Hello, aquí engripada he escrito este cap. Espero que les guste. Como saben, a historia se tornó..algo oscura, más bien, desde que Malfoy salió de Azkaban, se volvió más interesante.

Bueno, les agradezco los reviews... Otra cosa, hay una sorpresa que tiene que ver con Draquín...el hombre no podía ser tan malo...

DEJEN REVIEWS!

M.O.S

M.O.P

M.O.M

Capítulo 19: El nuevo Señor Tenebroso.

Uma caminó el trecho que le quedaba hasta la sala común aún llorando. No entendía por qué Alan le había dicho esa estupidez. No importaba cuántas cosas pasaran entre ellos y cuántos magos quisieran matarlos, ella iba a seguir estando a su lado.

Llegó al retrato de la dama gorda y, luego de decir la contraseña, entró a la sala común con rapidez. Se sentó apesadumbrada en el sofá, mirando el fuego que crepitaba en la chimenea. Lo miró con detenimiento. Sonrió. El fuego le recordaba al cabello rojo de Alan. Movió la cabeza a los lados. "Olvídate de él" pensó.

Se oyó como el retrato de la dama gorda se abría.

-Uma-la voz de Arabella la sacó de sus pensamientos-¿has visto a Alan?-

-No-contestó con brusquedad.

-Pero...¿no estaba contigo?-

-Estaba-dijo ella-¿por qué?-

-McGonagall quiere hablar con él-era Sirius el que hablaba ahora-de...algo serio-

-Pues...estaba conmigo hasta hace un rato-miró a los adultos tras ella, los cuales se veían nerviosos.

-¿Sabes dónde pudo haber ido?-preguntó Sirius.

-No, y no me importa-dijo Uma dándoles la espalda.

Sirius miró a Arabella con las cejas levantadas.

-Bueno...si lo ves dile que McGonagall quiere hablar con él- salieron de la sala común.

-¿No has notado algo extraña a Uma?-preguntó Arabella a Sirius mientras caminaban por los pasillos de Hogwarts.

-Si..debe estar con su regla-

-¬¬-

-¿Qué? nn-preguntó Sirius riendo-no me mires así-

-No hables de lo que no sabes, Black ¬¬-

-Lo siento, amorcito, te prometo no abrir más la boca nn-

-Cuántas veces me lo has prometido y jamás lo has cumplido ¬¬-

-Oye, oye ¬¬-dijo sarcástico-¿qué tienes en contra de tu lindo marido?-

-Basta Black no empieces...ya sé que eres lindo-

Se detuvieron al llegar a la puerta del despacho de McGonagall. Sirius se acercó a Arabella para besarla, pero ella le corrió el rostro, mientras le daba un empujón hacia atrás.

-¿Por qué me rechazas?-

-No te estoy rechazando-

-Entonces no te hagas la difícil-

-Yo no me hago la difícil...SOY difícil-dijo ella, para luego sonreír pícara-además, no hemos venido aquí para practicar lengua, hemos venido a hablar con la directora-Arabella volteó y, luego de decir la contraseña, subió las escaleras al despacho.

-Pero yo aún quiero mi beso T-T-

-Cierra la boca Black, y sube-

Sirius subió las escaleras apesadumbrado. "Mala mujer" pensó al ver la larga y ondulada cabellera rubia de su esposa. La edad le sentaba tan bien. La abrazó por detrás, aspirando el dulce perfume que ella tenía en el cuello.

-Hoy estás pesado-oyó que Arabella le decía, para luego reír.

La puerta del despacho se abrió, dejando ver la cara cansada de McGonagall.

-¿Han sabido algo de Alan?-

-Hemos hablado con Uma, pero ella no sabe dónde está el chico-dijo Arabella, intentando que las manos de Sirius, puestas en su cintura, no la incomodaran.

-¿Han preguntado a James?-

-Pues..no-

-Entonces háganlo, por favor-dijo la directora, cerrando la puerta.

Arabella volteó, encontrándose con los labios sedientos de Sirius, que la besaron con fervor, arrinconándola contra la puerta. Las manos del moreno buscaban ansiosas bajo la falda. Sintió la cálida erección de Sirius entre sus piernas.

