Capítulo 20: Decisión

-¿Cómo pudiste hacer-hacerlo?-

Draco sintió que su corazón se encogía cuando vio reflejado un inmenso dolor en los ojos de Ginny.

-Yo no lo hice-murmuró Draco con voz quebradiza sin despegar los ojos de ella, los gritos de Ron aún resonaban en el Gran Comedor y los murmullos no se hicieron esperar.

-Detenlo-gritó de nuevo Draco mirando a Cornelius que tenía una sonrisa triunfal en el rostro-YO NUNCA HICE ESO…. ES UNA TRAMPA….-

Todos ignoraron sus palabras, lo miraban con reproche, acusándolo. Las autoridades del Ministerio empezaron a acercarse a él lentamente, rodeándolo.

Fue en ese momento cuando sintió que su corazón se desbordaba. ¿Qué iba a pasar después? ¿Iba a permanecer el resto de su vida en la prisión de Azkaban?

Percy que hasta en ese momento lo miraba con odio, se distrajo solo unos segundos, para mirar a Ginny que lloraba desconsolada en los brazos de Harry, antes de detener el hechizo.

Draco aprovechó los segundos de distracción para abalanzarse sobre él. Los dos cayeron al suelo provocando un estruendoso sonido. Un hechizo rozó la oreja de Draco mientras él le proporcionaba un golpe en la nariz a Percy. Logró alcanzar su varita y cuando se puso de pie ya estaban 10 aurores rodeándolo, todos ellos apuntándolo con sus varitas.

-¿qué tratas de hacer Malfoy?-.preguntó Percy levantándose del suelo, un hilo de sangre escurría por su nariz, sin embargo sonrió malévolamente mientras se abría paso entre los aurores para colocarse justo frente a Draco.-¿qué piensas hacer?… no tienes escapatoria…-dijo señalando las puertas del Gran Comedor, todas ellas custodiadas por miembros del ministerio.

Draco respiraba agitadamente mientras que sostenía con ímpetu su varita. Era verdad, cómo podía escapar del Gran Comedor si había unas 500 personas cuyo único propósito era atacarlo a él. Su mano empezó a temblar.

¿Tratar de huir con casi nulas posibilidades de conseguirlo o entregarse sin oponer resistencia cuando no había cometido ningún crimen?

-Vamos Malfoy…-insistió Percy-¿O es que acaso nos vas a mostrar toda esa magia negra que has aprendido?-preguntó con ironía mientras se acercaba más a Draco.

-ALEJATE-gritó Draco apuntándolo con su varita.

Percy se detuvo sin despegar la mirada de los grises ojos de Draco-¿Acaso piensas atacarme otra vez?-preguntó alzando una ceja mientras que el odio que había en su mirada se intensificaba.

Draco buscó con la mirada a sus compañeros de casa, y se encontró con la gran sorpresa que tanto Pansy como Zabini sonreían complacidos.

¿Sería posible que ellos tuvieran que ver con la trampa que le habían tendido?

-Vamos Draco-lo animó Dumbledore mientras se acercaba a él-Suelta la varita, será más fácil para todos-

Dumbledore era el único que no lo veía con odio… es más parecía que había cierta desilusión en su mirada.

-Yo no lo hice-susurró Draco en un último intento desesperado de conseguir que alguien le creyera. Sus deseos de pelear para escapar de la cárcel estaban flaqueando.

Dumbledore no dijo nada, se quedó unos segundos observándolo atentamente-Te creo-le dijo por fin, Draco lo miró sorprendido, tratando de encontrar un rasgo en su rostro que demostrará que mentía, pero en verdad parecía sincero.-Te prometo que todo saldrá bien.-Draco nunca le había creído a nadie en su vida tanto como le estaba creyendo a Dumbledore en ese momento, empezó a bajar su varita lentamente…

Pero antes de que pudiera decir algo varios cruciatus se había incrustado en su pecho haciéndolo caer al suelo, inconsciente…

-¿Ginny?-llamaron a su puerta. La pelirroja no tenía ganas de hablar con nadie después de todo lo que había pasado en las últimas horas.

Hermione insistió hasta que Ginny se tuvo que resignar y abrir la puerta.

-¿Qué quieres Hermione?-preguntó Ginny bruscamente mientras se acercaba a la ventana.

-Has estado aquí todo el día…-empezó a decir Hermione mientras se colocaba junto a ella.

-Lo sé-le cortó-Pero es que me siento…-No pudo decir nada más, simplemente las lágrimas volvieron a aparecer en sus ojos, como tantas veces lo habían hecho ese día. ¿Qué como se sentía? Ni ella misma lo sabía. Se sentía triste, enojada, culpable y desilusionada al mismo tiempo. Era una terrible combinación de sentimientos. Triste por que su hermano seguía grave en la enfermería, enojada por haber sido tan estúpida por confiar en Malfoy, culpable por que si ella no hubiera confiado en Malfoy su hermano no estaría en peligro de muerte y desilusionada por que aún amaba a Malfoy a pesar del intenso odio que sentía por él.

Aún no lo creía, y ella todavía teniendo la estúpida idea de que Malfoy la amaba. Pero lo peor de todo es que cuando Malfoy la había mirado a los ojos jurándole que él no había atacado a Ron casi le había creído, casi…

Hermione la abrazó en un inútil intento de consolarla.

