Y nos iremos de aquí, lentamente...

Capitulo2


Pero tía Petunia estaba muy equivocada al pensar que su tan odiado sobrino había ido a refugiarse con sus amigos los magos. Por el contrario se encontró vagando con su baúl, y con la jaula de Hedwig, por las callejuelas desiertas de Magnolia. Cansado de caminar, sin rumbo fijo, sacó fuerzas de flaqueza e hizo un improvisado refugio en un jardín, de una casa abandonada

Ya era muy tarde, intentó sentarse, pero su trasero le dolía, parecía estar inflamado. Abrió su baúl, y sacó el equipo de limpieza de Quidditch, la cubierta era de plata reluciente, por lo que le sirvió como un espejo. Ahí observó que su cara estaba muy maltratada, el ojo derecho estaba poniéndose morado y su labio partido igual. Las costillas; podía sentir que no estaban rotas, pero si fuertemente lastimadas. No tenía remedios mágicos de los cuales valerse para aminorar su dolor. No iba a pedir ayuda, no en ese estado tan deplorable. Recorrió vagamente el lugar con su vista, encontró un frondoso árbol adelante, se acerco hasta él, recargó su espalda y levantó la mirada al cielo. Estaba todo tapizado con relucientes estrellas... Una estrella fugaz pasó. Harry Potter pidió un deseo con todo su corazón. Deseó que todo hubiera sido una pesadilla de la cual despertaría muy pronto. Que seguiría conservando es animosidad propia de su edad, y que pronto regresaría al colegio, a compartir con sus compañeros. Pero al abrir nuevamente los ojos, comprendió que su deseo no había sido concedido.

Le llegó la mañana, en la misma posición. Con los ojos al cielo y más hinchados de tanto derramar lágrimas saladas, cargadas de odio y rencor. Había llegado a una conclusión. No iba a poder seguir viviendo con ése recuerdo en su cuerpo y en su cabeza. Sin importar infringir la ley para el uso restringido de la magia en menores de dad, tomó su varita y apareció una filosa navaja.

-¡Quiero morir¡Quiero morir!

De un sólo tajo se abrió ambas muñecas. La sangre comenzó a fluir rápidamente. Harry rió como loco, estaba trastornado, le parecía gracioso verse desangrándose. Cayó de rodillas. Después de costado. Ahí tirado en la tierra, esperaría la muerte pacientemente. La única que lo podía hacerlo descansar para siempre y se reencontraría con Sirius en el mas allá con algo de suerte. Su lechuza aleteaba acaloradamente, mas encerrada ahí, nada podía hacer por el dueño, que por voluntad propia se arrancaba la vida.

-Adiós Hermione, adiós Ron, adiós Hedwig, adiós a todos.

Cerró los ojos, la debilidad lo orilló a eso. Un aire helado lo envolvió, hasta que perdió la conciencia.


Alguien está muy orgulloso de ti , Alguien está pensando en ti. Alguien te está cuidando.

-No tengo apetito.

Dumbledore, cerró tras de si la puerta. Apareció una silla al lado del cansado y abatido profesor de pociones y se dedicó a observarlo, sin decirle nada. Severus invocó dos tazas de te de anís y le ofreció una a Albus.

-¿Has encontrado ya quien me reemplace? –Dijo secamente Severus.

-¿Reemplazarte? Sabes que eso es prácticamente imposible, no hay nadie que enseñe mejor pociones en todo el mundo mágico. He venido también por ese motivo Severus. Tengo la esperanza de hacerte cambiar de opinión.

-Está ya decidido, pienso partir mañana temprano, cuando todavía este oscuro. No quiero que los alumnos me vean. No soportaría ver sus denigrantes miradas de compasión.

-¿Piensas llevarlo contigo? Sabes que esta delicado de salud, es un viaje largo.

-¡Por supuesto que se irá conmigo!

-Sigues culpándote Severus. Harry no sabia acerca de tus sentimientos ¿Cómo iba siquiera a imaginarlo, si nunca intentaste acercarte a el?

-¡Eso es precisamente por lo que no he podido dormir en todos estos días! Si tan solo hubiera reunido las fuerzas suficientes, ahora el... No estaría en coma y... ¡SU MALDITA FAMILIA¡Juro por la tumba de mis padres, que tendrán su merecido!

-Petunia Dursley ya ha pagado las culpas de su esposo Severus. Ahora se encuentra sola, al cuidado de su hijo Dudley. En banca rota y próxima a abandonar su casa por que tiene que pagar las deudas de su ahora finado marido. Creo que ya es suficiente castigo.

-¡No, no es suficiente¡Mancharon la honra de Harry¡Le llamaron asesino! Cuando lo único que hizo fue... Intentar defenderse del maldito hijo de puta.-Severus irradiaba odio y rencor, temblaba incluso al referirse a las gentes que por años le hicieron la vida imposible a su alumno. -¡Y ahora es buscado por la policía Muggle, para encerrarlo!... ¡Harry no se merecía nada de eso Albus! Y lo sabes bien. Ahora míralo ¡mira esas marcas en sus muñecas! encerrado en su mundo, en un mundo del cual no quiere salir.

-Pasó por un fuerte trauma, y si el no quiere enfrentarse a la realidad... Mucho me temo que pasaras bastante tiempo leyéndole ése libro.

