Milo: "Que tal mis queridas damas"

Shaka: "Bueno el hecho es que la señorita BloodDrinker esta demasiado ocupada en su doshinji"

Milo: "Si, ocupada"

Shaka: "mas respeto por la autora"

Milo: "bueno esta bien"

Shaka: "La cosa es que Milo; por desgracia -.- ; va a contestar las reviews pasadas, sepan perdonar"

Milo: "cállate, monje reprimido, ahora si empecemos"

Goddess Rhiannon: Al parecer su leoncito señora tiene sus días, que lastima que no le dio duro a Saga u.u, Ah!!! Me olvidaba el esquizo le manda un mensajito a tu león 'tene cuidado, que la próxima…'

scarlet-diamond: Se le agradece la review bonita n.- (Milo pone cara de total ganador)

Shadir: Te explico por que una señorita tan bonita como core le hace caso al esquizo, la cosa es que si mal no recuerdo había un trato entre esos dos, ella trabajaba como mucama, sirvienta (eso era?) y Saga le daba comida techo y ropa, eso se supone, es por eso que cuando ese le pide algo ella no puede negarse, es su trabajo.

Bueno gatitas eso es todo por ahora le voy a pasar los mensajes a la señorita BloodDrinker, ahora disfruten de este cap, se despide Milo, siempre de ustedes je n.-

Capitulo XI:

"¿Justo Ahora?"

"Mmmm" Murmuro Core, lentamente fue abriendo los ojos y se dio cuenta de dos cosas: 1° Saga no estaba con ella; 2° Ya no estaba acostada en el sofá, si no que estaba en su cama (Saga la debió haber llevado). Se desperezo y se sentó en la cama, esto no podía seguir así, estar cerca de el y en esas situaciones, le terminaría destruyendo los nervios. Hoy le diría, le diría todo lo que sentía, aunque quizás no fuese correspondido pero tenia que sacarce ese peso de encima. Se levanto se puso sus jeans azules y su musculosa negra.

Primero; antes de desayunar; tenia que encontrar a Saga. Fue al living, pero allí no estaba; fue a su habitación pero allí tampoco estaba, ni siquiera estaba en el baño su lugar favorito después de la terraza; fue a la cocina tampoco estaba allí. "Justo hoy se le ocurre salir tan temprano" Protesto, puso a hervir el agua para el café y mientras tanto se dedico a pensar. Se dio cuenta de que la tonta de Atena tenia todo un harén a su disposición, pero al par3ecer la muy tonta no se daba cuenta. "Si yo fuese Atena jejeje…" Risita pervertida, se imaginaba a los santos abanicándola, sirviéndola y … el silbido del agua la volvió a la realidad. Se sirvió el café y se sentó tratando de volver a fantasear.

"¿Quién soy?" Le preguntaron mientras dos manos le tapaban los ojos

"¡Milo!" Dijo sorprendida al haber reconocido la voz

"¡Bingo!" Le destapo los ojos y Core se dio vuelta

"¿Qué haces acá?" Le pregunto preocupada, ya que si Saga lo veía lo mataba

"Ya sé que no esta, Core tenia que venir a verte. Me preocupe con lo que te había pasado, aunque todos insistieron que no viniera, pero me harte de esperar"

"Siempre tan caprichoso"

"Ven, vamos" La tomo de la muñeca e hizo que se incorporara

"Pero…ni siquiera desayune…" Protesto

"No importa" Tiraba del brazo de Core pero esta no se movía

"Tengo cosas que hacer, no puedo…¡Milo bájame!" exclamo cuando el santo dorado la alzo en brazos

"Vos cierra los ojos quieres"

"Pero…"

"Dale, desconfiada" Core cerro los ojos. Milo comenzó a caminar, luego a correr. Quince minutos habían pasado cuando Milo le volvió a hablar "Me hubiera gustado traerte antes del amanecer"

"¿Qué?" dijo confundida

"Abrí los ojos" le dijo Milo. Al abrirlos se encontró con la blanca arena, el hermoso y cristalino mar y detrás de ella el bosque, estaba fascinada

"Yo…nunca había visto algo así"

"Muy bien por que aquí vamos a pasar el día" Le comunico mientras la depositaba en el piso. Fue en dirección al bosque y al ratito volvió con una canasta "La comida" dijo alzando la canasta. Core se sentí en la orilla, para que el agua le tocara los pies.

"Gracias Milo" Le dedico una sonrisa.

Pasaron todo el día ahí, recorriendo la playa. Ya eras tarde cuando volvieron a sentarce en la orilla.

"Han llegado dos nuevas chicas al santuario" Le comento Milo

"Ah sí"

"Sí, son amazonas. Una parece tener treinta años, de cabello negro y un cuerpo…" le dejo picando "Pero el rostro no pude vérselo, la otra debe tener quince años y al parecer es la discípula de la más grande. No se sabe de donde vienen, están todo el día juntas y alejadas de las demás" Concluyo

"Sabes que eres un pervertido" Core lo miro de reojo "No sabes dónde tienes el cepillo de dientes en tu casa, pero tienes bien en claro que mujer entra y sale del santuario"

"¡OH!" se hizo el ofendido "Si soy un santo"

"Si, tu debes ser el mirón del que me contó Marin" Entorno los ojos "Bueno, ya es muy tarde es mejor que vuelva" Core hizo un ademan como para levantare pero Milo la freno

"Espera, por lo menos quédate para ver el atardecer"

"Pero…"

"Poor favoor" Core se volvió a sentar, igual faltaba poco para que el sol se ocultara.

Milo le rodeo los hombros con un brazo y la acerco a el. Core se sentía algo incomoda y justo cuando iba a protestar Milo la interrumpió "Mira" Le señalo con el dedo: El sol parecía hundirse en las profundidades del mar teniendo a este de un rojo anaranjado, parecía una pintura. El cielo estaba a medias rozado y azul, era un espectáculo hermoso. Media hora después el cielo estrellado se abría paso, parecía un manto negro cubierto de pequeñas perlas. Core tomo conciencia de lo cerca que estaba de Milo y se aparto "Debo irme" Dijo apurada mientras se levantaba.

"Te acompaño" Se ofreció Milo

"No, mejor no" ya tenia que explicarle a Saga por que llegaba tarde, si llegaba con Milo seria mucho peor "Nos veremos luego" Se despidió y salió a toda prisa al templo de Géminis.

"Core…" Dijo Milo y volvió la vista al mar

Quizás Saga ni siquiera había llegado, pensaba Core tratando de tranquilizarse, no quería que el huracán Saga despertara.

El templo estaba silencioso, al parecer no había nadie. Core enfilo directo a la cocina, ya eran las nueve de la noche, era tarde pero quizás podría preparar algo para cenar. Pero la luz de la cocina estaba encendida y ella la había dejado apagada. Quizás después de todo, el huracán se desataría.