Aclaraciones preliminares:
Los personajes de Bayblade no son míos ni nunca lo serán;
Este fanfic se realiza sin fines de lucro
Las acotaciones son /Lo que el personaje piensa/
oooooooo Cambio de escena
Lo que yo digo
(Algún comentario)
Antes que nada quiero agradecer a Sigel, quien me ha apoyado incondicionalmente mandándome cientos de mail para pedir que continúe. Quiero decirte que lo hago lo más rápido que puedo, tampoco puedo escribir tan rápido además, yo también ya quiero deshacerme de estas ideas que tengo en mi cabeza porque no me dejan concentrarme. También agradezco a todos los que hayan leído mi fic y le siguen la huella y aquellos a los que me han dejado reviews. Que bueno que les esté gustando mi fic y sin más preámbulos, comienzo con este nuevo capítulo
CAPITULO 7
NUEVAS AMISTADES Y MUCHA DIVERSIÓN
Alex corrió a toda velocidad a su habitación pero, cuando comenzó a subir las escaleras escuchó la voz de alguien que lo llamaba
¿? – Alex
Alex – Volteando a ver a donde provenía la voz - ¿Si? ¿Qué pasa Ray?
Ray – Seguro que no quieres acompañarnos, será muy divertido – Dijo tomándole la mano y casi llevándolo a rastras – Los demás ya me están esperando allá
Alex – Oponiendo resistencia – No… Ray… en serio… tengo asuntos pendientes que atender – En eso sale Kai del sauna
Ray – Volteando para encontrarse a Kai – Kai…
Alex – Ya te dije que no quiero Ray, ve con tus amigos y diviértete – Dijo safándose del brazo de Ray – Tengo muchas cosas que hacer, además, no quiero estar cerca de él – Señaló a Kai
Kai – Hmpf, podría decir lo mismo de ti. ¿Te vas a quedar ahí Ray o vas a entrar?
Ray – Yo… voy para allá Kai – Y corrió rumbo al sauna – ¿Te espero Kai?
Kai – No, en un momento voy
Ray – Muy bien, entonces, nos vemos allá, no tardes – Y se perdió de vista
Kai - ¿Qué es lo que pretendes?
Alex – A qué te refieres. Yo no pretendo nada pero ¿Y tú?
Kai – No cambies la conversación. Estas tramando algo, y voy a descubrirlo
Alex – Y ¿Por qué habría de tramar algo? ¿Qué ganaría yo con eso?
Kai – Eso es precisamente lo que voy a averiguar. No me fío de ti
Alex – Tú tampoco eres un alma de Dios y, sin embargo, te traje hasta aquí
Kai – Contra mi voluntad
Alex – Si no hubieras querido venir, simplemente no lo habrías hecho y, por cierto ¿Por qué viniste?
Kai – Eso no te incumbe
Alex – Si tú te metes en mi vida, creo tener el derecho de meterme en la tuya
Kai – Ciñendo la mirada – Solamente te advierto niño, cuídate la espalda. Descubriré tu plan, tenlo por seguro – Dio media vuelta para ir al sauna
Alex – Y si tu no lo haces, yo te lo diré, mi querido Kai. ¡OH DIOS Yo estaba a punto de salir¡ Debo apurarme – Subió como rayo las escaleras. Abrió la puerta, entró al baño y en menos de diez minutos estuvo lista para ir de compras Así o más fantasioso, digo, yo lo más rápido que me arreglo es en media hora y sin contar el baño. Bajó cuidadosamente las escaleras y, al llegar al primer piso, Hanna la estaba esperando
Hanna – Rápido, apurese
Aiko - ¿Dónde están ellos?
Hanna – Siguen en el sauna, muy entretenidos. Salga por la puerta de servicio y la esperaré ahí al cuarto a las ocho, son las cinco y cuarto
Aiko – Pero, si solamente voy a tener dos horas Hanna
Hanna – Es eso o nada
Aiko – Suenas como una madre regañona. De acuerdo, estaré aquí a esa hora.
Hanna – Y ¿Cómo le hará para ir y venir?
