Aclaraciones preliminares:
Los personajes de Bayblade no son míos ni nunca lo serán;
Este fanfic se realiza sin fines de lucro
Las acotaciones son
/Lo que el personaje piensa/
oooooooo Cambio de escena
Lo que yo digo
(Algún comentario)
/Un pensamiento de un tercero pensando dentro de la cabeza de alguien, es decir, como cuando alguien recuerda un evento y escucha esas voces en su cabeza o alentándolo/
CAPITULO 11
UN DÍA CON KAI Y RAY
Era muy temprano. La habitación obscura, así le gustaba, a oscuridad. Podía divisar un carrito con comida "picada", alguien la había probado, pero no la había terminado. No sabía bien que hora era pero, conociéndose, debía ser antes del amanecer. Cinco y media o seis. Lo más probable, las seis. Se sentía algo cansado, agotado. Este último pensamiento lo hizo reírse de sí mismo, como si esto no fuera posible, pero era lo que su cuerpo sentía. Se maldecía a sí mismo, por que no podía quedarse dormido como los demás. Esa maldita costumbre adquirida en la abadía, se le había quedado permanentemente.
Su cuerpo le imploraba descanso, pero él no se lo podía dar, no estaba acostumbrado a descansar. Siempre a dar el ciento por uno, cuando menos. Siempre a dar más allá de lo que su cuerpo le permitiera. Por eso era el mejor beyluchador del mundo. Era. Ese chico, se le había emparejado, parecía imposible poder ganarle. Imposible. Él había inventado la palabra posible. Él le demostraría que nadie se metía con él, sin salir terriblemente lastimado
Lastimado. Él había salido lastimado, todo por el poder de ese chico. ¿Lastimado? No, ese solamente había sido un pequeño tropiezo. Un pequeño error que no volvería a cometer. La siguiente pelea no la tendría tan fácil. Le mostraría lo que podía hacer, el daño que podía causar si se lo proponía. Y claro que se lo había propuesto. Lo haría sufrir como nadie en la vida lo había hecho sufrir.
Se concentró en su habitación. La bandeja, no había sido terminada. Ni siquiera la habían sacado al pasillo como aquella mujer había dicho. Su cuarto si que se veía más chico. Una cama extra, una cama adicional, en ella se encontraba un chico, en pijama azul rey. Estaba en lo que, a su consideración, era una posición un tanto incómoda. No estaba acostado, estaba sentado en la cama. Su espalda estaba completamente recargada en la cabecera de la cama y con las piernas extendidas. Ni siquiera había tenido tiempo de taparse.
En la mesa de noche, había una tasa de té, creyó que tal vez sería café pero, cómo no suponerlo. Su cabeza estaba agachada, durmiendo. Se veía sereno, tranquilo. Sus facciones eran muy finas, aquellos ojos color dorado. Aquellas orejas que terminaban en punta, dándole un aspecto muy felino. Parecía memorizar todo de él. Debió quedarse dormido, solamente eso explicaba la posición y la taza a medio beber. Aunque la jarra estaba vacía. Lo supo porque estaba boca abajo, en el carrito.
Volteó su mirada al techo, con esto siempre podía concentrarse, pensar. Pero qué debía pensar. Para iniciar aquel chico Alex, era muy misterioso. No entendía de dónde provenía su poder, o su bestia bit. Su estilo de pelea era, tan similar al suyo. Tenía un secreto, eso sí que lo sabía pero, ¿Cuál era? ¿Qué objetivo tenía después de todo? ¿Por qué hacerlos ir hasta Japón? No le molestaba, por extraño que pareciera, después de todo, tenía asuntos que arreglar.
Miró de nuevo al nekojin que se encontraba en la cama contigua. Él tenía que ver en esos asuntos. ¿Por qué volvió? Habría sido más fácil quedarse en Rusia, hundiendo esa confusión. Confusión. Él nunca estaba confundido. Vió que su compañero de cuarto comenzaba a deslizarse entre la cama, para recostar su cuerpo completamente en aquél reconfortante colchón, parecía que su cuerpo se había cansado de aquella posición tan incómoda.
