Disclaimer: Los personajes del anime Inuyasha no me pertenecen, son propiedad de Rumiko San.
Escrito por: Alcione Yil de Cfiro /Rinko InuKai (ambas soy yo )
Capítulo 2 : Sendero de Recuerdos... Primer encuentroEl sol se ocultaba, la hermosa luna se apoderaba de la noche que envolvía el bosque, el viento bailaba a través de las copas de los árboles meciéndolas al compás del lento sonido que se formaba al chocar de la hojas con el piso.
Una diminuta figura caminaba lentamente por el camino hecho por las hojas que caían de los árboles , el otoño se despedía del bosque, pronto el frío del invierno se apoderaría de los hermosos alrededores, la criatura con aspecto inofensivo de color verdoso cubriendo todo su cuerpo, vestido con una túnica café, tomaba firmemente en sus manos un bastón en extremo superior tenía dos cabezas, sus ojos saltados y boca en línea gruesa resaltaban sus facciones de origen de una especie de youkais Sapos, se dedicaban a ir de lugar en lugar buscando alimento, su vida nómada les permitía conocer muchos lugares e incluso personas, el youkai seguía su camino cuando su atención fue atraída hacia los arbustos por el llanto desesperado de un bebé, se apresuro a buscar el lugar de donde provenía el sonido, pudo encontrarlo, un pequeño niño de escasas dos semanas de nacido, era tan pequeño, tierno e inocente, envuelto su cuerpecito en sabanas púrpura de seda, sus mejillas rosaditas por el esfuerzo que hacía al llorar, las lagrimas corrían por sus mejillas, el sapo no lo pensó dos veces y se acercó al pequeño, sus ojos se abrieron como platos a causa del asombro que tuvo al contemplar de acerca al pequeño, no era un bebé humano, ni mucho menos un bebé youkai, era un pequeño concebido de la unión de ambas razas, el youkai lo tomo en sus brazos calmando su llanto.
- pobrecillo ... tenías frío pequeño, pero no tienes nada de que preocuparte, el Gran Jaken cuidará de ti – dijo el youkai acercando más hacía su pecho al bebé, proporcionándole calor.
El pequeño bostezó juguetonamente, abrió sus pequeños ojitos dejando a la luz del reflejo de la luna el hermoso color ámbar que estos tenían, ojos poco comunes en los humanos y en los youkais incluso de fino linaje, ese niño debía ser hijo de un youkai poderoso y respetable, seguramente había sido abandonado a consecuencia de su origen, muchos de los youkais de alta jerarquía odiaban mezclar su sangre con la de los humanos, a lo mejor ese pequeño había tenido la desgracia de ser producto de una aventurilla y había sido rechazado por su padre, teniendo la madre como única opción el abandonarlo a su suerte en medio de la oscuridad del bosque.
- Que crueldad – pensó el youkai moviendo en señal de negativa su cabeza – tú no tienes la culpa de nada pequeño, no permitiré que nada malo te pase – pensó en voz alta Jaken contemplando al bebe, era hermoso, sin duda alguna debía tener padres bien parecidos.
Se escuchó el sonido ahogado de un quejido, el sapo volteo en dirección opuesta del lugar donde se encontraba parado, buscando interesado de donde provenía el sonido y a quien pertenecía, el youkai camino hacía un árbol el cual rodeo, su búsqueda fue recompensada una vez que se encontró de pie frente a la delicada y frágil figura de una mujer, se acercó un poco más, pudo sentir la respiración pausada de la joven, un pensamiento azotó su mente - ... talvez... ella es la madre del pequeño –
A pesar de tener su cara sucia a causa de la tierra que tenía en su rostro, podía contemplarse la hermosura de la joven, era una mujer humana, de cabellos lacios, largos y desordenados, esparcidos por sobre su espalda, se encontraba cubierta por una capa sucia, se distinguía debajo de está el vestido negro liso que cubría su suave piel blanca como la nieve, Jaken dirigió su mirada hacía el pequeño, la duda se apoderó de sus pensamientos, quería encontrar alguna similitud entre ambos... pero ... eran tan diferentes, el color del cabello, el fino plateado que cubría la cabecita del bebé no se comparaba con el oscuro que cubría a la linda joven, aunque la piel de ambos era igual de clara, podía ser que muchas personas tuvieran el mismo color de tez, sin embargo había algo en ese pequeño que le hacía pensar que la mujer que yacía frente a sus ojos era la persona que le había dado vida, podría ser que ella fuera la dueña de los hermosos ojos que tenía el pequeño o lo más lógico tal vez el pequeño era la viva imagen de su padre, con excepción de esas simpáticas orejitas que coronaban su cabecita.
