Todo lo que ya hayan leído en los libros de JK Rowling, es pura y exclusivamente suyo. Lo demás, es totalmente inventado. Sin fines de lucro.

Capitulo 15

Él sólo cerró la revista y la arrojó a un lado. Se tomó la cabeza entre las manos, desesperado. -Sí.-

-¿Qué?.-

-Las fotografías son reales, Gin.- dijo él, sin atreverse a mirarla.

-¿Qué quieres decir con que son reales?.- ella sonaba despreocupada, como si tomara lo que él estaba diciéndole como una simple broma.

Extrañado ante dicha actitud, Harry levantó finalmente la mirada y escudriñó sus verdes ojos con los propios.

Pudo leer allí el más profundo de los dolores y la mayor decepción que había visto en su vida entera, escondidos detrás de una gran negación que les impedía manifestarse.

Suspiró. Sabía que sería doloroso para ella, y más aún para él verla sufrir. Pero tenía que zanjar el asunto de una vez por todas y dejar de esconder lo que había sucedido.

De nada servía intentar siquiera seguir negándolo (esa ni siquiera formaba parte de las que remotamente podían llegar a ser consideradas como posibilidad): ahora todo Londres lo sabía.

Tampoco quería estirar y prolongar el impacto. Por experiencia propia, sabía que lo doloroso hería menos si llegaba en una sola vez y en una dosis compacta.

-Son reales. Hermione y yo nos acostamos la noche de The Hacienda. Por eso encontraste su ropa aquí, no porque ella la hubiera olvidado simplemente. Por esto, -alargó la mano y levantó la revista en el aire, para luego dejarla caer a la desordenada coma otra vez. –es que no nos tomaban fotografías. Por eso es que el otro día te dije que era yo el que estaba haciendo mal las cosas y no tú. Esto es lo que quería decirte anoche.- soltó en tono monótono de una sola vez.

Ginny escuchaba, parada frente a él (que seguía sentado en el borde de la cama), con una mano sobre el pecho en un gesto melodramático de los 20'.

Podía sentir como la angustia crecía y crecía en algún punto de su estómago con cada palabra de Harry.

-¿Qué estás diciendo?.-

-Sólo la verdad.- levantó la vista, que había bajado mientras hablaba, de nuevo y encontró su mirada. –Lo lamento. Realmente lo lamento muchísimo.-

Ella no dijo nada, lo que él interpretó como una carta libre para seguir justificándose. –Sé que no debería habértelo ocultado y que esto es ahora...-

-¿Crees que lo arreglarás?.- preguntó ella de pronto, saliendo del estado de trance en el que parecía haber entrado antes. -¿Crees que arreglarás esto diciendo que lo lamentas y que sabías que no deberías habérmelo ocultado?.-

-Yo...- estaba paralizado.

Ella hablaba mirándolo en una forma que él no había visto nunca antes, con una mezcla de repudio, dolor e incredulidad centellando en sus ojos.

-¿Cómo pudiste hacer eso?. ¿Cómo pudiste, Harry?.-

-No lo hice a propósito.- respondió él, dándose cuenta después de lo ridículo que había sonado eso. –No lo hicimos conscientes de lo que estábamos haciendo, Ginny, por favor.-

-¿Y eso lo justifica?. ¿Justifica eso que me hayas traicionado así?.-

-No estábamos juntos cuando eso pasó.-

-¡Claro!. ¿Y porque no estábamos juntos no tiene importancia, no es cierto?. ¿Qué hay de Ron?. ¿Cómo pudiste traicionarlo a él así?.-

-Yo no traicioné a nadie.- afirmó él, tercamente. –No era consciente de lo que estaba haciendo, por Dios.-

-No sé quién eres. ¿Cómo puedes decir que no traicionaste a nadie?. Traicionaste a mi hermano, a mí, a Hermione... a ti.-

Él levantó la cabeza ante lo último, sorprendido ante lo inesperado de aquellas palabras. ¿A él?.