Cuando al fin pudo descansar su cuerpo, se enroscó quedando en posición fetal. Hacía pequeños ruidos, parecidos a un ronroneo. Ronroneo. Parecía tener frío, esto lo dedujo porque su cuerpo daba pequeños temblores. Se levantó, tenía que taparlo, le debía un favor. Cuando estuvo junto a su cama, no pudo evitar quedar embelesado, sus facciones, eran tan, perfectas. Parecía tan tranquilo, tan pacífico.
Un mechón de aquel oscuro cabello caía en su cara, se había quitado la banda y la había colocado en la mesa de noche. Retiró aquel mechón y no pudo evitar acariciar su mejilla, su piel, suave. Movió su mano y las dirigió hacia sus orejas, le llamaban tanto la atención, la forma puntiaguda, las creía "lindas", "llamativas". Aunque su razón le decía que estaba divagando, no le hacía caso. De pronto, un grito lo sacaron de sus pensamientos
¿? - ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ!
Kai volteó a ver a la puerta mientras observó que algo cruzó frente a su vista. Ray, por su lado, había lanzado su blade y este, se había incrustado en la pared. Kai no pudo evitar asombrarse ante este acto y, voltear a ver a Ray a los ojos, quien seguía medio dormido. Todo indicaba que había sido un acto de reflejo, casi inconsciente.
Ray - ¿Qué... qué pasó? – Dijo aún medio adormilado, hasta que volteó a ver a Kai - ¿Kai? ¿Qué haces levantado? – Observa que Kai le señala un punto detrás de sí – Lo lamento – Dijo con un rubor en sus mejillas
Kai – Me puedes explicar que fue eso – Dijo más bien como orden que como petición
¿? - ¡NO, ME NIEGO A OBEDECER, SABES MUY BIEN QUE ODIO QUEDARME QUIETA! – Se escuchó el grito desde fuera de la habitación
Ray/Kai - ¿Quieta?
Ray - ¿Quién podrá estar gritando?
¿? - ¡ESTA ES MI CASA Y GRITARÉ SI QUIERO! – volvió a escucharse el grito desde el pasillo
Ray - ¿Alex? – observó que Kai se puso tensó y ciñó la mirada - /Ups U/
¿? - ¡NO ME IMPORTA!
Kai – Tal parece que su amiguito está muy molesto – Dijo con un tono de burla
¿? - ¡TAMPOCO ME IMPORTA LO QUE HAYA DICHO EL DOCTOR! ¡NO PIENSO OBEDECERLO! – otro grito desde fuera
Ray – Soltando una risita – En eso se parece a ti Kai – Kai lo miró con cara de pocos amigos
¿? - ¡NO NECESITO UN DOCTOR PARA QUE ME DIGA CÓMO ME SIENTO! ¡SÉ PERFECTAMENTE CÓMO ME SIENTO! ¡ESTOY EN PERFECTAS CONDICIONES!
Kai – Parece que no conoce sus propios límites
¿? - ¡ESO NO TIENE NINGUNA IMPORTANCIA! ¡SI QUIERO SALIR LO HARÉ Y ESO ES LO QUE TENGO PENSADO HACER! – Un grito más
Ray – ¿A quién me recuerda? – Dijo en son de burla
Kai – Cállate Ray – De pronto ya no escucharon ningún grito más - ¿Escuchas?
Ray - ¿Qué cosa?