-Espera-le dijo, apartándolo. Sirius se veía confuso.

-¿Qué ocurre?-

-No sigas por favor-dijo ella, respirando con dificultad. Notó cómo el pecho de su marido subía y bajaba sin control.

-¿Qué ocurre?-preguntó Sirius-¿por qué no quieres..?-

-Ay, por supuesto que quiero..hace una semana que no me tocas-dijo con desesperación. Oyó la risa de Sirius-el trabajo me tiene tan alejada de ti- lo abrazó, besándolo con ternura-te amo-

-Tengo miedo-dijo él, mientras le acariciaba el cabello-ese mismo miedo que tuve cuando estuviste embarazada- Arabella lo miró con sus inmensos ojos celestes.

-No va a ocurrirnos nada-

-Eso espero-dijo Sirius en su oído-juro matar a Malfoy si los lastima-

-¿Mamá¿papá?-se separaron, para mirar a Bellatrix, la que los miraba con la cejas levantadas.-¿Les ocurre algo?-

-No cariño, no ocurre nada-Sirius miró a su hija con asombro. Era sorprendente lo bella que era, y cuánto había crecido.

-Debemos ir a hablar con James..¿nos acompañas?-preguntó Arabella. Bellatrix los miró con escepticismo.

-Bueno, no tengo nada que hacer- y bajaron las escaleras.

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-Oye..esto tiene buen gusto-dijo Rose mientras probaba una torta de chocolate que habían robado de la cocina.

-Si-dijo Reg riendo. Se encontraban en el cuarto de los alumnos de sexto, es decir, en el cuarto del joven Black.

-Oye¿crees que podríamos dar una vuelta por Hogsmeade?-preguntó Rose.

-¿Por qué?-preguntó él sin poder creerlo-creí que no querías ir después de lo de Remus y lo de papá-

-Yo sí quiero ir, pero...están ocurriendo demasiadas cosas como para que..bueno, nos permitan hacerlo- Reg la miraba con la cejas levantadas-bueno¿qué tantas explicaciones¿vas a fijarte en el mapa si hay alguien merodeando para que podamos ir?-el apuesto Black hizo una seña militar, lo que irritó a Rose.

Tomó el mapa sobre su mesita de luz. Luego de decir "Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas", miró el pergamino frente a sus narices, buscando a alguien sospechoso, alguien que pudiera arruinarles la idea.

Snape en su despacho, Lily en el despacho de James, "mejor no imaginar lo que estarán haciendo je", McGonagall leyendo un libro en su despacho, Malfoy caminando por el pasadizo de la bruja tuerta...¿Malfoy?. Reg miró boquiabierto el mapa.

-¿Qué sucede?-preguntó Rose al notar la expresión de su novio.

-¿Qué..que hace Lucius Malfoy aquí?-

-Lu...¿Lucius Malfoy?-preguntó la morena. Se levantó con rapidez de la cama de Reg, y se acercó a él. Había por lo menos una docena de manchas con nombres, la mayoría desconocidos...Rabastan Lestrange, Antonín Dolohov...¿Peter Pettigrew¿aquél idiota?.

Miraron el mapa con más detenimiento. Junto al nombre de Malfoy se encontraba otro nombre, un nombre más que conocido. Se miraron asustados.

Los ojos avellana de Rose se notaban tristes, y los ojos zafiro de Reg se notaban asombrados.

-Debemos hablar con algún mayor-dijo Reg.

-Vayamos a hablar con mi padre- salieron del cuarto, bajando las escaleras hacia la sala común, encontrándose con Uma, la cual estaba acostada en el sofá, aún mirando el fuego.

-Uma¿podrías acompañarnos?-preguntó Rose con voz quebrada. Uma la miró con incertidumbre.

-¿Qué ocurre?-el mostraron el mapa. Los ojos verdes de Uma se humedecieron.

-¿Vas a acompañarnos?-preguntó la morena-no te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando- Uma asintió con la cabeza, mirando al suelo con tristeza.

Salieron de la sala común, Reg tomaba a Rose de la cintura, por las dudas que se desmayara luego de lo que vieron en el mapa.

Llegaron al despacho de James, golpearon a la puerta. Unos minutos después, el rostro sereno del maduro Potter se dejó ver tras el umbral.

