Notas de la autora:
He ahí la tercera entrega. Pensé seriamente todos estos días, en hacer una historia de duración regular, puesto que todo girara entorno a Severus Snape y Harry Potter y suele ser algo cansado, así que habrá alguno que otro personaje extra, pero sólo para darle enriquecimiento a ésto; darle movimiento y fluidez. Tampoco tomaré cinco capítulos en despertar a Harry de su sueño ¿Comprenden? Ya inventaré algo para despertarlo y haya acción, que eso es lo que gusta ( Gracias a las 14 personas que me dieron otra oportunidad, espero que este nuevo capitulo les complazca. Sin más por el momento me despido de ustedes.
SALVA - ME
Capítulo tres
Partieron al alba, El carruaje -tirado por caballos invisibles- los recibió al final de las largas escaleras del colegio. Dos grandes baúles formaron su único equipaje. El cuerpo frágil de Harry, reposaba en los brazos fuertes de Severus Snape. Lo llevó en su regazo todo el tiempo que duro el trayecto hasta Hosmeade; el pequeño y pintoresco pueblo mágico. Esa fue su primera parada. Alquiló un cuarto espacioso, con un amplio ventanal, desde donde se podía apreciar el paisaje otoñal y donde presumiblemente, por las mañanas los rayos solares iluminaban por entero el sitio. El mesonero fue muy bien remunerado por tal información. Severus obtendría lo mejor a cualquier precio.
Dispuso la cama con sabanas suaves y perfumadas y colocó gentilmente a Harry. El joven mantenía su rostro pálido y sin expresiones. Aún así se le observaba hermoso y angelical. Rozó la mejilla con su mano, su cuerpo irradiaba una tibieza exquisita.
-Espero que la habitación sea de tu agrado-Severus siempre platicaba con Harry, y albergaba la esperanza, de que en cualquier momento, abriría los ojos y le contestaría.
Desabotonó la camisa de Harry, y se la quitó. Hizo lo propio con el pantalón, excepto la ropa interior. El muchacho tomaría un baño de tina con burbujas. Se dirigió al baño, abrió la llave de la regadera y esperó a que el agua completara la temperatura idónea. Volvió a sostenerlo entre sus brazos y lo depositó en la tina con mucho cuidado. Lo primero fue lavar el cabello, ese cabello indomable y azabache. Suave perfume de menta y flores silvestres.
Una esponja enjabonada, recorrió los brazos el cuello, y el pecho de Harry. Era como un ritual para Severus, como si estuviera tallando una fina escultura. Movimientos matemáticos y profundos. Toco el turno de las extremidades inferiores. La misma situación, delicadeza y pulcritud. Terminado el baño, lo envolvió con una toalla, lo seco, y le unto un aceite especial, de propia manufactura; mantendría la piel joven y lozana.
Lo arropó como de costumbre. Después, Prendio una varita de incienso, uno de sus aromas preferidos; le relajaba a la hora de leerle-como todos los días- A Harry. Sacó su ejemplar, de uno de los baúles, acercó una silla y se sentó al lado de la cama.
Leyó por horas y horas, desde historias tristes, hasta épicas; de dragones, hadas, duendes y Trolls, poniendo énfasis en cada uno de los personajes para darle mayor credibilidad. Pasadas las 2 de la tarde, supuso que seria buena hora para comer. El se hizo aparecer un platillo sobrio. Como sopa una deliciosa crema, como platillo fuerte, un corte de carne acompañada de tres guarniciones exóticas. Acompañado de un buen vino de mesa. No comió postre. Iba contra sus principios.
El menú de Harry, era todo lo contrario. Haciendo uno de sus conocimientos Muggles en medicina; vía intravenosa, le suministro lo necesario para poder subsistir. El brazo izquierdo de Harry, estaba ya con algunas lastimaduras por los piquetes. Severus había tratado de hacerlos desaparecer, pero era una zona muy delicada. De haber estado conciente, el joven se hubiera sentido molesto.
