Aclaraciones preliminares:

Los personajes de Bayblade no son míos ni nunca lo serán;

Este fanfic se realiza sin fines de lucro

Las acotaciones son

/Lo que el personaje piensa/

oooooooo Cambio de escena

Lo que yo digo

(Algún comentario)

/Un pensamiento de un tercero pensando dentro de la cabeza de alguien, es decir, como cuando alguien recuerda un evento y escucha esas voces en su cabeza o alentándolo/

CAPÍTULO 20

NO LO PUEDO CREER

Sonido de gotas de lluvia cayendo, una mansión en completo silencio. Era tarde, ya cerca de las cinco, dos chicos en silencio en una misma habitación, sorprendidos por su nuevo descubrimiento y, a la vez, cuidando a una amiga y, por lo que ahora pasaba, un familiar. La chica respiraba aún agitado, tenía fiebre. Los chicos viendo unos camafeos, específicamente, las fotografías que estos guardaban.

Ray – En estado de shock - ¿Ella es tu madre?

Kai – Según una fotografía que una vez le quité a mi padre sí

Ray – Eso quiere decir que no estás seguro.

Kai – Lo es

Ray – Me acabas de decir que nada más viste una foto y no estabas seguro de que lo fuera

Kai – No importa lo que haya dicho

Ray – Muy bien pero… ¿Quién te dio el camafeo? Dijiste que tu madre murió cuando naciste y que no recuerdas nada de la abadía

Kai – No me cuestiones

Ray – Solamente quiero una explicación

Kai – Resignándose – No te he mentido. Tengo vagos recuerdos antes de la abadía, más vagos son los que tengo de esta. Recuerdo a una mujer que me cuidaba, ella me lo dio, dijo que no importaba lo que pasara pero que no lo perdiera. Soy un hombre de palabra, por eso lo tengo aún.

Ray – Y no estaba contigo ella

Kai – No lo sé. También fue por ella que supe cómo era mi madre, ella fue la que me mostró la foto.

Ray – Kai…

Kai – Lo sé

Ray – Son idénticas las fotos

Kai – Te dije que ya lo sabía

Ray – Pero además… Si la comparas con Aiko, son iguales tu madre y ella

Kai – Eso también lo sé

Ray - ¿Qué harás?

Kai – No me preguntes

Un silencio se formó en la habitación, ambos chicos observaban a la chica que yacía en la cama a causa del cansancio y fiebre. No lograban comprenderlo, o mejor dicho, Kai era el que no comprendía. ¿Qué era lo que no recordaba? ¿Por qué no recordaba quién le había dado el camafeo a ella? Lo averiguaría cuando despertara, así tuviera que sacárselo a la fuerza, no le importaba, quería saber la verdad

Ray – Rompiendo el silencio – Voy por más té y a ver si encuentro alguna medicina

Kai – Sin dejar de ver a Aiko – De acuerdo

Ray – A punto de salir – Si despierta no la presiones

Kai – Asombrado - ¿Qué?

Ray – Es solamente un consejo – Cerró la puerta

Kai volvió a quedar a solas con aquella misteriosa chica, es decir, había recordado que sí era su hermana, pero aún le costaba admitirlo, era una completa extraña para él y, ahora resulta que los camafeos sí se podían abrir si estaban juntos y, por si esto fuera poco, que tenía cada uno una foto de su madre y que esta era casi idéntica a Aiko. Era demasiado para él, aunque nunca lo admitiría. Cinco minutos pasaron y Ray volvió.