Aiko – Saliendo por la puerta de servicio rumbo a lo que parecía una cochera - ¿Recuerdas el regalo de mi tío en mi último cumpleaños? Así voy a llegar – Dijo dejando ver un auto deportivo color azul oscuro que, por lo que se podía notar, no había sido usado nunca Se nota que yo no sé de carros – Bien, nos vemos en un par de horas Hanna
Hanna – ¿Cómo le hará para que ellos no le vean salir ni entrar?
Alex – Encendiendo el motor – De eso – pisa el acelerador – Te encargas tú – Se aleja de la vista de Hanna
Hanna - ¿Por qué siempre me deja lo más difícil? Bueno, lo mejor será comenzar con esta interminable lista que me pidió
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Es un cuarto grande, en el centro hay una pila de carbón encendido y a un lado, un cubo con agua y un cucharón para verter el contenido. El cuarto está cubierto de madera y tiene varias bancas del mismo material. En esa habitación se encuentran cuatro chicos solamente cubiertos por toallas a la cintura
Ray – Esto es… sumamente… relajante – Deja escapar un suspiro
Tyson – Eso es cierto, compañero
Max – Nunca había estado en un sauna. Aquí hace mucho calor
Kai – Por eso es un sauna genio. Si estuviera frío sería un congelador
Tyson – Y se llamaría Kai
Max – Basta Tyson, no queremos provocar otra guerra mundial aquí
Tyson – O será la guerra fría
Ray – Este chico no tiene remedio
Kai – Mejor dicho, no tiene cerebro
Tyson – ¿A sí, chico hielo? ¿Por qué no me lo dices cara a cara?
Kai – Por que para eso necesitas un banco
Tyson - ¿Un banco? Y ¿Eso para qué?
Kai – Para que puedas verme a la cara
Tyson – Insinúas que estoy enano
Kai – Yo no insinúo nada, solamente digo lo que veo
Tyson – Ya verás – Se abalanza sobre Kai pero Max lo detiene – Déjame golpearlo Max, juro que no lo mataré
Max – Te creo Tyson, lo que no estoy seguro es si él no te matará
Tyson - ¿Tu también Max?
Ray – Riendo a carcajadas – Pero si es lo más lógico Tyson
Tyson - ¿A qué te refieres Ray? – De pronto, de tanto forcejeo a Max y a Tyson se les caen las toallas de su cintura y la carcajada de Ray no se hizo esperar - ¿De qué te ríes tanto, viejo, a poco te parece cómico que quiera matar a Kai?
Ray – Conteniendo la risa para poder hablar – No… no es… eso – Apuntando debajo de la cintura de Tyson – Es… es que…. Lo tienes diminuto – Dijo estallando otra vez en risas
Tyson - ¿Lo tengo diminuto? – Mira abajo y se sonroja – Oye viejo, no te rías, a poco el tuyo es más grande
Ray – Todavía muriéndose de risa – Cualquiera es más grande que el tuyo, inclusive el de Max. Y eso que él es más pequeño que tú – Soltó otra vez la carcajada al aire
Tyson - ¿Eso crees? Pues he de decirte que a la hora de actuar es un mounstro
Ray – Ahora más serio - ¿A sí? ¿Es que acaso ya lo has usado?
Tyson – Más rojo de lo que estaba – Pues yo… ¡Eso no te incumbe!