La noche llegó, y con ella el cansancio. Fue el turno de Severus de asearse. El no utilizo la tina, se baño de manera normal. Rápidamente para estar al lado de Harry a la brevedad. Enroscó una toalla a su cintura. Salió con algunas gotas de agua deslizándose por su cuerpo. Hurgo dentro de otro de los baúles y sacó otra de sus túnicas negras acostumbradas. Un poco de loción, una pasada por su cabello y listo. Nada fuera del otro mundo.
Asomó la nariz por la ventana. Había luna llena, una grande y muy redonda...
Un momento.
¿La ventana abierta de par en par? Su rostro apacible, comenzó a tornase tenso, volteó de inmediato hasta donde se encontraba Harry, camino hasta ahí... Miradas a la izquierda y la derecha.
-¡Accio varita! -Apuntó directo a una de las esquinas lúgubres y oscuras de la habitación. -Quien quiera que sea, de la cara. O lo mato en este mismo instante.- Escuchó que unos pasos se aproximaban, unos pasos que el conocía perfectamente. Aun sin haber visto el rostro del intruso, supo de quien se trataba.
-¡Lucius Malfoy!-Los rayos lunares infiltrados por el ventanal, rebelaron el rostro azuloso del Mortífago y su clásica sonrisa burlona dibujada en él.
-Buenas noches Severus. Es un placer volver a verte.
-¡Fuera de aquí¡No eres bienvenido! -Severus temió por al persona que yacía recostada algunos metros detrás de el.
-Severus, Severus¡Qué modales¿El estar mezclado con lo peor de Hogwarts, te ha hecho olvidar la buena educación?
-¡Largo!
-Realmente no es de mi agrado el estar aquí, charlando contigo Severus. Eres un traidor y yo odio a los traidores. Pero me han encomendado hacerte una visita social, muy a mi pesar.-Lucius Malfoy dio algunos pasos al frente. Severus no retrocedió, permaneció con la varita firme, con un inmenso odio dentro de si. -Así que los rumores eran verdad. Eres tutor de Potter. ¡Qué bajo has caído¡Oh vamos! No me veas con esa cara. Tenemos nuestros informantes por todas partes. Sabemos de todos tus movimientos.
-¡Petrificus Totalis!
-¡Impedimenta! -El rayo desviado por Lucius, fue a descargar su furia contra uno de los muebles, haciéndolo añicos.
-¿Porqué no me tiraste a matar Severus¿Acaso ya se te ha ablandado el corazón¿Potter ha tenido que ver? Humm, tu silencio dice más que mil palabras. Me alegra que charlemos acerca de Potter, por que es sobre él, de quien vengo a hablarte.
-Tú y yo, no tenemos nada de que hablar. Y has favor de no pronunciar el nombre de Harry con tu boca impura. Ahora vete, o el próximo hechizo que salga de mi varita, será el ultimo que veas en tu miserable vida.
-Palabras, sólo palabras. No te arriesgarías a atacarme de nueva cuenta Severus. No mientras tengas a ese chiquillo a tu lado. Por el contrario, yo podría despedazarte en este mismo instante, pero Potter quedaría en la orfandad por tercera ocasión.
-Di lo que tengas que decir y ¡Lárgate!
-¿Quieres que Harry Potter recobre el sentido? Nosotros podríamos conseguirlo en un abrir y cerrar de ojos –Severus arqueó una ceja. ¿Qué estarían tramando en contra de ellos dos -¡Te hice una pregunta estupido!
-Nada que venga de ustedes me interesa.
-Sólo ten en cuenta, que entre más tiempo pase, tu querido Potter, podría perder el sentido para siempre. Será como un vegetal y seria una lástima desperdiciar tanto potencial.
Lucius Malfoy tenia mucha razón en sus palabras, lo sabia perfectamente, pero confió en que sus cuidados lo reestablecerían a la brevedad. Pero ya hacia más de dos semanas de aquel fatídico acontecimiento y Harry no parecía dar señales de querer regresar al mundo real.
-Harry despertará en cualquier momento, y no será gracias a ustedes. Ya has hablado lo suficiente. –Posición de ataque de Severus.