Ray – Encontré la medicina – Se la muestra a Kai – Y te traje esto, por si lo necesitas – Le da una tasa con té caliente en las manos – Nada más ten cuidado, está muy caliente ¿¡QUE?– Voltea a ver a Kai quien bebe el contenido sin problemas – O tú no eres humano o en definitiva yo soy un gato

Kai – ¿Adivina qué? No soy humano – Dijo dando un toque irónico

Ray – Sirviéndole un poco más – Me alegra saber que la noticia no te afectó

Kai – A mi nada me afecta

Ray – Lo sé A qué sabelotodos

El silencio volvió a invadir el lugar, lentamente fue oscureciendo, el día iba pasando. Los chicos, en especial Ray, se mantenían atentos a la temperatura de la chica quien, para su suerte, iba disminuyéndole la fiebre, aunque también tendría la desgracia de tener que enfrentar a un enfadado Kai al despertar. Sin notarlo Mentira pronto la noche llegó. Ya era después de las once de la noche, tenían que descansar.

Ray – Hablándole a Kai – Ha llegado la hora

Kai – Abriendo sus ojos (debido a que estaba sentado en la cama con los brazos y piernas cruzadas y los ojos cerrados) – ¿A qué te refieres?

Ray – Colocando una silla junto a la cama donde estaba Aiko – Me refiero que debes descansar, para recuperar la energía que perdiste.

Kai – No me des órdenes

Ray – Viendo a Kai a los ojos – Lo acordamos

Kai – Con voz fría – Yo no acordé nada

Ray – Entonces…

Kai – Yo decido cuando duermo y cuando no

Ray – Te dije que yo la cuidaría de noche y tú de día

Kai – Yo no acepté

Ray - ¿Y qué tal si lo decidimos con un piedra, papel y tijeras?

Kai – Esas son estupideces

Ray – Entonces dame la solución

Kai – Hmpf, has lo que quieras

Ray – Caminando hasta donde Kai – Pues lo que yo quiero es cuidarla de noche y que tu duermas – Sujetó a Kai de los hombros

Kai – Suéltame

Ray – No hasta que te acuestes – Silencio – Lo siento – Dijo retirándose de Kai

Kai – Sujetándole la mano – No importa – Su corazón latía a mil por hora, no sabia qué hacer – Gracias – Finalizó – Por ayudarme

Ray – No hay de qué – Se quedaron quietos, después de unos diez minutos Kai soltó a Ray y se acostó a dormir. Ray volvió al lado de Aiko con sus mejillas sonrojadas.

Todo se volvió silencio de nuevo. Ray volteó a ver a Kai, quien le daba la espalda, lo creyó dormido y volvió su atención a Aiko. Kai por su parte simulaba estar dormido, en realidad estaba muy sonrojado por su acción, pero más que nada le daba coraje que le diera tanta atención a Aiko, era el mismo sentimiento que tenía cuando Mariah se le acercaba, le confundía este coraje, no era exactamente odio o desprecio, era algo distinto, algo como… celos. Rió mentalmente ante esto.

Poco a poco sus ojos se fueron pensando con la idea de ese sentimiento aún rondando en su cabeza. Las horas pasaban, era ya alrededor de las tres de la mañana. Todo era silencio, Kai dormía plácidamente y Ray hacía un esfuerzo sobrehumano para no dormir, o ir a dormir al lado del chico bicolor. Sus mejillas se sonrojaron ante este último pensamiento así que sacudió su cabeza para espantar la idea.

Como si fuera un zombi se paró de la silla donde estaba y caminó lentamente donde estaba Kai, la lámpara de noche proporcionaba escasa pero suficiente luz, se acercó a él y le vió dormir, su respiración era tranquila y pausada. Se veía tranquilo y relajado, como nunca lo había notado. Sonrió al verle así, indefenso y como un niño, como el niño de la foto. Se aventuró y acercó su mano a la cara de Kai para apartar unos mechones, en verdad se veía lindo así, y su pijama le daba el toque final. Algo rompió el silencio alertando a Ray.

Aiko – Viendo cada uno de los movimientos que Ray hacía – En verdad le amas

Ray – Apartando rápidamente su mano y viendo a la chica - ¿Despertaste?

