disclaimer: Harry Potter no me pertenece
Espero les guste...Granate
Capítulo 4
"Carlo, Dime ¿Qué pasó anoche?" Preguntaba Draco, desesperado. No había podido dormir casi nada la anoche anterior, imaginando cómo habría reaccionado su hija ante la presencia de aquella misteriosa mujer.
"¡No te quedes callado, Carlo!" exclamó Pansy, exasperado. Ella, Theodore Nott, su prometido Marcus Flint, y Adrian Pucey habían llegado a la villa Zabini durante la tarde mientras Blaise y Draco estaban en el hospital.
"No la hagas esperar, Carlo. No quieres saber cómo se pone" opinó Marcus.
"Sí, mi prima es una maravilla cuando se enoja" dijo Adrian. Pansy volteó a verlos enojada.
"Ya cállense. Carlo no me tengas así" suplicó, Draco.
"Si se callan todos Podré al fin contarles lo que pasó anoche" respondió Carlo, sonriendo.
"Continúa, Carlo. Estoy seguro que todos ya se han calmado" intervino Blaise.
"Anoche fue como lo había previsto. Valentine reaccionó divinamente ante la presencia de Nina. Hasta abrió sus ojitos y parecía seguir la voz de Nina como si fuera lo más bello de este mundo. Estoy seguro que nuestro experimento tendré frutos agradables, Draco. Tu hija puede salvarse"
Draco no podía creer lo que estaba escuchando: su hijita podía salvarse. Era uno de los días más felices desde que le dijeron que su padre quedaba libre de todos los cargos que se le imputaban. Draco saltaba de felicidad, Pansy corrió a abrazarlo y los demás también hicieron lo mismo.
"¿Puedo verla?" preguntó Draco sin separarse de Blaise y Pansy.
"Por ahora sigue en la habitación de Nina. Tendremos que trasladarla a su habitación" dijo Carlo, sin poder dejar de sonreír ante las acciones del pequeño grupo que formaban sus amigos.
"No, eso no. Yo no quiero que la separen de ella. Podría ser contraproducente. Quiero conocer a esa tal Nina que le hace tanto bien a mi Valentine" respondió Draco, alterado.
"No te preocupes, Draco. Mientras ambas dormían hicimos algunos cambios en las habitaciones de ambas. Ahora lo único que las divide es una puerta de cristales para que Nina no pierda su privacidad mientras tú visites a tu hija. Recuerda que tu cariño es un componente importante para la recuperación de tu hija" explicó Carlo.
"¿Cómo es ella, Carlo?" preguntó Pansy, interesada
"Eso no es relevante ahora, Pansy" intervino Theodore que hasta ahora había estado sin decir palabra. "Lo que me preocupa es qué pasará cuando tengan que separarse ellas dos. ¿O Planean mantener este trato para siempre?"
"no había pensado en eso" dijo Carlo, llevándose una de sus manos italianas a sus cabellos
"¿No entiendo por qué eso es importante?" dijo Adrian
"Adrian, según lo que nos explicó ayer Blaise. Las dos comparten un vínculo impresionante y poco común que las hace interdependientes. Ahora que ambas están juntas sería casi condenarlas a la muerte si llegasen a separarse" explicó Theodore, con paciencia.
"¿Carlo?" inquirió Draco
"Theo tiene razón, Draco"
"entonces está decidido. Nunca se van a separar" dijo Draco, muy seguro
"¿Y Cómo piensas hacer eso? Esta tal Nina tal vez tenga familia, hasta un esposo. Tú no puedes obligarla a quedarse con ustedes para siempre" dijo Marcus.
"Pero ella también la necesita" dijo Draco, desesperado
"Por lo que sabemos, Marcus tiene razón. Nina no tiene memoria y podría estar casada o comprometida" dijo Carlo
"O no podría estarlo" dijo Blaise "Yo propongo que dejemos que el tiempo siga su curso, al menos por un período. Y cuando esta mujer vaya mejorando y recobrando sus recuerdos, le preguntamos"
"Esa es una muy buena idea, Chicos" exclamó Pansy.