-No sé que hacer, Hermione-gimoteó Ginny alejándose de ella.-Cuando Draco me dijo que él no había atacado a Ron … yo… en verdad quise creerle, pero como hacerlo si las imágenes seguían apareciendo… las imágenes que mostraban claramente que había sido él el que atacó tan despiadadamente a mi hermano… fue por eso que no llegó ayer a la cita, ¿cómo iba a llegar si estaba matando a mi hermano?-el tono de Ginny estaba cargado de una terrible amargura, sin embargo Hermione la dejo continuar-Y todavía tuvo la desfachatez de parecer preocupado por Ron cuando le conté lo que había pasado… sin embargo… todavía lo quiero, ya sé que fui una idiota al involucrarme con él, siendo él Slytherin y yo Gryffindor… sin embargo, en verdad creí que estaba funcionando, creí que el me quería como yo lo quería a él… pero me tuve que equivocar.. y ahora mi hermano esta al borde de la muerte, con muy pocas posibilidades de recuperarse y Dra- Malfoy esta en Azkaban donde debería estar… y sin embargo eso no me hace sentir mejor… si no que me siento aún peor al saber que él esta sufriendo… ¿por que diablos tengo que quererlo?… ¿por qué a él?-

Hermione por primera vez en su vida no pudo responder una pregunta, aunque esa vez quería tener una respuesta, una respuesta que hiciera sentir mejor a Ginny.

-Nadie elige a quien querer-fue lo único que pudo decir Hermione, Ginny asintió con pesadumbre antes de desplomarse en su cama.-Todo se va a arreglar muy pronto-dijo, como para convencerse más a ella que a Ginny.

Draco abrió lentamente los ojos sintiendo un dolor punzante en todo el cuerpo, los fríos barrotes y las miles de celdas que se veían a través de estos le confirmaron donde estaba: Azkaban. Se levantó costosamente del suelo, mientras sentía que todo daba vueltas. Palpó la sangre que escurría de su boca sintiendo una punzada de dolor en el pecho. La celda era fría y oscura, el techo goteaba y al parecer había ratas recorriendo el lugar. Draco hizo un intento inútil de permanecer de pie, pero al final volvió a caer al suelo provocando un ruido seco. Había confiado en Dumbledore y era ahí donde había acabado; lo único que recordaba era que después de haber recibido múltiples cruciatus en el pecho había caído al suelo casi inconsciente, luego había sentido como dos personas lo tomaban por los costados y lo arrastraban por el suelo hasta llevarlo a un carruaje.

Después de eso, ningún recuerdo era completo, solo se acordaba que lo habían aventado a una habitación casi oscura donde Percy había descargado toda su ira contra él, luego recordaba el rostro de Dumbledore, a su padre sonriendo y nada más… había estado demasiado adolorido como para recordar.

… -¿Qué esperas Draco, es tu iniciación como mortífago tienes que matarlo-dijo Lucius Malfoy mirando a su hijo sonriente. Draco alzó la varita, convocó un conjuro y Ojo Loco Moddy cayó inerte al suelo… …

Otro recuerdo más... no había dejado de tener terribles recuerdos desde que estaba en Azkaban. La noche había caído y a pesar de que no había ni una sola luz que alumbrara, Draco podría jurar que había un dementor frente a su puerta. Lo sentía… sentía esa frío que calaba sus huesos, sentía ese miedo inexplicable, lo sentía.

Ahora empezaba a entender por que las personas que eran mandadas a Azkaban se volvían locas. Cada recuerdo que venía a su mente era más intenso con cada segundo que pasaba, se sentía solo como nunca, sentía miedo como nunca… se sentía perdido…

De pronto una luz muy brillante lo cegó por unos instantes. Un mago de piel muy blanca y cabellos rubios platinados apareció ante su puerta, tenía impregnada una malévola sonrisa en su rostro.

-Draco-dijo Lucius Malfoy mirando casi con placer el estado en que se encontraba su hijo.

-Padre…-fue lo único que dijo Draco mientras miraba al que se hacía llamar su padre con un intenso odio.

-¿Ves a donde te trae tu… "momento de amor"… por la Weasley?-la voz de Lucius era fría al igual que su sonrisa.

Draco miró a su padre un largo rato sin decir nada, ¿sería posible que era su padre el causante de su estadía en Azkaban?-¿De que momento de amor hablas, padre?-preguntó poniéndose de pie con toda la elegancia que le permitía su adolorido cuerpo. No iba a permitir que su padre lo viera sufrir, no le importaba ni siquiera que sus atrofiados músculos apenas pudieran mantenerlo de pie. Draco todavía tuvo la osadía de acercarse a su padre y sonreír con indiferencia.

-¿y ahora no sabes de lo que hablo? ¿Por qué estas aquí Draco?-

-Estoy aquí… por que Weasley me estaba fastidiando la vida… y solamente decidí que debía dejar de hacerlo, en otras palabras lo maté-la sonrisa de Draco se acentuó al notar la sorpresa de su padre.- ¿O es que no fue así como ocurrieron las cosas?-

Un brillo extraño apareció en los ojos de Lucius -No lo sé… Yo no estuve ahí, dime tú como ocurrieron las cosas-contestó sin dejar de sonreír.