Ray – Tú fuiste el que me lo dijo
Max – Vamos Ray, ya deja al pobre de Tyson – Dijo mientras recogía la toalla y la volvía a colocar en su cintura – Tal vez, todavía no ha terminado de crecer
Ray – Volviendo a reírse a todo pulmón – O ya se quedó así – En una esquina, Kai estaba viendo el "comportamiento infantil" de sus compañeros, como él lo denominaba, pero, no podía dejar de ver a aquel ser que tanto le atraía. Le llamaba tanto la atención su personalidad de aquel sujeto. No sabía como comportarse ante él. No sabía siquiera lo que sentía
Kai - /Tal vez es solamente admiración, él es también un muy buen beyluchador/ - Luego se regañó a si mismo - /¿Admiración? Si yo soy el mejor de todos. Aún así, es muy extraño. De seguro no es nada/ - Cerró los ojos tratando de concentrarse en otra cosa, pero la risa de aquel ser se lo impedía, le parecía ¿Hermosa? Hasta que…
Tyson – Si crees que lo tienes más grande que yo muéstramelo chico rudo
Ray – Parando en seco de reírse - ¿¡QUE? ¿A…aquí, ahora? – Esto atrajo la atención de Kai, haciendo que entreabriera los ojos, pero sin ser muy notorio
Tyson – Claro, a menos de que estés alardeando
Ray – ¡Claro que no! Pero no tengo que demostrarte nada
Max – Vamos Ray, estamos entre amigos
Ray – Lo que pasa… es que… yo… - Trataba de articular palabra, pero su pena no se lo permitía
Kai – Se levanta de donde estaba sentado – Me largo de aquí
Tyson - ¿Qué te pasa Kai? ¿Acaso tienes miedo de que te derrote con mi descomunal tamaño?
Kai – Lo que yo no quiero es que se me contagies tu enfermedad
Tyson - ¿Enfermedad? ¿Cuál enfermedad? Yo no estoy enfermo
Kai – Lo tuyo es demasiado grave para que lo comprendas
Tyson - ¿A sí? Y según tú ¿De qué estoy enfermo?
Kai – Tu enfermedad es la idiotez – Dicho esto se dirigió a la puerta de salida para vestirse e irse a su cuarto
Tyson – A punto de estallar – Pero… que se cree… ese engreído
Max – Vamos Tyson no te enojes, además, estabas retando a Ray en otra cosa ¿Lo recuerdas?
Tyson – Recobrando la compostura – Es cierto – Se voltea a ver a Ray – Vamos Ray ¿Tienes miedo? – En eso se queda de piedra pues Ray, se le había escapado - ¡RAYYYYYYYY!
Mientras tanto en otro lado un tanto alejado, un chico se dirige a su habitación con suma cautela, tal como lo haría un gato. Cuidando que nadie lo vea, en especial sus amigos hasta que
¿? - ¿Qué se supone que estás haciendo?
Ray – Saltando del susto y casi golpeándose con el techo - ¿K… Kai?
Kai - ¿Qué rayos estas haciendo? ¿Creí que te quedarías con ese dúo de bobos? ¿O me dirás que Tyson tenía razón?
Ray – Con una expresión de interrogante en su cabeza - ¿Qué Tyson… tenía… razón? – Recordando lo que estaba discutiendo con Tyson y sonrojándose al máximo por quien se lo había recordado - ¡Claro que no! ¡Lo único que sucede es que yo no necesito probar nada! ¡Era un reto estúpido!
Kai – Dejando ver una pequeñísima sonrisa – Es decir que… te dio pena
Ray – Pues… yo… verás… ¡Creo que eso no te incumbe!
Kai – Increíble, Ray Kon, poseedor del poderoso Drigger, intimidado por un pequeño reto
Ray - ¿A sí? Y me puedes explicar por qué tú no lo hiciste
Kai – El reto no fue hecho para mí
Ray – Muy bien, entonces yo te reto
Kai - ¿Aquí? – Dijo acercándosele hacia la cara
Ray – Totalmente nervioso y rojo – No… yo… me refería a la próxima vez que entráramos al sauna
Kai – Y si no quiero aceptar
Ray – Retomando su compostura y esta vez él acercándosele a Kai – Lo tomaré como que tienes miedo
Kai – Dándose vuelta y dirigiéndose a su habitación – No tengo nada que probar a ti ni a nadie
Ray – Ahora entiendes mi posición – Esto hizo que Kai se detuviera un instante, para luego seguir - /Vaya Ray, si que tienes agallas, mira que enfrentártele. Y si hubiera aceptado estarías en un grave aprieto. Que bueno que es Kai, cualquier otro hubiera aceptado el reto/ - Estaba pensando cuando escuchó los gritos de Tyson y Max que lo llamaban – ¡Oh no! Mejor me voy a mi cuarto antes de que me encuentren – Con esto salió volando rumbo a su cuarto
Tyson – Corriendo a tocar la puerta de la habitación de Ray - ¡Ray! ¡Vamos viejo sé que estás ahí! ¡Abre la puerta!
