto... Hermione y tú tienen que hablar-logró decir Ginny.
-Yo no tengo nada que hablar con esa-gruñó mientras sus ojos brillaban extrañamente, Hermione contuvo la respiración como si en cualquier momento se fuera a soltar a llorar.
-Por favor, Harry-dijo con la voz entrecortada la castaña mirándolo dolida.
-Pensé que entre nosotros había quedado todo muy claro, Granger-
-Claro que no-gritaron al mismo tiempo Draco y Ginny mirándolo con profundo odio al ver como unas gruesas lágrimas empezaban a rodar por las mejillas de Hermione.
-Escucha Harry, por que no hablas con Hermione tranquilamente... ella podrá explicarte todo, y tu ya comprobaste que Draco me fue a buscar a mí y no a Hermione a la sala común-suplicó Ginny, parecía que la fría barrera que Harry había construido se empezaba a derrumbar cuando vio a Hermione sollozando... su enojo estaba flaqueando y la duda que sentía se vio reflejado en sus verdes ojos.
-Yo... no... n-no.. sé...-balbuceó Harry mientras casi sin darse cuenta daba un paso hacia Hermione.-Creo que si tenemos que hablar-Ginny casi sintió pena por Harry al verlo tan vulnerable, sin embargo Draco sonrió maliciosamente, iba a decir algo pero se calló al sentir un fuerte codazo por parte de Ginny como si le advirtiera que no hiciera un comentario de mal gusto. Harry y Hermione entraron cabizbajos a la sala común de Gryffindor dejando a los otros afuera.
-Entra Ginny, ¡ahora!-gruñó Ron alejándola de Draco bruscamente, Ginny le hubiera reprochado a Ron si no hubiera estado tan feliz de que este le dirigiera la palabra después de varias semanas, sin embargo Draco casi echaba chispas por los ojos.
-¿Ya no estas enojado, Ron?-preguntó suavemente la pelirroja.
-Claro que estoy enojado-soltó bruscamente Ron mirándola furioso-Es más hoy le mandé a mamá una carta contándole sobre tu deshonroso comportamiento-
-¿QUÉ?-
-Lo que escuchaste Virgine, ahora, ENTRA-
-¿Por qué diablos lo hiciste?-gruñó Ginny soltándose de la mano de Ron y volviéndose a acercar a Draco que parecía igual o más furioso que su hermano.
-¿Por qué no iba a hacerlo?, ahora ENTRA, ¡MALDITA SEAS!-
-Pero...-empezó a replicar Ginny pero Ron no le dejo ni terminar.
-¿O entras ahora o alguien se enterará de la presencia de Malfoy en la sala común de Gryffindor?-amenazó.
Ginny iba empezar a gritarle pero una voz a sus espaldas los dejo helados.
-¿Quién entró a la sala común de Gryffindor, señor Weasley?-Draco y ella se voltearon temerosos para encontrarse con el inescrutable rostro de McGonagall que miraba a Draco y Ginny como evaluándolo. Sintieron como un frío sudor provocado por el miedo de ser expulsados recorría sus espaldas.
Una maldita sonrisa de triunfo había aparecido en el rostro del pelirrojo.
-Dije que Malfoy entró a la sala común de Gryffindor hace unos días-las palabras que había pronunciado Ron habían sonado como si fuera el mayor placer de su vida hacer esa confesión. El corazón de Draco dejó de latir... su respiración se entrecortó y sentía que su boca se secaba rápidamente... ya no quedaba más, iba a ser expulsado, y su padre le daría la peor tunda de su vida por eso.... Si es que no lo mataba. Los oscuros ojos McGonagall se posaron en el rubio.
-Eso no es cierto-dijo rápidamente Draco-Ni siquiera sé donde esta su sala común-mintió Draco y hubiera sonado más creíble si su voz no hubiera temblado al final.
-¿Tiene algún otro testigo, señor Weasley?-preguntó después de unos segundos McGonagall despegando al fin su mirada del Slytherin.
-Toda la sala común-dijo triunfante Ron.
-Yo no recuerdo haber visto a Malfoy en la sala común, profesora-terció rápidamente Ginny.
Justo en ese momento aparecieron varios Gryffindor por el pasillo, al aparecer la cena había terminado, todos se detuvieron en la entrada mirando la escena, curiosos.
