Diclaimer-chan: Los personajes de Naruto no pertenecen a la autora y todo esto lo hace sin ánimo de lucro.

Advertencia:. Kusari y Lucy son producto de la imaginación de unas amigas para el rol de Naruto de la Villa Oculta y que ellas me han dejado hacerlos aparecer aquí Gracias Ku y Yuki n.n

Los diálogos entre "" son pensamientos y en algún caso recuerdos.

FALLING DOWN

Capítulo 12: Cadenas

Ya volvía a deambular buscando a alguien, llevaba un buen rato en ello y aún no había encontrado nada. Buscaba alguien con quien jugar a algo, o con quien ir a algún sitio divertido. Pero lo único que encontró fue algunos cadáveres de los secuaces de Orochimaru y cuando entró en alguna casa las puertas de las cuales estaban abiertas no encontró nadie, se encontraban totalmente desiertas con las cosas tal y como las dejaron sus habitantes cuando los vinieron a buscar para refugiarlos. Así pues, cuando Kusari vio aparecer una figura en la lejanía, contento, se fue hacia allá para poder jugar. Cuando ya estuvo más cerca vio a una mujer de pelo rojizo que le miró curiosa, sin duda pertenecía a los secuaces de Orochimaru aunque eso no le importaba en absoluto.

- ¿Tú eres de la ex-organización a la que pertenecía Orochimaru-sama? –preguntó Tayuya.

- ¡Kusari desu! –respondió alegremente - ¿Y tu nombre?

- Tayuya... –contestó ésta aún mirando desconfiada a Kusari

- ¡Juguemos a algo! –dijo alegremente acercándose un poco a Tayuya.

- ¿Qué? –preguntó descolocada Tayuya, eso era lo último que imaginó que oiría.

- Vayamos a algún sitio divertido o algo –repitió Kusari intentando aclarárselo.

Tayuya miraba aún desconcertada al individuo que tenía delante. Sí individuo, porque no sabía bien, bien como calificarlo: tenía una apariencia entre joven y adulta tirando a adulta, pero analizando su carácter podría describirlo como un chico. También reflexionó sobre el propósito de las palabras de éste... ¿Jugar? Y entonces llegó a la conclusión, seguro que se estaba burlando de ella, seguro que al ser mujer la subestimó como muchos insensatos hacían.

- No intentes hacerte el gracioso conmigo solo porque soy una mujer –dijo Tayuya mientras lo miraba enfadada.

- Pero si no estoy bromeando -dijo Kusari mientras fruncía el ceño.

Aquella situación era ya de por sí humillante, así que cuando pronunció aquella última frase ya fue la gota que colmó el vaso y se fue para atacarle. Es cierto que el combate cuerpo a cuerpo no era precisamente su especialidad pero la ira la dominaba completamente. Kusari esquivaba los golpes sin intención alguna de contraatacar por el momento y eso que huecos en la defensa del rival no le faltaban.

- Vamos, ¿por qué no podemos divertirnos en vez de pelear? -dijo Kusari a disgusto.

- ¿Por qué no luchas en serio de una vez? -interrogó Tayuya mientras continuaba con su intento de alcanzar a aquel individuo

- Ah, es que entonces acabaría contigo -dijo Kusari un poco más serio pero aún con un deje infantil.

- ¡No me vaciles! -gritó Tayuya

Tayuya le dio una patada que, aunque Kusari bloqueó con sus brazos, le hizo retorcer un poco, momento que Tayuya aprovechó para retirarse un poco, sacar unos cuantos kunais y lanzárselos. Pero, a pesar de la ofensiva planeada por Tayuya, Kusari rápidamente sacó su cadena de pinchos con la que paró y tiró al suelo todos los kunais que ésta le había lanzado. Ahora Tayuya miraba con sorpresa a Kusari, éste se agachó y cogió un kunai y levantó la vista hacia Tayuya.

- ¿Lo ves? -dijo sonriendo infantilmente - Ahora dejemos esto y vayamos a diver...

Pero las palabras de Kusari fueron interrumpidas cuando un kunai pasó rasgando su mejilla y fue a clavarse en el suelo. Kusari miró a Tayuya y repentinamente en sus ojos se dibujó una expresión de sorpresa. La expresión de la cara de Tayuya le recordó la de aquel hombre, hacía mucho tiempo mientras... De repente la ira lo invadió al recordar a aquel miserable, bajó la vista al kunai que le había rasgado la mejilla, lo cogió y de improvisto lanzó dos kunais. Tayuya sorprendida le dio la orden a su cuerpo de que esquivara el kunai que parecía venir más cerca pero su instinto la mandó quedarse quieta. Cuando uno de los kunai llegó delante de su cara éste se desvaneció ante sus ojos al mismo instante que el otro pasaba silbando al lado de su cabeza.

