Disclaimer: Los personajes de Rurouni Kenshin no me pertenecen, solo la idea de la historia es mía.
CAPÍTULO 4
Abría los ojos lentamente... recibiendo en el rostro los rayos nítidos del sol que cruzaban las inmensas nubes coloreadas de un azul intenso mezclado con la palidez de los cúmulos.
Sentía una extraña sensación rodear su cuerpo, estaba apoyada cómodamente en... - ¿ los brazos de Aoshi Sama ? – se dijo golpeando sus pensamientos súbitamente ¿Cómo era eso posible? Su Aoshi Sama la tenía rodeada con sus fuertes brazos, un cálido abrazo... lleno de ternura y ¿amor?... valía la pena soñar ... si nuevamente la vida le jugaba de esa manera significaba que tenía un serio problema. Su cabeza estaba recargada en el pecho de su amado, que bien se sentía... su deseo era amanecer todas las mañanas dando la bienvenida al astro Rey disfrutando de la compañía del Ex - Okashira.
- Buenos días mi amor, Aoshi Sama – dijo en voz baja Misao sin quitarle la vista de encima... su rostro se encontraba con una expresión tranquila... una escena angelical, se acercó lentamente a la altura de su rostro y sin pensarlo más depositó un dulce beso en su nariz.
El joven movió su rostro hacia arriba rozando los labios de la joven Okashira con los suyos... un sonrojo fue la reacción expresada en las mejillas de la jovencita que abría sus ojos de par en par ante un accidente inesperado ... que a su vez era esperado secretamente por su corazón. Al contacto con la suave piel Aoshi abrió sus ojos de golpe, encontrándose con dos hermosas esmeraldas que le miraban llenas de sorpresa, acercándose con la intención de poseer completamente sus labios pegados a los suyos, tímidamente le pedía permiso para saborear cada rincón de su boca ... ese dulce néctar que le embriagaba el alma como ambrosía de los dioses del Olimpo, profundizó el suave beso que le daba la respuesta a todas sus preguntas, la abrazó más a él sintiéndola parte de sí mismo, reclamándola como suya.
Misao respondió tímidamente al beso que el apuesto ninja le depositaba en sus labios, su cuerpo tembló recordando aquel momento en el Dojo cuando su amado Aoshi le besaba por primera vez.
- Aoshi... – susurró la joven sin aliento una vez que el beso terminó, sus labios temblaban, sus ojos cerrados, su cuerpo sintiendo la calidez que emanaba el cuerpo del ex – Okashira.
– no me dejes sola - pensó la joven abriendo lentamente sus párpados, mirando los ojos azul hielo de su apuesto protector.
Aoshi curvó sus labios obsequiando una sonrisa a la joven que temía apartar de sus brazos, se acercó besándole su frente – Misao ... mi pequeña Misao ...cásate conmigo... por favor... – susurró cerca del oído de la joven.
Misao cerró sus ojos, no creía lo que escuchaba... Definitivamente esta vez se encontraba en un sueño, había estado mucho tiempo bajo la lluvia que la fiebre le hacia delirar y alucinar con momentos que en sus sueños le permitían ser feliz ... imaginándose vestida de novia, llegando hasta el altar, Jiya le entregaba su mano a Aoshi y le decía : - ...cuida de mi ángel Misao ... muchacho... - .
Aoshi le observaba impaciente, necesitaba obtener una respuesta, acaso su protegida no le amaba. Pero, entonces ¿ por qué respondía a sus besos? Era la segunda vez que sentía a Misao entregarse a él y responderle con discreción, perdiendo el temor y la timidez a medida que se apoderaba de cada rincón de su boca.
- Misao - musitó ¿Acaso no quieres estar a mi lado siempre ? – preguntó temeroso. Hacía un par de horas la joven ninja le había pedido que no se fuera de su lado y ahora el silencio era eterno y desesperante... anhelaba una respuesta sincera y ... positiva, era un hecho que le amaba más que su vida, no quería obligarle a nada que ella no deseará.
- Esto es un sueño – dijo Misao en voz baja empezando a reir, escapando de sus ojos cerrados pequeñas lagrimas cristalinas.
- No pequeña, esto no es un sueño ... quiero que pases el resto de tu vida a mi lado ...- dijo Aoshi asiéndola con fuerza contra su pecho.
Misao abrió de golpe sus ojos incorporándose , tomando impulsivamente entre sus manos el rostro de Aoshi... su Aoshi. Quería besarle y reclamarlo como su único protector ... su amante.
- Yo ... no estoy segura de estar consciente ... han sido muchas veces en los que en mis sueños me pide matrimonio y despierto justo cuando el monje dice puede besar a la novia- dijo Misao tímidamente, sonrojándose al terminar de hablar.
- Misao... esto no es un sueño ... confía en mí – dijo Aoshi soltando el cuerpo de la joven, acercando sus manos a su rostro y apoderarse de esté con delicadeza, se encontraban en la misma posición, Misao le dedicó una dulce sonrisa, el brillo que sus ojos habían obtenido era hermoso.
- Aoshi Sama ... le amo tanto – le dijo acercándose... besando sus labios por un pequeño instante – Aceptó ser la Señora Shinomori – terminó diciendo observándole con ternura.
Aoshi la abrazó. Se encontraba feliz por fin se había dado permiso de perdonarse, encontrando la libertad de los demonios del pasado ... comenzaría una nueva vida con su Misao, sería suya... solo suya, formarían la familia con la siempre había soñado y tendría todos los hijos que su protegida estuviera dispuesta a darle.