-No importa, tengo todo el tiempo del mundo. Yo se que el me esta escuchando, aunque su cuerpo diga lo contrario. Algún día va a despertar, y yo quiero estar ahí para cuando eso suceda.

-Severus, Harry es un joven adolescente con 16 años. Si despierta a la realidad, -como todos lo deseamos- ¿Qué le dirás¿Qué estas enamorado de el desde hace mucho tiempo¿Le confesaras tu amor¿Cuál crees que seria su respuesta?

-No creas que no me he hecho esas mismas preguntas Albus. Aún así me arriesgaré. Si mi amor no es correspondido, al menos me quedara la satisfacción, de haberlo intentado. Siempre he estado solo, y si el destino quiere que lo siga estando, con mucho placer lo aceptaré.

-Estás solo por que tú así lo has querido. Has puesto una barrera infranqueable. No has dejado ver al verdadero Severus Snape. Si fueras un poco más flexible...

-Más vale sólo que mal acompañado Albus. Recuerda que soy un ex mortífago declarado y no soy de fiar. Tú mismo has leído en las páginas de "El profeta" lo que se dice de mí. Has visto como la gente habla a mis espaldas; Alumnos, padres incluso a los profesores. Quieres cambiarme a mí, cuando el mundo es el que debería hacerlo. Es remar contra la corriente y al final de cuentas, la turbulencia me arrastrará. Por eso me voy a un lugar tranquilo y alejado de tanta petulancia.

-Pero el llevarte a Harry... Implicará que...

-Albus, me diste permiso para ser el tutor de Harry. ¿Ya te arrepentiste? O le darás la patria potestad a un hombre lobo que sabrá Merlín donde demonios está metido. Humm, veo que por tu mente cruzaron los Weasley. ¿Una boca más que alimentar¿Y en las condiciones en las que está¿De donde sacarían el dinero para los medicamentos?

-Eso no hubiera sido problema Severus. Harry tiene varias bóvedas en Gringotts, repletas de galeones de oro. Pero ya no le busquemos tres patas a la lechuza. Todo se ha legalizado, ante la sociedad eres ahora familiar de Harry y tienes derecho de llevarlo a vivir contigo. Sólo te digo que estés preparado, eso implicara que muchos de tus "alumnos" menos favorecidos quieran visitarlo de vez en cuando. No creo que pienses tener encerrado a Harry, aún en el estado en que se encuentra.

-Podré soportarlo, si lo he hecho durante seis años, que mas da unas visitas esporádicas. ¿Mas té?

-No, ya he tomado suficiente. Es hora de retirarme. Sólo vine a despedirme de ambos y a desearles buen viaje.

-Me da gusto que te refieras a "nosotros" y no nada más a mí. No quiero que Harry se sienta como un mueble.

-Mientras consigo a un sustituto daré yo mismo la clase de pociones, Severus

-Créeme que los alumnos estarán encantados con la idea. Ya no tendrán que lidiar con el "Grasiento" profesor Snape. Si, Albus, lo sé, ese era uno de los tantos sobre nombres que me gané. Antes de que te vayas, es sobre Longbotton, ten cuidado con él, o volará un día de estos el salón. Es olvidadizo y nervioso.

-Descuida, sabré protegerlo de ataques masivos de efusividad en cuanto sepan la noticia-Sonrió ligeramente- Sólo un ultimo favor, en cuanto estén instalados, házmelo saber, y también sobre los progresos que Harry vaya presentando.

-Serás el primero en saberlo, tenlo por seguro.

-Con permiso Severus.


Volvió a quedarse a solas. Paso una de sus manos por la frente de Harry, luego acaricio sus cejas, su nariz, su boca... Depositó un pequeño beso en ellos. El beso de las buenas noches, era ya como un ritual... Una lectura, y luego la muestra de cariño. Llevaba ya dos semanas al cuidado de el... El era ahora su presente y su futuro, cualquier plan que tuviera en mente, Harry estaba incluido.

-Yo sé que te recuperarás, eres un chico fuerte, pero por ahora estas asustado, es comprensible. Conmigo nada te pasará, yo te protegeré. Mañana haremos un largo viaje. Te llevaré hasta mi casa, es del otro lado del mar, en un país diferente, con diferentes costumbres. ¿Pero sabes cual es la ventaja? Allá nadie me conoce, y a ti... Yo me encargaré de que nadie te moleste. Nada te faltará, te lo prometo.

Severus apareció una cama junto a la de Harry, se puso ropa de dormir y se perdió entre las sabanas negras. Estaba muy cansado, tanto física, como mentalmente. La presión de estar al cuidado de su ex alumno era agotador, pero gratificante. Esa noche volvió a soñar, la ocasión en la que encontraron a Harry al borde de la muerte, en aquel lugar solitario


Hola a todos los que lean esta historia. Originalmente era de un solo capitulo, pero decidí continuarla, no se si será larga o corta, depende de la respuesta que observe. Estarán de acuerdo conmigo en que si un trabajo no sirve, no tiene caso perder tiempo y esfuerzo en proseguir. Este capitulo me quedo algo meloso y desarrolle a un Severus muy fuera de su papel original, no me agrada mucho. El primer capitulo me salio muy crudo y este muy empalagoso, o al menos es lo que pienso. Ustedes tienen la última palabra.

"SI ES QUE SOY UN ANGEL, PINTAME CON ALAS NEGRAS"