-"Menudos nervios! Es que no puedo ni dormir...son las tres de...a ver..."-Hermione se incorporó brevemente para mirar la hora en su reloj de mesa, mientras unos resplandecientes rayos plateados de una cortina mal corrida, daban contra las sábanas de seda oscura que tapaban el cuerpo bien formado de la chica con su camisón blanco. Al ver la hora, la chica, con cara aún medio dormida, se dejó caer sobre la almohada con un suspiro algo enfadado.-"Joder! Están a punto de ser las tres y media...todo por culpa de los nervios!...he de tranquilizarme...no pensaré en ellos hasta que no me levante...inspiro...expiro...inspiro y pienso en el lago del bosque de aquí cerca...expiro y me acuerdo de cuarto año en Hogwarts, en el torneo de los tres magos, la segunda prueba...Harry salva a todos los paladines...a mi y a Ron y a los otros...muy bien...los estoy dejando para mañana...¡mierda!..el lago no funciona...a ver...pienso en otra cosa..el desierto...la tierra roja como los cabellos de Ron...¡otra vez! Esperaos a mañana!.."-la chica tenia la cabeza hecha un lío, por lo que decidió acomodarse en la gran cama cambiándose varias veces de posición.

Finalmente, la chica, un rato después, consiguió tranquilizarse lo suficiente como para poder cerrar los ojos y dejar que Morfeo se la llevara a su mundo de sueños.

/-/-/-/-/-/-/-/

-¿Cómo crees que estará?-le preguntó un hombre joven a otro un poco más alto a su lado, mientras caminaban por un camino de piedra y tierra, bien entrada la mañana.

-Supongo que bien...-le respondió el otro joven- mira! Debe ser ése, dónde Ginny nos dijo!

El otro joven miró hacia donde señalaba su amigo y no le quedó más remedio que asentir, maravillado. La zona donde estaban ellos, a parte del camino de tierra y piedra, andaban rodeados de montañas, nubes bajas que ocultaban el sol, verdes praderas y bosques frondosos.

-Menudo sitio dónde vivir...me gustaría vivir también allí...-decía su compañero.

-Para ella puede que demasiado grande...recuerda que le gustan las cosas hermosas, pero sencillas...aunque si ese castillo tiene una buena biblioteca, estoy convencido que no se lo habrá pensado demasiado...-decía con una sonrisa mientras aceleraban un poco más el paso para llegar hasta la magnifica vista.

Un pequeño castillo, comparado con los castillos más famosos, pero igual de impresionante, con grandes extensiones de jardín verde, el gris y el blanco color de las piedras que gormaban la estructura, con la perfecta forma y armonía de un antiguo castillo de ensueño.

-¿Cómo dijiste que se llamaba?-le preguntó el hombre más alto a su compañero.

-Creo que Ginny mencionó algo de...creo que era del Castillo de los Halcones...-dijo el joven con una sonrisa-"Ya falta menos, Hermione..."

/-/-/-/-/-/-/-/

-Ven aquí!-aullaba una joven de ondulada y larga cabellera a otra que corría delante suyo, de encendida melena.

-Jamás! No tengo ganas de morir antes de hora!-decía Ginny Weasley, corriendo delante de Hermione Granger, intentando no ser alcanzada por la joven de camisón blanco. Ginny llevaba una falda larga de color beige, con dos rajas a los lados hasta las rodillas, y una camiseta de manga corta de color gris brillante. Llevaba unas cómodas botas amarronadas sin tacón, lo justo y cómodo como para correr.

-Pues tendrás que morir!-decía muy enfadada la muchacha de camisón largo blanco detrás de ella. El camisón se le pegaba al cuerpo, dejando entrever sus hermosas formas, de tirantes muy finos, de seda, también brillante.

Ginny, apunto de ser alcanzada, se encontró con las escaleras principales y decidió subir hacia el tercer piso corriendo, mientras una furiosa Granger la perseguía muy deprisa.

Mientras eso ocurría, Katie miraba la escena des del vestíbulo, con una sonrisa divertida en la cara. En el preciso instante en el que el ruido que ocasionaban las dos chicas consiguió perderse un poco de oído, llamaron a la puerta, picando en ella, provocando un pequeño sobresalto en la mujer. La mujer se extrañó, no sabía nada de que tenía que venir alguien...

-"¿No serán esas personas que dijo Ginny?"-se preguntó la mujer, acordándose de pronto de las palabras, apenas hacia unos veinte minutos, de la joven mujer Weasley. No tenía ni idea de quien se refería, pero fue de inmediato a abrir la puerta. La rechoncha y agradable mujer cogió el pomo y lo giró hasta dejar abierta la puerta. Katie abrió la puerta para ver en ella a dos hombres jóvenes, bien parecidos, plantados en el umbral de la puerta. La mujer se quedó algo sorprendida, pero les preguntó amablemente.

-¿Qué desean?

-Esto...em...-dijo el chico moreno, un poco nervioso-...¿es aquí donde vive Hermione Granger?

La mujer se quedó algo parada en un principio, pero con una agradable sonrisa en el rostro y con vitalidad, se apartó del medio y abrió la puerta para que los dos muchachos pudieran pasar.

-Son ustedes las personas que me dijo la señorita Weasley, ¿no?

El otro joven, antes callado, respondió esta vez.

-Si, debemos ser nosotros...

Con gran alegría contenida, la mujer les dijo:

-Esperen un momento, la señorita Granger está ahora algo...podría decirse...ocupada, esperen que la llamo..