Kai – Exactamente, ya no está gritando. Voy a ver
Ray – Adelantándosele a Kai – Espera, tú vuelve a la cama, yo iré a ver – Salió al pasillo y, cuando estuvo afuera, pudo ver la puerta de Alex entreabierta. Estaba hablando con alguien pero, ¿Quién era? Se acercó sigilosamente a la puerta, hasta poder escuchar - /No, por favor. No lo hagas. No tiene que enterarse... Sabes que no me gusta preocuparlo/ /¿Preocuparlo, a quién no quiere preocupar/ - Miró por el espacio que había entre la puerta y pudo ver un cabello color azul claro, largo - /¿Largo? No recuerdo a ninguna de las sirvientas con el cabello de ese color, o de ese largo/ - Se cerró el espacio que había - /Esto está muy extraño. Tal vez simplemente no la haya visto antes aunque... / - Volvió a esbozar una sonrisa de oreja a oreja - /Cualquiera diría que era Kai el que gritaba/
¿? – Ray
Ray - ¿Sí? ¿Qué pasa Jefe?
Kenny - ¿Por qué tanto ruido?
¿? – Y tan temprano
Ray - ¿Hilary? ¿Te encuentras bien? – Lo dijo por el estado tan decaído en que se veía su amiga
Hilary – Si, me encuentro perfectamente Ray – Mintió - ¿Qué sucede? ¿Quién gritaba? Ese no era Kai
Kenny – No, pero lo parecía
Ray – Riendo en bajo – Cierto. Era Alex, parece que a él tampoco le gusta quedarse en cama
Hilary - ¿Y por qué no esta fuera de su habitación?
Ray – Alguien lo detuvo
Kenny – Espera Ray, acabas de mencionar que tampoco le gusta estar en cama ¿Por qué?
Ray – Con cara de preocupación - /Metí la pata, Kai me va a matar/ Lo decía porque... yo...
Hilary – Apuesto a que Kai tiene que estar en cama hoy, y no le agradó la idea
Kenny – Y tú, lo vas a cubrir
Ray – Totalmente sonrojado - ¡No! ¡No es eso!
Kenny – Y ¿Cuál será la excusa para que Tyson no se burle de la condición de Kai?
Ray – Totalmente alarmado - ¡QUÉ!
Hilary – Y si decimos que estoy enferma – Se le ensombrece la mirada, lo cual no pasa desapercibido para sus amigos – No, eso no serviría, diría que en realidad eso no afecta su entrenamiento
Kenny – Pues...
Ray – Y ¿Qué tal yo? – Hilary y Kenny voltearon a verlo con asombro – Si, así diríamos que yo estoy enfermo y, que por eso, no es posible entrenar /Además era la idea inicial/
Kenny – Y cuando pregunte por Kai
Ray – Dile que ya hablaste con él y que estuvo de acuerdo
Hilary - ¿Kai aceptar así de fácil?
Ray – Bueno, dile que tuvieron algunos problemas para convencerlo, pero que al final lo lograron
Hilary/Kenny – De acuerdo – Dicho esto se alejaron cada cual a su habitación
Ray corrió de nuevo a la habitación de Kai, antes de que alguien más se levantara y le "obligara" a decir la verdad. Cuando entró pudo ver a Kai sentado en la cama terminando de cambiarse con su ropa habitual, solamente le faltaba la bufanda. Al verlo se quedó estático mirándolo, hasta que la voz de Kai lo volvió en sí.
Kai – Me puedes explicar ahora sí, eso – Dijo señalando un punto al lado de donde estaba parado Ray
Ray – Viendo a su Drigger aún incrustado en la pared y sonrojándose – Pues... yo... jugarretas de niños – Esto hizo que Kai lo mirara al no entender exactamente a qué se refería – Cuando era niño nos hacíamos travesuras, tenías que estar alerta ante cualquier ruido extraño, por mínimo que pareciera, sino corrías el riesgo de despertar mojado, con algún insecto en tu cama, con miel, en fin, miles de cosas por eso... – Señaló a Drigger en la pared -... Hice esto. Fue un acto de reflejo – Dijo mientras quitaba a Drigger de donde estaba – Cuando uno se acostumbra a algo, es difícil dejarlo – Decía mientras pujaba para quitar a Drigger de la pared – Listo – Dijo cuando lo consiguió
Kai – Así que es un simple acto de reflejo – Dijo mientras se levantaba
Ray – Si y... no hagas trampa
Kai - ¿Qué? – Dijo sin entender a Kai
Ray – Acuéstate
Kai – Sonrojado por la orden de Ray - ¿Qué?
