- Capítulo 13-

Cuando Ginny abrió los ojos, miró con satisfacción que todavía estaba amaneciendo y que el sol parecía querer abrirse paso en un cielo, raramente, sin nubes. Ese cielo le recordó el azul del cielo que veía cada mañana en Madrid, aquellos días que había pasado trabajando allí. Recordó como y cuando había conocido a Paul, un chico moreno y de ojos verdes, y lo tranquila que se sentía tomando café con él en aquella cafetería grande y llena de gente. Pero el problema llegó cuando a las 3 semanas de su llegada a Madrid, Paul le confesó que quería algo más con ella.

- Paul, yo no puedo. No puedo darte lo que me pides.

- Pero por qué? No lo entiendo Ginny.

- No estoy preparada para tener algo con nadie en estos momentos. Acabo de salir de una relación un tanto… tortuosa.- mintió mientras intentaba que Paul la entendiese.

No le había contado nada a Paul de todo lo que había pasado por Draco, al que de aquellas se esforzaba por odiar. Pero ella sabía que en el fondo jamás conseguiría odiar a Draco, porque a pesar de todo le quería. A pesar de todas las tonterías que había hecho por él, todavía le quería. Y en ese momento se volvió a dar cuenta de que estaría atada el resto de su vida a unos ojos grises y ningún otro hombre conseguiría quitárselo de la cabeza.

Lentamente, se dio la vuelta para observar a Draco que todavía seguía durmiendo, y sus ojos se centraron en cada uno de los detalles de su cara. Quizás habían pasado los años, pero todavía recordaba claramente todas las pequeñas marcas de su cara y también todas las cicatrices de su cuerpo, sobre todo la de la espalada, que se había hecho al caer de un árbol cuando era pequeño, lo que le sirvió una buena reprimenda de su madre y un "generoso" castigo de Lucius. Lucius. Todavía se le ponía la piel de gallina cada vez que recordaba el miedo que sintió escondida en el armario de Draco, mientras éste gritaba como un loco, al enterarse que Draco había pospuesto su iniciación un año más. Ahora, aquella anécdota le parecía simpática, incluso divertida. Le gustaba recordar aquel año junto a Draco en Hogwarts, escondiéndose de la gente y lleno de miradas. Y a pesar de los años todavía conseguían entenderse con sólo una mirada.

Sonriendo, se acercó a la cama y se sentó en el borde, mientras uno de sus dedos recorría su cara, como tantas y tantas veces había hecho años atrás.

Draco se despertó y la miró, mientras que con la mirada le indicaba que siguiese, pues en ese momento Ginny ya estaba apartando su mano. Le gustaba el tacto de los dedos de Ginny en su cara y poco a poco fue cerrando los ojos, sin darse cuenta que poco a poco a poco sus labios se acercaban a los de Ginny, hasta que por fin se tocaron. Entonces, Draco abrió los ojos y se separó bruscamente, como si los labios de Ginny le quemasen.

- Ginny, yo…- dijo Draco sin poder mirarla.

- No tienes que decir nada, Draco. Ahora lo entiendo.- contestó ella sentándose

en la silla de nuevo.

- Pero es que no lo entiendes! Yo, no puedo. No quiero hacerte daño!

- No tienes nada que explicarme, Draco.

- Srta. Weasley, sería tan amable de salir un momento?- preguntó la enfermera

que acababa de llegar. Tengo que hacerle las curas, Sr. Malfoy.

- Voy a ver a mi madre. Me hace falta un buen café, así que aprovecharé que

Draco se queda en buenas manos.- contestó Ginny intentando sonreír y

agradeciendo internamente que la enfermera apareciese en ese momento.