-No se moleste, no hay prisa...-dijo rápidamente el chico moreno, secundado por el pelirrojo.

Entonces, se empezó de nuevo a escuchar el sonido de las dos chicas por las escaleras, por lo que la mujer, que había avanzado unos pasos, retrocedió y se quedó junto a los muchachos, algo nerviosos y extrañados a causa del ruido. La mujer se giró para hablarles.

-Enseguida estará por aquí...-no acabó de decir la frase por que se había quedado mirando a los dos atractivos muchachos, y se dio cuenta de algo en uno de ellos-...dios mío...pero...pero si es usted...-empezó maravillada la mujer.

Pero no llegó a acabar la frase porque los chillidos la interrumpieron.

-Weasley! No huyas! Te vas a enterar!-se oía una voz en el tercer piso, mientras bajaba hacia el segundo por las escaleras, mientras que la otra voz:

-Si, me voy a quedar aquí para que me mates! Que te lo has creído!-decía la otra joven que bajaba a toda prisa hacia el primer piso y la planta baja. Sin necesidad de acercarse, vieron cómo una hermosa joven de cabello encendido bajaba a toda prisa por las escaleras del primer piso, hacia la planta baja.

Los chicos pudieron observar entonces, a una cabellera castaña ondulada, por muy pocos segundos, pues estaba bajando del segundo piso al primero.

-No me alcanzarás!-decía la joven de falda beige.

-Que te lo has creído!-dijo la joven que se había quedado entre el segundo y primer piso. Entonces, lo chicos vieron como la joven de gris camiseta estaba por los últimos escalones y con una sonrisa vencedora pero cansada, se daba por ganadora. Pero entre la hermosa cabellera castaña de más arriba, vieron una sonrisa.

-"¿Puede ser ella...?"-se preguntaron mentalmente cada uno de los muchachos, mirando asombrados la siguiente escena.

La chica de cabellos ondeados, con uno de sus brazos apoyados en el pasamanos de mármol de la escalinata, cogió impulso y, sorprendiendo a todos menos a Katie, y provocando que Ginny corriera aún más, con la fuerza de su brazo, cogió impulso y saltó por encima del pasamanos, después del cual, no había más que el suelo de la planta baja, donde se encontraba el vestíbulo, en el cual, sin puerta alguna, nada más, cómo en el salón, se diferenciaba una habitación de otra por el gran arco con las cortinas rojas y los escalones.

-No!-chillaba Ginny, mientras había visto lo que la chica había hecho.

Los chicos, totalmente alucinados, vieron cómo la chica de ajustado camisón caía des del segundo piso, hasta la planta baja por uno de los huecos abiertos de la escalera. Hermione cayó con gran habilidad, aterrizando con elegancia, quedándose en pié y con las rodillas apoyadas en el suelo, al igual que las manos, cómo un felino en posición.

-"Menuda caída...menuda pose más sexy...Harry, por dios, deja de pensar en esas cosas! Para las pocas veces que lo hago y encima me reprendo a mi mismo...además, no es seguro que sea Hermione, aunque...ese pelo, esos ojos, esa sonrisa oculta, esa movilidad...ese cuer...Harry! que estés en tu mente no te da derecho a pensar estas cosas!"- al pensar estas cosas, el chico moreno se sonrojó, a la mirada crítica de su amigo, sin razón.

La joven Weasley giró un momento su rostro para detrás y vio a la joven Granger de cuclillas en el suelo, por lo que, poniéndose más pálida de lo habitual, decidió hacer un último Espring hasta la persona que antes, cuando bajaba por la escalera, a causa de las prisas, había observado.

-No huirás, Weasley...-murmuró la joven de castañas orbes.

-"Esto es...alucinante...menuda habilidad...menuda caída...¿ realmente Hermione podría hacer eso...o es que acaso lo acaba de hacer delante de mis narices..?"- se preguntaba el joven de cabellos encendidos, viendo cómo su hermana corría en su dirección, como una posesa y con cara de espanto.

-¿Es...es ella...es ella Hermione?-preguntó el atractivo moreno, sin acabar de creérselo.

Katie le dirigió una mirada cómplice, al darse cuenta que los dos se miraban a Hermione con sincera sorpresa.

-Si...ella es muy hábil, como habrán podido observar...-les dijo.

Las cortinas que daban al vestíbulo estaban descorridas, aunque la verdad, en muy pocas ocasiones se corrían. Ginny corrió y gritando despavorida hacia las escaleras que daban hacia las tres personas del vestíbulo...iba a esconderse detrás de ellas, Hermione no podría hacerle nada entonces.

-"¿Tres...? Pero si sólo he visto a Katie..."-pensó en un momento al ver entre la luz de las ventanas del vestíbulo la figura de tres personas-"...¿no serán...? Han llegado!"

Hermione no tenía vista para nada más que Ginny, a quien perseguía hacia rato. No vio ni hacia donde se dirigía, ni quiénes había en el vestíbulo, no el salto que había hecho de un piso a otro...sólo tenia en la mente atrapar a Ginny y torturarla hasta que ella quedara satisfecha. Con una sonrisa en los labios, Hermione se paró de golpe mientras Ginny estaba solo unos pasos de esas dos personas que miraban la escena con sorpresa.

-Prepárate, Weasley, vas a sufrir!-le dijo la joven castaña a la pelirroja, lo que ocasionó que su amiga parara y se volteara con cara de espanto.

-Ni se te ocurra, Granger...-dijo con voz desafiante la pequeña Weasley.