Ray – Dije que te acuestes
Kai – Todavía rojo - ¿Por... por qué?
Ray - ¿Cómo que por qué? Ya olvidaste que ayer te desmayaste. Hoy debes estar en cama
Kai – Relajándose - ¿Y quién me va a impedir pararme?
Ray – Riéndose – Si, te pareces a Alex – Vió que Kai lo miró con desprecio – Tranquilo. Yo me encargaré de que no te levantes, así tenga que amarrarte a la cama
Kai – Levantándose lentamente – Sí, como si en verdad pudieras hacer eso – Sintió un peso que lo hace regresar a la cama pero, es más que eso, lo hace recostarse en ella - ¿Qué intentas?
Ray – Sonrojado por su acción – Yo... solamente pretendo que te quedes en cama. No puedes levantarte. Ya le dije al Jefe que me sentía mal, así que hoy no vamos a entrenar
Kai – Forcejeando – Quítate de encima
Ray – No, si lo hago te pararás – Dijo ejerciendo presión hacia sus brazos
Kai – Ray, me estas empezando a enfadar
Ray - ¿Prometes quedarte en cama?
Kai - ¿Te quitarás de encima de mí?
Ambos se observan a los ojos, pretendiendo descubrir si el otro dice la verdad aunque, más bien era Ray el que quería saber si podía confiar en Kai. Kai por su parte se volvió a perder en esos ojos dorados, con facciones felinas, Ray tenía la boca entreabierta, dejando ver sus colmillos, esos colmillos que le fascinaban. No pensaba, solamente sentía ¿Sentía? ¿Él podía hacer eso?
Kai - /¿Qué sucede? ¿Por qué su mirada me atrae tanto? ¿Qué me está sucediendo? Sus ojos ¿Qué tienen sus ojos? Son tan atrayentes ¿Qué es lo que siento? ¿Sentir? Fui criado para no sentir, para simplemente destruir. Criado. ¿En verdad fui criado? O ¿Solamente fui un experimento? ¿Por qué? ¿Por qué existen tantos vacíos en mi memoria? ¿Qué es lo que siento? ¿Es acaso por Ray? ¿Ray? Él está cuidando de mi ¿Por qué/ ¿Por qué?
Ray - ¿Qué?
Kai - ¿Por qué cuidas de mí? Soy solamente un compañero de equipo
Ray – Ya te lo dije, eres mi amigo
Kai – Eso no lo explica
Ray – Claro que sí. Somos amigos, eso es suficiente para dar todo de uno, por los demás, por los amigos
Kai - ¿A...mi...gos?
Ray – Nosotros somos tus amigos
Kai – Eso no es cierto – Voltea la mirada
Ray – Tal vez el único que te desprecia es Tyson – Dice sonriendo y dejando ver sus colmillos – Pero no vas a tirar toda la cesta de manzanas solamente porque una está podrida – Lo ve a los ojos
Kai vuelve a perderse en esa mirada, está completamente dominado. Su rostro y el de Ray adquieren un tono rosado, al recordar en la posición en que estaban, pero no se separaban. De pronto, Kai hizo un movimiento inesperado, y volteó a Ray.
Kai – Gané
Ray - ¿Qué?
