Todo lo que ya hayan leído en los libros de JK Rowling, es pura y exclusivamente suyo. Lo demás, es totalmente inventado. Sin fines de lucro.
Capitulo 6Hermione reía desenfrenada.
-Eso estuvo más que bien, Harry.- felicitó.
-Bueno, para eso estoy.- comentó él, sonriendo al recordar la cara de Ginny cuando lo vio besar a Hermione.
-Gracias, Harry.-
-Deja ya de decir gracias, por favor.- pidió, alejándose un poco de ella. –No es una palabra que me guste escuchar todo el tiempo.-
-Como quieras. Pero de verdad te agradezco mucho que estés haciendo esto por mí. Venir hasta aquí, besarme delante de Gin... creo que es pedirte demasiado. –
-Ya te he dicho que lo estoy haciendo porque eres como mi hermana y necesitas mi ayuda. No hay nada que importe más que eso ahora.-
Hermione vaciló unos momentos, pero enseguida sonrió de nuevo
-Bien, creo que debo ir a las duchas.- dijo, mirándose la remera. –Esto da asco de verdad.- agregó con una mueca.
-Te espero aquí.- anunció Harry, sentándose de nuevo en el banco desde donde había visto el partido.
Su amiga caminó hasta los vestuarios y entró en los mismos, dejándolo sólo allí afuera.
Durante los diez minutos siguientes, Harry tuvo tiempo de pensar en todo lo que sucedía.
Hermione le daba la posibilidad de terminar con todo aquello en ese momento, pero él bien sabía que ella realmente no quería hacerlo. Al contrario de lo que le sucedía a él, la morena no tenía la valentía suficiente para decirle a Ron lo que sentía por él.
¿Qué podría hacer para solucionar aquel embrollo? No podía negar que se divertía muchísimo viendo a los Weasley luchar con ellos, pero había algo que lo empezaba a preocupar.
Durante el partido, observando a Hermione, había pensado también en sus comentarios inconscientes referentes a su amiga. No tenía idea de dónde podían estar saliendo, pero tenía la certeza de que no podían ser un buen indicio.
Estaba absolutamente seguro que amaba a Ginny pero¿qué le sucedía con Hermione?
Él decía que la veía como a una hermana. Pero¿realmente la veía sólo como a una amiga¿Realmente no tenía ninguna otra intención con ella?
Sacudió la cabeza para despejar aquellos confusos pensamientos de su mente. Lo mejor era dejar que las aguas fluyeran.
Vio a Ginny salir de los vestuarios, con un bolso plateado colgado por el brazo. Vio con claridad cómo ella dudaba el acercarse a él o no. Pudo dilucidar un momento de duda existencial en su rostro, hasta que alguna de las dos partes ganó y la pelirroja caminó resuelta hacia él.
Mientras ella caminaba en dirección directa al banco en que estaba sentado, Harry sintió una ola de incontenible deseo por su cuerpo, envolviéndolo. Era tan bonita...
-Hey, tú.- llamó Ginny. –El besador descarado.-
-¿Cómo estas, Gin?-preguntó él amablemente, con una sonrisa irónica en su rostro.
-Creo que tú estás muchísimo mejor que yo.- respondió, parándose frente al ojiverde.
-No lo sé.- repuso Harry, parándose y sacándole una cabeza de ventaja en estatura. –No tengo la más mínima idea de cómo está tu situación amorosa.- susurró provocativamente, acercándose un poco más al cuerpo de la pelirroja.
Una voz en su mente le decía que parara inmediatamente con lo que estaba haciendo. Pero su cuerpo parecía estar funcionando completamente desconectado de su cerebro, actuando por instinto.
Un instinto que le pedía a gritos que probara esos labios que tanto deseaba; que manifestara todo lo que sentía.
Por su parte, Ginny sonreía satisfecha. Podía ver en los ojos de Harry el lapsus por el que estaba pasando. Era una buena chance para anotar el game necesario para los Weasley y ganar el set. Y no iba a desperdiciar la oportunidad.
Notó claramente la actitud de Harry y, mirándolo a los ojos, siguió con su juego.
-¿Esperas a Hermione?- preguntó, en un acalorado susurro.
-Si.- asintió él, con la voz ronca.
-Y¿quieres hacer algo mientras esperamos?- propuso tentativamente, mordiéndose el labio inferior.
