Aclaraciones preliminares:
Los personajes de Bayblade no son míos ni nunca lo serán;
Este fanfic se realiza sin fines de lucro
Las acotaciones son
/Lo que el personaje piensa/
oooooooo Cambio de escena
Lo que yo digo
(Algún comentario)
/Un pensamiento de un tercero pensando dentro de la cabeza de alguien, es decir, como cuando alguien recuerda un evento y escucha esas voces en su cabeza o alentándolo/
CAPÍTULO 9
DUDAS
En la puerta principal alguien llamaba. Hanna fue a abrir la puerta debido a que sabía de quién se trataba. El doctor al fin había llegado
Hanna – Qué bueno que llegó doctor
Dr. - ¿Dónde está?
Hanna – Ella está en su habitación con el Sr. Mitzuku
Dr. – Bien, vayamos con ella – Con esto ambos corrieron rumbo a la habitación de Alex y llamaron a la puerta
Sr. Mitzuku – Si, ¿Quién es?
Hanna – Soy yo, Hanna. He traído al doctor
Sr. Mitzuku –Pasen
Ambos entraron a la habitación.
Dr. – Oh Dios, pero, ¿Qué le pasó exactamente?
Sr. Mitzuku – Pues verá, al parecer la señorita estaba en una competencia con sus compañeros, pero fue tanta la energía que utilizó que, por alguna razón, cayó en la piscina golpeándose la cabeza con la pared
Dr. – Analizando a Alex – Ya veo
El doctor revisó intensamente a Alex, sus pulmones, su respiración, su pulso, sus pupilas y, principalmente, su cabeza, donde se había golpeado. Tardó aproximadamente quince minutos en su revisión. Vendó su cabeza cuidadosamente, procurando cubrir la parte donde se golpeó y por donde salía un poco de sangre. Después de esto, el doctor dio un veredicto alentador, para todos los ahí presentes
Dr. – No se preocupen, ella estará bien. El golpe en su cabeza no es nada grave, probablemente no despertará hasta mañana. Que descanse mucho y no haga esfuerzo en tres días por favor. Necesita recuperar fuerzas
Sr. Mitzuku – Muchas gracias doctor. Por todo.
Dr. – No hay problema. Saben que ella me preocupa mucho desde aquél trágico día
Sr. Mitzuku – Si, lo sabemos, y no es al único. A todos en esta casa nos preocupa
Dr. – Bien, si ya no me necesitan, me retiro
Sr. Mitzuku – Disculpe doctor
Dr. – Si, diga
Sr. Mitzuku – Si no es inconveniente, podría revisar a otro joven. Él sufrió un desmayo por
un golpe que recibió
Dr. – Si claro, no hay problema. ¿Dónde está?
Sr. Mitzuku – Sígame por favor – Se dirige hacia Hanna – Cambia de ropa a la señorita y también cambia las sábanas que están mojadas. Si necesitas ayuda manda por Tameru. Si despierta no dejes que se levante. No te alejes de ella en tres días. Enviaré su desayuno, comida y cena aquí y también la tuya
Hanna – Si señor
Así el doctor y el mayordomo salieron de la habitación de Aiko dejando a Hanna la tarea de cuidar de ella. Cruzaron el pasillo y tocaron a la puerta de Kai
Ray - ¿Quién es?
Sr. Mitzuku – Soy el Sr. Mitzuku, el mayordomo. He traído a un médico para que revise al joven Kai
Ray – Adelante, está abierta la puerta
Dr. - ¿Qué le paso a este joven?
Ray – Se golpeó contra un árbol de lleno, pero se había levantado sin problemas, de hecho me ayudó a sacar a Alex del agua pero, cuando todo había pasado, se desmayó
Dr. – Mmmm, ya veo – Revisó a Kai completamente, al igual que a Alex y, al igual que con él, dio un veredicto alentador – Solamente fue el golpe, aún así sería preferible que no se levante en todo el día de mañana.
