Bueno, he vuelto..aleluya.
Okey, este capitulo está dedicado al amor entre Alan y Uma, el próximo trataré de que sea entre Bella/Thomas.
Gracias a todos los reviews, a Irene por soportar todas las fallas técnicas de mi computadora..y a todas las demás también nn.
M.O.S
M.O.P
M.O.M
AGUANTE THE RASMUS..LA REVELACIÓN DEL ROCK!!!!!
Capítulo 7: En el campo de quidditch.
-Pro..pro...-tartamudeó Alan.
-Sí, profesora McGonagall, señor Potter- el pelirrojo se tapó la boca. La cara escueta de la mujer lo hizo bajar la mirada.
La puerta del despacho de James se abrió, dejando ver su cara risueña.
-Minerva..¿qué sucede aquí?-preguntó él mientras miraba a sus dos hijos.
-Estos jóvenes acaban de aparecer mágicamente por esa pared-dijo, mientras señalaba el tapiz. James levantó una ceja.
-Pero..no puede ser...prometimos...-
-Pero alguno de los tres no lo cumplió-
-¿De qué están hablando?-bramó Bellatrix enfurecida. Ambos adultos la miraron.
-Señorita Black, más respeto con sus mayores-Reg miró a su hermana y le sacó la lengua infantilmente.
-Te odio ¬¬-murmuró ella.
-Eso te pasa por parecerte a mamá-
-Ustedes, acompáñenme-dijo McGonagall casi a los gritos. Alan miró a su padre con súplica, pero James solo negó con la cabeza. Se dirigieron al despacho de la directora (N/A: y no me digan nada..Dumbledore ya tenía que jubilarse). La inmensa gárgola frente a ellos les hizo reír.
-¿De qué te ríes?-preguntó Thomas a Alan mientras éste reía a carcajadas. El pelirrojo señaló a la estatua.
-¿No se parece a Sertroria?-
-Alan ¬¬-
-Se parece nn-
-Nosotros que no conocemos personalmente al padre de esos imbéciles...ahora ya sabemos quien es-dijo Reg riendo junto al joven Potter.
-Suban-ordenó James con cara seria. Subieron las escaleras caracol, y entraron al despacho. McGonagall se sentó frente al escritorio, mirando a los adolescentes con las cejas fruncidas. Alan miró suplicante a Reg, quien se encogió de hombros.
-Quiero..-los seis se sobresaltaron-que me digan como seis adolescentes aparecen de la nada, atravesando una pared-
-Fácil-dijo Alan. Los cinco junto a él lo miraron como queriendo matarlo-se hace un hoyo en la pared y listo-James revoleó los ojos al techo. Los genes Potter salían de los poros del chico.
-Alan-lo regañó Rose.
-¿Qué?-dijo él indignado-es razonable lo que digo-
-YA BASTA-bramó McGonagall-quiero que me digan como lo hicieron-
-Er..bueno, lo diremos-dijo Rose.
-Cállate-dijo Bellatrix.
-Pero...nos castigarán-dijo la morena.
-Aunque les digamos nos castigarán igual ¬¬, ¡qué ingenua eres!-dijo Bellatrix enojada.
-¿Y?-preguntó McGonagall-¿me lo dirán?-
-Minerva..yo puedo llegar a saber cómo ellos aparecieron de esa forma-dijo James interrumpiendo la conversación. La directora lo miró y sonrió.
-Dime-
-Pues..seguramente algún cuadro les hizo una broma..ya sabe como son-
-¿Los retratos?-preguntó McGonagall escéptica-conozco este castillo como la palma de mi mano, James-
-Yo también creía eso, pero me di cuenta de que este castillo da muchas sorpresas-dijo, intentando parecer convincente. McGonagall lo miro sonriendo.
-Está bien, te creo, James...este castillo ya no es le mismo-dijo la mujer levantándose. Miró a los jóvenes-pueden irse-. Los seis adolescentes salieron estrepitosamente del despacho, sin siquiera mirar hacia atrás.
Alan suspiró aliviado, y miró a los demás.
-Y bue...yo me iré a despejar-
-¿A despejar?-preguntó Uma sin comprender.
-Si, intentaré hacer yoga en algún lugar del colegio-
-Alan ¬¬-
-¿Qué?-preguntó él encogiéndose de hombros-no intenten cambiarme...no lo lograrán-y salió del castillo.