Interiormente suspiró aliviada de haberse guiado por el instinto, si se hubiese movido para esquivarlo, el otro kunai, que iba a una velocidad superior de la que aparentaba, la hubiese matado. Kusari se volvió a levantar y esta vez su expresión era totalmente diferente, el gesto de su rostro era más maduro, más de acuerdo con su estatura y la que parecía ser su edad. Sus ojos ahora eran tremendamente fríos y calculadores y la escudriñaban con odio.

- Ya que me has intentado matar y has acabado con mi paciencia -dijo Kusari con voz adulta, esta vez sin ningún deje infantil- Te haré caso y lucharé en serio.

Tayuya, aunque empezó a sentirse en desventaja, ante estas palabras no pudo evitar esbozar una sonrisa. Con lo de hacía un momento ya había demostrado sin dejar lugar posible a la duda que ahora iba en serio. Tayuya se apartó más de Kusari, no quería dejarle esta vez que entablase una lucha cuerpo a cuerpo contra ella, estaba segura que, si se diese el caso, esta vez él no se limitaría a esquivarla.

- Inténtame destruir, señorita del sonido -dijo irónico Kusari

Tayuya sacó su flauta y empleó una técnica ilusoria, se quedó extrañada cuando vio que Kusari se limitaba a permanecer de pie escuchando todas y cada una de las notas que salían de la flauta y que constituían la creación de la ilusión. De repente Kusari se vio en un prado verde rodeado de ninjas aunque su expresión no varió lo más mínimo y se quedó de brazos cruzados.

En realidad la utilidad de aquella ilusión era confundir al enemigo con la idea de que le estaban atacando y entonces acercarse a atacarle ella misma. Aún de ese modo Kusari no se movió ni un ápice para esquivar los ataques de aquellas ilusiones y aunque aquello sorprendió bastante a Tayuya ésta se decidió a atacar a Kusari. Su sorpresa fue aún mayor cuando con una precisión increíble Kusari paró su patada con su mano y de la sorpresa, Tayuya dejó de tocar la flauta rompiéndose así la ilusión. Al ver de nuevo la realidad Kusari, con fuerza, lanzó a Tayuya contra la pared de una casa, cosa que hizo que Tayuya se llevase un sonoro golpe en la espalda. Lentamente, como intentando absorber el daño que había sufrido, se levantó.

- ¿No ibas a derrotarme tan fácilmente? Aún estoy esperando -dijo Kusari cruzándose de brazos de nuevo.

Tayuya le dirigió una mirada de odio, es cierto que había resultado más poderoso de lo que en un principio había imaginado. Pero adaptarse a la fuerza que tenía el adversario no debía suponer ningún problema para alguien digno de estar bajo las órdenes de Orochimaru. Volvió a coger la flauta firmemente y empezó a tocar otra melodía diferente, igual que antes Kusari no movió ni un músculo y súbitamente se encontró atado a un árbol.

La idea de Tayuya esta vez era acercarse a él rápidamente y cuando estuviese cerca, esta vez muchísimo más rápido, coger un kunai y clavárselo, matándolo. Así acabaría con él de una manera relativamente rápida. Empezó a correr en dirección a él cuando de repente vio como empezaba a hacer sellos con las manos. ¿Cómo podía moverse aún? No le dejaría tiempo a acabar de hacer lo que pretendía, pero de repente se encontró ella atada a un árbol.

- ¿H-has invertido la ilusión? -dijo sorprendida Tayuya

- Itachi-sama me ha enseñado a deshacerme de esas ilusiones tan engorrosas que solo me privan de la vista y como hacer para devolvérselas al que las hizo -comentó Kusari - ¿Debería acabar contigo ahora?

Tayuya se concentró y logró deshacerse de la ilusión y retrocedió con tal de ganar distancia entre ella y Kusari. Las tornas se habían invertido y había acabado presa de su propia ilusión. Realmente era mucho más hábil de lo que aparentó en un principio. Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando una cadena de pinchos la aprisionó.

- ¿Q-qué? -exclamó mirando la cadena que la retenía.

- Estoy harto de jugar al pilla-pilla -dijo a disgusto Kusari.