-Me encantaría padre…pero…-Draco se detuvo para mirar fijamente a su padre mientras ponía sus manos en los barrotes para apoyarse-Resulta que… yo tampoco estaba ahí… pero ¿por qué no se lo preguntas a Pansy? ¿O a Zabini?-Lucius miró sorprendido a su hijo sin embargo esto no inmuto su fría sonrisa, y de nuevo ese brillo extraño volvió a aparecer en sus ojos.

-Muy astuto Draco, pero te equivocas…-

-NO ME VENGAS CON ESO-gritó Draco mientras sacaba sus brazos por los barrotes y tomaba por el cuello de la túnica a su padre para acercar su rostro al suyo.-No mientas padre… tu sabes que yo no sería tan idiota como para atacar a alguien en Hogwarts, es más todo estuvo muy bien planeado; debo admitirlo… me llamas para una reunión de improvisto… casualmente olvido mi varita esa noche, cuando yo siempre la cargo conmigo, debí sospecharlo… pero creo que fui muy iluso al pensar que mi padre no caería tan bajo… AHORA DIME CUAL FUE TU MALDITO PROPÓSITO PARA TENERME AQUÍ-terminó gritando la frase. Draco temblaba de furia, sin embargo Lucius estaba sin inmutarse.

-Suéltame Draco-dijo imperiosamente sin apartar su mirada.

-¿Por qué debería de hacerlo?-preguntó Draco alzando una ceja y sonriendo irónicamente-Tú me enseñaste a ser frío, a no tener compasión… a quitar del camino a las personas que estorban… y padre, tu me estorbas en este momento, ¿por qué no abría de quitarte de mi camino? ¿Por qué no debería matarte?...-las manos de Draco estaban sobre el cuello de su padre apretándolo y Lucius seguía sonriendo. De pronto Draco sintió un agudo dolor en el pecho que lo obligo a caerse al suelo, levantó la vista para encontrarse a Lucius apuntándolo con la varita mientras sonreía y se acomodaba la túnica.

-Te lo pedí amablemente-se limitó a decir Lucius volviendo a guardar su varita.- ¿Ahora podrías limitarte a contestar?-

Draco no dijo nada, ya ni siquiera podía ponerse de pie y cada segundo que pasaba su respiración se hacía más agitada.

-Veo que has entendido; siempre fue así contigo Draco, nunca podrías obedecer sin replicar… tenía que usar la tortura para enseñarte…-El Slytherin miró a su padre con una mezcla de tristeza e intenso odio.-Ahora responde: ¿Ves a donde te lleva tu "momento de amor" por la Weasley?-

-N-no se de que hablas-murmuró Draco llevándose una mano al pecho que había comenzado a escocerle.

-¿No?-Los ojos de Lucius brillaron un instante antes de que sacará su varita de nuevo y lanzara otro hechizo a Draco-¿Estas seguro de que no sabes de lo que hablo?-insistió.

-¿Cu-cuantas veces tengo que decirte que no se de que DIABLOS HABLAS?-después de eso todo se quedó en un silencio muy tenso, Lucius lo miró unos segundos antes de enviarle otro cruciatus que se incrusto en el pecho de Draco causándole más dolor que los dos anteriores.

-Tú dirás cuando deje de torturarte… ¿Por qué no, solo por esta vez, te limitas a responder?-

Un hilo de sangre empezó a escurrir de la boca de Draco, sin embargo no apartó la mirada.

-¿Qué sentías por la Weasley?-insistió Lucius pero no obtuvo respuesta de Draco que solo se limitaba a verlo con odio-¿La amabas? ¿la deseabas?...-su tono estaba cargado de una ironía terrible.-¿Por qué insistes en negarlo?... hay muchas personas que pueden confirmarme que tenías "algo" con la maldita Weasley-silencio, eso era todo lo que había, Draco se limitaba a verlo sin decir nada-¿Qué no te das cuenta que la Weasley nunca quiso nada contigo… que te utilizó solo para sacarte información?-silencio todavía, es más ahora Draco ya ni siquiera lo miraba, ya que observaba con mucha atención el sucio suelo.-Draco… no puedo creer que un… digamos aceptable cuerpo haya despertado en ti esa lujuria que debías de haber evitado, esa lujuria que te cegó por completo…. ¿a poco crees que la Weasley siente algo por ti?-Ahora Draco apretaba los puños, parecía realmente enfadado.

-No creo que te hayas dignado a venir hasta aquí solo para decir esa sarta de estupideces, así que dime a que viniste o vete…-dijo Draco levantándose del suelo y alejándose la puerta.

-Veo que sigues igual de arrogante… da igual, escucha bien Draco por que solo lo diré una vez…-Draco no contesto nada-Si, fui yo el que planeo todo eso del…"show" por que tienes muchas lecciones que aprender antes de que puedas servir a mi señor… así que Pansy y Zabini torturaron a Weasley con tu varita….Claro que tenía un propósito todo esto, mi señor fue informado de tu comportamiento deshonrable y decidió que era tipo de que decidieras…-Draco lo miró con suspicacia mientras se volvía a poner de pie jadeando.-Sí Draco, mi señor, siempre tan considerado, decidió que ya había hecho suficiente por ti… y ahora es tu turno de decidir…-

-ESE MALDITO CERDO NUNCA HIZO NADA POR MI…-Draco ni siquiera logró terminar la frase por que su padre volvió a mandarle otro cruciatus haciéndole caer al suelo de nuevo.

