Todo lo que ya hayan leído en los libros de JK Rowling, es pura y exclusivamente suyo. Lo demás, es totalmente inventado. La estructura de este capitulo está inspirada en "Boquitas Pintadas", novela de Manuel Puig. Sin fines de lucro.
Capitulo 10Al día siguiente de su arribo, Cho Chang estaba en su cuarto de hotel preparándose para salir. Eran las nueve de la mañana y, a través de la ventana, le llegaba a los oídos el sordo ruido de los pocos autos que transitaban por la calle.
Tomó del perchero dentro del placard su bolso azul. Dentro, colocó una cámara de fotos digital que usaría para registrar su paseo por Londres, una billetera y el estuche de sus anteojos oscuros.
Por último, metió en el bolsillo delantero de su tapado un papel blanco y salió.
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Al día siguiente, Ginny despertó con un fuerte dolor de cabeza y su boca oliendo en forma casi indeleble a una extraña mezcla entre alcohol y diversos jugos de frutas (1).
Se levantó y fue directamente al baño a cepillar sus dientes y lavarse la cara. Un poco más despierta, notó que su estómago le pedía comida desesperadamente.
Caminando por el pasillo, llegó a la sala. Allí, vio a Draco acurrucado en el sillón, durmiendo plácidamente, y sonrió para sí.
Siguió caminando y, en la cocina, preparó algunos sándwichs de queso y jamón ahumado para él y otros de queso y tomates para ella (2). Puso los dos platos en una bandeja de madera, agregó dos vasos llenos de jugo de naranjas y caminó de nuevo a la sala.
Dejó la bandeja sobre la mesa ratona y, sin hacer ruido, levantó la persiana del ventanal, dejando entrar el resplandor del Sol dominical en el ambiente.
Giró sobre sus talones para ver al rubio en el sillón moviéndose, reticente a despertar. El reloj marcaba las doce y media del mediodía.
-Hey!- escuchó que le reclamaba Draco, tapándose la cara con una mano, tratando de evitar que el Sol le diera en la cara.
-Vamos, dormilón.- dijo maternalmente, caminando de nuevo a la mesa baja en la que había dejado la bandeja con el pseudo – desayuno para tomarla nuevamente. –Mira qué rico lo que he preparado para ti.- agregó jocosamente, mientras se acercaba al sillón en el que Draco que estaba sentado, para luego sentarse a su lado sobre la alfombra y pasarle su plato. -¿Cómo dormiste?-
-Bien.- respondió él, dándole un mordisco a su sándwich. –¿Me vas a explicar ahora que fue todo el circo de anoche?-
-Es algo largo...- empezó ella.
-Esa no es excusa.- cortó Draco, antes de que Ginny pudiera excusarse y buscar la forma de no contar lo que estaba obligada a contar.
La pelirroja lo miró un momento antes de soltar un largo y profundo suspiro.
-Supongo que no tengo opción¿verdad?-
-No.-
-Bien.- suspiró otra vez antes de continuar. –Esto lleva dos semanas. Harry y Hermione nos citaron a mi y a mi hermano para decirnos que estaban saliendo.- empezó, acompañando las dos últimas palabras con un movimiento hacia arriba y hacia debajo de sus dedos índices y mayores. –Pero era muy evidente que estaban mintiendo. Nunca lo han hecho bien y nunca lo harán. Así que decidimos que obligarlos a confesar no tendría desperdicio. Fingimos que no nos interesaba que ellos estuvieran juntos, porque estábamos seguros de que fingían para darnos celos.- explicó.
El rubio pausó unos segundos, con el cejo fruncido.
-A ver si comprendí.- dijo finalmente, con sus manos extendidas frente a él, como si estuviera pidiendo tiempo. –Ellos fingen. Y ustedes fingen que no saben que fingen.-
-Correcto.-
-¿Puede una conducta llegar a ser menos madura que eso?.- preguntó de repente.
-¿Qué?-
-Eso no tiene lógica alguna. Lamento decirte que es lo más ridículo e inmaduro que he escuchado en mi vida.-
Ginny sólo lo observó en silencio, con una mirada intensa. Cualquiera que la conociera sabía que lo peor que podían decirle era que era inmadura.
Draco dejó el sándwich que aún tenía en su mano en el plato y miró a la chica fijamente.