Ray - /Esto será digno de verse U/ Gracias
Dr. – No hay de qué – Se voltea hacia el Sr. Mitzuku – Si nadie más está herido, me retiro
Sr. Mitzuku – Muchas gracias por su ayuda doctor
Así ambos salieron de la habitación de Kai, dejándolos a solas otra vez. Ray estaba atento del estado de Kai, sin perder el menor detalle y, al mismo tiempo, contemplando sus facciones, memorizándolas. Luego de esto salió a su habitación y volvió inmediatamente con un paquete en manos. Era una baraja de poker y al encontrarse solo, no tuvo otra opción más que jugar solitario. Al cabo de un par de horas Kai despertó un poco aturdido
Kai - ¿Dónde… estoy? – Intenta ponerse de pie pero no puede debido a un intenso mareo y un grandísimo dolor de cabeza
Ray – Hablando para sí mismo sin percatarse de que Kai ya estaba despierto – Diablos, ya me encerré de nuevo ¿Cómo es posible? Una de dos, o soy pésimo en el juego o soy demasiado hábil hasta conmigo mismo
Kai - ¿Ray? ¿Qué haces aquí? – Vuelve a intentar ponerse de pie
Ray – Prestándole atención y corriendo para evitar la acción de Kai, el cual puso resistencia es decir Kai empujaba para parase y Ray para mantenerlo sentado – Hey Kai, tómalo con calma, no te apresures. Mejor quédate acostado
Kai – Resignándose a lo inevitable y volviendo a acostarse en la cama - ¿Qué sucedió?
Ray – Sucedió que el señor invencible se desmayó – Vió que Kai le volteó la cara y cruzó los brazos – No te enojes, es una broma. Lo que si no es broma es lo que dijo el doctor
Kai - ¿Doctor?
Ray – Lo llamaron para Alex y de paso te revisaron a ti
Kai – No necesitaba un doctor ¿Qué dijo?
Ray – No te va a agradar
Kai – Habla ya
Ray – No te vas a poder levantar en todo el día mañana
Kai – Voltea a ver a Ray con cara de ¿asustado? - ¿Qué no… me voy… a levantar?
Ray – Fueron sus instrucciones
Kai – No pienso obedecer
Ray – Vamos Kai, es solamente un día. Si quieres te hago compañía. A menos que prefieras estar solo
Kai – Has lo que quieras – Aunque su rostro quería hacer notar la felicidad que lo embriagaba por dentro
Ray – Entonces, me quedaré contigo todo el día de mañana – Dijo con una amplia sonrisa en sus labios dejando ver sus pequeños colmillos y, a la vez, dejando embelezado a Kai
Kai - /Pero, qué puede ser esto que siento/ - Se cuestiona al sentir que su corazón se agita ante la idea de la compañía de Ray, todo el día, para él solo y, a la vez, haciendo que sus mejillas muestres un ligero tono rosado – No respondo por el mal humor
Ray – No importa. De hecho, me quedaré a dormir aquí para vigilar que no escapes – Esto hizo que el sonrojo de Kai creciera y tuviera que voltear la cabeza
Kai – Ya te lo dije, has lo que quieras – Dijo bajando el tono rosa de sus mejillas
Ray – El problema es que, ¿Cómo le voy a hacer con la cama? No puedo dormir en la tuya – Esto hizo que Ray se sonrojara Que digo, ¿sonrojo? Parecía farolito de navidad y que las mejillas de Kai se volvieran a tornar rosas – Eh… digo… a lo que me refiero… es que… tu estás acostumbrado a dormir solo y nunca compartir la cama /¿Pero qué estupideces digo/ Bueno… quiero decir… que mejor… Mejor voy a pedir que traigan una cama extra
Kai – Con la mirada un tanto gacha – Si
Ray – Saliendo de la habitación de Kai y cerrando la puerta detrás de si - ¡Ahora vuelvo! – Se encontraba en el pasillo y ve la habitación de Alex - /¿Me pregunto como estará/ - Caminó rumbo escaleras abajo para buscar al mayordomo. Lo encontró en la cocina con otros sirvientes así se decidió entrar – Dis… disculpe – Algo apenado por la intromisión
Sr. Mitzuku – Diga joven Ray. ¿Qué necesita? ¿Se encuentra bien el joven Kai? ¿Es necesario que llamemos de nuevo al médico?