-Cómo decía… es hora de que decidas….Este es el trato: Mi señor se enteró de que habías tenido algo con "esa" Weasley, pero como es tan misericordioso tendrás la oportunidad de regresar con nosotros, el plan no ha sido modificado, te seguirás entrenando hasta que cumplas los 25 y luego cederás tú cuerpo a nuestro señor, te casaras con Pansy saliendo de Hogwarts y procrearas al primogénito de nuestro señor…. Si aceptas, nuestro señor te asegura que te sacará de aquí…-Lucius miró la sucia celda con desprecio como para darle más fuerza a sus palabras-y no te castigará… muy duro… con la única condición de que no te atrevas a ver a la Weasley nunca más…. Si no aceptas, te retiramos toda la ayuda que te pudimos ofrecer y simplemente te quedarás en este lugar para siempre… y tal vez no solo te quiten tu libertad, tal vez te quiten tu alma también…-Lucius terminó sonriendo. Draco lo miraba sin mostrar alguna expresión en el rostro.

Draco dijo nada, es más no podía; se alejó de la puerta y se recostó en la pared. Ninguna de sus opciones era muy buena. Continuar con los mortífagos sería como continuar con la denigrante vida que había llevado siempre y de la cual quería escapar… sin embargo, si aceptaba podría vengarse de su padre… y si no aceptaba simplemente se quedaría ahí… para siempre…

Las últimas palabras provocaron que un escalofrío sucumbiera el cuerpo de Draco al tiempo que se le venía otro recuerdo de su vida…

Su padre le había prensado las manos con el horno cuando solo tenía 5 años por que había tocado unos papeles de su despacho

Una solitaria lágrima rodó por su mejilla ante el recuerdo, Draco se la limpió rápidamente antes de acercarse de nuevo a la puerta de donde su padre lo miraba impaciente.

-Yo ya te dije todo lo que tenía que decirte… ahora es tu turno, decide, tienes unos días…-le informó mirándolo con un brillo muy extraño en los ojos antes de darle la espalda.

Draco vio que su padre se quedo un rato de espaldas a él, sin moverse.

-Draco… si aceptas podremos hacer que Danielle vuelva…-la voz de Lucius había sonado quebradiza, y casi podía jurar que había sollozado.

Draco trató de decirle algo pero su padre desapareció antes de que pudiera hacerlo.

Danielle, su hermana menor, que había muerto de una enfermedad inexplicable cuando solo tenía cuatro años, había sido la única persona capaz de despertar la ternura de su padre. Su muerte había sido muy trágica para la familia, sobretodo para Draco que solo tenía seis años.

Ahora lo entendía todo, su padre siempre había hecho todo lo que le decía Voldemort por que quería a su preciada Danielle de vuelta.

Esa realidad, de que su padre aún resintiera la perdida de Danielle y pero aún que tuviera esperanzas de que volviera, le hizo considerar volver con los mortífagos pero…. ¿Y Ginny?… esa iba ser una noche muy larga.

Dos magos de aspecto cansado que usaba túnicas negras, aparecieron frente a su celda, sobresaltando a Draco. Todavía no había amanecido y él ni siquiera había podido dormir un poco, los recuerdos seguían apareciendo. Uno de los magos, lo miró con recelo mientras sacaba de su túnica una gran llave oxidada y la metía en la cerradura, luego convocó un hechizo y la puerta se abrió lentamente. Dos magos más aparecieron a sus costados, ambos con túnicas negras y con una insignia del Ministerio sobre sus pechos. Los cuatro entraron a su celda apuntándolo con la varita, el de la izquierda murmuró unas palabras y unas cadenas aparecieron alrededor del cuerpo de Draco imposibilitando su movimiento.

El de la derecha lo tomó por un costado y lo levantó de golpe. Draco se logró mantener de pie de milagro.

-¿A do-donde me llevan?-preguntó jadeante Draco mientras salían de la celda.

-Cállate Malfoy, no tienes derecho a hablar-le gruñó el más delgado, mientras cerraba la celda de nuevo y empezaron a caminar entre las demás celdas cuesta a bajo. Había miles de celdas agrupadas, los senderos parecían interminables y la escasa luz que alumbraba era producida por unos grandes faroles viejos, que estaban posados en algunas esquinas.

-Eres un Malfoy… no me sorprende 3 generaciones tuyas han venido a parar aquí-Draco se sobresaltó al escuchar la ronca voz de un preso que se asomaba entre los barrotes de una de las celdas por las que estaba pasando, unos brillantes ojos violetas fue lo único que pudo ver Draco antes de que los guardias lo obligaran a continuar caminando.

Estuvieron caminando gran rato hasta que al fin las innumerables celdas terminaron y dieron paso a un túnel largo que parecía laberinto.