-"¿Ginny ha dicho Granger...? No hay duda entonces, es Hermione...nuestra Hermione...Hermione..."-pensó el moreno, en ver la escena y oír a la pequeña Ginebra nombrar el apellido de su amiga.

Con una sonrisa cruel en los rojizos labios, Hermione elevó su brazo con extrema rapidez en el cual se encontraba su varita, y gritó con una voz alegre y divertida:

-Coscrien!

Con emoción contenida, el pelirrojo, el moreno y la señora tuvieron que taparse los ojos, pues una gran luz anaranjada había iluminado y cegado sus ojos, a la vez que el grito de Ginny se escuchaba por toda la planta baja.

Cuando, instantes después, la luz desapareció, el pelirrojo hombre, pudo ver a su hermana tirada en el suelo, a la vez que su amigo y la mujer, que sonreía mientras miraba a la castaña, allí de pié, cómo la joven Weasley estaba partiéndose en sonoras carcajadas en el suelo, enroscada en el frío mármol blanco, cogiéndose el estomago con fuerza e intentando que las lágrimas no le salieran de sus hermosas orbes.

-Hermione...pa...Herms...jaja...haz...jajajajaja...que...-intentaba decir la joven mujer en el suelo, entrecortadamente-...des...jaja...haz el...el...para ya! Jajaja...el...hechizo...jajajajajajaja!-termino la joven a duras penas.

La aludida cruzó sus brazos sobre el pecho e hizo el ademán de pensar.

-Podría hacerlo...-decía la joven-...pero se acabaría la diversión muy rápido...tu peor enemigo, Ginny...las cosquillas, tu mayor tortura...en mi poder...-decía la joven mirando hacia la chica del suelo que no dejaba de reírse.

Unas carcajadas desconocidas de fondo resonaron en el vestíbulo, asustando a la joven momentáneamente, lo que causó que volteara la cabeza para observar de donde provenían.

-Herms...deja a Ginny, pobrecita...creo que mi hermanita preferida ya ha sufrido bastante...-le dijo el chico pelirrojo con una sonrisa, mirándola con unos hermosos ojos azules.

-Ron tiene razón...Hermione...-acabó diciendo su acompañante, con la mirada más hermosa que la chica había visto.

Al ver quiénes había allí, la chica no pudo menos que dejar caer la varita de sus manos, haciendo que Ginny dejara su tortura y volviera a intentar respirar con normalidad, dentro de lo que podía.

Delante suyo dos chicos atractivos la miraban con ternura y diversión mezcladas en sus ojos.

Uno de ellos, un poco mas alto que el anterior, con la expresión característica de una sonrisa siempre en su rostro. Debajo de esas ropas se podían adivinar un cuerpo delgado pero atlético y unos músculos duros en su proporción. Su cabello encendido como el de su hermana y sus tradicionales pecas en el rostro, lo que le daba un aire a diversión seguía como siempre. Al igual que su clara mirada azul y sus manos metidas en los bolsillos de la chaqueta sin mangas que llevaba, de color verde oscuro. Debajo de esa chaqueta sin mangas, llevaba otra de manga corta de color azul plateado y unos pantalones beige.

El otro, cómo tradicionalmente había sido siempre, más bajo que el anterior, con una mirada que desnudaba el alma de las personas. Su cabello siempre desordenado, con el pelo más largo por la zona de la nuca color azabache, esos ojos profundos de color esmeralda, que siempre habían tenido un hechizo que embrujaba a cualquiera que los mirara, en especial al sexo femenino y esa cicatriz en forma de rayo que lo hacia tan famoso. Su cuerpo, cómo el del anterior, era atlético y musculoso. Sus fuertes brazos en apariencia quedaban vistos bajo la camiseta negra de gruesos tirantes que llevaba y los blancos pantalones anchos que le caían cintura abajo. Para resguardarse de las pequeñas brisas del viento, una capa verde oscuro le tapaba los hombros y algo los brazos, que los tenía cruzados en el duro pecho de él.

-No...no puede...no puede ser...-decía Hermione, algo perdida y sonrojada por la presencia de tan atractivos muchachos y mejores amigos.

-"Qué guapos! Dios mío, no me extraña que Ginny me dijera que eran de los mas codiciados en el ministerio...Hermione, contrólate, son tus mejores amigos..."

Con una falsa mueca de interrogación, Ron giró la cara hacia Harry.

-¿Des de cuando somos fantasmas?-le preguntó mientras Katie y Ginny se reían por lo bajo. Harry pareció meditarlo, hasta que encontró la respuesta apropiada.

-No, Ron...no somos fantasmas, lo que ocurre, es que gracias a tu somnambulismo hemos acabado perdidos...tu afición a aparecerte mientras estás dormido en otros sitios empieza a ser enfermiza...-decía Harry, causando aún más risas en las dos mujeres y ahora también en Hermione, que parecía dispuesta a creerse que sus mejores amigos no eran fantasmas de su mundo privado.

Ante esa contestación, Ron, contra todos los pronósticos, que parecían indicar que el chico de tradicionales pecas iba a estallar en risotadas, el chico se puso súbitamente pálido, pero cambió rápidamente el color al ver cómo Harry le miraba con una sonrisa algo pícara, lo que hizo que se sonrojara brutalmente, intentando cambiar de tema.

-Esto...esto...-decía mirando a Harry de reojo y con mala cara-...esto...pues eso, Herms...