"Yo también lo creo" dijo Carlo. "Estoy seguro que Nina es muy bondadosa y jamás haría algo para dañar a tu hija. Seguro llegaremos a otro acuerdo que nos convenga a todos"
"Sólo me queda esperar y rogar porque ella no tenga ninguna atadura en otra parte" dijo Draco, exhalando profundamente.
Y así como habían decidido aquella mañana de mayo, Draco y los demás, dejaron que el tiempo pasara, exactamente tres meses. En los cuales, Valentine y Nina, se recuperaban milagrosamente ante los ojos atentos de Carlo.
Draco había cumplido. Miraba a su hija por las tardes y cuando se iba, al caer la noche, la pequeña era llevada a los brazos expectantes de Nina Cordetto quien la esperaba con ansias. El antiguo Slytherin nunca antes había tratado espiar o conocer a la mujer que era la cura de su hija. La amaba demasiado para arriesgarla. Pero eso no impedía que cada vez que la enfermera llegaba para llevar a su hija a la habitación de al lado, mirara con anhelo deseando poder ver, aunque fuera por unos momentos, a la mujer que esperaba del otro lado de los cristales.
Nina por su parte, se sentía cada vez más apegada a la niña. Las noches eran su parte favorita de todos los días, cuando Valentine regresaba a sus brazos que se sentían vacíos cada vez que se la llevaban a su padre, del otro lado de las puertas de cristal. A veces se quedaba viendo las siluetas que se dibujaban en los cristales por algunos momentos hasta que alguien llegaba a bañarla, o para llevarla a desayunar al jardín. Ahora que estaba recuperando sus fuerzas había empezado a salir de su cuarto cada vez que tenía la oportunidad, o sino, simplemente, se quedaba tocando el piano para hacerle saber a Valentine que siempre estaba con ella.
Aquella mañana, era una de esas en las que se había quedado tocando el piano. Hacía unos diez minutos, Lucy, su amiga y enfermera, había entrado para llevarse a la pequeña.
"Cada día tocas notas más bellas, Nina" dijo Carlo, aplaudiendo cuando Nina hubo terminado de tocar.
"Gracias, Carlo"
"¿Quieres dar un paseo por los jardines?" preguntó el curador
"No estoy de ánimo hoy" dijo volteando a ver hacia la ventana.
"¿Algo te molesta? Te noto un poco extraña ¿Te sientes mal?" preguntó, acercándose a ella.
"En realidad sí hay algo que me esta contrariando un poco" Carlo le indicó que continuara "Hace unos días he empezado a recordar cosas. No son muy claras, ni me indican algo concreto pero siempre las tengo."
"Tal vez estas empezando a recordar tu pasado. Y no sería ilógico ahora que te estas recuperando de la maldición" explicó Carlo
"Tal vez tengas razón. ¿Sabes? Me parece divertido" dijo Nina, cambiando el tema
"No te entiendo"
"Es sólo que me parece divertido que antes no hayan podido encontrar qué era lo que me estaba enfermando, y tú, lo descubriste en tan sólo unos meses"
"irónico ¿verdad? Pero es que ellos no tenían curadores de mi talla" bromeó Carlo.
"Es usted muy modesto curador Paccieri" dijo Nina entre risas.
"Me encanta verte así de alegre, Nina"
"me siento muy bien. Pero quiero hablarte de otra cosa, Carlo"
"Dime"
"¿Qué pasará conmigo y con Valentine cuando su padre decida llevársela?" Carlo la miró un poco inseguro, pero al final decidió que no habría otro momento mejor que ese para plantearle a Nina la disyuntiva que tenían, él y los demás, sobre el tema.