Aiko – Intentando incorporarse – Sí

Ray – Corriendo a su lado – No te levantes, aún estás débil

Aiko – Sentada recargando la espalda en las almohadas – Estoy bien, soy muy fuerte.

Ray – Sí que lo eres

Aiko - ¿Ya se lo dijiste?

Ray – Sin comprender - ¿Qué cosa?

Aiko – Que lo amas

Ray - ¿Cómo es que…?

Aiko – No por nada los vigilé tanto tiempo

Ray - ¿Cuándo?

Aiko – Con la mirada triste – Eso ya no importa ahora

Ray – A mí sí me importa

Aiko – Viendo sus ojos – En verdad eres lindo, lástima que Kai aún no aclara sus sentimientos. No puedo culparlo, él pasó mucho tiempo en la abadía. Cualquiera que entre ahí es porque quiere que sus sentimientos mueran.

Ray - ¿Quién eres?

Aiko - ¿Él no te lo ha dicho?

Ray – Quiero oírlo de ti

Aiko – Soy la hermana gemela de Kai, para hacerlo dramático "Soy la hermana gemela perdida de Kai Hiwatari, quien acaba de encontrarse con su amado hermano" – Dijo tratando de que sonara divertido, aunque en realidad para ella no lo fuera

Ray - ¿Tú recuerdas algo de la abadía?

Aiko – Con los años he ido recordando más y, ahora que Kai está aquí, he recordado la mayor parte.

Ray - ¿Me lo puedes decir?

Aiko - ¿Acerca de la abadía?

Ray – Acerca de ¿Qué pasó contigo y con Kai?

Aiko – Te diré lo que pueda – Tosió un par de veces dando indicios de su enfermedad

Ray – Acercándole una cuchara con un líquido – Bébelo

Aiko – Haciendo muecas – No quiero x

Ray – Conteniendo la risa – Eso de verdad fue gracioso

Aiko - ¿Qué?

Ray – Tu cara, al ser tan similar a Kai, resulta gracioso verte, porque es como si él las hiciera

Aiko – Cierto – Llevó una mano a su pecho - ¡No está!

Ray – Mostrándole algo - ¿Buscas esto?

Aiko – Alegre – Mi camafeo

Ray – Tómate la medicina y te lo daré

Aiko – Dando una mirada de coraje – Nadie me condiciona

Ray – Sin intimidarse – Hazlo, no me obligues

Aiko – Un tanto asombrada – No… estás asustado

Ray – Te dije que tu y Kai son como dos gotas de agua, recibo de él las mismas miradas. Ya estoy acostumbrado

Aiko – Tomando la cuchara – Eres asombroso – Bebe el líquido – Puaj No me gustó - Extendió su mano para recibir el camafeo y Ray se lo dio

Ray – Es…

Ray/Aiko – "Por tu bien"

Aiko – Me lo han dicho cientos de veces. Bueno, te iba a contar sobre lo que recuerdo de la abadía

Ray – Acercándose a ella – Mejor ahora no, lo mejor es que descanses. Has tenido una fiebre muy alta, tuvimos muchos problemas para que bajara tu temperatura. Por ahora duerme. Me lo dirás mañana en la noche

Aiko - ¿En la noche?

Ray – Yo te cuido de noche y Kai en la mañana

Aiko - ¿Cuántos días han pasado?

Ray – Solamente uno, pero es lo que acordamos

Aiko – Es decir que lo convenciste

Ray – Sonrojado – Así es – Da una tierna sonrisa y sus colmillos salen a relucir

Aiko – Son lindos tus colmillos. Tienes una mirada tierna – Se detuvo un instante – Lo siento

Ray – Sin entender - ¿Por qué?

Aiko – Por lo de Mariah

Ray - ¿Cómo…?

