CAPITULO 4

"Recuerdos"

Ambos subieron al ascensor de cristal y Willy presiono el boton de su cuarto, el ascensor subió rápidamente, en el camino Gabrielle vio muchos cuartos que antes no existían, de pronto el elevador dio un giro inesperado que hizo que se estrellara contra una pared del ascensor, estaban pasando por un lugar donde había muchos destellos, como si se trataran de cortos circuitos. A su mente llegaron unos desagradables recuerdos...

Flashback

-te enseñaremos a no estar de revoltosa en la celda... – decía un guardia de la prisión donde estaba – átala a la silla.

-no.. no... por favor – decía Gabrielle.

-haber si con esto entiendes a guardar silencio! – otro guardia mas se acercaba a ella con unos cables sin aislante, juntaba las puntas y un arco eléctrico se formaba.

-no... – decía ella.

El guardia se acerco a ella y empezó a darle descargas eléctricas por todo el cuerpo.

Fin del flashback

-Gabby... Gabby... que te ocurre... – decía Willy tomándola de los brazos y sacudiéndola suavemente.

-nooo... déjame... maldito! – grito ella, Willy se separo de ella, no entendiendo porque ella estaba así, cuando ella vio a su alrededor, el ascensor ya se había detenido y reconoció que estaban en el pasillo del cuarto de Willy.

-estas bien? – pregunto el muy preocupado.

-si, solo... un flashback, lo siento... no quise decirte eso a ti – ella acaricio la suave mejilla de Willy.

-segura? – decía el muy preocupado.

-claro... vamos... – ella salió del ascensor y camino hasta la puerta de Willy. Giro la perilla y abrió la puerta – vaya... aun recuerdo la primera vez que entre aquí y me escondí debajo de la cama...

-Ha-ha! Si quien se hubiera imaginado lo que pasaría después... – Willy entro al cuarto y se acerco a la pared junto a la puerta, prendió la luz pasando su mano por el censor del apagador y toda la habitación se ilumino.

Ella camino dentro y observo que casi todo seguía igual, la gran cama junto a la ventana que daba a la calle, los colores marrón y vino de las paredes, el olor a chocolate en el ambiente, con la diferencia que ahora frente a la cama había un gran televisor de plasma y sobre su escritorio estaba una computadora portátil.

-Willy, creo que has sucumbido a la tecnología...

-así es, no hay otra opción – el aun seguía parado junto al apagador de la luz, donde desde ahí puso a funcionar el sonido y una suave melodía relajante se empezó a oír – ahora controlo todo lo de mi cuarto desde aquí... la luz, la temperatura, el sonido... Ha-ha! Tienes razón sucumbí por completo a la tecnología.

Ella se sentó a la orilla de la cama y miro a Willy, esperando a que cerrara la puerta y viniera junto a ella. Willy se dio cuenta, dejo a un lado lo que estaba haciendo con la música, cerro la puerta y camino hacia ella, jalo la silla del escritorio y se sentó frente a ella.

-te gusta la música? – pregunto el para romper el silencio.

-si, quien es?

-se llama Thomas Otten – el agarro las manos de ella entre las suyas e hizo la pregunta que había guardado toda la noche – Donde estuviste todos estos años... y porque traes ese horrible uniforme militar.

-recuerdas mi ultima carta? – comenzó a decir ella.

-como podría olvidarla...

-después que la fui a enviar por correo los asesinos de nuestra agencia se enteraron donde estábamos escondidas, nos atraparon y llevaron a una horrible cárcel en medio de la nada en Rusia, estuvimos ahí casi 10 años hasta que el gobierno ruso se dio cuenta que esa cárcel operaba clandestinamente y nos liberaron hace un par de días.

-que horror! Pobre de ti... pero ahora que están fuera...no tendrán problemas con aquel tipo que ustedes llaman "jefe"?

-no, el murió 3 años después que nos encerraron... pensamos que nos liberarían, pero obviamente no fue así.

-no puedo creerlo... – decía Willy mientras veía el suelo.

-puedo tomar un baño?

-claro! Te prestare una pijama mía, mientras vamos por tu ropa a tu departamento – dijo el parándose y abriendo su closet.

-mi departamento? Pensé que para estas alturas ya lo habría perdido.