-¿Qué estás diciendo?.-

-No puedes llegar a entenderlo¿no es cierto?. Has traicionado todo a tu alrededor, tú incluido. Esto no tiene vuelta atrás, por más que se la busques hasta el hartazgo.-

Calló un momento y pasó sus dedos sobre sus mejillas para limpiar las lágrimas que habían caído silenciosamente mientras hablaba.

-Han arruinado todo entre ustedes, todo con Ron, todo conmigo. Esto va más allá de que hayan pasado una noche de borrachera juntos, -tuvo que detenerse en ese punto y tratar de borrar de su mente la desagradable imagen de Harry y Hermione juntos. -¿no lo ves?. ¿Quién eres?.-

Él se sorprendió al no saber qué responderle. Tenía razón.

Nada de lo que había sucedido con Hermione tenía que ver en realidad con el verdadero problema. Desde un principio, todo había estado mal. Desde hacía más de un mes, cuando Hermione había llegado a su departamento pidiéndole que la ayudara con aquella ridícula empresa.

Todo desde aquel día había marchado de la peor forma, y recién ahora él podía llegar a verlo.

Había arruinado todo. Su amistad con Ron, su amistad con Hermione, sus oportunidades con Ginny.

Lo que había vivido con ella las últimas dos semanas no era más que una frágil ficción, una efímera fábula destinada a morir a partir del momento en el que él pudiera notar el error.

Harry la miró.

-Lo siento.- fue todo lo que pudo articular. Se levantó y se acercó a ella. Ginny se quedó parada en su lugar, incapaz de moverse por la conmoción.

-Realmente lo siento, Gin.- repitió, intentando abrazarla.

Ella se lo impidió, alejándose rápidamente de él.

-No me toques.- fue lo único que dijo.

Él sólo frenó en seco sus tentativos pasos. Comprendió que nada de lo que dijera ahora podría enmendar lo que había arruinado. Que, a pesar de que ella se mostraba casi impasible, sufría muchísimo por dentro. Y él no soportaba ser el causante de ese dolor, de esa decepción y ese desamor.

-¿Podrás perdonarme algún día?.-

Vio con temor cómo sus ojos se aguaban rápidamente y sus pupilas bailaban peligrosamente.

Estalló en un llanto desesperado y se tapó la cara con las manos extendidas.

Él no sabía qué hacer. No quería acercarse a ella, porque sabía que la dañaba. Pero no soportaba verla así.

Volvió a acercársele lentamente, temiendo una nueva respuesta adversa por parte de ella. Tocó sus hombros y ella reaccionó al instante.

-¡No me toques!.- explotó. -¿Crees que puedes decirme que te has acostado con mi mejor amiga y tratarme como si nada hubiera pasado!. ¿Crees que no siento esto, que no estoy muriendo por dentro!.- soltó. Volvió a esconderse tras sus manos, incapaz de mirarlo. -¿Porqué no puedes simplemente irte?. ¿Porqué no te basta con haberme hecho sufrir durante todo el colegio?. ¿Porqué te gusta verme así, Dios?.-

-No me gus...-

-¡Cállate!. ¿No puede dejarme insultarte al menos?. Me has traicionado de la peor forma y ni siquiera pareces poder sentirte mal por eso.-

-Me siento mal, y no sabes cuánto.-

-¡No me importa!. Ya he tenido suficiente contigo, Harry. No quiero volver a verte.- dijo, tragando fuerte y limpiándose las lágrimas de nuevo. –Vete.- ordenó, en voz baja.

Él se quedó parado en su lugar, estático. No podía reaccionar.

-Vete.- repitió Ginny, viendo que él no respondía, un poco más alto. Él seguía parado allí, sin posibilidad alguna de que su sistema motor reaccionara. -¡Vete!.- exclamó, suplicando en realidad.