-Esta bien, tú así lo has querido. Se te dió la oportunidad de entregar a Potter de una manera civilizada y de salvar tu miserable vida. Se te hubiera dejado cuidar de él, pero desaprovechaste la oportunidad- Lucius hizo un movimiento con la mano, y tres individuos encapuchados aparecieron. -¡Acaben con él!
¿Qué iba a suceder ahora? Si comenzaba una lucha a varita, podría lastimar a Harry involuntariamente. Cuatro contra uno, era mucha desventaja. Moriría y su protegido quedaría a merced de los mortífagos.
-¡Espera Lucius! -Lucius levantó la mano en señal de alto, los individuos retrocedieron. Severus no estaba seguro de lo que iba a decir, pero al menos les daría una oportunidad a el y a Harry de salir con vida.-¡Tú ganas! Harry y yo nos entregaremos civilizadamente, como lo has dicho. Pero quiero que se respete lo que has dicho anteriormente.
-Buena decisión, por fin ha salido el verdadero carácter del mortífago Severus Snape. Ahora recoge todas tus pertenencias. Y para evitar que trates de hacer algunas de tus jugarretas, yo me encargaré de Potter. ¡Ah! Tendrás que darme tu varita. En cuanto lleguemos te será devuelta. ¡Recójanla!
Los tres individuos despojaron a Snape de su arma. Estaba furioso, pero no tenía otra alternativa. Lucius llegó hasta donde Potter. Lo observó por breves instantes.
-Hacia bastante tiempo que no veía a Patronus Potter. Ha crecido mucho desde la última vez que nos vimos en el ministerio de magia. Aquella vez en que fue absuelto de todos los cargos. Suerte de maldito... Maldito pero ciertamente atractivo. -Snape sintió como un torrente de electricidad subía desde su estomago hasta su cabeza. Celos, la palabra correcta. Haciendo uso de su fuerza de voluntad, se abstuvo de partirle la cara a Lucius ¿Cómo osaba siquiera a decir semejantes palabras?
-Es increíble como pasa el tiempo. Ayer un niño delgado y sin ningún atractivo visual y ahora... Apetitoso. Pasó su lengua del labio superior al inferior. Hizo el ademán de querer tocarlo, pero entonces...
-No te atrevas, si le tocas un sólo cabello, no respondo de mi Lucius...
-Te tomas muy en serio el papel de tutor. Relájate, Odio a Potter, como te odio a ti, pero no se puede tapar el sol con un dedo. Algún día, este chico hará disfrutar a alguien. Claro, si es que no lo ha hecho ya.
Snape no pudo contenerse y se le fue a los golpes. Alcanzó a darle un certero puñetazo en el rostro, pero fue detenido por los otros tres perros fieles de Lucius. Lo tomaron por el cabello y mientras dos lo sujetaban de los brazos, el hombre que quedaba libre, comenzó a golpearlo en todo el cuerpo.
-¡Basta! Ya le han dado su merecido. Llévenselo.
Los cuatro singulares personajes desaparecieron de inmediato con un simple ¡Plop! Lucius se levantó del piso, sacó un impecable pañuelo blanco y se limpió el labio sangrante.
-Esto te costara muy caro Severus. Me voy a cobrar en lo que mas te duela. No ahora... No es el tiempo. Creo saber ya cual es tu punto débil y te haré sufrir como nunca antes.
Descubrió a Harry, quitándole la suave colcha que le cubría el cuerpo. No pudo dejar de apreciar lo indefenso que se encontraba Potter en aquel momento. De haber sido otras las circunstancias, hubiera hecho lo que su pervertida mente le dictaba. Pero tenia órdenes superiores. Colocó a Harry en uno de sus hombros y con otro ¡Plop¡ desapareció del sitio.
Esta historia continuara.
¿Les ha parecido menos meloso y dramático? Espero que si. Sé que los capítulos son muy cortos, he leído otros que tiene hasta 20 hojas ¡Demasiado para mi! Me gusta ser más tranquila y no devorame toda la intriga en una sola tajada. Pian pianito... Así actualizare más rápido.
Pueden dejarme algún comentario, quiero saber si las ideas que salen de mi cabeza van por buen rumbo. Hasta la próxima vez.