-¿Dónde estamos?-preguntó Draco sintiendo que su boca se secaba. Los guardias ni lo voltearon a ver, solamente siguieron caminando. Cuando Draco pensó que su adolorido cuerpo ya no podía seguir caminando, salieron del laberinto dando paso a unas escaleras de caracol, subieron lentamente hasta llegar a un pasillo oscuro en donde solo una lámpara al final del pasillo alumbraba la estancia. Los guardias se detuvieron en la última puerta. Realizaron un complicado hechizo y abrieron la puerta.

-Entra-gruñó el más alto de los guardias mirando con recelo a Draco, que solo se limito a agachar la cabeza.-Ni creas que por que has logrado engañar a Albus vas a poder salir de aquí, tú como toda tu familia merecen estar en Azkaban…. Y de mi cuenta esta que tú nunca salgas-le dijo mientras pasaba a su lado, Draco lo miró unos segundos antes de que el guardia lo aventará a la habitación.

-Buenas noches Draco-dijo una suave voz desde un rincón de la habitación. Draco trató de levantarse del suelo mientras que de su nariz empezaba a escurrir sangre de nuevo. Albus Dumbledore estaba frente a él viéndolo de una forma extraña.

-¿Qué hace usted aquí?-gruñó Draco rechazando su ayuda para levantarse.

Dumbledore lo observó largamente mientras Draco se ponía de pie costosamente, y cuando vio la fría mirada del Slytherin suspiró cansinamente.

-Vine a ayudarte-se limitó a decir Dumbledore sentándose en una silla que estaba en un rincón.

El Slytherin rió sin ningún humor-¡Qué manera de ayudar!-dijo sin tratar de ocultar el sarcasmo de su voz.-Creo… que usted y yo tenemos diferentes significados para la palabra "ayudar"…-Dumbledore no dijo nada-Confié en usted y casi me MATAN…-

-Por favor Draco…-

-NO MIENTA-le cortó Draco mirándolo con odio-Nunca pensó ayudarme, solo me estaba engañando…-

Dumbledore se limitó a suspirar antes de sacar su varita. Draco lo miró con recelo antes de extender una irónica sonrisa en su rostro-¿A caso usted también piensa atacarme?-

Dumbledore le lanzó un hechizo que deshizo las cadenas que ataban a Draco.

-Ahora escúchame Draco, por favor-le pidió señalando una silla que estaba en el centro de la habitación.

Draco lo observó unos segundos antes de sentarse.

-Bien; yo si quiero ayudarte, y me temo que esto no me beneficia a mi, pero creo en tu inocencia…-Draco lo miró incrédulo-Es verdad, te creo… sin embargo todos los demás no… y es que todas las pruebas apuntan hacia ti…-

-¿Cómo esta Weasley?-preguntó clavando la mirada en una herida que tenía en la mano izquierda.

-¿Por quien de los dos preguntas?-Draco no dijo nada-A Ronald lograron establecerlo hace unas horas, aunque esta mal, los medimagos dicen que se salvará, dicen que es un milagro que aún siga vivo…y Ginny…-Draco alzó la mirada rápidamente para encontrarse con la mirada bondadosa de Dumbledore-Ginny esta…triste, es lo único que puedo decir por que se ha negado ha hablar con alguien desde que te trajeron preso aquí-Después de ese comentario se produjo un largo silencio.

-No lo hice-murmuró Draco, su voz era ronca y cansina-Nunca haría nada que la lastimara-El Slytherin se sorprendió de sus propias palabras y aún más de la solitaria lágrima que rodó por su mejilla contra su voluntad. Dumbledore lo observaba con pesadumbre.

-Me lo imaginaba, es por eso que te creo que no hayas atacado a Ron; Draco escúchame bien, el ministerio ha accedido a hacerte un juicio… ellos pensaban declararte culpable sin la necesidad de juicio por las pruebas presentadas; pero logré contactar algunas influencias que me debían un par de favores. Tú juicio será en dos días, de mientras no puedo hacer nada para sacarte de aquí… para que seas absuelto necesito que me digas la verdad y te prometo que haré hasta lo imposible para que salgas de aquí… con la única condición que nunca volverás a unirte con el lado oscuro-El rubio lo miró largamente sin pronunciar palabra-Es lo único que te pido-

-¿Me esta pidiendo que me una a usted?-

-Si, eso es lo que te pido, que te unas mí y que a cambio tendrás mi protección…-

-¿Qué garantía tengo yo de que en verdad me ayude cuando le haya contado todos los planes de Voldemort?-

-Mi palabra-

-¿Su palabra?-la voz de Draco había sonado terriblemente irónica-¿La misma palabra que hace unas horas me prometió que todo iba a salir bien?-

-Draco…-

-¿Usted le llama BIEN al que me hayan hecho esto?-preguntó señalando su túnica rota y llena de sangre. Dumbledore lo miró sin decir nada mientras que la respiración de Draco se agitaba-Su palabra dejo de tener valor para mí-gruñó levantándose de golpe y acercándose a la puerta.

-Comprende… el ministerio tiene pruebas sobre…-

-ME IMPORTAN UN BLEDO LAS PRUEBAS…-estalló Draco volteándose de nuevo hacia Dumbledore.