Kai – Yo gano, no puedes moverte – Esboza una gran sonrisa
Ray – Entendiendo el juego - ¿A sí? Pues... ya verás… Que no – Decía intentando cambiar la situación, pero Kai era mucho más fuerte
Es decir, él era el que tenía ahora a Ray prisionero. Ray no podía moverse por más que lo intentara. Estaba atrapado pero, eso no era lo que más le sorprendía sino, que Kai se estaba divirtiendo, estaba jugando. Algo sumamente increíble para Ray, aunque no lo despreciaba. De hecho, adoraba esa nueva parte de Kai pero ¿Por qué hasta ahora la había mostrado? Lucía, relajado, muy relajado
Kai - ¿Te rindes?
Ray – Desistiendo de sus intentos – No tengo opción, eres más fuerte que yo
Kai – Cierto
Sin embargo, Kai no se movió ni un centímetro, siguió presionando los brazos y las piernas de Ray con los suyos. Por alguna razón Kai veía divertido el hecho de que Ray estuviera a su merced, bajo su control, bajo su dominio absoluto. Sentía su cuerpo tocando el de Ray, sentía sus mejillas sonrojarse, sentía su cuerpo subir de temperatura. Lentamente su cabeza fue acercándose a la de Ray, no sabía qué estaba haciendo y, en realidad, no quería saberlo. El cuerpo de Ray se relajó por completo, no quería saber que iba a pasar. Los segundos parecían eternos, aunque a la vez parecía que el tiempo se había detenido, no podían pensar, solamente querían sentir, sentir lo que sus cuerpos les reclamaban, aún sin saber qué era lo que esperaban de todo esto. Un centímetro, solamente un centímetro los separaba, cada uno podía sentir ya el aliento del otro. Medio centímetro, ya no faltaba nada. Sus mejillas estaban totalmente rojas ante lo que iba a pasar. Sus labios se rozaron y...
¿? – El desayuno – Grito alguien desde afuera haciendo que Kai saltara de la cama y Ray corriera a abrir – Aquí les manda el Sr. Mitzuku
Ray – Todavía muy sonrojado – Gracias
Ichitaka – ¿Se encuentra bien? – Viendo el sonrojo de sus mejillas
Ray – Muy nervioso – S...Sí, no me ocurre nada
Ichitaka – Muy bien, cuando termine deje el carrito fuera. Ahora recuerdo, anoche les dejaron a ustedes uno ¿cierto?
Ray - ¿Ah? Sí es cierto – Entro al cuarto y salió con un carrito – Disculpe se me había olvidado
Ichitaka – No hay problema, ahora me lo llevo
Ray – Gracias – Dicho esto le pasó el carrito y perdió de vista al joven en el pasillo
Cuando Ray volvió a entrar en la habitación, se creó un silencio incómodo. Kai estaba sentado en la cama, con sus brazos cruzados y mirando a la pared. Se notaba que estaba aún confuso por el suceso pasado. Ray tampoco era la excepción, se encontraba muy confundido. Es decir, no es que él no lo deseara pero ¿Kai lo deseaba? Tal vez simplemente estaba jugando con él. De pronto, la voz de Kai retumbó en la habitación
Kai - ¿A qué hora dormiste anoche? – Ray lo miró con cara interrogante – No estabas acostado sino sentado en la cama, además, te terminaste el té
Ray – Asombrado por la deducción de Kai – Pues... yo... no lo sé. No lo sé Kai, me quedé dormido
Kai – ¿Por qué?