Ray – Un tanto sonrojado por tantas atenciones - ¡NO! No es necesario, Kai esta muy bien, de hecho acaba de despertar
Sr. Mitzuku – Vaya, esas son buenas noticias. Entonces, dígame en qué lo puedo ayudar
Ray – Quisiera acompañar a mi amigo en la noche para poder vigilarlo. Es muy terco y seguro se levantaría si nadie está con él. Así que me preguntaba si habría alguna posibilidad de colocar una cama extra en su habitación
Sr. Mitzuku – Pensando detenidamente – Bien, no tenemos catres ni nada por el estilo – Viendo la cara de decepción de Ray – Pero – Con esto Ray volteó a verlo con un brillo de esperanza – Podemos mover una cama de las habitaciones que no se están ocupando a la del joven Kai
Ray – Sonriendo ampliamente – Genial, eso sería estupendo
Sr. Mitzuku – Muy bien – llama a dos sirvientes – Cambien una de las camas de las habitaciones desocupadas a la del joven Kai
Sirvientes 1 y 2 – Sí Ya se me acabaron los nombres vU
Así pues, los sirvientes abrieron una de las habitaciones desocupadas y trasladaron la cama hasta la habitación de Kai quien, sorprendentemente, seguía acostado.
Ray – Dando golpes en la puerta - ¿Kai, puedo pasar?
Kai – Si – Con voz autoritaria y fría
Ray – Abriendo la puerta para que pasen los sirvientes – Muy bien, pasen. ¿Pueden dejarla al lado de la mesa de noche?
Sirvientes 1 y 2 – Sí
Ray – Muchas gracias por su ayuda – Ve como los sirvientes salen de la habitación y vuelve a cerrar la puerta. Voltea a ver a Kai y casi le da un paro cardiaco - ¡KAI!
Kai – Volteándolo a ver casi sin inmutarse por su grito - ¿Qué sucede?
Ray – O tu estás muy grave o yo me estoy volviendo loco – Ve a Kai con una ceja arqueada en signo de duda ante sus palabras – Imaginé que en cuanto me fuera tu harías hasta lo imposible por salir de aquí o al menos te levantarías
Kai – Con un tono despectivo – Pues te equivocaste
Ray – Es evidente. Muy bien – Se da media vuelta dándole la espalda a Kai, pero inmediatamente volviendo a verle - ¿Duermes así o tienes un pijama?
Kai – Esta pregunta hizo que Kai se relajara y mirara a Ray con cara de asombro y, a la vez, adquiriendo un tono rosado sus mejillas por la respuesta que iba a dar – Pues… yo…
Ray – Interviniendo al ver la vergüenza de Kai – Yo duermo con pijama. Aunque desafortunadamente la mía la olvidé en casa por salir de prisa.
Kai – Un tanto más relajada – Yo… también… - Viendo la cara de incertidumbre de Ray – Duermo en pijama
Ray – Y, ¿tú si la trajiste? – Ve a Kai respondiendo asintiendo la cabeza – Bien y, dónde está. Te la pasaré para que no tengas que levantarte
Kai – Apresurándose a levantarse - ¡No, yo lo haré! – Vuelve a sentarse en su cama al sentir un gran mareo y que el dolor de cabeza había vuelto
Ray – Apresurándose a su lado - ¡Kai! ¿Te encuentras bien?
Kai – Sosteniendo su cabeza con una mano – Perfectamente
Ray – No lo pareces. Mejor déjame ayudarte
Kai - ¿Por qué? – Ve en cara signos de duda así que replantea la pregunta - ¿Por qué quieres ayudarme?
Ray – Un tanto sonrojado – Por que… tú… /¿Qué se supone que le diga? Ni siquiera yo entiendo lo que me pasa/ Por que tu… eres… mi amigo Kai. Por eso te ayudo. Los amigos siempre se ayudan Nota recordatoria para mi, dejar de ver programas educativos o en su defecto la película de digimon
Kai – Sorprendido por la respuesta y a la vez, tomando un tono rosado sus mejillas igual a las de Ray – Gra… gracias
Ray – Un tanto asombrado por la respuesta de Kai – De… nada. Bueno. ¿Dónde guardas tu pijama? – Kai le señala un cajón del ropero y Ray se dirige ahí. Abre el cajón y su asombro parece crecer - ¡Vaya! Dijiste que dormías en pijama, mas no que tenía una para cada día del mes.