Max – Deteniendo a Tyson – Vamonos Tyson, si no quiere déjalo. ¿En qué te afecta?
Tyson – Es que me ofendió viejo
Max – Ya basta Tyson. Vamonos a nadar
Tyson – Esta bien – Otra vez golpeando la puerta de Ray - ¡Pero a la otra no te salvas viejo!
Max – Con una gota en la cabeza – Tu no tienes remedio
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Un lugar muy grande con un delicioso aire acondicionado ¿Se nota que vivo en Monterrey, hay muchos aparadores a todos lados, pequeñas tiendas de toda clase: De comida, zapatos, ropa, aparatos electrónicos, revistas, de videojuegos, bebidas frescas, comida rápida, en fin, un sin número de tiendas. En ella se puede ver una chica de cabello largo de color azul claro con una gorra hacia el frente, vestía un jeans color azul claro y una playera con un grabado al frente que decía "Princess" de color rosa con las mangas celestes, una chamarra de mezclilla y tenis. Era muy hermosa y todos por ahí la conocían. Era muy común que fuera de compras o simplemente a pasear y, a pesar de ser un establecimiento muy grande, se había ganado el afecto de todos, sin contar que su tío no era desconocido para nadie. Estaba observando los aparadores cuando de pronto vió un vestido que, según ella, era hermoso y corrió para verlo más de cerca pero, como veía por donde iba, se topo con alguien, haciéndola caer al suelo, y a la otra persona también.
Aiko – En el suelo doliéndose por el golpe – Ouch, eso dolió mucho
¿? - ¿Te encuentras bien?
Aiko – Si, disculpe, fue mi culpa no iba viendo por dónde caminaba
¿? – No te preocupes, yo también iba distraída. Este lugar es fantástico
Aiko – Si, es cierto – levanta la mirada para ver a quién tumbó - /¡QUÉ! ¡PERO SI ES… HILARY! ¿¡Y ahora, qué voy a hacer?
Hilary – Ahora si, me voy a presentar. Mi nombre es Hilary y, ¿el tuyo?
Aiko - /¿Pero, es qué no me ha reconocido? – Recordando que en realidad en la mansión era chico - /Torpe claro que no te reconoce, ella cree que eres un chico. Muy bien, actúa normal y todo estará bien/ - Extendiéndole la mano – Mi nombre… es… Aiko
Hilary - ¿Aiko? Tienes un hermoso nombre. ¿Dónde vives?
Aiko - ¿Eh? Cer… cerca de aquí
Hilary - ¿En verdad? Yo en realidad vivo lejos de aquí, pero me estoy quedando en casa de un amigo, junto con otros amigos
Aiko – ¿En… serio? ¿Dónde?
Hilary – Tal vez conozcas el lugar. Es la mansión Dickenson
Aiko – Claro que la conozco. Todos aquí la conocen
Hilary - ¿De verdad? Nunca me imaginé eso del Sr. Dickenson – En eso llega el chofer que acompañaba a Hilary y deja caer las cajas al ver a Aiko, provocando que Hilary volteara para ver que le sucedía - ¿Qué le ocurrió Sr. Oyamiko?
Sr. Oyamiko – Volteando a ver a Aiko quién le hacia señas de que no dijera nada de su presencia – No... No sucede nada señorita Hilary, lo que ocurrió es que había algo en el suelo y casi me resbalo con eso.
Hilary – Pues tenga mucho cuidado. No quiero que Alex se enoje conmigo porque algo le pasó a su chofer
Sr. Oyamiko – No señorita Hilary, tendré más cuidado
Hilary – Volviendo a ver a Aiko quien estaba pálida por el susto – Él es el Sr. Oyamiko, me acompañó para hacer mis compras y cargar las cajas, aunque creo que ya está cansado ¿Te encuentras bien? – Preguntó ante la apariencia anímica de Aiko
Aiko – Yo… si…. Estoy excelente. Solamente creí por un instante que el Sr. Oyamiko ya se había caído /Eso estuvo muy cerca U. Realmente cerca/
Hilary – Muy bien, y ¿A dónde ibas con tanta rapidez?