Ray – Un tanto avergonzado ante lo que iba a decir – Pues... yo... me quedé despierto para ver que estuvieras bien, además... – Siguió un tanto aseguro – Además quería estar seguro de que tú no te levantarías de la cama por esa noche – Esto sorprendió a Kai – Te conozco Kai, y tuve miedo de que te levantaras y te hicieras más daño. No quería que te lastimaras – Dijo esto último sin pensar muy bien
Kai - /No entiendo, ¿Por qué tanta preocupación/ ¿Por qué habría de lastimarme? Tal vez no me conozcas como dices
Ray – Vamos Kai, si te hubiera dado una oportunidad, te habrías parado, de hecho, creo que ahora estarías entrenando en el gimnasio. Tu cuerpo necesita descansar
Kai – No creo que solamente mi cuerpo necesite descansar ¿Por qué... no duermes... un rato? – Dijo un tanto apenado por mostrar preocupación ante su amigo – Prometo no levantarme – Añadió al ver la expresión de Ray
Ray – Pues... yo... – Vió a Kai a los ojos –Si te levantas lo sabré, recuerda que me despierto ante el menor ruido – Dicho esto volvió a su cama para descansar – Gracias, Kai – Dijo a su amigo antes de dejarse ir al país de los sueños
Kai observaba detenidamente las facciones de Ray, cuando dormía, se daba el gusto de verlo detenidamente, aunque sin hacer mucho ruido. No quería que Drigger terminara otra vez en la pared. Contemplaba su semblante tan pacífico, como lo había hecho cuando despertó, antes de que ese grito lo despertara. Observaba su respiración tranquila y pausada, su rostro relajado. Su cuerpo acurrucado en las sábanas.
Se animó a acercarse y volver a colocar su mano en su mejilla. En verdad no entendía qué era lo que le pasaba pero, sentir esa piel en contacto de la suya, lo hacía sentir en el cielo. Lo hacía sentir tranquilo. Tranquilidad. Era algo que no sentía hace siglos, es decir, hace años. No recordaba bien cuando, pero sabía que había sentido esa paz interior dentro de sí, con otra persona pero, ¿Quién?
Miraba a Ray fijamente, sus orejas, esas orejitas con punta. Acarició esas orejas con una sutileza increíble, no quería que se levantara ¿Qué le diría? Recordó lo sucedido hace algunos instantes, el roce entre sus labios. ¿Qué había pasado? No sabía con exactitud, lo único que sabía era que su mente era un mar de confusiones. Era como si intentara recordar algo sucedido y, a la vez, intentara aprender algo nuevo. Confusiones. Él no debía tener confusiones, eso solamente lo hacía débil, al menos es lo que su abuelo siempre le decía.
Observaba a aquel ser dormir. Se dirigió a la ventana. Sintió la necesidad de respirar fuera de esas cuatro paredes, así que corrió las cortinas y abrió la ventana. ¿Qué le sucedía? Esta sensación lo estaba matando. Necesitaba recordar, pero ¿Recordar qué? Necesitaba liberarse pero ¿De qué? ¿De quién? Recordaba que le gustaba la oscuridad debido a que fue en la oscuridad donde creció. En la abadía
Dentro de aquellos calabozos. Lejos de cualquier ser humano, por eso odiaba la convivencia con los demás, con los BladeBrakers pero, cuando fueron un equipo, aprendió a convivir con ellos, aunque no perfectamente, aún le costaba trabajo. Aún así, ese chico chino siempre trataba de ayudarle. No entendía perfectamente el porqué querría ayudarle y, tampoco terminaba de tragarse eso de que porque son amigos
Podía ver claramente el bosque desde su ventana, ese chico en verdad se había esmerado por tenerlos cómodos, nadie se lo negaba. El sol alumbraba toda la habitación. Se veía tan grande, nunca había tenido una ventana abierta en su habitación. Kai se volvió para ir a su cama, a acostarse y ver el techo. Ahí donde aclaraba todos sus pensamientos, no era muy expresivo y, sus pensamientos, era todo lo que tenía ¿Lo eran?
El nekojin volteó su cuerpo quedando de frente a Kai. El chico chino se esmeraba tanto por cambiarlo pero, él no sabía si deseaba cambiar. Era ya una costumbre tratar de forma tan fría a todos. El problema era, que no sabía el porqué los trataba así. ¿A qué le temía? ¿Kai Hiwatari tenía miedo? Eso era imposible. Es imposible. El no teme a nada. Excepto… no, no hay nada a lo que tema. Volvió a ver a ese nekojin.