-Entiende Draco…-

-¿ENTENDER QUE? ¿QUE QUIERE OBTENER INFORMACIÓN A MI COSTA?...-

-ENTIENDE QUE SI NO HUBIERA SIDO POR LA SEVERUS YA NO TENDRÍAS ALMA-explotó Dumbledore también.

El comentario de Dumbledore dejo perplejo a Draco que se había recargado contra la pared para no caer, estaba aturdido.- ¿Qué dijo?-preguntó titubeante sintiendo que gruesas gotas de sudor empezaban a recorrer su espalda.

-El ministerio tenía las pruebas suficientes para sentenciarte a la pena máxima sin que tuvieras derecho a juicio, es decir que si Severus no creyera en tu inocencia no se hubiera ofrecido como responsable tuyo… la mala suerte es que como tú, Severus también esta bajo vigilancia del Ministerio y yo respondí por él hace años… y ahora yo respondo por ti, Severus me lo pidió y eso obligo al Ministerio a hacer un juicio para presentar las pruebas…-

-¿Por qué hace esto? ¿Por qué me ayuda si… si no sabe si soy o no culpable?-preguntó Draco dejándose caer al suelo lentamente.

-Si Severus cree que eres inocente yo también lo creó, a parte me ha dicho que has cambiado mucho desde que hablas con Ginny-Draco alzó su mirada para encontrarse con la amable mirada de Dumbledore-Todos cometemos errores Draco, pero son pocos los que tienen la dicha de enmendarlos-Dumbledore se acurrucó junto a él sin dejar de mirarlo-Es ahora tu oportunidad de enmendar los tuyos… y todo ese mal, todas esas muertes provocadas por tus manos se olvidarán…-Le tendió una mano a Draco.

¿Qué hacer? Se preguntaba Draco sintiendo que esa era la decisión más importante de su vida, ¿podría confiar en Dumbledore? ¿podría cambiar completamente y unirse a la Orden, sabiendo que muchos integrantes de esta habían caído en sus manos? Su respiración se torno agitada, sabía que no podía confiar en los mortífagos y mucho menos en su padre, sin embargo podría conseguir la tan anhelada venganza si seguía con Voldemort, pero si se unía a la Orden quién le garantizaba que Dumbledore en verdad iba a protegerlo… y aparte ¿donde quedaba Ginny?…

Draco rechazó la mano de Dumbledore y se levantó por su cuenta ante la confundida mirada de este.

-No sé que hacer-confesó Draco con voz temblorosa-Qui-quiero hablar con Ginny-

-Comprendo-murmuró Dumbledore alejándose de él.

-¿Me dejaría hablar con ella antes del juicio?-pidió en un susurro.

-Le diré… si ella quiere, aquí la tendrás por la mañana-Draco asintió antes de darle la espalda a Dumbledore.

-Gracias, después de que hable con ella le diré mi decisión.-

Ginny Weasley entró casi corriendo a la enfermería, le acaban de informar que habían conseguido establecer a su hermano, pero tenía que verlo.

Se acercó rápidamente hasta la cama donde Ron aún seguía inconsciente, ahí estaba, menos pálido que antes y parecía que su respiración era normal.

-Esta bien-dijo la Señorita Pomfrey sobresaltándola-Aún no ha despertado, y según los medimagos tal vez despierte varios días después pero estará bien-Ginny le sonrió sintiendo un enorme alivio.

-Señorita Weasley-le llamó McGonagall que acababa de entrar a la enfermería.-El director quiere hablar con usted-

-¿Para qué?-preguntó extrañada Ginny volteándola a ver.

-Averígüelo usted-le indicó señalando la puerta. Ginny asintió, y besó la frente de su hermano antes de salir de la enfermería.

Ginny caminó lentamente hasta llegar a la estatua de la gárgola, estaba a punto de decir la contraseña cuando la gárgola se abrió dando paso a Justin.

-Hola Ginny-dijo sonriendo levemente, Ginny trató de devolverle la sonrisa-Siento lo de tu hermano-

-Gracias-fue lo único que pudo decir antes de entrar al despacho de Dumbledore.

-Buenos días Ginny-le dijo Dumbledore al verla entrar, él estaba sentado frente a su escritorio con varios papeles en sus manos.

-¿Quería hablar conmigo?-

-Así es, toma asiento por favor-le indicó señalando la silla que estaba frente a él. Ginny lo miró suspicaz antes de sentarse.

-¿De que me quería hablar?-insistió Ginny ante el silencio de Dumbledore que parecía estar escogiendo las palabras adecuadas.

-Verás, ayer hable con Draco…-

-Espero que lo hayan condenado a pasar todo su vida en Azkaban-le cortó Ginny mientras sus ojos brillaban extrañamente; Dumbledore se quedó unos segundos en silencio, observándola.

-¿Es eso lo que en verdad quieres?-

¿Era eso lo que quería? Se preguntó Ginny sintiendo como su corazón palpitaba dolorosamente. No, quería ver a Draco y escuchar de su boca que él no le había hecho nada a Ron, entonces le creería…

-No-respondió Ginny al tiempo que sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas.