Aiko - ¿Yo? A esa tienda, quería ver el vestido
Hilary - ¿En serio? Yo también lo vi y creí que era hermoso. Oye, ¿y si vamos de compras juntas?
Aiko - ¡Genial! – Esto hizo que el chofer pusiera una cara de espanto
Sr. Oyamiko - /Voy a pedirle un aumento al Sr. Dickenson por este trabajo extra/
Así pasó el tiempo volando para ambas chicas. Yendo de un lado a otro, comprando zapatos, vestidos, discos compactos, jugando videojuegos, probándose ropa, comiendo helados y comida chatarra, accesorios, maquillaje, en fin, infinidades de cosas para las que solamente las chicas tienen energía Si no me creen pregúntenle a mis padres y a mi hermano. Todos se agotan antes de que yo XDD. El tiempo se les había ido volando, estaban muy entretenidas, esto a consideración del chofer quien había visto crecer a la chica. Esto se prolongó hasta que, una alarma en el celular de Aiko le hizo acordarse de que ya era tiempo de volver o Hanna estaría enfadada con ella.
Aiko – Sacando su celular para apagar la alarma y parándose de la banca de dónde estaba centada – Oh no, ya es muy tarde
Hilary - ¿Te tienes que ir?
Aiko – Lamentablemente si, pero me divertí mucho contigo
Hilary – Qué lástima. Yo también me divertí contigo y lo peor, es que no sé si te vuelva a ver
Aiko – Poniendo una mano en su barbilla pensando una solución, pues ella también se había divertido mucho y no quería perder la amistad de Hilary - ¡Ya sé! – Se voltea hacia el chofer – Disculpe Sr. Oyamiko ¿Tendrá papel y pluma?
Sr. Oyamiko – Extrañándose ante la pregunta – Sí señorita – Busca entre su ropa y se las entrega – Aquí tiene
Aiko – Escribiendo en el papel – Aquí está un pequeño regalo de mi parte, me encantó estar contigo este día. Úsalo cuando quieras, no importa si estás triste o feliz, si necesitas verme yo estaré ahí a cualquier hora del día – Le entrega el papel a Hilary
Hilary – Pero… esto es…
Aiko – Es el número de mi celular. No te doy el de mi casa porque es más fácil encontrarme en este número – Se da media vuelta recoge los paquetes y empieza a correr – Me dio gusto encontrarte Hilary, espero que nos veamos pronto. Llámame cuando quieras, sin pena
Hilary – Levantándose de la banca y despidiéndose con la mano – Así lo haré – Y así perdió de vista a Aiko - /Así lo haré, porque eres una chica muy especial y, aunque solamente te haya conocido por un día, se que tienes un corazón puro. Espero que nuestra amistad siga fomentándose/ - Da media vuelta y se dirige al chofer – Será mejor que nosotros también nos vayamos, no quiero preocupar a Alex
Sr. Oyamiko – Si señorita Hilary – Con esto ambos se dirigieron caminando tranquilamente a la puerta del centro comercial para salir de ahí
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En la mansión, en la puerta de servicio, ya se encontraba Hanna, preocupada por la llegada de Aiko y por cómo le haría para entrar cuando de pronto escucha el sonido de un carro estacionándose en la cochera
Hanna - /Esta niña me sorprende. Ni siquiera yo me di cuenta/ - Se dirige corriendo a la cochera – Señorita Aiko
Aiko – Vaya, pareces reloj Hanna. ¿Podrías sacar estos paquetes cuando ya todos se hayan dormido y subirlos a mi habitación?
Hanna – Si claro – Ve la montaña de cajas - ¿¡Todos estos?
Aiko – Vamos Hanna, si son menos de los que siempre compro
Hanna – Con una gota en la cabeza – Pues… si, pero aún así son muchos
Aiko – Bueno, eso no es lo principal ahora. ¿Dónde están los demás?