Aiko - ¿Cómo lo sé? Cuando salí para ver a Hilary, que apuesto a que me seguiste – Ray se sonrojó – Pude escuchar cómo lloraba. Es simple deducción que ella te dijo que te amaba y que tu le dijiste que no

Ray – En verdad sabías todo de nosotros

Aiko – Lo lamento, de haberlo pensado bien, esto no habría pasado

Ray – Sonriéndole fraternalmente – No tienes de qué, en verdad nos divertimos, simplemente tú nos empujaste a decir lo que sentíamos. De no ser por ti, seguiríamos en el silencio y separados. En lo personal yo te lo agradezco.

Aiko – Gracias – Pausa – Entonces… ¿Ya se lo dijiste?

Ray – Sonriendo otra vez ante el notable parecido entre ellos – Sí

Aiko – Y… ¿Él ya te respondió?

Ray – No

Aiko – Con la mirada perdida – No te preocupes, lo hará, solamente dale tiempo

Ray – Podría decirte lo mismo – Silencio total

Aiko – Tengo sed

Ray – Sirviendo té en una tasa y dándosela a beber – Aquí tienes

Aiko – Gracias – La bebió con gran rapidez y luego le dio la tasa a Ray, quien la dejó en la mesa de noche.

Ray – Viendo que los ojos de Aiko se cerraban – Deberías dormir

Aiko – Haciendo un esfuerzo sobrehumano por no dormir – No tengo sueño

Ray – No importa – La ayuda a acostarse de nuevo – Mejor repón fuerzas, Kai aún quiere derrotarte

Aiko – Gracias Ray – Dijo casi en un susurro

Ray – De nada

El silencio volvió a reinar. Ahora Ray estaba entretenido viendo a la chica que dormía ahora más placidamente y cuya respiración ahora era más normal. Estuvo ahí mucho tiempo vigilando que durmiera bien. Sus ojos comenzaban a pesarle, se paró y caminó hasta donde dormía Kai, le gustaba verlo dormir y, ahora que tenía la oportunidad, no la perdería. Nuevamente sintió la necesidad de tocarlo, la luz de noche le daba un toque de paz.

Ray acercó nuevamente su mano, la pasó por la mejilla del chico bicolor lentamente, memorizando sus facciones y siguiendo su respiración pausada. No supo exactamente cuanto tiempo pasó, hasta que divisó como pequeños haces de luz se filtraban por las cortinas cerrada, la tormenta había cesado. Así que decidió dejar su acción y sentarse al lado de la cama de Aiko. Por su parte, Kai llevaba cerca de quince minutos sintiendo las caricias que el nekojin le proporcionaba a su rostro y tratando de evitar que un sonrojo apareciera en sus mejillas. Dejó pasar otros diez minutos y ahora abrió los ojos.

Ray – Viendo a Kai levantarse de la cama – Buenos días Kai – Se talló los ojos

Kai – Viendo a Ray a los ojos – Buenos días – Dijo con el mismo tono frío –Voy a bañarme y entonces podrás dormir tú – Dijo caminando al cuarto de baño y sin cambiar su tono de voz

Ray – Aún frotándose los ojos y dando un bostezo – De acuerdo Kai – Dijo medio adormilado y volviendo su vista a la chica

Kai entró al cuarto de baño y dejó correr el agua, era fría, en verdad necesitaba que fuera fría. Colocó su cuerpo en la corriente de agua y se quedó ahí unos instantes. Pensó acerca de lo que había pasado hace minutos, las caricias del nekojin y lo que le provocaban, los latidos acelerados que le provocaban. Recordó la sensación y un rubor, últimamente muy común en él, se hizo presente en sus mejillas, sin contar un ligero endurecimiento en su entrepierna. Ante esto último decidió dejar de pensar en lo acontecido. Después de diez minutos salió vestido con su ropa de costumbre.