- bien pequeño... en teoría pienso que ella es tu madre, espero no equivocarme – dijo Jaken observando al bebé que se había quedado dormido, con cuidado lo puso contra la corteza del árbol, para acercarse a la mujer y poder moverla con sumo cuidado hasta el árbol, así podría recostarla en el árbol y atenderla, se veía cansada, esperaba que se pusiera mejor una vez que descansará y que por la mañana que despertará pudiera comprobarle que era la madre del pequeño que dormía tranquilamente y si le tomaba confianza le contará con detalle el por que del estado en que los había encontrado a ambos.
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En un castillo que se encontraba en medio del bosque, cerca del lago rodeado por los árboles, llegaba la primavera y con está el canto de los pájaros, el campo se vestía de vivos colores con bellas flores, el agua cristalina del lago era como un espejo al reflejo de todo aquello que se encontraba frente o por encima de esté.
Sentado en un comedor lleno de sillas se encontraba un Youkai, vivía solo en el inmenso castillo, un Youkai único en fuerza y en linaje en su raza, desde tiempos inmemorables sus ancestros habían protegido el Reino que se encontraba bajo el gobierno de la dinastía Midoshi, su padre el Gran Guerrero Inutaisho había servido a la corona fielmente antes de su muerte y ahora le tocaba a él como descendiente directo y heredero de la espada colmillo fantasma, aquella única herramienta con la habilidad de matar a su adversario y adquirir sus poderes, por su buen trabajo en la última guerra que se sostenía contra el reino del sur , el guerrero Youkai había llevado a la victoria al reino del norte, por lo que los reyes, el Rey Miroku y la Reina Sango le habían recompensado dándole ese solitario castillo en las lejanías del bosque, sin embargo la tranquilidad y seguridad que se respiraba en el ambiente era lo único que le mantenía viviendo en ese lugar, se había establecido hacía un par de meses, cuando aún la nieve cubría las ramas de los árboles y los campos de los alrededores y cercanías del lugar, hasta el momento no sentía la necesidad de vivir con otras personas.
El Youkai se encontraba sentado, sus ojos cerrados le daban la apariencia de estar dormido, la palidez de su piel resaltaba las marcas púrpuras de su rostro, lentamente abrió sus ojos al sentir ese extraño aroma... sin embargo le parecía familiar, tenía viviendo en ese castillo cerca de cuatro meses, los olores que percibía eran los mismos, la nieve, las ramas, el olor añejo de las habitaciones, el aroma que ahora llegaba a su nariz era propio de los habitantes de las aldeas ... aquellos insignificantes humanos y hanyous que vivían en las cercanías de su castillo, poniéndose de pie, dejo ver su imponente figura, un metro noventa de estatura, caminando lentamente hacia la ventana pudo sentir la brisa del lago tocar su rostro , la fuerza del viento ondeo su plateada cabellera percibiendo nuevamente ese insistente aroma mezclado a flores, siguió observando los alrededores del castillo a través de la ventana y su mirada quedo fija en dirección al lago al observar la figura pequeña de una mujer, de cabellos ébano lacios caían como cascada tras su espalda, piel suave y blanca, un sentimiento lleno de curiosidad se apodero de su cuerpo, algo dentro de él le pedía acercarse al lugar para contemplar de cerca a tan frágil y angelical visión, tal vez su mente le jugaba una broma... después de semanas de encierro podía ser presa de alucinaciones, al ver un ser vivo correr hacia el cristalino lago que tenía días de haber sido deshiélado a causa del cálido ambiente traído con la estación del año que se acoplaba poco a poco al lugar.