-¿Qué ocurre que tienen esas caras?-preguntó desde detrás de la pureta.

-Necesitamos hablar contigo-James levantó las cejas.

-¿Sobre qué?-

-Sobre Alan-dijo Rose, quebrándose en llanto.

-¿Qué le ocurrió a Alan?-preguntó James desesperado, mientras les abría paso a su despacho. Había varias personas más dentro de la oficina: Lily, Remus, Cat, sus padres y Bellatrix.

Regulus le entregó el mapa en sus manos. James lo miró boquiabierto.

-Mira el mapa- y James así lo hizo. Lo que vio lo hizo caerse de sentón en el sofá tras él. Se veía pálido, y sus manos sudaban.

-¿Qué ocurre James?-preguntó Lily acercándose a su marido, notando que se veía nervioso. Le tomó las manos con ternura-las manos te sudan..¿qué ocurre?-de los ojos de James salían lágrimas-¿qué ocurre con nuestro hijo?-

-Está con Malfoy-dijo el apuesto Potter en un susurro.

-¿Cómo?-fue Sirius el que habló-¿qué has dicho?-

-Eso es absurdo, Cornamenta-Remus se veía igual de nervioso que James.

-Alan...¿con los mortífagos?-preguntó Arabella-eso no puede ser..no pueden entrar al cas...-James le mostró el mapa, le señaló los nombres. Su expresión era de furia, de ira, de desesperación. No quería ni imaginar las cosas que le estarían haciendo los mortífagos a su hijo.

Lily se tomaba el pecho. Tenía taquicardia. No podía ser..Alan...Se largó a llorar, apoyando su frente contra la pared.

-Lily-Arabella la abrazó.

-Por Dios, no nos quedemos aquí...VAYAMOS A HABLAR CON MCGONAGALL-bramó Reg desesperado.

-No hay nada que hacer-dijo Lily.

-¿Cómo¿cómo que no hay nada que hacer?-preguntó Rose fuera de sí-LOS MORTÍFAGOS SECUESTRARON A ALAN Y DICES QUE NO HAY NADA QUE HACER-

-Malfoy se lo ha llevado y no sabemos dónde-la voz de James estaba quebrada.

-Pero...hablemos con la directora...busquemos a Alan-dijo Uma.

-Hablemos-dijo una voz tras los jóvenes.

-Profesora..¿cómo supo..?-

-Harry-

-¿Harry?-miraron al apuesto hombre tras la directora. Sus inmensos ojos verdes se veían sombríos, mientras miraba al suelo.

-¿Cómo supiste que estábamos aquí?-

-Eso no importa-los miró con tristeza-¿quieren saber dónde está Alan?-

-Claro que queremos saberlo-dijo Uma con desesperación-¿dónde está?-

-Hay un lugar en donde los mortífagos se reunían-

-¿Dónde?-

-La mansión Riddle-

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Cuando despertó no supo dónde se encontraba. El lugar estaba oscuro y lleno de polvo. Oía voces que provenían desde alguna parte del lugar en donde se encontraba.

-Hasta que al fin despiertas-reconoció la voz.

-Malfoy...-intentó levantarse, pero...estaba encadenado-¿por qué me tienes encadenado?-

-Bueno-la voz sonaba divertida-me resulta más excitante tenerte cautivo, tú sabes, esto de ver sufrir a otro siempre me ha gustado-

-¿Vas a torturarme?-preguntó Alan temeroso.

-Oh por supuesto que no...no por ahora-Malfoy lo miró enarcando una ceja-¿me temes Potter?-

-Pues...-miró a los ojos grises del hombre-sí-

-Vaya-rió-eres el primer Potter que admite tener miedo-se detuvo-el idiota de tu padre jamás admitió tener miedo, ni siquiera cuando se enfrentó a mi señor-

-¿Mi padre?-preguntó Alan con voz débil-¿se enfrentó a Voldemort?-

-NO PRONUNCIES SU NOMBRE CON TU SUCIA LENGUA-

Alan miró su cuerpo. Estaba lleno de hematomas. Sintió algo caliente que le caía por la frente¿sangre tal vez?. Su ropa estaba desgarrada, todo el cuerpo le dolía, parecía como que los mortífagos se habían estado divirtiendo con él mientras se encontró inconsciente.