-¿Alguno de ustedes vio al señor Malfoy en la sala común de Gryffindor hace unos días?-preguntó la profesora, un súbdito silencio se produjo mientras todos los alumnos miraban nerviosos a Ron y luego a Ginny.
-¿Señor Longbottom?-insistió; Neville miró a ambos Weasley sin poder ocultar su nerviosismo.
Ginny lo miró suplicante, Neville le había prometido no decir nada sobre la presencia de Draco en su sala común, pero estando bajo la presión de un profesor lo más seguro que dijera la verdad.
-S-si-balbuceó Neville viendo casi con temor a Ron-Digo... n-no-se contradijo al ver la mirada suplicante de Ginny.
-¿Si o no, señor Longbottom?-preguntó enarcando la ceja la profesora McGonagall.
-No sé-logró decir Neville después de unos segundos, más nervioso que nunca.
-¿Qué dice usted señor Thomas?-
-Si... lo vi en la sala común-dijo complacido Dean compartiendo una mirada con Ron.
-No es cierto Dean... yo no lo vi profesora-intervino oportunamente Mattie mirando a Ginny.
-Al parecer.... Sus lealtades están divididas entre dos Weasley, ¿o me equivoco?-preguntó McGonagall, Ginny y Draco compartieron una mirada nerviosa-Así que ustedes tres...-y señaló a Draco, Ginny y Ron-Síganme-
Un murmullo se soltó a sus espaldas mientras los tres seguían a McGonagall con cara muy parecida a la de borregos que van al matadero.
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Notas de la autora: Ahora no fue mi culpa el retraso se los juro... mi computadora tiene un maldito virus que no me deja entrar a internet más que unos minutos TT. sin embargo tengo el siguiente capítulo terminado solo que si quieran que lo ponga tendrán que mandar rewies , muajjajaja soy mala!!!!! Jejeje.
Mil Gracias de nuevo por su paciencia, y gracias a todas las personas que siguen esta historia, el final se acerca... eso es algo que me tiene algo triste y la verdad espero que les guste, planeados faltan tres capítulos y el GRAN final... al no ser que mi mente empiece a volar y me lleve a escribir más capítulos uu
De nuevo dedico este capítulo a mi amigocha del alma Ariadna Rubio ... haber si con esto se anima un poquillo y continua con su fic... ANIMO AMIGOCHA!!!!!!!!!!, no te desanimes a mi me encanta tu fic . Tambien se lo dedico a Greta... (haber si con esto mi fic se hace su predilecto ¬¬ jajajajjaja), a Holanda que por cierto ya tiene que no me la encuentro, a Diana, Ariadna Camat (espero que así se escriba XX) , a Selene, Scandra y Yamel, Pily, Miyuki Kishu, N. Lupin., Mary, Vanesa, Edith Black, Claudy Tonks, Tak, Saryloka (no es que sea mala hija es que.... no puedo dejar de dar mis opiniones TT jejeje), Andy, Sly, Muriel, eh... se me olvidaron nombres lo sé, lo siento es que soy pesima para recordar nombre TT.. pero de todas formas gracias a todos por sus rewies y por su paciencia, y por seguir mi historia.
Mis comentarios sobre este capítulo... eh solo es uno... no se ponen personajes que no vayan a hacer algo importante después; sinceramente me gustó el capítulo aunque en el próximo capítulo se arma lo bueno .
Capítulo 17: El futuro en tus manos.
Solo puedo decirles que habrá una plática muy importante XDD.
Ah... y con respecto a la página donde esta el fanart, al parecer no aparece TT... les pediria el gran favor de que me pidan la página a valeryc189hotmail, luego les mandará la página, en verdad vale la pena ver ese fanart... es simplemente perfecto!!!!
Ah y quiero recomendarles tres fanfictions:
Learn to fly de galea-black... esta muy bueno es de Draco/Ginny.
Cuando eramos jóvenes de las merodeadoras...., es un fic compartido de Ariadna y mío... la verdad nos matamos de la risa con cada capítulo que escribimos XDDD
Sabor a mí... este fic es mío, la pareja no se los puedo decir por que será un misterio hasta el final pero implica a un triángulo amoroso.
Gracias de nuevo por sus rewies.... Espero que dejen MAS please ¡!!!
DEJEN REWIES!!!!!!!!!!
AH Y DISCULPENME DE NUEVO YYYYYYYYYY DEJEN REWIES!!!!!!!!!!11 JEJEJEJEJE.