Kai – Haciendo una pequeña sonrisa ante ese comentario y, aprovechando que Ray no lo veía – Lo olvidas. Yo vivo igual que ese tal Alex
Ray – Volviéndose hacia Kai – Cierto. Ahora el problema es ¿Cuál desea usar su excelencia? – Dijo con una amplia sonrisa y haciendo una ligera reverencia
Kai – Viéndolo con cara de divertido por la reverencia de Ray y, al mismo tiempo, por la sonrisa que le daba, sólo a él. Aunque esto también hacía aumentar sus dudas - /Se ve bien así ¿Qué estoy pensando? ¿Lindo? Pero, entonces, por qué estoy tan confundido. Me agrada sentir que tengo su atención pero ¿Por qué?¿Es acaso porque somos amigos?¿Amigos? Qué te pasa Kai, si tú no crees en la amistad. Entonces ¿Por qué?¿Por qué la compañía de Ray se me hace tan placentera?¿Por qué mi corazón late tan rápido cuando se me acerca o me sonríe?¿Por qué siento mi sangre hervir hasta el punto en que mis mejillas se sonrojan?¿Qué es lo que me pasa?¿Qué es lo que siento?¿En realidad esto es un sentimiento?¿Por qué estoy tan confundido? Yo nunca estoy confundido y, sin embargo, ahora lo estoy…/ - Kai podría haberse quedado haciendo estas y mil preguntas más que, en ese instante, no tenían respuesta. No aún. Si no es porque Ray le habló insistentemente
Ray - ¿Kai? ¿Kai? ¿Tierra llamando a Kai? ¿Estás conmigo Kai? – Esta pregunta hizo a Kai voltear a verlo para de nuevo volver a perderse por esas simples tres palabras
Kai - /¿Estoy contigo?¿Cómo puedo estar contigo?¿Es que acaso deseo estar contigo?¿Qué es lo que me pasa?¿Por qué me quedo paralizado al verlo?¿Por qué me suceden estas cosas a mi, si soy el más poderoso beyluchador?.../ - Kai se había sentado a la orilla de la cama y, ante la aparente pérdida de razonamiento de su amigo, Ray se decidió acercar, sentándose junto a él y viéndole a los ojos
Ray - ¿Kai? ¿Te encuentras bien? – Kai voltea a verlo a los ojos haciendo que se sonroje - ¿Estás… bien? – Lo había vuelto a hacer, se había perdido en sus pensamientos y, la penetrante mirada de Kai, hacía que sus mejillas fueran del rosa al rojo - ¿Kai? Sabes, me estás asustando
Kai – Acercando su mano a la mejilla de Ray y dejándola ahí- /¿Por qué me llama tanto la atención?¿Por qué siento tanta curiosidad?¿Por qué tengo tantas dudas? Su mirada me atrae. Me siento hipnotizado pero ¿Por qué? Quisiera descubrirlo…/ - Kai comienza a acercarse al rostro de Ray y este, ante el asombro, se queda paralizado y con el rostro más rojo que un semáforo en alto - /¿Podré descubrirlo así?¿Podré aclarar mis dudas? Quiero saber…/ - El rostro de Kai se acercaba peligrosamente al de Ray, faltaban un par de centímetros, no había nadie. Estaban solos y Kai parecía hipnotizado, simplemente ido. Ante lo inevitable, Ray no hizo más que cerrar sus ojos y esperar. Pero…
¿? – Toc, toc Sonido de alguien tocando la puerta y arruinando el momento ¿Soy mala o qué? – Joven Ray, ¿Puedo pasar?
Ray –Safándose de la mano de Kai y parándose para abrir la puerta – Sí, claro
¿? – Buenas noches joven Ray, soy la señora Shade – Era una señora mayor, un tanto rechonchita, mejillas rosaditas, cabello entre canoso, cara muy dulce quien traía un carrito con varias bandejas
Ray – Muy buenas noches
Sra. Shade – Viendo a Kai quien estaba un tanto perplejo – Oh, veo que se levantó joven. Bien, les traje la cena para que no tuvieran que ir a la cocina
Ray – Mu… muchas gracias
Sra. Shade - ¿Se encuentra bien? Lo noto algo rojo
Ray – Un tanto nervioso Un tanto, digamos que parecía que le iba a dar una ataque - ¿¡Yo? ¡Estoy bien, estoy en perfectas condiciones!