Caminó y caminó por los terrenos, hasta llegar a su lugar favorito: el campo de quidditch. Entró cauteloso, mientras respiraba hondo y se desperezaba. Se tendió en el musgo. Miró al cielo gris, y cerró los ojos. El campo de quidditch era un lugar tranquilo y placentero para relajarse, a menos que...
-ALAN ALAN-
"Oh no" pensó el chico al abrir los ojos y ver a la más insoportable de sus admiradoras.
-Alan cariño, tanto tiempo-dijo la chica mientras se lanzaba sobre él. Lo abrazó hasta ahogarlo. Alan sintió como si su cabeza se inflara. Se soltó bruscamente y la miró como si fuera...excremento de hipógrifo(jajajajaja).
-¿Qué quieres?-preguntó enojado-¿no puedo estar tranquilo un momento..solo un momento Julia?-la joven miró al suelo.
-Solo venía a saludarte..te extrañé mucho en las vacaciones-dijo ella mientras sus mejillas se coloreaban. Sonrió maliciosamente y se lanzó nuevamente sobre él.
"Otra vez..si Uma fuese así".
-¿Cómo has estado Julia?-preguntó él con voz ahogada. Ella lo soltó mientras sonreía.
-Muy bien...extrañándote-
-Ya me lo has dicho-dijo Alan mientras se acomodaba el cabello imposible.
-Te ves más bonito que el año anterior-dijo la joven acercándose a él peligrosamente. Por lo que el chico retrocedió varios pasos. Los labios femeninos se acercaban cada vez más a los de él...
-¿Se puede saber qué están haciendo?-preguntó una voz más que conocida para el chico. Ambos miraron hacia la cerca.
-Uma-dijo él-no..no es lo que crees-
-¿Y qué se supone que es entonces?-preguntó enojada. La furia dentro de su cuerpo iba en aumento.¿Por qué él hacía esas cosas?...Los ojos le comenzaron a arder..no, no lloraría, no le daría el gusto a la tonta hufflepuff, y mucho menos le demostraría a Alan sus sentimientos.
-Yo me voy-dijo Julia mirando a Uma maliciosamente, y con una sonrisa de satisfacción. Luego de que se hubo ido...
-¿QUÉ HACÍAS CON ELLA?-le increpó Uma al bello Potter levantando el puño.
Alan retrocedió y la miró con la cejas fruncidas. ¡Qué lindo se veía enojado!...por eso le gustaba hacerlo enojar.
-Discúlpame..tú y yo no somos nada como para que me hagas escenas de celos..de patéticos celos, por cierto-dijo él señalándola con el dedo acusadoramente. Uma solo lo miró apenada.
-¿Por qué te molesta que hable con otras chicas?-
-No me molesta que hables con otras chicas..me molesta que coquetees con ella-dijo, mientras miraba al suelo con las mejillas rosadas.
-¿Por qué te molesta?-preguntó él con voz desmayada.
-Es que..es que...TE COMPORTAS COMO IDIOTA-bramó enojada.
-CÁLLATE..¿QUIEN TE CREES?..VIENES A INCREPARME Y TE ATREVES A INSULTARME?-Uma retrocedió varios pasos.
-Yo..yo...lo que pasa es que...
-¿QUÉ?-
-QUE ME GUSTAS..ERES LO ÚNICO QUE HACE QUE QUIERA LEVANTARME EN LAS MAÑANAS...YO TE AMO DANIEL ALAN POTTER-bramó ella mientras de sus ojos salían lágrimas. El cielo sobre ellos, mientras tanto, relampagueaba.
-Yo..Uma..-
-No digas nada-dijo ella negando con la cabeza. Volteó para irse, pero una mano fuerte la detuvo. Alna la hizo girar sobre sí, y la acercó a él. Los ojos café del chico se encontraron con los húmedos ojos verdes de ella.
-Te amo Uma-le dijo mientras rozaba su nariz con la femenina. Ella cerró los ojos, mientras sentía los labios de Alan rozar los suyos. Se separó del chico y lo miró detenidamente. Sonrió con malicia, mientras se desabrochaba la camisa.
Alan la miró con las cejas levantadas. Uma se acercó a él.
-Es algo que quiero hacer hace mucho tiempo..creo que desde que te vi desnudo por primera vez-le dijo mientras lo besaba. Lentamente, las túnicas gryffindors quedaron en el suelo, para seguirles las camisas.