El guerrero dio un sigiloso salto por la ventana, saliendo de la fortaleza, su intención era averiguar si su conciencia todavía hacia contacto con la realidad o estaba viviendo en un profundo sueño, camino hasta llegar al lugar donde se encontraba la joven tomando un baño dentro del lago, no avanzó más se quedo detrás de un árbol que tenía un grueso tronco sería imposible que la joven notará su presencia, contemplo el ritual de la mujer humana en silencio, nadaba con lentitud dentro del lago, el agua cubría su desnudo cuerpo, una visión trastornante puesto que el claro del agua permitía que el joven guerrero observará sin reservas y pudor a la chica que disfrutaba de refrescar su cuerpo, quiso acercarse para verla más de cerca, quería saber ¿ de dónde venía, ¿ Cómo había llegado hasta ese lugar, el cual pensó que nunca era visitado.
Una vez que terminó con su baño la joven salió del lago, el largo cabello cubría su cuerpo desnudo, camino hacia el árbol donde había dejado su ropa, secó su cuerpo con una manta y se vistió, un vestido verde claro se ajusto perfectamente a su seductor cuerpo, era largo la falda le llegaba hasta el tobillo, cada curva y parte de su cuerpo se encontraba bien delineados, la joven se sentó bajo la sombra del árbol cerrando sus ojos sintió el viento rozar sus mejillas, abrió sus ojos que sin intención se toparon con los ojos ámbar del joven youkai, la mujer humana no se dio cuenta que era observada, pero el hombre que la contemplaba no pudo escapar a quedar preso a las hermosas esmeraldas que la joven tenía por ojos, eran piedras preciosas hipnotizantes, sintió la necesidad de salir de su escondite, hablarle ... algo le detuvo ... ¿ y si la asustaba , la joven era hermosa... pero no dejaba de ser humana... haciendo caso omiso a los deseos de su conciencia, dio medía vuelta dirigiéndose hacía el castillo... ya olvidaría a la mujer que le había hechizado esa tarde.
La joven humana estuvo unos minutos más observando el lugar, era bello, los altos árboles, sus copas llenas de ramas y hojas de sakura, el agua cristalina del lago, las flores de múltiples colores que daban vida al lugar.
- Cuanto había extrañado venir a este lugar – pensó la joven poniéndose de pie.
Camino lentamente hacia el sendero que le llevaba a su aldea, detuvo su camino dirigió su mirada hacia su lado izquierdo encontrándose con un inmenso castillo.
- ¿ Será cierto que ha sido habitado por un guerrero de raza youkai ? – pensó sin quitar la vista al castillo.
Guardo silencio, escuchando el sonido que hacían los insectos, caía la noche en el lugar.
– el mejor guerrero de toda la historia... – terminó diciendo en un susurro la joven siguiendo su camino hacia la aldea donde había vivido desde pequeña, estaba oscureciendo , era peligroso los youkais acostumbraban a salir en las noches de luna llena a cazar a sus presas.
El joven youkai entro a su habitación, el silencio que había en el ambiente era escalofriante, observó la luna llena por la ventana percibiendo el aroma de la joven perderse por entre los árboles del bosque, se sentó a la orilla de su cama , cerrando sus ojos, su inconsciente le traicionó trayendo a sus pensamientos, el juvenil y hermoso rostro de la mujer humana.
- Es hermosa ... lastima que sea humana – dijo por lo bajo, intentando con sus últimas palabras olvidarse de la idea de tomarla, era su instinto, él que se lo pedía, tenía muchos meses de encierro, y otros más en guerra que no le permitían saciar su apetito como hombre. Era un youkai y guerrero respetable, una reputación que debía mantener intacta de comentarios absurdos y calumniadores, un error le costaría la vida, no podía permitirse dejarse llevar por sus emociones o su instinto, su mayor característica era su confianza en la razón, un pensamiento frío y calculador.