Kai – Sin ver a Ray – Listo – No recibió respuesta así que dirigió su vista al nekojin – Está dormido

En su espera, Ray ya no pudo resistir el cansancio, y lentamente y sin saberlo, se fue introduciendo al mundo de los sueños aún sentado en la silla desde la cual vigilaba a Aiko y, secretamente, veía a Kai dormir. La mirada fría del chico bicolor cambió. Caminó hasta él y lo cargó en brazos con cuidado para no despertarle, lo colocó en la cama que él anteriormente había ocupado, lo tapó y le dejó dormir. Eran alrededor de las seis y media de la mañana.

La mañana pasaba lentamente, sin prisa, pero, a pesar de que su estómago le reclamaba por algo de comida, no quería separase de aquella visión que tenía en frente. Su vista no se alejaba del nekojin que dormía plácidamente, el cual estaba acostado dándole la cara de frente. Kai escuchó cómo Aiko tosió nuevamente y que intentaba despertar, intentando decir algo como "tengo sed", se dirigió a la jarra de té y le sirvió un poco del que aún quedaba, ya no estaba caliente, pero era mejor que agua fría, se lo dio a beber y se volvió a dormir.

No se dio cuenta de quién se lo dio. Volvió su atención al chico que dormía, en realidad era muy extraño, se preocupaba por la chica pero, su corazón le decía que mirara al chico. Rió ante el pensamiento de lo que su "corazón" le decía. Volteó a ver a Aiko y revisó su temperatura tal como había visto hacer a Ray, comprobando que era igual a la suya. Se alejó del lugar, le prestaba atención y eso le dolía.

La mañana continuaba su curso, era ahora cerca del medio día. Su vista se fijó de nuevo en el nekojin, era una batalla interna en la cual, el impulso de acariciarlo, ganó. Se acercó sigilosamente, aún recordaba lo que había pasado con Drigger cuando despertó de golpe Ray. Sus dedos acariciaron lentamente su cara, sus orejas puntiagudas, sus labios, recorrió lentamente estos.

Sus dejos no dejaban aquellos labios, lentamente y sin siquiera pensarlo, fue acercando su rostro al de Ray, este tenía su respiración pausada y tranquila, estaba profundamente dormido y sus labios estaban entre abiertos. Acercó su rostro hasta sus labios, pronto sus labios se rozaron con los de Ray, era agradable la sensación. Quiso más así que se aventuró a presionarlos a los de Ray, recibiendo un ligero gemido que le hizo asustarse y separarse lentamente.

Su mente analizaba todo a mil por hora, lo que acababa de hacer y lo que había sentido. Claramente sintió cómo su miembro comenzaba a excitarse ante el simple contacto con los labios de Ray, de no haber sido por el gemido de este, no sabía que habría pasado. A esto le aunaba el hecho de que quería más, no le bastaba un beso. Estaba confundido, no sabía qué sentía por el nekojin, lo que sí sabía era que lo quería para él.

Aiko – Rompiendo el silencio – Si lo amas díselo

Kai – Sorprendido pero sin demostrarlo – No te metas en lo que no te llaman

Aiko – Sentándose como cuando habló con Ray – Él ya te lo dijo ¿A qué temes?

Kai – Enojado – Yo no temo a nada

Aiko – Cierto. Los Hiwatari no temen a nada pero… Él no esperará toda la vida

Kai – Eso no es de tu incumbencia.

Aiko – Me odias

Kai - ¡Qué novedad!

Aiko – Aunque por las razones equivocadas

Kai – Explícate

Aiko – Tú crees que voy a quitarte a Ray, pero él ya es tuyo, aunque tú no lo sepas.

Kai – No digas estupideces

Aiko - ¿No? Entonces ¿Por qué te molestaba que él estuviera conmigo? O ¿Con Alex?

Kai – Eso no te importa

Aiko – Volviendo a recostarse y dándole la espalda – Muy bien. De cualquier forma quiero que sepas que él es como otro hermano. Aunque tu no me quieras como yo te quiero.

