- Capítulo Seis: El Cumpleaños de Ron-
Ginny se despertó, a la mañana siguiente, en el sofá. En un principio no se acordaba que coño hacía en el sofá, pero un minuto después se acordaba de todo lo que había pasado la noche anterior. "Esta vez no voy a llorar. Ginny sabes perfectamente que lo tuyo con Draco es imposible, que hay demasiado rencor entre los dos por algo que no sucedió, pero que nos tiene demasiado marcados. Qué día es hoy? Un momento. Es el cumpleaños de Ron! Y yo sin comprarle nada!". Se levantó apresuradamente y fue a despertar a Nille.
- Nille cariño! Despierta!
- Qué pasa Ginny?
- Tienes que acompañarme al Callejón Diagón. Es muy urgente!
- Claro que te acompaño. Pero yo tengo que trabajar. Es viernes, Ginny.
- Es tu día libre, recuerdas? Lo pedimos los dos hace unos días.
- Es verdad. Pero a qué tenemos que ir al Callejón Diagón?
- Hoy es el cumpleaños de Ron. Se me había olvidado decirte que tenemos que estar
en La Madriguera a la hora de comer. Ya sé que hoy era el día para los dos solos,
como hacemos siempre, pero no podemos faltar.
- Yo también?
- Tú también eres amigo de Ron, no? Estamos todos invitados.
- Joder! A mí también se me había olvidado. Venga vamos al Callejón. Seguro que allí
encontramos algo que le guste a tu hermano.
- Eso espero porque sino mi madre me mata.jajajajaja.
- Cómo estás?
- Estoy bien. En el Callejón te cuento, si?
A la media hora se aparecieron en el Callejón. Decidió gastarse unos cuantos galeones comprándole a Ron unos pantalones nuevos, con zapatos a juego y una túnica preciosa. Aunque a ella le gustaba más la ropa muggle, sabía que Ron necesitaba la ropa para su trabajo en el Ministerio. Nille por su parte, decidió comprarle una pluma de plata con sus iniciales en la parte alta de la pluma. Se recorrieron todo el Callejón, y como les sobraba un poco de tiempo, decidieron ir a tomar algo en la cervecería del Callejón. Ginny le contó su encuentro con Malfoy, mientras que Nille abría y cerraba la boca sin saber que decir. Cuando terminaron de contarse todo, salieron de la cervecería en dirección a La Madriguera. Se aparecieron en la parte delantera de la casa y pronto estaban entrando en ella.
- Felicidades hermanito!- gritó Ginny, cuando vio a su hermano.
- Gracias hermanita. Qué es esto?
- Ábrelo y dime si te gusta.
- Oh, Ginny. Pedazo de túnica! Es preciosa. Los zapatos están muy bien, jajajaja.
Todo está muy bien. Muchas gracias. Neville! Qué tal? Últimamente no te veo nada
en el Ministerio, por donde andas metido?
- Me ha tocado un caso un poco complejo y no tengo mucho tiempo. Pero bueno, feliz
cumpleaños.
- Gracias. Es muy bonita. De verdad, muchas gracias a todos por los regalos. Herms,
cariño, tú me has dado el mejor de todos.
- Yo? Pero si todavía no te lo he dado.- contestó Hermione, algo ruborizada.
- Ginny, cariño. No piensas saludar a tu madre?
- Hola mamá. Te he echado de menos.
- Cualquiera lo diría, cuando hace por lo menos dos semanas que no te vemos.
- Sabes que últimamente ando bastante liada. Mamá, he vuelto a ver a Draco.
Tranquila, no te alarmes! Estoy bien.
- De verdad? Cariño, lo hemos pasado muy mal, y no quiero volver a verte sufrir de
esa manera.
- Es diferente mamá. He madurado, ya no soy una cría, y no me voy a derrumbar por
verlo otra vez.
- Todavía no le has olvidado, verdad?
- No, todavía no. Pero ya lo haré. Oye y Harry?
- Aquí estoy, preciosa.- contestó Harry con una gran sonrisa. A qué no sabes a quien
he traído?
- A quién Harry?- preguntó Ginny curiosa.
- Sal al jardín y lo verás.
- Sirius! Oh, Dios mío! Qué guapo!