"Bueno, Nina. Me alegra que hayas sacado ese tema a nuestra plática, porqué desde hace unos meses he querido hablarte de eso. Creemos que si tú y la pequeña llegasen a separarse algún día… pues… este"
"¿Moriríamos? No me veas de esa forma. Yo ya lo había pensado y por eso es que quiero pedirte lo siguiente"
"Lo que quieras, Nina" respondió Carlo, casi al borde de su asiento
"Quiero conocer al padre de Valentine. Si voy a estar ligada a su hija el resto de mi vida, sería bueno que él y yo entabláramos una amistad" dijo Nina, sin preámbulos.
"¡Claro, Nina! Draco, así se llama: Draco Malfoy. Es un viejo amigo de la familia. Él ha querido conocerte desde la primera vez que viste a Valentine" dijo Carlo, emocionado.
"Entonces todo esta arreglado, voy a conocer al padre de mi pequeña princesa" Carlo se impactó al escuchar la forma en que Nina se refería a la niña, la misma que usaba Draco. Y como en toda mente ágil, un plan se le vino a la cabeza.
"¿De qué te ríes, Carlo?" preguntó Nina, sospechando de su mirada brillante y su mueca.
"Iré a hablar con Draco. Descansa, Nina" dijo sin responder a su pregunta.
"Es increíble lo hermosa que se esta poniendo nuestra pequeña Hermione" dijo Pansy, haciéndole cosquillas a la niña. Draco volteó los ojos al escuchar el nombre con que su amiga llamaba a su hija. Eran en esos momentos en los que se arrepentía de haberle puesto a su hija en honor a su antigua enemiga, sus amigos nunca dejaban de molestarlo por el hecho.
"Aún no entiendo por qué le pusiste el nombre de esa sabelotodo" dijo Adrian, confundido.
"Quise que mi hija llevara el nombre de ella, porqué tal vez, eso la ayudaría a salir de la adversidad" explicó Draco, mirando como Valentine disfrutaba cuando Pansy la subía y la bajaba en sus brazos. Era hermoso verla sonreír.
"No olvides que esa sabelotodo nos ayudó a escapar y a mantenernos ocultos durante la guerra. De no haber ido por ella, tal vez ahora, no estuviéramos aquí, disfrutando de nuestra amistad y de Valentine" dijo Pansy, besando las mejillas de la bebita
"Tienes razón" Dijo Adrian "¿A ustedes les incomoda no saber nada de nuestra sociedad?"
"la verdad, no" respondió Theo por todos.
"No tenemos nada que extrañar. Aunque a veces me pregunto qué podrían estar haciendo esos buenos para nada de los leones de Gryffindor" dijo Blaise
"Intentando encontrar otra forma de salvar al mundo de los nomos" bromeó Marcus. Todos estallaron en risas. Y Valentine se quedó azorada por unos momentos, volteando a ver a cada uno de ellos. Draco miró su reacción y se levantó para tomarla entre sus brazos.
"¿Qué pasa, princesa?; ¿Te asusta ver reír a papi y a tus tíos?" dijo, con voz pequeña. Valentine sonreía con cada una de sus palabras.
"Tal vez nos quiere decir que tenemos que sonreír un poco más. El que estemos en el exilio voluntario, no significa que tengamos que dejar de ser felices" dijo Pansy, sentándose en las piernas de su prometido, Marcus Flint.
"¿es eso Valentine? Pues entonces proclamo que desde ahora la risa es parte fundamental de nuestras vidas" dijo Draco, con gesto autoritario que lo hacía ver como un rey ante su corte.
"hay cosas que nuca cambian" dijo Theodore. Los demás, excepto Draco, estallaron en risas, y esta vez Valentine los acompañó.
"Ahora tú también te ríes de tu padre, pequeña. No cabe duda que eres una Malfoy" dijo Draco, besándola en la frente muy orgullosa de su pequeña princesa.