Harry parpadeó y dio unos pasos. Salió despacio del cuarto y, en un lapsus de lucidez, convocó ropa que se colocó automáticamente. Luego, salió a la calle.

Ginny escuchó la puerta del departamento cerrarse y se quebró. Sus piernas no pudieron soportar más su peso y cayó rendida al suelo.

Se abrazó a sus piernas y sollozó en sus propias rodillas un rato, hasta que el sonido de su propio sufrimiento la ensordeció.

Levantó la cabeza. Vio sobre la cómoda el portarretratos desde el que Harry, Ron y Hermione la saludaban con una sonrisa en la cara, ajenos a la real situación.

Hermione... Ginny no podía creer que ella hubiera hecho aquello. No a ella. No a la que decía una amiga.

Un nudo se formó en su garganta al notar que había descargado todo lo que tenía dentro con Harry, pero no con Hermione.

Con ella aún tenía algunas palabras pendientes.

°°°°°

Apareció directamente en el living de su casa.

Caminó por el pasillo y entró como un bólido en su cuarto, debiendo frenar sus pasos en seco un momento después.

Hermione y su hermano dormían tranquilamente, la primera moviéndose lentamente, despertando, a causa del ruido que Ginny había ocasionado al llegar.

Hermione abrió los ojos por fin y la vio, parada en el marco de la puerta, con un gesto de incredulidad dibujado en su rostro.

-¿Ginny?.- preguntó, adormilada, al tiempo que tomaba su bata de los pies de la cama y se la colocaba, antes de levantarse. -¿Qué haces aquí?.-

Ella reaccionó por fin, volteando su vista, recargada de furia y decepción, hacia Hermione.

-Ya sé todo.- declaró simplemente, mostrándole a ella la revista que había traído desde su propia casa.

Hermione terminó de despertar de un hondazo y tomó el ejemplar que Ginny le extendía entre sus manos, sabiendo que eso no podía significar nada bueno.

Vio la tapa y leyó los titulares. No necesitaba más que eso para enterarse de qué era lo que sabía Ginny.

-Yo... Gin...- intentó hablar, pero se había quedado sin palabras.

-¿Qué vas a decir?.- atacó Ginny rápidamente, impidiéndole siquiera intentar justificarse. -¿Que lo lamentas?. ¿Que sabes que no deberías habérmelo ocultado?. ¿Que no tienes la culpa porque no eras consciente de lo que hacías?. Ahórrate las palabras. Harry ya me ha dicho todo eso. Basura nada más.- escupió, levantando la voz inconscientemente con cada palabra.

-Ginny... lo siento, yo no quería que esto pa...-

-¡Pero pasó!. ¡Y no hay nada que puedas hacer para arreglarlo!.-

-Gin... por favor, nosotros nunca quisimos...-

-Calla, Hermione. No tienes justificación. Va más allá de mí, o de mi hermano. ¡Te acostaste con tu mejor amigo, por Dios!.-

-¿Qué?.-

Ron había despertado y, aparentemente, había escuchado la peor parte de la verborrea de Ginny, que había olvidado que su hermano estaba allí.

-¿Qué dijiste?.- preguntó, levantándose de la cama y caminando hasta Ginny.

Ella intercambió una mirada con Hermione, con la cual ésta le transmitió un claro Vete, yo le diré.

-Adiós.- dijo simplemente, sin responder a la pregunta de su hermano salió al pasillo y, una vez de vuelta en el living, desapareció de allí.

Ron giró sus talones para quedar justo frente a Hermione. -¿Qué fue eso?-

La joven lo miró seriamente un momento antes de hablar. –No quería que te enteraras así.- empezó, sin poder evitar que un par de lágrimas se le escaparan en forma rebelde.

-¿De qué tengo que enterarme?.- preguntó Ron, cada vez más confundido.

Hermione dio unos pasos hacia atrás, alejándose de él, como si albergara con ese acto la esperanza de amainar el efecto que tendrían sus próximas palabras sobre el pelirrojo.