Una duda le vino a la mente¿qué demonios estaba haciendo ahí, hablando con Malfoy, teniendo una conversación¿teniendo una conversación?. Sí, y eso era extraño. ¿Qué se traía entre manos ese hombre?.

-Usted...-Alan tragó saliva al notar la mirada de Malfoy fija en él. Esa mirada frívola de un ser sin escrúpulos. Seguramente era capaz de matar a su propio hijo. La garganta le dolía al hablar-me dijo que hay una forma de..quitarme estas visiones- Malfoy sonrió.

-Sí-dijo sonriendo aún más-hay una forma-lo miró fijamente-con mi poder y tu juventud, lo lograremos-

-No entiendo-

-Sé que tienes visiones...-Alan lo miró asombrado-sé que eres poderoso, puedo sentir tu fuerza removiéndose dentro tuyo como una serpiente, y si te entrenas, podrás llegar a ser mucho más famoso y mucho más poderoso que el mismísimo Señor Oscuro-la voz de Malfoy sonaba demente.

-Sigo sin comprender-dijo Alan con voz temblorosa. Todo aquello lo estaba poniendo nervioso.

-Sé que tu última visión fue sobre la muerte de un ser amado tuyo-

-¿Cómo lo supo?-

-Peter puede ser de mucha utilidad, tú sabes, él es un animago-sonrió malévolamente-las ratas se introducen en lugares en donde los hombres no podemos- Alan se veía desconcertado. Malfoy siguió hablando-conozco una forma de salvarla de la muerte-

-¿Cómo?-

-Hay un poder que puede evitar que ella muera-

-¿Y cómo se aprende ese poder¿cualquier mago puede aprenderlo?-

-Pues...no puedes aprenderlo de cualquiera...sólo te lo puede enseñar...un mago oscuro- la puerta se abrió, dejando ver un hombre bajito, calvo, de ojos oscuros.

Su rostro era muy parecido al de una rata.

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Uma se encontraba sentada en la cama de James, mirando al suelo. De sus ojos verdes salían lágrimas. Oía las voces nerviosas de los adultos, y los sollozos ininterrumpidos de Lily. Una mano tomó la suya.

-Cariño-era su madre la que le hablaba-no llores, tu amigo estará a salvo-

-Alan es mucho más que un amigo, mamá- Catherine la miró con ojos brillosos.

Uma miró a su madre con las mejillas sonrojadas.

-¿Qué has querido decir?-

-Alan y yo estábamos saliendo- Catherine sonrió.

-¿De veras?-la risa feliz de su madre la asombró-me parece genial-

-Me siento culpable- los ojos miel de Cat la miraron inquietos.

-¿Por qué?-

-Si no lo hubiera dejado solo, él no estaría con los mortífagos...es culpa mía-dijo, para luego quebrarse en llanto.

Catherine la abrazó.

-No es culpa tuya...si hubieras estado con él, tú también estarías ahora con los mortífagos...-

-Lo hubiera preferido..moriría al lado suyo-

-Ay Uma, no seas...-los gritos desgarradores de Lily las hizo separarse. Uma y Cat se miraron apenadas.

-Debo ir con Lily, discúlpame cariño- Uma vio la toga de su madre ondear tras ella, y la perdió de vista cuando Cat desapareció al salir del cuarto.

Uma podía escuchar las voces de Lily y James.

-Alan, por Dios, James, nuestro Alan-decía Lily llorando. La puerta del despacho estaba entreabierta, y la joven Lupin pudo ver cómo Lily abrazaba a James, y éste le acariciaba el cabello.

-No llores amor, por favor, no llores-la voz de James se oía nerviosa.

-Ay James por qué nos ocurre esto de nuevo-

Uma vio a James levantándole el rostro a su esposa, y besándole los labios con ternura, para tranquilizarla.

-Todo estará bien-le dijo al separarse.

Lily seguía llorando en el hombro de su marido, cuando la puerta se cerró tras Remus.

-Uma...quiero que vayas al despacho de McGonagall y te quedes allí, hasta que regresemos- la joven miró a su bonito padre (N/A¿¿sólo bonito?..REMUS ES HERMOSO!) con mirada ausente.