- Ya encontraré una hembra youkai que me sirva para saciarme - pensó del youkai abriendo sus ojos.
Era imposible tratar de luchar con su conciencia, que traía una y otra vez a su mente el rostro de la joven, no sentía la necesidad de tomarla, era una extraña sensación que iba más allá de la superficialidad de sólo saciar sus impulsos, se negaba a creerlo, era ilógico solo la había visto por unos instantes y ¿ya la deseaba, no solo eso ... ¿quería quedarse con ella , no podía dormir recordaba las gotas de agua deslizarse por su piel desnuda , sus oscuros cabellos resaltando su dulce y cálida mirada esmeralda, abrió sus ojos clavando su mirada en el techo, debía hacer algo, no era normal que eso le estuviera pasando a él... no con una humana, cuantas humanas no había visto por los caminos recorridos durantes sus viajes y guerras, mujeres de todas las razas se le ofrecían, pero siempre que las tomaba... era una relación de escasos minutos que le permitía saciar su instinto, un hombre necesitaba reforzar su virilidad ... nunca había sentimientos de por medio ... eran cursilerías para los débiles... nuevamente cerró sus ojos intentando borrar de su memoria las imágenes que había contemplado durante la tarde... logró su objetivo y durmió... ya al día siguiente pensaría que hacer...
La puerta de una cabaña se abrió, una joven humana salió del lugar, un sencillo vestido color perla cubría su cuerpo, las mangas largas acampanadas caían cubriendo sus delgados brazos, una finas zapatillas doradas calzaban sus pequeños pies, camino dirigiéndose hacia el pozo que se encontraba a la salida de la aldea.
-Rin, ¿ Cómo estas amiga ? - se escuchó la voz femenina de una joven que detenía el camino de la joven que tenía la intención de marcharse de la aldea.
-Hola Kagome, estoy muy bien, gracias – dijo la chica sonriendo, volteando a ver a la mujer que le había saludado, quedo frente a ella.
-me alegro – respondió Kagome sonriendo.
- ¿ y tú Cómo has estado? – preguntó Rin a la joven.
-muy bien también, algo desvelada, no es fácil atender a un bebé cuando se es primeriza – dijo kagome pasando su mano por su frente.
- pobre de ti, ¿ Acaso Inuyasha no te ayuda? – preguntó con curiosidad la joven.
- Claro que me ayuda, es un amor conmigo, cuando Madoka se levanta en las madrugadas, él la atiende, pero esa pequeña tiene unos pulmones que ni aún cuando Inuyasha se levanta para atenderla puedo conciliar el sueño – dijo Kagome respondiendo a la pregunta de su amiga, no quería que pensará que su esposo era un desconsiderado que la dejaba a su suerte al cuidado de su hija.
- que bueno, no esperaba menos de Inuyasha, esta clarísimo que ustedes dos son su adoración, haría cualquier cosa por las dos, no me cabe duda- dijo Rin.
- lo sé amiga, y sabes que es lo mejor, que igual lo amo – dijo Kagome con una felicidad reflejada en su rostro difícil de ocultar.
Se escuchó el llanto de un pequeño bebe y la voz masculina que reflejaba angustia ,que interrumpió la conversación de las dos jóvenes humanas.
- No llores Madoka, mami pronto regresará -
- Bueno... me dio gusto saludarte, creo que dos personitas te necesitán – dijo Rin regresando a la conversación .
- Así es Rin, espero que cuando regreses de tu paseo pases a visitarnos, quiero platicarte algo, sobre un familiar de Inuyasha – dijo Kagome dando medía vuelta para salir corriendo en dirección a su casa.
- Claro que sí , nos vemos en la noche – dijo Rin siguiendo su camino hacia un lugar secreto, solo para que ella compartiera consigo misma un momento de tranquilidad en compañía sólo de la naturaleza.
