Todo lo que ya hayan leído en los libros de JK Rowling, es pura y exclusivamente suyo. Lo demás, es totalmente inventado. Sin fines de lucro.
Capitulo 3-¿Qué es lo que tienes en mente?- preguntó Ron al salir del bar, interesado.
Ginny guardó silencio y sólo siguió caminando tranquilamente por el Londres muggle.
-¿Porqué piensas eso¿Porqué tengo que tener algo en mente?- repuso, como si estuviera ofendida o lo que su hermano le decía fuera mentira.
-Porque conozco esa mirada que tenías en el Caldero- respondió el pelirrojo. –Y te conozco lo suficiente como para saber que, cuando pones esa cara, estás maquinando algo en tu macabro cerebro.-
-Bueno, está bien. Supongo que a ti no puedo ocultarte nada¿o si?- dijo, deteniendo su paso.
-Exactamente. Por más que no me lo digas, terminaré sabiéndolo. Así que tú decides si me lo dices o lo averiguo yo.- concluyó, también deteniendo su paso, a un lado de su hermana.
-No, te lo diré. Después de todo, te necesito para sacar esto a flote.- miró a ambos lados de la calle. –Vamos a mi casa. Te lo diré allí.-
°°°°°
La semana pasó sin que se notaran grandes cambios. Harry y Hermione seguían adelante con su teatro, y Ron y Ginny aún no daban señales de querer separarlos o celarlos simplemente.
Ése era el tópico del día¿Porqué los Weasley actúan de este modo?
-¿Qué pasa con ellos?- preguntaba Hermione, exasperada. Paseaba impaciente por la sala de su casa. –No se suponía que las cosas marcharan así.-
-Lo sé.- reconoció Harry, desde el sillón. –A mi me intriga tanto como a ti. No sé que es lo que pasa. Pareciera que todo eso que se suponía sentían por nosotros se hubiera desvanecido, o ya no importara.-
-Y no están siquiera enojados. Eso es lo más extraño de todo. Ginny no me reprochó absolutamente nada.-
-Hola Gin.- saludó Hermione, al ver entrar a su departamento a su amiga.
-Hola¿cómo estas?- respondió ella alegremente, tomando asiento junto a ella, en la mesa del living.
-Bien.- respondió, vacilante.
Aquella tarde, se habían encontrado en el Caldero Chorreante. Cerca de las siete, Ginny había llamado por teléfono a su casa, para avisar que iba a pasar por allí. Al escuchar el mensaje, Hermione había pensado que tal vez, Ginny llegaría a su departamento para gritarle y reprocharle su supuesto romance con Harry. Pero aquello no la había inquietado en absoluto. El que su amiga hiciera eso, significaría que el plan daba resultado.
Sin embargo, Ginevra Weasley parecía la persona más serena del mundo.
-Que bien lo tuyo con Harry.- comentó Ginny, como al pasar, sonriendo.
Hermione abrió los ojos desmesuradamente, más sorprendida de lo que hubiera estado nunca. ¿Era la Ginny Weasley que ella conocía la que le decía Qué bien lo tuyo con Harry?
-Hey¿qué te pasa?- preguntó la pelirroja, al ver la expresión de su amiga. Lo sabía.
-Nada, nada.- respondió Hermione, aún confundida. ¿Qué era lo que sucedía¿Porqué Ginny no le estaba reprochando el "estar saliendo" con Harry¿Porqué la pelirroja actuaba como si todo aquello no le importara?
-¿No estás enojada?- cuestiono, frunciendo el entrecejo.
Para su sorpresa, Ginny amplió su sonrisa. Qué mal mientes, Hermione.
-No. ¿Porqué debería estarlo?- contestó naturalmente, como si esa conversación fuera una más de todas las que habían tenido.
-No lo sé.- dijo Hermione. Lo mejor era no evidenciarse más. Lo más probable era que, si seguía actuando de esa forma, demostrando su confusión, Ginny notara que aquello no era más que una puesta en escena.
-.-.-.-.-.-.-.-.-
-Es cierto, eso es lo más extraño.- confirmó Harry. –Ron tampoco me dijo nada ese día, y no volvió a mencionar el tema en esta semana que pasó.- terminó con cara de preocupación.
-.-.-.-.-.-.-.-.-
-Harry, estoy en casa de Ginny. Supongo que dentro de un rato, cerca de siete y media estaré por allí. Espero que estés, así podemos hablar de lo que pasó hoy. Hasta luego- escuchó Harry decir a la voz de Ron cuando oprimió el botón del contestador que anunciaba los mensajes nuevos.
Sin poder evitarlo, sonrió para sí. Así podemos hablar de lo que pasó hoy. Seguramente, Ron llegaría echo una furia y pediría explicaciones por su supuesto noviazgo con su mejor amiga.
Pensando en eso, contento de que el plan fuera a dar resultado, caminó a su cuarto.