-¿Hasta que vuelvan?-preguntó con nerviosismo.

-Sí..por favor, ve al despacho de McGonagall, los demás están allí-Remus le tendió la mano para ayudarla a levantarse, y la guió hasta la puerta.

-¿A dónde van?-preguntó, mientras su padre la arrastraba hasta el despacho de la directora-contéstame papá-

-Eso no te incumbe-dijo Remus bruscamente, soltándola-llegamos, sube-señaló las escaleras. Notó la mirada acuosa de su hija.

-¿A dónde van?-

-Uma, por favor, no lo hagas tan difícil-

-Papá, dime...-

-A la mansión Riddle, a buscar a Alan-leyó en los ojos verdes frente a él las palabras próximas y- NO vendrás-

-Papá, por favor, déjame ir-

-Uma, es un gran riesgo...pueden matarte-

-No me importa-dijo ella llorando-¿y qué tal si ustedes no vuelven? DÉJAME IR CON USTEDES, QUIERO VER A ALAN-

-Me importas demasiado cariñin-dijo Remus abrazándola.

-DÉJAME ACOMPAÑARLOS-

-No Uma-

-Rem...déjala venir-Catherine se acercó a ellos por detrás. Acarició el hombro de su marido-estará con nosotros, no le ocurrirá nada-

-Está bien-dijo Remus. Miró a su hija con ojos húmedos. Y pensar que no hacia tanto había sido pequeñita, recordaba el nacimiento de la joven como si hubiese sido ayer. Ahora entendía a James, el cual se emocionó mucho al reencontrarse con Harry...quince años después.

-Ven con nosotros Uma-dijo Cat, tomando la mano de su hija.

Caminaron el trecho que les quedaba hasta el aula de profesores. Allí, los esperaban el matrimonio Potter, el matrimonio Black, Harry, su hermano Remus, su cuñada Tonks...y algunas personas desconocidas.

-¿Qué¿qué hace ella aquí?-preguntó Remus jr mirando a su hermana con asombro.

-Vendrá con nosotros-Remus jr. abrió la boca-y no se discute-

-De acuerdo mamá-

-Pero...¿y si la ven?-preguntó Tonks.

-Utilizaremos el Hechizo Desilusionador-dijo un hombre con..un ojo de increíble movilidad. Se le acercó por detrás y, tocándola con la varita, sintió como algo frío le recorría la columna vertebral. Se miró las manos.

-¿Soy invisible?-

-Algo parecido-le dijo Harry guiándola hasta el escritorio. Allí había, por lo que Uma pudo ver, un zapato viejo.

-Utilizaremos un traslador para llegar a Pequeño Hangleton-

-¿A dónde?-

-Allí se encuentra la mansión de los Riddle-dijo Cat-uno de los nuestros está allí, haciéndose pasar por muggle-

Se reunieron alrededor del zapato y, luego de tocarlo, desaparecieron.

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Alan miró al hombre frente a él boquiabierto.

-¿Peter Pettigrew?-

-Hola Potter-Peter lo miró directamente a los ojos.

-Parece que conoces a Colagusano-

-Sí...lo he visto en mis visiones-

-Jajajajaja-Malfoy rió maléficamente-pues bien, él será tu niñera-Alan miró a Lucius con súplica. No era que le gustaba tenerlo a él cerca, pero entre ambos, prefería a Lucius.

Segundos después, Peter y Alan se encontraban a solas dentro del cuarto.

-Vaya-dijo Pettigrew-un gusto conocerte-Alan le sonrió falsamente.-¿Alguna vez te han dicho que eres idéntico a tu padre?-preguntó.

-Sí, me lo han dicho-dijo Alan-¿alguna vez te han dicho que eres el mago más traidor sobre la Tierra?- Pettigrew se acercó a él, y lo abofeteó. Alan sintió una mano muy pesada contra su mejilla derecha. Miró la mano de Pettigrew, la cual brillaba. ¿Una mano de plata?.

-Bonita..¿verdad?-la voz del hombre bajito sonaba triunfante.