La joven camino por sendero que sabía de memoria con los ojos cerrados podría llegar hasta este, al llegar a la colina pudo divisar el lago, sin esperar más corrió hasta el lugar y despojándose de su vestido se aventó al agua.
- Una sensación divina – pensó la joven cerrando sus ojos, sumergiéndose hasta que no pudo verse nada de su cuerpo, sólo la sombra oscura de sus cabellos.
Otra vez ese aroma, sería posible que la joven humana del día anterior, hubiera vuelto al lago, no pudo resistirlo más y el joven youkai que se encontraba recostado en sus aposentos disfrutando de la lectura de manuscritos antiguos, se puso de pie, dirigiéndose a la ventana pudo verla.
- Es muy hermosa – se dijo mentalmente el guerrero al contemplarle disfrutar del contacto que el agua cristalina del lago tenía con la piel blanca de la joven, su rostro manifestaba felicidad y tranquilidad, podía percibir que la chica disfrutaba estar en ese lugar.
- ¿ Cómo es que no la había visto antes ? – una pregunta formulada a la velocidad de la luz en la conciencia del joven youkai, tenía que acercarse a ella, tal vez esta era su oportunidad para entablar una conversación con ella , interrogarla para conocer la razón por la que ella iba al lago sabiendo que era de la propiedad de él ... otra preguntó asalto su mente.
-¿ puede ser que la joven no este enterada que ahora soy yo el dueño de estas tierras?-
Algo quedo claro en esa pregunta, no se quedaría allí en su habitación como observador pasivo, así que de un salto salió por la ventana del castillo, camino hacia el árbol que le había cubierto nuevamente, estaba dispuesto a salir a su encuentro cuando la linda mujer salió del lago, nuevamente esa visión trastornante, los lacios cabellos caían detrás de su espalda cubriéndola, la joven tomo su ropa y se vistió, la acción realizada por la joven lo dejó inmóvil, prefirió contemplarla en silencio, ya habría otra ocasión en la que pudieran tener la conversación de presentación y después ya vendrían los detalles sobre ¿ quién era ella , ¿ de dónde venía? y ¿ Cómo era que conocía ese lugar ?. La observo alejarse del lugar, él haría lo mismo regresaría a su prisión para debatirse con su conciencia, en pensar en la joven o sólo abandonarse al mundo de los sueños.
Así pasaron los días, la joven llegaba al lago dejando en libertad su cuerpo se dirigía a este para refrescarse, el aroma mezclado a sakura llegaba al olfato del guerrero y en una acción impulsiva se dirigía a su escondite para observarla por largo rato disfrutar de su ritual, la oportunidad de iniciar una conversación había quedado en segundo plano, lo importante era verla , todos los días esa la misma dinámica, en silencio la joven era contemplada por un apuesto hombre que día con día era preso de los encantos de la joven que conquistaban su corazón, una lucha sin armas, sin agresión, sin violencia, solo unos hermosos ojos esmeralda, que miraría día y noche , sus exquisitos y bien delineados labios que besaría por una eternidad sí eso implicaba obtener una sonrisa que le brindará calidez en su soledad y frialdad.
Algo extraño ocurrió en una tarde en la que el guerrero decidió dar una vuelta por sus tierras, había tomado una decisión, ese era el día en que por fin se daría la presentación entre ellos, pero... la joven no llegó... su embriagante aroma nunca pudo ser percibo en el viento.
¿ tal vez... algo malo le ocurrió? – pensó el joven entrando al castillo una vez que la noche se apoderaba del lugar, la había esperando cerca de cuatro horas y la joven no se había presentado, esto le inquieto, ella no fallaba todos los días podía contemplar su angelical rostro... pero hoy sería la excepción ... no había podido verla ... dejaría el momento de mañana como ultimátum, si no se presentaba en la tarde del día que venía, no le importaría lo que ella pensará iría a buscarla para pedirle una explicación por su ausencia.
