Volvi....y muy rápido por cierto. Quiero avisarles que este capítulo es...rarísimo.

Quise escribir algo deprimente, q al principio lo es, pero terminé escribiendo algo q me resulta muy gracioso. Espero que les guste. Y si algún chico lo lee, ESPERO QUE LO HAGA REFLEXIONAR EN CIERTAS COSAS...y también que no se ofenda.

M.O.S

M.O.M

M.O.P

FELIZ NAVIDAD!!!!

Capítulo 10: Solo unas horas más de martirio.

Rose se encontraba sentada en su cama, mirando la oscuridad del Bosque Prohibido. Era la única de las cuatro chicas que se encontraban en el cuarto que estaba despierta, sin contar que Bellatrix había salido. Miró hacia la puerta del baño, de donde salía una muchacha de cabello oscuro y ojos azules. Suspiró. Maldita sea la hora en que Reg tomó esa bendita poción.

-Me siento muy extraño con esto-dijo Reg ruborizándose. Rose mantuvo su mirada fija en la chica que era su novio. Era muy extraño conversar con él/ella sin largarse a llorar.

-¿Dónde dormiré?-preguntó Regulus rascándose la cabeza. Rose bajó la mirada.

-Aquí, conmigo-dijo en un susurro. Reg tragó saliva. Sabía que debía de ser difícil para la pobre tener que verlo hecho una mujer. Muy difícil..y extraño. Se acercó lentamente a la cama con dosel, en donde la joven se volteó a mirar a través de la ventana. Se sentó en una de las puntas de la cama, dándole la espalda a Rose.

Se sentían tan distanciados el uno del otro, y eso que estaban a escasos centímetros de distancia. Iba a ser incómodo dormir juntos en el estado en que Reg estaba. En otra ocasión habría sido memorable, romántico, divertido, pero esta vez no. Sería feo, asqueroso quizás para Rose, y vergonzoso para Reg.

Él suspiró, sintiendo como el frío de la noche entraba. Volteó a mirar a Rose. Ella se había acercado hasta el alféizar de la ventana, la cual había abierto. Reg la miró detenidamente durante varios minutos, hasta que ella hizo un movimiento extraño, como si quisiera arrojarse al vacío.

-¿Qué haces?-preguntó levantándose con estrépito de la cama. Rose ni siquiera volteó a contestarle, siguió en su intención sin percatarse de que él había llegado a su lado.

-Rose-ella lo miró, y Reg pudo ver lágrimas en los bellos ojos café de la chica. La abrazó con desesperación, como si intentara devolverle la cordura con amor.

-Esto es demasiado para mí-oyó que Rose decía. La tomó con fuerza de los brazos y la obligó a mirarlo (N/A: mirarla no será?).

-Amor-esas palabras sonaban extrañas saliendo de la boca de una chica-son sólo unas horas más de martirio-dijo sonriendo. Rose lo abrazó e irrumpió en llanto.

Se sentía tan raro abrazar a una chica, la cual era su novio, su queridísimo novio, notando que ya no sentía ese pecho duro y musculoso que tanto le encantaba, sino que sentía dos senos tibios pegados a los suyos, así como los brazos fuertes, que habían desaparecido dando paso a brazos delgados y femeninos, y así con las piernas, que ahora eran finas, y la espalda, ya no era ancha y bien formada, ahora era fina...todo en él había cambiado. Lo único que quedaba del antiguo Reg eran los ojos y la sonrisa. Aquello que la deslumbró por primera vez, ni siquiera una maldita poción había logrado quitárselo al chico. Y eso, en un punto, era bueno. Por lo menos sabía que podía recordarlo mirándolo a los ojos. Suspiró.

-Quiero irme a dormir-dijo Rose con voz quebrada, soltándolo y alejándose. Reg la miró hasta perderla de vista tras el dosel. Volteó y miró a la luna, que se encontraba en cuarto creciente. Apoyó la cabeza contra el vidrio, cerrando los ojos. Tenía ganas de llorar, de matar a golpes a Alan, aunque en realidad el pelirrojo no tenía la culpa de todo lo que ocurría, más bien la culpa era enteramente suya, sabiendo como era Alan..no debió haber tomado la poción.