Uma apreció el bien formado abdomen masculino. Lo abrazó y mordió sus pezones, mientras Alan gemía. La piel del joven era tersa y blanca, con pecas en los hombros..pequeñas pecas que enloquecían a la rubia. Los músculos marcados de Alan la entretuvieron, acariciándolos, pellizcándolos, mordiéndolos, al tiempo que él se dedicaba a desvestirla. De momento a otro, ambos ya estaban desnudos. Se miraron largamente.
-Espero que nadie nos vea-dijo Alan, mientras sus mejillas se coloreaban debido a la vergüenza de estar desnudo en medio del campo de quidditch.
-Alan, es de noche y está a punto de llover-dijo Uma, acariciando el trasero redondo y duro del chico. Le mordió el hombro.
-¿Sabes? me excitas mucho-le dijo ella, besándolo fervorosamente. Él sonrió y la tomó en brazos, haciendo que ella le abrazara la cintura con las piernas, sintiendo la punta de la masculinidad de Alan en su entrada.
-¿Estás nerviosa?-
-¿Tú que crees?-dijo ella, mientras él se introducía lentamente dentro de ella.
-Tranquila, estamos igual-dijo, al tiempo que se tumbaban en el suelo. La pelvis masculina empezó a embestir despacio, mientras la joven se aferraba a la amplia espalda del chico. Cerró los ojos, dejándose inundar por esa sensación nueva que la invadía. Enredó sus dedos en el pelo rojizo del joven, mientras besaba el cuello masculino con devoción.
Él la tomó de los muslos, penetrándola con más intensidad, haciéndola gemir, excitándose. Sus bocas se buscaron con desesperación, al tiempo que Alan apresuraba las embestidas, mientras ella gemía, suspiraba, gritaba, sollozaba.
Uma abrazó las caderas masculinas con sus piernas, al tiempo que el joven se erguía sobre sí y empujaba salvaje, mientras gritaba el nombre de la chica bajo él. Las transpiraciones se entremezclaron, sus sexos se unieron en uno (N/A: se entiende ¿no?). El placer los invadió al mismo tiempo, ambos cuerpos temblaron. Se miraron, respirando aceleradamente. Una sonrisa apareció en el rostro del bello pelirrojo, y se tendió sobre la joven. Se abrazaron, riendo. Se besaron con dulzura.
Alan se dedicó a besar el cuerpo entero de la chica, entreteniéndose con sus pequeños senos, jugando con su ombligo, acariciando las finas piernas, lamiendo su cintura.
Uma solo sonreía, y volteó, quedando sobre él. Le besó los marcados músculos del torso, para luego lamer la piel suave y blanca, bajando, bajando.
Los truenos los sorprendieron a ambos. Se miraron, mientras comenzaba a llover.
-Vamos a adentro-dijo Alan, tomando su ropa y vistiéndose. Uma tomó un frasquito de la túnica del pelirrojo.
-¿Qué es esto?-preguntó mirando el contenido rojo. Levantó una ceja.
-Sangre de slytherin..quiero hacer una poción que me interesa-dijo él riendo. La abrazó, ella aún desnuda, y la besó.
-Déjame vestirme-dijo ella, apartándolo con ternura y sonriendo con malicia.
Alan nunca en su vida la había visto sonreír así. Esa sonrisa perversa, picarona...solo él solía hacerla. La miró mientras se vestía. Tan bonita, tan ella...y había sido suya, solo suya. Y esperaba que hubiese más días así.
-Vamos-dijo ella abrazándolo por la cintura. Lo miró detenidamente. Era una belleza de hombre, y lo amaba tanto.
-Uma-
-¿Sí?-
-Hay algo que quiero decirte-dijo, mientras se sonrojaba. Sus mejillas se veían increíbles en la penumbra de la noche.
-Dime-le dijo ella, deteniéndose, y haciéndolo voltear. Lo miró a los ojos, pero él rehuía de su mirada.
-Te amo Uma, y..me gustaría saber..si tú...-
Ella sonrió. Sabía lo que iba a decirle.
-¿Quieres ser mi novia?-
-Por supuesto-dijo Uma, besándolo dulcemente en los labios, abrazándose a su nuca, mientras profundizaba el beso.