-Yo... Harry...- intentó decir. Pero sólo balbuceos que su subconsciente convertía en incomprensibles salían de su boca. Sería prácticamente imposible que lograra articular una palabra que le explicara a Ron lo que estaba sucediendo, sin necesidad de que ella tuviera que hacerlo en forma expresa. –Nosotros... no queríamos...-

-¿Qué?. ¿Qué estas diciendo?.- apremió Ron, incapaz de contener su ansiedad.

Por su parte, Hermione no podía creer que él todavía no hubiera atado los cabos sueltos y sacado sus propias conclusiones, evitándole a ella la tortura de tener que decírselo.

-Después de The Hacienda... nosotros...- calló. Notó como el gesto de Ron se transformaba de uno completamente perdido a uno que había comprendido lo que sucedía y que ahora la miraba incrédulo, sumándole a ese fatídico combo una profunda decepción (no sin una cuota de dolor) en sus azules ojos.

-¿Qué?.- volvió a preguntar, pero esta vez retóricamente.

Hermione ya había dejado de intentar contener su culpa y lloraba sin consuelo.

-Nosotros... no queríamos que nada pasara, Ron, en serio...- intentó excusarse, hablando rápido y tomando cada cortas frecuencias de tiempo desesperadas bocanadas de aire. –Estábamos muy borrachos... no...-

-No puedo creerlo.- soltó Ron, en un susurro completamente audible. Se notaba en su cara la profunda conmoción que sentía por dentro. Nada en el mundo podía haber llegado a prepararlo para lo que estaba sucediendo.

Albergaba la esperanza de que fuera el día de los inocentes y el no se hubiera enterado, por lo cual Hermione estuviera haciéndole una broma. Pero el llanto de ella le indicó que nada de eso tenía la posibilidad remota de ser cierto. Había sucedido.

Había sucedido, no menos real de lo que había sucedido entre él mismo y Hermione la noche anterior.

-Lo lamento, Ron.- dijo ella después de unos minutos, en los que la tensión del aire podía cortarse con un cuchillo fácilmente.

-Eso no va a deshacerlo.- respondió él, en forma casi automática. Su mente había quedado en blanco y no podía pensar nada con claridad. Millones de imágenes sin sentido se cruzaban por su mente, una tras otra. Harry y Hermione, él y Hermione, los tres juntos, Harry y Ginny, Ginny y Hermione... Comprendió que todo eso había quedado atrás. Comprendió que nada podría volver a ser lo mismo entre los cuatro, por más que intentaran hacer la vista gorda y evadir el tema, fingiendo que habían podido perdonarlo o simplemente aceptarlo.

-Sé que no va a hacerlo, peor necesito que lo comprendas.- escuchó la voz de Hermione hablando de nuevo. Sonaba más segura, sin los ahogos que había tenido recientemente a causa de sus lágrimas.

-¿Cómo puedes pedirme que lo comprenda?. ¿Tú lo comprenderías?.-

Hermione calló. No, ella no podría hacerlo. Y podía entender que Ron tampoco pudiera, pero necesitaba que lo hiciera. Por todos los años que habían pasado juntos y por todo el cariño y el amor que le tenía. Necesitaba que él comprendiera que lo que había sucedido era absolutamente excluyente de su relación con él.

-Sé que no puedo pedírtelo. Pero no puedo evitarlo. Ahora más que nunca necesito que comprendas.-

-¿Qué tengo que comprender?. ¿Qué no sólo te anduviste acostando con otro, sino que ese otro es justamente mi mejor amigo?.-

-No necesitas recordarme eso.- soltó, mordaz. –Sé que es lo peor que voy a llegar a hacer en toda mi vida, pero ya lo hice. Y no puedo cambiarlo. Lo único que me queda es que puedas comprender que estoy más arrepentida de esto que de nada.-

-¿Se supone que tengo que creerlo?. No parece que lo estés.- retrucó él, comenzando a levantar la voz inconscientemente.