Cosas del destino, como diría la profesora Trelawney, o estúpidas coincidencias, como le diría su incrédula hermana. Si era el destino..¿de qué ayudaba tener que soportar veinticuatro horas de un cuerpo femenino?, siendo él un hombre, le gustaban las mujeres, pero mirarlas, no transformarse en una. Y si eran coincidencias..¿coincidencias de qué?. A las personas las cosas les ocurren por alguna razón misteriosa, que luego se transforma en lección. Pero eso a Reg no lo ayudaba en nada. ¿Lección de qué?..¿lección de que tendría que aprender a comportarse con las mujeres?, pero si él era un caballero. ¿Y si era un castigo del cielo?. Aunque Reg no creía en los castigos divinos. Pero...¿y si todo aquello era para que empezara a creer?. Porque si hay algo que es cierto, es que la vida es un círculo de lecciones: si te portas mal con alguien, alguna vez vas a retractarte; si tratas mal a los demás, tarde o temprano te quedarás solo, y etc, etc. Todos estos pensamientos locos estaban surgiendo en la mente del joven Black (N/A: aunque vale constar que todas estas esquizofreniadas salieron de MI mente nn), que cada vez se deprimía más por la situación. Golpeó el vidrio frente a él. Una extraña idea se le había ocurrido para explicar todo. PRUEBAS DE LA ADOLESCENCIA.

¿Increíble?, claro que no. ¿Estúpido?, quizás. ¿Absurdo?, SÍ. Desechó la idea de que eso le ocurría para probarlo, porque Reg no creía en nada. Ni en Dios, ni en los angelitos, ni en los santos..ni siquiera había creído en Papá Noel y los Reyes Magos, así que mucho menos creería en pruebas divinas. Volteó y se dirigió al baño. Se miró al espejo.

-Tienes un problema Regulus Ántares Black-le dijo su reflejo.

-Sí-dijo él/ella, desvistiéndose. Se miró detenidamente. Era..era...era una hermosa mujer. Era raro encontrarse con esas piernas...y verse afeitado.

Ahora se daba cuenta de algo: de lo complicada que puede ser la vida de las mujeres:

Primero: depilarse. ¿Para qué se depilan las mujeres?, por higiene, puede ser, pero principalmente para que un hombre le mire las piernas!, pero no solo las piernas, en sí nosotras nos depilamos el cuerpo entero.

Segundo: la menstruación: el peor castigo que Dios pudo habernos dado.

Tercero: MAQUILLAJE!!!!...¿para qué nos maquillamos?, si se supone que hay que ser natural..NO UNA PUERTA.

Cuarto: los complejos. Ellos nunca entienden que los culpables...SON ELLOS. ¿Por qué una chica puede verse fea?, porque algún idiota le debe decir que es fea. ¿Por qué una gordita casi no quiere salir a la calle?, porque los tarados le dicen que es gorda. ¿Por qué las rubias quieren ser morochas?¿por qué las morochas quieren ser rubias?¿por qué las lindas están estructuradas en tontas?¿por qué las inteligentes tienen que ser feas?¿o las feministas lesvianas? ¿o por qué las que salen con muchos chicos son putas?, si ellos salen con 800 chicas y se creen vivos. BASTAAAAAA.

Regulus se tomó la cabeza. Su mente..su mente era su mente, no la mente de una chica, la mente de un chico. Pero..¿qué tanto hacía cambiar la poción?¿solo el cuerpo?..¿o la mente también cambiaba?.

Respiró aceleradamente, mirándose al espejo. Se vistió y salió del sanitario. Miró a la cama de Rose, en donde ella dormía plácidamente. Se acercó.

-No sabes como te entiendo ahora amor-le dijo, para besarla en la mejilla-tranquila, solo unas horas más de martirio-y salió del cuarto.