Se sentía extraño al tener a alguien que se supone debería estarlo cuidando, se tomaba en serio su trabajo. Podía recordar claramente que cuando Boris lo maltrataba, lo mandaba al calabozo, para que según él, aprendiera la lección. Era muy obstinado, por eso se ganó tantos castigos pero, al menos sirvieron de algo, hizo a su cuerpo resistente, lo habían hecho invencible. Nada podía lastimarlo. Años solo, lo habían convertido en lo que era hoy en día.
No recordaba cuando terminó en la abadía, no podía por más que intentara. Quería saber qué fue de su vida antes de ese lugar. Cuatro paredes, entrenamiento desde que amanecía hasta ya entrada la noche. Torturas. Castigos. Malos tratos. Abusos. Recordaba todo eso. Y eso era lo que quería olvidar. Había cambiado, los BladeBrakers lo habían cambiado. Pero eso nunca lo aceptaría.
Se sentía fuera de lugar. La costumbre de estar siempre solo, sin nadie a su lado pero, ahora estaba aquel chico cuidando de él, aunque por algunos momentos fuera a la inversa. ¿Él estaba cuidando a Ray? No, eso no era, solamente le estaba pagando un favor. Su preocupación por él. Cerró sus ojos, tratando fervientemente de desaparecer todas esas dudas que había en su mente.
Ahora sólo debería tener un objetivo en ella, vencer a Alex. Aquel chico que tenía el mismo poder que él. ¿El mismo? No, eso es mentira, él es el más fuerte y, se lo demostraría. Lo vencería. Así tuviera que morir. Paso mucho tiempo, la mañana se fue haciendo más clara y caliente. Luz entraba por la ventana con mucha intensidad. A Kai ya no le importaba, ya no le molestaba la luz, tal vez las volvería a abrir en otra ocasión. Lentamente el cuerpo de la otra cama se movió, comenzando a despertarse.
Ray - ¿Kai? – Observó a Kai con ojos medio dormidos aún - ¿Por qué hay tanta luz? – No escucha respuesta
Ray intenta pararse de la cama, pero al estar más despierto que dormido cae en el suelo. Se había caído de la cama No les ha pasado. A mi si
Ray – Tomando más conciencia de su alrededor – Prometiste no levantarte si yo dormía un rato – Estaba volteado de cabeza, con las piernas al aire y la cabeza apoyada en el suelo.
Kai – Nunca dije por cuanto tiempo - Dijo con una sonrisa en los labios - ¿Qué te sucedió?
Ray - Me… caí de la cama - Dijo algo avergonzado
Kai - ¿Despierto?
Ray - Yo diría más dormido que despierto - Dijo ahora completamente incorporado del suelo - Hay mucha luz en tu habitación ¿Por qué abriste las cortinas, creí que te gustaba la oscuridad?
Kai - Es mi habitación, puedo hacer lo que sea
Ray - Bien, ¿Qué hora es?
Kai - No lo sé. Debe ser después del medio día
Ray - ¿¡Medio día? Dormí demasiado
Kai - Cómo un lirón
Ray - ¿Lirón? - Rió ante la comparación - Será mejor que me cambie - Dijo ya más calmado y tomando su ropa, pero olvidando la banda de su cabeza
Al cabo de cinco minutos, Ray salió de la regadera, con su cabello completamente mojado, pero ya recogido en la coleta que usualmente llevaba. Salió con una toalla cubriéndole la cabeza y restregándosela en el cabello para poder secar las gotas que le escurrían, mojando su ropa habitual.
Ray - Oye Kai - Kai voltea a verlo para prestarle atención - ¿Haz visto la banda de mi cabeza? No puedo recordar donde la dejé - Ve que Kai le señala la mesita de noche mostrándole dónde la había dejado - Gracias
Kai - Ray - Dijo para atraer la atención de este - Me podrías volver a explicar ¿Por qué te quedaste despierto anoche?
Ray - Ya te lo dije, temía que te levantaras y trataras de escapar, solamente por una pequeñez. No poder levantarte.