Sra. Shade - ¡Qué bueno! – Se dirige a Kai - ¿Y usted joven, se siente mejor? – Kai solamente le puede responder moviendo su cabeza, aún no salía de su shock - ¡Excelente! Bien aquí les dejo la cena. No se preocupen por bajar las charolas, las recogeré más noche, solamente déjenla fuera de su habitación
Ray – De acuerdo – Vió como la señora se daba media vuelta para salir – Dis… disculpe – Dijo antes de que saliera, haciendo que volviera su atención a él - ¿Cómo… cómo esta Alex? – Dijo un tanto preocupado pero, ante la pregunta, Kai salió de su shock, se volvió a acostar y cruzó sus brazos volviendo a poner su semblante serio y frío
Sra. Shade – Mostrando una sonrisa más amplia, si es que se podía – Oh, el joven está muy bien, parece que no le ocurrió nada. Aún así tendrá que permanecer en cama unos días. – Vió cómo Ray se relajaba ante tan buena noticia – Es bueno que tenga otra vez amigos. Hace mucho que no lo veíamos tan feliz. Les agradecemos mucho – Se dio media vuelta y salió sin darse cuenta de que dejó a un par de chicos perplejos
Ray - /¿Otra vez?¿Es que acaso los tuvo y los perdió?¿Qué le pudo haber ocurrido a ese chico/ - Vuelve su atención a la realidad y recuerda lo que pasó antes de ser interrumpidos. Se voltea hacia Kai y lo observa que volvió a ser el mismo, así que decide hablarle - ¿Kai?
Kai – Voltea a verlo con una mirada helada - ¿Qué?
Ray – Pues… que nunca me respondiste – Ese comentario hace que Kai se relaje un poco, pero sin dejar de mirarlo desdeñosamente - ¿De qué color quieres tu pijama hoy?
Kai – Enfadado – No importa
Ray – Vamos – Se inmuta ante una mirada de Kai – Muy… muy bien – Dice un tanto nervioso – Entonces… el color lo decidiré yo – Voltea hacia la gaveta para escoger entre los tantos colores que había
En realidad no había mucha elección, eran más bien, diversidades del mismo color. Negro, más negro, menos negro. Azul oscuro, azul rey, azul pálido, azul celeste, azul brillante, azul hielo, verde oscuro, verde oliva, verde zacate, verde limón, verde aceituna, verde bandera, verde pálido, verde menta, gris, gris oscuro, gris pálido, en fin. Imaginen el resto de los tonos Ray no encontraba de dónde elegir, hasta que vió un tono que, en su opinión, le sentaría bien a Kai. Era un tono de verde muy bonito, no era ni muy fuerte ni muy pálido, tampoco era muy chillón o muy opaco. En fin, para él era perfecto Sigel, gracias por la idea del pijama, así, que se lo mostró a Kai
Ray – Tendiéndole el pijama frente a sus ojos - ¿Tu que piensas?
Kai – Aún enfadado, para Ray, sin razón aparente – Me da igual
Ray – Si te diera igual, tendrías un pijama rosa – Eso hizo que Kai hiciera una cara de asco ante la idea - ¿Ves? Anda, póntelo – Le tira el pijama a Kai
Kai comenzó a quitarse la bufanda y, después la camisa, hasta que recordó que Ray lo estaba viendo
Kai – ¿Te importaría?
Ray – Un tanto apenado – Si, lo siento – Se da media vuelta – Kai, ¿por qué estas molesto?
Kai - ¿Y quién te dijo que estoy molesto? – Dijo en tal forma que trató de restarle importancia
Ray – Kai, nos conocemos hace años. Sé cuando estas molesto /Oh, oh. Creo que hablé de más/
Kai - ¿Y qué te hace creer que me conoces tan bien?