-Lo suponía. Draco quiere hablar contigo, ¿podrías ir hoy a verlo? Y por favor escucha todo lo que te diga, no saques juicios precipitados…-

-¿juicios precipitados? Que Usted no vio lo que le hizo a mi hermano-replicó Ginny.

-A veces las cosas no son lo que parece, Severus y yo creemos en la inocencia de Draco, y espero que tú puedas ver lo mismo que nosotros cuando platiques con él-

-¿Qué vieron ustedes?-preguntó titubeando.

-Ya lo verás si vas a hablar con él… ¿Qué dices? ¿Vas a ir?-

-Si-respondió después de varios interminables segundos.

-¿Qué tengo, Draco?-preguntó Danielle mirándolo con sus llorosos ojos azules. Draco no pudo contestar a su hermana de escasos 4 años.-Draco contéstame… ¿por que me duele el pecho?…-sollozo cerrando los ojos.

-No lo sé Danielle-murmuró Draco sentándose en la cama donde su hermana reposaba, sentía un terrible dolor al no poder consolarla, desde hace varias semanas había empezado a sentirse mal y los medimagos no habían logrado descubrir lo que estaba pasándole. Acarició el rubio cabello de su hermana mientras observaba con tristeza como sus ojos ya no lucían resplandecientes como antes, estaban opacos; sus labios lucían azulados y su piel muchísimo más pálida que de costumbre.

-¿Por qué papá no quiere verme?-preguntó Danielle sollozando. Draco no le contestó, ¿como podría?

Lucius Malfoy se había encerrado en su despacho desde hace varios días, cuando los medimagos le habían informado que a Danielle le quedaban pocos días de vida.

-¿Draco? ¿Me voy a morir?-preguntó de nuevo Danielle ante el silencio de su hermano.

-¿Quién te dijo eso?-preguntó de golpe Draco.

-Escuche a mamá llorando ayer, y le dijo a tía Mariela que me iba a morir-Draco se levantó precipitadamente de la cama dándole la espalda a Danielle.- ¿Draco?... No me voy a morir, ¿verdad?-No hubo respuesta, solo un silencio que predecía muerte.-Draco…tú también vas a dejarme sola como papá…-sus sollozos se habían convertido en un llanto desgarrador.

-No Danielle-murmuró Draco aguantando su propio llanto y sentándose de nuevo la cama-Nunca te dejaré-prometió mientras parpadeaba con fuerza para deshacerse de las lágrimas que amenazaban con salir.

-¿Verdad, que tú nunca dejarás que mu-muera?-preguntó entre sollozos Danielle-Tú nunca lo permitirás. Yo nunca moriré, ¿verdad?-

Draco la miró largamente, a pesar de que apenas tenía 6 años, él sabía que nadie podía detener la muerte, sin embargo no podía decirle que no.

Danielle siempre lo había visto como un ejemplo a seguir, ¿cómo decirle a su hermana de cuatro años que él no podía hacer nada para que ella no muriera?

-Nunca permitiré que mueras, Danielle-dijo por fin Draco sabiendo que era una mentira, pero no quería sentirse más impotente de lo que se sentía.-Nunca-prometió abrazando a su hermana que lloró en su hombro toda la noche…

Draco se levantó precipitadamente, su respiración era entrecortada y sus ojos estaban empapados… seguía en Azkaban. Teniendo esas horribles memorias de su vida.

Aquel había sido un episodio de su vida, que a pesar de haber sucedido hace mucho tiempo aún era doloroso. Esa noche él le había prometido a su hermana que no la iba dejar morir nunca… y Danielle había muerto a al día siguiente…

Sabía que había hecho una promesa que no podría cumplir, y sabía que lo había prometido solo por que no quería seguir viendo a Danielle llorando; sin embargo, esa promesa fallida aún le causaba un terrible remordimiento que lo dañaba terriblemente…

Draco se recostó en la pared de nuevo mientras su respiración se tornaba normal, detestaba ese lugar…. Cuando pensaba que ya había superado la muerte de su hermana tenía ese recuerdo, que lo único que hacía era mortificarlo.

La mirada del rubio se perdió en el horizonte mientras él sol se ocultaba dando paso a una oscura y fría noche.

-¿Malfoy?-preguntó una suave voz desde la puerta. Draco se restregó sus llorosos ojos y volteó para encontrarse Ginny que lo miraba de una forma extraña.

-Hola Virgine-murmuró Draco mientras trataba de apartar de su mente el recuerdo del día del entierro de su hermana.-Me alegra que hayas venido…-dijo aclarándose la voz y levantándose tambaleante del suelo.

-¿Qué querías Malfoy?-preguntó fríamente volteando el rostro para no mirarlo mientras que Draco se acercaba a la puerta.

El Slytherin suspiró cansinamente apoyándose en los barrotes y tratando de tocar a Ginny pero ella se apartó…-Quiero hacerte unas preguntas-dijo por fin resintiendo la actitud de Ginny.

-Hazlas-dijo cortante.

Draco se quedó en silencio unos segundos, observando el rostro de Ginny que se mostraba fría y cortante-¿Me odias?-

Ginny lo miró con una mal contenida rabia-¿Tú que crees?-preguntó con ironía la Gryffindor, sus ojos reflejaban muchas cosas que Draco no podía descifrar.