-No puedo entender que tiene de fructífero esto. Si tu quieres estar con Potter, si Potter quiere estar contigo... Si Granger quiere estar con tu hermano y tu hermano con ella¿Por qué siguen jugando a esto?. ¿Por qué no aceptan de una vez por todas lo que les sucede con el otro y se dejan de estupideces?.-
Ginny no podía creer lo que escuchaba. ¿Era el mismo Draco Malfoy que había conocido diez años atrás el que le estaba dando clases de moral?. ¿Era el mismo Draco Malfoy que había echo imposible su vida y la de sus hermanos por siete años el que le estaba diciendo lo que tenía que hacer?.
Si algo le resultaba más difícil de creer era que él tenía razón. Suponía que necesitaba que alguien se lo dijera con esa crudeza para finalmente darse cuenta de la estupidez que estaba cometiendo.
-¿Crees que estás sacando algo bueno de todo este circo?.- escuchó la voz del rubio continuar. -¿Crees que esto te está dejando algo bueno?. ¿Es que no te das cuenta de que lo único que estás logrando es alejarte de él?.-
La chica sólo atinó a guardar silencio. ¿Estaba él en lo correcto?. ¿Realmente había sido tan estúpida como para hacer eso?. ¿Realmente se había estado alejando de Harry, aunque no fuera conscientemente?. Con terror, tuvo que responderse que sí. Las últimas dos semanas había pasado el tiempo intentando hacerle creer que no le importaba lo que él hiciera, que no le importaba que estuviera con otra, aún si esa otra fuera su mejor amiga. Había pasado las últimas dos semanas pretendiendo que no le afectaba la idea siquiera de que él hubiera formalizado una relación con alguien que no fuera ella misma. ¿Cómo había podido llegar a pensar que eso la ayudaría a acercarse a él?.
Giró su cabeza en dirección a Draco y lo miró directamente a los ojos.
-Vamos. ¿Qué estas esperando?. Deberías estar corriendo a su departamento.- dijo él, con voz suave y comprensiva.
Eso era lo único que necesitaba. Ahora estaba completamente segura de lo que tenía que hacer y no había nada que pudiera interponerse en su camino.
Como si le hubieran puesto pilas nuevas, se levantó rápidamente de su asiento en el suelo y fue directamente a su cuarto a buscar una buena muda de ropa. Si aquel día iba a cambiar el rumbo de las cosas, lo mejor era hacerlo limpia y bien vestida.
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Al día siguiente, Ron despertó acostado en el sillón-cama en el living de la casa de Luna, sin rastro alguno de la noche de alcohol en su aliento.
Levantó su brazo para mirar la hora en su reloj pulsera: era poco más de la una de la tarde.
Con un gran bostezo, corrió las mantas que lo cubrían para encontrarse vestido sólo con unos boxers y una camiseta blanca. Se levantó y, desordenando su cabello con una mano, caminó al baño. (3)
Abrió la puerta, sin escuchar el rumor del agua corriendo dentro, y encontró la imagen del contorno de una Luna Lovegood desnuda detrás del vidrio nacarado de la bañadera.
La rubia escuchó la bisagra de la puerta sonar y giró su cabeza hacia allí en forma casi inmediata.
-¿Se te perdió algo?.- preguntó jocosamente, ante la expresión de desconcierto del pelirrojo. (4)
Abriendo y cerrando la boca cual pez fuera del agua, Ron retrocedió sobre sus pasos y volvió a cerrar la puerta.
Volvió al living y se sentó en el borde del sillón que le había servido de cama.
Pasó los siguientes diez minutos pensando en la noche anterior.
Se preguntó si realmente valía la pena todo lo que estaba haciendo. Se preguntó si realmente valía la pena despertar en una casa ajena, pasar la noche en vela, anhelando que todo aquel ridículo circo terminara, cuando podía hacerlo simplemente hablando.
Se preguntó si finalmente estaría sacando algo provechoso de forzarse a fingir que no le importaba ver a tal vez la única mujer que llegaría a amar en los brazos de su mejor amigo, aunque fuera una actitud ficticia. Sabía que realmente nada pasaba entre sus dos amigos, pero sencillamente se le hacía imposible evitar sentir una rabia incontenible cada vez que los veía juntos. Pensando en eso, recordó cómo el grupo se había separado la noche anterior.
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Cerca de las dos y media de la mañana...