Ante esa...frase, la chica se quedó algo parada, y no supo qué decir. Harry, al ver la incomodidad de su mejor amiga decidió sacarla de ese incomodo silencio.

-Estás muy hermosa, Herms...-la chica se sonrojó al ver a su amigo mirarla de arriba abajo elevando una ceja como muestra de interés, y giró la cara hacia otro lado con el ceño ligeramente fruncido-...sobretodo con ese camisón blanco...

Al oír la palabra camisón, Hermione pareció despertar de la ensoñación en la que se encontraba y, volviendo la cabeza con mirada asesina, dirección hacia Ginny, que había tenido la precaución de ponerse entre los dos chicos, le señaló con el dedo.

-Esta me la pagas, Ginny...-pero al oír la risa de los dos chicos y de Katie, les preguntó una pregunta que hacia rato, des de que los había visto, que le rondaba por la cabeza-...Harry...y...Ron...¡Cómo sabíais donde vivía? Las únicas que lo saben son Luna y esta de aquí..-dijo señalando a Ginny, algo atemorizada- y algunos del trabajo...

-Herms, parece mentira que con tu cuociente intelectual por los cielos no te hayas dado cuenta de una cosa. Un pequeño detalle-dijo Ron mirando a ala chica con otra de sus contagiosas sonrisas.

-¿Qué detalle, señor Weasley, no ha captado mi gran cerebro?

-Pues uno microscópico, cómo el no recordar que la persona a quien estabas torturando y a punto de matar antes de que llegáramos, era y sigue siendo, para mi desgracia -ante eso, se llevó una colleja por parte de su hermana-...ai!...bueno, pues, mi hermanita a quien yo tan poco quiero...y recuerda también, que esa señorita todavía no se ha independizado, aunque pase más tiempo en casa de Luna, en la academia de sanadores y algunas veces, hasta en tu casa, y que sigue viviendo en el mismo techo en el cual yo a veces...

-Es decir, cada día...-aclaró Harry con un movimiento de mano.

-Desayuno, bueno, con Harry también...desayunamos...

-Comemos...-dijo Harry.

-Merendamos...

-Y en muchas ocasiones, cenamos...

-Y que uno al final se entera de las cosas...-acabó Ron, con una mirada triunfal.

Ginny los miró con cara de fastidio, cruzando los brazos sobre el pecho.

-Claro...cómo comento tantas veces en voz alta dónde vive Hermione...

-Bueno, un poco de presión por parte del hermano mayor y su mejor amigo no viene nada mal...

-Pero si me obligasteis a decirlo!-replico su hermana pequeña. La chica de orbes castañas escuchaba esa conversación a medias, pues estaba más concentrada en unos hermosos y dulces ojos verdes que la miraban con ternura.

-Nada, Hermione, en definitiva, que ayer por la noche me preguntaron muy desesperados y nerviosos cómo tenían que presentarse delante de ti, que temas podían hablar contigo...y a alguien se le escapó, entre tanto nervio, la dirección de tu vivienda...ellos, felices impacientes por verte y quedar como unos caballeros, decidieron venir a recogerte, darte una sorpresa y demás...-terminó la joven Weasley.

-Te recomendaría, Herms, que te fueras a vestir algo más cómoda...tenemos muchas ganas de hablar contigo...-dijo Harry, con la mirada clavada en la retina de la chica. Ella asintió con pesadez, muy nerviosa y corrió por las escaleras hacia su habitación para darse un baño y vestirse lo más rápido posible.

-Mejor la acompaño...-decía Ginny, mientras les decía que se pusieran cómodos en el salón, pues Hermione lo había dicho mientras subía la escalera.

Cuando se quedaron solos, los chicos se sentaron, observando con gran interés la "casa" de su amiga. Ron fue el primero en romper el silencio.

-Ginny y Luna nos dijeron que Herms había cambiado...de momento no le he notado ningún cambio, a aparte del físico...-decía Ron, con una sonrisa.

-Pues yo si que la e notado diferente...bastante...demasiado, para mi gusto...-dijo Harry, sorprendiendo a Ron.

-No se de que me extraño...veis cosas donde nadie más las ve...

-Los ojos de Hermione tenían una mirada diferente...parecían más...fríos y...no se, tal vez vacíos...-decía Harry recordando la mirada de la hermosa castaña.

-Pues que quieres que te diga, pero yo la he notado normal...-le contestó Ron- estos temas sólo puedes resolverlos tú, Harry...cuando estábamos en Hogwarts era lo que hacías...

El joven moreno sentado en el cómo sillón negro se revolvió en él, algo nervioso y sonrosado. El pelirrojo lo miraba de reojo y sin más rodeos, decidió preguntarle una cosa que le incomodaba.

-Oye, Harry...-decía algo incómodo, mientras se pasaba la mano por la nuca, algo nervioso.

-Dime..

-Esto...pues...lo que has dicho antes...

Harry lo miraba sin entender de qué halaba su amigo.

-Pues de eso! Harry, de lo que has comentado antes acerca de mi somnambulismo...-decía todavía mas nervioso. Al fin, el moreno de intensa mirada esmeralda captó el mensaje, demostrándolo mientras sonreía de forma pícara.

-Si...esos "pequeños"-dijo haciendo el signo de comillas con una sonrisa divertida con los dedos- viajes que te haces por las noches...y no sólo fuera de nuestra casa...alguna vez has acabado en la cocina, dormido con la puerta de la nevera abierta...otra en la bañera vacía...y otras...otras en otros apartamentos...pero curiosamente, casi siempre y sin equivocación alguna, siempre es el de...-Ron estaba muy nervioso y temblaba antes de que Harry pronunciara el nombre.