-¿Te crees muy hombre al golpearme mientras me encuentro encadenado?-

-¿Sabes? Me hubiera encantado encontrarme en esta situación con tu padre...tengo tantas ganas de golpearlo hasta la muerte- un hilo de sangre salía de la boca del pelirrojo.

-¿Y por qué no lo ha hecho?-

-Nunca tuve la oportunidad-dijo Peter con voz desquiciada-pero ahora voy a vengarme de tu padre por esos años que estuve metido en Azkaban- levantó su varita, dispuesto a atacarlo. –Crucio!-

Alan sintió como si miles de cuchillos lo apuñalaran, el dolor era insoportable.

Gritó y gritó como nunca había gritado en su vida. La puerta del cuarto se abrió.

-Petrificus Totalus-bramó el hombre en el umbral. Pettigrew quedó petrificado, con la varita en alto. Alan miró al hombre apuesto que se acercaba a él, quizás para cerciorarse si estaba bien.

-¿Profesor Malfoy?-

-No te preocupes Potter, ya vendrán a rescatarte-dijo Draco limpiándole la herida del labio. Esas palabras sonaron enigmáticas para Alan.

-¿Qué está diciendo, profesor?-Alan lo miró con ojos cansados. Sentía su cuerpo demolido-¿usted no es un mortífago?-

-Cállate Potter-le dijo. La puerta se abrió, dejando ver a Lucius Malfoy y a por lo menos una docena de hombres encapuchados.

-¿Qué haces Draco?-

-Padre, Pettigrew atacó al muchacho-miró a Lucius a los ojos-lo estaba atendiendo¿hice mal?-

-Por supuesto que no, lo quiero con vida -miró a Pettigrew-Avery, Nott, llévense a este imbécil de aquí-ambos mortífagos asintieron con la cabeza, y tomaron a Pettigrew de los hombros. Fue en ese instante que oyeron gritos.

Se miraron entre ellos, asustados.

-Señor...-

-¿Qué son esos gritos?-preguntó Malfoy-¿quién grita?-

-Creo que es la Orden del Fénix, mi señor-

-¿QUÉ¿CÓMO SUPIERON ESOS ESTÚPIDOS QUE ESTAMOS AQUÍ?-

-No lo sabemos señor-

-Cuando averigüe quién fue voy a matarlo-bramó enojado.

-¿Quiere que peleemos señor?-

-No, eviten que entren aquí- los mortífagos salieron del cuarto.

-¿La Orden del Fénix?-preguntó Alan-¿mis padres?-

-Parece que tu padre ya supo que estás aquí-dijo Malfoy sombrío-ese Harry Potter nunca fue tonto-

-¿Harry Potter?-preguntó Alan-¿usted piensa que soy el hijo de Harry?- Malfoy lo miró con los ojos de par en par.

-¿Harry Potter no es tu padre?-

-Claro que no...él es mi hermano-

-¿CÓMO QUE TU HERMANO?-Malfoy se encontraba fuera de sí.

-Sí..yo soy el hijo menor de Lily y James Potter-Alan lo miró divertido-cambiando de tema, quiero hablar sobre ese poder que..-

-Ah sí-dijo Malfoy más calmo-sólo hay una forma de que lo aprendas-

-Dígame cómo-

-Sí te unes a mí, prometo buscar la forma de ayudarte a evitar la muerte de tu amada Uma-

-¿Qué?-

-Serás el mejor de mis vasallos-dijo Malfoy-piénsalo muchacho, piensa en todo el poder que tendrás-la puerta se abrió.

-Señor, son demasiados-

-Tenemos que sacarlo de aquí señor-dijo Crabbe. Lucius miró a Alan.

-Piénsalo muchacho-se acercó a él-nos volveremos a ver..algún día-y desapareció.

Alan miró a su alrededor. Se encontraba a solas en el oscuro cuarto. La puerta se abrió con estrépito.

-ALAN-una joven rubia se lanzó sobre él y lo abrazó-Alan..¿te encuentras bien?-le acarició el rostro. El pelirrojo sintió esas caricias como si nunca las hubiera sentido. La piel de Uma era tan tersa.

-Hijo-escuchó que la voz de su padre decía desde algún lugar del cuarto. Le quitaron las esposas, y sintió como dos fuertes manos lo levantaban en el aire. Y luego, el abrazo fraterno.