Hanna – Bueno, el joven Ray ha estado en su habitación toda la tarde y no ha querido salir de ahí, aunque en realidad no sé porqué
Aiko - ¿Qué le habrán hecho?
Hanna – El joven Kai ha estado en su habitación también toda la tarde
Aiko – De él no me extraña
Hanna – Y los jóvenes Tyson y Max estuvieron nadando toda la tarde, acaban de irse a sus cuartos para bañarse
Aiko – Muy bien, entonces no creo tener problemas para entrar pero por si acaso – Abre el portaequipaje de su carro – Mejor me cambio – Dicho esto comienza a cambiar sus ropas por las que los chicos la conocían
Hanna – Veo que ya estaba preparada
Alex – Preparado – dijo esto recogiéndose el cabello y metiéndolo dentro de la gorra dejando ver simplemente el flequillo
Hanna – Cierto
Alex – Saliendo de la cochera y dirigiéndose a la mansión - ¿Terminaste lo que te pedí?
Hanna –Si, justamente cuando llegó terminé de preparar lo último pero, ¿Puedo saber para qué lo quiere?
Alex – Ya lo sabrás – Escuchó el sonido de un carro que llegaba – Debe ser Hilary. Sabes me encontré con ella en el centro comercial
Hanna - ¿¡QUÉ?
Alex – Tranquila, no me reconoció. Oyamiko si, pero le pedí que no dijera nada, claro que con señas. Nos divertimos mucho Hanna, comprando cientos de cosas, comiendo lo que mi tío dice "comida chatarra", en fin. Como hace mucho no me divertía. Le di el número de mi celular, no quisiera perder su amistad y sé que ella no quiere perder la mía como Aiko y, ella me necesitará el día que sepa la verdad
Hanna – Que bueno que se divirtió – Entraron por la puerta de servicio y se dirigieron a la puerta principal para recibir a Hilary quien, apenas divisó a Alex se lanzó a sus brazos
Hilary - ¡ALEX! Mil gracias, me divertí bastante. Nunca terminaré de agradecerte esto
Alex – Sumamente conmovido por las palabras de Hilary – No te preocupes Hilary, con unas simples gracias basta. Ahora ve a tu habitación y lávate las manos, te espero en diez minutos en la sala principal
Hilary - ¡SI! – Sube como bólido a toda velocidad dejando a todos con una gota en la cabeza y, al pobre chofer, con miles de cajas en las manos
Alex – Dirigiéndose al chofer – Gracias por tu discreción Oyamiko
Sr. Oyamiko – No se preocupe, joven Alex
Alex – Bien, sube esos paquetes al cuarto de Hilary. Le pediré a mi tío en cuanto regrese que te de un bono especial por el trabajo extra que hiciste hoy
Sr. Oyamiko – Es usted muy amable. Me retiro a llevarle estas cajas a la jovencita Hilary – Se dirige a las escaleras y se pierde en ellas
Alex – Hanna, diles a los cocineros que lleven la comida a la sala principal y avísales a los chicos que se laven las manos. Que no se arreglen formalmente
Hanna – Así lo haré joven Alex – Hizo una reverencia y se alejó de él
Alex - /Espero que esto les guste, bueno, si a mi me gusta no dudo que a ellos también/ - Caminó rumbo a un baño de servicio que había en la primera planta y se lavó las manos. Después de esto, se dirigió a la sala principal, se sentó en un sillón individual y esperó a que los demás llegaran. En menos de cinco minutos escuchó varias pisadas y cómo la puerta se habría de golpe, lo más seguro, producto de Tyson
Tyson - ¡Ya llegó por quien todos esperaban!
Hilary – Dándole un golpe a Tyson en la cabeza – No seas grosero – De pronto volteó al frente y, al igual que todos los demás, se quedó paralizada ante la vista que tenía en frente.