Kai - ¿Dé dónde sacaste el camafeo? – Preguntó con voz autoritaria

Aiko – Sin verle la cara - ¿Para qué te contesto si no me vas a creer? Es una pérdida de tiempo

Kai – A mi nadie me evade. Responde ahora

Aiko – Sin verle aún - ¿Me creerás? – No escucha respuesta – Tú, al igual que yo, sabes que murió nuestra madre en cuanto nacimos, más exactamente cuando yo nací – Dijo con tristeza - ¿Cómo lo sé? Fue fácil cuando te recordé. Investigue totalmente a Voltaire, la abadía y, a la familia Hiwatari. Ahí nada más se registró que los Hiwatari habían tenido un último heredero, tú. No había nada de mí pero, investigando más di con una mujer que juraba que la familia Hiwatari tenía dos herederos, tú y una niña… yo. A pesar de todos la creían loca, la localicé y me entrevisté con ella. Cuando me vió sus ojos se llenaron de lágrimas. Para ese entonces yo ya sabía que los camafeos se abrían con la ayuda de su gemelo.

Kai – Fastidiado de verle la espalda – Voltea a verme la cara

Aiko – Volteándose para ver los ojos de Kai, aunque en seguida bajó la vista – Me reconoció enseguida, dijo que mi nombre era Aiko Hiwatari, eso yo ya lo sabía, no me ayudaba en nada, aunque el hecho que me reconociera me asombró. Ella me explicó que, en cuanto nací, me encargaron a ella, y que tú estabas al cuidado de otra niñera, que era mucho más joven, hábil y conocía de medicina, mientras que ella simplemente podía cuidarme. Esperaban que muriera – Dijo con odio en sus ojos – Nuestro padre… me odiaba por haber matado a su esposa, nuestro abuelo… me odiaba por ser mujer más que por ser tu gemelo. Para desgracia de ambos jamás me di por vencida y sobreviví. Según ella cuando cumplí tres años nos encontramos, siempre nos mantenían en habitaciones separadas y a mí, encerrada. Al vernos tan parecidos, nos asustamos, al menos es lo que ella dijo – Hizo una pausa – Ambos gritamos – Un reproche de Kai – Bueno, yo grité, esto hizo que tu nodriza y la mía vinieran corriendo. Ante lo inevitable decidieron decirnos la verdad y, aunque con falsas esperanzas de que no entendiéramos, su decepción fue mayor al ver que nos llevábamos muy bien. Nos dejaron encargados con mi nodriza

Kai – Entonces… - Un tanto fastidiado

Aiko – Después de un mes que nos juntaron, ella nos dio un camafeo a cada uno, pero nos lo dio por separado, primero a ti y luego a mí. Siempre, según ella, nos decía que no lo perdiéramos, que era nuestro símbolo de unión. Como cualquier niño preguntaste que dónde estaba nuestra madre, ella lloró al tener que contarte la verdad aunque, su asombro fue en realidad que ni tu ni yo lloramos. Creyó que era porque no entendíamos pero después entendió que era porque no importaba mientras nos tuviéramos. Nos mostró una foto de nuestra madre, nos tomó una a ti y otra a mí y abrió nuestros camafeos, es así como nos enseñó a qué se refería con lo de símbolo de unión. Colocó la foto tuya en mi camafeo junto a la de nuestra madre y la mía en el tuyo. Eso fue lo que me dijo

Kai – Sin demostrar que estaba asombrado – Estupideces

Aiko – Volviendo a acostarse para dormir - ¿Ves? No valía la pena decírtelo – Cerró sus ojos – Yo nunca te quitaré a Ray pero, no te aseguro que alguien más lo haga – Mirada de odio por parte de Kai. Se durmió