Una vez allí, tomó ropa limpia del placard y tomó una ducha, para luego sentarse frente a la laptop y comenzar a tipear el informe del trabajo práctico que había echo aquella mañana con Sean en la academia.
Así, pasó la hora y media que Ron tardó en llegar al departamento. Al verlo entrar, adoptó una postura seria, como si realmente la posibilidad de una pelea con él por lo acontecido aquella tarde lo preocupara. Por dentro, reía a carcajadas.
-¿Cómo estás?- preguntó el pelirrojo, caminando a la cocina.
-Bien¿tú?- respondió lo más normalmente posible él.
Ron salió de la cocina con un vaso de jugo en sus manos.
-Bien.- contestó, al tiempo que tomaba asiento frente a su amigo en la mesa.
-Escuché tu mensaje en el contestador.- comentó Harry, intentando llevar el tema de su supuesta relación con Hermione rápido a discusión.
-Si, el mensaje. Sólo quería decirte que me alegra mucho que ustedes dos estén juntos.- declaró Ron, tomando un nuevo sorbo de su vaso.
Harry lo miró extrañado. Podía comprender que su amigo no hubiera querido hacer una escena en el bar, pero ¿qué le impedía hacerla ahora? Estaban solos y nadie podía decirle nada si decidía ponerse a gritar y reclamar por Hermione.
Pero nada de eso pasó. Ron siguió concentrado en vaciar el vaso y Harry siguió intentando pretender que escribía en la computadora, aunque sus dedos no se movieran sobre le teclado.
-¿Me escuchaste?- preguntó Ron, luego de unos minutos de silencio.
-Sí. Si.- respondió, atontado. –Sólo pensé que te molestaría que hubiera empezado algo con ella.- dijo, antes de siquiera poder pensarlo. Para cuando lo hizo, fue demasiado tarde.
Ron sonrió ampliamente. Ginny tenía razón.
-Para nada. ¿Porqué debería molestarme?- cuestionó el pelirrojo.
-Porque hasta hace no mucho querías mucho a Hermione¿o me equivoco?-
-No, no te equivocas.- contestó, haciendo girar su vaso, sosteniéndolo con las yemas de sus dedos. –Pero creo que si ella decidió estar contigo es por algo. Y confío en que decida lo que es mejor para ella misma.-
-Bien, creo que estas en lo cierto.- terminó Harry con el coloquio. Aquello estaba yendo demasiado lejos. Debía terminar con esa conversación lo antes posible, antes de que revelara a Ron más cosas de las que ya había revelado. –Creo que me voy a acostar.- anunció, levantándose de sus silla y cerrando la laptop. –Mañana tengo la segunda parte del trabajo práctico y no quiero llegar tarde otra vez.-
-Me parece bien. Yo voy a encontrarme con Gin. Quedamos en ir al cine esta noche.-
-Hasta mañana entonces, amigo.- saludó Harry, caminando hacia su cuarto.
Una vez que entró, cerró la puerta y se recostó en la cama, sin intención alguna de dormir. ¿Qué demonios sucedía¿Porqué Ron actuaba de aquella manera, teniendo en cuenta lo celoso y posesivo que podía llegar a ser?
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
-¿Y si se dieron cuenta?- aventuró Hermione. –Tal vez, desde que nos encontramos en el Caldero Chorreante lo saben. Saben que esto no es más que una farsa.-
-Pero¿porqué seguir con esto¿Porqué si saben todo no dicen nada y cada cual va con quien debería estar?-
-Por la misma razón por la que empezamos con esto.- contestó Hermione. – Porque los cuatro somos uno más cobarde que el otro.- pausó unos momentos y prosiguió. –Seguramente, lo saben desde el primer día. Pero no dijeron nada. Simplemente dejarán que nosotros nos cansemos de actuar, antes de tomar la iniciativa.-
-¿Segura? Creo que es demasiado complejo, incluso para ellos.-
-¿Para los últimos miembros de la familia más bromista que hayamos conocido¿Para ellos, que aprendieron de los mejores fastidiosos? Creo que nada es demasiado complejo para ellos. Están tomando esto como un juego. Un reto. Quieren que nos rindamos antes que ellos.- explicó ella, atando cabos.
-Puede ser...- reconoció Harry, aún sin poder convencerse de que aquella era la teoría más certera que podían sacar.
-Es.- aseguró la morena. –Estoy segura.-
Pasaron unos minutos en silencio, pensando. ¿Valía la pena seguir con aquello, aunque ya hubieran sido descubiertos?
-Esto es lo que haremos.- empezó Hermione, de repente. –No podemos dejarnos vencer. Sé que ellos mueren por dentro cada vez que nos ven juntos. Eso no puede haber cambiado tan radicalmente en tan sólo una semana¿o si?- preguntó insegura.