-¿El de quién?-les preguntó una nueva voz detrás de ellos. Rápidamente, al darse cuenta de la presencia de la chica a causa de la voz, se pusieron en pié mientras miraban a la chica algo sonrojados.

En ése momento, la chica, algo nerviosa, llevaba una camiseta de tirantes, roja como la sangre, de tirantes gordos, de los cuales, caían como agua, una manga de velo negro en cada brazo, de forma que pareciera roto y rasgado. Su escote era un escote medianamente cuadrado, des del cual se podía observar en el cuello una cinta-collar, pegada al cuello de la chica, negra como la noche, de la cual colgaba una cruz de brillante plateado, dando un encanto a la chica casi místico. Unos tejanos negros de cintura baja piratas con alguna cadena adornaban las piernas de la chica, cómo las sandalias un poco altas de la chica, negras, con cintas que ataban el zapato al tobillo, de color rojo. La chica se había recogido el cabello en una simple cola alta, y sonreía muy nerviosa por dentro.

-Oh...esto...pues...-intentaba decir Ron, mientras Ginny prácticamente le buscaba un babero descuidado por la casa.

Hermione sonrió a Ron y miró a Harry. Sus ojos verdes penetraron en los castaños. Su rostro, el del chico, parecía ido.

-"Ya puedo morirme en paz...Que revivan cien Voldemorts y me maten, que no me importa...cielos, Hermione...como te sienta...te sienta...no te pongas nervioso, Harry, aquí no te va a oír...ya pero bueno...puedes decir que con el mechón que se le escapa de la cola esta muy sexy...o que la ajustada camiseta y el escote están haciendo dudar tu control sobre ti mismo...bueno, vale ya! Ella es mi mejor amiga...hace ya como...como dos años que no la veo!...no sabes ni en lo que trabaja...como si tu lo supieras...pues la verdad es que no...es igual, Ron y yo se lo sacamos hoy...está mas que claro que hoy no será el último día que nos vemos...si hombre, antes de eso, secuestro a Hermione o la llevo a mi casa, o me hago ocupa en la suya..."

-Bueno...pues...-seguía diciendo Ron. Ginny parecía algo enfurruñada, le daba un poco de rabia el ver allí a sus dos amigos y hermanos, después de tanto tiempo y de las ganas locas de verse y ahora que estaban por fin delante...¡Pues que no se digieran nada! Era increíble...

-Bueno, chicos, me voy...he quedado con Luna para ir a ver unas túnicas nuevas...me han invitado a una conferencia de sanadores, en París, y e voy a comprar una túnica nueva...

Los chicos se la quedaron mirando, como si se dieran cuenta de que Ginny estaba allí.

-Bueno, espero que disfrutéis...adiós, Ron, le daré recuerdos de tu parte a Luna-le dijo la chica antes de girarse para ir hacia la puerta, con una sonrisa picaron en los labios- y Harry y Hermione...pues eso, hasta otra...tendremos que dejar tu otra venganza para otra ocasión, Hermione...-la chica pelirroja hizo un señal con la mano, sonriente mientras bajaba los escalones al vestíbulo.

-Y de mi parte también te llegará otra venganza...

Ginny se giró sorprendida para ver la cara de enfado de Harry, visiblemente sonrojado, mientras Herms y Ron habían conseguido encontrar el tema de la decoración lo suficiente interesante como para poder entablar una conversación decente.

La chica de ojos marrones miró al de ojos verdes con picardía, mientras Harry le decía por lo bajo.

-Tenías que habernos advertido...

-¿De que?-preguntó la chica con falsa inocencia.

-De cómo...de cómo es ahora...ella...

De pronto, el rostro de la joven se tornó serio.

-Harry... no permitas que Hermione...cuente mas cosas de las que quiere...

-Iré poco a poco...

-Si alguna pregunta la incomoda, no insistas...

-No...

-Mantén a raya a Ron, ya sabes que no piensa mucho, a veces...

-Ginny...sabré afrontar cualquier situación...

-Pero...

-Llegarás tarde a tu cita con Luna...venga.

Pero Ginny era empujada por Harry con cara de preocupación, por lo que él intentó tranquilizarla un poco más.

-Ginny, hace ya..como dos años que no la veo en persona, lo menos que deseo ahora es que por culpa de cualquier estupidez ella se aleje de nuevo...

-Sobretodo-le dijo la chica a modo de advertencia, mientras Harry le había abierto la puerta-no le insistas demasiado en el tema del trabajo...ha cambiado mas de lo que piensas...puede transformarme en una persona desconocida en menos que...en menos que curo una rascada...

-Eso es demasiado poco...

-Creértelo...ella hace lo imposible...ya verás...

-La verdad es que...

-¿Qué?-inquirió impaciente la chica, mientras miraba con cara molesta a Harry. Tenía total confianza en él, pero tenía miedo de la reacción de su amiga a algunas de las preguntas...Hermione había cambiado demasiado.

-El brillo de sus ojos...no se, creo que está diferente...

Ginny volvió a sentirse aliviada de golpe.

-Por lo menos...tú has notado algo...bueno, no me entretengo, que tengas suerte!-dijo de improviso la joven y en un abrir y cerrar de ojos ya no estaba.

-"¿Notar?...puede que ese vacío en los ojos de Hermione sea algo extraño..."-pensó el joven, mientras veía a la chica y a su amigo hablar ya en el vestíbulo con interés.