Llegó la tarde, con está la inquietud de un guerrero recordaba que si no lograba ver a la joven el en persona iría en su búsqueda, no fue necesario, el joven se encontraba recostado en la rama de un árbol esperando la llegada de la joven humana, su aroma llegaba hasta a su olfato, una ligera mueca semejando una sonrisa se delineo en sus labios al sentir la presencia de la chica, su oportunidad se había presentado... no creía en el destino ... pero esta vez se permitiría dejar en duda sus pensamientos...
Rin corría sintiendo la brisa cristalina del lago en sus mejillas, el viento soplaba ondeando sus cabellos , estaba lista para despojarse de sus ropas, una falda larga de color azul y una blusa de tirantes blanca ajustada a la parte superior de su cuerpo, escuchó una voz masculina, era grave y seductora, extremadamente varonil, detuvo abruptamente su camino que tropezó y cayó a escasos centímetros del lago.
- Buenas tardes humana – dijo el guerrero deteniendo el camino de la joven, vio como casi se caía al lago, la joven volteo en dirección de donde venía la voz masculina, encontrándose con la mirada fría, ambarina y seductora del guerrero.
- Mi nombre es Rin, señor, así que le pido que me llame por mi nombre, merezco respeto por ser un ser vivo no cree... . dijo la joven sin apartar sus ojos de los del youkai, era extraño se sintió segura a pesar de que no conocía las intenciones del ser que la observaba desde lo alto de la copa de un árbol, se veía tan pacifico en esa posición, recostado, sus brazos cruzados a la altura de su pecho, su cabello cayéndole por su espalda, finos cabellos plateados.
- ¿ Qué haces aquí humana? – preguntó arrogante el youkai observándola de pies a cabeza, una vez que ella se ponía de pie.
- Ya le dije mi nombre es Rin, además usted no me ha dicho su nombre, no veo por que tengo que responderle, si usted no tiene la cortesía de bajar de allí, me esta tratando como si fuera un animal, ya le dije merezco respeto – dijo Rin molesta, su cerca derecha formaba un arco.
Un salto, y el guerrero se encontraba frente a la joven a escasos centímetros de su cuerpo, ambos podían sentir el calor de sus cuerpos y sus respiranciones.
- Sesshoumaru ... – dijo el youkai tomando de la barbilla a la joven para que lo mirará directo a los ojos, esos ojos esmeralda que le gustaba contemplar, ahora era diferente la tenía muy cerca, tan cerca que un simple movimiento de permitiría probar el sabor de los labios de la joven...
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Continuará...
Hola chicas que tal? Que les pareció este capítulo, más largo no creen, aunque creo que muchas me van a matar por haberle cortado allí, pero ya saben es parte del suspenso, como su nombre lo dice es el primer encuentro, ya vendrá lo demás no desesperen, onegai sigan leyendo y dejen sus reviews que me motivan a seguir adelante, como ven me he apurado y he actualizado pronto, así estaré apresurándome con las actualizaciones... ahora solo falta actualizar el fic leyenda de dos destinos, ese si que me ha costado tengo las ideas pero no tengo ganas de seguir el fic, no puedo creerlo, pero ya veré como le hago para que las ganas se apoderen de mi; sé que muchas esperan el capi de ese fic.
Bien chicas, disfruten de la lectura, este capi esta dedicado especialmente a todas las chicas que leyeron este fic , también se lo dedicó a mis amigas Lita Chan, Zetus Chan, Lou Chan, Cecy Chan y Stef Chan, ellas fueron las primeras en leer la idea de esta historia y me dieron los ánimos para escribirlo, Gracias amigas.
Nota: Saben no se si este capi se les hizo corto o largo, pero a mi parecer se me hace más fácil actualizar en menos tiempo, si los capis son de esta extensión, bueno, ya veré si puedo subir el siguiente capi para el próximo lunes, no prometo nada, ya que iniciaré exámenes, rueguen por que no sea pesado el material y pueda escribir, recuerden tengo otros fics que actualizar.
Onegai dejen reviews, para los que leen y no los dejan para mi es importante su opinión.
Me retiro... les aprecia Alis Chan.