-No. No puede haber cambiado. No por lo menos en Ron. Lo conozco demasiado bien. Sé que te sigue amando. Que no te quepa duda.-
-Está bien. Y tú quédate tranquilo por Ginny. Ella también te sigue amando. Creo que después de diez años, lo seguirá haciendo por el resto de su vida.- afirmó ella. –Pero no nos desviemos. Recordemos que seguimos al pie del cañón. –bromeó, riendo. –Hablando en serio. Si quieren guerra, la van a tener. No pienso rendirme ante los Weasley.- aseguró.
-Yo tampoco, tranquila. Pero¿no crees que es un tanto freak? De no querer siquiera pensar en decir lo que sentíamos, pasamos a una guerra silenciosa de engaños.- reflexionó.
-No es tan serio. Es sólo un juego. Ellos saben que nosotros actuamos y nosotros sabemos que ellos actúan. No es más que un casting: quien actúe mejor, quedará seleccionado.-
°°°°°
1 semana antes...
-Bien. Ya estamos aquí. ¿Me puedes decir de una vez qué es lo que estás pensando?- reclamó Ron, entrando en el departamento de Ginny.
-Es mentira.- dijo ella, de repente.
-¿Qué cosa?-
-Que salen. Es mentira.- repitió.
-¿Mentira¿Porqué mentirían?-
-Ron... ¿cuándo te darás cuenta de las cosas? Hermione te ama, más que a nadie en este mundo.- la pelirroja pausó un momento, mientras veía la cara de su hermano sonrojarse.
-¿Y eso a que viene?-
-A que sería incapaz de salir con alguien más cuando te quiere como lo hace. Y menos con Harry.-
-¿Porqué no¿Porqué no puede simplemente cansase de esperarme y decidir empezar algo con alguien más¿Y quién mejor que el traidor de Harry, sabiendo lo mucho que la quiero, para hacerlo?.- terminó, ya rojo, pero de furia.
No podía creer que Harry le hubiera echo aquello. Sabiendo lo mucho que él quería a Hermione, no podía creer que su mejor amigo estuviera saliendo con ella.
-Porque Hermione no es así, Ron.- explicó Ginny. –Hermione sabe que yo quiero a Harry y ella te quiere a ti. Jamás haría algo como esto, con lo que todos salimos perdiendo. Esto es mentira.- repitió.
-¿Para qué mentirían?.-
-Celos, Ron. Celos.- contestó la pelirroja, caminando hacia la sala de estar. Una vez allí, se sentó pasadamente sobre un sillón.
-¿Celos?- preguntó su hermano, siguiéndola.
-Sí, celos. Ella quiere darte celos con Harry para que tú le demuestres que la quieres. Porque, déjame decirte, que ya la sabe. Ella no es tan ciega como tú.- respondió, sacándose los zapatos y arrojándolos lejos.
-Un momento.- dijo Ron, tomando asiento junto a su hermana. –¡Esto es una conspiración!- exclamó dramáticamente. Continuó hablando, por encima de las risas de Ginny. –Eso tiene bastante sentido. Ellos se hacen los novios, para que nosotros tengamos celos. Tú de Harry, yo de Hermione.-
-¿Yo de Harry?- preguntó la pelirroja extrañada, dejando de reír.
-Si.- contestó Ron. –No te lo dije nunca, pero él también te quiere muchísimo. No te lo dije porque quería que el mismo fuera quien te lo dijera, pero viendo como van las cosas, supongo que el muy cobarde no lo iba a hacer nunca.-
-¿En serio?.- quiso saber Ginny, ilusionada. Aquella revelación, hacia encajar las piezas aún mejor. Y le decía a ella que su amor platónico finalmente había respondido.
-Si.- confirmó Ron.
-Entonces, esto cobra más sentido aún.- empezó ella. –Ellos, cobardes, no quieren decir lo que sienten por nosotros. Nosotros, cobardes, tampoco queremos decirlo. Entonces, ellos, antes de decirlo, cobardes, nos dan celos, para que nosotros, cobardes, lo digamos de una vez por todas.- guardó silencio por escasos segundos. –Pero no les daremos el gusto¿o sí?.-
-Claro que no.- negó Ron.
-Perfecto. Entonces, lo que nos queda a nosotros, es fingir que hemos creído su historia, pero que su romance no nos interesa en absoluto.-
-¿Cómo?-
-Indiferencia, simplemente. Que bien lo tuyo con Harry, Hermione. De verdad me alegra mucho que ustedes dos estén juntos.- dijo Ginny, fingiendo que hablaba con su amiga. –No son de acero. En algún momento, la tensión los matará y se quebrarán. No durarán demasiado tiempo. ¿Estás dispuesto a llevar esto adelante, hermano?- preguntó en tono solemne, como sometiendo a juramento al pelirrojo.
-Absolutamente.-
°°°°°
Tercer capitulo, adentro.
En este momento, debería estar estudiando las corrientes colonizadoras en América. Pero, evidentemente, corregir el tercer capítulo me sedujo mucho más.
Y creo que ha quedado bastante bien.
Desde ahora, la cosa empieza a ponerse interesante :-).
Dejen reviews!
Saludos!