-Bueno-dijo Ron de repente-yo tengo hambre...

-Jack prepara unos desayunos buenísimos...-dijo a prisa la chica.

Los dos jóvenes atractivos se miraron con sonrisas y volvieron la mirada a la chica, que notó su nerviosismo al notar a dos orbes esmeraldas mirarla con atención y interés. Pero ella, haciendo gala de su duro entrenamiento cómo especialista en su trabajo, no mostró nada en su rostro que la delatara.

-Hermione, a lo que nos referíamos...bueno, en realidad, la idea era ir a otro lugar...-dijo Ron con una brillante sonrisa.

-¿Alguna propuesta, entonces?-preguntó de forma sarcástica. Al escuchar el tono de voz, Harry y Ron se pusieron algo nerviosos.

-Pues habíamos pensado en...no, en el Caldero Chorreante no...habíamos pensado en una pequeña cafetería que descubrimos hace un año o así...no está en Londres, lo cierto, es que no está demasiado lejos de aquí...-dijo Harry, con una sonrisa. Hermione entonces se sintió realmente mal.

-"Dios, parezco una criatura... ¿Por que no me podía callar? Son dos años!...eres muy cruel, Hermi...como si tu no formaras también parte de mi, es culpa tuya también...joder, estoy más nerviosa...pocas veces he estado así...es verdad, sólo recuerdo esa noche...estabas realmente nerviosa...era para estarlo...si, tienes razón...Jordan estuvo a punto de...lo recuerdo, no hace falta que me lo recuerde a mi misma, gracias..."

-Vámonos...-dijo Harry mientras Ron ya había salido. Hermione se quedó mirando a Harry y él a ella, y justo antes de salir, el chico le sonrió de forma abierta y sincera, lo que provocó una sonrisa débil en ella. El chico salió seguido de la joven, mientras la chica avisaba de que se iba.

-Bueno...-dijo Ron empezando a caminar- tenemos mucho de qué hablar y un rato para caminar...

-¿No podríamos aparecernos?-preguntó la chica.

-Tú no sabes el lugar, explicártelo sería una perdida de tiempo importante...-replicó Ron al ver que iba a formular esa pregunta.

-No tenemos que perder más tiempo...ya se ha ido al garete el suficiente...-comunicó el chico de la cicatriz en forma de rayo.

Unos minutos después, salieron de las grandes y pesadas puertas de el castillo, y se internaron en el camino de piedra y rodeado de bosques.

-Esto es precioso...tienes suerte, Herms...aquí tienes toda la tranquilidad que deseaste siempre...-suspiró Ron, admirando el paisaje.

Se quedaron un rato más hablando de cosas más triviales, hasta que empezaron a divisar, en el camino, un pueblecito, no muy grande, pero con pinta de acogedor.

-¿Es por aquí?-preguntó Hermione, mirando los pequeños escaparates y algunas casas de pinta antigua.

-Pues si, es un poco más recto...le llamamos cafetería, pero en realidad, es un horno de pan...también sirven pastas, y a veces venimos aquí a relajarnos...

-¿Ginny ha venido alguna vez con vosotros?-preguntó la chica ocultando todo tipo de sentimientos leíbles en su rostro mostrándose indiferente a los ojos de los demás.

-Si...un par de veces...

-Acompañada de Luna-añadió Harry, mirando de reojo a Ron, que se puso a mirar también los escaparates con reciente interés.

-Vaya...no lo entiendo, Luna y Ginny sabían donde vivía...a una media hora andando en dirección al valle, a paso ligero, a una hora a paseo... ¿No os habían comentado nada?

-Lo más posible es que no supiesen donde estaba el horno este...

Hermione les miró con cara de interrogación mientras seguían caminando. En ese momento unos chicos paseaban por allí, vieron a Hermione y pararon su camino para voltearla a ver mejor. Los dos atléticos chicos miraron con caras ceñudas a los chavales.

-¿No?

-Pues...-dijo el chico de cabellos azabaches y ojos verdes-...no...el nombre del pueblo creo que se lo mencionamos pero no estoy convencido...pero igualmente, íbamos por medio de red Flú.

-¿El horno, o cafetería o granja...o lo que sea tiene red Flú para los clientes?

-Si...eso es lo bueno, por lo que las chicas nunca saben donde esta realmente, simplemente, son transportadas...

-Ahora lo entiendo...-inquirió Hermione. Los tres jóvenes se pararon delante de lo que parecía ser una pequeña pero acogedora granja, con los marcos de madera antigua pero resistente, cómo el letrero. Los chicos entraron, y de inmediato, la chica reconoció el lugar.

-"Hacia ya tanto que no venía...con el trabajo he estado demasiada liada..."

-Hermione! Cuanto tiempo sin pasar realmente por aquí!

Los tres jóvenes se voltearon para encontrarse con una anciana de ojos marrones con cara de vitalidad.

-Señora Gellar! Si, tiene razón...ya sabe, el trabajo...

-Bueno, veo que vienes acompañada...-y dándole sin mucho disimulo en las costillas a la chica, le dijo con picardía- y muy bien acompañada, por cierto...-a la chica se le subieron los colores a más no poder, mientras los chicos reían con la graciosa pero anciana mujer.

-Por aquí, por favor...a estas horas de la mañana, en Domingo, a la gente no le apetece salir mucho...a estas horas aún están durmiendo...-la mujer les condujo hacia las pequeñas y redondas mesas y les dijo- elegid la que mas os guste...yo os traeré un desayuno que veréis! Es mi especialidad...