-yo lo compre y todas tus cosas están ahí – dijo el agarrando una pijama color azul marino y entregándosela a ella.

-que bien! Gracias – ella se paro de la cama le dio un beso rápido y se metió al baño.

-de nada... – contesto Willy, el decidió también ponerse su pijama para dormir, ya era muy tarde.

Dentro del cuarto de baño, Gabrielle se estaba dando un baño caliente en la reconfortante tina de Willy. Por fin después de años, se sentía totalmente relajada, y tranquila sin ninguna preocupación. Se sumergió en el agua para mojar por completo su cabello y otro flashback le vino a la mente.

Flashback

-ya te hemos dicho que no debes estar de revoltosa! Pero no entiendes! – gritaba el guardia de la prisión – tu nos obligas a hacer esto.

El junto con otro guardia la sumergían en un tambo de agua, haciendo que ella tragara agua y no pudiera respirar.

Fin de flashback

Gabrielle salió de la tina del agua respirando fuertemente, como si de verdad aquellos hombres estuvieran volviendo a ahogarla. Se dio cuenta que estaba en la fabrica y se calmo por completo, pero que era lo que le ocurría, estaba teniendo demasiados flashbacks en un corto tiempo.

-"que me pasa" – pensó ella y decidió que ya había sido suficiente agua por ese día.

Willy afuera estaba escribiendo en su computadora portátil los acontecimientos del día, en su bitácora, cuando Gabrielle salió del baño vistiendo la pijama que el le había dado.

-te sientes mejor? – pregunto el apagando la computadora.

-si, gracias – ella observo que el también ya tenia puesta su pijama solo que la de el era de un color café, ella sonrió al ver de nuevo su cabello.

-de que te ríes? – dijo el parándose de la silla y acercándose a la cama, levantando las sabanas.

-aun no me acostumbro a verte con el pelo largo – ella se acerco a la cama y se metió en ella, eligiendo el lado que daba a la ventana.

-si quieres ahora que regresaste puedo volver a cortármelo como lo tenia antes – Willy también se metió a la cama y con su mano apago la musica y las luces, Gabrielle miro de donde lo había hecho y noto que había otro controlador en la cabecera de la cama.

-no, así también me gustas – le dijo mientras ambos se acomodaban debajo de las sabanas viéndose fijamente.

-te extrañe mucho – dijo el quitándole cabello que estaba sobre su cara y acomodándolo detrás de su oreja... a ella también le había crecido bastante.

-y yo a ti – le dijo casi en susurro.

Willy se acerco a ella ya la beso suavemente, disfrutando tener sus labios entre los suyos una vez mas, poco a poco el fue incrementando la intensidad del beso, hasta que comenzó a descender hacia el cuello de ella, Gabrielle tenia los ojos cerrados, de pronto los abrió y no pudo ver nada, la oscuridad dominaba la habitación por completo, una vez mas se sintió como si estuviera encerrada en aquella pequeña celda, cuando ella sintió que Willy empezaba a acariciar su piel por debajo de la pijama lo alejo de ella.

-No... Willy ... – dijo ella volteándose para donde la luz de la luna alumbraba un poco la habitación.

Willy se quedo asombrado por un momento, el se acerco de nuevo a ella y le dijo al oído.

-lo siento, talvez fuimos muy rápido... perdóname... – le dijo el dándole un beso en la mejilla, ella aun seguía dándole la espalda y viendo hacia la ventana.

-no, Willy no es eso... – contesto ella

-entonces?... segura que estas bien?... te siento rara desde que llegaste – le dijo el sentándose en la cama y recargándose en la cabecera.

-a que te refieres – ella aun seguía sin voltear.

-cada que te pregunto si estas bien, me dices que si, pero obviamente no es cierto – dijo el seriamente.

-porque lo dices.

-lo puedo ver en tus ojos, algo te paso en este tiempo y no quieres decírmelo.

-no serviría de nada, de todos modos ya es cosa del pasado.

-si, pero si ni siquiera puedes decírmelo viéndome directamente... pero si quieres que dejemos las cosas así, esta bien – el se volvió a meter a la cama y se acostó dándole la espalda a ella.

Cuando Gabby oyó que ya no hablaba se volteo a verlo y vio que estaba dándole la espalda y supo de inmediato que había cometido un grave error al no querer decirle todo lo que había pasado en aquella prisión.