-Yo… espero que no-dijo en un susurro. Ginny soltó una fría risa que le heló la sangre.

-Eres un iluso-

-¿En serio?-preguntó de nuevo Draco ahora sonriendo fríamente y mirándola con superioridad.

Ahí estaba de nuevo, el anterior Malfoy. Aquel que sonreía fríamente y miraba a todos como inferiores.

Ginny sintió que su corazón se encogía… ¿sería posible que Draco nunca hubiera cambiado en realidad?

Esa pregunta la torturaba. Ginny desvió la mirada evitando hacer contacto con esos grises ojos que la turbaban.

Hace unos segundos había visto a un Draco que nunca imaginó ver. Era un Draco melancólico, triste… y podría jurar que lloraba.

Le había dolido verlo así, golpeado y triste…. Sin embargo ahí estaba de nuevo ese Draco que la había molestando durante sus primeros 5 años en Hogwarts, ese Draco irónico y arrogante… ese Draco del cual se había enamorado.

-¿Esas eran las preguntas que querías hacerme?-dijo por fin Ginny rompiendo el silencio.

La expresión de Draco cambió de nuevo, ahora estaba frente a ella el Draco que la había maravillado con una lluvia de estrella, el Draco con él que había compartido tantas cosas… ¿Cuál de todos era el verdadero Draco?

-Virgine… ¿me odias? Respóndeme solo si o no-preguntó de nuevo Draco mirándola fijamente.

Ginny sintió que se estremecía al sentir la mano de Draco en su barbilla.

-No lo sé-respondió titubeante alejándose del tacto del rubio.- ¿Cómo quieres que me sienta si atacaste a mi hermano? CASI LO MATAS…-replicó la pelirroja dando varios pasos hacia tras.

Draco la observó sin decir nada.- ¿Crees que fui yo él que atacó a tu hermano?-preguntó con voz ronca.

-¿Qué quieres que crea? ¡Vi las pruebas!-reclamó sin poder evitar que dos lágrimas rodaran por sus mejillas. Draco la miró con tristeza.

- ¿Me crees culpable?-insistió.

-Por favor Draco, las pruebas…-

-¡Olvídate las malditas pruebas! ¿Me crees culpable o no?-le cortó Draco sobresaltándola.

-Yo…-

-¿si o no?-insistió Draco perdiendo la paciencia.

Ginny no sabía que contestar… por una parte quería creerle a Draco, quería decirle que lo iba a poyar y que creía en su inocencia, pero ¿y donde quedaban las pruebas? Sentía que una vez más su cerebro y su corazón estaban separados. Vio la expresión de Draco que era indescifrable… ¿Por qué lo tenía que amar a él?

-SI-dijo por fin Ginny.-Creo que eres culpable- En los ojos de Draco apareció un brillo muy extraño que Ginny no pudo descifrar por que desapareció tan rápido como había aparecido.

Draco se aclaró la garganta antes de darle la espalda a Ginny-Entiendo-murmuró.-Eso… eso era todo lo que quería preguntarte, vete ya-gruñó.

-Draco…-

-VETE-estalló Draco alejándose lo más que pudo de la puerta.

Ginny se quedó observando a Draco que se había recargado en una pared y que parecía agitado. Sintió un terrible vacío en el pecho. Sentía que ya todo había terminado…

Draco vio como Ginny se alejaba de su celda, así como se alejaba de su vida. Ya todo estaba terminado. Un nudo cubrió su garganta, así como unas lágrimas cubrieron sus ojos.

No podía creer que Ginny lo creyera capaz de hacer algo que pudiera lastimarla. Pero así era, y la realidad le había dolido como pocas cosas en su vida. Ya sabía cual era su decisión…

NOTAS DE LA AUTORA: Si ya lo sé… me dijeron de que me iba a morir y cuando, me mandaron maldiciones, tomatazos y quien sabe que más… y la verdad que lo merezco… ESO DE TARDARME 6 MESES para actualizar si fue MUY malo. Lo siento en verdad perooo fueron TANTAS cosas, aunque no me lo crean, llegue a parar dos veces al hospital, reprobé una materia TT (curioso fue literatura cuando tanto me gusta), estrené novio…. Ya se echenle la culpa a mis maestros que me inundaron de tarea y a mi novio que me quito tiempo jajajjaa.

Esta bien es mi culpa, lo admito. Una vez más agradezco a las personas que siguen mi historia… a pesar del tiempo. Y este capí esta dedicado a Melissa que la quiero mucho y que seguramente practica vudú en su casa para que actualice rápido, y tmb a Ariadna, a Scandra (que ya no la vuelvo a unir con Melissa ni con greta por que la que se me arma ¬¬) tmb a Pily para que sepa que no andaba muerta, y a Greta, Y a Edith que espero que lo lea… en fin a todos los que leen este fic.

Por el capi que viene… nos e preocupen tanto si les consuela ya llevo dos hojas :P jejejje, se va a llamar "El juicio" y … namas eso les puedo decir.

Gracias por sus rewies, espero que me dejen alguno POR FAVOR, SE LOS SUPLICO… y MIL DISCULPAS OTRA VEZ. Beshos y abashos!