¿? - Golpeando la puerta - La comida
Ray - Ya voy -Volteó a ver a Kai - Abriendo la puerta - Pase
Ichitaka - Aquí está su comida - Pasa el carrito - ¿Dónde está el otro?
Ray - Dándose un golpe en la cabeza con la palma de la mano como reproche - Lo siento, olvidé sacarlo
Ichitaka - No se preocupe joven - Toma el carrito del desayuno - Qué tengan buena comida - Se retira
Ray - Volteándose junto con el carrito para ver a Kai - Tienes que comer
Kai - ¿Y qué si no quiero?
Ray - Sonriéndole – Te obligo
Kai – No tientes a tu suerte Ray
Ray – No lo hago, solamente sigo las instrucciones del médico
La comida transcurrió en silencio. Comieron muy tranquilamente. Sin ninguna prisa. Cuando terminaron Ray se aventuró a hablar primero.
Ray - ¿Oye Kai, quieres jugar conmigo cartas, para matar el tiempo, ya me cansé de encerrarme siempre en el solitario – Vio que Kai solamente movió los hombros en son de indiferencia - Muy bien - Se paró y sacó el carrito al pasillo, junto con los trastes sucios - Entonces - Fue por las cartas - Empecemos a jugar
Al principio todas las ganaba Ray, porque Kai no sabía jugar pero, en cuanto este aprendió Ray ya no pudo ganarle ningún partido. Así transcurrió toda la tarde, tranquila, para ambos chicos. Para el chino fue una estupenda oportunidad de conocer al ruso-japonés. Ya entrada la noche, Ray se dispuso a ir por alguien para que sacara la cama extra que había en la habitación de Kai, pero…
Ray - Bien, ya es noche - Se estiró - Iré por alguien para que saquen la otra cama y así recuperes tu espacio personal
Kai - ¿Ves que me estoy quejando por eso?
Ray - Volteándolo a ver con curiosidad - ¿Cómo?
Kai - Que se quede aquí la cama –
Ray - ¿Por qué?
Kai – Podría ocuparla de nuevo
Ray - ¿Ocuparla… en qué?
Kai - ¿Tengo que darte explicaciones por todo?
Ray – Muy bien, como gustes. No diré nada. Es tu habitación. Que pases buena noche
Kai - Si
Así Ray salió de aquella habitación rumbo a la suya. En su cuarto, Ray se recargó en la puerta en cuanto entró. Había pasado una excelente tarde, junto a uno de las personas más maravillosas del mundo, Kai Hiwatari, era un chico rudo, él siempre lo supo pero, ahora se lo había demostrado. Le encantaba la fortaleza de Kai, eso era lo que lo hacía tan llamativo. Lo admiraba.
Le agradaba su determinación, aunque también estaba ese otro chico. Había llevado una dura vida, lo presentía, después de todo se parecía a Kai. Ray caminó hacia su cama y se acostó mirando al techo. Ese había sido un día muy extraño, juraba que por un segundo, mientras estaba dormido, sintió la mano de Kai tocando su mejilla, pero era imposible. Aún así, pensó que fue un lindo sueño. Tal vez algún día se cumpliría. Recordó a Alex a punto de ahogarse, ahí si que sintió miedo. Sentimientos encontrados, no entendía por qué pero así eran. Así, pensando, mirando el "cielo" de su cuarto, se durmió. Que día tan pesado.
NOTAS DE LA AUTORA
Aquí está, les hice un día enterito entre Ray y Kai, aunque sé que deseaban algo más. No se preocupen, lo mejor vendrá al final. Todo está fríamente calculado. Sé que está un poco lento, pero necesito hacer todo esto para que la trama se entienda. Siento que en ocasiones esté muy aburrido pero no dejen de leer mi fic, please. Y además no sean malos, déjenme reviews, si no ¿Cómo voy a saber si les está gustando o no?
Mata nee