James apoyó su cabeza sobre el hombro de Alan. Y lloró. Lloró por todo lo que estaban pasando. Todo eso otra vez, después de tantos años volvían a sufrir en manos de mortífagos.

-Papá-la voz de Alan comenzaba a apagarse. James se sentó en el suelo, acostando al joven sobre sus piernas.

-No te preocupes hijito, todo estará bien-dijo Lily acercándose-ya iremos al castillo, todo va a pasar cariño-la voz de su madre se notaba quebrada.

Alan miró a sus padres.

-¿Por qué sonríen?-

-Porque te encontramos con vida-Lily besó la frente del pelirrojo.

-No hay nadie-dijo Sirius entrando a la habitación.

-¿Nadie?-preguntó James asombrado-¿se han ido todos?-

-Sí-dijo Sirius encogiéndose de hombros-¡qué extraño!-

-¿Por qué es extraño?-preguntó Uma.

-Porque no pelearon...ni siquiera nos lastimaron, eso es raro en ellos-dijo Remus-ahora hija, tenemos que irnos-

-¿Harry está con ustedes?-preguntó Alan.

-Sí, él fue quien nos dijo que te encontrabas aquí-dijo James- alguien le avisó de tu paradero, un anónimo, según tu hermano-

-Tenemos que ir al castillo- levantaron a Alan del suelo. El pelirrojo cerró los párpados (N/A: para mí está mal dicho "cerró los ojos"..¿cómo se hace para cerrar los ojos eh? Son los párpados los que se cierran caray!) y sintió como si algo lo succionara hacia abajo. Al abrir los párpados, vio que ya no se encontraba en aquel cuarto mugriento, sino que se encontraba en la limpia enfermería de Hogwarts. Miró a su alrededor. Su hermana sonreía feliz a su derecha, y Harry le tomaba la mano a su izquierda.

-Qué bueno que te encuentres bien, bodoque-dijo Harry sonriendo. Alan suspiró. ¡Qué bueno era estar en familia!.

-Alan...queremos hablar sobre lo que ocurrió en la mansión Riddle-

-¿En dónde?-preguntó él sin entender.

-En la mansión Riddle..así se llamaba la casa en donde te mantuvieron cautivo-dijo Remus, que se encontraba apoyado contra la pared.

-Ah-dijo el pelirrojo-¿dónde están Reg, Trix y Tom?-

-Ellos están en el despacho de McGonagall-

-Ellos...-

-Ya vas a verlos, pero cuéntanos qué pasó-dijo Cat.

-Pues...me secuestraron...Malfoy dijo que él es el único que puede quitarme estas visiones de mi cabeza-

-¿Y tú le crees?-preguntó Harry.

-Ese no es el punto-dijo Alan-es más, me trato muy bien-

-Algo se debe traer entre manos para que sea tan cortés contigo-dijo James-los mortífagos no son de fiar-

-¿Cuántos mortífagos viste?-

-Tan solo cuatro o cinco-

-Nombres-dijo James.

-Pues...Avery, Nott…Pettigrew-Sirius gruñó-y…Draco Malfoy- los adultos sonrieron.-¿Por qué sonríen?-

-¿Draco Malfoy dices?-preguntó Harry.

-Sí, él estaba ahí-dijo Alan-¿qué ocurre con él?-

Harry rió-Draco Malfoy fue el que me avisó que te encontrabas en la mansión Riddle...el anónimo que se hizo pasar por muggle, y nos consiguió un traslador llegar al pueblo-

-¿Qué?-preguntó Alan asombrado.

-Malfoy es miembro de la Orden, está de nuestro lado-

-Pero...-

-Sí, fue un mortífago cuando era más joven...es más, quiso matarme..pero tengo confianza en él-

-¿Estás hablando de Draco resentido social Malfoy?-

-Claro-dijo Harry sonriendo.

Alan miraba a su hermano boquiabierto.

-Te has vuelto demente-dijo mientras negaba con la cabeza.

Harry se mantenía sonriente.

-Ahora...alguien quiere hablar contigo sobre lo que ocurrió..te mereces una explicación-Alan enarcó una ceja.

-¿Quién quiere hablar conmigo?-

-Albus Dumbledore-