Harry estaba especialmente borracho, a juzgar por la seguidilla de vasos vacíos que se encontraban en el lugar que el muchacho había dejado en la barra y su descarado y desenfrenado comportamiento.
Tenía a Hermione fuertemente tomada por la cintura, muy cerca de él. De vez en cuando, esos instantes casualmente coincidentes con los que veía a Ginny y Malfoy bailando juntos, la besaba apasionadamente, como si su vida dependiera de eso.
Pero la castaña no se quedaba atrás. Ella también había ingerido una cantidad considerable de alcohol, aunque no tanto como Harry. De todas formas, su estado era igual de deplorable. Seguramente, el no estar acostumbrada a ese tipo de andadas estuviera afectando su resistencia.
Ambos parecían dependientes el uno del otro más que nunca, porque no se habían separado en toda la noche y no habían dejado de insinuarse entre ellos, aparentemente ajenos a la situación general.
Por otra parte, Ginny estaba tambaleándose. Tampoco estaba acostumbrada a salir y beber en la forma que lo había echo aquella noche y su organismo siempre había sido proclive a una rápida reacción ante la ingesta de alcohol. Definitivamente, esos factores no ayudaban a un resultado final favorable.
Su acompañante, Draco Malfoy, no estaba mejor que ella. De vez en cuando perdía el equilibrio y necesitaba de algún punto de apoyo firme para levantarse.
Párrafo aparte era el caso de Ron y Luna. Ambos estaban más risueños que nunca, soltando carcajadas por cualquier cosa que se les cruzara enfrente. Ninguno de los dos había tomado en forma alarmante, como los otros cuatro, pero al parecer el alcohol había tenido un efecto inmediato en ellos.
Cuando Alex subió al VIP por segunda vez en la noche, se encontró con la deplorable escena que estaban montando sus invitados y decidió que las cosas se estaban saliendo de control.
Caminó decidido hasta Harry y lo tomó por un brazo, separándolo de la multitud.
-Me parece que ha sido suficiente por hoy¿no crees Harry?-
-¡Oh, pero si la estamos pasando de lo mejor!.- respondió el ojiverde, con la mirada desenfocada y su aliento oliendo fuertemente a dragón.
-Si, definitivamente ha sido suficiente por hoy. Vamos.-
Le tomó por el brazo otra vez y lo guió hasta donde estaba Hermione. La miró a ella y comprobó que la chica estaba tan mal como Harry o tal vez peor. Con un gesto de su mano, llamó a uno de los hombres de seguridad para que lo ayudara a llevar a los dos borrachos tórtolos afuera y subirlos a un taxi.
Una vez afuera, sentó a los dos muchachos en un improvisado banco de cemento.
-Ustedes dos, esperen aquí.- ordenó, mientras caminaba de nuevo a la entrada para ir a buscar a los otros cuatro. Antes de abrir la puerta, se giró de nuevo hacia ellos. Estaban tambaleándose aún sentados, con las miradas perdidas. No parecían poder encargarse de sí mismos siquiera.
-Mejor quédate con ellos.- dijo al hombre de seguridad que lo había ayudado a sacarlos a la calle. –Cuida que no hagan nada, por favor.-
Luego, volvió a entrar a su boliche y subió al salón VIP otra vez. Miró alrededor y distinguió un poco más allá al amigo de Harry y la chica rubia sentados en un sillón. Los dos parecían más tomados de lo recomendable también, pero definitivamente no estaban tan mal como Harry y Hermione. Se acercó rápidamente a ellos.
-Así que...- empezó.
-¿Qué es lo que quieres?- preguntó, impaciente, Ron, sin dejarlo terminar.
Alex frunció los labios en un gesto de desagrado. Estaba acostumbrado a ser el jefe y tener a todos comiendo de su mano. No le resultaba para anda agradable que alguien fuera así de altanero con él. Sin embargo, decidió que el muchacho pelirrojo estaba demasiado fuera de sí como para reclamarle su actitud.
-Harry y Hermione los esperan afuera.- dijo finalmente, con la clara intención de que ellos entendieran la indirecta de Váyanse. Al parecer, borrachos y todo, los muchachos comprendieron y, con paso endeble, atravesaron el salón para luego bajar las escaleras muy despacio, tomándose fuertemente del barandal para no caer.
Alex suspiró y buscó con la mirada a la pareja restante. La chica pelirroja y el rubio estaban en la barra, recolectando los vasos que hubieran quedado sin vaciar. Rodando los ojos, el dueño del lugar se acercó a ellos.