-Mmm... Creo que podríamos... - empezó el moreno. Pero calló súbitamente cuando sintió una mano traviesa en un lugar poco apropiado.
Ginny lo miró burlonamente, como incitándolo a hacer algo por su comportamiento.
-Oh, creo que se me ha hecho muy tarde. Deberé irme ahora.- se lamentó ella fingidamente, retirando su mano del cuerpo del pelinegro. –Nos vemos luego¿si?.- se alejó de él contoneando peligrosamente sus caderas, dejándolo absolutamente congelado y estático.
Sintió sus piernas flaquear y cayó sentado en el banco otra vez.
Pasó otros cinco minutos solo, ahora intentando recuperarse de aquel corto y acalorado encuentro.
Hermione salió de los vestuarios y lo vio allí sentado, con la mirada fija en algún punto que no pudo definir.
-¿Qué pasó?.- cuestionó, un tanto preocupada, sentándose al lado de su amigo.
-Creo...- comenzó él, recuperando de repente la voz. –Creo que estamos empatados otra vez.-
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Mientras tanto, en el ministerio de la Magia...
Steven Weisberg tenía entre sus manos el listado de las personas que llegaban aquel día.
-¿Quién es el próximo?- preguntó a Michael Seresin, el funcionario ministerial a su lado, quien tildaba los nombres en una segunda lista.
-Señorita Cho Chang.- leyó el segundo.
-¿Cho...?- vaciló Steven. -¿No es lo que se supone que sale con Harry Potter?-
-Si...- asintió Michael. –Salió ayer en El Quisquilloso, ¿no?-
-Si- afirmó Steven.- Creo que es una mentira que salen finalmente. Si no¿porqué está llegando de Portugal?-
-Es físicamente imposible.- reflexionó el segundo.- pero dejémonos de estas charlas de ruleros, que ya casi es la hora.- anunció, consultando su reloj.
A los pocos segundos apareció, dentro del círculo marcado en el piso, la figura de una joven con rasgos asiáticos. Cualquiera que la hubiese visto, habría notado que ése no era uno de sus mejores días. Parecía que iba dispuesta a matar a alguien.
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-Zorra.- soltó Hermione indignada, cuando Harry terminó de contarle acerca de su encuentro con Ginny en la cancha del polideportivo. Caminaban en dirección a la estación de subterráneo. -¿Quién le da derecho?- agregó, ofuscada.
-¡Hey¿Estás celosa?- preguntó Harry, divertido. –No se suponía que fueras tú la que tuviera celos.-
-No estoy celosa, estúpido.- respondió ella, sonrojándose. –Es que fue una jugada muy sucia.- argumentó, bajando el primer peldaño de la escalera que los llevaría al subterráneo. –Considerando tu debilidad por las mujeres, era una forma muy fácil de ganar puntos.- terminó, para luego bajar rápidamente le resto de la escalera. Harry detestaba que se lo tildara de ganador con las mujeres, y más aún que le dijeran que era él quien provocaba esa reacción en las féminas del mundo.
El joven bajó corriendo las escaleras para alcanzarla cuando ella ya estaba pasando su cospel (1) por el molinete. Él pasó el suyo y se encontró con su amiga en el andén.
-Sabes que no debes usar eso conmigo¿o no?-
-Si lo sé. Perdón.- se disculpó ella, avergonzada. -¿Vamos más adelante?-
Caminaron por la estación hacia el extremo del andén. Pararon a unos cinco metros del final y esperaron pacientes el tren.
Cuando llegó, vieron con cierta sorpresa que el vagón estaba repleto de gente.
-¿Quieres que esperemos el próximo?- preguntó Harry por encima del ruido del subterráneo.
Hermione miró rápidamente su reloj. –No, ya es tarde. Tomemos este.- respondió.
Subieron con dificultad al tren y pronto se encontraron apretados el uno al otro, entre la marea de pasajeros. Tras un par de forcejeos, llegaron a la puerta del otro lado del vagón. Hermione había quedado apoyada contra la pared, con Harry inmediatamente delante de ella.
-Creo que deberíamos haber esperado al siguiente.- se lamentó Hermione con voz ahogada por la multitud y el ruido de las ruedas del vehículo en las vías.
Harry rió entre dientes.
Al llegar a la siguiente estación, el tren frenó bruscamente, provocando que la bola de gente se desplazara hacia atrás y adelante en el reducido espacio.