La sala principal no era por menos llamada así, tenía una hermosa chimenea, muchas ventanas todas separadas por pilares, sus cortinas corridas permitían la entrada la luz de la luna en ese momento era llena. La chimenea estaba encendida y, encima de ella, estaba la misma mujer que habían visto cuando llegaron a aquella mansión, solamente que se veía mucho más joven, como de 19 años de edad, en la plena juventud. Frente a la chimenea había un par de sillones individuales y varios cojines en el suelo, en el centro de la sala se encontraba una mesa con varios cojines a su alrededor. Era pequeña en cuanto a altura, pero lo suficientemente larga como para poder contener los centenares de comida que había. Un poco alejado de ahí, estaba un televisor mega grande con un reproductor de dvd's y varios pilares de películas. Al otro extremo se encontraba un stereo con la mejor música del momento, aproximadamente diez bocinas y una máquina karaoke (Esto por parte de Hanna)
En la mesa estaban servidas toda variedad de comidas, china, tailandesa, italiana, rusa, había hamburguesas, pizzas, malteadas, refrescos, chocolates, dulces, jugos, papas fritas las papitas como las más reconocidas de México. No digo marcas porque después me la cobran, papas a la francesa con queso Saben deliciosas, son mis favoritas, emparedados, vino tinto, carne con verduras, en fin, todo lo que cualquier chico adolescente o niño desea comer siempre y, que sus padres se lo prohíben o te dicen, "eso no es saludable"
Tyson - ¿Acaso me morí o estoy soñando?
Ray – Si estas soñando, creo que todos soñamos lo mismo
Max – Y si estamos muertos, entonces todos nos fuimos al paraíso
Hilary – Quién fue la primera en salir del shock y corre a abrazar a Alex, el cual ya se había parado del sillón y casi lo hace caer del suelo con esa acción - ¡Alex, eres maravilloso! ¡Esto es grandioso! No creo que ni Tyson pueda acabarse tanta comida
Kenny – Tanta grasa puede hacer que nos de un infarto – Dijo un tanto molesto por la acción de Hilary que, para su consideración, era demasiado atrevida
Tyson – Cálmate Jefe, disfruta del manjar que nos están otorgando
Max – ¿Cómo hiciste todo esto?
Ray – Si y, ¿Qué pasó con que aquí la cena era formal?
Alex – Esa es una tradición de esta familia y, no es por despreciarlos, pero ustedes no lo son. Simplemente creí que les agradaría comer como están acostumbrados y yo, pues salir un poco de lo rutinario. ¿No les agrada?
Tyson – ¿Estás bromeando? Esto es lo mejor que hayan visto mis ojos
Kai – Esto es asqueroso
Alex – Me supuse que dirías eso – Levanta la tapa de un plato – Esta comida es un poco más… saludable y… como decirlo… de reyes. Además mandé traer ese vino tinto para ti. Solamente eso sí, como la mesa es muy baja, tendrás que comer como nosotros, sentado en un cojín.
Kai – ¿Por qué habría de comer con ustedes?
Ray – Vamos Kai, no te enfades, además, él hizo todo esto por nosotros – Con esto se dio terminada la discusión y todos se dirigieron a las "sillas", comenzando a comer.
Al cabo de un rato Hilary comenzó a inspeccionar la habitación y le llamó la atención el retrato encima de la chimenea
Hilary – Dirigiéndose a Alex - ¿Es tu mamá?
Alex – Si, cuando era más joven. Creo que tenía mi edad
Hilary – Es muy hermosa
Alex – Si, lo era
Hilary - ¿Era?
Alex – Ella murió hace muchos años
Hilary – Lo siento
Alex – No importa, tú no tuviste la culpa
Hilary - ¿Y tu padre?