Con un fuerte movimiento tiró de Tayuya haciéndola caer del tejado en el que estaba posada e impactó en el suelo con estruendo. Tayuya aún aprisionada se levantó mientras recuperaba la respiración. Era imposible, cada vez que se movía para intentar liberarse de las cadenas se desgarraba la piel con los pinchos que esta tenía. Kusari sacó un kunai, pero a pesar de que Tayuya esperaba que se lo lanzase Kusari pasó su mano por la parte cortante del kunai dejándolo ensangrentado con su propia sangre. Tayuya no le encontró sentido a aquello pero poco tiempo más tuvo para pensar, Kusari se tiró la cadena por encima de una tubería que había colgada, y dirigiéndose al otro lado la volvió a coger haciendo palanca para tenerla sujeta con una mano mientras con la otra sostenía aún el kunai. Después de aquello Kusari estaba situado en dirección opuesta a la que ella estaba mirando y antes de que consiguiese girarse, Kusari se plantó detrás de ella y le clavó el kunai en la espalda. Tayuya contrajo la cara en un gesto de dolor.

- Owari da... -dijo Kusari a su oído con voz melosa y después repitió- Esto es el fin...

Después de aquello desclavó el kunai de la espalda de Tayuya. Ésta esperaba que si aquello realmente se trataba del final, Kusari le arrancaría la cabeza haciendo fuerza con una cadena sobre su cuello, o le clavaría el kunai matándola pero de improvisto Kusari soltó y guardó sus cadenas en las muñequeras de hierro que llevaba en los brazos y se apartó un poco de ella. Ahora aún entendía menos cuales eran las intenciones del individuo de pelo rojo.

- Sí piensas que por haberme clavado el kunai ya está todo terminado te equivocas -dijo Tayuya mirándole y al ver que una sonrisa superior se dibujó en el rostro de Kusari prosiguió- Aún no estoy acabada.

Tayuya empuñó de nuevo su flauta dispuesta esta vez a contraatacar con más fuerza pero cuando se fue a llevar la flauta a los labios un fuerte dolor en su hombro derecho la sacudió y se llevó la mano izquierda intentando calmarlo. Era un dolor extraño, venía como de dentro, dirigió su mirada a Kusari el cual la miraba triunfante mientras su mano derecha estaba medio cerrada haciendo algo de fuerza. De repente, cuando la mano de Kusari dejó de hacer fuerza el dolor en su brazo desapareció.

- ¿Q-qué me has hecho? -preguntó Tayuya mientras intentaba recuperarse del dolor que hasta un instante había sentido.

- Ja, ja, ja... ¿A qué viene esa repentina angustia? -preguntó divertido Kusari, que se había sentado.

- ¡Explícame que demonios me has hecho! -gritó irritada Tayuya.

El puño de Kusari se cerró un poco nuevamente y esta vez el brazo izquierdo entero le comenzó a doler horrores. Kusari cesó de nuevo la fuerza mientras Tayuya sufría las secuelas del dolor.

- No te permito que me hables con ese tono -dijo Kusari con ira mientras la miraba con desprecio.

- ¿C-cómo demonios lo haces? -preguntó dificultosamente Tayuya.

- Je, es muy sencillo. El kunai que te clavé contenía chakra mío -comenzó Kusari- se lo proporcioné...

- Cuando te heriste la mano con él –dijo Tayuya comprendiendo por fin el porqué de aquel extraño hecho.

- Exacto -dijo Kusari sonriendo superiormente- Y ahora ejecuto mi técnica y según la presión que le dé a mi mano, mi chakra oprime con más o menos fuerza la zona que yo quiero.

Realmente estaba perdida, acababa de confirmarlo. Con esa técnica cuando intentase algo peligroso para él oprimiría fuertemente con su corazón matándola al instante. Y le daba la impresión de que el tal Kusari tenía planeado jugar con ella un poco antes de acabar con su vida. ¡Pues si tenía que morir al menos él no saldría ileso! Volvió a empuñar con fuerza la flauta, las posibilidades de que tuviese éxito eran nulas pero debía intentarlo. "Antes mi genjutsu no lo inmovilizaba, ¿cómo lo haré para que no me destroce?" era la frase que no dejaba de repetirse en su cabeza. Kusari apretó su mano y esta vez fueron los dos brazos, dejó caer la flauta al suelo y mientras aún se retorcía de dolor, Kusari, sin cesar la fuerza de su mano se acercó riéndose, apartó la flauta de Tayuya con su pie y se volvió a sentar, liberando la fuerza de su mano y el sufrimiento de Tayuya. Ésta respiraba agitadamente y Kusari la miraba prepotente, cuando Tayuya fue a coger la flauta Kusari cerró de nuevo parcialmente su mano y esta vez Tayuya cayó al suelo gritando. Sus piernas, era como si estuviesen retorciendo al límite los músculos.