-¿Crees que me siento bien con todo esto?. ¿Crees que me gustó despertarme esa mañana en la cama de mi mejor amigo, sin recordar nada de lo que había hecho?. ¿Crees que no lloré por lo que te había hecho?.-

Ron sólo la miró. Tenía razón en lo que estaba diciendo, pero él no iba a admitirlo. Se sentía lo suficientemente dolido como para no hacerlo.

-No vas a lograr que me sienta culpable por recriminártelo.-

-No estoy tratando de hacer eso.- respondió ella, indignada. No podía creer que él pensara que se le había siquiera cruzado por la cabeza la idea de intentar hacerle sentir culpable. –Sólo quiero que entiendas que no eres el único que está dolido con todo esto.- siguió, un poco más calmada. –Harry y yo ya no hablamos; no podemos ni siquiera mirarnos a la cara. Ginny ya no querrá tener noticias mías ni en figuritas.- levantó la vista, que había estado concentrada en lo interesante de sus pies desnudos. –No quiero perderte a ti también.-

-Deberías ha...-

-No quiero perderte, porque eres lo más importante que tengo.- se le acercó y el no puedo moverse. –Y si hubiera tenido aunque sea un instante de lucidez, para decidir qué era lo correcto, jamás hubiera hecho lo que hice.-

Ron miró sus ojos marrones, bañados en lágrimas que ella no estaba dispuesta a dejar salir de sus ojos. Entendió que lo que Hermione intentaba decir no era que pedía su perdón, ni mucho menos. Que sólo le pedía que entendiera lo que había sucedido, que entendiera que ella la había pasado tan mal como él estaba ahora.

-No puedo perdonarte.- dijo, sinceramente. La imagen de Harry y Hermione juntos era la peor que había llegado a imaginarse jamás.

-No estoy pidiéndote que lo hagas. Sé que no lo harás.- confirmó ella. Las lágrimas cayeron, sin que ella intentara detenerlas ahora. Se tapó la cara con las manos, para evitar que él viera su debilidad.

Sin saber porqué, Ron terminó con la distancia que los separaba y la abrazó fuertemente. No soportaba verla sufrir, ni siquiera bajo las condiciones actuales. –No llores, por favor.- pidió en su oído. Ella sólo sollozó más fuerte aún.

-He arruinado todo.- soltó escondida aún en su pecho. Luego de eso se separó un poco de él y lo miró a la cara. –Si tan solo supieras todo lo que quería que esto funcionara.- se lamentó, entrecortadamente. – Lo siento, Ron.-

-Yo también.-

Lo que ambos sabían era que no podían intentar que las cosas siguieran como debería haber seguido si nada de aquello hubiera sucedido.

El plan, seguramente, era dejarse de jugar a las escondidas y pasar a algo serio y declarado entre ellos. Pero ahora el panorama había cambiado completamente. La ruta inicial estaba bloqueada y no había ninguna otra alternativa que ellos pudieran tomar. Estaban atrapados.

Sin embargo, los dos comprendían a la perfección lo que el otro pensaba al respecto de su situación.

Hermione, por su parte, sabía que Ron había entendido todo, pero que no podía perdonarla. Y ella podía comprender eso, sabiendo también que no podía obligarlo a hacerlo. Pero eso no significaba que la situación no la hiriera más que nada. El haber perdido lo que acababa de comenzar y que había añorado por tanto tiempo, la angustiaba muchísimo y la hacía dudar del camino que debería seguir de allí en más.

Ron, por otro lado, no estaba enojado con ella, y tampoco con Harry. Sabía que ninguno de los dos había querido en realidad lo que había sucedido. A pesar de eso, la gravedad del asunto no disminuía en su intensidad. El comprender aquello no lo ayudaba a poder asimilar lo que había pasado entre ellos, y mucho menos le daba la oportunidad de considerar personárselos.