- Igual te amo Misao, mi pequeño ángel ... Gracias – besó a Misao con ternura, quería disfrutar cada momento. Ahora, sólo era cuestión de tiempo para tenerle cerca día y noche, regresarían al Aoiya para anunciar el compromiso.
Aoshi sonrió, conociendo a Misao querría invitar a todos sus amigos, tendrían que enviar invitaciones a la familia Himura que tenían 4 años de matrimonio y disfrutaban de su hijo Kenshin de 3 años y el embarazo de 6 meses de la instructora del Dojo Kamiya. Yahiko y Tsubasabe no podían faltar en unos años más estaba seguro serían los siguientes en contraer matrimonio, aún eran jóvenes. No podía olvidarse de los Sagara, lo que le recordó lo difícil que había sido que Sanosuke aceptará los sentimientos que tenía hacia la doctora, una relación muy extraña, pero después de dos años de matrimonio y un pequeño bebe de 5 meses se daba cuenta que el amor era para todos, sólo se debía estar dispuesto aprovecharlo. Agradecía a Himura su consejo... el darse cuenta que Misao había dejado su infancia años atrás y que se convertía en una atractiva mujer a medida que pasaba el tiempo, esperaba que a sus 21 años no le reprochará que se hubiese tardado tanto tiempo en reaccionar, aún estaba en edad para casarse... formar una familia y concebir hijos fuertes y sanos.
Misao recargó su cabeza en el pecho de Aoshi, dejando volar su imaginación sonrió, conociendo a Aoshi querría una boda sencilla, ella no tenía ningún inconveniente siempre que invitarán a sus amigos, ninguno podía faltar para convertir ese feliz momento que igual que ella rogaban llegará algún día. Necesitaba enviar una carta a Tokio, otra al Lobo Saito imaginaba su cara de sorpresa, no creería la noticia, le pediría que trajera a su esposa y a su inseparable soldado el que presumía de manejar de maravilla las espadas, - ¿ cual era su nombre? - se preguntó mentalmente – Cho – se respondió de la misma manera, estaba sumida en sus pensamientos, debía invitar a Tae, Tsubame ... al maestro de Himura ... era un hecho que Omasu y Okon le estarían muy agradecidas por invitar a Hiko San, sería una boda elegante, un momento inolvidable.
- Aoshi ¿ Cuándo regresaremos al Aoiya ? – preguntó Misao rompiendo el silencio sin moverse de la posición en la que se encontraba.
- Cuando lo desees preciosa – dijo Aoshi depositando un beso en su cabeza.
- Me gusta como se escucha – dijo Misao sonriendo.
- ¿Qué? – preguntó Aoshi mirándola curioso.
- que me digas preciosa ... – sonrió - me encanta – dijo Misao mirándole a los ojos – no sabes cuanto te amo. No sabes desde cuando soñé con este momento – terminó Misao.
- No más que yo pequeña – dijo Aoshi sorprendiendo a Misao, amaba a Aoshi más que su vida, escucharle hablar de esa manera le derretía por completo.
- Gracias Aoshi Sama – dijo Misao besando su mejilla derecha.
-- Aoshi movió su cabeza de un lado a otro negando.
- ¿ocurre algo? ... ¿ dije algo malo ? – preguntó curiosa Misao.
- Debes dejar de llamarme Sama , sólo dime Aoshi, ahora eres mi prometida... muy pronto mi esposa - dijo Aoshi serio.
- Esta bien ... sólo con una condición – dijo Misao.
- Dime ¿Cuál ? – preguntó Aoshi sin cambiar la expresión de su rostro, se encontraba serio y tranquilo característico de él.
- Que no dejes de llamarme preciosa ¿quieres Aoshi? – mencionó y preguntó Misao al mismo tiempo expectante.
- Hai – asintió Aoshi.
Misao le dedicó una sonrisa, después de todo conocía a Aoshi mejor que nadie. Era un hombre de pocas palabras y no cambiaría. Eran dos personalidades diferentes. Ella no paraba de hablar en cambio él siempre reservado y callado, sólo ella sabía que pensamientos cruzaban por la misteriosa mente de su amado. Ella siempre sonriente moviéndose de un lugar a otro y su Aoshi siempre con una expresión seria y tranquila en su rostro, la mayoría de las veces meditando sentado en posición de loto en el Templo, no podía negar que le había costado mucho trabajo, pero lo había logrado, obtener sonrisas de Aoshi, aunque sólo cuando estaba con ella lo hacía, eso para ella era más que suficiente, se había enamorado de él cuando sólo era una pequeña adolescente, ahora era una mujer dispuesta amar y hacer feliz al hombre que le tenía rodeada con sus brazos disfrutando de su compañía.
Aoshi cerró sus ojos para entregarse a un momento de meditación. Las cosas habían pasado tan rápido, sin pensarlo si quiera le había propuesto matrimonio a Misao, no se arrepentía, esa pequeña que había visto nacer, crecer a su lado siendo una niña y viéndola convertirse en una mujer le hacía actuar de maneras que jamás hubiera imaginado, le amaba, estaba dispuesto a protegerla de por vida, incluso después de la muerte... él estaría a su lado. Estaba seguro de poder hacerla feliz ... la pregunta correcta era...
- ¿ Quién hará feliz a quién? ... – sin darse cuenta pensó en voz alta.
La suave voz de Misao le respondió. – ambos... –
Misao tenía razón...
OOoOoOoOoOoOoOoOo
Continuará ...
Agradezco a mi nee-chan que siempre me apoya y me lee, a mi amiga Rinoa Shinomori y a Misao Wood Tolchristie, espero que les guste este capítulo.
Les quiere Alis Chan.