Hermione quedó a salvo, pero los pies de Harry se movieron siguiendo el movimiento de los demás, hacia atrás y hacia delante, directamente hacia donde estaba su amiga.
Para evitar la colisión, el muchacho usó sus manos para frenar la caída, poniéndolas sobre la puerta cerrada del vagón. Sin querer, lo hizo a ambos lados de la cara de la joven.
Sus caras quedaron muy cerca. Peligrosamente cerca. Podían sentir sus alientos mezclándose y los ojos del otro estudiando los propios.
El tren volvió a arrancar y ellos quedaron así por los siguientes sesenta segundos, sonrojándose cada vez más.
Cuando el coche llegó a la siguiente estación, el proceso se repitió y Harry aprovechó la oportunidad para desligarse de aquella incómoda situación, arreglándoselas para pararse al lado de Hermione, apoyándose en la puerta cerrada también.
El episodio ocurrido momentos antes, había dejado la misma pregunta en la cabeza de los dos muchachos. Ninguno comprendía qué era exactamente lo que sucedía, pero sabían, por alguna razón inexplicable, que no podía ser algo del todo bueno.
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Ginny caminaba tranquila por la calle. Al llegar a la esquina, el semáforo peatonal en rojo detuvo su paso (2).
Aprovechando el momento, sacó de su bolsillo su teléfono celular y llamó a su hermano.
-¿Hola?-
-¿Ron¿Cómo estás?-
-Bien, Ginny. ¿Tú?-
-También. Te tengo novedades. Han anotado un punto más, pero he equiparado el partido otra vez. Creo que lo más conveniente es que busquemos la forma de ponernos al frente de nuevo.-
-¿Quieres venir a mi casa, a contarme que es lo que ha pasado?-
-¿No irá Harry para allá?-
-No, ha dejado una nota en la que informa felizmente que iba a ir a buscar a Hermione y que desde allí irían a la casa de ella.-
-Bueno, entonces voy para allá. Adiós-
-Adiós, Gin-
La joven cerró el teléfono y lo guardó nuevamente. Levantó la mirada y vio que el semáforo ya había cambiado a verde, permitiéndole el paso.
Cruzó la calle y siguió caminado. Había recorrido dos calles cuando escuchó su móvil sonar dentro del bolso. Torpemente, intentó abrir el bolso, mientras seguía caminando.
Lo único que consiguió fue chocarse con alguien. Producto de la colisión, el contenido de su bolso, abierto a medias, se desparramó por la vereda.
Con un juramento en voz baja, se agachó y comenzó a juntar sus cosas. Vio una pálida mano juntar algunas y acercárselas amablemente.
-Aquí tiene, señorita.- escuchó decir a una voz que arrastraba las palabras.
Levantó la vista, incrédula. Y lo vio.
-¿Draco?-
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-Bueno¿qué hacemos esta noche?- preguntó Hermione saliendo del baño, con una toalla alrededor de su cabello. Caminó hasta la sala y se dejó caer, cansada, en el sillón.
-¿Con respecto a...?- Harry estaba demasiado ocupado haciendo zapping en el televisor.
-Con respecto a nuestras dos semanas.- respondió Hermione, acompañando las últimas dos palabras con un movimiento de sus dedos índice y mayor, imitando comillas.
-¿Cómo?-
-Que se supone que hoy cumplimos dos semanas, bobo.- explicó ella. –Se supone debemos hacer algo¿no crees?-
-¿Por dos míseras semanas? Creo que se vería un poco exagerado.- opinó.
-Pero no vamos a tener posibilidad de festejar nada más importante.- argumentó Hermione. –Recuerda que esto durará a lo sumo una semana más.-
-Tienes razón, podríamos hacer algo entonces.- accedió él finalmente.
-Perfecto.- festejó la joven.- ¿Qué se te ocurre?-
-Conozco una buena discoteca muggle cerca de aquí.- comentó Harry.
-Nunca he ido a ninguna.- contestó Hermione. –Sería interesante ir. Llamaré a Ron, entonces.-
La morena se levantó del sillón en el que estaba sentada y tomó el teléfono inalámbrico de la mesa ratona en que estaba instalado, en una esquina de la sala.