La tarde comenzaba y Kai seguía pensando en lo que la chica le dijo, no lo creía pero, era similar a lo que recordaba, a los fragmentos que recordaba. Ella no parecía inmutarse ahora ante nada, parecía que ya no le importaba su vida. Aún él, Kai Hiwatari, peleaba por mantenerse vivo pero, ella parecía querer morir. ¿Qué pudo haber sido tan malo como para desear la muerte? ¿Qué podía ser peor que la abadía? Nada era peor que la abadía. Eran alrededor de las tres de la tarde cuando escuchó un sonido. Ray estaba despertando

Ray – Dando un sonoro bostezo - ¡Qué bien dormí! – Sintió que su mudo se hundía

Kai – Acercándose a Ray y viéndolo con cara de "¿Puede ser esto posible?" - ¿Qué sucedió?

Ray – En el suelo – Me caí de la cama U – Dijo sonriendo ampliamente

Kai – Sin dar crédito - ¿Despierto?

Ray – Soy original – Dijo levantándose y notando una extraña tensión en el ambiente y en Kai - ¿Qué sucedió? – Kai no le contestó - ¿Se despertó? ¿Te dijo algo?

Kai - ¿Por qué supones eso? – Ve que Ray le señala una tasita en la mesa de noche

Ray - ¿Has comido algo? – Cambió el tema rápidamente

Kai – No

Ray – Voy a preparar algo – Salió de la habitación.

Ray tardó más tiempo que la última vez en preparar la comida y no era para menos, cuando llegó le mostró a Kai lo que bien podía llamarse un bufete rápido, con carne, sopa, verduras, té, un poco de vino para Kai y fruta. Kai decide decirle a Ray lo que Aiko le había contado y este, le escuchaba atentamente las palabras, pasó otra media hora. Ray estaba asombrado por lo que Kai le decía y, en realidad, no era para menos.

Ray – Así que eso pasó – Terminando de comer

Kai – Frío – No lo sé – Dejó los cubiertos – Te he dicho lo que ella me dijo, lo mío son solamente fragmentos de recuerdos

Ray – Acercándose a Aiko – Ya veo

Kai – Otra vez sintiendo coraje ante la atención de Ray a Aiko – Le tomas demasiada importancia

Ray – Restándole interés – Es tu hermana – Ve a Aiko levantarse – Buenas tardes

Aiko – Con la mirada perdida – Sí

Ray - ¿Te encuentras mejor?

Aiko – Sí

Ray – Viéndola a los ojos - ¿Segura?

Aiko – Viendo por primera vez a Ray - ¿Quién eres?

Ray - ¿No me recuerdas? – Ve a Aiko negar – Y ¿A él? – Señala a Kai

Aiko – Me es familiar pero… - Siente un dolor punzante en su cabeza – Me duele… mi cabeza – Articula con dificultad - ¿Dónde… están?

Ray – Viendo la condición de su amiga - ¿Quiénes?

Aiko – Mis… padres – Ve a Ray a los ojos – ¿Dónde están mis padres? – El dolor cesó

Ray – Recordando lo que ella les había dicho – Ellos… están… muertos

Aiko – Analizando cada palabra – Muertos… es cierto… - Su mirada estaba perdida

Ray - ¿Recuerdas cómo murieron?

Aiko – Sin prestar atención al mundo – Sí. La policía dijo que fue un accidente automovilístico, aunque la familia Hiwatari los mató

Kai – Hablando por primera vez – Imposible

Aiko – No escuchando las palabras de Kai – Recordé a alguien a quien no debía recordar, les dije que lo iba a buscar pero la familia Hiwatari se enteró. Ellos le habían advertido a mi padre que yo no debía buscarlo pero… yo fui egoísta y no lo escuché. Fue mi culpa su muerte, fue mi culpa que mi madre, mi padre y mi hermano murieran.

Kai/Ray - ¿Hermano?

Aiko – Lo extraño. Extraño a mi hermanito Haku – Soltó algunas lágrimas – La familia Hiwatari me arrebató mi vida pero… yo le arrebataré al líder de la familia lo que más estima. Su heredero

Ray - ¿Por qué quieres al heredero? ¿Quién es?