-Creo que no ha quedado nada para que consuman, muchachos.- dijo casualmente, mientras los otros dos se giraban hacia él.
Ginny tenía la mirada desenfocada y sonreía tontamente. Sin previo aviso, se tiró a sus brazos, colgándose de su cuello, y riendo desenfrenadamente.
Ante esto, el joven abrió los ojos como platos, mientras Draco se reía a la par de la pelirroja, sin ningún motivo aparente.
-Bueno, creo que ustedes dos no son el mejor caso de la noche.- soltó más para sí mismo que para ellos.
Con una nueva señal de su mano, llamó a otro guardia de seguridad y, con su ayuda sacó a los dos muchachos a la oscuridad de la noche.
Finalmente, tuvo a sus seis invitados en la puerta del boliche: todos en diferentes estados de borrachera, ninguno de ellos capaz de manejar su sistema motor.
Sacó del bolsillo de su pantalón un teléfono celular, con el que llamó a la agencia de taxis que siempre utilizaba.
-Tres coches para The Hacienda, por favor.- pidió a través de la línea telefónica y luego cortó.
Cinco minutos más tarde, tres autos iguales estacionaban en la acera frente al grupo.
Con ayuda de los mismos hombres de seguridad que lo habían auxiliado antes, Alex condujo a Harry y Hermione al primer taxi, a Ron y Luna al segundo y a Ginny y Draco al tercero.
Antes de subir al automóvil, Harry se giró hacia Ron, aún con la mirada perdida y un desagradable aspecto, mientras Hermione se acomodaba a los tropezones en el asiento trasero.
-No vengas a casa esta noche, amigo.- sugirió, guiñando un ojo en forma poco acertada, para luego subirse al coche y cerrar la puerta tras de sí.
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Sabía perfectamente que, por más que se hubieran ido juntos, por más que estuvieran uno más borracho que el otro, nada había pasado entre ellos.
Pero entonces¿porqué estaba tan inseguro de lo que él mismo creía?. ¿Porqué había una parte de su cerebro que le decía que tenía que impedir que la función continuara?. Confundido, agachó la cabeza y cruzó las manos detrás de su nuca.
Perdido en sus pensamientos, no escuchó a Luna salir del baño.
-Hey.- llamó ella. Él levantó la cabeza al instante, para encontrarla envuelta en una bata verde enfrente suyo. Lo estaba escudriñando con una extraña mirada, que él no pudo identificar. –Tienes miedo¿no?-
-¿Qué?.- respondió con una pregunta, confundido.
-Que tienes miedo.- repitió la rubia, sentándose a su lado y reposando una mano en su rodilla desnuda.
Suspirando, asintió. Hacia mucho que conocía a Luna, pero en la última semana se habían echo mucho más cercanos que antes y Ron sentía que podía hablar de cualquier cosa con ella. La rubia lo comprendía a la perfección y, con tan sólo mirarlo, podía entender lo que sucedía en su confundida mente.
-¿Qué esperas, Ron?.- preguntó Luna en tono impaciente. –Termina con esto de una buena vez. No te arriesgues a perderla.- lo miraba en forma casi suplicante, como si le estuviera pidiendo lo que definiría su propia vida.
Ron simplemente se giró a verla, descubriendo esa mirada en sus ojos. ¿Era que ella tenía tanta razón que le resultaba imposible negarse a hacer lo que le pedía?. Si, era imposible. No podía negar que ella tenía razón, pero aún así tenía mucho miedo.
-¿Y qué si ella no quiere estar conmigo?.-
-¿Piensas que Hermione hubiera empezado con todo esto si no tuviera la intención de sacar algo provechoso?. ¿Piensas que Hermione está poniendo en riesgo su propia amistad con Harry sólo por deporte?.-
-No, por supuesto que no.- negó él rotundamente.
-¿Entonces?. ¿Qué es lo que te detiene?.-
Él calló. ¿Qué lo detenía?. ¿Había una razón coherente que le impidiera terminar con todo aquel circo?. No. Definitivamente, la única traba que tenía era su propia conciencia. Pero ya no más. El miedo de perder a Hermione por una simple inseguridad personal sobrepasaba cualquier otra cosa.
Decidido, se levantó de su asiento.