-¿Luna¿Qué estás haciendo ahí¿Y Ron¿Dónde está¿Cómo que en la cama!... Bueno, dile que necesito hablar con él... Si, ve.-
Hermione tapó el orificio del teléfono por donde se transmitía su voz. –¡Luna está allí, Harry¿Puedes creerlo?- preguntó indignada.
-Si... –continuó hablando a través de la línea telefónica. -¿Cómo que no puede atenderme!... Está bien, ya verá.- anunció y, sin más, cortó la comunicación.
-¿Qué...?- empezó Harry, pero Hermione ya había desaparecido de allí con un fuerte crack.
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Hermione apareció en medio de la sala de estar de Ron, echa una furia.
Luna llegó caminando hasta ella desde el primer cuarto a la derecha del pasillo.
-¡Hermione¡Qué bueno verte!- saludó, alegre.
-¿Dónde está Ron?- exigió la morena, sin miramientos.
-En su cuarto.- respondió Luna, con una sonrisa fingida en su cara.
Hermione salió de la sala dando zancadas y caminó por el pasillo hasta el tercer cuarto a la derecha. Abrió la puerta bruscamente y sus piernas parecieron quebrarse al ver lo que estaba detrás de la misma.
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1: No sé cómo es el sistema de pago para el subterráneo. Hasta hace un par de años, en Buenos Aires usábamos cospeles, simples monedas plateadas que destrababan los molinetes para poder pasar. Ahora, son las malditas tarjetas de papel Subtepass. Me gustaban más los cospeles, así que Harry y Hermione usarán cospeles ).
2: No tengo idea si en Londres existen los semáforos peatonales y si funcionan con el mismo sistema de los colores que en Argentina. Como no lo sé, funcionarán como lo hacen aquí: rojo, pare; verde, pase.
Respuestas a los reviews:
Paula GM: Primero que nada, gracias por leer! Me alegra que te guste. Y si, voy a leer el Half-Blood Prince en inglés. Espero que te haya gustado este capitulo.
Amy Black: Muchísimas gracias por haber leído! Ojalá que estés leyendo ahora y que te haya gustado el nuevo capitulo.
Ginny Potter W: Jaja. Creeme que no sos la única enojada con Harry! Yo también lo estoy, y mucho! Pero bueno, que se le va hacer... Gracias por seguir leyendo!
gabYgriNt: Bueno, me alegra realmente muchísimo que hayas leído y te haya gustado. Espero que este capitulo también lo haya echo.
marce: Lo único que puedo decir al respecto es que la nota del primer capitulo se mantendrá hasta el final, no importa lo que lean en el medio! Muchas gracias por leer!
Nayades: Si, creo que es totalmente adictivo! Pero bueno... Repito, la nota del primer capitulo se mantendrá hasta el final. Muchísimas gracias por haber leído!
YOGINNY: ¿Es que la historia es tan obvia¿O vos tenés poderes para saber lo que pasa en el capitulo siguiente? Jajajajaja. Bueno, la respuesta a tu pregunta está en el capitulo y bueno, de verdad me alegra muchísimo que sigas leyendo. En serio, es verdaderamente muy importante para mí. Gracias!
Tilly W: A Ron le esperan varias cosillas, jaja. Gracias por seguir leyendo!
Mary Potter W86: Creo que van a matarme por lo que está pasando con Harry y Hermione... Pero bueno, la nota del primer capitulo se sostiene y no caerá por nada del mundo. Gracias por leer!
SpyWitch: Aguuuus¿Cómo estás? Creo que el MSN se está encargando de desencontrarnos a propósito... :-( Bueno, supe cuando lo publiqué que te gustaría, jaja. De nuevo, muchas gracias por seguir leyendo. En serio que tu apoyo es muy importante para mí:-) Gracias!
Bueno, lo he logrado. El capitulo 6 está publicado, aunque seguramente voy a recibir reviews con bombas atómicas por haberlo terminado así. Pero bueno, ya nada puedo hacer.
Fue de verdad un esfuerzo sobrehumano corregir este capitulo para hoy. A partir del viernes a las 21, desapareceré de la faz de la tierra para viajar al de Harry Potter y probablemente no vean por bastante tiempo, aunque haré lo posible por volver pronto.
Muchísimas gracias por seguir leyendo, a todos. Cuando digo que su apoyo es importantísimo para mí, no miento. Infinitas gracias!
Saludos!