-Willy, no te enojes por favor... – ella se acerco a el y puso una mano sobre su hombro – es que no entiendes...

-entendería si me lo dijeras... – el se volteo y se sentó de nuevo sobre la cama.

-esta bien, te diré lo que paso.. – ella también se sentó a su lado.

-que fue lo que paso, tan horrible es que has estado muy distraída, lejana – ellos apenas se veían en la casi oscura habitación.

-como te dije estuve encerrada por casi 10 años, y no era un hotel de 5 estrellas... era un lugar inmundo, mi celda no media mas de 2x3 metros, no tenia luz, siempre estaba sola, la comida estaba casi siempre en estado de descomposición o daban comida que dudaba que fuera comida, la luz del solo entraba 5 horas al día por una ventanilla de no mas de 10 cm... jamás tuve un lugar donde dormir... era totalmente nauseabundo tener que dormir en el suelo, que siempre estaba mojado ya que la celda tenia goteras por todos lados... – ella había bajado la mirada y apretaba sus puños con fuerza – salíamos a caminar diario 10 minutos, pero el frió de Rusia era tan insoportable que era una tortura caminar en ese clima.

-es horrible... – dijo Willy tomando las manos de ella que estaban empuñadas – me lo puedo imaginar...

-NOO! No puedes! Porque tu no estuviste ahí... en esa celda siempre húmeda y fría!... no estuviste en la oscuridad durante años!... en las noche por la ventanilla podía ver una sola estrella en el cielo y yo rogaba, pedía, imploraba, que en algún momento tu llegaras y me sacaras de ese horrible lugar!... donde si hablaba muy fuerte me torturaban! Yo lloraba todas las noches esperando que algún día pudiera salir de ahí! – ella estaba totalmente fuera de si, las lagrimas salían de sus ojos sin control alguno – y yo pedía a esa estrella, pedía que me sacaras! Pero jamás apareciste!

Willy le soltó las manos y la abrazo fuertemente dejando que ella se desahogara, dejo que sacara todo lo que había guardado por tantos años.

-una noche trate de escapar, me atraparon y cortaron con navajas mis brazos esperando que muriera desangrada... en esos momentos solo pedía que si había ángeles tal como tu lo habías dicho, quería que me llevaran lejos de ahí, ya no quería vivir mas... entonces sostuve la W que me diste entre mis manos y sabia que no podía darme por vencida, te había hecho una promesa que no iba a romper... – ella ya estaba mas calmada, pero seguía llorando sobre el hombro de Willy.

-hay algo que debes saber... – ella levanto la cara y se limpio las lagrimas con la manga de la pijama – al recibir tu ultima carta empecé a trazar un mapa en donde habías estado, trate de entender como era que se movían... – el se estiro al mueble que estaba al lado de la cama y saco la computadora portátil que una vez ella uso para entrar a la fabrica – pero jamás pude entenderlo... me sentí totalmente impotente, porque por primera vez en mi vida no sabia que hacer o como hallarte... – el prendió la computadora y le mostró lo que había hecho con el mapa – y ahora que me dices todo esto... me siento terriblemente culpable, porque tu pasaste todas esas horribles cosas solo por salvarme a mi... – ahora Willy estaba a punto de llorar – no merezco tenerte a mi lado...

-no digas eso... si lo hice fue porque te quiero demasiado, y no podía permitir que te lastimaran... – ella tomo su cara entre sus manos y le dio un beso en la mejilla.

-perdóname por haberme dado por vencido y no seguirte buscando... – el junto su frente con la de ella.

-no hay nada que perdonar... ahora tendremos que tratar de recuperar el tiempo perdido... si?

-estoy de acuerdo.

-pero por ahora hay que dormir... es muy tarde... – Willy asintió con la cabeza y ambos se acostaron de nuevo en la cama, ella se acomodo junto a Willy y se quedaron profundamente dormidos.

Gabrielle no podía estar mas feliz, por fin dormía junto al hombre que amaba en una reconfortante cama, hacia años que no dormía así, mientras que Willy por primera vez en 10 años no tuvo ese horrible sueño, porque ahora a la mujer que perdía en su pesadilla la tenia entre sus brazos.