Alex – También murió hace años, por eso vivo con mi tío
Hilary – Oh, ya veo – Volvió a mirar una vez más el retrato y después se dispuso a comer
La cena transcurrió con una alegra conversación sobre Beyblades, batallas que han tenido, quién es el más fuerte, Tyson comiéndose hasta la decoración. En fin, una cena esplendorosa. Después de terminar se dispusieron a colocar algunos discos compactos y, al cabo de un rato el karaoke. La primera fue Hilary, quien no resistió la tentación ante un aparato tan colosal aunque fue abucheada por Tyson quién, en su consideración, la canción que había escogido era demasiado aburrida y ella no tenía voz para cantar. Aunque la crítica se la devolvió cuando fue el turno de él para cantar puesto que, a opinión de todos, un lobo aullaba mejor que él. Después fue el turno de Max, quien no lo hacía nada mal, Kenny también lo intentó, pero solamente logró dar una palabra por el nerviosismo y, por último Ray el cual, en verdad cantaba bien. Kai no quiso cantar, y en realidad no le insistieron mucho por temor a que se enojara. Esto fue contrario a Alex, a quién si le insistieron mucho rato, pero después se libró de la situación argumentando que si con Tyson habían tenido que taparse los oídos, con él se romperían las ventanas de la habitación.
Después de esto, todos estuvieron de acuerdo en ver un par de películas. Fueron de horror a petición de la mayoría, recogieron los cojines que les habían servido de sillas y las colocaron frente la pantalla, para cuando terminaron ya era muy entrada la noche, aún así se quedaron un rato frente al fuego. Kai y Alex estaban sentados en los sillones y los demás en los cojines.
Ray – Esta noche fue grandiosa
Tyson – Apoyo eso amigo
Max – Espero que se repita
Kenny – No creo que Alex tenga inconveniente por eso
Hilary – Alex, muchas gracias de nuevo por todo esto – volteó a ver a Alex - ¿Pero que…?
Tyson - ¿Qué sucede Hilary?
Hilary – Es Alex – Hilary observaba a Alex con mucha ternura, se había quedado dormido en el sillón frente al fuego. Lucía muy tranquilo. – Parece que fue muy agitado su día
Kenny – Será mejor que llamemos a alguien para que lo suba a su habitación
Max – Nosotros también deberíamos irnos a acostar. No dudo que mañana tengamos que entrenar de nuevo desde muy temprano
Tyson – Cierto.
Ray – Si será mejor que nos vayamos. ¿Vienes Kai?
Kai – Si – Se levantó del sillón pero no pudo evitar voltear a ver a Alex. Es cierto se veía muy apacible, muy tranquilo, como si hace años que no lo hubiera estado. Pudo divisar que de los labios de Alex salían dos palabras, ante las cuales solamente pudo dar una sonrisa. Después de esto, se volvió rumbo a su habitación
Kenny fue el encargado de llamar a uno de los sirvientes y los demás se dirigieron a sus habitaciones. Al cabo de cinco minutos uno de los meseros se dirigió a donde estaba dormido Alex y lo cargó en brazos para llevarlo a su habitación
Hanna – Ten mucho cuidado de que no se despierte
Tameru – No, no te preocupes. Parece que se divirtió bastante ¿no?
Hanna – Si, solamente espero que la decisión que tomó no arruine esta felicidad que ahora tiene
Tameru – No te preocupes, la señorita es muy inteligente. Sabe lo que hace y, si en determinado caso todo llegara a salir mal, te tiene a ti como su amiga.
Hanna – Si, tienes razón. Muy bien, llévala a su cuarto
Tameru – De acuerdo – Se pierde detrás de la puerta
Hanna – Si – Con cara de lamento – Pero a la que le toca recoger es a mi
NOTAS DE LA AUTORA
Tan, tan, tan, taaaaan. Esto cada vez está más interesante, inclusive para mí. Díganme, ¿Ya saben quién va a quedar con quién? Si es así no se lo digan a los demás, es una sorpresa. ¿Ya saben el misterio que envuelve a cada uno? Este fic está saliendo mejor de lo que creí, espero que pronto todo este embrollo se desembrolle ¿Existe esa palabra? En cuanto a los que les gusta el lemon y el yaoi, no se preocupen, pronto iré para allá, solamente que primero tengo que ponerles trabas, problemas, misterios. ¿Recuerdan las clases de español? Toda historia debe tener una introducción, un desarrollo dentro del cual debe haber un nudo, y una conclusión o final (¿Acaso creen que me gusta la escuela?)
Espero que sigan apoyándome con sus reviews. Mándenme más please. Yo continuaré con este fic.
Hasta la próxima
Mata nee