Aiko – Sintiendo otra vez el dolor punzante – El heredero es su esperanza y… es mi hermano. Él es mi hermano. Por buscarlo mataron a mi familia… todo está perdido… fui una estúpida… por mi culpa… por mi egoísmo… por querer recuperar el pasado…perdí mi presente – Lágrimas caían de ojos llenos de odio. Eran lágrimas de odio hacia su propia estupidez y de odio a quienes les habían quitado todo – Había micrófonos y cámaras en mi casa. Fui una idiota

Ray – Aiko – La chica ve sus ojos pero no le reconoce – Es mejor que duermas – En realidad parecía que nunca había despertado – Descansa – Ayudó a la chica a dormir de nuevo – Esto es grave Kai – Ve al chico bicolor – Al parecer tu familia mató a la suya – Ve a Kai caminando a la puerta – ¿A dónde vas?

Kai – Sin detenerse – El Jefe no es el único que sabe manejar la computadora – Sale del lugar y camina hasta el cuarto de Kenny pero, recuerda que no tiene la llave. Decide intentar abrir la puerta y para su suerte estaba abierta. Aún estaba instalada la computadora que Aiko le dio. Encendió el monitor y comenzó a trabajar.

La computadora tenía uno de los sistemas de internet más rápidos del mundo, así que no tardó en encontrar lo que buscaba. Imprimió las hojas y salió del lugar asegurándose de no cerrar con llave, no sabía si necesitaría otra vez el equipo. Llegó a su cuarto y vió a Ray con Aiko recostada en sus brazos, otra vez el coraje, el odio o, como ella había dicho, celos. Eso era lo que sentía celos. Pero ese no era el momento indicado.

Kai – Rompiendo el silencio – Lo tengo – Le dio las hojas a Ray

Ray – Leyendo - ¿Qué es esto?

Kai – Si es de los Dickenson, era seguro que encontraría algo.

Ray – Asombrado – No sabía que podías usar la computadora

Kai – Las sorpresas que nos da la vida – Dijo recordando las palabras de Aiko

Ray – Analizando el artículo – Aquí dice que la familia Sumeragui murió de un accidente de carro, quedando solamente un familiar vivo, su hija mayor, la cual desapareció después del accidente y reapareció un día después – Vió a Kai

Kai – Ese es su apellido. El apellido del esposo de la hermana del señor Dickenson. Recuerdo que alguien con ese apellido trabajó para nosotros un tiempo pero… de pronto desapareció. Fue el mismo día que yo tomé el blackdranzer, el día que olvidé todo mi pasado

Ray – Dejando los papeles – Kai, ¿Y si todo está relacionado?

Kai – Explícate

Ray – Ese tal Sumeragui desapareció el mismo día que tú tomaste el blackdranzer y, con esto mismo, olvidaste todo. Tal vez lo hicieron a propósito. Si no recordabas tu pasado, no recordarías a Aiko y ellos se habrían librado de una molestia.

Kai – Tal vez

Ray – Volviendo a tomar a Aiko en brazos – En realidad, creo que tu y ella han llevado la misma vida dura. Claro que cada uno a su forma – Kai mira con celos la escena, ya lo había entendido, sentía celos de su propia hermana, o lo que fuera. No importaba pero, quería la atención del chino para él nada más. El dilema era ¿Por qué? Pronto lo sabría

NOTAS DE LA AUTORA

Tal vez deberían contratar a Kai para ser detective. No sé se me ocurrió de último momento pero, no por esto alargué la historia, creo que la acorté. Parezco máquina de escribir, nada más teclee y teclee. ¿Cuándo viene la siguiente escena yaoi o lemon? Muy pronto pero por mientras, paciencia. La práctica hace al maestro. Sigan enviándome reviews para yo seguir escribiendo (¿Más? TT)