-¿Puedo usar tu baño?. Creo que lo más propicio será hacer esto estando limpio.-
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Al día siguiente, una leve brisa rozó su rostro y la despertó. Hermione abrió los ojos con pereza y un rayo de Sol proveniente de la ventana abierta le golpeó directamente en la cara.
Un dolor punzante atravesó su cabeza desde la coronilla y volvió a cerrar los ojos, poniendo su mano sobre su frente, tratando de aplacar aquella desagradable sensación.
No podía recordar nada de lo que había pasado la noche anterior, pero un fuerte sabor a alcohol en su boca le dio una pista. Antes de volver a acomodarse, miró su reloj de pulsera: eran poco más de once y media de la mañana.
Se movió en la cama, con los ojos cerrados y la fuerte punzada atravesándole la cabeza.
Con sorpresa, sintió la presencia de otra persona en la cama y sus ojos se abrieron al instante.
Automáticamente, giró la cabeza, olvidándose de la resaca por un instante. Cuando vio a quien vio a su lado, sintió sus pulmones dejar de funcionar.
-Oh, Dios.- soltó inconscientemente.
Ahí, acostado a su lado, abriendo lentamente los ojos, estaba Harry Potter.
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1: La mayoría de los tragos en Argentina se hacen con jugos de diferentes frutas: frutilla, naranja, limón, etc. La variedad es realmente amplia. No sabría darles mayor información porque he sido abstemia toda mi vida y supongo que seguiré siéndolo (no, no he tomado siquiera una gota de champagne en Navidad).
2: La Ginny de esta historia es vegetariana como yo : - ).
3: Imaginen un Rupert Grint de unos 20 años haciendo eso. ¿No es una imagen irresistible?
4: Esa toma está sacada de la película Wimbledon, de Richard Loncraine, con Kirsten Dunts y Paul Bettany. Para una tarde aburrida de sábado, se las recomiendo. Pero no esperen demasiado, porque no es más que otra comedia romántica. Sin embargo, el tenis le da otro matiz y los actores son fantásticos.
Dedicado a Agus! (más conocida como SpyWitch): Feliz Cumple, amor! Gracias por estos meses de amistad MSNera y por tu apoyo constante : - ).
Bien, creo que moriré después de esto, pero ya está echo. Supongo que recibiré más de una amenaza de muerte, pero...
Aunque no lo hice el sábado, subo el capitulo hoy, con 10 días de diferencia con la actualización anterior. Es un buen número, pero creo que no es lo ideal.
Como mis exámenes han terminado (quedan sólo dos la semana que viene), espero poder corregir más rápido los capítulos siguientes. No tengo definido todavía cuántos más serán, pero creo que ya hemos pasado la mitad de la historia. Ya todas las piezas están colocadas en su lugar y sólo les falta el empujoncito final.
Respuestas a los reviews:
PaLoMiA: Bueno, me alegra mucho que Trouble te haya gustado. Espero que hayas disfrutado este capitulo. Gracias por seguir leyendo! Adío!
Paula GM: Gracias! Me alegra mucho saber que disfrutaste el capitulo anterior y espero que este también te haya gustado. Gracias por leer! Adío!
SpyWitch: Hola, Agus! Todavía no terminé tu regalo, así que tomá este capitulo como uno parcial. Pronto, pronto voy a terminar el real, tranquila! Jaja. Gracias por seguir leyendo esto, en serio : - ). Beso!
Cornamenta: Gracias! Y si, el colegio es algo insufrible, pero qué se le va hacer... es algo necesario¿o no?. Además, los amigos hacen que sea un poco más habitable... Me alegra que te haya gustado el capitulo anterior y espero que hayas disfrutado este. Adío!
YOGINNY: Capitulo 10, a la orden. Espero que lo hayas disfrutado. Muchas gracias por seguir leyendo y criticando! Adío!
gabYgriNt.: Te agradezco infinitamente que estés pendiente de mis actualizaciones y de la historia. Este tipo de consideraciones es invaluable para mí, en serio. Espero que hayas disfrutado este capitulo. Infinitas gracias por leer! Adío!
Ginny Potter W: Bueno, acá está la respuesta a tu interrogante. Espero que hayas disfrutado el capitulo. Muchas gracias por seguir leyendo! Adío!
Me voy corriendo al colegio... : - (. Gracias a todos por seguir la historia!
Adío!
PD: Próximamente: Talk, Fix You y Green Eyes. Además, el regalito sorpresa para Agus!.