Por más que a ambos les doliera muchísimo, lo que había comenzado apenas la noche anterior, debía terminar.

°°°°°

Reapareció en el departamento y volvió directamente al cuarto. Tomó del armario una muda de ropa limpia y se metió en la bañadera para darse una ducha fresca que la ayudara a despejar su mente de la abrumadora información que había obtenido esa misma mañana, apenas una hora atrás.

Cuando salió del baño, abrió de par en par el armario y buscó en el estante superior un bolso apropiado. Encontró su valija azul con manijas extensibles. La sacó de allí y la tiró en la cama, aún desordenada. Abrió el cierre y la dejó abierta, lista para recibir lo que ella quisiera introducirle.

Luego, se volteó de nuevo hacia el armario y comenzó a sacar de allí toda su ropa. Revisó los cajones también, procurando no olvidar nada.

Más tarde, camino hasta el cuarto de la lavadora y puso su ropa sucia en bolsas que fueron a parar también a la valija azul.

Cuando empezaba a guardar los objetos personales, tales como libros, discos y fotografías, Harry volvió de la calle.

-¿Qué estás haciendo?.- preguntó, asomándose por el marco de la puerta del cuarto, con el entrecejo fruncido.

Ella no le respondió. Sólo continuó caminando de un lado a otro, recogiendo sus cosas, intentando no dejar rastro de su paso por esa casa en absoluto.

-Ginny...-

-Te agradecería que no me hablaras, si no es mucha molestia, por favor.- cortó, con un tono de voz irritado, irónico y seco a la vez.

-Tenemos que hablar, Ginny.- dijo Harry, tratando de convencerla así de que frenara sus acciones y las convirtiera en unas más sensatas.

-Yo no tengo nada que hablar contigo.- sentenció, al tiempo que cerraba la tapa de la valija y daba un fuerte tirón al cierre para asegurarla.

Luego, la colocó en el suelo, parada sobre sus ruedas y presionó el botón rojo sobre la manija para estirarla. Asió fuertemente el plástico y caminó hacia la puerta, con la clara intención de dejar la casa cuanto antes.

Pero Harry se lo impidió, tomándola fuertemente por un brazo.

-Necesitamos hablar.-

-Tú lo necesitas, pero no conmigo. Tal vez un psiquiatra te vendría mejor.- respondió, desafiante. Liberó su brazo de la mano de él con un gesto brusco y volvió a tomar la manija.

Salió del cuarto finalmente, con Harry siguiéndole los pasos de cerca. Cuando llegó al living, se dirigió a la cocina y tomó del llavero su manojo de llaves. Sacó dos –la de la puerta del edificio y el departamento en el que estaba- y las tiró sobre la mesada, cerca de las compras que había salido a hacer aquella mañana.

-Ginny...-

-Basta.- dijo, bajo, pero él pudo escucharla. –Respeta al menos que no quiera hablarte.-

Ante esto, Harry se quedó parado en el marco de la puerta de la cocina sin poder pronunciar palabra. Decidió que lo mejor en ese momento era dejar que las aguas se calmasen y que los dos tuvieran tiempo para pensar en lo que había sucedido, para luego tener la oportunidad de hablar como personas civilizadas que se suponía que eran.

-¿Cuándo podrás hablar conmigo?.-

-No lo sé. Pero no creo que sea pronto, tampoco.- contestó ella, sensatamente esta vez.

Él supo que el contacto que podrían tener, al menos por el momento, no era más que ese, por lo cual accedió a no pronunciar otro sonido. Sabía que si lo hacía, sólo empeoraría las cosas.

Ginny notó eso y le agradeció en silencio que pudiera llegar a comprender lo que le sucedía.

Con esto, volvió a tomar el plástico de la manija de su valija y caminó al living de nuevo para, desde allí, desaparecer.