Antes de que Draco pudiese decir algo, cerró la puerta con cuidado y siguió hacia delante, y antes de sentarse en uno de los bancos comenzó a llorar. Lloraba de rabia, por no haber podido frenar a tiempo, antes de volver a meter la pata. Por más vueltas que le daba, todavía no se podía creer que hubiera interpretado tan mal las cosas. Tan ciega había estado para no darse cuenta de que Draco ya no la quería? Tan ciega estaba para confundir sus miradas? Segundos más tarde, se levantó y llegó a donde estaba su madre, que seguía en el mismo sitio. Después de preguntarle si quería algo, salió hacia la cafetería del hospital y cogió dos cafés bien cargados y calientes, pues en el hospital hacía algo de frío. O ella sentía mucho frío. Sin querer darle más vueltas al tema, volvió hacia donde estaba su madre y mientras se tomaban el café, Molly le daba las últimas noticias que habían dejado por allí Sirius y los demás. Y en ese momento, supo que necesitaba un buen abrazo de Harry. Ya no sentía nada por él, pero él sabía reconfortarla cuando la notaba triste o preocupada y en ese momento Ginny lamentó no tenerle cerca para desahogarse.

- Ginevra! Me estás escuchando?

- Lo siento, mamá.- contestó mirándola. Estaba con la mente en otro lado.

- Estás agotada, cielo. Necesitas ir a dormir.

- Lo sé. Te importa quedarte con Draco? Yo esperaré aquí a papá y después me

iré a dar una ducha.

- Te pasa algo?- preguntó Molly sorprendida.

- No, mamá. No me pasa nada.

- Seguro? Cariño, te conozco bien y sé que no me pedirías eso si no pasara nada.

- Mamá, no ha pasado nada. Si no quieres, no pasa nada.

- No, no. Claro que quiero.- contestó su madre levantándose. Iré a hacerle

compañía a Draco. Y tú no olvides avisarme de que ha llegado tu padre.

- Le diré que vaya a verte en cuanto llegue.

- Está bien. Descansa, cariño.

No supo por qué se lo había pedido a su madre, pero en ese momento no le apetecía nada ver a Draco. Con lo testarudo que era no querría dejar el tema y no quería escuchar las mil y una excusas que tendría preparadas para explicarle que ya no la quería. Lo cierto es que en ese momento pensó que lo mejor para los dos era no verse durante todo el día, pues así tendrían tiempo para pensar.

Además a ella también le apetecía salir un poco de ese hospital y tener un poco de tiempo para ella en su casa, que con todo lo que había pasado la había abandonado un poco. En otras circunstancias, su alegría hubiese sido mayor al recibir semejante regalo de Sirius. Una casa enorme!. Eso era algo que ni en sus mejores sueños había conseguido imaginar.

Dándole vueltas a la decoración del salón, vio llegar a su padre y una débil sonrisa se reflejó en su cara. Después de comentarle las últimas órdenes dejadas por el medimago, prohibiendo que Draco saliese durante más de dos horas de su cama, logró irse a casa.

Cuando llegó, supo que Ron y Hermione habían pasado por allí, para dejarle comida y calentarle un poco la casa, pues era extrañamente fría. Con cuidado subió las escaleras y entró en la que a partir de ahora sería su habitación. Poniendo un poco de música, llenó la bañera de agua calentita y vertió en ella unas sales de color rosa, que Hermione le había regalado tiempo atrás. Dejándose llevar por la música y por el agradable olor de las sales, se quedó medio dormida en la bañera, hasta que empezó a sentir frío y pronto tuvo puesto el pijama, pues había decidido que se quedaría a dormir un buen rato en su casa, pues estaba muy cansada. Cogiendo el libro que tenía a medio terminar, se metió en la cama y pronto consiguió quedarse dormida, sin ni siquiera dejar el libro en la mesa.

- Dormilona! Qué son horas!

- Qué! Qué pasa!- contestó levantándose sobresaltada. Ah, eres tú.

- Sí soy yo. Qué haces en la cama? Hace más de cinco horas que te viniste a dar

una ducha y tus padres estaban preocupados.

- Siempre lo están, Hermione.- contestó Ginny tirándose de nuevo sobre la

almohada. Siempre lo están y siempre lo estarán.

- Son tus padres, Gin. Es lógico.

- Te importa quedarte hoy en el hospital?- preguntó Ginny con cara de niña

buena.

- Qué ha pasado?

- No ha pasado nada, Herm. Es sólo que estoy muy cansada y que no me apetece

dormir otra noche en el hospital.

- Querida mía.- contestó Hermione con una voz que recordaba a la profesora

Trelawney. Te conozco desde hace años y creo que puedo adivinar con bastante

facilidad si le pasa algo a mi mejor amiga.

- Nos besamos.- contestó Ginny roja como un tomate.