-Aún no le hemos dicho a que hemos venido...

-Lo supongo, querida...-y sin más, la mujer se fue hacia las cocinas, hornos de piedra, mientras los muchachos sonreían y se sentaban.

-Conocías a la señor Gellar...-dijo Ron, mirándola directamente.

-Si...ayer mismo hablé con ella. A veces, a la mujer le da por caminar, y llega a mi casa, donde charlamos y todo eso, pero últimamente con el trabajo he estado algo liada.

Un rato después, la buena mujer, con cara amable, les trajo a cada uno un chocolate caliente y un plato llena de pequeñas pastas caseras.

-Espero que os guste...-dijo la mujer-me gustaría charlar, pero veo que Hermione tenia muchas ganas de hablar con vosotros, como vosotros con ellas, y os dejo, que he de empezar a hornear el pan...por cierto, por hoy hago una excepción, y invita la casa...-después, con un guiño, la buena y anciana mujer se fue por donde había venido.

-Que suerte...de saberlo, nos venimos cada día...-dijo Ron entre risas, cogiendo un pequeño croissant. Hermione se llevó la taza de humeante chocolate a la boca, cómo Harry unos segundos después y saboreo el dulce y calentito sabor a chocolate. A pesar de ser verano, a al chica le encantaba el chocolate desecho caliente, aunque después estuviera muriéndose de calor.

-Bueno, pues...contadme, cómo es va la vida...-dijo Hermione, tras coger una magdalena.

-Pues...no se.

-¿Novias?-preguntó directamente y con sangre fría a los chicos, que se atragantaron y tosieron sonrojados.

-¿Qué?-preguntó seria la chica.

-Pues...los dos estamos solteros...-dijo Harry con una sonrisa nerviosa y clavando sus especiales orbes en el rostro de su amiga, que en ese momento estaba mas concentrada en observar su ahora media magdalena.

-Si...solteros, pero bueno...tu igual...

-Si.

-Tenemos bastante éxito...

-Sobretodo con una rubia de ojos azules algo ida del departamento encargado de revisar el Profeta...

-¿Luna trabaja de revisadota en el Profeta? Tenía entendido por ella misma que simplemente estaba de secretaria de un revisor...-dijo la chica, mirando ahora su chocolate ignorando la cara de horror de su amigo pelirrojo y la de diversión del chico de ojos esmeraldas.

-Es que la ascendieron la semana pasada...-dijo Harry, mientras reía ante la expresión de su amigo.

-Ya decía yo...hace cómo dos semanas que no hablo con Luna en persona...

-¿Co...Co...Cómo has sido que se trataba de Luna?-le preguntó en un susurro Ron, muy subido de color.

-No se... ¿Tendría que haber alguna razón?-preguntó mirando esta vez a su amigo directo a los ojos de su amigo de ojos azules.

-No..-dijo sin voz el chico, no pudiendo aguantar la mirada de su amiga, desviando la suya hacia su amigo Harry, que estaba con dolor de estomago viendo a su mejor amigo.

Cuando se hubo pasado la situación y cambiado de tema, cortesía de Weasley, la conversación se situó en Herms.

-¿Qué hobbies tienes?-preguntó Ron rápidamente.

-Pues...

-¿Leer? ¿Estudiar otra cosa?-preguntó de forma burlona su amigo pecoso.

-Pues...la verdad, es que toco el violín...

Harry y Ron pararon de reírse de la broma de su amigo, y se la quedaron mirando sorprendidos.

-Vaya..

-Pero sigo leyendo, y más ahora...lo necesito para mi trabajo...

En el momento en el cual la chica dijo la palabra "trabajo", los chicos pusieron toda su atención y cautela en su amiga, cosa que no le pareció nada desapercibida a ella. Había llegado el momento.

-Hermione...tú sabes que nosotros somos Aurores...hemos intentado investigar a partir de tu currículo, preguntando, rastreando en nuestras horas libres...pero no hemos escuchado no averiguado nada, por lo que...

-¿Habéis estado investigando para averiguar dónde trabajo?-les preguntó incrédula la chica, con cara ofendida.

-Lo siento, pero estábamos muy preocupados...-decía Ron de nuevo. La chica cruzó los brazos sobre su pecho.

-...

Tras unos minutos de silencio incómodo, Harry hizo la pregunta, mirando y siendo devuelta la mirada a la chica, que flotaba en el aire.

-¿En que trabajas, Hermione?

La chica descruzó los brazos, y para sorpresa de los chico, esbozó una suave sonrisa.

-Según las chicas, es algo tan o mas peligroso que nuestro trabajo de Aurores...-dijo el moreno, preocupado.

-¿Pero tú no eres Auror?-preguntó Ron.

-No, Ron...

-Pero...

-Mejor Ron, no tenía ganas de estar todo el día preocupándome por ella, por si algún mortifago la había raptado, si estaría bien...además, si no, ya estaría, yo por lo menos, pidiendo su traslado...

-Yo también, amigo...a ver quién sería el valiente mortifago que se enfronte con ella...

Nos lo habríamos cargado antes...-los chicos se pusieron a reír mientras la chica sonreía lentamente, con un extraño brillo en los ojos, dejando perplejos a los jóvenes varones.

La chica agudizó su sonrisa, que resultó ser algo cruel.