°°°°°

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo?.-

-¿Cómo se supone que esté?.-

-No lo sé... Enojado, triste...-

-¿Arreglaría algo con eso?.-

-No, pero por lo menos los harías sentir mal.-

-¿Arreglaría algo con eso?.-

-Deja de decir eso. No todo se trata de arreglar las cosas y nada más.-

-Sí, Ginny. No hay nada que se pueda hacer, nada que me haga sentir mejor, nada que pueda borrar lo que pasó. ¿Para qué seguir pensando siempre en lo mismo, si no puedo hacer nada por cambiarlo?.-

-Pero por lo menos puedes mostrar lo que te pasa. Es imposible que no te afecte.-

-¿Quién ha dicho que no me afecte?.-

-Nadie, pero no parece que quieras mostrarlo.-

-No, no quiero. Me basta con que yo mismo lo tenga claro.-

-No te entiendo.-

-...-

-...-

-Lo que tú no puedes comprender es que más allá de lo que pasó contre Harry y Hermione, eres incapaz de dejar de quererlo, tal como yo soy incapaz de dejar de quererla.-

-Eso no es cierto. Lo odio.-

-Deja de mentir. Sabes que no puedes hacerlo conmigo. No te esfuerces.-

-...-

-¿No vas a hablar con él?. Está realmente mal.-

-¿Cómo sabes eso?.-

-Eh..-

-Ron...-

-Bien, bien. Cenamos hace un par de días.-

-...-

-No pongas esa cara.-

-¿Y qué cara se supone que tengo que poner?. Resulta que tú andas campante cenando con el que se suponía que era tu mejor amigo y que no solo se acostó con Hermione, sino que lo hizo un par de horas antes de hacerlo con tu hermana. ¿Tú qué cara pondrías?.-

-...-

-...-

-Cometió un error. Todos lo hacemos.-

-Eso no cambia lo que pasó y no intentes convencerme de eso.-

-Bien, como quieras. Pero te convencerás de eso cuando te des cuenta de lo mucho que lo extrañas.-

-¿Estás de su lado?. ¿De quién eres hermano?.-

-De los dos.-

-...-

-Ginny, comprende que no quiero que lo perdones, sino que no dejes que esto anule tu relación con él, porque eso es algo que no podrás olvidar por más que quieras e intentes.-

-Que me digas eso no me está ayudando.-

-Lo sé, pero sola no podrás comprenderlo.-

-¿Y tú?. ¿Puedes mirar a Hermione a la cara sin imaginártela encima de Harry?.-

-...-

-Responde.-

-...-

-...-

-No, no puedo.-

-¿Y a ti te sirven todas las palabras que me dices a mí?. ¿Tú puedes comprender que sólo cometieron un error?.-

-...-

-...-

-No, no puedo. Pero al menos lo intento.-

-...-

-...-

-Lo extraño, Ron.-

-...-

-...-

-Lo sé. Yo también a ella.-

°°°°°

-Hola.-

-Hola.-

-¿Cómo estás?.-

-¿Tengo que responder a eso?.-

-No, lo sé.-

-...-

-¿Cómo estás?.-

-Cansado. ¿Tú?.-

-También. ¿Has hablado con Ginny?.-

-No, no atiende el teléfono, no responde las cartas. Pero sé que lee y escucha todos mis mensajes. No sé que hacer.-

-Ella está muy dolida con todo esto.-

-Lo sé.-

-Yo tampoco puedo hablar con ella. Ron me lo ha dicho.-

-¿Qué pasó con ustedes?.-

-Nada. Él jamás perdonará esto, pero al menos hemos vuelto a intentar ser amigos.-

-Él lo ha tomado mejor.-

-No lo creo. Sólo lo analizó con otros ojos.-

-...-

-...-

-...-

-Lo siento.-

-...-

-¿Harry?.-

-...-

-Nunca creí que esto sucediera¿sabes?. No puedo hablar contigo, no puedo hablar con Ron y he perdido a Ginny. Jamás me he sentido tan solo.-