Ray – Pues... eh... yo... este... aquel... – Comenzó a decir tratando de articular palabra las cuales, lógicamente no salían. Ante esto Kai decidió cambiar la pregunta, algo poco común en él
Kai - ¿Por qué te preocupa ese chico? – La pregunta desconcertó a Ray haciendo que volteara para ver a Kai, pero volteando a ver inmediatamente al frente, pues recordó que se estaba cambiando - ¿Por qué?
Ray – Pues... ¿Por qué no habría de preocuparme? Es nuestro amigo, nuestro nuevo compañero de equipo y el dueño de la casa. Bueno, el sobrino del dueño de la casa
Kai - ¿Sólo por eso?
Ray - ¿Por qué más habría de ser?
Kai – Dímelo tú – Dijo sonando autoritario
Ray – Agachando la cabeza – Ya te lo había dicho, creo que hay algo extraño con ese chico, que por alguna razón necesita nuestra ayuda. Por eso nos mandó a llamar. También creo que esconde algo y que, por alguna extraña razón, parece que quiere que lo sepamos. Tiene un secreto y, está relacionado con nosotros, o al menos con alguno de nosotros – Dijo esto último un tanto triste al recordar la llamada que escuchó
Kai – Ya puedes voltear – Dijo haciendo reaccionar a Ray
Ray – Volteando a ver a Kai – Vaya, no te queda mal. Aunque debo admitir que nunca imaginé verte en pijama /Demonios, debo dejar de hablar de más/
Kai - ¿Nunca imaginaste...?
Ray – Haciendo una rápida corrección – Si... bueno, es que... al ser tan buen beyluchador y ser tan rudo, digamos que nunca imaginé que te gustara dormir en pijama
Kai – La vida da muchas sorpresas – Dijo como tratando de convencerse a sí mismo y a Ray.
Era cierto, Kai se veía sumamente guapo, el pijama era muy sencillo. Solamente consistía en el pantalón y una camisa de manga larga. Botones al frente, el pantalón de elástico. En la parte en la que terminaba el pantalón tenía unos dobles hacia arriba, haciendo como bastilla, pero por afuera y con una línea de un color verde más oscuro. Las mangas tenían el mismo acabado. La camisa tenía una bolsa y, al lado de los botones, tenía la misma línea de color verde oscuro. El material era sumamente suave, esto según recordó Ray cuando tocó los pijamas.
Ray – Sí, bueno. Será mejor que nos durmamos. – Dijo mientras ayudaba a Kai a acomodarse dentro de la cama, distendiendo las sábanas y retirando algunas almohadas y cojines - ¡Es cierto! – Dijo recordando algo - ¿De qué están hechos tus pijamas? – Vió el desconcierto en la cara de Kai – Lo digo porque los sentí muy suaves y frescos. Finos sería la palabra correcta
Kai – Seda
Ray - ¿Seda?
Kai - ¿No me escuchaste la primera vez que lo dije?
Ray – No, no es eso, es solo que... sabía que eras rico, pero jamás me imaginé que vivieras como tal
Kai – Las visto desde niño. Los sirvientes las compran sin pensarlo.
Ray - ¿Sirvientes? Vaya, tú si sabes como vivir
Kai – Yo no le llamaría vida a lo que viví
Ray – Cierto, lo había olvidado
Kai - ¿Por qué no te pones una?
Ray - ¿Qué?
Kai – Una pijama. Mencionaste que la tuya la olvidaste por salir deprisa.
Ray – Y es cierto
Kai - ¿Por qué no te pones una? Hoy estoy de muy buen humor. La que escojas te la regalo
Ray - ¿En serio?
Kai – Si quisiera mentir, lo haría con otra cosa, no con pequeñeces
Ray – Pero, eso descompletaría tu juego de pijamas para el mes
Kai - ¿Ves que me estoy quejando? Además, yo las consigo sumamente fácil
Ray - ¿Puede ser la que quiera?
Kai – Me comienzo a impacientar
Ray – Te tomaré la palabra
Dicho esto se dirigió al cajón, sacó una de los pijamas y se fue al baño, para cambiar su atuendo. Al cabo de cinco minutos salió. Su pijama tenía los mismos acabados en las mangas y el pantalón que los de Kai pero, a diferencia de este último, el color de su pijama era un azul oscuro, azul rey para ser más específica Se nota que sé más del azul que del verde La línea de las mangas, el pantalón y al lado de los botones eran de un azul eléctrico, haciendo que resaltara mucho y que, en verdad, se viera muy lindo.