-Pues la verdad, es que trabajo...podríamos decir...algo parecido a lo vuestro...pero no capturo mortifagos!-dijo rápidamente al ver la cara de sorpresa y horror de los chicos. Ellos, suavizaron la expresión con alivio, mientras Ron volvía a coger otra pasta, esta vez, pequeña de cabello de ángel, mientras Harry cogía el la taza de chocolate y le daba otro sorbo. Con tranquilidad y mirándolos de reojo, la chica afirmó algo que no los dejó indiferentes.

-Bueno, de hecho trabajo capturando vampiros extremadamente poderosos, antiguos y malvados...

Ron se atragantó y Harry estuvo a punto de regarla de chocolate desecho.

-¿¡Cómo?-preguntaron enfadados y sorprendidos al unísono.

-Pues la verdad...eso, y no sólo eso, si no que...también a las especies de licántropos demasiado peligrosas, unicornios verdaderamente únicos, Dragones milenarios...cosas de esas...también hago de...

-¡¿En qué país trabajas!-preguntó Harry.

-Dudo que trabajes en el departamento de Control de Criaturas Mágicas...-susurró Ron, mientras la chica asentía.

-Trabajo en...-miró cautelosamente a Harry, y ignoró su rostro que lo miraba con dureza-...en el departamento de misterios...en una nueva sección...me está prohibido decir algo acerca de mi trabajo...-terminó la chica, sin mirar al chico de ojos esmeraldas directamente a los ojos.

El chico de la cicatriz, al oír la palabra "misterio" recordaba su quinto año, en el cual su padrino murió en ése departamento.

-No vimos ninguna puerta ni ningún despacho...-empezó Ron, pero la castaña lo cortó.

-Por supuesto...el departamento de misterios, la sección donde yo trabajo, se hizo un año ante de que nos graduáramos en Hogwarts.

-Puede ser peligroso, pero no tanto cómo nuestro trabajo...-Ron sonaba aliviado, pero Harry no creía lo mismo.

-En muchas ocasiones, mis misiones, superan el peligro de las vuestras...-dijo Hermione, perforándolo con la mirada. Harry se la sostuvo y le preguntó.

-¿Cómo llegaste a eso?-fue su simple pregunta, que al parecer tocó algo en la chica, mientras el pelirrojo estaba que no entendía nada.

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Aquí está otra vez lo de los reviews...la verdad, no se si he contestado alguno ya con el reply ese...pero bueno, por si acaso...la próxima vez puede que los conteste por ese método (los anónimos por aquí, es evidente...)

Clea everlasing: ¬¬ por muy escritora preferida sea, cómo mate a Harry, la mato yo a ella, o la secuestro...y le obligo a cambiar el final! Muajajajaja! (risa malvada, muy pero que muy malvada...) y es que como no quede con Hermione...T.T dios, me deprime de por vida...bueno guapa, espero que te haya gustado este capitulo (como lo he hecho a sopetones, cada X días, pues las ideas me cambian, por eso ha quedado algo raro...continua tu los tuyos!), bueno, guapísima, unos besicos y ala, que te vaya todo muy bien!

Pottergirl2491:Ala, aquí tienes, Harry, hizo su aparición...espero que te haya gustado (las descripciones...no se como te las habrás imaginado, pero esa a sido a mi manera...¬/¬) Ya la compraste! Que morro...jeje, la verdad, es que daño no haces...Gracias! intento escribir a mi estilo...-.- a algunas personas las aburre...bueno, guapa, que tú no eres precisamente de las que escriben mal (¬¬  mirada del tigre) Y gracias por lo de los exámenes! La verdad, es que me han ido bastante bien...

Lothus.Hicksa: aquí tienes este capitulo... espero que haya sido de tu agrado. Y no te preocupes si no lo entiendes...-.- ya lo entenderás, y si no...pues mientras leas y te lo pases bien...

LadyAmatista: te intriga? 0.0U...puede que con haga esperar mucho con lo de HHr...jeje, aunque tengo pensada una cosa...a ver si donde yo pienso puedo poner algo de HHr...-.-U todo depende...¬¬U siento si te e decepcionado con el trabajo de Herms...perón T.T..Aunque tengo previsto hacerlo más...no se, más bestia...descubrimientos...no se, ya lo verás...( si por entonces sigues leyéndome...T.T no me gustaría perder a una lectora como tu, aunque si pasara, lo comprendería...) Alan? Planear? Que va...que va que va...(Gise pone cara de niña buena, de no haber roto nunca un plato) A quien le gusta Ginny?...bueno, es igual a medida que vayas leyendo (insisto, si aún lo haces) y si no, me vuelves a preguntar ¬¬ tu no dices brutadas...la bruta soy yo, porque me enrollo que no veas contestando.. ala guapa, hasta otra! Muchos besos y mimitos de parte de Gise!

Arwy: aquí, en este capi tienes las respuestas a tus dos preguntas...¬¬U espero no haberte decepcionado, porque se ve que lo puse muy interesante, y resulta que después es una cosa decepcionante...-.-UU

Eleneär: me alegra que te guste aquí lo tienes espero que te haya gustado! Adiós guapa!

Pues cómo siempre, me e enrollado contestando...pero bueno, aquí habéis tenido el capitulo, espero no haberos decepcionado con el reencuentro ni con el trabajo de ella...por cierto, os a gustado el hobbie de Herms? xD es que, he pensado en la tristeza en su trabajo...bueno, ya lo iréis viendo, hasta otra! Adiós!

(agradecería mucho algún Review, que me alegran mucho y me dan muchos ánimos!)