- Ginny! Muchas gracias por el cumplido. Tú también estás muy guapa.
- Y para mí no hay ningún piropo?
- Remus! Para ti hay muchos más que para Sirius.jajaja. No te enfades Sirius, pero
es que Remus es Remus, y a ti te sobran mujeres que te digan lo guapo que eres.
- A qué me parezco a mi padrino?- preguntó Harry, provocando la risa de todos.
- En el blanco de los ojos, cariño.- respondió una chica morena, de ojos oscuros.
- Ginny, esta es Luna, mi novia. Luna, esta es Ginny.
- Encantada!- respondieron las dos a la vez, acercándose para darse dos besos.
- Harry me ha hablado mucho de ti, Ginny. Tenía ganas de conocer a la mejor amiga
de mi novio.
- Es que es un encanto el chico.jajajaja. No se lo digas muy a menudo que se le sube
a la cabeza.
- Qué me vas a contar a mi! -contestó Luna, haciendo reír a Ginny.
- Todos a la mesa!- gritó Molly, mientras salía al jardín.
La comida transcurrió muy tranquila. La verdad es que esos momentos eran los que habían provocado que Ginny no cometiera ninguna locura. Todos sus seres queridos estaban allí, celebrando el cumpleaños de su hermano favorito, quien iba a dar una sorpresa muy agradable a la familia. Le cantaron el cumpleaños feliz, y acto seguido Ron sopló las velas.
- Familia, y miro para todos, porque todos sois mi familia, estoy muy contento de
celebrar mi 24 cumpleaños con todos vosotros. De verdad, que sois los mejores y os
quiero mucho a todos. Pero, a parte de celebrar mi cumpleaños, quiero celebrar con
todos vosotros, que Herms y yo hemos decidido casarnos el próximo verano.
- Casaros? Os vais a casar?- preguntó Molly emocionada.
- Mamá tú y todos sabéis que Herms y yo llevamos mucho tiempo juntos, tanto que ya
ni me acuerdo. Es broma cariño, jejeje. Y bueno, creo, sinceramente, que es la
mujer de mi vida y me ha hecho el hombre más feliz de la tierra, cuando me dijo
que sí se quería casar conmigo.
- Enhorabuena!- Gritó Harry. Me alegro mucho por los dos en serio.
- Por cierto Harry, me prometiste que si algún día me casaba serías el padrino.
Aceptas?
- Será un placer, Ron.
- Ginny, te gustaría ser la madrina?- preguntó nerviosa Herms.- Es que hemos
pensado que como padrinos vayan nuestros mejores amigos, y bueno, como tú eres
mi mejor amiga.
- Claro que sí. Claro que seré la madrina de la boda de mi mejor amiga. Felicidades!
- contestó Ginny, levantándose para dar un abrazo a Herms.
Se pasaron la tarde hablando de la boda, y para celebrarlo, habían decidido salir de marcha esa noche. Cenaron en uno de los mejores restaurantes muggles de Londres, y luego se fueron a una discoteca que les gustaba a todos.
Después de que cerrasen la discoteca, fueron a desayunar todos juntos, para seguir celebrando la noticia de la boda. Hermione estaba muy contenta, pero no como Ron, que tenía una cara de orgullo muy simpática y no dejaba de sonreír, mientras hablaba con Harry y la novia de éste. Ginny se sentía feliz y muy orgullosa de su hermano. Por fin, había algo que celebrar en su familia y ella estaba bien para celebrarlo con ellos. Lamentó mucho haber estado tan deprimida, pero era algo que ya no importaba.
Cuando llegaron a casa ya eran las siete y media de la mañana pasadas. Ginny le dio las buenas noches a Nille y se metió en su cama. Aunque estaba muy cansada le costó un ratito dormir, pues, todavía tenía la conversación que había tenido con Draco días atrás. "Bueno, solo los une trabajo, nada más. Deja de darle vueltas, Ginny. Olvídate de él. Es lo mejor para ti y para todos. Si vuelvo con él, Ron me mata. Y Nille ya ni te cuento, después de todo lo que me han aguantado. Será mejor que deje de pensar y me eche a dormir, que mañana llegará muy pronto."
Tres horas después, el sonido del timbre la sacaba de uno de los mejores sueños de su vida.