- Qué hicisteis qué!

- Besarnos!- contestó Ginny bastante incómoda. Y me rechazó.

- Este tío es tonto! Cómo que te rechazó? Qué te dijo?

- No quiero hacerte daño, Gin.- contestó ésta imitando la voz de Draco. Dios,

Hermione! Cómo he podido ser tan burra y pensar que entre él y yo todavía

quedaba algo?

- Es que todavía queda algo, Ginny. Quizás le dio un ataque, un telele o algo así.

- Creo que lo dejó todo bastante claro, Herm. Ya no hay nada que hacer.

- Y qué vas a hacer? Mañana le dan el alta.

- Mañana? Joder! Pues, qué voy a hacer Hermione? Cuidar de él, que para eso me

pagan. Tendré que empezar a verle como un amigo y como mi jefe. Me cubrirás?

- Claro. Tienes suerte de que hoy tenga el día libre.- contestó Hermione

abrazándola. Les diré que no te encuentras muy bien y que es mejor que te

quedes en cama.

- Gracias, muchas gracias. Pero procura que no se preocupen demasiado. No

quiero a mis hermanos danzando por aquí. Necesito estar sola.

- Lo sé. No te preocupes y descansa.- contestó Hermione levantándose. Te irá

bien.

- Hasta mañana.- dijo Ginny antes de que Hermione desapareciera.

Las palabras de Hermione se hicieron hueco en su cabeza. Qué iba a hacer? En unas horas le darían el alta y sería inevitable oír el tema. Tendría que conseguir verle como un amigo y como su jefe, lo que sería una tarea bastante difícil. Lo peor iban a ser las horas que pasarían juntos a solas y a Ginny no le hacía gracia pensar en cómo haría para esquivar el tema. Ya no le quedaban ganas, ya lo había pasado mal una vez y no le quedaban ganas de repetirlo.

Quizás Sirius y compañía consiguieran coger a Lestrade muy pronto y así acabaría muy pronto el plan de protección de Sirius. Y en ese momento, era lo que ella más deseaba.

Después de levantarse y leer algo del Profeta que Hermione se había dejado, se preparó algo de cenar y pronto estuvo de vuelta en su cama, en donde se quedó dormida casi al instante.

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Hola! Qué tal? Qué tal el capítulo? Siento haber tardado en publicar, aunque esta vez no tarde tanto como la anterior. Bueno, espero que os animéis a dejarme algún review que otro! Muchas gracias al que se moleste en leerla. Besos para todos. eRgA.

OHJUOTAKU: Gracias, gracias, gracias por ser mi mayor fan! Jajajaja… pero qué flipada soy! Te llegó la foto? A que salgo horrible? xDD. Bueno, cariño, que me alegra mucho que te haya gustado el kap, aunque yo no estaba muy convencida con él. Y por cierto, vaya mente más retorcida tienes! Cómo voy a hacer que Hermione le ponga los cuernos a Ron! Tú estás loca?. No te preocupes por la idea de hacer que Ginny se enamore de Harry, pues esa idea la estoy intentando plasmar en un fic sobre ellos. Pero no sé. No sé si seré capaz de publicarlo. Para mí es una pareja bastante difícil, la verdad. Bueno cariño, que ya no te doy más la vara. Espero que te guste el kap y que me des ideas para terminarlo! No sé como hacerlo! Ah! Pronto andarán los gemelos por aquí, aunque sea un mini papel…jeje. Eso, lo dicho, ya me contarás. Un bikiño moi grande y hasta pronto!

ANGIE90: Hola! Qué tal? Muchas gracias por el review! Me alegro de que te guste el fic! Y no te preocupes que lo de Harry y Ginny era una broma! Ya estoy con otra idea en la cabeza…jeje. Quien sabe, a lo mejor hago otro fic… bueno, lo dicho, que muchísimas gracias y espero que me comentes que te pareció este. Un besazo.

LIBE-PATIL: Hola! Cómo estás? Muchas gracias por el review! Espero que este cap también te guste! Ya me contarás. Ah! Tienes razón en lo de Ginevra, pero cuando me enteré ya era bastante tarde. Espero que te haya gustado la corrección en este cap, cuando Molly la llama Ginevra. Me alegro mucho de que te guste el fic. Un besazo.