-Lo sé, Harry. Pero esto nos ha superado. Está más allá de lo que nosotros podemos manejar.-

-...-

-Aunque no parezca, hay alguna razón por la que esto sucedió. Estamos aprendiendo de esto.-

-¿Qué estamos aprendiendo?. ¿Cómo ser un desgraciado?.-

-Oh, no tiene caso. Veo que no quieres comprenderlo.-

-¿Ahora vas a darme clases de moral?.-

-No me hables así, porque yo no tengo la culpa de esto, y lo sabes. No intentes descargarte conmigo.-

-...-

-...-

-Perdón. Ha llegado un punto en el que no puedo regular ni siquiera lo que digo. Esto es demasiado.-

-Lo sé. Pero ya pasará. Todo pasa.-

-No lo creo.-

°°°°°

SpyWitch: Hola, Agus!. Muchas gracias!. De verdad, me encanta que te guste y me alegra mucho recibir tus reviews :-). Gracias!

carolina: Que honor que califiques a esta historia como lo haría Mary Poppins! Jaja. Gracias por tu review!

YOGINNY: Hola! Me alegra mucho que te haya gustado el capitulo. Gracias por seguir leyendo!

Cornamenta: Si exactamente cuando está en el sillón con Ron. Y bueno, lo del final ya se empezó a entrever en este capitulo. Lo del próximo es aún más definitorio, pero las bases ya están puestas. Espero que te haya gustado el capitulo. Y te agradezco de nuevo tus reviews! Gracias!

Jan Lee Black: Jaja. Bueno, me alegra mucho que te guste leer la historia, porque para eso está. Y a lo que me refería con "el último" es que es el último fiction publicado hasta la fecha. Ni en broma el último definitivo, y menos ahora que podré dedicarle mucho más tiempo a mi teclado :-). Gracias por tu review!.

Aseneth: Jaja. No, pobre Ron. La situación de él y Hermione, como habrás notado, está casi definida. Pero habrá un giro interesante en el próximo capitulo, así que aún no está todo dicho. Muchísimas gracias por leer!

Catiis: Bueno, lo que querías leer ya está publicado, así que espero que lo hayas disfrutado. Gracias por tus reviews!

Solcis: Capitulo 15, a la orden. Ojalá lo hayas disfrutado. Gracias!

Soffa: Gracias!. Si, yo también iba morir si no explicaba todo ese lío... En fin... ojalá hayas disfrutado el capitulo.

Perdón, perdón, perdón y más perdones.

No se me ocurre qué otra cosa puedo decirles para que sepan todo lo que lamento no haber podido actualizar antes.

El caso es que este fue el último mes de clases y mis exámenes fueron realmente insufribles. Para que se den una idea, sólo en estas ultimas dos semanas tuve 17, más recuperatorios y lecciones orales (que, afortunadamente, no tuve que rendir, pero fueron extremadamente estresantes de igual forma).

Pero, para alegría del mundo entero (y más que nada para la mía), ya ha terminado todo. Hoy fue el último día, con la gran vuelta olímpica en la puerta del colegio y una gran fiesta gran a la noche.

Sisi, a partir de mañana, van a tener a La Prisionera de Azkaban a su disposición entera. No más lamentos por exámenes, no más años de espera entre capitulo y capitulo.

Así que, espero que, para empezar bien esta etapa de liberación académica y felicidad absoluta, hayan disfrutado de este episodio, el anteúltimo de Unidos por su Atención

Pronto (si, esta vez es un "pronto" verdadero), el capitulo final.

Toda sugerencia, critica, tomatazo, ramo de flores (?) será recibido cordialmente en ese pequeño lugarcito que se llama review, al que pueden acceder con un simple click en GO. Ojalá hayan disfrutado el capitulo. Gracias a todos por seguir leyendo!

Adío!