Ray – Y ¿Qué tal? – Dijo colocándose frente a Kai para que le diera su opinión
Kai - ¿Qué tal qué? – Dijo tratando de restarle importancia
Ray – O vamos Kai.
Kai – Si lo que quieres que te diga es que no te ves ridículo, ahí está, no te ves ridículo
Ray – Prefiero cambiar las palabras a un "Luces bien"
Kai – Cámbialas a lo que quieras
Ray – En verdad estás de un muy buen humor hoy, Kai. Hay que golpearte más seguido para
ver ese lado tuyo de tú personalidad – Dijo soltando una risita
Kai – Ni lo pienses
Ray – Parando de reir – Era broma Kai – Se dirigió a su cama y se recostó – Ahora si, mejor durmamos. Mañana le diré al Jefe que no tendremos entrenamientos
Kai – Entrenaremos – Dijo otra vez con tono autoritario
Ray – Pero, Kai. El doctor dijo que mejor descansaras
Kai – Nunca he obedecido las órdenes de un doctor y no comenzaré hoy
Ray – Eso si que no – Kai volteó a verlo con asombro – Si lo que te preocupa es que se rían de ti, diré que me enfermé del estómago. Así nadie sabrá que eres tú el que no puede entrenar. Además Alex... – Se detuvo ante la mirada fría de Kai otra vez, al oír ese nombre – Alex... Alex tampoco puede entrenar mañana – Se animó a decir finalmente
Kai solamente volteó el rostro para no ver a Ray. En verdad le enfadaba que hablara de ese chico pero no sabía exactamente si era porque Ray le ponía atención o porque no quería que tuviera esa atención para con él. Cualquiera que fuera el caso, le disgustaba. Sobre todo porque aún no entendía que pasaba con su mente y su cuerpo. Lo hubiera descubierto de no ser por esa inoportuna sirvienta, según lo recordaba ahora. Un para de minutos más y todo se hubiera aclarado pero, el hubiera no existe, lo que importa es el ahora. El ahora. Y si lo intentara ahora, otra vez. No, el momento había pasado, tendría que esperar el siguiente. Con esto se recostó totalmente en la cama dándole la espalda a Ray, dando signos de que al fin dormiría.
Ray – Muy bien – Dijo por último – Entonces, a mí me toca hacer de enfermo. ¿Me pregunto que será bueno? – Vió la bandeja con la comida que había sido dejada pro la señora Shade – ¡Ya sé! ¡Comí demasiado! ¿Tú que opinas, Kai? – voteo a ver a Kai para darle una aprobación o rechazo a su idea - ¿Kai? /Parece que se durmió. Eso o simplemente no me quiere prestar atención. Mejor me quedaré despierto un rato más por si intenta algo. Estamos hablando de Kai, él haría lo que fuera por desobedecer las reglas./ - Dicho esto se quitó la banda de su cabeza – Buenas noches Kai
Kai – Hmpf
Ray - /Lo sabía U/ - Cuando al fin se acostó Kai era aproximadamente la media noche, aún así, Ray decidió esperar un rato más, hasta muy, pero muy entrada la noche.
Así terminó aquella noche, con Alex inconsciente, Kai y Ray en un mismo cuarto, Ray vigilando que Kai no se le escapara por ningún motivo, Hilary triste siendo consolada por Kenny, Max teniendo pesadillas donde Kai lo perseguía con su Beyblade lanzándolo para destrozarlo o, en el mejor de los casos, simplemente apuñalándolo todo por sostenerlo mientras está desmayado y Tyson enojado por la cercanía entre Ray y Max. Había sido un día muy agitado para todos, y todo indicaba que eso era el comienzo de una tormenta que se acercaba
NOTAS DE LA AUTORA
¿No soy cruel? Claro que sí, los dejé picados. Soy mala, soy mala (Agregar danza victoriosa para Azuka-Angel) Bueno, aquí es donde todo comienza a ser un, poquito, más estresante, no sé cuanto me tarde pero, ya todo va desenrollándose. Ténganme paciencia, lo hago lo más rápido que puedo
Mata nee