- ¿No ibas a coger esa flauta? -preguntó mientras reía cruelmente Kusari.

Tayuya, a pesar del dolor empezó a arrastrarse desesperadamente a buscar la flauta y Kusari soltó momentáneamente la presión ara volver a ejercerla y esta vez Tayuya paró en seco con la respiración entrecortada.

- Se hace difícil respirar cuando te oprimen los pulmones, ¿verdad? -preguntó Kusari divertido mientras otra vez reía cruelmente.

Dejó de presionar, tampoco quería matarla tan pronto y perderse la diversión del momento, se levantó, cogió la flauta de Tayuya y se sentó en unos escombros que había cerca de ella. Ésta con dificultad se puso boca arriba, no podía moverse ni un milímetro más, aunque le costase admitirlo todo se acababa allí. Esos tipos que perseguían a Orochimaru eran realmente poderosos.

- ¿No vendrás a por la flauta? -preguntó Kusari mientras balanceaba la flauta entre los dedos de su mano izquierda.

Tayuya giró la cabeza lentamente hasta que, aunque de forma un tanto borrosa, vio a Kusari y le dedicó una mirada llena de desprecio y odio.

- Muérete -le dijo Tayuya.

- ... Aquí la única que vas a morir vas a ser tú -dijo Kusari que ahora la miraba odioso por la prepotencia con la que se había dirigido a él antes.

Kusari cerró su puño totalmente, con fuerza, lo que pareció que iba a ser un grito por parte de Tayuya se quedó en un espasmo y enseguida no dijo nada más y su cuerpo restó inerte en el suelo... esta vez había sido su corazón.

- Si en vez de querer una lucha seria hubieses aceptado mi simple propuesta te hubieses librado de todo esto -dijo Kusari aún con aquel gesto adulto.

Se inclinó y cogió un kunai que había en el suelo de los que antes se habían lanzado y lo lanzó en la frente de Tayuya.

- Diana... -dijo Kusari sonriendo irónico.

¡Otra lucha menos! ¡¡¡Ueee! (Miruru se pone a bailar contenta) ¡Y tampoco estoy descontenta con esta lucha! ¡¡Uee! (se pone a bailar de nuevo tirando serpentinas) Bueno, aclarar una cosa sobre el título, parece que hace referencia a las cadenas que lleva Kusari cosa que sería extraña ya que tampoco juegan un papel importante en la lucha, pero he de decir que no, que el título si fuese en japonés sería Kusari ya que Kusari significa cadenas n.n

Buenoo, paso a comentar los reviews que me dejasteis para el capítulo 11 n.n

Lovechii, gracias por decir que la lucha era perfecta... tanto no me lo parece pero gracias n.n Y tu review se cortó de nuevo o.oU puede q si no estás registrado tengas un limite de caracteres por review

Tensai Seko, hola tebayoo! XDDD hombre tiene que tener algo para pertenecer a esa organización siendo solo una niña, nee? No, no soy la guionista de Scream xDDD SEII! Viva la publicorta y el tebayoo xDDDDD

Shinrine Shuichi Uesagi, me encanta la expresion de dejarte con cara de What xDDDD tranquila Narutin saldrá en el próximo episodio, sabrás donde está y que es de él n.n

Uchiha Kurama, gracias por tus ánimos! Y aquí esta el capítulo de tu personaje inventado... Me alegro que te gustase n/n

Kyubi's, graciaas n.n y los personajes no los inventé yo o.o lo pongo arriba en mi disclaimer son de dos amigas mías n.n yo los tomé prestados y si que algunos ataques y formas de luchar salieron de mi cabecilla -.-

Juegui, ya volvió mi sobrinitaaaaa q mona eres! XDDD Je, Lucy no le gusta que toquen sus cosas y que decidan por ella sin su consentimiento muahaha xD Espero q te gustase el capítulooo

Bueno eso es todo por ahoraaaa...

Nos vemos en el capítulo 13! n/n

¡Jya ne!

Miruru Yaoi Kuroba

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Tigretón xDDDDDD

Vamos a contar una historia, de un ninja rubio. Esta vez sin tapujos, todo como fue, desde el principio. Mucho humor. Mucha parodia. Atentos para descubrir toda la verdad xDDD

--Naruto: El retorno del Shinobi—

Yondaime: MUAHAHA OS ESPERO A TODOS