Así fue como Carlo los encontró al entrar en la habitación.
"Con todo este ruido me sorprendería si Nina haya encontrado la forma para poder dormir" dijo, sabiendo como reaccionarían todos.
"Es cierto ¡cállense! No debemos perturbarla durante su sueño" ordenó, Pansy. La antigua Slytherin había llegado a estimar a Nina, aún sin conocerla.
"¡Oye, Pansy! Me voy a poner celosa de Nina si la sigues defendiendo con tanta vehemencia" bromeó Marcus
"Si lo que estas implicando, amor, fuera cierto hasta yo me preocuparía" respondió Pansy, con tono amoroso.
"¿Traes alguna noticia, Carlo?" preguntó Draco, preocupado
"Sí, pero no se preocupen. No es nada malo, en realidad, es algo que muy bueno para todos." Dijo, volteando a ver a Draco "Nina quiere conocerte, Draco"
"¿Es eso verdad, Carlo?" preguntó Blaise, asombrado
"Sí, hermanito. Parece que Nina además de ser muy buena, es muy inteligente y brillante. Ella sola llegó a la conclusión que nosotros llegamos aquella mañana de mayo"
"¡Vaya!" exclamó Theodore
"Sí¿Qué dices, Draco?"
"Sí, por supuesto que sí" respondió Draco, emocionado. Al fin iba a conocer a la mujer que había invadido su mente y sus sueños aquellos tres meses, sin siquiera haberla visto una vez. "¿Cómo es ella?"
Pansy lo miró muy intrigada por el cambio de voz en su amigo, podría ser acaso que Draco se hubiese enamorada de una completa extraña. No sería raro, además Nina y Valentine estaban unidas para siempre por el amor, tal vez Draco, podía entrar en ese círculo interno de ellas dos. Sería grandioso, el joven heredero de la fortuna Malfoy, también tenía heridas que necesitaban sanar.
"…una mirada muy cálida y tierna. Y por lo que he descubierto, Nina, es un prodigio de la magia. Es muy inteligente" Pansy había alcanzado a escuchar las últimas palabras de Carlo y había decidido que Nina Cordetto era perfecta para su viejo amigo de infancia.
"Nosotros también podemos conocer a esta súper mujer" dijo Blaise. Draco lo miró enojado pero no dijo nada.
"No veo porqué no. Nina esta muy sola y no le vendría mal tener un grupo de amigos como ustedes"
"¿Quién dijo que nosotros los Slytherin no podíamos ser divertidos?" dijo Theodore, contagiando a todos con su sonrisa.
"Con tal que nadie le cuente nuestro pasado" dijo Adrian
"No todos nada de que avergonzarnos, Adrian" dijo Pansy, muy seria.
"No te alteres, Pansy. Entiende que para algunos de nosotros no es fácil dejar atrás nuestras vidas de Hogwarts" dijo Marcus. Pansy lo miró con dulzura, lo abrazó con fuerza para hacerle saber que ella nunca lo juzgaría por aquellos años.
"El haber dicho no, ya nos hace diferentes" dijo Theodore.
"¡vamos, muchachos! Quiero verlos sonreír igual que como lo hacían cuando los interrumpí hace unos minutos" dijo Carlo, rodeando con su brazo los hombres de Blaise.
Al otro lado de las puertas de cristal, Nina Cordetto, se preguntaba cuál era la razón del fin de las risas. Era reconfortante escucharlos reír cuando las imágenes de su supuesta vida pasada la atacaban. Había podido dormir unos cuantos minutos, mientras las risas del otro lado la arrullaban, pero el silencio había hecho que su mente se llenara de memorias confusas, y ya le era imposible dormir.
"Tal vez, yo también pueda ser parte de esas risas" dijo, alejándose de las puertas de cristal.
No podía imaginarse que unos intensos ojos grises habían descubierto y seguido su silueta a través de los cristales.
"Mañana" susurró Draco.
